Lo que nos puede dar paz y hacernos felices

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amgos os pido una oración por una persona que yo quería y ha muerto. Dios os lo pague a todos y a cada uno de vosotros.
Ahora acabo de levantar la voz enfadada porque se me ha hablado de una forma que me crispa y he sido lo contrario de lo que, encontrándolo, quería compartir ahora.
Ya véis no es que sea yo un ejemplo, sino por el contrario soy la primera que necesita practicar lo que me gusta y pienso que es bueno.
Por eso adelantaos a mí y ved cómo podemos tener paz y ser felices (no hagáis como yo que me he puesto a la altura de la persona que me ha tratado mal).

- Saber sonréir ante cualquier dificultad.
- Intentar superar todo fracaso.
- No dejarse vencer ni entristecer por la contrariedad...
- Ponerse a cantar en los momentos difíciles.
- Saber dar la vuelta a toda palabra hiriente.
- Aprender a reírse de sí mismo, para que la congoja no anide en nuestro interior.
- Valorar en grado sumo la paz interior, la paz espiritual, más que a otro bien exterior.
- Conservar el buen humor cuando las cosas no andan bien o no salen como nosotros apetecíamos.
- Tener un alma grande y fuerte ante el desánimo y la maledicencia...
- Perdonar y amar al enemigo.
- Rezarle a Dios y ofrecerle todo cuanto acontece bueno y malo.
- Saber cumpliur, con el mejor buen estilo, la voluntad de Dios...

Son signos evidentes de una madurez humana y espiritual y de haber recibido, en parte, la buena nueva del Evangelio.
J. M. Alimbau

Quiero deciros que, luego de dar unos cuantos pasos al aire libre, pensando y pidiendo calma interior, he dado gracias a Dios, como hace poco me decía un sacerdote que hacía él: "Gracias, Señor, porque tengo algo que perdonar, al rezar el Padrenuestro". Así he hecho, he rezado por la persona que me ha crispado. No es la única vez.

Además, es posible que tenga razón de hacerlo (según ella) "contigo hay que ir a las malas" porque dice así, opinamos distinto y vemos las cosas desde otro ángulo, y a veces, falta hasta la urbanidad.

O sdea, amigos, "obras son amores, y no buenas razones" ahora y aquí empiezo (de nuevo) a procurar vivir el Evangelio. ¿Y tú?

Un abrazo,
Orpam Saretnoc Laverz