¡Señor Mío y Dios Mío!

[roberto viera gonzalez]

Eso es amigos, eso es. No dejen de pronunciar el Señor Mío y Dios Mío. Nunca, jamás. La semilla debe entrar a vuestros corazones, así nacerá una rosa en medio de tu jardín y la regarás con el repetir siempre a cada hora, ¡Señor Mío y Dios Mío! Bendiciones Erika_dany

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¡Señor Mío y Dios Mío! ¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo hacemos desaparecer el miedo? Así será. Como dice hoy el apóstol Santiago. Cerrando la boca. Como miembro es pequeño, pero puede alardear de muchas hazañas. Así como una chispa de nada prende fuego a tanta madera, también la lengua es una chispa. Entre los miembros del cuerpo, la lengua representa un mundo de iniquidad, contamina a la persona entera, pone al rojo el curso de la existencia y sus llamas vienen del infierno. ¡Uy si no lo sabré yo, mi Señor! Déjame copiar y pegar lo que dice el apóstol. Viene bien al mundo político chileno.

“Toda especie de fieras y pájaros, de reptiles y bestias marinas, se pueden domar y han sido domadas por el hombre; la lengua, en cambio, ningún hombre es capaz de domarla: es dañina e inquieta, cargada de veneno mortal; con ella bendecimos al que es Señor y Padre; con ella maldecimos a los hombres, creados a semejanza de Dios; de la misma boca salen bendiciones y maldiciones. Eso no puede ser, hermanos míos”.
Me callo y leo tu salmo dispuesto para hoy:


R. Tú nos guardarás, Señor.


Extirpe el Señor los labios embusteros
y la lengua fanfarrona
de los que dicen: «La lengua es nuestra fuerza,
nuestros labios nos defienden,
¿quién será nuestro amo?» R.


R. Tú nos guardarás, Señor.

Señor Jesús. Quiero. Quiero, Señor, que me guardes. Sé que participar de momentos fuertes es un lujo. Digo. En tu Reino, para Tu Reino. Yo acepto, Señor. ¿Estaré entre los escogidos? ¿Sabré más que los otros? ¿No será soberbia, arrogancia, querer enseñar a rezar a los apoderados? Respóndeme, mi Señor. Tu tienes todas las fichas del rompecabezas. Me dices que depende de mi, en gran parte alcanzar mi felicidad, y con mi testimonio, ayudar a que otros alcancen la suya. A pesar de las cruces. A pesar de los momentos de comodidad. A pesar de todo. Me lo dice el cura. Pero...... yo creo que eres Tu. Con María Santísima, alabado seas por siempre, mi Jesús.

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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Dios Mío! Una nueva invitación. De Ti, mi amado Jesús. De Ti. El Martes en “Casa de Jericó.” Un grupo de señoras me ha pedido que vaya a hablarles de Ti a su taller semanal de oración.
Ya me conocían antes por mi participación en la Misa del Sábado. A allí estaré, mi amado y santo Amigo. ¡Qué Martes será ese! Vísperas de un festivo. También debo ir a inaugurar la reunión general de apoderados del Santo Tomás con la nueva directora que viene de Puerto Montt.

Pobre a la ira y rico en clemencia. Punto clave para entender el misterio de hoy: La Santísima Trinidad. Un teólogo famoso Karl Rahner decía que tu Padre nos había dejado dos herramientas para demostrar su existencia: la inteligencia y la voluntad. Los filósofos cristianos han agotado la primera y no lo han logrado. En cambio con la segunda, hasta el más simple carpintero u obrero, siente que Lo conoce, o por lo menos Lo siente, sabe que El existe. Hombres sin voluntad de hombres. ¡qué maravillas, Jesús! Padre, Hijo y Espíritu. Rodeados, amados, distinguidos en el cielo por esa realidad. A la Santísima Trinidad hay que amarla, vivirla, nombrarla y compartirla.
Me acuerdo del filósofo Diógenes. Con una antorcha inmensa encendida, se pasea por la ciudad en pleno día con un sol radiante. Uno le dice: “Tu estás loco. ¿Qué haces con una antorcha encendida a mediodía con este inmenso sol?”. Responde el gran pensador: “Busco un hombre”. “¿Cómo?- ¿y no ves esta cantidad de hombres en medio de la plaza?” – le dice el amigo.
Y concluye Diógenes: “No, yo sólo veo bestias en busca de una presa.”

¿Sabes, mi Señor? Me hiciste acordar de estos católicos DC, poderosos católicos, que quieren agrandar Santiago para traer más y más habitantes. Más hombres para devorar más hombres.

Más importante - dice el comentario de un buen cura en el día de hoy - que conocer la esencia de Dios, Tu Padre, como quien conoce la esencia de un átomo es saber que el deseo de Dios es que el mundo se salve, mi amado Jesús. Y si queremos que el Dios del amor y de la paz esté con nosotros, tenemos que alegrarnos, enmendarnos, animarnos, tener un mismo sentir y vivir en paz. El Dios del amor quiere que vivamos en el amor y esa es la vida plena que nos ofrece en su Hijo. Gracias por todo mi Señor Jesús.
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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Dios Mío! “Esta especie sólo puede salir con oración”, terminas diciendo. ¿Será que todo, pero absolutamente todo gira en torno a la oración? Satanás estaba en el interior del niño. Yo lo veo al interior de los jóvenes. Por eso creo que el silencio es el punto de partida. Una clase que está en silencio sepulcral comienza bien. Pero, los hombres insisten en que yo estoy equivocado. Mis jefes creen que es posible hablar de Ti, sin Ti, de lo Tuyo, pero sin lo Tuyo.

Mas, llego a mi oratorio, tomo el Evangelio del día. Y, justo. ¡Mira tu! Hablas del mal.
Yo aquí repito lo que te dice ese padre: “Tengo Fe, pero dudo ¡ayúdame!”.
Tu respuesta es tajante: “para aquel que cree todo es posible”. La fe es una apuesta de sentido, una conclusión de la razón y una afirmación de la voluntad que se inclina a dejarse descansar en el misterio de Dios. Hoy me confesaré. Hoy mismo iré donde mi padre, es Tuyo mi Señor, pero quiero que sea mío. Sólo es mío si me confieso. Yo sé que de lejos El me verá y saldrá a mi encuentro. Voy pobre como una rata, triste como la tortuga, pero el me vestirá con el mejor traje. No claudicaré, mi Señor. El luego me mimará. Me mirará y me mimará.

Los discípulos no pudieron, como yo ayer, batallar con ese demonio. Y se desilusionan, y yo hoy me desilusiono. No se puede, Jesús Mío, Señor de mi Corazón, guerrear contra el mal si uno no está con la coraza de la fe y sus armas: la oración y el ayuno. Hoy ayunaré hasta que me confiese. Dicho de otra forma, haré ese esfuerzo para llegar a la íntima unión con el Buen Padre Dios.

Es verdad. A nadie se le oculta que hoy hay muchísimos frentes abiertos donde convendría hacer milagros aquí en Chile. El Sábado acaba de ocurrir otro sacrilegio. Antisociales profanaron un templo católico en Talca, robaron copones, hostias consagradas e intentaron quemar la capilla donde se venera Tu Sagrado Corazón.
Leo el salmo preparado para hoy:

Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.

Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón


Bendito seas por siempre, mi Señor. Bendito seas.

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¡Señor Mío y Dios Mío! “Esta especie sólo puede salir con oración”, terminas diciendo. ¿Será que todo, pero absolutamente todo gira en torno a la oración? Satanás estaba en el interior del niño. Yo lo veo al interior de los jóvenes. Por eso creo que el silencio es el punto de partida. Una clase que está en silencio sepulcral comienza bien. Pero, los hombres insisten en que yo estoy equivocado. Mis jefes creen que es posible hablar de Ti, sin Ti, de lo Tuyo, pero sin lo Tuyo.

Mas, llego a mi oratorio, tomo el Evangelio del día. Y, justo. ¡Mira tu! Hablas del mal.
Yo aquí repito lo que te dice ese padre: “Tengo Fe, pero dudo ¡ayúdame!”.
Tu respuesta es tajante: “para aquel que cree todo es posible”. La fe es una apuesta de sentido, una conclusión de la razón y una afirmación de la voluntad que se inclina a dejarse descansar en el misterio de Dios. Hoy me confesaré. Hoy mismo iré donde mi padre, es Tuyo mi Señor, pero quiero que sea mío. Sólo es mío si me confieso. Yo sé que de lejos El me verá y saldrá a mi encuentro. Voy pobre como una rata, triste como la tortuga, pero el me vestirá con el mejor traje. No claudicaré, mi Señor. El luego me mimará. Me mirará y me mimará.

Los discípulos no pudieron, como yo ayer, batallar con ese demonio. Y se desilusionan, y yo hoy me desilusiono. No se puede, Jesús Mío, Señor de mi Corazón, guerrear contra el mal si uno no está con la coraza de la fe y sus armas: la oración y el ayuno. Hoy ayunaré hasta que me confiese. Dicho de otra forma, haré ese esfuerzo para llegar a la íntima unión con el Buen Padre Dios.

Es verdad. A nadie se le oculta que hoy hay muchísimos frentes abiertos donde convendría hacer milagros aquí en Chile. El Sábado acaba de ocurrir otro sacrilegio. Antisociales profanaron un templo católico en Talca, robaron copones, hostias consagradas e intentaron quemar la capilla donde se venera Tu Sagrado Corazón.
Leo el salmo preparado para hoy:

Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.

Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón


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¡Señor Mío y Dios Mío! “Esta especie sólo puede salir con oración”, terminas diciendo. ¿Será que todo, pero absolutamente todo gira en torno a la oración? Satanás estaba en el interior del niño. Yo lo veo al interior de los jóvenes. Por eso creo que el silencio es el punto de partida. Una clase que está en silencio sepulcral comienza bien. Pero, los hombres insisten en que yo estoy equivocado. Mis jefes creen que es posible hablar de Ti, sin Ti, de lo Tuyo, pero sin lo Tuyo.

Mas, llego a mi oratorio, tomo el Evangelio del día. Y, justo. ¡Mira tu! Hablas del mal.
Yo aquí repito lo que te dice ese padre: “Tengo Fe, pero dudo ¡ayúdame!”.
Tu respuesta es tajante: “para aquel que cree todo es posible”. La fe es una apuesta de sentido, una conclusión de la razón y una afirmación de la voluntad que se inclina a dejarse descansar en el misterio de Dios. Hoy me confesaré. Hoy mismo iré donde mi padre, es Tuyo mi Señor, pero quiero que sea mío. Sólo es mío si me confieso. Yo sé que de lejos El me verá y saldrá a mi encuentro. Voy pobre como una rata, triste como la tortuga, pero el me vestirá con el mejor traje. No claudicaré, mi Señor. El luego me mimará. Me mirará y me mimará.

Los discípulos no pudieron, como yo ayer, batallar con ese demonio. Y se desilusionan, y yo hoy me desilusiono. No se puede, Jesús Mío, Señor de mi Corazón, guerrear contra el mal si uno no está con la coraza de la fe y sus armas: la oración y el ayuno. Hoy ayunaré hasta que me confiese. Dicho de otra forma, haré ese esfuerzo para llegar a la íntima unión con el Buen Padre Dios.

Es verdad. A nadie se le oculta que hoy hay muchísimos frentes abiertos donde convendría hacer milagros aquí en Chile. El Sábado acaba de ocurrir otro sacrilegio. Antisociales profanaron un templo católico en Talca, robaron copones, hostias consagradas e intentaron quemar la capilla donde se venera Tu Sagrado Corazón.
Leo el salmo preparado para hoy:

Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.

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¡Señor Mío y Dios Mío! “Esta especie sólo puede salir con oración”, terminas diciendo. ¿Será que todo, pero absolutamente todo gira en torno a la oración? Satanás estaba en el interior del niño. Yo lo veo al interior de los jóvenes. Por eso creo que el silencio es el punto de partida. Una clase que está en silencio sepulcral comienza bien. Pero, los hombres insisten en que yo estoy equivocado. Mis jefes creen que es posible hablar de Ti, sin Ti, de lo Tuyo, pero sin lo Tuyo.

Mas, llego a mi oratorio, tomo el Evangelio del día. Y, justo. ¡Mira tu! Hablas del mal.
Yo aquí repito lo que te dice ese padre: “Tengo Fe, pero dudo ¡ayúdame!”.
Tu respuesta es tajante: “para aquel que cree todo es posible”. La fe es una apuesta de sentido, una conclusión de la razón y una afirmación de la voluntad que se inclina a dejarse descansar en el misterio de Dios. Hoy me confesaré. Hoy mismo iré donde mi padre, es Tuyo mi Señor, pero quiero que sea mío. Sólo es mío si me confieso. Yo sé que de lejos El me verá y saldrá a mi encuentro. Voy pobre como una rata, triste como la tortuga, pero el me vestirá con el mejor traje. No claudicaré, mi Señor. El luego me mimará. Me mirará y me mimará.

Los discípulos no pudieron, como yo ayer, batallar con ese demonio. Y se desilusionan, y yo hoy me desilusiono. No se puede, Jesús Mío, Señor de mi Corazón, guerrear contra el mal si uno no está con la coraza de la fe y sus armas: la oración y el ayuno. Hoy ayunaré hasta que me confiese. Dicho de otra forma, haré ese esfuerzo para llegar a la íntima unión con el Buen Padre Dios.

Es verdad. A nadie se le oculta que hoy hay muchísimos frentes abiertos donde convendría hacer milagros aquí en Chile. El Sábado acaba de ocurrir otro sacrilegio. Antisociales profanaron un templo católico en Talca, robaron copones, hostias consagradas e intentaron quemar la capilla donde se venera Tu Sagrado Corazón.
Leo el salmo preparado para hoy:

Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.

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Señor Mío y Dios Mío! Yo no me sorprenden los curas. La confesión de ayer me adelantó las palabras de hoy pronunciadas por el apóstol Santiago. Mira este texto: “Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones. ¡ Adúlteros! ¿No sabéis que amar el mundo es odiar a Dios?”

Lo mismito me dijo ayer el Padre Ricardo. El que quiere se amigo del mundo se hace enemigo de Dios. La misma Biblia dice que el espíritu que Tu Padre nos infundió está inclinado al mal. Y terminó ayer mi confesión con esta frase: “Dios se enfrenta con los soberbios y da su gracia a los humildes”, Hoy lo repitió el apóstol.

Cantemos el salmo, mi Señor, llenos de alegría. Ya estoy en gracia, gracias a la confesión:

R. Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará.

Pienso: « ¡Quién me diera alas de paloma
para volar y posarme!
Emigraría lejos,
habitaría en el desierto.» R.

R. Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará.


Señor, no me quiero enredar con las estructuras de poder. Escribo en el mundo y para el mundo, pero no quiero que el mundo interfiera. Servir es mi tarea. No querer más que el bien de los otros. Me gusta esto de ser como niños. Ayer cantábamos con los pequeños “Miguitas de ternura”. De reojo los miraba. ¡Con que pasión, con qué inocencia se entregan a una tarea!

Hacerse último y servidor es darle la vuelta a esta tortilla del mundo. A mí me llena de orgullo ser profesor de religión y seguir tus mandatos. Me piden que no cargue la cruz a la sala para colocarla en la pizarra. Que no nombre tanto a Dios y al diablo. Pero,........ no puedo. ¡Cómo lo voy a hacer! Cuando los niños apenas la ven, su actitud es distinta. Se calman, se callan, y miran la Cruz y piden, rezan, se hacen piadosos.

Bueno. Eso te quería decir hoy, mi Jesús. Invitemos a todas nuestras hermanas y hermanos a vivir la alegría de la confesión. ¡Bendito sacramento que devuelve la alegría, la paz, la gracia!

Jesús, hermanito nuestro: ¡danos la fuerza que nace de Ti para poder parecernos a Ti!

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Señor Mío y Dios Mío! Yo no me sorprenden los curas. La confesión de ayer me adelantó las palabras de hoy pronunciadas por el apóstol Santiago. Mira este texto: “Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones. ¡ Adúlteros! ¿No sabéis que amar el mundo es odiar a Dios?”

Lo mismito me dijo ayer el Padre Ricardo. El que quiere se amigo del mundo se hace enemigo de Dios. La misma Biblia dice que el espíritu que Tu Padre nos infundió está inclinado al mal. Y terminó ayer mi confesión con esta frase: “Dios se enfrenta con los soberbios y da su gracia a los humildes”, Hoy lo repitió el apóstol.

Cantemos el salmo, mi Señor, llenos de alegría. Ya estoy en gracia, gracias a la confesión:

R. Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará.

Pienso: « ¡Quién me diera alas de paloma
para volar y posarme!
Emigraría lejos,
habitaría en el desierto.» R.

R. Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará.


Señor, no me quiero enredar con las estructuras de poder. Escribo en el mundo y para el mundo, pero no quiero que el mundo interfiera. Servir es mi tarea. No querer más que el bien de los otros. Me gusta esto de ser como niños. Ayer cantábamos con los pequeños “Miguitas de ternura”. De reojo los miraba. ¡Con que pasión, con qué inocencia se entregan a una tarea!

Hacerse último y servidor es darle la vuelta a esta tortilla del mundo. A mí me llena de orgullo ser profesor de religión y seguir tus mandatos. Me piden que no cargue la cruz a la sala para colocarla en la pizarra. Que no nombre tanto a Dios y al diablo. Pero,........ no puedo. ¡Cómo lo voy a hacer! Cuando los niños apenas la ven, su actitud es distinta. Se calman, se callan, y miran la Cruz y piden, rezan, se hacen piadosos.

Bueno. Eso te quería decir hoy, mi Jesús. Invitemos a todas nuestras hermanas y hermanos a vivir la alegría de la confesión. ¡Bendito sacramento que devuelve la alegría, la paz, la gracia!

Jesús, hermanito nuestro: ¡danos la fuerza que nace de Ti para poder parecernos a Ti!

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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Dios Mío! Gracias por tomarme ayer la cruz. ¡Qué haría yo sin tu ayuda siempre presente! ¡qué silencio! Hoy es feriado. Todo el mundo duerme. Llueve fuerte sobre Santiago. Son las 3 am. Y aquí estamos tu y yo recordando a ese gran católico. Arturo Prat. Familia unida. Familia católica. Eso fue hace 129 años. La Carmela nunca más usó el color a partir de un día como hoy. Duelo eterno, duelo fiel, como el de la tórtola. Una vez muerta su pareja nunca más canta ni se posa en una rama verde. De Rosario diario. Héroes que ya no existen. Grau, el gran marino peruano, también era un gran cristiano. Modelos de hombres que han muerto para siempre.



R. Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Oíd esto, todas las naciones; escuchadlo, habitantes del orbe: plebeyos y nobles, ricos y pobres. R.

R. Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.



Lección de Ecumenismo. Lección de humildad. Me falta humildad me dijo el Padre Ricardo cuando me confesé el lunes. Dame fuerzas para seguir escribiendo, evangelizando entre los no creyentes. En el diario la Nación me han tratado mal, pero no importa, sé que allí es donde más debo estar. Debo reconocerme hermano de todos. Insistir a tu estilo, “la otra mejilla”. Ayúdame a no hacer división. Es urgente sumar y no restar.
Tu túnica ya está bien rota jalándola para un lado y para otro. Mi verdad bien guardada, la tuya buscada, buscada en silencio y oración.

He leído varios comentarios. Me quedo con esta frase tuya: Los discípulos se quejan. Otros hacen milagros. “””No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí””” Eso es hermanitos todos, la humanidad nos está esperando cuando amanezca.
Perdona, Señor que a veces quiero acaparar los dones y cometo tanto pecado de soberbia.
Todos juntos, Señor, todos juntos tirando para el mismo lado. Porque en ti confío gracias por todo mi Señor.

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[roberto viera gonzalez]

JUEVES 22 DE MAYO. ALABADO SEAS ALABADO.

¡Señor Mío y Dios Mío! Finalmente ayer las 15.30 pm, cuando llovía torrencialmente, mi suegro partió al lado del Padre. Confío plenamente en su pascua. Médico, esposo de jurista y padre de 8 hijos.
Conmigo fue muy bueno. Sé que desde el cielo lo será mucho más. Ya está junto a su madre. No la conoció. El nació y ella murió. Año 1920. Recíbelo, mi Señor, con los brazos abiertos. Lo dio todo por sus hijos. A cada uno le entregó casi solo lo que Tu Padre puede entregar. Prefirió siempre a las hijas y a los hijos más débiles, más maltratados. Conoció y vivió de esa justicia que nosotros no aceptamos y que tu nos dejaste en esa misteriosa parábola del Hijo Pródigo.

Hoy nos pides que revisemos nuestras vidas con el prójimo. Hablas de mancos, cojos, ciegos. Yo quiero entrar al Reino de los Cielos. Si es preciso entrar así, así será, mi Señor. Hablas del infierno. Y hablas de la misericordia.
Y de la lectura primera no quiero ni hablar. Perfecta, mi señor. ¡Perfecta, vigente, actual para el día de hoy! En este duelo que vive la familia. ¿Seré yo el inocente?

Te alabo con el salmo de hoy:

El hombre de honores no comprende, es igual que el ganado que se mata.

Oigan esto pueblos todos
Habitantes del mundo entero, escuchen:
Gente del pueblo y gente de apellido,
Ricos y pobres, todos en conjunto.

El hombre de honores no comprende, es igual que el ganado que se mata.

Padre Dios. Caigo en el mal. Quizás induzco a otros a lo mismo. Hoy empiezo un taller de oración. ¡Ayúdame! ¡Clemencia, clemencia, Señor! Todo obstáculo lo tomo venido de tu mano. Hazme escuchar a Jesús y dame la fuerza para cotar con los caminos torcidos y ser para otros la sal evangélica que purifica de los males y compromete con el Reino.

¡En vos confio, ahora y siempre!
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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Dios Mío! “!No le vaya a poner las manos encima! Dice la gente. Tu vas y se las pones a los niños. Y dices más aún. Quien no es como niño no es digno de conocer el Reino.
Vuelvo a leer la primera lectura y el salmo. Importancia de la oración. Vida de la oración. Gracias Señor por entenderla. Por hacerla parte del aire que respiro del paisaje que mis ojos ven. Rezar si estoy enfermo, tanto como si estuviera sano. Si estoy alegre rezar tanto como cuando estoy preocupado, triste, agobiado.. La oración con fe salvará al enfermo, es verdad, pero también protegerá al sano. La oración con fe devolverá la alegría al triste, pero algo más importante, la oración con fe hará que el alegre no pierda la alegría. Por eso repito con fe el salmo de hoy:

R. Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor.

Señor, te estoy llamando, ven deprisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde. R.


R. Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor.

Niño significa “el que no habla”. ¡Cuánta falta hace que los niños escuchen, nos escuchen! ¡Cuánta falta hace motivar a los niños para que escuchen a sus profesores! ¿Será que nosotros somos los equivocados? ¿No les estaremos dando lo que no deben recibir? A veces los veo recibiendo, teniendo, aun con tan poca madurez, una avalancha de tecnología en sus manos. ¿Se la habremos dado irresponsablemente. Señor? Me preocupa mucho la falta de enlace generacional en el mundo escolar. Y claro la lectura es la gran culpable. Nace en el mundo de las autoridades fomentar la lectura en los niños. Es decir a los niños. Leerles es hacerlos niños: “el que no habla”.
Es urgente escuchar tu silencio. ¡Bendito y alabado seas por siempre mi Señor!

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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Dios Mío! Hablas de mandamientos. Nosotros hablamos de recibimientos. Es un día triste para ti. Yo creo que un día muy triste. Viene un joven, un joven que no solamente es joven, sino además rico. Chile es el joven rico. Crea esta semana la institución de Recibimientos: Instituto de Derechos Humanos. Es algo bueno, pero un Instituto de deberes Humanos sería mucho mejor.

Nos das tanto, pero queremos más. No nos interesan los deberes. Su Excelencia no nos puede entender. A ella le interesa el mundo. Yo - de rodillas esta mañana – te pido que me ayudes a entrar al Reino. El Reino siempre es un don gratuito, un regalo inmerecido, una meta inalcanzable. No me interesa el mundo. En el reino no soy ni protagonista ni quiero más propiedades que las que ya tengo. Mi bicicleta para salir a vender miel. Mi mp3 para escuchar conferencias de santos. De esos santos hombres, los curas que van por el mundo, siendo ridiculizados. ¡Cuánta fe hay en ellos!
Estoy de duelo mi Señor. Se ha ido a tu lado un hombre excepcional. No tuvo madre. Pero si una vida llena de comodidades. Incluidas dos madrastras que lo hiceron sufrir mucho. Yo sé que mi suegro ya te está hablando de mi. Hice siempre lo que me pidió. Lo llevé donde quiso. Fui su lazarillo durante 20 años.

Buena pregunta me haces, mi Señor: ¿Me queda algo por vender?


R. El Señor recuerda siempre su alianza.


Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman. R.

R. El Señor recuerda siempre su alianza.


Tenía razón don Carlos Peña ayer en el Mercurio. El gran error de este gobierno fue la medianía, lo del mundo, lo temporal, lo próximo. No entendió nunca el problema de la educación. La educación es futuro, es eternidad. Es crear amor, trascendencia. Gracias, mi Señor, por mis padres, pobres padres, mas ricos en amor y en perdón. Ellos me enseñaron a amar, me educaron.
La medianía, la de Su Excelencia, no sirve. El entusiasmo desmedido. Los desechos violentos del vocero don Pancho, por ejemplo, no sirven. Ayer estuve, mi amado Jesús, escuchando la transmisión de la sesión del senado del día 14 de mayo. ¡Estás en tantos senadores! En muchos senadores. Senadores católicos. Pero, el dinero, la razón del joven rico es más fuerte. Habló también el Ministro Velasco. No dijo nada. Dijo, pero, no dijo.
Aunque don Carlos terminó su artículo diciendo que no hay motivos para estar triste, tu y yo sabemos que si. La educación pública de Chile es la peor del mundo como lo dijo ayer la senadora doña Evelyn Mathei. En relación a los “billones” que se gastan.
Nos vemos m amado Jesús en vos confío.

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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Dios Mío! Tus conversaciones con los discípulos siempre atraen. ¡Tanto miedo que tienen! ¿Te imaginas? Si ellos que están contigo, que te ven, tienen miedo, piensa por un minuto en el mío.

Es verdad. “El que os llamó es santo; como él, sed también vosotros santos en toda vuestra conducta” . Confianza, fe. Dice la Escritura: «Seréis santos, porque yo soy santo. » ¿Será así, mi Señor? Soy un pobre necesitado. Necesitado de Ti. Pero, ya no soy solo yo el que pide. Aquí un par de horas me arrimo a la Virgen. He rezado el Santo Rosario. Lo aumento de vez en cuando. Hoy inauguré el tercer Rosario, el primer misterio: “Bautismo de Jesús”. Ya son nueve misterios. Pienso en los Papas. Todos ellos le rezaban a la Virgen los 15 misterios. Ahora, claro, son 20. La Virgen, calladita, aquí juntito a mi, ruega por mi ante Ti. Ella es buena. Me mira. Estoy de rodillas. He dejado m cama. Me costó. Llueve copiosamente. Los brazos en alto se me adormecen. Pero leo tu Palabra y me animo. “Recibirán el ciento por uno”.


R. El Señor da a conocer su victoria.


Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

R. El Señor da a conocer su victoria.

Ellos lo dejan todo. Pedro deja su barca. Pablo su tienda. ¿Qué debo dejar yo, mi Señor?
Sé que no importa tanto lo “qué” se deja, sino “con qué” espíritu se deja. Lo que se deja duele, pero cura. Aquí lo decía San Alberto Hurtado: “dar hasta que duela”. ¿Será que a mayor dolor mayor libertad? Claro que eso es pensar al revés del mundo. El mundo dice que mientras más se tiene más se es libre.
No. Yo prefiero creerte a Ti. Me prometes el ciento por uno. Y ya en esta vida. ¡Lo he comprobado innumerables veces Jesús Mío! Perdona mi conveniencia mi interés. He escuchado: “Dios no se deja ganar en generosidad.” Yo que quiero imitar tanto al santo Ignacio de Loyola recuerdo ahora sus palabras: “Dios es un “caballero” que no se deja humillar sólo recibiendo, sin regalar”.
Señor. Hoy te cantaré un cántico nuevo. Te he dado todo mi oratorio de hoy. Ya son las 5.15 am . No abrí correo. No envié comentario. Nada para mi Todo para Ti. Gracias. Mi Señor.

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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Dios Mío! Admiro tu paciencia, Jesús. Vas a la entrega, vas a la flagelación absoluta y dos discípulos preocupados de donde estará el puesto de ellos. Somos nosotros. Nosotros, los preocupados de nuestros honores. Soy yo mi Señor. El que quiere hablar, opinar, cuando debe callar. Nosotros preocupados de nuestras dignidades. Llenos de vanidad estamos, mi Señor. Queriendo ser los primeros.
Admiro tu lección de humildad. Servir es rebajarse ante aquel a quien nos sirve. El servidor debe situarse al menos un peldaño por debajo de quien es servido. En tu mente las cosas van por otro lado. Nosotros buscamos profesiones que no nos obliguen a rebajarnos ante nadie o por lo menos intentamos educaciones que fomenten lo contrario a tu doctrina.
La evangelización pasa por la imitación primero de estas enseñanzas. Actos superiores al respeto de las leyes o a la aplicación de reglamentos. No se puede aprender tu Evangelio sin testimonio, sin praxis. ¿Cómo van a entender si no ven? ¿Cómo verán si alguien no se lo muestra? ¿Cómo alguien mostrará el amor si no está seducido previamente?


R. Glorifica al Señor, Jerusalén.

Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.


R. Glorifica al Señor, Jerusalén.


Sólo si abrazamos la cruz de cada día, negando nuestros gustos para servir a los demás, conseguiremos identificarnos contigo, mi Señor. Tu viniste a servir y a dar tu vida como rescate por muchos que como yo estamos dominados por el pecado. Juan Pablo II explicaba que “el servicio de Jesús llega a su plenitud con la muerte en Cruz, o sea, con el don total de sí mismo”. Insisto Jesús, yo quiero imitarte transformando constantemente nuestro amor a Ti en actos de servicio a todas las personas: ricos o pobres, con mucha o poca cultura, jóvenes o ancianos, sin distinciones. Ahora que he empezado a ir a hogares donde se reúnen señoras de buena voluntad. Actos de servicio para acercarme y acercarlos a Dios y liberarme y liberarlos del pecado.
Gracias por este nuevo día que ya comienza. Con Cristo por siempre, amén.

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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Díos Mío! Yo he saboreado lo bueno que eres. Pero..... ¿Y tú? ¿Acaso puedes decir lo mismo de mi? Quiero ser piedra viva, mi Señor. Quiero entrar en la construcción del templo del Espíritu Santo. Quiero aumentar estos sacrificios espirituales no hay otra posibilidad. Hace frío ahora. ¿Sirve este frío mi Señor para salir de las tinieblas?
Me hacen hablar. Yo no quiero hablar. Hoy es la última reunión de apoderados. Hay mucho interés en la pastoral. ¡Ayúdame, ayúdame, Señor Jesús!


R. Entrad en la presencia del Señor con vítores.

Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. R.

R. Entrad en la presencia del Señor con vítores.


Una religiosa carmelita definía la oración como “el único lugar en el mundo donde no hay sitio para esconderse”. Aquí por lo menos aquí soy el que soy. Aquí se cumple lo que Tu Padre dijo al crear a Adán. Imagen tuya mi Señor. De Creación a imagen del Padre, pero por el pecado al suelo la imagen.
Estoy igualito al ciego Bartimeo.


Si Jesús, aquí estoy cada mañana mostrando mis oscuridades. Te grito igual como el ciego. Soy un auténtico ciego. ¿Tengo esperanzas mi Señor?
Al ciego le dices: Tu fe te ha curado. Ya es algo. Tengo Fe. Tengo fe en estas palabras que leo en los comentarios de los diferentes sacerdotes que leo en la internet.


Dice uno que gritarte es también orar humildemente. “Jesús ten compasión de mi” . Y que debo gritar más cuanto más me increpen, cuanto más me desanime.

El Papa Juan Pablo II nos lo decía con su vida: sus largas horas de meditación —tantas que su Secretario decía que oraba “demasiado”— nos dicen a las claras que «el que ora cambia la historia».


Gracias por todo m Señor. En vos confío.

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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Dios Mío! ¿Por qué no a mí? ¿Por qué no a mí? Porque a mi me das otra oportunidad. Y Una oportunidad, ¿Para qué? ¿Estarían pensando esa pregunta anoche a las 12 cuando miraban con tristeza los 6 ataúdes de los carabineros y sus dos esposas muertos en forma tan trágica?

Yo pensaba eso cuando venía ayer en mi bicicleta, cansado, desde el centro, con un viento leve, pero muy frío que me daba en la cara . Señor si sembraste la semilla en mi de entender lo que otros no entienden ayuda a mi naturaleza. Sigue en manos de Satanás. Yo la trato mal a ella y a él. Les planto la ducha fría cada mañana. Les hago pasar hambre y frío. Pero.... es necesario mi Señor. No me digas que no. Ellos quieren comodidades, delicatessen y goces desordenados.

¿Por qué no a mi hoy? Yo y mi Sole pudimos ser los que iban en ese helicóptero. A esta hora la Camila y la Naty, mis hijas, que duermen plácidamente en sus lindas camas, podrían ser huérfanas como lo son Alejandro, Cristián y Francisco, los hijos del General Bernales y Teresa QEPD.
Entiendo, mi Señor. No quisiste que me tocara a mi, esta vez. Me has dado otra oportunidad. Tomaré tu palabra en más práctica evangélica. Como lo dice hoy tu Evangelio. Bendeciré más. Amaré más. Pediré más.
Quiera Dos que todas las autoridades que son católicas y estaban sentadas en primera fila frente a los féretros, hace un par de horas a las 2 de la mañana, se hayan hecho la pregunta. ¿Por qué no a mí? ¿Por qué no iba ahí, Su Excelencia, por ejemplo?
M oración a ellos, a ellas, a esas hijas e hijos que han perdido a sus padres, y a estas, mis hermanas y mis hermanos que comparten a diario mis comentarios.
Ojalá que juntos compartamos este salmo de hoy.

R. Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.

El Señor es mi Dios y salvador: confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación. R.

R. Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.


La Virgen visita a Isabel. Bendito viaje, bendita comunicación, bendito saludo. A mi no me tocó, pues quieres que aumente mis bendiciones, que me mejore mis actitudes, en mis viajes, en mis encuentros, en mis clases, en mis escritos. A mi no,......... pues quieres que bese más a mis hijas y ame más a mi esposa. Desde mi oratorio en esta fría mañana agradezco tus palabras m Señor.

El Evangelio de hoy es un viaje. Es una visita. Gracias por hablarme de m viaje, de mi visita. Hoy es un día de mucha actividad. Catequesis por la mañana, Misa por la tarde. Gracias por todo, mi Señor.

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[roberto viera gonzalez]

Mi querida hermana, Monik. Muchas gracias por tu saludo. Lamentablemente tengo problemas con mi notebook. No aparecen las letras i la coma, la k y no puedo escribir en él desde mi oratorio. Parec que no tiene arreglo. Ya lo he llevado al técnico, pero funciona cuando quiere.

Una vez más gracias. Mi matrimonio no ha sido fácil Ahora incluso tomé una actividad de pastoral y catequesis para los días Sábados y mi Sole, mi esposa reclama. Yo la entiendo y le pido luz a mi Señor. Sé que e´l quiere mi felicidad y a lo mejor debo ponderar. Felicidades Monik.
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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Dios Mío! Palabras sencillas para hombres simples como yo. Tus parábolas no necesitan muchas explicaciones. Se entienden casi en forma intuitiva al primer golpe.
Duro es Tu Padre en el Deuteronomio. Bendición o maldición. Tu eres igual de directo, pero tu mensaje llega con misericordias. Nos entiendes, mi Señor. Esa comparación que haces entre el que construye su casa entre la roca y la arena es clarísima. Yo digo que no hay que ser tan inteligente para ver esas dos casas en este tiempo de invierno. Con las lluvias, los temporales. Las casas sólidas resisten el viento y la lluvia. El resto vuela por los aires. .................. Me gustó. Escucho ahora a un cura francés, de Québec, Canadá. Dice: “¿Qué es el tiempo? La paciencia de Dios en la historia.” Aquí está mi tiempo a tu disposición, Clemencia, mi Señor. ¡ten paciencia conmigo! Dame tiempo. Dame una oportunidad más en este día que ya comenzó.


R. Sé la roca de mi refugio, Señor.

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú que eres justo, ponme a salvo
inclina tu oído hacia mi,
ven aprisa a librarme.

R. Sé la roca de mi refugio, Señor.

Medito y lo repito, tus palabras no son distintas a las del Deuteronomio. Tu dices: ´”nunca os conocí”. ¡Dios me libre de tener que escuchar algún día estas palabras tan severas! Visto así, lógicamente que el cristianismo no es una cuestión de ideología o programa ético, sino y sobre todo un encuentro personal con alguien, contigo. Sin duda que Juan Pablo II tenía mucha razón cuando afirmaba que el fundamento de la moral cristiana consistía precisamente en el seguimiento de Jesucristo.

Gracias por la Santa Misa, mi Señor. Justamente la Iglesia es el hogar en el que construimos nuestra casa porque ella está fundada sobre la roca de Jesucristo. Tu y sólo tu eres la Roca firme y segura. Y este hecho lo debemos constatar en dos niveles: necesitamos la predicación del cura y la vida constante en amistad con los sacramentos. Hoy es el día aquel en que no debemos perder esta relación como hermanos de la gran Iglesia Católica.

Finalmente y pensando en mis desmoranamientos, en mis derrumbes, a propósito de esta clase de arquitectura que hoy nos entregas, quiero decirte que el único culpable soy yo. No me quejo ni de mis hijas ni de mi esposa. Ni de la Presidenta, ni de mi jefe o mi directora. Yo y mis pecados he ahí la culpa de todo. ¡Qué mi alma venza, mi Señor y mi cuerpo se someta! Ya no más andar diciendo ¡Señor, Señor! sino dedicarse a hacer la voluntad del Padre.

Gracias por el gran día que me diste ayer y hoy quiera Dios me vaya bien con las ventas de miel y lentejas. ¡En vos confío!

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¡Señor Mío y Dios Mío! Palabras sencillas para hombres simples como yo. Tus parábolas no necesitan muchas explicaciones. Se entienden casi en forma intuitiva al primer golpe.
Duro es Tu Padre en el Deuteronomio. Bendición o maldición. Tu eres igual de directo, pero tu mensaje llega con misericordias. Nos entiendes, mi Señor. Esa comparación que haces entre el que construye su casa entre la roca y la arena es clarísima. Yo digo que no hay que ser tan inteligente para ver esas dos casas en este tiempo de invierno. Con las lluvias, los temporales. Las casas sólidas resisten el viento y la lluvia. El resto vuela por los aires. .................. Me gustó. Escucho ahora a un cura francés, de Québec, Canadá. Dice: “¿Qué es el tiempo? La paciencia de Dios en la historia.” Aquí está mi tiempo a tu disposición, Clemencia, mi Señor. ¡ten paciencia conmigo! Dame tiempo. Dame una oportunidad más en este día que ya comenzó.


R. Sé la roca de mi refugio, Señor.

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú que eres justo, ponme a salvo
inclina tu oído hacia mi,
ven aprisa a librarme.

R. Sé la roca de mi refugio, Señor.

Medito y lo repito, tus palabras no son distintas a las del Deuteronomio. Tu dices: ´”nunca os conocí”. ¡Dios me libre de tener que escuchar algún día estas palabras tan severas! Visto así, lógicamente que el cristianismo no es una cuestión de ideología o programa ético, sino y sobre todo un encuentro personal con alguien, contigo. Sin duda que Juan Pablo II tenía mucha razón cuando afirmaba que el fundamento de la moral cristiana consistía precisamente en el seguimiento de Jesucristo.

Gracias por la Santa Misa, mi Señor. Justamente la Iglesia es el hogar en el que construimos nuestra casa porque ella está fundada sobre la roca de Jesucristo. Tu y sólo tu eres la Roca firme y segura. Y este hecho lo debemos constatar en dos niveles: necesitamos la predicación del cura y la vida constante en amistad con los sacramentos. Hoy es el día aquel en que no debemos perder esta relación como hermanos de la gran Iglesia Católica.

Finalmente y pensando en mis desmoranamientos, en mis derrumbes, a propósito de esta clase de arquitectura que hoy nos entregas, quiero decirte que el único culpable soy yo. No me quejo ni de mis hijas ni de mi esposa. Ni de la Presidenta, ni de mi jefe o mi directora. Yo y mis pecados he ahí la culpa de todo. ¡Qué mi alma venza, mi Señor y mi cuerpo se someta! Ya no más andar diciendo ¡Señor, Señor! sino dedicarse a hacer la voluntad del Padre.

Gracias por el gran día que me diste ayer y hoy quiera Dios me vaya bien con las ventas de miel y lentejas. ¡En vos confío!

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¡Señor Mío y Dios Mío! Palabras sencillas para hombres simples como yo. Tus parábolas no necesitan muchas explicaciones. Se entienden casi en forma intuitiva al primer golpe.
Duro es Tu Padre en el Deuteronomio. Bendición o maldición. Tu eres igual de directo, pero tu mensaje llega con misericordias. Nos entiendes, mi Señor. Esa comparación que haces entre el que construye su casa entre la roca y la arena es clarísima. Yo digo que no hay que ser tan inteligente para ver esas dos casas en este tiempo de invierno. Con las lluvias, los temporales. Las casas sólidas resisten el viento y la lluvia. El resto vuela por los aires. .................. Me gustó. Escucho ahora a un cura francés, de Québec, Canadá. Dice: “¿Qué es el tiempo? La paciencia de Dios en la historia.” Aquí está mi tiempo a tu disposición, Clemencia, mi Señor. ¡ten paciencia conmigo! Dame tiempo. Dame una oportunidad más en este día que ya comenzó.


R. Sé la roca de mi refugio, Señor.

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú que eres justo, ponme a salvo
inclina tu oído hacia mi,
ven aprisa a librarme.

R. Sé la roca de mi refugio, Señor.

Medito y lo repito, tus palabras no son distintas a las del Deuteronomio. Tu dices: ´”nunca os conocí”. ¡Dios me libre de tener que escuchar algún día estas palabras tan severas! Visto así, lógicamente que el cristianismo no es una cuestión de ideología o programa ético, sino y sobre todo un encuentro personal con alguien, contigo. Sin duda que Juan Pablo II tenía mucha razón cuando afirmaba que el fundamento de la moral cristiana consistía precisamente en el seguimiento de Jesucristo.

Gracias por la Santa Misa, mi Señor. Justamente la Iglesia es el hogar en el que construimos nuestra casa porque ella está fundada sobre la roca de Jesucristo. Tu y sólo tu eres la Roca firme y segura. Y este hecho lo debemos constatar en dos niveles: necesitamos la predicación del cura y la vida constante en amistad con los sacramentos. Hoy es el día aquel en que no debemos perder esta relación como hermanos de la gran Iglesia Católica.

Finalmente y pensando en mis desmoranamientos, en mis derrumbes, a propósito de esta clase de arquitectura que hoy nos entregas, quiero decirte que el único culpable soy yo. No me quejo ni de mis hijas ni de mi esposa. Ni de la Presidenta, ni de mi jefe o mi directora. Yo y mis pecados he ahí la culpa de todo. ¡Qué mi alma venza, mi Señor y mi cuerpo se someta! Ya no más andar diciendo ¡Señor, Señor! sino dedicarse a hacer la voluntad del Padre.

Gracias por el gran día que me diste ayer y hoy quiera Dios me vaya bien con las ventas de miel y lentejas. ¡En vos confío!

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¡Señor Mío y Díos Mío! Te ausentas y me dejas en el oratorio. No sea yo el que haga la voluntad en él. Sé que tienes mucho que hacer. Pero....... ¡no confíes tanto en mi, por favor! Sé que andas preocupado de mis asuntos. De mis problemas. Por eso te alejas y me dejas solo. Pero........ temo por mi voluntad. ¡no seas así! Hoy me veo en tu parábola. Hoy te necesito mucho. Veo como me solucionas los problemas. Y ¿Si es interés? Y ¿Si me mortifico por interés?
Yo veo en concreto los resultados. Veo como mejoran mis relaciones sociales. Mi relación con mi Sole es cada día mejor. Con mis hijas. Pero...... ¿Qué tipo de arrendador seré? Mis motivos....... Señor........ mis motivos no dan frutos. Son los tuyos los que me alegran el día. Tus frutos son los que permanecen. Quiero que este valle de lágrimas se convierta en un jardín de Dios. Esto fue lo que dijo el otro día Su Santidad en su homilía con motivo del día de tu Sagrado Corazón.

Me aferro al maravilloso salmo de hoy y lo coparé y lo pegaré por hoy completo. Es el número 90:

Dios mío, confío en ti.

Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti.» R.

«Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación.» R.

«Lo defenderé, lo glorificaré,
lo saciaré de largos días
y le haré ver mi salvación.» R.

Señor. Antes tenía un millón de problemas. Y ya me solucionaste medio millón. Sé que fui como esos asesinos, durante diez años de m vida. Fui un auténtico arrendador traidor, de estos que tu mencionas. Siempre fu yo. Irritándome, enojándome por todo. Usando a las personas queme rodeaban. Comiendo y gozando de cuanta cosa existe. ¡12 años, mi Señor! Perdóname, mi amado Jesús! Eres lo máximo. Eres grandioso, mi Señor. Sigo pecando, ... y tu........... y tu......... ¡ay, ayaicito, . ahí, desde la cruz, mirando, pacientemente, esperando y mirando.

Te amo Señor. Te amo. Hoy será un gran día. Comenzamos con el oratorio para niños en el Colegio. Antes de cualquier cosa, antes de cualquier tarea, antes de cualquier clase........ nuestro saludo, nuestro encuentro con quien todo lo puede, todo lo tiene, todo lo ama................................ Dios. Nos vemos en el oratorio. Mi Señor.

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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Dios Mío! Día de elección. Ah, y de pillería. Al César lo del César, a Dios lo de Dios. Cumplir con el César, cumplir con la ley, pero vivir desde los valores del Evangelio. Toda imagen del poder del mundo se cumple. Es lo que nos falta, la gran Institución de: Los Deberes Humanos.
Hay que reconocer que los fariseos son personajes bastante cargantes, mi Señor. Me recuerdan mucho al tentador del desierto. Ojalá mis amigos Andrea y Luis me ayuden a sacarlo de mi sitio. Si saben en su corazón estos herodianos antipáticos que tu decías la verdad ¿Por qué siempre intentan pillarte?
Los no católicos no entienden que nosotros aceptamos la política, la democracia, las leyes.
¡Cuánto desprestigiaron el otro día a un ministro del Tribunal Constitucional porque dijo que el obedecía ciegamente a un cura! ¿Te acuerdas, Jesús? Lo insultaron, lo ofendieron. Y él ni se inmuto. ¡Qué gran católico! Fernández, creo que es el apellido.
Pero....... ¡Cómo va a estar tu Padre en contra del hombre! Ahí, está el problema de Chile. Como tenemos tanto dinero, le molesta al poder tener a alguien por sobre él. Y entonces la Presidenta, que no cree en ti, llama a todos los Presidentes a una reunión para pedir ayuda y salir de la crisis social en que estamos metidos.
¿No te da risa, mi Señor? Llenos de dinero y en crisis total. Hoy paro total de camiones, mañana total de estudiantes y nosotros los profesores. Querer ser más listos que la verdad, nos va acostar muy caro. ¡Ay, si no lo sabré yo, mi Señor! Meditemos un minuto el salmo de hoy:

Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

Antes que naciesen los montes
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios

Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.



Urge que nos olvidemos de la estadística. Maldita ciencia que tuve que estudiar. Aunque recuerdo que en la Universidad tuve un profesor muy generoso conmigo en las calificaciones. Ahora que lo pienso. ¿Tu estabas detrás de esas clases dfíciles?
Me quedo con el entusiasmo de haberte conocido. Enamorarme de Ti, que eres el camino, la verdad y la vida. A tu lado y desde mi oratorio, me olvido de todo lo perecedero. Descubro que muchas dudas no son más que legañas que me enturbian la visión, porque aún no he abierto totalmente mis ojos. La sencillez me ha servido mucho, Jesús. Nos vemos más ratito en el Oratorio de Niños.

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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Dios Mío! Los saduceos vivían más preocupados de la vida eterna que de esta. Cuantos de nosotros hacemos lo mismo. Otra trampa te tienden. Trampas a cada rato. Me recuerdan las que soporta tu santa Iglesia en este mundo y en especial Chile, que hipócritamente la atrajo del cielo este Domingo recién pasado. Vuelvo a leer a Pablo. La carta que le manda a Timoteo.
Me voy a quedar meditando en la primera lectura. Esa frase que le dice Pablo a Timoteo: “Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según las fuerzas que Dios te dé”. Y luego agrega: Sé de quien me he fiado”.
Tu me das mucha fuerza, mi Señor. Quiero emplearla en Ti. Fuerza física y fuerza espiritual. Levanta barreras frente a mi. Pablo se siente feliz siendo tu prisionero. El demonio ha descubierto también esas fuerzas en mí y las quiere para él. Pero, cuando ve que ya no busco los resultados inmediatos, los del momento, aquellos de los cuales gocé tanto, se aleja. Yo lo noto, mi Señor. La verdadera entrega al servicio del Evangelio, con independencia de que veamos resultados o no, siempre nos confirma en la esperanza. En la esperanza del encuentro final, en la gloria de Dios.
Por eso:


A ti, Señor, levanto mis ojos.

A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores. R.
A ti, Señor, levanto mis ojos.
“Con estos hombres se cierra ahora la cadena de los enemigos y perseguidores en torno a ti: fariseos, saduceos, herodianos, escribas; todos los poderosos se han conjurado contra ti. Todavía está fiel el pueblo humilde. ¿Hasta cuándo?” Comenta un cura. Yo creo, Jesús, que hasta que nosotros, los laicos, no nos callemos. No nos avergoncemos de amarte y reverenciarte, por ejemplo, cada vez que pasamos frente a una iglesia, una capilla o una parroquia. Nos vemos mi Señor. En ti confío.

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¡Señor Mío y Dios Mío! Me voy a tu comentario: Nadie que ame a los demás por encima de todas las cosas está lejos del reinado de Dios. Siguiendo a San Agustín y su máxima: “ama y haz lo que quieras”, el hacer y el actuar se nos facilita. El punto es ¿amo?

San Pablo con sus palabras nos fortalece. La palabra de Dios no está encadenada. Es doctrina segura. Si perseveramos en la oración, reinaremos con el Padre. Si lo negamos, él también nos negará. He de esforzarme para presentarme cada día aquí ante Dios, muy temprano y merecer la aprobación como un obrero irreprensible que predica la verdad sin desviaciones.
Cantémosle al Padre el salmo de hoy, número 24:
Señor, enséñame tus caminos.

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas,
haz que camine con lealtad;
enséñame porque tú eres mi Dios y Salvador
Señor, enséñame tus caminos.


¡Enséñame, Señor, instrúyeme! ¡Qué el minitaller que hoy haremos con las mamás y papás sobre Santo Tomás tenga frutos, para ellos y para mí! Ellos, Señor Mío, y mi esposa, y nuestras hijas son, sin duda, todo el amor que tenemos cerca y por tanto la piedra de toque de nuestro amor por el Padre. Amar a Dios, dce aquí el comentarista desde Madrid, significa también amar todo lo que Dios ama, y lo que Dios más ama sobre la tierra es el hombre, no la humanidad abstracta, sino cada hombre concreto.

Y termino mi comentario con uno célebre de San Juan de la Cruz que expresaba esto: “Que ya no tengo oficio, que ya sólo en amar es mi ejercicio”.

Nos vemos en el oratorio del Colegio a las 7.40 am mi Señor.

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¡Señor Mío y Dios Mío! Señor, la gente disfruta escuchando tu Palabra. ¡Si hubiera podido estar a tu lado físicamente y escuchar tu voz! Pero, cada día puedo leer lo que tú hiciste y dijiste. Tu palabra, Hijo de David, me da vida es mi aliento. ¡qué contradictorio eres hoy! David, hijo y padre del Señor.
Leo aquí en el último “Qué pasa”, el pasar de don Jorge Errázuriz Grez, de mi misma edad, 55 años. Dueño de Celfincapital. Ya lo conocí antes. Millonario. Dice que en Chile ya no es pecado el pecado. ¡Cuánta verdad en esta frase! Hoy es totalmente lícito tener un yate, un convertible, o un helicóptero personal. Lícito y moral. Pues, allá él, yo no cambio mi oratorio, tu compañía, mis alumnos, mi familia, mis amigos silenciosos de internet, por sus 20 millones de pesos mensuales.
Don Jorge trajo a Chile, para que actuara gratis a don Ennio Morricone. El nieto del artista no lo podía creer. Su abuelo un rockstar. Yo habría hecho en el campo un gran colegio para hacer curas y monjas. Bueno. Cada uno hace lo que puede. Me quedo con este salmo de hoy;

R. Mucha paz tienen los que aman tus leyes, Señor.

Mucha paz tienen los que aman tus leyes,
y nada los hace tropezar.

R. Mucha paz tienen los que aman tus leyes, Señor.

Y ¿Sabes? Gracias a mi bicicleta la tengo plenamente. ¡Aunque otros viven asustados, Jesús! Ayer un señor del grupo de don Jorge decía en la tele, después de haber sido asaltada su casa, con familia incluida “ya no hay sistema para protegerse”. Alarmas, sirenas, perros inmensos, rejas electrificadas, cámaras, guardias armados. Todos son superados por nuestros alumnos. Pero, como no, mi Señor. Tu lo escuchas en nuestras aulas. Gracias a la equivocada JEC, Jornada Escolar Completa, los niños aprender a delinquir en la misma escuela. Es lamentable que el Mineduc no tenga oídos para oír, ni ojos para ver. Y eso que la nueva ministra es bien católica, creo. Me gusta este cura que escucho en www.avmradio.org de España. “Costumbres de los primeros cristianos”. Hoy no hay ni señas de esos hábitos, mi Jesús. Dice que hoy vivimos de una vida religiosa totalmente confundida con terapia religiosa.
Nos vemos en el oratorio del colegio. Gracias por todo, mi Señor.


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¡Señor Mío y Dios Mío! Señor, la gente disfruta escuchando tu Palabra. ¡Si hubiera podido estar a tu lado físicamente y escuchar tu voz! Pero, cada día puedo leer lo que tú hiciste y dijiste. Tu palabra, Hijo de David, me da vida es mi aliento. ¡qué contradictorio eres hoy! David, hijo y padre del Señor.
Leo aquí en el último “Qué pasa”, el pasar de don Jorge Errázuriz Grez, de mi misma edad, 55 años. Dueño de Celfincapital. Ya lo conocí antes. Millonario. Dice que en Chile ya no es pecado el pecado. ¡Cuánta verdad en esta frase! Hoy es totalmente lícito tener un yate, un convertible, o un helicóptero personal. Lícito y moral. Pues, allá él, yo no cambio mi oratorio, tu compañía, mis alumnos, mi familia, mis amigos silenciosos de internet, por sus 20 millones de pesos mensuales.
Don Jorge trajo a Chile, para que actuara gratis a don Ennio Morricone. El nieto del artista no lo podía creer. Su abuelo un rockstar. Yo habría hecho en el campo un gran colegio para hacer curas y monjas. Bueno. Cada uno hace lo que puede. Me quedo con este salmo de hoy;

R. Mucha paz tienen los que aman tus leyes, Señor.

Mucha paz tienen los que aman tus leyes,
y nada los hace tropezar.

R. Mucha paz tienen los que aman tus leyes, Señor.

Y ¿Sabes? Gracias a mi bicicleta la tengo plenamente. ¡Aunque otros viven asustados, Jesús! Ayer un señor del grupo de don Jorge decía en la tele, después de haber sido asaltada su casa, con familia incluida “ya no hay sistema para protegerse”. Alarmas, sirenas, perros inmensos, rejas electrificadas, cámaras, guardias armados. Todos son superados por nuestros alumnos. Pero, como no, mi Señor. Tu lo escuchas en nuestras aulas. Gracias a la equivocada JEC, Jornada Escolar Completa, los niños aprender a delinquir en la misma escuela. Es lamentable que el Mineduc no tenga oídos para oír, ni ojos para ver. Y eso que la nueva ministra es bien católica, creo. Me gusta este cura que escucho en www.avmradio.org de España. “Costumbres de los primeros cristianos”. Hoy no hay ni señas de esos hábitos, mi Jesús. Dice que hoy vivimos de una vida religiosa totalmente confundida con terapia religiosa.
Nos vemos en el oratorio del colegio. Gracias por todo, mi Señor.


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¡Señor Mío y Dios Mío! Pureza de intención, generosidad de amor. Eso es. No es la cantidad de lo que damos, sino cómo lo damos, lo importante. Por fin, Por fin entiendo bien este Evangelio de la viuda y las dos monedas. Claro, mi Señor, ¡si, si, ya entiendo! es el amor el que da el valor a las cosas, no la cantidad. Me gusta esto que leo de San León Magno: “En la balanza de la justicia divina no se pesa la cantidad de los dones, sino el peso de los corazones”.

De ahí que tu digas, Amigo lindo: “Os aseguro que esta pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie”. ¿Sabes? Yo me preguntaba recién, cuántos sonreirían al oírlo pensando que tus palabras eran muy bonitas pero que, a fin de cuentas, se necesitaba dinero para mantener el templo y por suerte los ricos depositaban objetos valiosos aunque fuera con ostentación. Sin duda que lo que más hacemos es minimizar el Evangelio. Tu no dices que la ofrenda de los demás esté mal, pero indicas que la que más dio fue la viuda y nos invitas a hacer como ella. Dar de lo necesario, y no conformarse con desprenderse de lo superfluo, lo sobrante, lo que ya no uso, significa empezar a entregar la propia vida. La viuda, a imitación tuya en la Cruz, no sólo entregó una cantidad sino que se dio a sí misma, porque necesitaba aquel dinero para vivir. ¡Entra, entra, entra con todo esto a mi corazón, Señor! Tuve tanta mugre en él, por tantos años.

Por eso proclamo tu salmo, Mi Señor:



Mi boca contará tu salvación, Señor.

Llena estaba mi boca de tu alabanza
y de tu gloria, todo el día.
No me rechaces ahora en la vejez,
me van faltando las fuerzas, no me abandones.

Mi boca contará tu salvación, Señor.


Pablo ya termina sus días. Pero..... ¡qué gran mensaje nos deja! Perdona mi vanidad, Jesús de m corazón. Pero eso quiero yo. Quiero terminar mis días pensando sólo en glorificar a Dios, hablando de El. Viviendo como El. Ya murió mi madre, ha muerto mi suegro y hace poco días mi suegro, mi Padre tiene cáncer y morirá pronto también. Ellos, mis padres me enseñaron a prepararme. La muerte debe ser mi “hermana muerte”. Estamos en un tiempo en que la gente no acepta la sana doctrina y se complica con todo. En tus manos dejo mi catequesis de esta mañana de Sábado. ¡en vos confío!


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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Díos Mío! El profeta Elías cree que sólo caerá la lluvia si El, el Señor, lo manda. Incluso le dice que se retire y descanse que hasta la comida y la bebida que lo mantienen vivo se las envía El. Me preocupa eso sí la imagen del cuervo llevándole la comida y la bebida. ¿Quién me la da a mi?
Hoy es el día de las Bienaventuranzas. Quiero la dicha de este estilo. La presunción, sin embargo, me puede alejar de ellas, mi Señor. Ante tanta violencia y ruido me dan ganas de dar un golpe en la mesa y tomar el mando. No me dejes caer en la tentación. Lo mejor está por venir, pero contigo, Jesús. Eso sí, que no me afecte la lógica del mundo.

Las Bienaventuranzas imponen una enorme exigencia que parece estar fuera del alcance de toda fuerza humana. Son como la puerta de entrada a la comprensión de la verdadera felicidad. Felicidad que comienza y termina en la oración, porque sólo es a través de la oración como se logra el enlace con lo divino, con lo superior, con la totalidad del poder. ¿Acaso, mi Señor, no hay algo más pleno que tener el poder de poder ser feliz?
Quiero que me alegre, lo que te alegra. Que me entristezca, lo que te entristece. No quiero tener miedo de proclamarlo. Pero, tampoco quiero pasarte a llevar y no callarme cuando deba hacerlo. Ayer lo logré, mi Señor, lo logré dos veces con mi Sole, mi señora. Allá en Valparaíso, en el cementerio en lo alto de la colina, en ese mirador tan lindo, con un día frío pero de mucho sol, mirando el ancho océano. Callar, callar, ¡gracias, mi Jesús! Y todo, pues tu sabes la verdad. sabes que adoro a mis y eso me basta. Que lo sepas tu. Que lo veas tu. Yo creo firmemente que tu escuchaste lo que le dije a mis hijas. Por eso callé.
A propósito, ¡Qué linda frase! Esta que leo de San Agustín: “Si amas el mundo, eres mundo.” La felicidad en las cosas del mundo. Materializar el amor. Bienestar versus estar bien. Yo prefiero estar bien.



R/ Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.


No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel. R.


R/ Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.




Gracias por este salmo de hoy. Confío en esa compañía. Aunque por ratos me cuestiono: ¿quién soy yo para refugiarme allí? Dime, mi amado Jesús: ¿estaré haciendo la voluntad del Padre?
Tu madre es proclamada Bienaventurada por su prima Isabel. Lo he meditado recién de rodillas con el segundo misterio gozoso. Le dijo que lo era por haber creído. Que tu Madre Santísima sea para mi ese gran ejemplo de Fe. Quiero que ella me muestre el camino para vivir según Tu Sabiduría y que ésta y sólo ésta, sea mi fuente de felicidad.
Gracias por todo, mi Señor. En vos confío.


www.pordioseros.wordpress.com
_________________
me interesan los temas sobre santidad

[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Díos Mío! El profeta Elías cree que sólo caerá la lluvia si El, el Señor, lo manda. Incluso le dice que se retire y descanse que hasta la comida y la bebida que lo mantienen vivo se las envía El. Me preocupa eso sí la imagen del cuervo llevándole la comida y la bebida. ¿Quién me la da a mi?
Hoy es el día de las Bienaventuranzas. Quiero la dicha de este estilo. La presunción, sin embargo, me puede alejar de ellas, mi Señor. Ante tanta violencia y ruido me dan ganas de dar un golpe en la mesa y tomar el mando. No me dejes caer en la tentación. Lo mejor está por venir, pero contigo, Jesús. Eso sí, que no me afecte la lógica del mundo.

Las Bienaventuranzas imponen una enorme exigencia que parece estar fuera del alcance de toda fuerza humana. Son como la puerta de entrada a la comprensión de la verdadera felicidad. Felicidad que comienza y termina en la oración, porque sólo es a través de la oración como se logra el enlace con lo divino, con lo superior, con la totalidad del poder. ¿Acaso, mi Señor, no hay algo más pleno que tener el poder de poder ser feliz?
Quiero que me alegre, lo que te alegra. Que me entristezca, lo que te entristece. No quiero tener miedo de proclamarlo. Pero, tampoco quiero pasarte a llevar y no callarme cuando deba hacerlo. Ayer lo logré, mi Señor, lo logré dos veces con mi Sole, mi señora. Allá en Valparaíso, en el cementerio en lo alto de la colina, en ese mirador tan lindo, con un día frío pero de mucho sol, mirando el ancho océano. Callar, callar, ¡gracias, mi Jesús! Y todo, pues tu sabes la verdad. sabes que adoro a mis y eso me basta. Que lo sepas tu. Que lo veas tu. Yo creo firmemente que tu escuchaste lo que le dije a mis hijas. Por eso callé.
A propósito, ¡Qué linda frase! Esta que leo de San Agustín: “Si amas el mundo, eres mundo.” La felicidad en las cosas del mundo. Materializar el amor. Bienestar versus estar bien. Yo prefiero estar bien.



R/ Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.


No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel. R.


R/ Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.




Gracias por este salmo de hoy. Confío en esa compañía. Aunque por ratos me cuestiono: ¿quién soy yo para refugiarme allí? Dime, mi amado Jesús: ¿estaré haciendo la voluntad del Padre?
Tu madre es proclamada Bienaventurada por su prima Isabel. Lo he meditado recién de rodillas con el segundo misterio gozoso. Le dijo que lo era por haber creído. Que tu Madre Santísima sea para mi ese gran ejemplo de Fe. Quiero que ella me muestre el camino para vivir según Tu Sabiduría y que ésta y sólo ésta, sea mi fuente de felicidad.
Gracias por todo, mi Señor. En vos confío.


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[roberto viera gonzalez]

¡Señor Mío y Díos Mío! El profeta Elías cree que sólo caerá la lluvia si El, el Señor, lo manda. Incluso le dice que se retire y descanse que hasta la comida y la bebida que lo mantienen vivo se las envía El. Me preocupa eso sí la imagen del cuervo llevándole la comida y la bebida. ¿Quién me la da a mi?
Hoy es el día de las Bienaventuranzas. Quiero la dicha de este estilo. La presunción, sin embargo, me puede alejar de ellas, mi Señor. Ante tanta violencia y ruido me dan ganas de dar un golpe en la mesa y tomar el mando. No me dejes caer en la tentación. Lo mejor está por venir, pero contigo, Jesús. Eso sí, que no me afecte la lógica del mundo.

Las Bienaventuranzas imponen una enorme exigencia que parece estar fuera del alcance de toda fuerza humana. Son como la puerta de entrada a la comprensión de la verdadera felicidad. Felicidad que comienza y termina en la oración, porque sólo es a través de la oración como se logra el enlace con lo divino, con lo superior, con la totalidad del poder. ¿Acaso, mi Señor, no hay algo más pleno que tener el poder de poder ser feliz?
Quiero que me alegre, lo que te alegra. Que me entristezca, lo que te entristece. No quiero tener miedo de proclamarlo. Pero, tampoco quiero pasarte a llevar y no callarme cuando deba hacerlo. Ayer lo logré, mi Señor, lo logré dos veces con mi Sole, mi señora. Allá en Valparaíso, en el cementerio en lo alto de la colina, en ese mirador tan lindo, con un día frío pero de mucho sol, mirando el ancho océano. Callar, callar, ¡gracias, mi Jesús! Y todo, pues tu sabes la verdad. sabes que adoro a mis y eso me basta. Que lo sepas tu. Que lo veas tu. Yo creo firmemente que tu escuchaste lo que le dije a mis hijas. Por eso callé.
A propósito, ¡Qué linda frase! Esta que leo de San Agustín: “Si amas el mundo, eres mundo.” La felicidad en las cosas del mundo. Materializar el amor. Bienestar versus estar bien. Yo prefiero estar bien.



R/ Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.


No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel. R.


R/ Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.




Gracias por este salmo de hoy. Confío en esa compañía. Aunque por ratos me cuestiono: ¿quién soy yo para refugiarme allí? Dime, mi amado Jesús: ¿estaré haciendo la voluntad del Padre?
Tu madre es proclamada Bienaventurada por su prima Isabel. Lo he meditado recién de rodillas con el segundo misterio gozoso. Le dijo que lo era por haber creído. Que tu Madre Santísima sea para mi ese gran ejemplo de Fe. Quiero que ella me muestre el camino para vivir según Tu Sabiduría y que ésta y sólo ésta, sea mi fuente de felicidad.
Gracias por todo, mi Señor. En vos confío.


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