LA VOZ DE LOS JÓVENES

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos míos, Lourdes navarra simpática; Lucía, Arminda, Assunta, italianas; Beatriz, Asunción catalanas; Ana Isabel; Ángela milanesa; Aurelia granadina, Adele colombiana, Antonina piamontesa y todos vosotros os aporto unas preguntas y respuestas que nos hacen palpar el sentir de otros.

Éstas son algunas de las preguntas que un grupo de jóvenes ha elaborado para que otros jóvenes pudieran dar voz a sus vivencias. Jóvenes que entrevistan a otros jóvenes. No para ofrecer a los estudiosos materiales para un análisis sociológico, no para describir una generación. Sencillamente para “dejar que digan”. Y para escuchar.

Damos la palabra a los jóvenes de Sudáfrica.

"Para ti ¿cuáles son los tres valores más importantes?
Honestidad, inocencia, afabilidad.

¿De qué forma intentas vivir estos valores?
Poniéndolos en el primer lugar en mi vida, intentando ser verdadera.

En la sociedad de hoy ¿qué es lo que te da miedo?
El hecho de que están robando la inocencia a los niños. Tengo miedo de que después no tengan recuerdos de felicidad, belleza y alegría.
Jennifer, 17 años

¿Cuáles son los objetivos que quisieras alcanzar?
Completar los estudios universitarios, ser una enfermera especializada. Quisiera tener una familia y vivir en una casa mía.
Desirée, 21 años

Dar todo lo que soy en beneficio de los demás. Sé que esto puede hacerme feliz.
Jesica, 17 años

Vivir una vida feliz sin pesadumbres. Vivir lo mejor cada instante. No tengo un verdadero y propio proyecto. No quiero perderme nada del instante que vivo esperando algo que quizás llegará en el futuro.
Katherine, 21 años

Según tu forma de pensar ¿qué rol tienen los jóvenes en la sociedad de hoy?
Han de intentar crecer y ser positivos. Para dar también buen ejemplo.
Verónica, 21 años

Son el fundamento y el futuro de la sociedad. Ellos pueden mostrar lo que se tendría que hacer y porqué son necesarios los cambios.
Katherine, 21 años

En la sociedad de hoy ¿crees que tienes responsabilidades?
Ciertamente porque siento que con mi vida tengo la posibilidad de dar una aportación que puede ser tanto positiva como negativa.
Verónica, 21 años

Sí, mi responsabilidad en la sociedad de hoy es proyectar mi vida de fe al servicio de los otros, tanto mis coetáneos como más adultos.
Brigitte, 18 años

La fe ¿qué peso tiene en tu vida?
Influye en mis decisiones
Mateo, 13 años

La fe determina lo que soy y como actúo. Me ayuda cuando tengo miedo, me tranquiliza cuando la necesito. Sin la fe sería nada.
Jesica, 17 años

Crees que, de alguna manera, ¿estás influenciada por los otros jóvenes?
De alguna manera, pero desde pequeña me han enseñado a ser fiel y coherente conmigo misma y a tomar sola mis decisiones. Por eso no me dejo influenciar fácilmente por los otros.
Sin duda, pero positivamente.
Brigitte, 18 años

A veces los jóvenes saben ser verdaderamente prudentes no obstante la edad. Saben con claridad leer la realidad y saben hablar de ella de forma sincera".

Una profesora les hizo las preguntas y respondieron con contundencia.
¿Verdad compañeros y amigos de camino?

¡Buenos días con María, en su mes, como Madre nos ayuda siempre!

Orpam Saretnoc Laverz

[Jorge S.]

[pelicano]

¿Tienen voz los jóvenes?

-No te responderé yo lo hará él:
Los jóvenes estuvieron siempre en el corazón del Papa Juan Pablo II. En sus diversos viajes apostólicos no dejó de dedicarles un lugar especial a quienes son el futuro de la Iglesia y de la sociedad. «El día de la inauguración del pontificado, el 22 de octubre de 1978, después de la conclusión de la liturgia, dije a los jóvenes en la plaza de San Pedro: "Vosotros sois la esperanza de la Iglesia y del mundo. Vosotros sois mi esperanza"».

En sus discursos les dirigió las más ardientes palabras para invitarlos a una generosa respuesta al llamado de Cristo. Y en 1985 el Santo Padre dio impulso a las Jornadas Mundiales de la Juventud, encuentros impresionantes realizados en distintas ciudades del mundo que congregaron a millones de jóvenes que de diversas partes del mundo acudían a encontrarse con el Papa y escuchar su voz, su llamado a seguir de cerca al Señor Jesús sin dejarse vencer por el miedo. Nunca les ocultó las exigencias de la vida cristiana, al contrario, tal como lo hizo el Señor Jesús con sus discípulos, les invitó a abrazarse a la cruz de Cristo sin miedo, con la audacia de la fe. De allí que como signo les dejó una cruz, que los jóvenes hacían peregrinar por todo el mundo, llevándola siempre a cada jornada mundial de la juventud. El Papa sabía tocar las fibras más profundas de los jóvenes corazones, conocía sus preocupaciones, y daba una respuesta auténtica y coherente a sus inquietudes: «Queridos jóvenes –exclamaba en el 2003–, sólo Jesús conoce vuestro corazón, vuestros deseos más profundos… Nadie fuera de Cristo podrá daros la verdadera felicidad. Siguiendo el ejemplo de María, sabed decirle a Cristo vuestro “sí” incondicional… la humanidad tiene necesidad imperiosa del testimonio de jóvenes libres y valientes, que se atrevan a caminar contra corriente y a proclamar con fuerza y entusiasmo la propia fe en Dios, Señor y Salvador». Fueron asimismo tradicionales sus Mensajes para esas ocasiones.

Sorprende aún hoy que las mayores concentraciones de jóvenes producidas en Oriente y Occidente hayan tenido como protagonista al Papa Wojtyla: en enero de 1995, en Manila, Filipinas, único país de mayoría católica de Asia, 4 millones de jóvenes se reunieron con él, y en agosto del 2000 Roma cobró vida y entusiasmo cuando la ciudad fue “invadida” por 2 millones y medio de jóvenes. Por algo Juan Pablo II será recordado siempre como “el Papa de los jóvenes”.

Débil y frágil, viendo ya cercana ya la hora de su muerte, el Papa Juan Pablo II pronunció con suma dificultad sus últimas palabras, al tener noticia de que muchísimos jóvenes se habían congregado en la Plaza San Pedro para acompañar al “Papa amigo” en su tránsito a la casa del Padre: “estamos contigo”. A ellos se refería cuando quienes lo escuchaban pudieron reconstruir la siguiente frase, pronunciada difícilmente por el Papa: «Os he buscado. Ahora vosotros habéis venido a verme. Y os doy las gracias».

-Perdona sino te conteste creo que él lo iba a hacer muxo mejor que yo!!.
Como ves Teofilus ,Juan Pablo II sabía que los jóvenes teniamos voz, y que nuestra voz puede ayudar a mejorar el mundo y a cambiarlo, el confiaba en nosotros es más sigo pensando que sige confiando.Debemos pues demostrarlo no crees? yo pienso que si , pero el primer paso es tener alegria y confianza Teofilus, Cristo nos ayudará ya verás.CLARO QUE TENEMOS VOZ!!!

Un saludo


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APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos, porque vamos de paso, hacia la Patria, hemos de ir avanzando.

Ayer tuve la alegría de estar en un grupo donde había algunos niños al principio, cada cual dijo su nombre y el plato que más le gustaba, y se hizo una red con un ovillo de lana, cada cual sujetaba la punta suya así todos quedamos enlazados.
Fue la idea de una mujer joven simpática, con una sonrisa a envidiar. Luego los niños se fueron a jugar y quedamos en el grupo jóvenes, adultos y algunas personas mayores.

Hubo un intercambio de preguntas y respuestas sobre el camino que cada uno había escogido o quería seguir. Había un sacerdote que, al preguntarle, respondió que él hace un tiempo entusiasmaba a los jóvenes a una sana convivencia, alegre, según el espíritu del santo Padre de los Jóvenes (que precisamente lo nombró así Juan Pablo II), o sea San Juan Bosco, pero que luego entendió que primero, uno ha de seguir la fe, seguir a Jesús, conocerle, etc.

Me hizo pensar.
Luego del intercambio hubo un rato de oración con unos salmos cantados y unos cantos, uno que tocaba la guitarra es de profesión policía local. Al preguntarle en su trabajo cómo vivía su particular vocación - Es un joven gallardo, guapo, simpático - respondió que siendo él mismo.

O sea, ser uno lo que es, buscando vivir la propia fe, y dando testimonio de ella en sus actitudes diarias. ç
Luego hubo una especie de merienda-cena donde intercambiamos diálogos de amistad y una convivencia muy enriquecedora.

Si todos nosotros lo intentamos, ¡será un difundir la fe en la sociedad en que vivimos! ¿No os parece?

Amigos, creo que saber lo que hacemos puede ayudarnos a vivir con alegría, nuestra propia vocación y estar en medio de los otros no como un jarrón para hacer bonito, sino como un fluir de amor a la vida que entusiasme a los otros, como cristianos, a seguir a Cristo.

Un abrazo, de todo corazón
Orpam Saretnoc Laverz