Una llamada a la amistad y al amor

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos, sobre el tema leo esto y os lo transmito:

A todos nos gusta que se nos tenga en cuenta, que nos valoren, que nos quieran. Casi podríamos decir que somos "mendigos del amor". Nadie puede vivir en un mundo en el que no es reconocido como persona, con sus cualidades y defectos. Somos cuando alguien se fija en nosotros, cuando nos llaman por nuestro nombre, cuando nos sonríen y nos miran con amor. Somos en la medida en que somos amados. El amor da sentido a nuestra existencia, es como una atracción irresistible, algo que está ahí y no podemos ignorar. El fin de todo es el amor y para este fin fuimos creados. San Agustín decía: "Nos has hecho, Señor, para ti y andaremos inquietos hasta que no descansemos en ti". Y San Juan de la Cruz nos recuerda que: "Todo se mueve por amor y en el amor", no hay nada fuera de él.

Naturalmente esto no es la primera vez que lo oyes, lo lees o incluso intentas vivirlo, pero como es una "llamada" que noté al encontrarlo te la transmito a ti, ahora, porque quiero que seas feliz viviéndolo. Porque:

Dios es el gran Amor. Él nos ama para que amemos. Somos amados por Dios no para vivir protegidos (encerrados cada uno de nosotros en una cápsula de cristal)

como seguramente habréis visto a alguno que se colocó en esa estructura y pasó hasta unos ocho días, a la vista de todo el que pasaba delante o quería verlo. ¿Para llamar la atención? pero aquí nos sirve la imaginación para representarnos la figura, yo la vi en cine. Nosotros no estamos para eso ¿verdad?...

sino para vivir transformados y en relación con los demás, con el mundo, con la historia. Estamos en completa y permanente comunicación con todo lo que nos rodea.

Esto ha sido algo largo, ya me perdonaréis, pero nuestra vida bien merece que pensemos en ella, cómo la vivimos, cómo nos sentimos por dentro, cómo amamos.

¿O no es así?
Orpam Saretnoc Laverz