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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 2:34 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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En Nueva York se han construido dos rascacielos impresionantemente altos, a treinta metros de distancia uno del otro. Un famoso equilibrista tendió una cuerda en lo más alto de estos edificios gemelos con el fin de pasar caminando sobre ella. Antes dijo a la multitud expectante: -"Me subiré y cruzaré sobre la cuerda, pero necesito que ustedes crean en mí y tengan confianza en que lo voy a lograr"...
- "Claro que sí" - , respondieron todos al mismo tiempo. Subió por el elevador y ayudándose de una vara de equilibrio comenzó a atravesar de un edificio a otro sobre la cuerda floja. Habiendo logrado la hazaña bajó y dijo a la multitud que le aplaudía emocionada: -"Ahora voy a pasar por segunda ocasión, pero sin la ayuda de la vara. Por tanto, más que antes, necesito su confianza y su fe en mí". El equilibrista subió por el elevador y luego comenzó a cruzar lentamente de un edificio hasta el otro. La gente estaba muda de asombro y aplaudía. Entonces el equilibrista bajó y en medio de las ovaciones por tercera vez dijo: - "Ahora pasaré por última vez, pero será llevando una carretilla sobre la cuerda... Necesito, más que nunca, que crean y confíen en mí". La multitud guardaba un tenso silencio. Nadie se atrevía a creer que esto fuera posible... -"Basta que una sola persona confíe en mí y lo haré"-, afirmó el equilibrista. Entonces uno de los que estaba atrás gritó: -"Sí, sí, yo creo en ti; tú puedes. Yo confío en ti...".
El equilibrista, para certificar su confianza, le retó: -"Si de veras confías en mí, vente conmigo y súbete a la carretilla...".
y entonces es cuando l decimos a cristo "así ya no juego!" _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 2:35 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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¿Recuerdas ese conocido cuento de Tagore sobre un mendigo que iba pidiendo de puerta en puerta? Un día vio aparecer a lo lejos del camino, acercándose, la carroza de un Rey... Y yo me preguntaba, maravillado, quién sería aquel Rey de reyes. Mis esperanzas volaron hasta el cielo, y pensé que mis días malos habían acabado. (...). La carroza se paró a mi lado. Me miraste y bajaste sonriendo. Sentí que la felicidad de la vida me había llegado al fin. Y de pronto tú me tendiste tu diestra diciéndome: ¿Puedes darme alguna cosa? ¡Ah, qué ocurrencia la de tu realeza! ¡Pedirle a un mendigo! Yo estaba confuso y no sabía qué hacer. Luego saqué despacio de mi saco un granito de trigo, y te lo di. Pero qué sorpresa la mía cuando, al vaciar por la tarde mi saco en el suelo, encontré un granito de oro en la miseria del montón. ¡Qué amargamente lloré de no haber tenido corazón para darle todo! (Gitanjali, 50). _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 2:37 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación le informaron que el tren en el que ella viajaría se retrasaría aproximadamente una hora. La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua para pasar el tiempo. Buscó un banco en él anden central y se sentó preparada para la espera. Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. Imprevistamente, la señora observó como aquel muchacho, sin decir una sola palabra, estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente. La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella situación o hacer como si nada hubiera pasado; así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos. Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola la puso en su boca y sonrió. La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y, con ostensibles señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho. El dialogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete sólo quedaba la última galleta. "No podrá ser tan descarado", pensó mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de galletas. Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió en dos y ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco. "¡Gracias!", dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad. "De nada", contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad. Entonces el tren anunció su partida... La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en el anden y pensó: "¡Qué insolente, qué mal educado, qué será de este mundo con esta juventud!". Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintió la boca reseca por el disgusto que aquella situación le había provocado. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de galletas intacto. _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 2:39 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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El portal de oro
En una ciudad nacieron dos hombres, el mismo día, a la misma hora en el mismo lugar. Sus vidas se desarrollaron y cada uno vivió muchas experiencias diferentes. Al final de sus vidas ambos murieron el mismo día, a la misma hora, en el mismo lugar. De acuerdo a la leyenda se dice que al morir tenemos que pasar por un gran portal de oro puro, donde allí un guardián, nos hace ciertas preguntas para permitirnos pasar. El primer hombre llegó y el guardián le pregunta: Qué fue de tu vida? El responde: "Conocí muchos lugares, tuve muchos amigos, hice negocios que produjeron grandes riquezas, mi familia tuvo lo mejor y trabaje duro". El guardián le pregunta: "¿Qué traes contigo?" Él responde: "Todo ha quedado allí, no traigo nada". Ante esto, el guardián responde: "Lo siento, no puedes pasar debido a que no traes nada contigo". Al escuchar estas palabras el hombre, llorando y con gran pena en su corazón, se sienta a un lado a sufrir el dolor de no poder entrar. El segundo hombre llegó y el guardián le pregunta: "¿Qué fue de tu vida?". Él responde: "Desde el momento en que nací, fui un caminante, no tuve riquezas, sólo busqué el amor en los corazones de todos los hombres, mi familia me abandonó y en realidad nunca tuve nada." El guardián le pregunta: "¿Encontraste lo que buscabas?". Él le responde: "Sí, ha sido mi único alimento desde que lo encontré". El guardián responde: "Muy bien, puedes pasar". Pero ante esta respuesta, el hombre dice: "El Amor que he encontrado es tan grande que lo quiero compartir con este hombre sentado al lado del portal, sufriendo por su fortuna". Dice la leyenda que su amor era tan grande que fue suficiente para que ambos pasaran por el portal. (Historia Sufí) _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 2:44 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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El portero del botiquín
No había en el pueblo peor oficio que el de portero del botiquín. Pero ¿qué otra cosa podría hacer aquel hombre? De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio. Un día se hizo cargo del botiquín un joven con inquietudes, creativo y emprendedor. El joven decidió modernizar el negocio. Hizo cambios y después cito al personal para darle nuevas instrucciones. Al portero, le dijo: "A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, me va a preparar un informe semanal donde registrará la cantidad de personas que entran día por día y anotará sus comentarios y recomendaciones sobre el servicio". El hombre tembló, nunca le había faltado disposición al trabajo pero..... "Me encantaría satisfacerlo, señor -balbuceo- pero yo... yo no sé leer ni escribir". "¡Ah! ¡Cuánto lo siento!". "Pero, señor, usted no me puede despedir, yo trabajé en esto toda mi vida". No le dejó terminar: "Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Le vamos a dar una indemnización para que tenga hasta que encuentre otra cosa. Así que, lo siento. Que tenga suerte".
El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a encontrarse en esa situación. ¿Qué hacer? Recordó que en el botiquín, cuando se rompía una silla o una mesa, él, con un martillo y clavos lograba hacer un arreglo sencillo y provisorio. Pensó que ésta podría ser una ocupación transitoria hasta conseguir un empleo. El problema es que sólo contaba con unos clavos oxidados y una tenaza mellada. Usaría parte del dinero para comprar una caja de herramientas completa. Como en el pueblo no había una ferretería, debía viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano a realizar la compra. ¿Qué más da?, pensó, y emprendió la marcha. A su regreso, traía una hermosa y completa caja de herramientas. De inmediato su vecino llamó a la puerta de su casa. Vengo a preguntarle si no tiene un martillo para prestarme. Mire, sí, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar... como me quedé sin empleo... Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano. Está bien. A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta. Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende? No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería esta a dos días de mula. Hagamos un trato -dijo el vecino- Yo le pagaré los dos días de ida y los dos de vuelta, más el precio del martillo, total usted está sin trabajar. ¿Qué le parece? Realmente, esto le daba trabajo por cuatro días... Aceptó. Volvió a montar su mula. Al regreso, otro vecino le esperaba en la puerta de su casa. Hola, vecino. ¿Usted le vendió un martillo a nuestro amigo? Sí. Yo necesito unas herramientas, estoy dispuesto a pagarle sus cuatros días de viaje, más una pequeña ganancia. Yo no dispongo de tiempo para el viaje. El ex-portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue. "No dispongo de cuatro días para compras", recordaba. Si esto era cierto, mucha gente podría necesitar que él viajara a traer herramientas. En el siguiente viaje arriesgó un poco más del dinero trayendo más herramientas que las que había vendido. De paso, podría ahorrar algún tiempo de viajes. La voz empezó a correrse por el barrio y muchos quisieron evitarse el viaje. Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y compraba lo que necesitaban sus clientes. Alquiló un local para almacenar las herramientas y algunas semanas después, con una vidriera, el local se transformó en la primera ferretería del pueblo. Todos estaban contentos y compraban en su negocio. Ya no viajaba, los fabricantes le enviaban sus pedidos. Él era un buen cliente. Con el tiempo, las comunidades cercanas preferían comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha. Un día se le ocurrió que su amigo, el tornero, podría fabricar para él las cabezas de los martillos. Y luego, ¿por qué no? Las tenazas... y las pinzas... y los cinceles. Y luego fueron los clavos y los tornillos.... Para no hacer muy largo el cuento, sucedió que en diez años aquel hombre se transformó con honestidad y trabajo en un millonario fabricante de herramientas. Un día decidió donar a su pueblo una escuela. Allí se enseñaría, además de leer y escribir, las artes y oficios más prácticos de la época. En el acto de inauguración de la escuela, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad, le abrazó y le dijo: Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos que ponga su firma en la primera hoja del libro de honor de la nueva escuela.. El honor sería enorme -dijo el hombre-, pero yo no sé leer ni escribir. Soy analfabeto. ¿Usted?, dijo el Alcalde, que no alcanzaba a creerlo. ¿Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy asombrado. Me pregunto..., ¿qué hubiera sido de usted si hubiera sabido leer y escribir? Yo se lo puedo contestar -respondió el hombre con calma-. Si yo hubiera sabido leer y escribir... sería portero del botiquín! Las adversidades encierran bendiciones. Las crisis están llenas de oportunidades. Cambiar y adaptarse al cambio siempre será la opción más segura. _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 2:46 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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Emilia Kaczorowska
Emilia Kaczorowska tiene casi cuarenta años. Vive en una modesta población de un país europeo. Emilia tiene un hijo y me cuenta de las dificultades a las que ella y su marido se enfrentan cada día para sacar adelante la familia. Sabe que yo tengo cierta intuición y buen criterio para aconsejarla y por eso acude a mí con frecuencia. Esta vez, hablando de los hijos, comentamos lo incierto que aparece el futuro para una familia como la de ellos. Yo sé que Emilia morirá en no más de diez años, y no sólo eso, sino que su marido morirá al poco de comenzar la guerra. Su hijo mayor morirá también. ¿La planificación familiar es una necesidad para ellos? ¿Qué futuro les puede esperar? Quizá sea mejor que no nazca... Además, Emilia tiene ya casi cuarenta años. A esa edad, puedes tener un hijo deforme... Puedes recurrir a diversos procedimientos para evitarlos. Serías insensata, inhumana, irresponsable... ¿Qué herencia les vas a dejar? Piensa en el mundo tan desastroso que verán tus hijos, contempla los días tan difíciles que viviremos después de la invasión de nuestro país. Emilia me escuchó con paciencia y atención; me dio las gracias y se despidió de mi. A los pocos meses Emilia me da la noticia de que está embarazada. Yo me indigno: "¡Estas mujeres ignorantes y necias que no saben hacer otra cosa que tener hijos!". Ella, callada, me escucha serena y continúa su pesado trabajo, y lleva con una amable sonrisa las dificultades propias del embarazo. Finalmente, Emilia da a luz a un hijo más. Mis predicciones fatalistas se cumplen una tras otra: Emilia muere dejando a su pequeño hijo de apenas 10 años; luego muere su hijo mayor; finalmente muere su esposo. Solo queda en el mundo el pequeño Karol. Hoy, más de sesenta años después, millones de hombres y mujeres de todas las razas y todas las condiciones sociales llaman a Karol de otra manera: le llaman Juan Pablo II. _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 2:49 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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Estar al lado de un amigo
Lo más importante que he hecho en la vida tuvo lugar el 8 de octubre de 1990. Mi madre cumplía 65 anos, y yo había viajado a casa de mis padres en Massachusetts, para celebrarlo con la familia. Comencé el día jugando con un antiguo compañero de clase y amigo mío, al que no había visto en mucho tiempo. Entre jugada y jugada conversamos acerca de lo que estaba pasando en la vida de cada cual. Me contó que su esposa y el acababan de tener un bebé encantador. Mientras jugábamos, un coche se acercó a toda velocidad, se bajó un hombre que, consternado, le dijo que su bebé había dejado de respirar y lo habían llevado de urgencia al hospital. En un instante mi amigo subió al auto y se marchó dejando tras de sí una nube de polvo. Por un momento me quedé donde estaba, sin acertar a moverme, pero luego traté de pensar qué debía hacer: ¿Seguir a mi amigo al hospital? Mi presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura seguramente estaría al cuidado de médicos y enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas. ¿Brindarle mi apoyo moral? Bueno, quizás. Pero tanto él como su esposa provenían de familia numerosas y sin duda estarían rodeados de parientes que les ofrecerían consuelo y el apoyo necesario pasara lo que pasara. Lo único que haría sería estorbar. Además había planeado dedicar todo mi tiempo a mi familia, que estaba aguardando mi regreso. Así que decidí reunirme con ellos e ir más tarde a ver a mi amigo. Al poner en marcha el auto que había alquilado, me percaté que mi amigo había dejado su furgoneta, con las llaves puestas, estacionada junto a las canchas. Me vi entonces ante otro dilema: no podía dejar así el vehículo, pero si lo cerraba y me llevaba las llaves, ¿qué iba a hacer con ellas? Decidí pues ir al hospital y entregarle las llaves. Cuando llegué, me indicaron en qué sala estaban mi amigo y su esposa, como supuse, el recinto estaba lleno de familiares que trataban de consolarlos. Entré sin hacer ruido y me quedé junto a la puerta, tratando de decidir qué hacer. No tardó en presentarse un médico, que se acercó a la pareja y, en voz baja les comunicó que su hijo había fallecido, víctima del síndrome conocido como "muerte en la cuna". Durante lo que pareció una eternidad estuvieron abrazados, llorando, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor. Cuando se recuperaron un poco, el médico les preguntó si deseaban estar un momento con su hijo. Mi amigo y su esposa se pusieron de pie caminaron resignadamente hacia la puerta. Al verme allí, en un rincón, los dos se acercaron, y mi amigo me dio un abrazo y comenzó a llorar. "Gracias por estar aquí", me dijo. Durante el resto de la mañana, permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su hijo sin vida.
Aquella experiencia me dejo tres enseñanzas. La primera es que aquello ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Nada de lo que aprendí en la universidad, ni los seis años que llevaba ejerciendo mi profesión, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas a las que yo estimaba les sobrevino una desgracia, y yo era impotente para remediarla. Lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar el desenlace. Pero estar allí en esos momentos en que alguien me necesitaba era lo principal. Lo que hice estuvo a punto de no ocurrir, debido a las cosas que aprendí en la Universidad y en mi vida profesional. En la facultad de Derecho me enseñaron a tomar los datos, analizarlos y organizarlos y después evaluar esta información sin apasionamiento. Esa habilidad es vital en los abogados. Cuando la gente acude a nosotros en busca de ayuda, suele estar angustiada y necesita que su abogado piense con lógica. Pero al aprender a pensar, casi me olvide de sentir. Hoy, no tengo duda alguna que debí haber subido al coche sin titubear y seguir a mi amigo al hospital. La tercera cosa que aprendí es que la vida puede cambiar en un instante. Intelectualmente, todos sabemos esto, pero creemos que las desdichas les pasan a otros. Así hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo tan real que pareciera que ya ocurrió. Pero dejamos de advertir todos los presentes que pasan junto a nosotros, y olvidamos que perder el empleo, sufrir una enfermedad grave, toparse con un conductor ebrio y miles de cosas más pueden alterar ese futuro en un abrir y cerrar de ojos. En ocasiones a uno le hace falta vivir una tragedia para volver a poner las cosas en perspectiva. _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 2:51 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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Imaginación en momento crítico
Cuenta una antigua leyenda que, en la Edad Media, un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente en el reino y, por eso, desde el primer momento se procuró un "chivo expiatorio", para encubrir al culpable.
El hombre fue llevado a juicio ya sabiendo que tendría escasas o nulas posibilidades de escapar a la horca. El juez, también implicado en la infamia, cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo. Siguieno una práctica de entonces, dijo al acusado: - "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto de Dios, vamos a dejar en manos de Él tu destino: vamos a escribir en dos papeles separados las palabras "culpable" e "inocente". Tú escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino".
Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: "CULPABLE". La pobre víctima se daba cuenta de que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria. El juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Éste respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y, cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y, con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente. Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente... - "Pero ¡¿qué hizo...?! Y ¿ahora...? ¿Cómo vamos a saber el veredicto...?!" - "Es muy sencillo, respondió el hombre: - "Es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué." Y no les quedó más remedio que liberar al acusado. _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 2:54 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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Jerry, el optimista
Jerry siempre estaba de buen humor, y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, el respondía: -Si pudiera estar mejor, sería gemelos. Era gerente de un restaurante, y era un gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Jerry era por su actitud: él era un motivador natural. Si un empleado tenía un mal día, Jerry estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación.
Este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Jerry y le pregunté: - No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo, ¿cómo lo haces? Jerry respondió: - Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo: "Jerry, tienes dos opciones hoy. Puedes escoger estar de buen humor o estar de mal humor". Escojo estar de buen humor. Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello. Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo señalarle el lado positivo de la vida. - Sí, claro... pero no es tan fácil - protesté. - Sí lo es - dijo Jerry -. Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tú eliges como reaccionas ante cada situación. Tú eliges como la gente afectará tu estado de ánimo. Tú eliges estar de buen humor o mal humor. En resumen: ¡tú eliges cómo vivir la vida!
Reflexioné en lo que Jerry me dijo. Poco tiempo después, dejé la industria de restaurantes para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Jerry cuando tenía que hacer una elección en la vida. Varios años más tarde, me enteré que Jerry hizo algo que nunca debe hacerse en un restaurante. Dejó la puerta de atrás abierta una mañana, y fue asaltado por tres ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Jerry fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de 18 horas de cirugía y varias semanas de terapia intensiva, Jerry fue dado de alta aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Jerry seis meses después del accidente y, cuando le pregunté cómo estaba, me respondió: - Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo. Le pregunté que pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó: - Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones. Podía elegir vivir o podía elegir morir. Y elegí vivir. - ¿No sentiste miedo? - le pregunté. Jerry continuó: - Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien, pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en sus caras y en las de las enfermeras, realmente me asusté... podía leer en sus ojos que era hombre muerto. Supe entonces que debía tomar acción... - ¿Y qué hiciste? - pregunté. - Bueno... uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y, respirando profundo, grité: "¡Sí, a las balas!". Mientras reían, les dije: "Estoy escogiendo vivir... opérenme como si estuviera vivo, no muerto". Jerry vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su actitud. _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 2:58 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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La muñeca y la rosa blanca
De prisa, entré a la tienda por departamentos a comprar unos regalos de Navidad a última hora. Miré a mi alrededor toda la gente que allí había y me molesté un poco. Estaré aquí una eternidad, con tanto que tengo que hacer, pensé. La Navidad se había convertido ya casi en una molestia. Estaba deseando dormirme por todo el tiempo que durara la Navidad. Pero me apresuré lo más que pude por entre la gente en la tienda. Entré en el departamento de juguetes. Otra vez más me encontré murmurando para mí misma, sobre los precios de aquellos juguetes. Me pregunté si mis nietos jugarían realmente con ellos. De pronto, me encontré en la sección de muñecas. En una esquina, me encontré un niñito, como de cinco años, sosteniendo una preciosa muñeca. Estaba tocándole el cabello y la sostenía muy tiernamente. No me pude aguantar, me quedé mirándolo fijamente y preguntándome para quién sería la muñeca, cuando de pronto se le acercó una mujer, a la cual llamó tía. El niño le preguntó: "¿Estás segura que no tengo dinero suficiente?" Y la mujer le contestó, con un tono impaciente: "Tú sabes que no tienes suficiente dinero para comprarla." La mujer le dijo al niño que se quedara allí donde estaba mientras ella buscaba otras cosas que le faltaban. El niño continuó sosteniendo la muñeca.
Después de un ratito, me le acerqué y le pregunté al niño para quién era la muñeca. El me contestó: "Esta muñeca es la que mi hermanita quería tanto para Navidad. Ella estaba segura que Santa Claus se la iba a traer." Yo le dije que lo más seguro era que Santa Claus se la traería. Pero él me contestó: "No, no puede ir donde mi hermanita está. Yo le tengo que dar la muñeca a mi mamá para que ella se la lleve a mi hermanita." Yo le pregunté dónde estaba su hermana. El niño, con una cara muy triste me contestó: "Ella se ha ido con Jesús. Mi papá dice que mamá se va a ir con ella también." Mi corazón casi deja de latir. Volví a mirar al niño una y otra vez. El continuó: "Le dije a papá que le dijera a mamá que no se fuera todavía. Le dije que le dijera a ella que esperara un poco hasta que yo regresara de la tienda." El niño me preguntó si quería ver su foto y le dije que me encantaría. Entonces, el sacó unas fotografías que tenía en su bolsillo y que había tomado al frente de la tienda y me dijo: "Le dije a papá que le llevara estas fotos a mi mamá para que ella nunca se olvide de mí. Quiero mucho a mi mamá y no quisiera que ella se fuera. Pero papá dice que ella se tiene que ir con mi hermanita." Me dí cuenta que el niño había bajado la cabeza y se había quedado muy callado. Mientras él no miraba, metí la mano en mi cartera y saqué unos billetes. Le dije al niño que contáramos el dinero una y otra vez. El niño se entusiasmó mucho y comentó: "Yo sé que es suficiente." Y comenzó a contar el dinero otra vez. El dinero ahora era suficiente para pagar la muñeca. El niño, en una voz muy suave, comentó: "Gracias Jesús por darme suficiente dinero." El niño entonces comentó: "Yo le acabo de pedir a Jesús que me diera suficiente dinero para comprar esta muñeca, para que así mi mamá se la pueda llevar a mi hermanita. Y Él oyó mi oración. Yo le quería pedir dinero suficiente para comprarle a mi mamá una rosa blanca también, pero no lo hice. Pero Él me acaba de dar suficiente para comprar la muñeca y la rosa para mi mamá. A ella le gustan mucho las rosas. Le gustan mucho las rosas blancas." En unos minutos la tía regresó y yo desapercibidamente me fuí. Mientras terminaba mis compras, con un espíritu muy diferente al que tenía al comenzar, no podía dejar de pensar en el niño. Seguí pensando en una historia que había leído en el periódico unos días antes, acerca de un accidente causado por un conductor ebrio, el cual había causado un accidente donde había perecido una niñita y su mamá estaba en estado de gravedad. La familia estaba deliberando en si mantener o no a la mujer con vida artificial y máquinas. Me di cuenta de inmediato que este niño pertenecía a esa familia. Dos días más tarde leí en el periódico que la mujer del accidente había sido removida de la maquinaria que la mantenía viva y había muerto. No me podía quitar de la mente al niño. Más tarde ese día, fui y compré un ramo de rosas blancas y las llevé a la funeraria donde estaba el cuerpo de la mujer. Y allí estaba, la mujer del periódico, con una rosa blanca en su mano, una hermosa muñeca, y la foto del niño en la tienda. Me fui llorando ... mi vida había cambiado para siempre. El amor de aquel niño por su madre y su hermanita era enorme. En un segundo, un conductor ebrio le había destrozado la vida en pedazos a aquel niñito. _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Mie Dic 27, 2006 2:59 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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La providencia
En un lugar perdido en las montañas se produjeron unas inundaciones que fueron empantanando de agua todo el pueblo. La Cruz Roja y Protección Civil enviaron lanchas de salvamento. Una de las lanchas se para a la puerta de uno de los caseríos y el aldeano que allí se encuentra les dice: "No, no; id a por otros, que a mí me salvará la Providencia". Pasa el tiempo, el agua le cubre por encima de la cintura, llega otra lancha, y les dice lo mismo. Tuvo suerte, porque cuando el agua le llegaba al cuello, otra lancha le ofreció su socorro, pero el aldeano insistió que la Providencia le salvaría. No llegó ninguna otra lancha, y el aldeano murió ahogado. Entró en el Cielo entre protestas: "Yo confiando en la Providencia divina... y la Providencia, nada, dejó que me ahogara". Y escuchó la siguiente respuesta: "¡Cómo que nada! ¡Tres lanchas te hemos enviado!". _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 3:04 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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La última pregunta
Durante mi último curso en la escuela, nuestro profesor nos puso un examen. Leí rapidamente todas las preguntas, hasta que llegué a la ultima, que decía así: ¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela? Seguramente era una broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Era alta, cabello oscuro, como de cincuenta anos, pero... ¿cómo iba yo a saber su nombre? Entregué mi examen, dejando la última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen. Por supuesto, dijo el profesor. En sus vidas ustedes conoceran muchas personas. Todas son importantes. Todas merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan: !Hola! Yo nunca olvidé esa lección. Tambien aprendí que su nombre era Dorothy. _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 3:06 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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Lealtad a un hermano
Uno de dos hermanos que combatían en la misma compañía, en Francia, cayó abatido por una bala alemana. El que escapó pidió autorización a su oficial para recobrar a su hermano. "Tal vez esté muerto -dijo el oficial-, y no tiene sentido que arriesgues la vida para rescatar el cadáver". Pero ante sus súplicas el oficial accedió. Cuando el soldado regresó a las líneas con su hermano sobre los hombros, el herido falleció. "¿Ves? -dijo el oficial- Arriesgaste la vida por nada". "No -respondió Tom-; hice lo que él esperaba de mí, y obtuve mi recompensa. Cuando me acerqué y lo alcé en brazos, me dijo: 'Tom, sabía que vendrías, estaba seguro de que vendrías'." _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 3:10 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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Lo que vale un amigo
Un día, cuando era estudiante de secundaria, vi a un compañero de mi clase caminando de regreso a su casa. Se llamaba Kyle. Iba cargando todos sus libros y pensé: "¿Por que se estará llevando a su casa todos los libros el viernes? Debe ser un empollón". Yo ya tenía planes para todo el fin de semana: fiestas y un partido de fútbol con mis amigos el sábado por la tarde, así que me encogí de hombros y seguí mi camino.
Mientras caminaba, vi a un montón de chicos corriendo hacia él. Cuando lo alcanzaron le tiraron todos sus libros y le hicieron una zancadilla que lo tiró al suelo. Vi que sus gafas volaron y cayeron al suelo como a tres metros de él. Miró hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos. Mi corazón se estremeció, así que corrí hacia él mientras gateaba buscando sus gafas. Vi lágrimas en sus ojos. Le acerqué a sus manos sus gafas y le dije: "Esos chicos son unos tarados, no deberían hacer esto". Me miró y me dijo: "Gracias". Había una gran sonrisa en su cara. Una de esas sonrisas que mostraban verdadera gratitud. Le ayudé con sus libros.
Vivía cerca de mi casa. Le pregunté por qué no lo había visto antes y me contó que se acababa de cambiar de una escuela privada. Yo nunca había conocido a alguien que fuera a una escuela privada. Caminamos hasta casa. Le ayudé con sus libros. Parecía un buen chico. Le pregunté si quería jugar al fútbol el sábado conmigo y mis amigos, y aceptó. Estuvimos juntos todo el fin de semana. Mientras mas conocía a Kyle, mejor nos caía, tanto a mi como a mis amigos. Llegó el lunes por la mañana y ahí estaba Kyle con aquella enorme pila de libros de nuevo. Me paré y le dije: "Oye, vas a sacar buenos músculos si cargas todos esos libros todos los días". Se río y me dio la mitad para que le ayudara.
Durante los siguientes cuatro años nos convertimos en los mejores amigos. Cuando ya estabamos por terminar la secundaria, Kyle decidió ir a la Universidad de Georgetown y yo a la de Duke. Sabía que siempre seríamos amigos, que la distancia no sería un problema. El estudiaría medicina y yo administración, con una beca de fútbol.
Llegó el gran día de la Graduación. El preparó el discurso. Yo estaba feliz de no ser el que tenía que hablar. Kyle se veía realmente bien. Era uno de esas personas que se había encontrado a sí mismo durante la secundaria, había mejorado en todos los aspectos, se veía bien con sus gafas. Tenía más citas con chicas que yo y todas lo adoraban. ¡Caramba! algunas veces hasta me sentía celoso... Hoy era uno de esos días. Pude ver que él estaba nervioso por el discurso, así que le di una palmadita en la espalda y le dije: "Vas a estar genial, amigo". Me miró con una de esas miradas (realmente de agradecimiento) y me sonrió: "Gracias", me dijo.
Limpió su garganta y comenzó su discurso: "La Graduación es un buen momento para dar gracias a todos aquellos que nos han ayudado a través de estos años difíciles: tus padres, tus maestros, tus hermanos, quizá algún entrenador... pero principalmente a tus amigos. Yo estoy aquí para decirles que ser amigo de alguien es el mejor regalo que podemos dar y recibir y, a este propósito, les voy a contar una historia". Yo miraba a mi amigo incrédulo cuando comenzó a contar la historia del primer día que nos conocimos.
Aquel fin de semana él tenia planeado suicidarse. Habló de cómo limpió su armario y por qué llevaba todos sus libros con él: para que su madre no tuviera que ir después a recogerlos a la escuela. Me miraba fijamente y me sonreía. "Afortunadamente fui salvado. Mi amigo me salvó de hacer algo irremediable". Yo escuchaba con asombro como este apuesto y popular chico contaba a todos ese momento de debilidad. Sus padres también me miraban y me sonreían con esa misma sonrisa de gratitud.
En ese momento me di cuenta de lo profundo de sus palabras: "Nunca subestimes el poder de tus acciones: con un pequeño gesto, puedes cambiar la vida de otra persona, para bien o para mal. Dios nos pone a cada uno frente a la vida de otros para impactarlos de alguna manera". _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 3:13 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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No juzgar antes de tiempo
En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de diez años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa. La camarera puso un vaso de agua en frente de él. ¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con cacahuetes?, preguntó el niño. Cincuenta centavos, respondió la camarera. El niño sacó la mano de su bolsillo y examinó sus monedas. ¿Y cuánto cuesta un helado solo?, volvió a preguntar. Algunas personas estaban esperando por una mesa y la camarera ya estaba un poco impaciente. "Treinta y cinco centavos", dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar la monedas. "Quiero el helado solo", dijo el niño. La mesera le trajo el helado, puso la cuenta sobre la mesa y se fue. El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la camarera volvió, empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, habían veinticinco centavos. Su propina. _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 3:16 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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No todo es como parece
1) Si ustedes conocieran a una mujer sifilítica que esta embarazada, que ya tiene ocho hijos, tres de los cuales son sordos, dos son ciegos y uno es retrasado mental, ¿le recomendarían que abortara? Lean la próxima pregunta antes de contestar esta.
2) Es tiempo de elegir a un líder mundial y el voto de ustedes cuenta. Estos son los hechos de los tres candidatos: Candidato A : se lo asocia con políticos corruptos y suele consultar a oráculos y videntes. Ha tenido dos amantes. Fuma un cigarrillo detrás de otro y bebe de 8 a 10 martinis por día. Candidato B: lo echaron del trabajo dos veces, duerme hasta tarde, usaba opio en la universidad y toma un cuarto de botella de whisky cada noche. Candidato C: Es un héroe condecorado de guerra. Es vegetariano, no fuma, toma de vez en cuando alguna cerveza y no ha tenido relaciones extra matrimoniales. ¿Cuál de estos candidatos elegirían?
El candidato A es Franklin D. Roosevelt. El candidato B es Winston Churchill. El candidato C es Adolph Hitler. Y de paso..., la respuesta a la pregunta del aborto... si contestaron que sí... acaban de matar a Beethoven.
No todo es lo que parece. Lo importante de las personas son ellas mismas y no su pasado o su apariencia. _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Mie Dic 27, 2006 3:18 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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Se está mal lejos de Dios
Un matrimonio asistía a una audiencia con Juan Pablo II en Roma. Cuando el Papa pasó por delante de ellos, la mujer le dijo en voz alta: "Santo Padre, dígale algo a mi marido, que hace diez años que está alejado de Dios". Juan Pablo II continuó unos pasos más, pero se detuvo un momento, y se volvió atrás, puso la mano sobre el hombro de aquel hombre y le dijo con voz baja pero profunda: "¡Qué mal se está lejos de Dios!". Aquel hombre quedó muy impresionado y aquel mismo día se confesó y volvió a la práctica cristiana. _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Jue Dic 28, 2006 5:35 am Asunto:
Tema: anecdotas |
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Cuento de Navidad
Autor: Desconocido
Hace tiempo que un viajero en una de sus vueltas por el mundo, llegó a una tierra, le llamó la atención la belleza de sus arroyos que cruzaban los campos, los sembrados. Habiendo caminado ya un rato, se encontró con la casas del pueblo, sencillas coloridas y con puertas abiertas de para en par. No podía creerlo...él venía de un lugar muy distinto.
Se fue acercando pero su sorpresa fue mayor cuando tres niños, hermanitos, salieron a recibirlo y lo invitaron a pasar. Los padres de los niños invitaron al viajero a quedarse con ellos unos días.
El viajero aprendió muchas cosas, por ejemplo a hornear el pan, trabajar la tierra, ordeñar las vacas, pero había una de la cual no podía descubrir el significado. Cada día y algunos días en varias ocasiones el papá la mamá y los hermanos se acercaban a una mesita donde habían colocado las figuras de María y José, un burrito marrón y una vaca. Despacito dejaban una pajita entre María y José. Con el correr de los días el colchoncito de pajitas iba aumentando y se hacía más mullido.
Cuando le llegó al viajero el momento de partir, la familia le entregó un pan calientito y frutas para el camino, lo abrazaron y lo despidieron. Ya se iba cuando dándose vuelta les dijo:- Una cosa quisiera llevarme de este hermoso momento. Por supuesto le contestaron ¿Qué más podemos darte para el camino?, y el viajero entonces preguntó- ¿Por qué iban dejando esas pajitas a los pies de María y José? Ellos sonrieron y el niño más pequeño respondió: Cada vez que hacemos algo con amor, buscamos una pajita y la llevamos al pesebre. Y así vamos preparando para que cuando llegue el niño Jesús, María tenga un lugar para recostarlo. Si amamos poco, el colchón va a ser un colchón delgado y por lo mismo frío, pero si amamos mucho, Jesús va a estar más cómodo y calientito.
El viajero parecía comprenderlo todo. Sintió ganas de quedarse con esa familia hasta la Nochebuena, pero una voz adentro suyo lo invitó a llevar por otros pueblos lo que había conocido tanto de nuevas labores, como de los corazones sencillos tan llenos de amor, como los de esa familia.
Nos comenzamos a preparar para celebrar una gran fiesta... Así como los niños se llenan de ilusión, preparemos el pesebre pajita a pajita llenándolo de todo lo que hacemos con el corazón, para que Jesús al nacer sienta que nuestros brazos lo confortan en el pesebre. _________________ Seré persignada si quieres
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morgana. Constante
Registrado: 22 Oct 2006 Mensajes: 544
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Publicado:
Sab Dic 30, 2006 4:59 am Asunto:
Tema: anecdotas |
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hombre esto s un soliloquio
si alguien pudiera aportar algo a este tema se lo agradecería  _________________ Seré persignada si quieres
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El_Richard Esporádico
Registrado: 28 May 2006 Mensajes: 83 Ubicación: Frente al monitor
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Publicado:
Sab Dic 30, 2006 5:17 am Asunto:
Tema: anecdotas |
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Ya que me gustaron mucho estas historias, aporto mi granito de arena
¿Cómo he de dar?
Resulta que unos monjes estaban deseosos de saber como debían vivir realmente, por lo cual, comenzaron a elevar sus plegarias para que Dios les hablara y les dijera como hacerlo.
Entonces en un momento, el cielo se abrió, y un potente rayo de sol se hizo camino entre las nubes y se oyó una voz que decía: ¿porqué me llaman?, a esto los monjes respondieron: Señor, dimos como es que debemos vivir.
Entonces, todos hicieron silencio esperando la respuesta de Dios, a lo que se oyó desde el cielo su voz diciendo: COMODIDAD. Los monjes quedaron sorprendidos y le decían: pero Señor, ¿comodidad?, sí respondió El: COMO-DÍ-DAD
Como di paz, dadla también ustedes.
Como di amor, dadlo también ustedes.
Como di perdón, dadlo también ustedes.
Como di consuelo, dadlo también ustedes.
Como di mi vida, dadla también ustedes.
En definitiva esa es la forma en que nosotros debemos ayudar al otro, dando a los demás aquellos que hemos recibido de Él, dando todo como lo hizo Jesús. _________________
<algunos nacen para navegar, otros lo hacemos para remarla... |
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El_Richard Esporádico
Registrado: 28 May 2006 Mensajes: 83 Ubicación: Frente al monitor
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Publicado:
Sab Dic 30, 2006 5:20 am Asunto:
Tema: anecdotas |
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El Condór, es una de las aves mas longevas que hay. Es capaz de vivir entre 70 y 80 años. Pero a los 40 años aproximadamente, es decir, a la mitad de su vida tiene algunos problemas. Debido a los años, las plumas de las alas le pesan tanto que se le hace muy difícil volar, las garras le han crecido tanto que se le dificulta sostenerse y conseguir su comida y el pico se le deforma de modo que no puede comer.
Para poder superar esta etapa y vivir otros 30 o 40 años, el águila debe tomar una decisión. Morir de hambre al no poder cazar ni comer, o comenzar su recuperación. En el segundo caso, lo que hace es ir a una montaña alta, y comienza a sacarse todas las plumas una a una, ya que las mismas son su único abrigo, sufre mucho el frío, todavía mas si tenemos en cuenta que se encuentra en una montaña alta. Luego, comienza a golpear su pico contra la pared de la montaña hasta que se le desprende y por último, golpea sus garras contra la roca hasta que se las rompe.
Luego el proceso de recuperación del águila, dura unos 2 meses, es decir, que una vez que el águila sufre estos dos meses de padecimiento y dolor, puede vivir tranquilamente otros 40 años. Lo que también nos indica a nosotros que no tenemos que ver a nuestro problema como el peor, ni como el último. Sino como una etapa de duras pruebas, de tomar responsabilidades y decisiones, tras la cual, la vida no sólo debe continuar, sino que debemos hacer que transcurra. _________________
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El_Richard Esporádico
Registrado: 28 May 2006 Mensajes: 83 Ubicación: Frente al monitor
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Publicado:
Sab Dic 30, 2006 5:33 am Asunto:
Tema: anecdotas |
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El aguila
En una ocasion, el huevo de un aguila cayó de su nido y comenzó a rodar y a rodar hasta llegar a un criadero de pavos.
En este lugar el granjero vió el huevo, y le extraño su tamaño, pero sin darle mucha atención lo coloco con el resto.
Al poco tiempo, el huevo empollo y la pequeña aguila en su interior permaneció en ese lugar, con los pavos y creció entre ellos. Como los pavos, el aguila sólo comia y caminaba por hay sin mayor problema, se miraba así mismo y veia que su pico era diferente, que sus alas eran diferentes, que sus patas eran diferentes, sin embargo nunca se cuestiono porqué.
A veces, muchos se preguntan porqué son diferentes o cual es su misión en un determinado lugar pero se nunca se atreven a averiguarlo. Hay muchas personas y especialmente cristianos, que están llamados a ser aguilas, pero se quedan en la edad del pavo. _________________
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David Quiroa Veterano
Registrado: 26 Oct 2006 Mensajes: 2901
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Publicado:
Sab Dic 30, 2006 9:14 am Asunto:
Tema: anecdotas |
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Dos monjes de clausura habían salido al mercado, teniendo que cruzar un río.
Al venir de regreso, encontraron en la orilla del río a una hermosa mujer que les pidió pasarla al otro lado.
Sabiendo que tenían prohibido siquiera dirigirle la palabra a una mujer,
un monje vio horrorizado cómo el otro tomaba en brazos a la mujer,
cruzaba el río y cuidadosamente la depositaba al otro lado.
El resto del camino transcurrió en silencio, pero al llegar a la cartuja,
el primer monje, sin poderlo resistir, le dijo al otro:
"Hermano, ¡como es posible! Usted sabe que tenemos prohibido
tener contacto con mujeres y usted se atrevió a cargar a aquélla dama"
A lo que el otro monje respondió:
"Yo dejé a la mujer en el río. ¿Usted todavía la trae?" |
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David Quiroa Veterano
Registrado: 26 Oct 2006 Mensajes: 2901
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Publicado:
Sab Dic 30, 2006 9:22 am Asunto:
Tema: anecdotas |
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Padre e hijo se encontraban haciendo la limpieza del jardín,
y el padre le encomendó al hijo, un chiquitín de 6 años,
que quitara una gran piedra que estorbaba en el camino.
Obediente, el niño fue a tratar de mover el obstáculo, sin ningún éxito.
Desde lejos, el padre lo miraba y le preguntaba:
"¿Estás usando toda tu fuerza?"
Y el niño hacía más esfuerzo inútil por mover la piedra.
Nuevamente el padre preguntó: "¿Estás usando toda tu fuerza?"
El pobre niño, sudoroso, hacía otro esfuerzo hercúleo por mover la roca.
Finalmente el padre se acercó y volvió a preguntar:
"¿Estás usando toda tu fuerza?"
A lo que el niño desesperado contestó:
"¡Sí, padre! ¿No lo ves? ¡Estoy usando toda mi fuerza!"
Y el padre sonriente le dice:
"No es cierto: No me has pedido que te ayude".
La próxima vez que te encuentres tratando de mover una piedra enorme,
pregúntate si estás usando toda tu fuerza, o si todavía podrías
pedirle ayuda a nuestro papá que está en el cielo. |
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El_Richard Esporádico
Registrado: 28 May 2006 Mensajes: 83 Ubicación: Frente al monitor
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Publicado:
Sab Dic 30, 2006 3:14 pm Asunto:
Tema: anecdotas |
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-Maestro, -dijo el discípulo- ¿de dónde obtienes vuestra fuerza espiritual?
-De estar conectado a la fuente- dijo el Maestro.
-¿Estáis conectados a la fuente del zen?
-Es más que eso -dijo el Maestro-. Yo soy el zen. La conexión es completa.
-¿Pero no es arrogancia afirmar que se está conectado a la fuente? -preguntó el discípulo.
-Nada más lejos de la realidad -dijo el Maestro-. Arrogancia es lo contrario. Todo está conectado. Si crees que no estás conectado a la fuente, ofendes al universo mismo.
cuantas veces hemos negado a Cristo, rechazando su verdad y creyendo que podemos simplemente negarla olvidando que somos parte de ella y que siempre estaremos conectados a él _________________
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