guillermojuanmorado Asiduo
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Publicado:
Dom Mar 16, 2008 6:48 pm Asunto:
La comunión de los celíacos
Tema: La comunión de los celíacos |
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La comunión de los celíacos
La Iglesia es madre. Nada le complace más que facilitar la vida sacramental y eucarística de sus hijos. Un niño o una niña que padece la enfermedad celíaca no tiene ninguna culpa. No va, por tanto, a ser penalizado por la Iglesia a la hora de acceder a la comunión. Pero la Iglesia se sabe también limitada por la voluntad de su Fundador. La Iglesia no es dueña de los sacramentos, sino que los sacramentos los recibe de Jesucristo, sin que pueda disponer libremente de lo que atañe a su sustancia, a los elementos esenciales de los mismos. La Iglesia no puede bautizar con arena, sino sólo con agua. No puede ungir a los enfermos con vinagre, sino con aceite. No puede, tampoco, confeccionar el sacramento eucarístico más que con pan y con vino. Desde siempre, la Iglesia ha celebrado la eucaristía con pan de trigo. ¿Significa eso que se discrima a los celíacos? Yo creo que, en absoluto, se puede pensar eso. La Comisión Episcopal de la Liturgia de la Conferencia Episcopal Española publicaba, ya en 2003, una Nota sobre la comunión de los celíacos, en la que se establecían tres medidas prácticas muy concretas: 1ª) Que se facilite al celíaco la Comunión bajo la sola especie del vino. 2ª) Que se disponga un segundo cáliz en el que la única materia consagrada haya sido el vino, y sobre el cual no se haya realizado la partición ni la intinción del pan eucarístico. 3ª) Que la comunión bajo la especie del vino se distribuya de tal manera que el enfermo se sienta respetado y apreciado. Por su parte, la Congregación para la Doctrina de la Fe disponía, también en 2003, que «el fiel celíaco que no pueda recibir la comunión bajo la especia del pan, incluido el pan con una mínima cantidad de gluten, puede comulgar bajo la sola especie del vino». La FACE manifestaba, entonces, su conformidad con la Nota de la Conferencia Episcopal: «Percibimos por parte de la Iglesia una sensibilidad muy positiva hacia los cristianos celíacos». Ojalá que este entendimiento siga imperando en el futuro. Guillermo Juan Morado. |
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