Tengo 20 años y estuve en Cuatro Vientos:

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos foreros, Alicia Bertani que me has hecho un regalo espiritual, revisando unos documentos tropiezo (nunca mejor dicho) y leo y releo y me alegro ¡un mundo! ¿por qué? pues porque en el 08/04/2005 Ciuca García Clavel escribe y Forum Libertas publica esta carta.

Fijaos, sobre todo en el "exigirnos" porque de endebles, inconstantes, cómodos puede haber muchos jóvenes y no tan jóvenes, pero personalidades fuertes, dinámicas nunca fueron "flojas" en su vida.

Leamos pues, amigos:

"Tengo 20 años, soy universitaria y soy una de los cientos de jóvenes españoles que estuvieron en Cuatro Vientos disfrutando con el Papa. Ya allí me di cuenta del cariño del Papa por cada uno de nosotros. Pero ahora al volver la mirada atrás y recordar aquella tarde, sólo puedo decir emocionada: gracias.

Gracias por querernos, comprendernos y exigirnos. Gracias por mirarnos y no dejarnos pasar una, enseñándonos que se puede ser moderno y profundamente fiel a Jesucristo. Gracias por confiar en nosotros y hacernos sentir que somos un apoyo fuerte para el Papa. Has sido un ejemplo muy directo porque siempre serás joven para todos, un joven de 84 años.

Después de aquella jornada en Madrid saqué una idea clara: los jóvenes somos la esperanza de la Iglesia y del Papa. Queridísimo Santo Padre, ahora que has entrado por la puerta grande en el Cielo, ayúdanos desde arriba para que de verdad seamos jóvenes cristianos coherentes en esta sociedad tan moderna que parece que nos come. Que no nos dé igual defender unas ideas que otras. Que sigamos lo que nos has enseñado con tu vida: dar la cara por Dios y por la Iglesia en todos los ambientes, y así hagamos realidad aquello que repetíamos en Cuatro Vientos: “Seréis mis testigos”. Que nuestras lagrimas de ayer nos sirvan hoy para ser testigos leales de Su Santidad".

Magnífica misiva, amigos del alma, me ha alegrado, me ha empujado "por dentro" para ir adelante, para despojarme de lo que puede ser flojera.
Os animo a hacer lo mismo o más. Porque seguramente seréis más generosos que yo misma. Y, Dios, no se deja vencer en generosidad.

Orpam Saretnoc Laverz