Ejemplos: Encuentro con el sufrimiento

[Orpam Saretnoc Laverz]

Escribe una misionera, Hija de María Auxiliadora, esto que sigue, creo que no necesita que hagamos comentario alguno, pero sí, amigos míos, chicos y chicas, sí hemos de dar gracias a Dios porque la vida para algunos es muy dura, para ti y para mí ¿lo es, lo ha sido?

"El encuentro con María Inés me ha cambiado la vida. Joven pobre, abandonada desde el nacimiento por su madre y recogida por una familia problemática que después de poco tiempo la entrega a un instituto estatal.

De vez en cuando ella lograba escaparse y venía al barrio El Porvenir donde yo trabajaba en el oratorio. Era temida por todos por su forma de expresarse muy agresiva, y también yo a veces la temía.

Un día mientras caminaba, vi desde lejos a María Inés, estaba nerviosa, pero me decía a mí misma que tenía que acercarme a ella, en el fondo era sólo una joven que pedía a gritos amor y atención.

Ella tenía ganas de hablar. Aceptó mi invitación. Nos sentamos delante de la puerta de la capilla y allí ella me explicó sobre su vida, sus sufrimientos, los abandonos padecidos, las violencias, su rabia.

Escucharla me hacía sentir verdaderamente madre. Daba una pequeña ayuda, pero recibía mucho de aquella joven.
Con ella he aprendido a no quedarme en las apariencias, a no juzgar, a amar a todos indistintamente.
Hoy María Inés tiene 24 años y tres hijos. Por desgracia aún se prostituye para poder mantenerlos. Pero ahora ella sabe que hay alguien con quien puede contar. Habría aún mucho para narrar.
Pero siento el deber de dar gracias a María Inés, porque sigue comunicándose conmigo, y quiero aún pedirle perdón por las veces que no he entendido sus peticiones de ayuda, como aquella vez que encontró la puerta de nuestra casa cerrada, y ella no logró huir de siete hombres que la violaron.
En ella he visto al Señor, y desde aquel encuentro mi vida cambió. Ahora sé que en mí los jóvenes buscan esperanza, para poder afrontar la vida a veces muy dura y difícil para ellos. Y desde aquel día ya no tengo miedo a amar".
Silvia B. (Uruguay)

Un abrazo amigos, y mi cariño.
Que este tiempo litúrgico nos llene de ganas de ser más de Dios, siguiendo la Pasión del Señor podemos esperar con gozo que su salvación llega a cada uno de nosotros, sus hijos, y así llegará la Resurrección.
Orpam Saretnoc Laverz