Soledad...

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos Rocío Hernández, Jaimevelbon, Lucrecia, foreros todos, Mª Cristina argentina, Mª do Carmo portuguesa, Manoly G.C., Mª Dolores alicantina, Mª Lourdes J. vascuence, Mª Noemí, Mª Piera, Mª del Rosario castellana, desde el lugar evangélico de Jericó. Tierra Santa, escribieron una carta que os presento ahora, para pensar un poco.

"Querido Néstor B.:
Me pareció estupendo el programa de hace dos noches, en Radio Vaticano (en la emisión nocturna para Europa), titulado “Contentos de vivir”, programa de investigación María Corral. El silencio le hace a uno sentirse acompañado por él mismo, verse por dentro, pensarse, reconocerse y en el vacío interior encontrar a Dios que mira, escucha, habla. No hay soledad y si la hay es para encontrarse en el silencio con Él, que te llena por dentro. Conocerse de veras, a sí mismo, verse pobre, vacío, sin recursos para llenarse de Él, de Dios que está ahí, te habla y te quiere.
Amigo mío, comparto estas ideas contigo y te las ofrezco para tu reflexión.
Te recuerda cariñosamente..."

Entre el silencio, la soledad, y cosas parecidas parece que a una le entre una especie de tristeza, cuando anoche mismo oyendo Semillas para la vida de Mauricio Pérez, él insistía que tratar con Dios significa afianzar la relación, y sin silencio y soledad es difícil el trato, al menos especial durante un día o unos días. ¿Qué opináis vosotros amigos míos?

Orpam Saretnoc Laverz

[roberto viera gonzalez]

¡Qué te parece, Amparo! Justo me enviaste un correo y ahora leo este maravilloso testimonio. amo a mis dos Soledades como nada en el mundo. Costó que mi esposa, la primera (digo la primera Soledad) comprendiera la necesidad de pasar un tiempito con la otra, "la amante". Estar en soledad es lo máximo. Yo lo hago a diario de madrugada, por lo menos tres horas. Un abrazo.
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me interesan los temas sobre santidad

[javieru]

Hola.

Para mi la soledad, es encontrarse con uno
mismo y con Dios en Maria.
Un abrazo

Javieru

[Orpam Saretnoc Laverz]

Javieru, como ves Roberto hablaba de la "amante". Sí, encontrarse con uno mismo es encontrarse con Dios que está en mí, en ti, aunque no lo veamos. ¡Oh si lo viéramos!, y en los otros, a pesar de defectos, de palabras ofensivas, dichas sin amor ni atención al otro, al prójimo que tenemos cercano.
Porque la soledad es lo que se experimenta cuando el ruido no te aturde.

Pero, como oí hace muy poco, Javieru, Roberto, ¡chicos! qué alegría más grande pensar que Dios está ahí junto a ti, junto a mí y estamos nosotros sumergidos en Él aunque no lo percibamos. Sí, así es.
¡Dichosos los místicos! porque gozaban en medio de dolores por tener la firme convicción de la Presencia de Dios.

Ayer un sacerdote salesiano decía que le gustaba leer un artículo donde un Hno. Carmelita lego, no sacerdote decía:

"Si yo fuera predicador no cesaría de hablar de la Presencia de Dios" y estaba fotografiado con una escoba si bien él era cocinero.

¿Qué quiero decir con esto?
Pues que no estamos nunca solos. Nunca, amigos.

Orpam Saretnoc Laverz