Guadalupe Gómez Veterano
Registrado: 08 Sep 2006 Mensajes: 2115 Ubicación: Argentina
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Publicado:
Mie Ene 31, 2007 4:20 am Asunto:
Te llegó una carta
Tema: Te llegó una carta |
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Querido Amigo
Te asombrará mi carta, pero ocurre que -al menos hasta ahora- me ha sido casi imposible encontrarte.
Sin embargo nuestros caminos se han cruzado a menudo: muchas noches, al volver de dar alguna vuelta, me ha parecido verte en la puerta de algún boliche, caminando por las calles del centro, o bien en la plaza. Me hubiera gustado pararme, ir a tu encuentro, pero me preguntaba: ¿Cómo presentarme y, además, qué pensarías? ¿Con quién me compararías: con tus padres, un tanto molestos por tus tardanzas, con algún intruso, con algún policía?¿Seriamos capaces de dialogar... ?
Entonces decidí escribirte. Trataré de ser breve, pero vos trata de leerme hasta el final. No te haré trampas ni reproches: quisiera solamente hablarte y decirte que estoy dispuesto, si vos querés, a dialogar con vos; quiero que sepas que te comprendo mejor que nadie, que quiero escucharte y después responderte como ya me ha pasado con algunos amigos tuyos.
Algunos de ellos me han dicho que ya no frecuentan la parroquia, que ahora que sus padres no los obligan a ir y han terminado la catequesis, optaron por no volver más; otros, los que prefieren las cosas prácticas a los pensamientos bonitos, creen que para mejorar el mundo se necesitan hechos, no palabras también están los que prefieren distraerse, divertirse, evadirse, jugar, arriesgarse, tal vez incluso jugarse la vida corriendo en moto y que sostienen que si vas a la iglesia se te limita todo eso.
Están también los más independientes, los que no quieren ser manipulados ni encasillados, los que quieren aprender a vivir solos, aún a riesgo de equivocarse y tener que pagar las consecuencias. Por otro lado, los que en un tiempo iban a la parroquia dicen que han visto allí, muchas personas que se creían las mejores de todas, con derecho de juzgar a todos y a aceptar solo a algunos. Finalmente están aquellos que ya no creen en nada que han perdido la fe, muchas veces a causa de los mismos "hombres de Iglesia".
¿En qué estás pensando?¿En qué a vos también te pasa algo parecido?
Mira, mas allá de toda situación, lo que yo veo me da mucha esperanza. Te parecerá raro que diga esto, pero es así. Creo que detrás de la angustia de cada una de estas expresiones, existe la convicción de que ni vos ni ningún otro joven se resigna a vivir una vida insignificante. Lo que yo veo-y es lo que me llena de esperanza-es que nadie quiere sentirse inútil.
Por eso aprecio tus ganas de cambiar este mundo de injusticias, de sufrimientos , de hipocresías, de explotación. Y cuando todas esas metas llegan a ser inalcanzables... puedo imaginar- aunque no lo entienda- que haya quien sienta la tentación de deslizarse a paraísos artificiales... me refiero a todos esos jóvenes que he encontrado en las comunidades terapéuticas, en las cárceles, o están enfermos de SIDA.
En estos jóvenes desesperados veo que existe el sueño del amor, las ganas de hacer el bien, el deseo de amistad ,1a esperanza de hacer la vida más linda y placentera, el deseo de luchar por la solidaridad a favor de quien más lo necesita. El corazón humano, es más rico de lo que parece, es más sensible de lo que te imaginas, es una mina de posibilidades a menudo poco conocidas o sofocadas por la poca estima de uno mismo; por eso quiero hacerte algunas propuestas, ¿Qué te parece?
Primero: intenta preguntarte sobre las verdades que están en lo mas profundo de tu corazón. No dudes en hacerte preguntas que podrían dejarte sin respuestas: no tengas apuro en encontrar soluciones. Escúchate en la intimidad. Es un derecho tuyo interrogarte para conocerte en tus luces y en tus sombras.
Aunque no encuentres las respuestas de inmediato, te sugiero que no te angusties ni te atormentes: ya es importante mantener viva la pregunta. Déjate ayudar. En el silencio de algún momento crucial, sentite querido por mi, y si querés pedime que te de una mano, no me tengas miedo.
Siento temor de hacerte esta segunda propuesta, pero igual voy a intentarlo: muchas veces se escucha que la iglesia es un ambiente cerrado, pues bien, trata de cambiar las cartas que están sobre la mesa. En otras palabras, habla con los jóvenes de la parroquia, discutí, hace oír tu vos, tus problemas, los motivos que estén alejados de mi y de la iglesia. Pregúntales y pregúntate:¿Qué sentido tiene la vida?,¿Para que sirve?,¿Qué hago por los demás?,¿Soy capaz de amar o creo que se hacerlo?,¿Mi novio\a agota el horizonte de mis esperanzas o hay algo mas?,¿Estoy con el o con ella por placer o amor, por que quiero de verdad su bien?.
La última propuesta tiene que ver con enviarte a hacer algo concreto por los demás. Yo sé que te conmueven los que buscan pan, casa, trabajo, los discapacitados, los encarcelados, los enfermos... ¿Por qué no tratas de traducir esa preocupación en alguna ayuda, en un compromiso concreto?
Quizá te suceda a menudo, en los momentos de soledad, que te preguntes quien es amigo tuyo, cuantos amigos tenés; y a lo mejor te quedas mal al comprobar tanta indiferencia, tanta traición. Te invito a cambiar este orden de ideas; en ves de preguntarte cuantos amigos tenés, pregúntate de cuantos personas eres amigo o amiga. Y cuando hagas la experiencia de hacer brotar una sonrisa, encender una esperanza en la vida de los demás, te darás cuenta de que también en tu vida habrá más luz, más sentido, más alegría. Toma estas propuestas como una invitación.
Te escribo con la confianza de que me habrás leído hasta el final y, por lo que parece todavía estas leyendo. Pues bien, para terminar permíteme expresar un último deseo: quisiera que la relación iniciada con esta carta tuviera una continuación; si querés, escríbeme. Por ahora te dejo, asegurándote de que estoy a tu lado, porque sos importante para mí, porque te quiero.
Jesús _________________ ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran... Lc. 11, 13-15
En la Iglesia hay un lugar para todos, pero en vos, ¿Hay un lugar para la Iglesia? |
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