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Geometría de la Creación

 
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Autor Mensaje
HEINI
Asiduo


Registrado: 05 Nov 2007
Mensajes: 315

MensajePublicado: Sab Nov 08, 2008 11:55 am    Asunto: Geometría de la Creación
Tema: Geometría de la Creación
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GEOMETRIA DE LA CREACION

Los lugares de la Creación y sus dimensiones

Hasta la aparición de la Teoría de la Relatividad General, la Física se había arreglado muy bien con tres dimensiones y vivía feliz y tranquila en la creencia de que el Universo estaba constituido en su totalidad por nuestro familiar espacio tridimensional. Pero he aquí que aparece Einstein y nos dice que el espacio se puede curvar y, de hecho, se curva en presencia de la masa, como se comprobó experimentalmente. Y, para colmo, después viene Hubble y nos dice que el Universo se está expandiendo.
A partir de ese momento la pregunta era inevitable, si el Universo, como su propio nombre indica, es el conjunto de todo lo creado o, en términos científicos, el conjunto de la Realidad material, entonces, ¿en qué se estaba expandiendo el Universo?
Para el no creyente la respuesta solo podía ser, lo que existe solo se puede expandir en lo que no existe, pero lo que no existe es la nada y la nada y lo que existe son mutuamente excluyentes, si existe uno de los dos no puede existir el otro, pero los hechos son tozudos y la expansión era un hecho.
Para el creyente la respuesta era mucho más sencilla, solo hay dos ámbitos, el ámbito de lo creado y el ámbito de lo no creado, pero lo no creado solamente es Dios, por tanto el Universo (ámbito de lo creado) solamente se puede expandir en Dios (ámbito de lo no creado).
Además con la aparición de la RG tenemos que admitir que el espacio de tres dimensiones se puede curvar, que existe una dimensión más a la que, equivocadamente, se le niega carácter espacial y se denomina dimensión “temporal”, como si las dimensiones pudieran ser algo más que espaciales, y además resulta que tanto el Espacio como el Tiempo se pueden contraer y dilatar.
Todo esto introducía la posibilidad del concepto “fuera” del Universo, pues, en efecto, la lógica de la Realidad en que vivimos inmersos nos dice que si un Espacio de (n) dimensiones se curva, solo puede hacerlo si ese Espacio está inmerso, a su vez, en otro Espacio de (n+1) dimensiones.
Para los físicos no creyentes estaba claro el camino a seguir, no podían aceptar el concepto “fuera del Universo” ya que de otra forma se encontraban entre la espada y la pared, pues si hay un “fuera” del Universo o es la Nada (imposible) o es Dios (inaceptable). De manera que, por absurdo que parezca, la solución fue decir: no existe un “fuera” del Universo.

Desde siempre la Física “ortodoxa” ha tenido una bestia negra a la que ha combatido incansablemente, esa bestia negra está constituida por el concepto “fuera del Universo”. Hasta la aparición de la RG la posibilidad de que existiera algo “fuera” del Universo se podía rebatir fácilmente ya que si, por definición, Universo significa todo lo que existe, no podía haber un “fuera” del Universo.
Para cuando se planteó de nuevo la cuestión, los “ortodoxos” disponían de una batería de geometrías no euclidianas, entre ellas la geometría intrínseca, que les permitía asegurar que todas estas cuestiones sobre curvatura espacial podían analizarse desde dentro del espacio curvo sin necesitar el exterior para nada, por lo cual no era necesario postular la posible existencia de un “fuera” del Universo.
Cuando he planteado la cuestión de un espacio dimensionalmente superior al nuestro, algunos físicos me han respondido (literalmente): “…la geometría intrínseca analiza…la curvatura (espacial), la medida de longitudes y de ángulos desde dentro del espacio curvo, no necesitas el exterior para nada y, por tanto, no es necesario postularlo.”
Primero, no niegan que el Espacio se curva, pero como no pueden negar que la curvatura implica la existencia de un exterior respecto de nuestro Espacio dicen que se puede analizar desde dentro del Espacio y, por tanto, el exterior no es necesario.
Yo me pregunto, del hecho de que no podamos comprobar como es, ¿debemos concluir que una realidad no existe o que no importa como sea?
Pero aún habían de producirse tres embestidas más contra el muro tras el que pretendían resistir los físicos “ortodoxos”:

Teoría de Kaluza-Klein
Teoría de cuerdas
Las dimensiones ocultas

Einstein siempre estuvo convencido de que, así como la gravedad se explicaba mediante una geometría espacial, el electromagnetismo debía tener también detrás una explicación similar. Esta inquietud tuvo eco en muchos físicos, uno de ellos, Theodor Kaluza, en 1919, tuvo el acierto de introducir una dimensión espacial adicional y ya dentro de un espacio de cinco dimensiones consiguió obtener a partir de las ecuaciones de campo de Einstein, tanto las ecuaciones del campo gravitatorio de Einstein como las ecuaciones del campo electromagnético de Maxwell. Posteriormente Klein confirió “ortodoxia” a la teoría, situando la dimensión adicional dentro de nuestro espacio tridimensional y explicando su invisibilidad, postulando que la dimensión adicional se encontraba enrollada formando un tubo de diámetro increíblemente pequeño: 10^(-30) cms.

Posteriormente, en la década de los setenta, ya se había conseguido la unificación de algunas fuerzas como la electrodébil, pero los físicos veían sus cálculos perturbados por la aparición de valores infinitos en sus ecuaciones, lo cual es un síntoma de mala salud en las ecuaciones. En 1974 Scherk y Schwarz demostraron que si en lugar de trabajar con partículas puntuales se trabajaba con objetos extendidos, unidimensionales, las llamadas “cuerdas”, se evitaban los problemas citados y se podía describir la fuerza gravitatoria. Dos ideas caracterizaron a la teoría de “cuerdas”:
El ladrillo básico constitutivo de la Materia ya no eran las partículas puntuales o elementales sino objetos unidimensionales extendidos en el sentido de la 4ª dimensión (espacial). Las “cuerdas”
El espacio-tiempo ya no sería el espacio-tiempo convencional de cuatro dimensiones sino un espacio-tiempo al que se añadían seis dimensiones, llamadas ocultas o adicionales, por supuesto “dentro” del espacio tridimensional y a las que se suponía “enrolladas” para explicar su invisibilidad. Concepto mezquino e innecesario, pues un ser dotado de un sistema de percepción adecuado a un espacio tridimensional no puede percibir espacios dimensionalmente superiores a tres con lo cual se explica perfectamente la “invisibilidad” de las dimensiones ocultas, pero con un grave inconveniente para los físicos “ortodoxos”, pues implica la existencia de algo exterior al Universo.

Puestas así las cosas, algunos físicos han comenzado a plantearse, a partir de 1995, la posibilidad de que las dimensiones ocultas o adicionales no sean un simple resultado de las matemáticas de la teoría de cuerdas sino que constituyan una parte real del Universo, así que ahora la pregunta ¿en qué se expande el Universo? Se podría contestar diciendo que se expande en los espacios dimensionalmente superiores definidos por las dimensiones adicionales,
En Física la existencia de las dimensiones adicionales, que aparecen por primera vez en la teoría de Kaluza-Klein y, más tarde, en la teoría de cuerdas, no se ha discutido, pero los físicos sintieron lógicamente la necesidad de dar una explicación al hecho de que no hubiera ninguna constancia física, excepto indirectamente, de su existencia y, para ello, cometieron un típico error antropocéntrico, dieron por sentado que nuestro espacio tridimensional era el Universo y, por tanto, debe contener todo lo que existe; por tanto, si las dimensiones por encima de la tercera existen, pero no se ven, debe ser porque están “enrolladas”, dentro de nuestro espacio, en un círculo de radio tan extraordinariamente pequeño que no son perceptibles Desde 1998 ha empezado a extenderse la idea de que las dimensiones adicionales no tienen porque estar dentro de nuestro Espacio al que, ya va siendo hora, de que dejemos de llamarle Universo.

A mi entender la conclusión lógica de esta corriente de pensamiento es la de aceptar la existencia de Espacios formados por estas dimensiones adicionales y que están contenidos unos en otros según sus dimensiones son crecientes. Así, del hecho incontestable de que nuestro Espacio se puede curvar, debe deducirse la existencia de un Espacio superior con una dimensión más que el nuestro, pues un espacio de (n) dimensiones solo puede curvarse si está contenido en un espacio de (n+1) dimensiones.

Estos Espacios dimensionalmente superiores al nuestro pueden albergar una Física muy distinta de la que existe en el nuestro. De entrada la gravedad disminuye, se atenúa, al distribuirse por un número mayor de dimensiones, es decir, si nos movemos a través de Espacios con un número de dimensiones creciente, la gravedad disminuirá, pero si la gravedad disminuye, el tiempo se contrae. Entiendo que si el Tiempo como uno de los primordiales que constituyen la Creación ha de desaparecer para transformarse en No-tiempo, en Eternidad, será por el camino de la contracción y no por el de la dilatación. Parece que si emprendiésemos un movimiento que nos llevase a través de Espacios crecientes en número de dimensiones, caminaríamos hacia la Eternidad.
De lo anterior he extraído una conclusión muy personal, muy discutible si queréis (para eso la expongo aquí), pero que a mí me satisface porque no creo que sea contradictoria con el Magisterio de la Iglesia.
Si el Purgatorio tiene Tiempo, y esto es magisterio de la Iglesia, debe tener también Espacio. No puede existir Tiempo sin movimiento y un Espacio donde tenga lugar ese movimiento.
Es posible que a partir del Espacio de cuatro dimensiones comience esa “condición de vida” que llamamos purgatorio y que consiste en nuestra purificación a través de Espacios sucesivamente superiores en dimensiones, hasta el de diez dimensiones u otro, en que debe comenzar el Espacio Divino, la Bienaventuranza, a partir del cual el Hombre comienza esa “relación viva y personal con la Trinidad Santa”.
Yo creo que en la Bienaventuranza hay progreso, en el sentido de que la visión de Dios será cada vez más próxima o más clara o más perfecta y que ese progreso no tiene fin, es inacabable puesto que Dios es infinito en todos sus atributos, así que entiendo la Bienaventuranza como una aproximación creciente e inacabable a Dios ( a mí esto me “suena” por lo menos adecuado para intentar describir la Bienaventuranza). Razonando con dimensiones me resulta más fácil de explicar todo esto: Dios tiene infinitas dimensiones por tanto hay infinitos espacios en la aproximación a El y cada uno de ellos es superior al anterior, de forma que la felicidad es creciente e inacabable en la Bienaventuranza porque Dios es inalcanzable ya que “…Dios es absolutamente simple. Dios no forma compuesto con otras cosas” (S.T. Q 3-I)

De aquí mi creencia en que la Geometría de la Creación ha sido diseñada para conducirnos a Dios.
De aquí mi convicción, compartida por un número cada vez mayor de físicos y cosmólogos, de que las dimensiones ocultas tienen existencia real.

FISICA Y MISTICA

La Física y la Mística, cada una por su lado, captan una visión de la realidad, la cuestión es si la Física podrá captar la Realidad (con mayúscula) o se limitará a las sombras que ésta proyecta en la caverna de Platón.
Al misticismo se accede a través de la meditación sobre el amor de Dios, el misticismo es el amor a Dios total. El místico, probablemente, penetra más allá de los Espacios superiores, directamente al Espacio Divino.
En capacidad de “visión” después de los místicos están los poetas, los verdaderos poetas miran con el corazón, por eso ven mucho más Allá que los demás.
El místico capta de forma directa e inmediata la Realidad sin pasar por ningún estado intermedio de la misma, sin embargo el físico cuando se enfrenta a la realidad cuántica no capta la Realidad en sí misma sino una serie de comportamientos cuya pauta recoge mediante una serie de ecuaciones y que no son más que símbolos de la verdadera Realidad : “... el mayor logro de la Física del siglo veinte no es la teoría de la relatividad....ni la teoría cuántica... ni la disección del átomo... es el reconocimiento generalizado de que todavía no estamos en contacto con la Realidad última...” ( Sir James Jeans ).
La Física siempre se ha enfrentado a un mundo de sombras, si intentamos ir más allá de estas sombras tendríamos que ir más allá de la Física, a la Metafísica o a la Mística, en una palabra tenemos que tomar la conciencia humana como base para llegar a aprehender la Realidad. Si quiere pasar más allá de las sombras, el hombre debe desarrollar su capacidad mental y espiritual y solo lo puede hacer incardinándose, a través del Amor, cada vez más profundamente en una colectividad humana, solo así ha conseguido situarse en la cima de la Biosfera.
“El hombre es, … , por su íntima naturaleza, un ser social, y no puede vivir ni desplegar sus cualidades sin relacionarse con los demás.” El hombre no puede desplegar todas sus cualidades si no se relaciona con los demás y cuanto más y mejor se relacione…
“Ignoramos el tiempo en que se hará la consumación de la tierra y de la humanidad. Tampoco conocemos de que manera se transformará el Universo.”
Así como Dios infundió el alma en el hombre cuando éste estuvo dispuesto, la consumación de la tierra tendrá lugar cuando la Humanidad esté dispuesta.

Entonces tendrá lugar lo que nos dijo Pablo:

“...la muerte ha sido absorbida por la victoria...”

“...voy a declararos un misterio: no todos dormiremos,
pero todos seremos transformados...”

“...al último toque de la trompeta... los muertos resucitarán incorruptos y nosotros seremos transformados...”( San Pablo, I Cor.)

“Después, nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos (los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar), al encuentro del Señor, en los aires, y así estaremos siempre con el Señor.” (1 Tes. 4.17)
_________________
Si la Imperfección fuese una enfermedad, su síntoma sería el Tiempo
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