Orpam Saretnoc Laverz Veterano
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Publicado:
Mie Nov 05, 2008 6:04 pm Asunto:
MENSAJE sobre el Noviazgo...
Tema: MENSAJE sobre el Noviazgo... |
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Se ve que no ha salido correctamente.
Había escrito introduciendo lo que sigue. ¿Se puede recuperar?
"Noviazgo: crecimiento en el amor
En Occidente resulta impactante el casamiento de criaturas recién nacidas, como es costumbre en algunas partes de Oriente.
En eso no sólo se ve un atropello a la libertad de los contrayentes, sino que además, pareciera que son dejados a un lado dos factores de suma importancia:
Estos niños, ¿tendrán vocación para el matrimonio? Aún así, ¿desarrollarán estos bebés las características que harán de su vida matrimonial un éxito?
Son estos aspectos de la vida en común los que aquí serán tratados. Es por esto que resulta necesario aclarar algunos puntos:
- Cuando se habla de amor, ¿a qué se hace referencia? Corren tantas versiones sobre esa gran fuerza que atrae al hombre hacia la mujer y viceversa, que bien vale la pena echarle un poco de luz.
- Al emplear el vocablo noviazgo, ¿qué dice el Diccionario de la juventud sobre la materia? En este tema también reina cierta confusión.
- Por último, ¿qué es eso de la madurez? Elemento relevante, pues el tenerla o no será pieza clave de ese éxito conyugal que se desea a toda pareja.
Amor, ¿qué es? Palabra a la vez compleja y complicada. Compleja por su múltiple contenido de humano-divino. Complicada, pues hasta ahora nadie ha podido dar una definición satisfactoria. Y eso que las bibliotecas están llenas de estudios sobre este enigmático sentimiento.
Más de una joven ha preguntado: ¿Estás enamorada? ¿Qué es estar enamorada? ¿Ser capaz de usar el mismo cepillo de dientes que él? ¿Sentir una extraña corriente cuando él me toma de la mano? ¿Vivir pendiente de las llamadas telefónicas, del correo electrónico o del cartero?
Estando Einstein en Buenos Aires, dictó algunas conferencias en la Facultad de Ingeniería, sobre su Teoría de la Relatividad. Estaba lleno el local de jovencitas deseosas de conocer al melenudo descubridor de la fisión nuclear. El pizarrón se llenó de cifras que a las chicas les resultaban verdaderos jeroglíficos, pero ansiosas de volver a casa, sabiendo algo de todo eso, a la salida rodearon al famoso físico:
- Profesor, no entendimos mucho de todo lo que dijo. Explíquenos lo que es la Relatividad en términos sencillos, dijeron.
- Y el gran maestro se los explicó: Miren, si ustedes se sientan sobre una plancha caliente, un minuto parece una hora. Pero, si ustedes están con un muchacho simpático, una hora parece un minuto... Eso es Relatividad.
Y las porteñas argentinas entendieron.
El amor erótico
El primer elemento que se advierte en el amor es el erótico.
Con ese término, los antiguos griegos designaban al amor carnal o corporal, el aprecio por el exterior de la persona amada.
Es que ojos que no ven, corazón que no siente. Basta observar la publicidad moderna para cerciorarnos que las cosas entran por los ojos. Recordando la historia, si David no hubiera visto a Betsabé bañarse en una azotea vecina al palacio real, no la hubiera deseado.
Así, el amor para ser integral no puede entonces desconocer la importancia de lo erótico; es de capital importancia este aspecto corporal para una visión verdadera del amor hombre-mujer.
La personalidad
Pero en el noviazgo no basta con que el libro esté bien encuadernado. No es sólo el cuerpo el que atrae; se debe recordar que no todo lo que brilla es oro y que las apariencias engañan.
Una notable actriz católica una vez sintetizó esto: Tener una cara bonita sirve para los primeros cinco minutos. Después de eso, hay que tener algo más. Y ese algo más viene a ser el otro elemento del amor: la personalidad.
Personalidad significan las ideas, los sentimientos, el carácter. Corresponde al elemento psicológico del ser humano. Entrando en la psiquis del otro, hay que preguntarse qué piensa del matrimonio, de la educación de los hijos, del rol de la mujer en la sociedad, de la intervención de la familia en la marcha de la comunidad.
Es a este tipo de unión a la que debe apuntar toda relación conyugal. La pregunta a hacerse es: Con este muchacho, con esta chica, ¿lograré esta unidad de visión y de propósito? Porque de no lograrse, la vida en común puede volverse un tormento, lo que es fuente de discordia y sufrimiento.
El elemento espiritual
Sólo después de la Revolución Francesa, la institución matrimonial fue llevada al campo del secularismo, situación que se remonta a Lutero. Aquel fraile agustino sacó al matrimonio de entre los siete sacramentos, pues lo consideraba un compromiso puramente natural y enseñaba: Las cosas naturales pertenecen al gobierno. Es así que aparece el llamado matrimonio civil, como si se pudiera quitar al matrimonio el carácter sagrado.
Pero el amor tiene todavía otro elemento y es el espiritual; aspecto que está demasiado enraizado en la naturaleza humana. No ha existido civilización que no haya rodeado al matrimonio de alguna ceremonia ritual. Es que el amor siempre tiene un triple carácter y lo que importa es saber quién es el tercero: y ese es Cristo.
Pero Jesús puede ser sustituido por los dioses falsos que han abundado e inspirado a muchas parejas en todos los tiempos y que San Juan en su primera epístola señala: el placer, el dinero y el poder. A corto plazo, cualquiera de estos falsos terceros puede llenar el vacío. Pero es sólo a corto plazo. Eventualmente, al no tener un verdadero piloto en la embarcación que es la familia, las tempestades de la vida pueden hacerla zozobrar.
Relaciones que trae el amor de casados
Además el amor tiene su cierta complicación. Son múltiples y nuevas las relaciones que el amor entre los casados trae consigo.
En primer lugar y ante todo está la relación conyugal. Ni el varón ha sido jamás mujer, ni ella ha sido varón. Y con esta diversidad que es la masculinidad y la feminidad, han de convivir y no basta el conocimiento que hasta ahora hayan logrado en el noviazgo. Es la vida diaria con la diversidad de problemas la que pondrá a prueba esas relaciones tan íntimas.
Por otra parte, el matrimonio también implica una nueva familia. Mientras con una mano se toma en el altar la del novio/a; con la otra, cada uno de los cónyuges trae su propia familia. Pues no se puede decir al otro: Para mí no representan nada tus padres, tus hermanos, abuelos o primos.
Complejo es este tema, pues conlleva también relaciones sociales como son las laborales, de vecindad, la parroquia, la ciudad, la nación. Es que constituir una familia es volverse responsable de la marcha del mundo, sobre todo si se piensa que de una familia salieron Hitler, Musolini y Mao. Así como de un hogar salieron también un Maximiliano Kolbe, un Padre Alberto Hurtado o una Teresa de Calcuta.
Pasado, presente y futuro
El amor tiene una responsabilidad con el pasado, el presente y el futuro.
Por más que se quiera, no es posible quitarse de encima la historia. Así se ha dicho: Los muertos nos gobiernan. Se nace dentro de un mundo que no se ha construido; se desarrolla en estructuras que marcan; se busca caminos ya trillados.
En cuanto al presente, es un constante reto en el que el amor navega; a veces en aguas plácidas; otras, turbulentas. Y se debe procurar no encallar, a pesar de los vientos y las mareas adversas.
Con respecto al porvenir, no está en manos del amor descorrer sus velos. La preparación a la vida matrimonial encara abstracciones, ya que nadie puede saber si habrá desempleo, un hijo enfermo o la muerte de un cónyuge. ¿Quién puede anticipar si los legisladores se volcarán por el divorcio, el aborto o la escuela sin Dios?"
Orpam Saretnoc Laverz |
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