PELIGROS PARA LOS JÓVENES

[marina]

¿QUÉ SE BUSCA EN UNA SECTA?

El término “secta” designa a un grupo de oposición a las estructuras de la Iglesia e implica la idea de disidencia. Se aplica a todo movimiento religioso minoritario. El lenguaje teológico tomó esta palabra de la lengua latina, en la que significaba una forma de seguir (sequi) a un maestro; posteriormente se incorporó a esa acepción una noción de rechazo y de ruptura (secare, que significa cortar). La connotación peyorativa que conserva para los historiadores de las religiones no implica ya un juicio de valor, sino que designa una especial estructura religiosa y un hecho social.

Para poder enunciar algunas características de las sectas hay que tomar en cuenta que existen diversas posturas: por un lado, hay quienes hablan de fanatismo, manipulación, lavado de cerebro, dependencia, etcétera; y, por otro, algunos autores sostienen que los procesos sociales no se deben entender solamente en ese sentido, pues es necesario estudiarlos a partir del contexto en que se generan estas organizaciones. Las sectas no surgen de la nada; finalmente, son producto de una sociedad que no da respuesta a toda una serie de problemáticas.

Quienes consideran a las sectas como una especie de caos, como algo marginal que debe ser combatido, señalan que:

· La entrada a la secta no suele producirse como resultado de una afiliación libre y voluntariamente decidida por la persona, sino como fruto de la aplicación de estudiadas técnicas de proselitismo y reclutamiento de personas.

· La atracción-seducción se inicia desde los primeros contactos.

· El deseo de entrega y de hacer el bien es siempre un objetivo fundamental de primer orden manejado por las sectas.

· Mediante la persuasión, el sujeto reclutado podrá ser transformado hasta alcanzar el punto álgido de la conversión.

· El aislamiento lleva consigo altos grados de manipulación; se le impone al sujeto una desvinculación del mundo exterior.

· El verdadero ostentador del poder es el líder, quien por lo regular es carismático, decidido y dominante.

· Se da una manipulación y dependencia afectiva.

· El sujeto es conminado a adoptar la represión de todo pensamiento o motivación surgido de su propio ego.

· Debido al cambio de dieta, en muchas de las sectas comienza un debilitamiento psicofísico progresivo.

· El espionaje del comportamiento deja traslucir la gran fuerza de la presión de grupo y el camino hacia una identificación y homogeneización colectivas.

· La entrega de donativos no suele ser decidida de manera libre y voluntaria, sino mediatizada.

Por otro lado, B. Luckman afirma que estas comunidades intermedias permiten al hombre recuperar su identidad. Señala que no necesariamente son negativas, pues finalmente están cumpliendo un papel social que otras instituciones no realizan en un momento de transición y de cambio intenso de las sociedades hacia otras formas de organización social.

La sociedad no suele ofrecer un modelo atractivo para los jóvenes, quienes con frecuencia optan por posturas contestatarias, no siempre manifiestas y acusan a la sociedad de mediocridad e hipocresía por no practicar los valores que dice defender. Cuando el joven experimenta una pérdida de sentido de lo social, tiende a infravalorarlo y a desprenderse de él.


JÓVENES, ALCOHOL Y TABACO

Aunque socialmente existe una preocupación generalizada por el consumo excesivo de alcohol y tabaco entre los jóvenes, paradójicamente se fomenta el uso de ambos por medio de mensajes explícitos e implícitos que promueven cierto estatus social, pertenencia a determinado grupo, estar a tono con los demás para poder divertirse, etcétera.

Detrás del consumo de alcohol y tabaco hay vacíos personales como insatisfacción, miedos, temores, estrés o resentimientos que enfrentan muchos adolescentes. Algunos se involucran con estas sustancias porque las consideran mágicas para escaparse de su realidad o solucionar sus problemas, aun cuando sepan que les hacen daño. Sin embargo, el hecho de que se percaten de que ambas drogas (alcohol y tabaco) están a disposición de cualquier persona les produce confusión sobre sus efectos nocivos: si son tan dañinas, ¿por qué las puedo obtener tan fácil y a bajo costo? Además de que son drogas al alcance de todos, los jóvenes pueden ver que los adultos las utilizan abiertamente en actividades sociales, lo cual reduce enormemente la perspectiva de peligro en su consumo.

El consumo de tabaco causa una elevada tasa de morbimortalidad relacionada directamente con más de 25 enfermedades e, indirectamente, con multitud de padecimientos que afectan diferentes órganos y sistemas. El tabaco es un importante factor de muerte y de cáncer en los hombres hasta el punto de que 36% de todos los cánceres y 21% de todas las muertes pueden ser atribuidas al cigarro. Además, se ha demostrado que los fumadores severos de más de 20 cigarrillos al día tienen un riesgo de muerte 60% superior a los no fumadores. Cualquier joven, mientras más temprano comience a fumar, más probabilidades tendrá de convertirse en un fumador regular o adicto en la adultez.

Según la Fundación de Investigaciones Sociales, FISAC, A.C.: “En la Ciudad de México el consumo excesivo de alcohol se asocia a una tercera parte de todos los actos delictivos, las lesiones por accidentes y los hechos violentos. De las violaciones sexuales registradas, 45% ocurrió cuando el agresor o la víctima, o ambos, habían bebido grandes cantidades de alcohol”.

En materia de prevención, el slogan “Di no a las drogas” no es suficiente, ya que los adolescentes necesitan modelos de conducta positivos, sentirse bien consigo mismos, saber cómo divertirse y cómo enfrentarse al estrés sin acudir a las drogas, así como saber actuar de acuerdo a normas de comportamiento claras.


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