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1.2 Puesto en favor de los hombres...
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Hini
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Registrado: 26 Sep 2005
Mensajes: 255

MensajePublicado: Mar Nov 25, 2008 11:25 pm    Asunto: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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El sacerdote es, pues, ante todo, un elegido de Dios. Pero la elección divina no obedece a un capricho ciego, ni agota su sentido en el elegido mismo. Cuando Dios llama a un hombre lo hace para una misión específica, para pedir una colaboración determinada en sus designios de salvación.

El sacerdote «está puesto en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados» (Hb 5,4). Dios lo ha puesto al servicio de los hombres. Un servicio que tiene su propia especificidad en las cosas que se refieren a Dios, y que se realiza especialmente en el servicio sacramental.

Pero es evidente que no basta anotar esto para dibujar debidamente la identidad y la misión de quien es llamado a ejercer el ministerio sacerdotal. Se podrían hacer diversas y hasta contrapuestas interpretaciones de lo que significa ese servicio a los hombres, o del alcance de "lo que se refiere a Dios". Caben, de hecho, diversos estilos sacerdotales. Pero es lícito que nos preguntemos si podemos dar con un substrato esencial, válido para todos los tiempos y latitudes.


Cristo Sacerdote, sacerdotes de Cristo

El mismo texto de la epístola a los Hebreos puede indicarnos una respuesta. Porque, en realidad, el autor ha trazado una descripción del sumo sacerdote, únicamente para presentarnos la figura de Cristo, el verdadero Sumo Sacerdote. Ése es el sentido de toda la carta: «... fue escuchado por su actitud reverente, y aun siendo Hijo, con lo que padeció experimentó la obediencia; y llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen, proclamado por Dios Sumo Sacerdote» (Hb 5,7b-10). Aunque toda su vida, desde Belén hasta el patíbulo, fue una acción sacerdotal continua, su muerte en la cruz condensa de modo particular el sentido de su sacerdocio. Sobre el altar de la cruz él ofreció el sacrificio de sí mismo. La epístola a los Hebreos, al contemplar en clave sacerdotal el cuadro de la Pasión, subraya la participación que tuvo la humanidad de Jesús. Aquella tarde todo tuvo tono de súplica, de intercesión por los hombres. La muerte del Hijo de Dios obtuvo la salvación de sus hermanos. Por ello, la entera regeneración del género humano es obra de la acción sacerdotal de Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre. «Por eso es mediador de una nueva Alianza; para que, interviniendo su muerte para remisión de las transgresiones de la primera Alianza, los que han sido llamados reciban la herencia eterna prometida» (Hb 9,15).

Todavía hoy, «único Mediador entre Dios y los hombres» (1 Tm 2,5; cf. Hb 8,6), Jesucristo, intercede ante el Padre por sus hermanos los hombres, y como Dios que es, trae del cielo la salvación y la gracia. Jesucristo es, pues, el Sacerdote de la Nueva Alianza.

Los demás, todos los sacerdotes del nuevo Pueblo de Dios, no son sino prolongaciones de su único sacerdocio, del cual participan sacramentalmente, porque él así lo dispuso. En el cenáculo les dio el poder de ofrecer el sacrificio de su mismo cuerpo y sangre, exactamente como él acababa de hacer; y para subrayar esa identificación les pidió: «haced esto en recuerdo mío» (Lc 22,19). Les dio el poder, más tarde, de perdonar los pecados, una facultad que sólo Dios podía atribuirse y que él había demostrado poseer al curar a un paralítico (cf. Lc 5,21-24). Cuando encarga a Pedro el ministerio pastoral le deja bien claro que se trata de asumir y continuar el pastoreo del Maestro: «Apacienta mis corderos» (Jn 21,17).

Cristo es, pues, el Sacerdote. Por eso mismo sólo Cristo puede decir una palabra definitiva sobre la identidad y el ministerio sacerdotal. No hay otro modelo de sacerdote fuera de él. En ese sentido, sí se da una fisonomía esencial del sacerdote, que no cambia. El sacerdote de mañana, no menos que el de hoy, deberá asemejarse a Cristo. Cuando vivía sobre la tierra Jesús ofreció en sí mismo el rostro definitivo del presbítero, realizando un sacerdocio ministerial del que los apóstoles fueron los primeros en ser investidos. Sacerdocio que está destinado a durar, a reproducirse incesantemente en todos los períodos de la historia. El presbítero del tercer milenio es el continuador de los presbíteros que, en los milenios precedentes, han animado la vida de la Iglesia. También en el año dos mil la vocación sacerdotal continuará siendo la llamada a vivir el único y permanente sacerdocio de Cristo.

La misión de Jesús de Nazaret se nos presenta como un prisma variado y precioso: curó enfermos, predicó en sinagogas y plazas, perdonó los pecados de adúlteras y publicanos, transformó corazones egoístas, recriminó las desviaciones y los abusos de los falsos guías del pueblo, reunió y forjó un grupo íntimo de colaboradores... y, finalmente ofreció su propia vida como víctima de Redención. Pero, en realidad, todo nacía de una única profunda intención: ser glorificador del Padre y salvador de los hombres. Toda su vida, desde Nazaret hasta el Calvario, tiene sentido únicamente a la luz de ese designio, en torno a esos dos polos. Devolvió la vida a Lázaro por verdadero amor de amigo, pero era consciente de que esa enfermedad era «para la gloria de Dios» (Jn 11,4). Al acercarse la hora de su entrega suprema por la salvación de los hombres (cf. Mt 26,28) explica a los suyos que va a ser «glorificado» el Hijo del hombre, y que «Dios va a ser glorificado en él» (Jn 13,31). Después, dirigiéndose a su Padre, expresa vivamente el sentido de toda su vida: «yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar» (Jn 17,4). En realidad ya lo habían anunciado los ángeles del cielo en el momento mismo de su nacimiento en Belén: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace» (Lc 2,14).

Como Cristo, el sacerdote tendrá que viajar, predicar, atender enfermos, ayudar a los necesitados, celebrar el culto divino, organizar y administrar... Pero sabe que, como Cristo, debe hacerlo todo, desde el acto más sublime de la celebración de la Eucaristía hasta el más pequeño del resto del día, viviendo su vocación sacerdotal como salvador de las almas y glorificador de Dios, por Jesucristo, en Jesucristo y con Jesucristo.


Sacerdocio ministerial, carácter sacramental

Es cierto que todos los bautizados participan del sacerdocio de Cristo: «Vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido» (1 P 2,9). Nos lo recordó claramente el Vaticano II. Pero el mismo Concilio anota que el sacerdocio común y el ministerial, aunque están ordenados uno al otro, son diferentes esencialmente y no sólo de grado. Porque el mismo Señor, con el fin de que los fieles formaran un solo cuerpo, en el que no todos los miembros desempeñan la misma función (cf. Rm 12,4), de entre los mismos fieles instituyó a algunos por ministros, que en la sociedad de los creyentes poseyeran la sagrada potestad del orden.

Esa diferencia "esencial" es determinada por el carácter sacerdotal. Todo carácter sacramental hace que el proyecto que Dios elabora para una existencia humana no se quede simplemente en su voluntad, sino que, imborrable, se imprima en el ser íntimo de la persona. Así, este proyecto se realiza no como algo impuesto externamente, sino como una exigencia vital que brota del propio interior[, de lo más íntimo del propio ser, y por tanto no queda a merced de la voluntad o de los sentimientos; estos y aquella deberán más bien ponerse al servicio del proyecto vocacional, verdadero unificador de la propia vida Gracias al carácter sacerdotal, la identidad del presbítero no es un trazado que lo configura desde fuera, sino una fuerza viva que se injerta en la intimidad de la persona haciéndose inseparable de su propio ser.

El signo que el carácter deja en el alma del sacerdote lo convierte en propiedad especial de Dios. Es de Dios y para Dios a título exclusivo. Queda compenetrado con Dios. Esto no sólo por el movimiento que lanza al hombre a Dios, sino también en cuanto que, en él, Dios sale al encuentro de la humanidad para salvarla.

El carácter sacerdotal es signo, además, de configuración con Jesucristo. Por eso cuando se dice que el sacerdote es alter Christus no se afirma que le representa por una delegación externa, sino que la figura de Cristo sacerdote ha sido impresa en su alma. Pablo VI no dudó en exclamar: En virtud del sacramento del orden, os habéis hecho partícipes del sacerdocio de Cristo hasta tal extremo que vosotros no solamente representáis a Cristo, no sólo ejercéis su ministerio, sino que vivís a Cristo; Cristo vive en vosotros.

Esta configuración abarca la persona del sacerdote tanto en su ser como en su actuar. El carácter marca al ministro para que pueda hacer las veces de Cristo y obrar in persona Christi, como cabeza. Podemos decir que por medio del sacerdote, Jesús renueva su sacrificio, perdona los pecados, y administra su gracia en los demás sacramentos; por medio del sacerdote sigue anunciándonos su Buena Nueva; por medio del sacerdote sigue guiando y cuidando su propio rebaño. Esta verdad ha tenido siempre en la Iglesia una importancia decisiva:

Si no tienes fe en esto (en el sacerdote), toda tu esperanza es vana. Si Dios no obra a través de él, tú no has sido bautizado, ni participas en los misterios, ni has sido bendecido: es decir, no eres cristiano.

Encontramos aquí también la verdadera raíz de la misión del sacerdote. Ha sido escogido para estar en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios... como lo estuvo Cristo, más aún, como prolongación viva del servicio de Cristo. El carácter ha sellado su ser configurándolo a Jesucristo, para que prolongue en su actuar la misión misma del Maestro.


Profeta, sacerdote y rey

La misión de Cristo es unitaria, pero se despliega en tres diversas y complementarias funciones: la función de enseñar, la de ofrecer el culto y la de guiar al pueblo. También el sacerdote realiza, por tanto, su misión como profeta, sacerdote, y rey.

Jesucristo, en cuanto profeta, dedicó su ministerio al anuncio de la Buena Nueva (cf. Mc 1,39), y envió a sus discípulos a hacer otro tanto (cf. Lc 9,6); ése fue su último encargo: «id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación» (Mc 16,15).

Desde entonces los discípulos comprendieron que eran "enviados", "apóstoles" de la Palabra que se había hecho carne. Entendieron que la consagración sacerdotal recibida en el cenáculo estaba inseparablemente unida a su deber evangelizador.

También hoy el sacerdote de Cristo se siente apremiado por ese deber, y escucha en su interior la exclamación de Pablo: «¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!» (1 Co 9,16). También él se sabe enviado, apóstol. Apóstol del Reino de Jesucristo en el mundo. La predicación y extensión del Reino de Cristo constituye el ideal que inspira, estimula, dirige y conforma todos sus actos. Su único anhelo: que Jesucristo reine en el corazón de los hombres, en el seno de los hogares, en la vida de la sociedad. Su amor al Reino, se concreta en su amor sincero a la Iglesia fundada por el Maestro, presencia y promesa a la vez del Reino de Cristo. Desde el momento en que el sacerdote palpa que Dios le encomienda esa misión, sabe que su vida queda definitivamente comprometida en ella. Se siente enteramente copado por la misión; ella es la causa de sus temores y esperanzas, de sus penas y alegrías. Es un "prisionero de la causa de Cristo" (cf. Ef 3,1). El ímpetu del amor de Cristo a los hombres es una fuerza incontenible en el corazón sacerdotal. Es una pasión que unifica toda su vida. Por eso todo, aún una situación circunstancial o cualquier relación humana, le sirve de ocasión para anunciar a Cristo. No tiene tiempo para sí ni para perder. La misión le urge. Es consciente de que las almas fueron compradas a precio de la sangre de Cristo. Esto, para el sacerdote que de verdad ama a Cristo y está identificado plenamente con él y con la misión profética que él le ha encomendado, no es retórica, sino una vivencia profundamente existencial.

La función sacerdotal de Jesucristo, culminada al ofrecerse a sí mismo como Víctima Pascual (cf. 1 Co 5,7), es prolongada también por el ministerio sacerdotal. Los primeros sacerdotes de la Nueva Alianza, a quienes el Maestro confió sus sacramentos (cf. Lc 22,19; Jn 20,23), comprendieron que su misión profética no podía separarse de su función sacramental. Por eso los miembros de la primera comunidad «acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones» (Hch 2,42).

Lo que el sacerdote anuncia, lo celebra y realiza en la liturgia, especialmente cuando confecciona el sacrificio eucarístico en la persona de Cristo y lo ofrece en nombre de todo el pueblo a Dios. La salvación en Cristo predicada sin descanso es actualizada en el perdón de los pecados y en los demás sacramentos. El sacerdote sabe que no es un simple "funcionario" de lo sagrado, sino «ministro y dispensador de los misterios de Dios» (1 Co 4,1). Cuando celebra los sacramentos lo hace, no como quien ha recibido un encargo que le es, en el fondo, ajeno; sino como quien realiza una acción para la cual ha quedado configurado su mismo ser. Al ofrecer el sacrificio del altar sabe que debe ofrecerse a sí mismo junto con él; y ese ofrecimiento determina el tono de su oblación total, a lo largo de los quehaceres de cada jornada.

Finalmente, el sacerdote es también pastor. Su participación en la función real de Cristo le lleva a identificarse plenamente con el Buen Pastor (cf. Jn 10,11-16). Por la unción y el mandato apostólico queda instituido como guía de una porción del rebaño de Cristo; rebaño que él convoca, preside, dirige, une y organiza en el nombre de Jesús.

Eso implica que ha sido llamado a ejercer una autoridad. Pero su autoridad no es otra que la del Hijo del hombre «que no vino para ser servido, sino para servir» (Mt 20,28 ). El oficio de pastor pide corazón de pastor. La virtud más importante del buen pastor es la misma del Buen Pastor: la caridad.

Con la ordenación se confiere al joven una gracia especial de caridad, porque la vida del sacerdote tiene sentido sólo como actuación de esa virtud. Los cristianos esperan del sacerdote que sea hombre de Dios y hombre de caridad. Puesto que Dios es amor, el sacerdote nunca podrá separar el servicio de Dios del amor a los hermanos; el sacerdote, al comprometerse en el servicio del reino de Dios, se empeña en el camino de la caridad.

La caridad, atributo esencial del mismo Dios (cf. 1 Jn 4,8 ), viene a ser como el alma del sacerdocio que lo representa entre los hombres.

Pero el amor florece solamente en el terreno de la humildad. Sin ella la autoridad dejará de ser servicio, ministerio. El corazón soberbio dondequiera que esté colocado es ruin, recalcitrante, amargo, cruel. Un sacerdote soberbio es una antítesis del Cristo Evangélico: no acerca, sino que aun sin percibirlo, aleja a las almas de Dios.

Profeta, sacerdote, pastor. Tres funciones distintas, pero que están íntimamente relacionadas entre sí, se despliegan recíprocamente, se condicionan también recíprocamente y recíprocamente se iluminan.


Testimonio sacerdotal

Ha quedado claro cómo la misión sacerdotal nace de la configuración del ministro con Cristo en virtud del carácter sacerdotal que conforma tanto su ser como su obrar. Pero no basta. A la identificación sacramental con Cristo debe corresponder la identificación vital, experiencial, espiritual del sacerdote con su Maestro. Y, por otra parte, nunca realizará genuinamente su misión el sacerdote que no haya logrado parecerse vitalmente al Buen Pastor. Por eso el Vaticano II exhorta vehementemente a todos los sacerdotes a que... se esfuercen por alcanzar una santidad cada vez mayor, ya que la santidad misma de los presbíteros contribuye en gran manera al ejercicio fructuoso del propio ministerio. La autenticidad de su vida sacerdotal y la eficacia de su ministerio dependen de su unión profunda a la Vid, sin la cual "no pueden hacer nada" (cf. Jn 15,5). Esa transformación existencial que hace de ellos "otros Cristos" no solamente por el sacramento, sino también por su vida, es condición indispensable para que su presencia en el mundo llegue a ser salvífica, como la del Señor.

La personalidad sacerdotal debe ser para los demás un signo claro y límpido. Ésta es la primera condición del servicio pastoral de los sacerdotes. Los hombres, de entre los cuales han sido elegidos y para los cuales han sido constituidos sacerdotes, quieren, sobre todo, ver en ellos ese signo. Y tienen derecho a ello. A pesar de las apariencias, los hombres piden un sacerdote que sea consciente del sentido pleno de su sacerdocio: el sacerdote que cree profundamente, que manifiesta con valentía su fe, que reza con fervor, que enseña con íntima convicción, que sirve, que pone en práctica en su vida el programa de las bienaventuranzas, que sabe amar desinteresadamente, que está cerca de todos.

El sacerdote así, el verdadero sacerdote, es testimonio vivo de los valores eternos; su persona representa un misterio indescifrable para muchos, es un reclamo inacallable de lo divino, testimonio luminoso de la presencia y la eficacia de Dios en el mundo. En medio de este mundo contemporáneo en el que tantos hombres buscan desesperadamente su propia seguridad existencial en el progreso científico y técnico, en el poder, en el dinero, en la comodidad, el sacerdote testifica con su vida que sólo Cristo es la solución a todos los enigmas del hombre, que sólo Cristo es capaz de satisfacer los anhelos más profundos del corazón humano, que sólo Cristo es digno de fe.

Una identidad y una misión verdaderamente sublimes, muy por encima de lo que cualquier hombre habría podido imaginar. Y, sin embargo, estamos hablando de seres humanos como todos los demás.


Preguntas para el foro

1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?


Preguntas y comentarios a los moderadores:

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frsalomon
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Registrado: 18 Nov 2008
Mensajes: 20
Ubicación: Washington DC

MensajePublicado: Mie Nov 26, 2008 2:00 pm    Asunto: Sacerdote, profeta y rey
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

Sacerdote: Tomar conciencia que solamente somos intrumentos para que el ÜNICO SACERDOTE JESÚS, siga intercediendo por su Pueblo, de manera especial por la administración de los Sacramentos. Esta mediación también la ejerce en la oración litúrgica cuando se hace uno con JEsús Cabeza del Cuerpo de la Iglesia e intercediendo por todo el Pueblo de Dios de todos los tiempos y lugares. El Sacerdote se santifica y santifica a los otros ejerceciendo su ministerio de intrumento en el ÚNICO MEDIADOR.

Profeta: En primer lugar, Ser Voz de los que no tienen Voz, especialmente de los más pobres entre los pobres. Anunciando y denunciando a la Luz de la Palabra de Dios. También el ser Profeta del Sacerdote lo debe llevar, como a San Pablo, a estar en los Medios de Comunicación sin descuidar el contacto personal, al estilo de Jesús.

Rey: El Rey Jesús nos explicó muy bien en el lavatorio de los pies como debe ser su Reinado entre nosotros. Los sacerdotes estamos llamados a ser siervos de nuestros hermanos y hermanas, llenando nuestros corazones con el Amor Misericordioso del Corazón de Jesús para derramarlo en este mundo lleno de desamor. Especialmente se trata de estar DISPONIBLES para la dirección espiritual (Tan poco practicada), para la confesión y en el acompañamiento de los grupos de apostolado. Si se es párroco haciéndose jóven con los jóvenes, cursillista con los cursillistas, carismático con los carismáticos, etc. etc. ACOMPAÑANDO AL PUEBLO DE DIOS EN PERSONA, DE CERCA,...Visitando los hogares...

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva ?

La Misión es esencial del Sacerdocio en sus tres dimensiones tal como hemos indicado antes. Un sacerdote postrado en su cama de enfermo continúa su misión de Víctima e, incluso, puede que en ese estado sea cuando más trabaje para la santificación propia y de sus hermanos.

_________________
P. Víctor Salomón
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marta aguirre
Esporádico


Registrado: 11 Feb 2007
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MensajePublicado: Mie Nov 26, 2008 2:48 pm    Asunto: La Formacion Integral del Sacerdote...
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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El sacerdote es Profeta porque esta llamado a anunciar la Buena Nueva del Reino, que ya esta vigente, y a enviar a sus feligreses a llevar su mismo mensage, es Sacerdote porque nos hace presente, por medio de la Eucaristia la promesa y compromiso de Cristo Muerto y Resucitado: Yo estare con Uds.todos los dias hasta el fin de los tiempos, Él representa ante su feligresia a Cristo Resucitado, y es Rey porque como representante de Jesucrito Rey del Universo apacienta a su rebaño.

La obligación del sacerdote es sembrar fe esperanza y caridad entre los hombres, si no lo hace no esta cumpliendo con el mandato de la Trinidad Santa
_________________
con verdad no ofendo ni temo
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Jean Carlos Moreno Ariza
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Registrado: 22 Nov 2008
Mensajes: 3

MensajePublicado: Mie Nov 26, 2008 4:58 pm    Asunto: Puesto en favor de los hombres...
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey? La misión del sacerdote solo se entiende como participación del Sacerdocio del Sumo y Supremo Sacerdote, Jesucristo. Solo allí tiene origen y sentido todo sacerdocio ministerial. Es Cristo Sacerdote quien a través de sus ministros, configurados con Él en virtud del carácter sacramental, da culto al Padre y santifica a los hombres, puesto “que está destinado en favor de los hombres en las cosas que se refieren a Dios”. De allí que la misión del sacerdote católico es ser instrumento de santificación en las manos del Único y Eterno Sacerdote. Pero este “ser instrumento” no debe considerarse como una acción “funcional y fría”, al modo como se instrumentaliza muchas veces la persona en una sociedad hedonista, sino como una “instrumentalización” de amor, donde el hombre que presta su humanidad al servicio ministerial es elevado, en lo más íntimo de su ser, a cotas que solo desde la fe se pueden apreciar.

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?
Nunca. Cuando un hombre es consagrado sacerdote esa consagración comporta ínsita una misión, la que define la carta a los Hebreos en la cita apuntada más arriba. Esta misión consiste en la de ser profeta, anunciando la Buena Noticia de la salvación a todos los hombres y denunciando, con la fuerza de esa Buena Noticia, lo que se opone a ella, es decir, al pecado que mancilla la dignidad del hombre redimido por Cristo. Su misión es ser sacerdote, lo que conlleva dar culto al Padre santificando al pueblo de Dios, de modo especial en el ofrecimiento del sacrificio Eucarístico, “ofrenda agradable a Dios y salvación para todo el mundo”. Esta misión es también la de ser rey al modo como lo enseñó el Maestro: Sed quia maior est in vobis, fiat sicut iunior, et, cuia praecessor est, sicut ministrator, como el que sirve. El Verbo de Dios, al tomar nuestra condición humana, “se despojó de su rango y pasó por uno de tantos” y se hizo servidor de todos. Se hizo Pastor de los más humildes y marginados y a todos enseñó el camino para ir al Padre: su propio rostro. Así todo sacerdote debe “reinar” sirviendo a los demás, a imagen del Buen Pastor, que da la vida por sus ovejas.
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José Mauricio Altamirano
Constante


Registrado: 30 Nov 2005
Mensajes: 740

MensajePublicado: Mie Nov 26, 2008 5:53 pm    Asunto: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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"Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo este con todos ustedes"

1.Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos?

Tal como dice san Pablo y así como Jesucristo ofreció dones a los suyos y se sacrifico por nuestros pecados, por mis pecados, así el sacerdote hoy en día y siempre, como representante de Jesucristo Dios mismo Hecho Hombre , tiene la autoridad por Jesucristo misma otorgada para ofrecernos dones, como el perdón de nuestros pecados, como el bautismo, como la misma Eucaristía un encuentro personal con Jesucristo,.
De igual forma se sacrifica en su soledad, orando, siendo tentado, como lo fue Jesucristo.
Y aprovecho para citar algo que escribió San Juan Crisóstomo sobre esos dones otorgados a los sacerdotes: Ni siquiera a los Ángeles y Arcángeles se los otorgó.

Lo que los sacerdotes hacen aquí abajo, Dios lo ratifica allá arriba;
la sentencia de ellos es confirmada por el Señor. ¿Qué otra cosa es esto, sino haberles concedido todo el poder de Dios mismo? A quienes perdonareis—dice—los pecados, les serán perdonados; y a quienes se los retuviereis, les serán retenidos (Jn 20, 23). ¿Qué poder puede haber mayor que éste?

Si hasta los mismos judíos y fariseos se preguntaban.¿y este quien es, que hasta perdona los pecados?

Todo el juicio se lo ha dado el Padre al Hijo; pero yo veo que ese juicio ha sido a su vez totalmente puesto por el Hijo en manos de sus sacerdotes.

¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

Tal como ustedes lo dicen: Entendieron que la consagración sacerdotal recibida en el cenáculo estaba inseparablemente unida a su deber evangelizador. Es decir, profeta, evangelizador, con dones otorgados a ellos por el mismo Rey de Reyes.
Sacerdote como mediador autorizado para ofrecer sacrificios a Dios en reconocimiento de Su dominio supremo y en expiación por los pecados.
Y ofrecer sacrificios solo a Dios. No como hacen otros en algunas sectas o grupos mal llamados sacerdotes que ofrecen sacrificios según sus conceptos de la divinidad. Nuestros sacerdotes deben ofrecer sacrificios solo a Dios.

Finalmente, el sacerdote es también pastor. Su participación en la función real de Cristo le lleva a identificarse plenamente con el Buen y único Pastor. Por la unción y el mandato apostólico queda instituido como guía de una porción del rebaño de Cristo; rebaño que él convoca, preside, dirige, une y organiza en el nombre de Jesús.
Eso implica que ha sido llamado a ejercer una autoridad. Pero su autoridad no es otra que la del Hijo del hombre «que no vino para ser servido, sino para servir».Un verdadero Rey de Reyes.

2.¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?

Bajo el criterio de que solo Jesucristo es digno de fe, nunca se podrá separar la misión de lo que implica ser sacerdote.
Sin la dignidad del sacerdocio y por lo tanto de su misión no podríamos salvarnos ni alcanzar los bienes que nos han sido prometidos. Porque si nadie puede entrar en el reino de los cielos, si no es bautizado; de igual forma aquel que no recibe el cuerpo y la sangre de Jesucristo Dios mismo Hecho Hombre y todo esto sólo podemos cumplirlo por las manos santas del sacerdote. Por lo tanto no puede existir separación alguna.
Mauricio
"Cuando sientas que ya no sirves para nada, todavía puedes ser Santo"(San Agustín)
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saccap
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Registrado: 21 Nov 2008
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MensajePublicado: Mie Nov 26, 2008 6:00 pm    Asunto: Curso la Formación íntegral del Sacerdote católico
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. La misión del Sacerdote es vivir el único y permanente sacerdocio de Cristo.
*Significa hoy y siempre asemejarse a Cristo: Sumo y Eterno Sacerdote, que enseña -profeta-, que se da en lo sagrado -sacerdote- y que ama como Buen Pastor a sus ovejas -Rey-.

2. No se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva, porque el carácter sacerdotal es signo de configuración con Jesucristo: Profeta, Sacerdote y Pastor.
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Registrado: 19 Nov 2008
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MensajePublicado: Mie Nov 26, 2008 6:20 pm    Asunto: puesto en favor de los hombres
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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!Quien como Dios!!

1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?
Dios siempre ha querido que nosotros participemos de su obra, en la biblia existen muchos ejemplo de eso, uno de los mas remarcables logicamente es la Virgen María, Dios pudo nacer o aparecer sin ayuda alguna, pero se quiso servir del hombre para su obra. Al participar de su obra nos hacemos servidores y colaboradores innecesarios de su mision, y al colaborar nos sentimos gozosos. Y lo hace para que nuestro gozo sea completo.
Cristo es el unico mediador, sacerdote, rey, profeta, y todo lo demás, pero en especial es el unico y gran modelo de perfeccion, en todos los sentidos.
El sacerdote esta puesto en favor de los hombres para ser un instrumento visible y sacramental ante los demas hombres.
El sacerdote es sacado de entre los hombres para interceder en la cosas de Dios ante el mismo Dios.
Ser profeta hoy es no tener miedo anunciar la buena nueva del evangelio, perder los respetos humanos y quemarse en celo por las almas que no conocen a Cristo.
Ser rey es ser rey al modo de Cristo, es decir pastor, llevar a las ovejas a Dios, y amar tanto a su grey que este dispuesto a dar la vida por ellas.
En el caso del sacerdote es dar la vida por Cristo. Hacer su plena voluntad en todo momento.
Sacerdote hoy logicamente con la impesión del caractes sacramental en la imposicion de manos. Ofrecer el sacrificio de la misa en propiciacion de los pecados del mundo entero, y acabar con el pecado en la confesion, etc

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?
Nada se puede concebir fuera del contexto en que fue hecho. Cada cosa tiene una mision que cumplir y el sacerdocio si no lo mueve el amor a Cristo y a las almas, si no lo mueve el estar a favor de los hombres ante Dios, si no lo mueve la necesidad que tienen las almas pecadoras de arrepentirse, no duraría mucho tiempo en el ministerio, pues es un trabajo arduo al que solo lo mueve el amor.

Su hermano en Cristo

Roberto
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Registrado: 11 Nov 2008
Mensajes: 5

MensajePublicado: Mie Nov 26, 2008 6:22 pm    Asunto: 1.2 Puesto en favor de los hombres... (RESPUESTA)
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos?

El mismo texto de la epístola a los Hebreos puede indicarnos una respuesta. Porque, en realidad, el autor ha trazado una descripción del sumo sacerdote, únicamente para presentarnos la figura de Cristo, el verdadero Sumo Sacerdote. La epístola a los Hebreos, al contemplar en clave sacerdotal el cuadro de la Pasión, subraya la participación que tuvo la humanidad de Jesús. Aquella tarde todo tuvo tono de súplica, de intercesión por los hombres. La muerte del Hijo de Dios obtuvo la salvación de sus hermanos. Por ello, la entera regeneración del género humano es obra de la acción sacerdotal de Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre.

¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

Jesucristo, en cuanto profeta, dedicó su ministerio al anuncio de la Buena Nueva , y envió a sus discípulos a hacer otro tanto; ése fue su último encargo: «id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación» .
Desde entonces los discípulos comprendieron que eran "enviados", "apóstoles" de la Palabra que se había hecho carne. Entendieron que la consagración sacerdotal recibida en el cenáculo estaba inseparablemente unida a su deber evangelizador.
La función sacerdotal de Jesucristo, culminada al ofrecerse a sí mismo como Víctima Pascual, es prolongada también por el ministerio sacerdotal. Los primeros sacerdotes de la Nueva Alianza, a quienes el Maestro confió sus sacramentos, comprendieron que su misión profética no podía separarse de su función sacramental. Por eso los miembros de la primera comunidad «acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones».
Finalmente, el sacerdote es también pastor. Su participación en la función real de Cristo le lleva a identificarse plenamente con el Buen Pastor. Por la unción y el mandato apostólico queda instituido como guía de una porción del rebaño de Cristo; rebaño que él convoca, preside, dirige, une y organiza en el nombre de Jesús.
Profeta, sacerdote, pastor. Tres funciones distintas, pero que están íntimamente relacionadas entre sí, se despliegan recíprocamente, se condicionan también recíprocamente y recíprocamente se iluminan.

¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?

La misión sacerdotal nace de la configuración del ministro con Cristo en virtud del carácter sacerdotal que conforma tanto su ser como su obrar. Pero no basta. A la identificación sacramental con Cristo debe corresponder la identificación vital, experiencial, espiritual del sacerdote con su Maestro. Y, por otra parte, nunca realizará genuinamente su misión el sacerdote que no haya logrado parecerse vitalmente al Buen Pastor.
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jguerras100
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MensajePublicado: Mie Nov 26, 2008 6:47 pm    Asunto: Re: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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b]Preguntas para el foro[/b]

1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote,
¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos?
Simplemente es la continuación y presencia del Cristo Vivo y por mandato del mismo Cristo.

¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

No solamente el profeta es quien enseña, sino quien anuncia el reino de Dios en las cosas cotidianas como quien denuncia su ausencia en las cosas cotidianas o “religiosas” o sociales, o políticas, o culturales, etc.
Tampoco el ser sacerdote es únicamente el celebrar culto litúrgico, sino saber bendecir, consolar, acudir al llamado de auxilio de la oveja y dar la vida por ella.

Y el ser Rey no es para gobernar como el mundo, sino más bien para servir con caridad y justicia, con misericordia pero con empatía y no por tener seguidores o sirvientes sino mas bien llevar a Cristo a todas esas almas, y representar a Cristo dignamente y como él lo pidió, mostrándoles a toda creatura lo que ya el mismo Cristo nos ha enseñado.


2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?

Es imposible dado que la misión es la razón de existir o de ser, por lo cual un sacerdocio que no cumpla fielmente la voluntad de Dios y su Hijo enviado Cristo Jesús, es no cristiano.
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padrejuliocesar
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MensajePublicado: Mie Nov 26, 2008 8:48 pm    Asunto: El ser y quehacer del sacerdote
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?
La misión del sacerdote se entiende en razón de su ser. El sacerdocio en el Antiguo Testamento tenía una función cultual, es decir, que el sacerdote era el único que podía ofrecer los sacrificios a Dios. Cristo, es sumo y eterno sacerdote, no solamente porque ofrece un sacrificio, sino porque él se hace sacrificio; es el Sacerdote y, a la vez el Cordero que se inmola.
Así, el ministro sacerdotal, consciente de que su ser es Cristo, comprende que su misión es la de ofrecer el sacrifico eucarístico para santificación del pueblo santo de Dios en la administración de los demás sacramentos, y ofrecerse en su vida pastoral.

¿Qué quiere decir que el sacerdote es profeta? En primer lugar en su anuncio de la Verdad que es Cristo. En el sacerdote no cabe la posibilidad de la mentira y, por ende de la incoherencia de vida, porque toda su vida es un estar en contacto con el misterio, con el Señor encarnado y resucitado. Sin embargo, anunciar la verdad, conlleva también a defenderla, pero hago hincapié, no es defender “mis ideas”, “mis verdades” porque puede ser que éstas no estén enraizadas en el Señor. Defender a Cristo, la Verdad de todo ser humano es defender la vocación a la vida, la libertad, la dignidad de la persona humana, la justicia y el derecho por los más pobres e indefensos.
En segundo lugar, ser profeta es, por ende, denunciar lo que no es digno del hombre por la incompatibilidad con la salvación dada en Cristo. Lo que es necesario subrayar, a este respecto, es que la proclamación del evangelio consiste en una persuasión, no en una imposición. Por esta razón, el testimonio aparece como la mejor manera de inculturar el evangelio, pues como decía el beato Miguel Agustín Pro: “cuando nos falten las palabras evangelicemos con el testimonio”. Solo mediante el recto obrar (aspecto externo) y una vida verdaderamente anclada en Cristo (aspecto interno) se consigue animar en vocaciones verdaderamente cristianas; en la que todo fiel incorporado al Cuerpo místico de Cristo, que es la Iglesia, participa en razón de su bautismo la misión profética, sacerdotal y real.
Y por último, el sacerdote como rey, expresa la dimensión humilde y obediente para servir como Cristo, el manso y humilde que no vino a ser servido sino a entregar su vida por muchos.

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?
No, no se puede concebir la misión sin el sacerdocio, o bien, no se puede separar el quehacer del ser, ni el ser del quehacer, ambas constituyen una unidad que es esencial.

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"La gloria del hombre es Dios". Ireneo de Lyon
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Mario Alberto Aldana, sdb
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Registrado: 23 Nov 2008
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MensajePublicado: Mie Nov 26, 2008 9:47 pm    Asunto: 1.2 puesto a favor de los hombres
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

El texto de reflexión es claro que la dimensión sacerdotal de Cristo está en función de que él mismo se hizo sacrificio al Padre y con ello redime a toda la humanidad. La persona del sacerdote es configurado por el mismo Cristo para hacer presente ese sacrificio en forma plástica, no como discurso, sino como redención en acción, una redención que se mantiene en la historia hasta su segunda venida.
La triple dimensión profetica, sacerdotal y regia es la forma en que la tradición del AT se actualiza en el NT y en la espera del Redentor al final de los tiempos.


2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?

Al ser un sacramento que imprime caracter recosntruye la naturalieza del consagrado y lo hace totalmente reservado a Dios. Pero no deja de ser humano con debilidades y tentaciones, pero que solo en la viviencia de la llamada se convierten en expresión del amor de Dios cuando actua en persona chriti. Es claro que el testimonio puede ser vaciado de sentido si el sacerdocio se vuelve un estado social, una función, un puesto en la estructura. El Sacerdocio debe ser contracorriente y hacer sentir que Dios es Alegría y compasión, es entrega y felicidad, es perdón y don de sí. Y esto no tiene edad ni posición social, ni límite de credo. Si un sacerdote no puede hacer sentir el amor de Dios es que no fue formado para eso y es responsabiliad de los que lo presentan y de él mismo que no puede cambiar lo que Dios espera de él para construir el Reino
_________________
Pbro. Mario Alberto Aldana, sdb
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Salomón Orlando
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Registrado: 11 Nov 2008
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MensajePublicado: Mie Nov 26, 2008 10:52 pm    Asunto: Respuestas de puesto en favor de los hombres
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1.-el sacerdote "está puesto en favor de loa hombres en lo que se refiere a dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados" (Hb 5,4) Dios lo a puesto al servicio de los hombres. Un servicio que tiene su propia especificidad en las cosas que se refieren a Dios, y que se realiza especialmente en el servicio sacramental.

2.-significa la función de enseñar ofrecer el culto y guiar al pueblo ser el sacerdote que realiza su mision como profeta,sacerdote, y rey

3.-nunca se realizará genuinamente su misión el sacerdote que no haya logrado parecerse vitalmente al Buen pastor. por eso el Vaticano II exhorta vehementemente a todos los sacerdotes a que se esfuercen por alcanzar una santidad cada vez mayor.
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jeankarlo
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Registrado: 20 Nov 2008
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MensajePublicado: Mie Nov 26, 2008 11:22 pm    Asunto:
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

Comosacerdotes, debemos ser conscientes que el ministerio que se nos ha confiado es por gracia de Dios y, es participación del sacerdocio de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote y que, por lo tanto, de esa manera debemos obrar, conscentes de nuestra nada, pero con el don maravilloso de ser solo instrumentos donde Dios obra y participa su amor a los hermanos y, en la que el hombre-sacerdote consciente de ser Alter Christus, debe testificarlo con todo su ser y su obrar.

Lo mismo que ha significado siempre, solo que en muchos de nosotros o muchos de nosotros, le hemos dado un enfoque a nuestra manera y quizá a nuestra conveniencia: predicando, solo en la Homilía, sirviendo solo sacramentalmente y presumiendo muchas veces el poder como que si fuera realmente nuestro y no de Cristo quien nos lo participa, en virtud del sacramento que se nos ha conferido por su gracia.

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?

De ninguna manera, una cosa siempre lleva a la otra, como sacerdotes sabemos conscientemente cual es nuestra misión y, si queremos ser tales, debemos ejercer el sacerdocio coherentemente, siendo en el pueblo y para el pueblo, verdaderos ministros de Dios en el servicio generoso e incondicional movidos por el amor.

P. Juan Carlos Peña Pelayo
padrechispirrin@hotmail.com
Bendiciones para todos. El Buen Dios con nosotros.
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Pbro. Francisco Rodríguez
Esporádico


Registrado: 22 Nov 2008
Mensajes: 30

MensajePublicado: Jue Nov 27, 2008 1:14 am    Asunto: 1.2 Re: Puesto en favor de los hombres...
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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Envío un saludo a todos los participantes en el foro.
Que el amor y la esperanza de Dios llenen sus corazónes.

1. Si Cristo es verdadero, único y sumo sacerdote ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos?
Tal y como la carta lo expresa. En la identidad sacerdotal el llamado y la misión son inseparables. Dios llama, por la ordenación nos configura sacramentalemnte con Cristo y participamos de su misión. La misión de Cristo se prolonga a través de nuestro ministerio. El sacerdote no realiza algo distinto a Cristo. Todo lo que el sacerdote realiza en su vida debe hacerlo con la conciencia de que Dios lo llamó y con humildad y obediencia debe realizar la misma misión de Cristo.

¿Qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?
Que en el momento presente, como sacerdotes, identificados con Cristo y participando se su sacerdocio eterno, el ministerio lo debemos seguir desempeñando con la misma visión de Cristo: Como profetas, anunciar, enseñar, instruir, formar; como sacerdotes, ofrecer el más perfecto culto a Dios por la correcta celebración de los sacramentos y una vida de oración; y reyes, seguir pastoreándo, es decir, dirigiéndo y conduciéndo la Pueblo de Dios.

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?
De ninguna manera, eso no es posible; ya que si se diera el caso de poder separar llamado y misión, si el sacerdote realizara una misión distinta, ya no sería la de Cristo; a lo más expondría opiniones propias, con buena intención, pero no sería la misión de Cristo.
El sacerdote ha sido consagrado para reproducir en sí la misma vida de Cristo. El sacerdote que no cumple con la misma misión de Cristo, no es verdadero sacerdote. Desvirtúa su ser sacerdotal.
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Fr. Diego Montoya Naranjo
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Registrado: 08 May 2007
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Ubicación: Bogotá Colombia

MensajePublicado: Jue Nov 27, 2008 2:13 am    Asunto: 1.2.mPuesto en favor de los hombres
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿Qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?
R/ La misión del sacerdote no puede ser entendida sino como prolongación de la vida de Cristo entre los hombres: “a favor de los hombres en lo que se refiere a Dios”, OFRECER, ANUNCIAR, DENUNCIAR Y SERVIR”, a los hombres en todo lo que es necesario para llevarlos a Dios. No puede ser actor que reemplaza un papel ,l – el de Cristo -, es necesario que sea “el Cristo mismo” que sigue actuando en medio de los hombres.
Ser Profeta hoy es ser capaz de defender los principios morales cristianos, por encima de cualquier interés contrario.
Ser Sacerdote significa comprometerse con todo su ser a proclamar a tiempo y a destiempo y por encima de sus propias comodidades el Evangelio de Jesucristo.
Ser Rey significa ponerse al servicio de sus hermanos, incondicionalmente, sea cual fuere su condición, raza o creencia.

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva.
R/ de ninguna manera podrá separarse, sería lo mismo decir que es médico, porque tiene en su oficina colgado el título otorgado por la entidad educativa correspondiente, mientras sus pacientes tienen que acudir a otro consultorio para ser atendidos o dejarse morir, por falta de atención. Deberíamos leer al profeta Ezequiel; también el sermón de San Agustín sobre los pastores, es muy claro al respecto.
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!Hola! soy religioso agustino recoleto, actualmente promotor vocacional en Bogotá Colombia
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Marcelo E Amaya
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Registrado: 25 Nov 2008
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Ubicación: Argentina

MensajePublicado: Jue Nov 27, 2008 2:21 am    Asunto: Puesto en favor de los hombres...
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?
La expresión de la carta a los Hebreos: "Tomado de entre los hombres y puesto para intervenir en favor de los hombres en todo aquello que se refiere al servicio de Dios", expresa la profundidad y el misterio de la identidad del sacerdote. Realmente deberíamos quedarnos horas meditando este texto. Llevar adelante el sacerdocio de Cristo no es tarea sencilla para quienes hemos sido revestido de carne mortal signada por el pecado, pero el Señor ha confiado una gracia especial propia del sacramento del Orden, con la que los llamados por Dios pueden ir configurando su vida y ministerio con la persona de Cristo Buen Pastor. Requiere del sacerdote una mirada atenta a los rasgos esenciales del sacerdocio de Cristo, para que cada día en la tarea diaria de la vida pueda ir encarnando vivencialemente las palabras y acciones del Señor, aún en los rostros particulares de cada ministro de la Iglesia.
Debemos tener en cuenta que en la actualidad surgen figuras en los distintos ambientes que deforman el sentido de las palabras profeta, sacerdote y rey. Tenemos falsos profetas por montones en los medios y sacerdotes equiparados a chamanes, ni hablar de la figura del rey, algo casi extinguido, salvo en las películas. Presentar a Cristo, esa es la tarea, en sus tres funciones: Jesús profeta entre los que no tienen voz a causa de las injusticias; sacerdote que santifica y eleva las plegarias al Padre por el pueblo que sufre y que necesita de la esperanza para seguir; el Rey-Pastor que guía a su gente por el camino de la vida en medio de una cultura que prefiere la muerte.
2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?
Salvando las distancias, sería como un médico sin enfermos, un maestro sin alumnos, una carrera sin meta, un alpinista sin montaña. Parecen falaces las expresiones, pero pensándolo bien la vida del sacerdote puede ser falaz cuando ha perdido el sentido de su misión; un sin sentido, un vacío existencial, porque en realidad se vació el contenido de su sacerdocio, el elemento esencial. Por lo tanto, no se puede concebir el sacerdocio de la misión que conlleva, sería fatal admitir otra cosa.

Marcelo
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Ma Socorro A. Reyes López
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Registrado: 16 Jun 2008
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MensajePublicado: Jue Nov 27, 2008 2:29 am    Asunto:
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?
El sacerdote «está puesto en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados» (Hb 5,4). Dios lo ha puesto al servicio de los hombres. Un servicio que tiene su propia especificidad en las cosas que se refieren a Dios, y que se realiza especialmente en el servicio sacramental. Todavía hoy, «único Mediador entre Dios y los hombres» (1 Tm 2,5; cf. Hb 8,6), Jesucristo, intercede ante el Padre por sus hermanos los hombres, y como Dios que es, trae del cielo la salvación y la gracia. Jesucristo es, pues, el Sacerdote de la Nueva Alianza. Por eso mismo sólo Cristo puede decir una palabra definitiva sobre la identidad y el ministerio sacerdotal. No hay otro modelo de sacerdote fuera de él. En ese sentido, sí se da una fisonomía esencial del sacerdote, que no cambia. El sacerdote de mañana, no menos que el de hoy, deberá asemejarse a Cristo. Cuando vivía sobre la tierra Jesús ofreció en sí mismo el rostro definitivo del presbítero, realizando un sacerdocio ministerial del que los apóstoles fueron los primeros en ser investidos. Sacerdocio que está destinado a durar, a reproducirse incesantemente en todos los períodos de la historia. El presbítero del tercer milenio es el continuador de los presbíteros que, en los milenios precedentes, han animado la vida de la Iglesia. Y la vocación sacerdotal continuará siendo la llamada a vivir el único y permanente sacerdocio de Cristo.

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?
Como Cristo, el sacerdote tendrá que viajar, predicar, atender enfermos, ayudar a los necesitados, celebrar el culto divino, organizar y administrar... Pero sabe que, como Cristo, debe hacerlo todo, desde el acto más sublime de la celebración de la Eucaristía hasta el más pequeño del resto del día, viviendo su vocación sacerdotal como salvador de las almas y glorificador de Dios, por Jesucristo, en Jesucristo y con Jesucristo. El signo que el carácter deja en el alma del sacerdote lo convierte en propiedad especial de Dios. Es de Dios y para Dios a título exclusivo. Queda compenetrado con Dios. Esto no sólo por el movimiento que lanza al hombre a Dios, sino también en cuanto que, en él, Dios sale al encuentro de la humanidad para salvarla. El carácter sacerdotal es signo, de configuración con Jesucristo. Por eso cuando se dice que el sacerdote es alter Christus no se afirma que le representa por una delegación externa, sino que la figura de Cristo sacerdote ha sido impresa en su alma. Pablo VI no dudó en exclamar: En virtud del sacramento del orden, os habéis hecho partícipes del sacerdocio de Cristo hasta tal extremo que vosotros no solamente representáis a Cristo, no sólo ejercéis su ministerio, sino que vivís a Cristo; Cristo vive en vosotros.
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Galdino Pérez
Esporádico


Registrado: 20 Nov 2008
Mensajes: 26

MensajePublicado: Jue Nov 27, 2008 2:35 am    Asunto:
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿Qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

Cristo es el único y sumo sacerdote, pero, como se ha dicho, “los demás, todos los sacerdotes del nuevo Pueblo de Dios, no son sino prolongaciones de su único sacerdocio, del cual participan sacramentalmente, porque él así lo dispuso”. El hombre es sacerdote por participación, para que por su medio, Cristo siga cerca de los más necesitados.
Ahora bien, respecto a la segunda pregunta, podemos afirmar en primer lugar, que Cristo vino a anunciar la Buena Nueva, Buena Noticia. De la misma manera los discípulos-sacerdotes deben hacerlo, ya que su consagración exige este deber, evangelizar. Además el ser profeta le sigue ser sacerdote, es decir, ofrecer el sacrificio en nombre del pueblo y suyo; y en este ofrecimiento, está la oblación total que hace de sí mismo día con día. Y, finalmente, como se ha dicho “su participación en la función real de Cristo le lleva a identificarse plenamente con el Buen Pastor. Por la unción y el mandato apostólico queda instituido como guía de una porción del rebaño de Cristo; rebaño que él convoca, preside, dirige, une y organiza en el nombre de Jesús. Así, pues, los tiene que hacer al estilo de Jesús, movido por amor.

¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?
No. Cuando Dios llama lo hace para encomendar una misión, y nadie puede ser sacerdote sin una misión concreta.
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Jose Antonio Bohuytron
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Registrado: 11 Nov 2008
Mensajes: 1

MensajePublicado: Jue Nov 27, 2008 2:46 am    Asunto: Puesto en favor de los hombres
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos?
La misión el sacerdote actual, participa del unico sacerdocio de Jesucristo, porque el caracter sacramental, ha hecho de él alter Christus. Esto es lo maravilloso y lo divino, que se obra en la persona del sacerdote.

¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?
Significa ejercer mediante el ministerio sacerdotal, la predicación de la Palabra de Dios, el ejercicio y la presidencia del culto, y la conducción y guía del pueblo de Dios con un servicio y un testimonio de vida de santidad.

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?
Eso jamas. Hay un principio que dice, el obrar sigue al ser. Si el ser del sacerdote es ser otro Cristo, su obrar no puede ser sino la prolongación de la misión de Cristo en la tierra.
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Monica L. Moreno y G.
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Registrado: 18 Feb 2007
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Ubicación: Mexico D.F.

MensajePublicado: Jue Nov 27, 2008 4:55 am    Asunto: Comentario Respuesta
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1.- Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos?

Desde el inicio de la historia de la Salvación. En la historia de la Salvación, el sacerdocio en el tiempo del antiguo testamento era el único que podía, hacer sacrificios para Dios., Dios a querido una participación del Hombre, en su gran obra, ahora bien, la misión del Sacerdote se comprende por la misma razón de su ser.

La misión del sacerdote, se comprende, de la participación del Sacerdocio del Sumo y Supremo Sacerdote, Cristo. Entonces tiene sentido todo el sacerdocio ministerial. Es Cristo Sacerdote quien a por medio de sus sacerdotes, unificándose con Él, en virtud del carácter sacramental, da culto al Padre y santifica a los hombres, puesto “que está destinado en favor de los hombres en las cosas que se refieren a Dios”.
Entonces el sacerdote es tomado entre los demás hombres, para que sea instrumento visible y sacramental ante los demás hombres, pero el actúa in persona Cristi, para interceder, pero es Cristo el que se inmola y se ofrece.

Por lo tanto, podemos decir que el Sacerdote, debe de estar consciente de que su ser es Cristo, entiende, comprende y se entrega a su misión, que es la de ofrecer el sacrifico eucarístico, la administración de los sacramentos, ofrecerse a su vida pastoral, esto sirve para santificación del pueblo de Dios

1.1.- ¿Qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

Profeta es el no tener miedo, ya que la verdad que es Cristo y anuncia la buena nueva del evangelio, perder las sumisiones humanas y tener un celo por las almas que no conocen a Cristo. El profeta anuncia, y lleva consigo el valor de la Fe, su Esperanza en anunciar y la Caridad de dar a conocer a Jesús.

El sacerdote católico debe de es ser instrumento de santificación, de el y del pueblo santo de Dios, recordando que en sus manos consagradas se unen con las manos del Único y Eterno Sacerdote. Es una acción de amor y de entrega de Jesús, que se ve reflegado en el Sacerdote que por amor y entrega sirve como instrumento, que presta su humanidad al servicio ministerial.

Rey en la formo y modelo de Cristo, como en el momento de el Lavatorio, es decir humilde, que no vino ha ser servido, sino ha servir. No vino ha crear guerra ya que es manso, es obediente hasta la muerte, vino a ser pastor y llevar y guiar a las ovejas hacia Dios, es capaz de sacrificarse por sus ovejas.

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?

No, simplemente no se puede, entonces no seria lógico, si eso llegará a pasar seria un farsante.

Lo que si puede pasar es que el sacerdote, como ser humano puede llegar a equivocarse, pero siempre se puede regresar a Dios. Y así entender lo que es la misericordia. Ya que el compromiso con su Sacerdocio en muy fuerte, por eso es una VOCACIÓN.
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verónica ana
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Registrado: 23 Jun 2008
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MensajePublicado: Jue Nov 27, 2008 3:41 pm    Asunto: Respuesta sesión 1.2 Puesto en favor de los hombres
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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I.- Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la carta a los Hebreos? ¿Qué significa ser sacerdote profeta y rey?


I.- La misión del sacerdote, de aquel que ha sido elegido de entre los hombres para servir a los hombres es una prolongación del sacerdocio de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote. El sacramento del orden sagrado imprime carácter y esto es lo que lo configura con Cristo, Su Persona y Su Misión. Esta configuración alcanza a todo el ser del sacerdote por eso decimos que es alter Christus, que puede hacer las veces de Cristo y actuar in persona Christi.
SS Paulo VI ha dicho: “en virtud del sacramento del orden os habéis hecho partícipes del sacerdocio de Cristo hasta el extremo de que vosotros no sólo representáis a Cristo, no sólo ejercéis su ministerio, sino que vivís a Cristo, Cristo vive en vosotros”
Por esta dignidad todo sacerdote podría decir con San Pablo: “ya no soy yo quién vive, es Cristo quién vive en mi” (Gal 2,20)
El carácter que imprime el orden sagrado sella al sacerdote como dijimos, configurándolo con Jesucristo, para que prolongue en su actuar la misión del Maestro y quede asociado a El en su triple dimensión de sacerdote, profeta y rey.
Como profeta debe anunciar la Buena Nueva de la Salvación (Mc 16,15).
Como sacerdote es puente entre Dios y los hombres, es decir que lo anuncia, y además lo celebra y realiza en la liturgia especialmente en el sacrificio eucarístico y lo ofrece en nombre de todo el pueblo a Dios.
Finalmente es pastor, es decir guía al rebaño, rebaño al que convoca, preside, dirige, une y organiza en nombre de Jesús. Esto implica una actitud de servicio, como fue la de Cristo “que no vino para ser servido, sino a servir. ( Mt 20,2Cool.
¡Qué dignidad y qué regalo tan grande les ha hecho el Señor! La vocación sacerdotal es la vocación con más grandeza que existe sobre la tierra, ¿somos conscientes de la magnitud de la gracia que esto encierra? Ojalá lo fuéramos ya que de esa manera los laicos apoyaríamos más a nuestros sacerdotes y rezaríamos por ellos para que fueran santos y ellos a su vez por medio de una espiritualidad muy honda, muy profunda, nacida y engendrada desde el corazón mostrarían a los hombres sus hermanos que Cristo vive y está visible también en nuestro mundo de hoy.

II.- ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?

No, es imposible concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva. Habíamos dicho que el sacerdote “es tomado de entre los hombres y puesto a favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados”. Es decir fue elegido, tomado y enviado, todo es parte de lo mismo. Nadie puede ser enviado si antes no es llamado y elegido, porque en ese caso no estaría predicando a Cristo sino que se estaría predicando a si mismo.
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Luz Reyes
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MensajePublicado: Jue Nov 27, 2008 4:17 pm    Asunto: FORO 1.2
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

La Mision del sacerdote es lo más sublime y exigente que existe. Su llamado, vocación y consagración le reclama ser diferente, le solicita trabajar dia a dia por ser como, con y en Jesús, por ser congruente. Es colocado frente primero a una comunidad para liderarla integralmente, para construirla, encaminarla y en segundo lugar de una sociedad para ser punto de referencia.

El sacerdote de hoy:

- Es Profeta cuando lleva la Buena Nueva a todos sin exclusiones, cuando denuncia lo que se hace ó no se hace, cuando asume la voz de aquellos que callan, que temen a hablar.

- Es Sacerdote al reflejar a Jesús especialmente en cada Eucaristía transmitiendo a quienes le ven y oyen el gozo supremo de la Encarnación, del encuentro eucarístico. Es Sacerdote cuando es Pastor, cuando vive la caridad y la comunión.

- Es Rey cuando cada acto de su vida manifiesta humildad y su servicio desinteresado le hace ejemplo, le hace diferente y su autoridad se hace AMOR.

El sacerdote de hoy es el que cada minuto de su vida ES JESUS. Exclamation


2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?

Imposible sería NO SER, NO EXISTIR.
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Eduardo Espinosa Vasquez
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MensajePublicado: Jue Nov 27, 2008 7:37 pm    Asunto: puesto en favor de los hombres
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos?

Comienza el documento diciéndonos que el sacerdote es un elegido de Dios para una misión específica: hacer presente su Reino entre los hombres. El sacerdote está puesto a favor de los hombres en todo lo que se refiere a Dios, para ofrecer dones y sacrificios por los pecados del pueblo. (Hb. 5,4)

El sacerdote debe tener muy claro que Cristo Es El Verdadero y Sumo Sacerdote, constituyéndose en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen. Toda la vida de Cristo se convirtió en una acción sacerdotal continua hasta el altar de la cruz. La regeneración del género humano es obra de la acción sacerdotal de Cristo y por eso se constituyó en mediador de una nueva alianza entre Dios y los Hombres.

Fuera de Cristo no encontramos otro modelo de sacerdote. La carta a los hebreos es un canto al Sacerdocio de Cristo, pues nosotros somos prolongaciones del sacerdocio de Cristo: tenemos el poder de ofrecer el sacrificio de su mismo Cuerpo y Sangre, tenemos el poder de perdonar pecados, tenemos la facultad de continuar pastoreando y de poder hacer en memoria suya la celebración eucarística haciéndolo presente a Él en las especies del pan y del vino.

De ahí que estamos llamados a identificarnos plenamente con Cristo “Sumo y Eterno Sacerdote”, permitiendo que sea Cristo quien viva en nosotros, adquiriendo los mismos sentimientos de Cristo para poder perdonar como Él perdonaba, para poder amar como Él amaba, para poder servir como Él servia…

Estamos invitados por tanto como dice bellamente el documento a vivir el único y permanente sacerdocio de Cristo, a vivir su vocación sacerdotal como salvadores de almas y glorificadores de Dios por Jesucristo, en Jesucristo y con Jesucristo.

2.¿Qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

• Ser profeta hoy significa asumir con responsabilidad nuestra misión de ser auténticos anunciadores de la Buena Nueva que es el mismo Jesucristo. Tomar conciencia que somos enviados a predicar a Cristo, pero lo más importante no es predicarlo, no es anunciarlo con nuestras palabras sino ante todo con nuestro ejemplo y testimonio de vida. Los fieles, nuestros oyentes saben si somos habladores o si en verdad somos testigos de lo que pronuncian nuestros labios.
• Ser sacerdote hoy significa: anunciar, celebrar y realizar por medio de la liturgia lo que profesa nuestra fe a ejemplo del verdadero Sacerdote “Cristo Nuestro Señor”. Teniendo en cuenta lo que nos presenta los hechos de los apóstoles en su capítulo 2 versículo 42: “Los miembros de la primitiva comunidad acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones”.
• Ser pastor hoy es una invitación a identificarnos con el Buen Pastor del Rebaño “Cristo Nuestro Señor” quien fue capaz de dejar las noventa y nueve sanas e ir en busca de la perdida, buscarla, encontrarla y cargarla sobre sus hombros para volver a traerla al redil.

3. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?

Imposible pensar que se pueda concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva, pues como dijo el Papa Juan Pablo II en su visita a Colombia, dirigiéndose a todos los religiosos en la Catedral Primada de Colombia. Allí nos invitaba a ser administradores de la gracia que hemos recibido desde nuestro bautismo, pero también nos recordaba que lo que se le pide a un administrador es que sea testigo, pero no simplemente testigo, sino testigo fiel.

El texto propuesto para nuestra reflexión en este día nos recuerda la invitación que tenemos a configurarnos con el ministerio de Cristo en virtud de su carácter sacerdotal, configurando tanto nuestro ser como nuestro que-hacer.

Debemos ser ante el mundo testigos creíbles de nuestra consagración e identificación con Cristo Sumo y Eterno Sacerdote.
_________________
Fray Eduardo Espinosa Vasquez
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rodrigofcleon
Esporádico


Registrado: 20 Nov 2008
Mensajes: 43

MensajePublicado: Jue Nov 27, 2008 7:50 pm    Asunto: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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¡VTR!
Estimados en Cristo:

1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

Cristo como Sumo Sacerdote es la causa del sacerdocio ministerial, es la alegría de todos los sacerdotes... Por ello, la misión del sacerdote es ser otro Cristo, imitarlo en todas sus facetas, aunque a veces la naturaleza humana dificulte este propósito.
Ser sacerdote, profeta y rey, es esforzarse por imitar a Cristo; que como sacerdote se ofreció como Víctima Pascual, que como profeta anunció sin reservas el Reino de Dios, y como rey, se caracterizó por tener un reinado basado en la entrega, en el servicio y en el amor...

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?

De ninguna manera... El sacerdote tiene una misión muy particular, sin la cual su sacerdocio carece de sentido... Debe esforzarse en conocer, amar y realizar su misión, sólo así su sacerdocio dará frutos abundantes.

¡Que tengan magnífico día!
_________________
Afectísimo en Cristo,
Rodrigo Fernández de Castro De León
REGNUM CHRISTI
MÉXICO
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crisbuc
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Registrado: 23 Nov 2008
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MensajePublicado: Jue Nov 27, 2008 9:39 pm    Asunto: la paz del senor
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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?si cristo es el verdadero unico y sumo sacerdote, ?Como enteder la mision del sacerdote ala luz del lo que nos dice la carta alos hebreos?
R/la carta los hebreos nos presenta al sumo sacerdote por ecelencia que es cristo, entendiendo asi que el sacerdote aqui en la tierra es solo una prolongacion del sumo sacerdocio del cual participan sacramentalmente porque Jesus asi lo dispuso. Dandoles asi el poder de ofrecer el sacrificio de su mismo cuerpo y sangre, porque Jesus les pidio "haced esto en recuerdo mio. El sacerdote es, pues ante todo un elegido de Dios que deve estar a favor de los hombres, y al servicio de los hombres longrando asi la santificacion de los hombres para que todos se salven.
?Que significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?
profeta: anunciar la buena nueva a tiempo y destiempo, logrando asi llevar el mensaje de salvacion, como lo encargo Jesus "ir por todo el mundo y proclamad la buena nueva a toda la creacion". y llegar a enteder lo que pablo decia "hay de mi sino predicara el evangelio".
sacerdote:abarca a toda la persona tanto en ser como su actuar, el signo del sacerdote hacido un configuaracion con cristo mismo. El sacerdote tiene tiene que mostrar un cristo vivo y que el llege reinar el los corazones de cada persona y la sociedad, concretando asi su amor ala Iglesia llena de caridad fundada por el maestro.
Rey? ser la imitacion de cristo rey de reyes. Asi como Jesus entro a Jerusalen en un burrito con mucha humildad y es por eso que nadie creyo en el rey, por tanta humildad. recordando las palabras del rey "yo no he vinido a ser servido sino a servir.
?se puede concebir el sacerdocion separado dela mision que conlleva?
no creo porque desde el mismo monento que el sacerdote palpa que Dios le encomienda esa mision, sabe que su vida queda definitivamente comprometida en ella. y lamision es la causa de sus temores y esperanzas, de sus penas y alegrias, es un "prisionero de la causa de cristo"
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Gabri_sp
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Registrado: 19 Nov 2008
Mensajes: 8

MensajePublicado: Vie Nov 28, 2008 12:06 am    Asunto: ...
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

Siempre es necesario mirar el sacerdote como una persona que fue cogida de la sociedad, de una familia, tiene su historia y sus valores. Mirando a la carta a los Hebreos es posible pensar que no hay otra misión sino donar su vida en favor de otras personas. Y cuando decimos donar, es donar todo como Cristo hizo por sus amigos, por los que no conocia, por todos los que necesitaban de una presencia amiga, de un oído atento, de una palabra cariñosa...
Hoy ser profeta es denunciar las injusticias que acontecen todos los días en nuestra sociedad... sacerdote... para ser aquél que jamás se cansa de ser profeta, aquél que está disponible al pueblo y a sus clamores... y rey, para que seamos el primero a servir.. ya no hay más aquél rey con coronas en su trono, sino que aquél que primero sirve a los otros...

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?

No.. pno puedo separame de mi, mi identidad.. en nombre me llamo Gabriel pero tengo la foto de mi hermana.. no puede ser así. Es imposible decir que soy Gabriel si mi nombre no es ese. Así, también, no es posible separar el sacerdocio de la misión de servir, de donarse, de desear más justicia y vida para todos en todo tiempo.
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padrepaco2000
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Registrado: 21 Nov 2008
Mensajes: 4
Ubicación: Director Diocesano de las OMPE

MensajePublicado: Vie Nov 28, 2008 12:30 am    Asunto: Tema 1.2: Puesto en Favor de los Hombres
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?
De hecho se entiende por la "unión ontológica" que imprime la sagrada ordenación, según lo especifica PDV y el Directorio para el ministerio y la Vida de los Presbíteros. Los sacerdotes lo somos unidos a aquel que es el único sacerdote, puesto entre Dios y los hombres, participando de su sacerdocio como Obispos o Presbíteros.
Y las funciones de ser profeta, sacerdote y rey en el sacerdocio ministerial toman una nueva forma, según nos enseña también el Directorio para el Ministerio y la Vida de los Presbíteros: Maestro, Santificador y Pastor.
En cuanto maestro: no solo eres profeta en el sentido dicho, sino tienes la autoridad de Jesús para enseñar en su nombre y con su poder, según lo dice en Mt.20,19.20 "Vayan y enseñen...Yo estaré con ustedes todos los días".
En cuanto santificador: no solo intercede y ora, sino que tiene el poder de Jesús para "atar y desatar".
En cuanto a pastor:no solo es servidor del Pueblo de Dios, sino su guía y pastor, según las palabras de Jesús a Pedro:"apacienta mis corderos".
El sacerdote ministerial no solo es profeta-sacerdote-rey sino es más bien maestro-santificador-pastor.

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?
No, porque no es un "status" o una prerrogativa, sino un llamado que tiene función en el servicio en que se ejerce: por mí no puedo hacer más que darme la comunión, porque mi sacerdocio es para compartirlo, para darlo al pueblo de Dios.
_________________
"Gloria Tibi Domine"
P. Paco
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Miguel Angel Denino
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Registrado: 17 Nov 2008
Mensajes: 4
Ubicación: Guadalajara. Mexico

MensajePublicado: Vie Nov 28, 2008 3:17 am    Asunto:
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

Ser sacerdote hoy
No hay duda de que el sacerdote, con toda la Iglesia, camina con su tiempo, y es oyente atento pero a la vez crítico y vigilante, de lo que madura en la historia. El Concilio ha mostrado como es posible y necesaria una auténtica renovación, en plena fidelidad a la Palabra de Dios y a la Tradición. Pero más allá de la debida renovación pastoral, estoy convencido de que el sacerdote no ha de tener ningún miedo de estar "fuera de su tiempo", porque el "hoy" humano de cada sacerdote está insertado en el "hoy" de Cristo Redentor. La tarea más grande para cada sacerdote en cualquier época es descubrir día a día este "hoy" suyo sacerdotal en el "hoy" de Cristo, aquel "hoy" del que habla la Carta a los Hebreos. Este "hoy" de Cristo está inmerso en toda la historia, en el pasado y en el futuro del mundo, de cada hombre y de cada sacerdote. "Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre" Así pues, si estamos inmersos con nuestro "hoy" humano y sacerdotal en el "hoy" de Cristo, no hay peligro de quedarse en el "ayer", retrasados... Cristo es la medida de todos los tiempos. En su "hoy" divino-humano y sacerdotal se supera de raíz toda oposición -antes tan discutida- entre el "tradicionalismo" y el "progresismo".


Hombre de la Palabra
Para ser guía auténtico de la comunidad, verdadero administrador de los misterios de Dios, el sacerdote está llamado a ser hombre de la palabra de Dios, generoso e incansable evangelizador. Hoy, frente a las tareas inmensas de la "nueva evangelización"", se ve aún más esta urgencia.
Los hombres de hoy esperan del sacerdote antes que la palabra "anunciada" la palabra "vivida". El presbítero debe "vivir de la Palabra"". Pero al mismo tiempo, se ha de esforzar por estar también intelectualmente preparado para conocerla a fondo y anunciarla eficazmente. En nuestra época, caracterizada por un alto nivel de especialización en casi todos los sectores de la vida, la formación intelectual es muy importante. Esta hace posible entablar un diálogo intenso y creativo con el pensamiento contemporáneo. Los estudios humanísticos y filosóficos y el conocimiento de la teología son los caminos para alcanzar esta formación intelectual, que deberá ser profundizada durante toda la vida.

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?
Jamás. Por sus frutos los conoceréis ...
... Pero si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.
De la misma manera un sacerdote que no cumple con su misión, deja de ser sacerdote.
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José Noel Acevedo Vásquez
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Registrado: 24 Nov 2008
Mensajes: 5

MensajePublicado: Vie Nov 28, 2008 4:26 am    Asunto:
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Somos sacerdote en Cristo, la razón de ser del ministro consagrado por la unción sacerdotal es ser uno en Él, el sacerdote no hace su voluntad, igual que Cristo, obedece al Padre, haciendo de su voluntad "su comida y bebida(es decir, su vida)"; el sacerdote rinde su voluntad ante Cristo y dice igual que Pablo: " Ya nos soy yo quien vive en mí, es Cristo quien vive en mí". Talvez, no es un texto meramente sacerdotal, pero definen con claridad lo que el sacerdote está llamado a ser. La misión del sacerdote es ser uno en Cristo, ha sido llamado por Dios para hacer sus veces, para hacerlo presente, esto implica una negación de sí mismo, para ser un Sí de Dios para los demás y fidelísima imagen de su Ser.
Igual que ayer, el sacerdote debe ser una persona de significado, como hombre de Dios, su palabra, sus gestos, sus hechos deben hablar Palabra de Dios, donde denuncia todo lo que va contra la dignidad de la persona y su realización como hijos Dios, y ser portador del mensaje de Esperanza de un mundo nuevo, el Reino de Dios, el cual hace presente con su vida, siendo un signo y primicia de los "cielos nuevos y de la tierra nueva". El sacerdote debe ser una persona valiente, comprometida con el Reino de Dios y su justicia. Su consagración le mueve a actuar con caridad y por la caridad a ejemplo de su Señor, "que no vino a ser servido, sino a servir y dar la vida por las multitudes", ese carácter sagrado de su ser le lleva a ofrecer su vida por la salvación de aquellos que Dios ha puesto a su cuidado; trabaja, ora y celebra, teniendo conciencia del origen divino de sus semejantes y de su misión de santificar sus vidas para llevarlas a Dios. Todo eso lo hace con la dignidad de participar de la realeza de Cristo, es decir, reconoce la soberanía de Dios, en su vida y en la vida de sus ovejas; al participar de la regialidad de Cristo, hace lo que hace su Señor, servir, trabajar y entregar la vida para hacerlo reinar en los corazones.
2. No se puede concebir un sacerdote separado de su misión, es como decir, que un médico no quiera curar y salvar la vida de las personas, es un absurdo. El sacerdote que no es fiel a su misión, traiciona su consagración; la elección que Dios ha hecho de él, no es condicionada, el modelo que es únicamente Cristo, debe ser transparentado lo más fiel posible; pensar, hablar y actuar como lo haría Él, en éste tiempo, en ésta circunstancia, ante éstas personas. La fidelidad del sacerdote a su misión, es garantía de crecimiento del Reino y de la santificación y salvación del pueblo de Dios.
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marcosmesa
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Registrado: 17 Nov 2008
Mensajes: 4

MensajePublicado: Vie Nov 28, 2008 11:22 am    Asunto:
Tema: 1.2 Puesto en favor de los hombres...
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1. Si Cristo es el verdadero, único y sumo sacerdote, ¿cómo entender la misión del sacerdote a la luz de lo que nos dice la Carta a los Hebreos? ¿qué significa hoy ser profeta, sacerdote y rey?

La mision del sacerdote es semejante a su identidad. Asi como su identidad es la de Cristo unico sacerdote, tambien la mision debe de ser la misma que Cristo realizo con nosotros. Profeta: Anunciandonos dia a dia la Buena Nueva y llevandonos por el camino que Cristo nos mostro en el Evangelio. Sacerdote: Ser, como bien le decian a San Francisco de Asis, otro Cristo. Como Pablo dijo: "no soy yo sino Cristo quien vive en mi." Cada crisitano al ver a un sacerdote debe de encontrarse con Cristo representado en el.
Rey: Marcando el reino como lo plantio Jesus, queda claro que rey como guia del pueblo, pero que a su ves es uno mas del pueblo y esta para el servicio del hermano.

2. ¿Se puede concebir el sacerdocio separado de la misión que conlleva?

No creo que se pueda concebir el sacerdocio separado de la mision que conlleva, si la mision del sacerdote es imitar a Cristo, el no hacerlo llevaria algo totalmente distinto.
_________________
Marek
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