9. Formación progresiva y permanente

[Hini]

I. PREGUNTAS PARA ORIENTAR LA DISCUSIÓN EN EL FORO

1. Formadores.

Se sugieren algunos puntos para que compartan su experiencia formativa:

a. Describe algún modo de aplicar la gradualidad de la formación de los seminaristas ante situaciones concretas que te haya ayudado y pueda ser útil a los demás.
b. Indica algunas características que deberá cumplir la intercomunicación entre formadores para que permita que cada uno vaya construyendo sobre la base del trabajo del otro, y sea al mismo tiempo en el en el más absoluto respeto de la persona y de su conciencia.
c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.


2. Otros sacerdotes.

a. ¿Qué medios te han ayudado a hacer realidad la formación permanente en tu vida sacerdotal? (por ejemplo, lectura, asistencia a cursos, dedicación de un tiempo semanal al estudio, etc.)
b. ¿En qué áreas crees que es más importante actuar dicha formación?
c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.


3. Seminaristas.

a. ¿Percibes que la transformación es algo real en tu vida y en la de tus compañeros, o es algo sólo presente en las charlas, discursos y documentos?
b. ¿Qué medio crees que ayuda más a una auténtica transformación interior en Cristo?
c. ¿Cuál es la etapa (o etapas) en que es más patente la transformación?
d. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.


4. Otros participantes.

a. Si la formación progresiva es una ley de la pedagogía en general, ¿cuál es la clave para aplicarla para aplicarla con éxito por parte del formador?
b. ¿En qué aspecto crees que es más deseable la formación permanente (en dónde percibes más carencias)?
c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.

II. 9. FORMACIÓN PROGRESIVA Y PERMANENTE

El realismo mencionado en el capítulo pasado, nos lleva al último principio fundamental. Es un principio que ayuda a obviar dos posibles tentaciones en el camino de la formación. No es raro, en efecto, que poco después de su entrada al seminario o centro de formación, el joven aspirante al sacerdocio haga progresos realmente notorios. Tiene seguramente una "madera" buena pero poco trabajada, y a los primeros golpes de escoplo comienza a mostrar una silueta nueva. Tanto él como sus formadores, pueden pensar que prácticamente está ya todo hecho. Y entonces disminuye el esfuerzo y se frena el proceso de transformación. Otros en cambio quisieran ver cambios más profundos, obtener resultados inmediatos. Ante la lentitud del proceso de formación se desaniman, disminuye el esfuerzo y se frena el proceso de formación. En realidad, esos dos extremos se tocan. Las dos tentaciones provienen del olvido de que la formación ha de ser, necesariamente, un proceso progresivo. Es necesario comprender que la formación no es una meta, sino un camino, en el que siempre se puede dar un paso más.


Formación progresiva

Es propia del hombre la tendencia al crecimiento continuo, incluso cuando el organismo ha comenzado ya a declinar. Y en ese dinamismo natural se injerta la llamada divina: «Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial» (Mt 5,48). Esta invitación del Señor se dirige a todo cristiano, pero los sacerdotes están obligados de manera especial a alcanzar esta perfección ya que, consagrados de manera nueva a Dios por el sacramento del orden, se convierten en instrumentos vivos de Cristo, Sacerdote eterno.

Ahora bien, la persona humana, esencialmente finita, temporal e histórica, no conseguirá nunca la perfección absoluta. Es obligado el paso por etapas de crecimiento y de maduración. La llamada a la perfección es una invitación al crecimiento progresivo, en pos de una meta que siempre estará más allá.

La formación progresiva entraña el concepto de la gradualidad. La formación es un fruto que madura poco a poco, en el esfuerzo diario. No se alcanza de repente o a saltos, sino paso a paso, como se suben las gradas del altar. Normalmente no se dan progresos espectaculares; aunque la gracia de Dios puede siempre obrar milagros. La educación de un aspirante al sacerdocio ha de tener en cuenta esta gradualidad al proponer metas personales. Sería ilusorio que un joven que está iniciando su formación pretendiera alcanzar inmediatamente la plena madurez en su vida espiritual o en su preparación intelectual. El hábito de oración, por ejemplo, sólo se consigue después de años de esfuerzo, y de trabajo. La tentación de correr es fuerte tanto para el formando como para los formadores. Pero es necesario respetar la naturaleza gradual del crecimiento de la persona, y estar atentos a seguir el ritmo que Dios va marcando para cada uno.

La formación progresiva implica también la continuidad. No basta que haya un progreso gradual durante un período. Es preciso que ese progreso continúe en el tiempo. El trabajo de formación debe ser perseverante. La continuidad exige también que haya un continuo diálogo entre los diversos formadores, de modo que cada uno vaya construyendo sobre la base del trabajo del otro. Esta intercomunicación se hace especialmente necesaria en los momentos en que, por cualquier motivo, hay un cambio de formadores. Es ilógico pensar que cada nuevo formador tenga que comenzar a ciegas, sin conocer lo que han hecho los anteriores y sin saber cómo es el formando y qué camino formativo ha recorrido. Todo esto, naturalmente, en el más absoluto respeto de la persona y de su conciencia. Se debe procurar también que haya perfecta continuidad progresiva entre las diversas "etapas" de formación que va recorriendo el seminarista. Tanto los programas como la actuación práctica de los formadores deben plantearse de modo que una etapa edifique sobre la base de la anterior y prepare la siguiente.

Hablar de continuidad no significa pretender que haya siempre un progreso lineal, perfectamente ascendente. En la historia de la humanidad y en las pequeñas historias de cada hombre hay retrocesos, caídas, momentos de detención de la marcha. Esto es parte de la condición finita del ser humano, y es también consecuencia del pecado y de sus secuelas. De ahí la necesidad de una actitud de esfuerzo, de búsqueda permanente de la propia superación, de lucha contra el propio egoísmo, el desánimo, la rutina. En realidad es la condición de todo hombre: «¿No es una milicia lo que hace el hombre sobre la tierra?» (Jb 7,1). Será necesaria también, por otra parte, una buena dosis de humildad y paciencia y la permanente disposición para levantarse después de las caídas y reemprender el camino.

La constancia en la formación exige también un cierto orden. No se puede lograr un progreso eficaz dando palos al aire. En cualquier campo de la actividad humana, si se buscan resultados reales, se echa mano de un programa. ¿Por qué habría de descartarse ese medio en la tarea de la formación sacerdotal? No hay que pensar exclusivamente en los programas generales establecidos por los directores del seminario sino también en la programación que el seminarista puede trazar para su formación personal. Programa para su vida espiritual, con metas y medios específicos, que le estimulen y guíen en su esfuerzo por eliminar sus defectos y adquirir las virtudes que él personalmente más necesita; programa para su formación intelectual, según sus capacidades, necesidades e intereses específicos, etc.


Formación permanente

Todos estos elementos ayudarán sin duda al seminarista en su progresiva preparación para el sacerdocio. Sería un grave error, sin embargo, creer que el día de la ordenación se ha llegado a la meta. La perfección evangélica y la plena identificación con Cristo, lo recordábamos hace poco, son siempre un ideal que está delante de nosotros y desde ahí nos llama a seguir progresando. El día en que el candidato recibe el sacramento del orden Dios le invita a emprender de nuevo el camino. Aquí entra en juego lo que la moderna pedagogía llama formación permanente. Es estar al día en la realización plena de su vocación sacerdotal, seguir creciendo en su amistad con Cristo, en su amor a la Iglesia, en su celo pastoral, en su actitud de entrega generosa a los demás. Es perseverar en el fervor. Es seguir capacitándose académicamente.

Esta capacitación es particularmente sentida en el ámbito de las profesiones seculares debido a los continuos cambios a que está sometida la sociedad actual, al progreso constante en las ciencias y la técnica. Un profesionista que no se actualiza pierde prestigio y competencia dentro de su propio campo. La situación del sacerdote es similar. Las ciencias teológicas y filosóficas han seguido evolucionando después de sus últimos exámenes en el seminario; la sociedad, la cultura, los hombres y mujeres a quienes se dirige su servicio van también cambiando, a veces de modo vertiginoso; él mismo sigue madurando física y espiritualmente. Tiene que "estar al día" a través de revistas, cursillos, etc. Tan importante es esta formación permanente que podemos considerarla como una de las "etapas de formación", la última, la más prolongada. Volveremos sobre ella más adelante en este curso.


LECTURAS RECOMENDADAS

Se recomienda aprovechar esta pausa de Navidad, en la medida en que lo permitan los compromisos pastorales, para repasar las normas o el programa formativo aprobado para el propio país por la Conferencia Episcopal, y otros documentos sobre la formación.

Ver bibliografía recomendada:
http://foros.catholic.net/viewtopic.php?t=50220&sid=0eabd767958eae658d74bdf16ff4594a


Para publicar sus respuestas en los foros del curso
http://foros.catholic.net/viewforum.php?f=68

Preguntas y comentarios a los moderadores:

P. Ramón Guardamino, L.C.
http://www.es.catholic.net/consultas/consultorio.php?id=6

P. Mario Sabino González, LC
http://www.es.catholic.net/consultas/consulta.php?id=79&com=1


Consultar sesiones anteriores
http://es.catholic.net/sacerdotes/841/3078/

[Ricardo Tribin]

a. Si la formación progresiva es una ley de la pedagogía en general, ¿cuál es la clave para aplicarla para aplicarla con éxito por parte del formador?

Una formacion debe continuar en ascenso soportando las bajas y estmulando las bajas. El progreso depende fundamentalmente del esfuerzo individual mas merece apoyo del formador

b. ¿En qué aspecto crees que es más deseable la formación permanente (en dónde percibes más carencias)?

La parte etica y social deben acentuarse mucho mas para relievar el mensaje que Jesus nos lego
_________________
http://ricardotribin.blogspot.com

[Sergio Héctor Casas Silva]

a. ¿Qué medios te han ayudado a hacer realidad la formación permanente en tu vida sacerdotal? (por ejemplo, lectura, asistencia a cursos, dedicación de un tiempo semanal al estudio, etc.)

El estudio ha sido uno de los medios que me ha ayudado más en el tema de la formación permanente. También haber cumplimentado mi formación con el estudio de otras ciencias: Teología, Filosofía, Psicología, Sociología, Periodismo, Derecho, etc.

b. ¿En qué áreas crees que es más importante actuar dicha formación?

Las áreas que considero más importantes son la Filosofía y la Teología.

c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.

Coincido con el comentario de Ricardo Tribin en lo que atañe a la importancia del área ética para mejorar nuestra misión sacerdotal.

[José Mauricio Altamirano]

4. Otros participantes.

a. Si la formación progresiva es una ley de la pedagogía en general, ¿cuál es la clave para aplicarla para aplicarla con éxito por parte del formador?

Si partimos de que la formación es un camino y no una meta a corto plazo, para mi la clave esta en varios puntos y por supuesto la interrelación entre todos ellos.
Fundamentalmente partiendo de un programa, el cual se menciona en la exposición.

Dicho programa se tiene que ir desarrollando en forma gradual, en forma progresiva y de igual en forma continua.
Esa continuidad exige mucha perseverancia tanto del formador como del formando y que entre los diferentes formadores que vayan preparando al seminarista existan todos los factores que ya se mencionaron( se apeguen al programa, sean continuos, que vayan en forma gradual etc.).
Creo yo que ese cambio de formadores ayuda mucho al formando, pues le va otorgando diferentes puntos de vista a el mismo, en muchos aspectos, por ej: diferentes testimonios de vida, etc.

Es muy importante tal cual ustedes lo mencionan, hacer énfasis en la perfecta continuidad progresiva entre las diversas "etapas", esto ayuda a romper la monotonía particularmente
b. ¿En qué aspecto crees que es más deseable la formación permanente (en dónde percibes más carencias)?

Una buena dosis de humildad y paciencia y la permanente disposición para levantarse después de las caídas y reemprender el camino, tanto por parte de los formadores como de los formandos y particularmente el testimonio, no olvidemos que las palabras convencen, pero que el testimonio arrastra.

Y también es muy importante hacerles énfasis a los formandos, que al ordenarse, no es que finalice el camino, al contrario, es cuando inicia o se a hecho un alto y viene el momento de comprobar a otros y a ellos mismos, que el llamado que recibieron de parte del Espíritu Santo, es real y que por lo tanto ese mensaje deben transmitir a otros futuros sacerdotes

c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.

Lejos de comentar opiniones de otros, talvez si me atrevería a recordarme algo que leí al inicio de este curso y es básicamente que los sacerdotes desde antes de iniciar su formación, son personajes que reciben un llamado muy claro por parte del Espíritu Santo y por lo tanto es algo que nunca deben olvidar en toda su formación y su vida sacerdotal y por lo tanto hacer énfasis en eso, tanto a futuros seminaristas como a la misma feligresía y dar fe de que lo que están pregonando, es cierto.

Copio eso del envío 1-2 “Puesto a favor de los Hombres”:
Como Cristo, el sacerdote tendrá que viajar, predicar, atender enfermos, ayudar a los necesitados, celebrar el culto divino, organizar y administrar... Pero sabe que, como Cristo, debe hacerlo todo, desde el acto más sublime de la celebración de la Eucaristía hasta el más pequeño del resto del día, viviendo su vocación sacerdotal como salvador de las almas y glorificador de Dios, por Jesucristo, en Jesucristo y con Jesucristo.

Saludos fraternos
Mauricio
“Cuando sientas que ya no sirves para nada, todavía puedes ser Santo”(San Agustín)

[Hilario Cedeño Chávez]

FORO 9. Otros sacerdotes.
a. ¿Qué medios te han ayudado a hacer realidad la formación permanente en tu vida sacerdotal? (por ejemplo, lectura, asistencia a cursos, dedicación de un tiempo semanal al estudio, etc.)

El primer medio ha sido mi Proyecto de Vida, en él he plasmado las invitaciones de Dios para vivir las distintas áreas: física, de consagración -pertenencia a Dios, Formación Permanente, Misión.
También he participado en algunos talleres, y al estar preparando retiros.

b. ¿En qué áreas crees que es más importante actuar dicha formación?
En todas, pues están relacionadas. Si descuido la alimentación, el orden de vida, el ejercicio o vida espiritual, se ven afectada las otras áreas. Es una lucha constante, pero también da gusto palpar el equilibrio.

c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.
Aún no las he leído, espero hacerlo pronto.

Hilario msps.

[Salomón Orlando]

Otros participantes.

a. Si la formación progresiva es una ley de la pedagogía en general, ¿cuál es la clave para aplicarla para aplicarla con éxito por parte del formador?



la clave para aplicarla para aplicarla con éxito es la FORMACIÓN PROGRESIVA Y PERMANENTE

El realismo mencionado en el capítulo pasado, nos lleva al último principio fundamental. Es un principio que ayuda a obviar dos posibles tentaciones en el camino de la formación. No es raro, en efecto, que poco después de su entrada al seminario o centro de formación, el joven aspirante al sacerdocio haga progresos realmente notorios. Tiene seguramente una "madera" buena pero poco trabajada, y a los primeros golpes de escoplo comienza a mostrar una silueta nueva. Tanto él como sus formadores, pueden pensar que prácticamente está ya todo hecho. Y entonces disminuye el esfuerzo y se frena el proceso de transformación. Otros en cambio quisieran ver cambios más profundos, obtener resultados inmediatos. Ante la lentitud del proceso de formación se desaniman, disminuye el esfuerzo y se frena el proceso de formación. En realidad, esos dos extremos se tocan. Las dos tentaciones provienen del olvido de que la formación ha de ser, necesariamente, un proceso progresivo. Es necesario comprender que la formación no es una meta, sino un camino, en el que siempre se puede dar un paso más.



b. ¿En qué aspecto crees que es más deseable la formación permanente (en dónde percibes más carencias)?

el aspecto que creo más deseable para la Formación permanente es que
Todos estos elementos ayudarán sin duda al seminarista en su progresiva preparación para el sacerdocio. Sería un grave error, sin embargo, creer que el día de la ordenación se ha llegado a la meta. La perfección evangélica y la plena identificación con Cristo, lo recordábamos hace poco, son siempre un ideal que está delante de nosotros y desde ahí nos llama a seguir progresando. El día en que el candidato recibe el sacramento del orden Dios le invita a emprender de nuevo el camino. Aquí entra en juego lo que la moderna pedagogía llama formación permanente. Es estar al día en la realización plena de su vocación sacerdotal, seguir creciendo en su amistad con Cristo, en su amor a la Iglesia, en su celo pastoral, en su actitud de entrega generosa a los demás. Es perseverar en el fervor. Es seguir capacitándose académicamente.

c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.

comento las respuestas de otros participantes de Esta capacitación que es particularmente sentida en el ámbito de las profesiones seculares debido a los continuos cambios a que está sometida la sociedad actual, al progreso constante en las ciencias y la técnica. Un profesionista que no se actualiza pierde prestigio y competencia dentro de su propio campo. La situación del sacerdote es similar. Las ciencias teológicas y filosóficas han seguido evolucionando después de sus últimos exámenes en el seminario; la sociedad, la cultura, los hombres y mujeres a quienes se dirige su servicio van también cambiando, a veces de modo vertiginoso; él mismo sigue madurando física y espiritualmente. Tiene que "estar al día" a través de revistas, cursillos, etc. Tan importante es esta formación permanente que podemos considerarla como una de las "etapas de formación", la última, la más prolongada. Volveremos sobre ella más adelante en este curso.

[Salomón Orlando]

Seminaristas.

a. ¿Percibes que la transformación es algo real en tu vida y en la de tus compañeros, o es algo sólo presente en las charlas, discursos y documentos?

yo percibo que la transformación es algo real en mi vida y en la de mis compañeros
b. ¿Qué medio crees que ayuda más a una auténtica transformación interior en Cristo?
el amor al prójimo
c. ¿Cuál es la etapa (o etapas) en que es más patente la transformación?
la etapa en que es más patente la transformación es el sacrifício de cristo
en la cruz
d. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.

comentar alguna de las respuestas de otros participantes es decir Esta capacitación es particularmente sentida en el ámbito de las profesiones seculares debido a los continuos cambios a que está sometida la sociedad actual, al progreso constante en las ciencias y la técnica. Un profesionista que no se actualiza pierde prestigio y competencia dentro de su propio campo. La situación del sacerdote es similar. Las ciencias teológicas y filosóficas han seguido evolucionando después de sus últimos exámenes en el seminario; la sociedad, la cultura, los hombres y mujeres a quienes se dirige su servicio van también cambiando, a veces de modo vertiginoso; él mismo sigue madurando física y espiritualmente. Tiene que "estar al día" a través de revistas, cursillos, etc. Tan importante es esta formación permanente que podemos considerarla como una de las "etapas de formación", la última, la más prolongada. Volveremos sobre ella más adelante en este curso.

[frsalomon]

Quiero felicitar a los organizadores del curso por el buen nivel de los materiales que nos están ofreciendo y por la buena capacidad para ofrecer lo más importante de cada tema en pocas palabras.

a. Describe algún modo de aplicar la gradualidad de la formación de los seminaristas ante situaciones concretas que te haya ayudado y pueda ser útil a los demás.

Recuerdo muy bien el caso de un muchacho que era considerado por los demás compañeros del grupo como "corto" intelectualmente. Sus calificaciones parecían confirmar lo que los compañeros decían de él. Sin embargo, los resultados de los test psicológicos demostraban que era uno de los más inteligentes. El primer año comenzamos a trabajar en su autoestima de forma interdisciplinar con el apoyo psicológoco para reforzar la confianza en sí mismo y para superar algunas heridas familiares. Al segundo año estuvo entre los tres primeros de su clase.


b. Indica algunas características que deberá cumplir la intercomunicación entre formadores para que permita que cada uno vaya construyendo sobre la base del trabajo del otro, y sea al mismo tiempo en el en el más absoluto respeto de la persona y de su conciencia.

Tres palabras son básicas: AMOR, TRANSPARENCIA Y CONFIANZA. El seminarista debe sentirse amado por el formador, este amor creará un clima en el cual la transparencia y la confianza ayudarán a aque los temas se aborden encarnados en las situaciones particulares que rodean el encuentro formativo entre el formando y el formador: cultura, psicología, espiritualidad,...etc que enmarcan dicho encuentro.

Me atrevo a sugerir dos libros en el ámbito de la formación humana podrían formar parte de una base sólida de tipo emocional que garanticen lo indicado arriba.

Gary Champman, Los cinco lenguajes del amor para los jóvenes
Stephen Covey, Los siete hábitos de las familias altamente eficaces

También es muy importante, ya lo he dicho en otras participaciones, contar con un proyecto formativo con objetivos graduales para cada curso y con indicadores concretos que permitan la autoevualción del seminarista como punto de partida de la comunicación con el formador.



c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.
Me gustó mucho la opinión de Hilario Cedeño respecto al proyecto de VIda como herramienta que le está ayudando en su formación permanente. 100% de acuerdo contigo hermano. Esa es una forma práctica e integral de ayudarse a vivir en "Estado de Formación Permanente".

Me gustaría mucho saber si alguno de los sacerdotes que está leyendo este foro conoce de algún proyecto formativo integral de formación permanente en sus diócesis. Ojalá que algún día el Vaticano no regale una orientación más concreta en este sentido.
_________________
P. Víctor Salomón
Washington DC
www.sacerdotesoperarios.org
http://www.solinstitutedc.com/Home.html
www.priestsforlife.org

[Galdino Pérez]

a. Describe algún modo de aplicar la gradualidad de la formación de los seminaristas ante situaciones concretas que te haya ayudado y pueda ser útil a los demás.

Saludo cordialmente a todos los compañeros del foro, y les felicito por toda la seriedad que le están poniendo al curso. Soy sacerdote, de año y medio de ordenado. Pertenezco a una familia humilde e indígena del estado de Veracruz, México. Los primeros años de formación en el seminario tenía conflictos de inferioridad, más aún porque yo hice la preparatoria semiescolarizada. En el seminario había entonces dos grupos: escuela de los inteligentes y de los no tanto inteligentes, por decirlo de alguna manera. Cuando pasé a otra etapa de mi formación, tenía que desaparecer estos dos grupos, y ahí me di cuenta que la formación era gradual en mi formación. Aprendí a estudiar y poco a poco salí de mi complejo. Lo más importante es la perseverancia y los buenos hábitos de estudio.


b. Indica algunas características que deberá cumplir la intercomunicación entre formadores para que permita que cada uno vaya construyendo sobre la base del trabajo del otro, y sea al mismo tiempo en el en el más absoluto respeto de la persona y de su conciencia.

Los cambios de los formadores no son tan frecuentes pero siempre se dan. Cuando un formador se va, debe dejar siempre un informe claro del alumno, y el alumno, por su parte, debe ser honesto y transparente consigo mismo y con su nuevo formador, para que nadie tenga que empezar desde el principio.

c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.

Me agradó el comentario de Hilario Cedeño Chávez. El primer medio, dice, ha sido su Proyecto de Vida. En el seminario se nos pide año tras año un proyecto de vida, pero al paso de unos años se nos olvida que el plan de vida debe seguirse haciendo, para ver por dónde hemos de caminar. Lo tendré en cuenta siempre.

[JULIAN RAMIRO JOVEN CADEN]

Formadores:
a. Aplicación:
Una situación concreta para aplicar la gradualidad de la formación son los consejos finales de los seminaristas; en la misma redacción de los informes no se puede tener el mismo rasero para todos, a la hora de opinar sobre su respuesta vocacional se debe guardar igual atención sobre el nivel de formación.
En la distribución de los lugares de apostolado (Cada fin de semana y durante los tiempos fuertes de la liturgia). Según la condición concreta del seminarista habrá que pensar que lugar de conviene más.
A la hora de solicitar algún servicio en medio de la comunidad (coordinador de alguna dimensión, maestro de ceremonias….). Hay seminaristas que necesitan mayor oportunidad para ganar en seguridad en sí mismos, otros necesitarán algún oficio que les haga crecer en sencillez y humildad, otros necesitan algún trabajo que les exija organización y orden.

b. Características:
Sinceridad en la comunicación.
Respeto de los roles de cada uno (Amistad con el seminarista sí; pero que no se confunda con un “democratismo”.
Exigencia con caridad.
Permanencia y perseverancia del formador en el Seminario.
Docilidad para obediencia.
Humildad para reconocer los errores.
Cuidado de no violentar la conciencia (privacidad) del otro.

C. PIDO DISCULPAS POR NO PODER RESPONDER, EN ESTE MOMENTO, A LA TERCERA PRGUNTA. ESTOY EN MISIÒN DE NAVIDAD EN UN LUGAR APARTADO DE MI DIÓCESIS Y DE DIFÌCIL COMUNICACIÓN.

[crisbuc]

?Si la formacion progresiva es una ley de la pedagogia en general, ?cual? es la clave para aplicarla con exito por parte del formador?¿En qué aspecto crees que es más deseable la formación permanente (en dónde percibes más carencias)?
c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.
R/la clave del exito para el formador es tomar en cuenta y respetar la naturaleza gradual del cresimiento de la persona y estar atento a seguir el ritmo que Dios va marcando para cada uno de ellos. tambien el trabajo dela formacion deve ser perseverante. o sea el formador poner a trabajar sus facultades superiores, y sus buenos habitos, para obtener un buen resultado en los formados. y sobre todo que alla una buen continuidad progresiva entre las diversa "etapas" de formacion que va adquiriendo el seminarista.
R/ la costancia de la formacion, el tener una buena gerarquia de valores tanto religiosos, humanos, vitales,morales.porque no se puede adquirir un progreso dando palos al aire. y en su formacion permanente, esforsarse por lograr o tener su Ideal, porque desde ai ira progresando dia a dia.Todos estos elementos ayudarán sin duda al seminarista en su progresiva preparación para el sacerdocio. Sería un grave error, sin embargo, creer que el día de la ordenación se ha llegado a la metaAquí entra en juego lo que la moderna pedagogía llama formación permanente. Es estar al día en la realización plena de su vocación sacerdotal, seguir creciendo en su amistad con Cristo, en su amor a la Iglesia, en su celo pastoral, en su actitud de entrega generosa a los demás. Es perseverar en el fervor. Es seguir capacitándose académicamente.
R/ otros respuestas ellos dicen que tamabien: Sinceridad en la comunicación.
Respeto de los roles de cada uno (Amistad con el seminarista sí; pero que no se confunda con un “democratismo”.
Exigencia con caridad.
Permanencia y perseverancia del formador en el Seminario.
Docilidad para obediencia.
Humildad para reconocer los errores. respuesta de: JULIAN RAMIRO JOVEN CADEN.

[Daniel Fernando Peña S.]

a. ¿Qué medios te han ayudado a hacer realidad la formación permanente en tu vida sacerdotal? (por ejemplo, lectura, asistencia a cursos, dedicación de un tiempo semanal al estudio, etc.)

+ He manejado la maxima de "aprender haciendo". Tengo mi proyecto de vida definido, ya que desde mi etapa de formación mi director espieitual me insistio en él. Saco tiempo para la lectura, en lo posible estar actualizado con las noticias, la lectura del periodico y si se es posible realizar cursos.

b. ¿En qué áreas crees que es más importante actuar dicha formación?:

En todas es necesario estar actualizado, pero creo que la fundamental es la ESPIRITUALIDAD EUCARISTICA esta y toda la vida espiritual no se necesita de mucha teoria, sino TENER CONCIENCIA DE LA PRESENCIA DE DIOS EN CADA MOMENTO DE NUESTRAS VIDAS. (Gustavo Orozco. Pbro)


c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes:

Me gustó mucho las opiniónes que han dado sobre EL PROYECTO DE VIDA como herrameinta vital para la formación permanente durante el misnisterio sacerdotal.

NO OLVIDAR QUE DESDE EL SEMNARIO DEBEMOS IR CONSTRUYENDO Y PERFECCIONANDO NUESTRO PROYECTO DE VIDA. ES UNA INVITACIÓN A TODOS LOS FORMADORES QUE SE ENCUENTRAN EN ESTE HERMOSO CURSO, EN ESPECIAL A LOS DIRECTORES ESPIRITUALES.

[Ramón Díaz-Guardamino LC]

Quería comentar algunas cosas:

A. Sobre la PARTICIPACIÓN EN EL FORO, no es necesario responder a todas las preguntas, basta una, o dos... Cada uno es libre en eso. Sugeriría responder sobre todo a aquellas en las que uno tenga alguna idea o experiencia interesante que pueda enriquecer a los demás, que es de lo que se trata. Incluso puede comentar una pregunta que corresponda a otro grupo, u otro asunto relacionado con el tema que estemos viendo.

B. En relación con la FORMACIÓN PERMANENTE, en la página web de la Congregación para el Clero www.clerus.org aparece abundante documentación que puede ser de interés. Basta indicar el idioma español y buscar con las palabras formación permanente, y aparecen cientos de documentos. Los primeros que he visto corresponden a cursos de formación permanente a distancia organizados por este dicasterio hace unos años mediante teleconferencia.

[MARCELO M]

Otros sacerdotes.
a. ¿Qué medios te han ayudado a hacer realidad la formación permanente en tu vida sacerdotal? (por ejemplo, lectura, asistencia a cursos, dedicación de un tiempo semanal al estudio, etc.)
Me ha ayudado mucho en mi formación permanente el proyecto de vida fraterna que llevamos en la comunidad en donde resido, además los subsidios que mi Orden edita precisamente para ese fin.
También los cursos que la Conferencia de Religiosos realiza cada mes en mi país, mucha ayuda ha sido la suscripción me mantengo con ciertas revistas, de teología y de espiritualidad

b. ¿En qué áreas crees que es más importante actuar dicha formación?
La formación permanente es integral pienso que todas las áreas que se puedan actualizarse son buenas.

c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.
Estoy de acuerdo con la elaboración del proyecto de vida tanto personal como fraterno que algunos compañeros del curso han mencionado, sin una verdadera toma de conciencia de lo importante que es la elaboración de este tipo de proyectos muy poco avanzaremos en nuestra vida consagrada e imposible hablar de formación sin tener este aspecto bien claro

UNA FELIZ NAVIDAD A TODOS Y UN PROSPERO AÑO 2009

[Luz Reyes]

a. Si la formación progresiva es una ley de la pedagogía en general, ¿cuál es la clave para aplicarla para aplicarla con éxito por parte del formador?
b. ¿En qué aspecto crees que es más deseable la formación permanente (en dónde percibes más carencias)?

Las claves para aplicar con éxito la formación progresiva del individuo considero que es:
- Establecer un proyecto de vida
- Crear el hábito de lectura y estudio
- Administrar el tiempo
- Ejecutar plan de estudio

Las carencias son muy relativas, pero al igual que Mauricio considero que el Testimonio es super importante.

"..no olvidemos que las palabras convencen, pero que el testimonio arrastra"

Que el Señor les acompañe y en esta Navidad llegue a nuestros corazones y conciencias para que el testimonio sea la puerta que abre un nuevo mundo y motiva a vivir el Reino

[jguerras100]

a. ¿Percibes que la transformación es algo real en tu vida y en la de tus compañeros, o es algo sólo presente en las charlas, discursos y documentos?

La transformación si se realiza prácticamente en la vida aunque no debe ser flash o light sino perdurable y para ello es un proceso que durara toda la vida, y siendo sincero habrá rubros que solo se ha presentado en forma teórica porque su aplicación no depende de un solo individuo o un instituto de formación, sino que debe ser vivido en comunión por todo el cuerpo de Cristo y eso muchas veces va más lento que la formación.

b. ¿Qué medio crees que ayuda más a una auténtica transformación interior en Cristo?

En principio la dirección espiritual es muy importante, una actitud de vida de oración al poner todo en manos de Dios, un estudio reflexivo y meditado de la Palabra de Dios, y por último pero no en importancia el ejemplo de la iglesia en el compromiso con Cristo por cada uno de los miembros.

c. ¿Cuál es la etapa (o etapas) en que es más patente la transformación?

Yo considero que en cada etapa es necesario estar renovándose y transformándose por ejemplo es de suma importancia que se inicie bien para que se continúe de la misma manera, puesto que tanto la introducción, el discernimiento y la transición hacia el nuevo estilo de vida, por supuesto que en cuanto se va madurando y el carácter se ha forjado aún más al carácter de Cristo es cuanto más conocemos, vivimos, y seguimos aprendiendo a vivir de acuerdo al Evangelio de la forma cristiana es la mejor etapa,, pero realmente la mejor etapa es la que se está viviendo porque cada una aporta algo distinto para la transformación “final”, que será apenas el inicio de la vida nueva. Porque solo se dará por la acción conjunta del formador, del formando y del Espíritu Santo.

d. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.

Creo que Fr Salomón Orlando frsalomon ha tocado un punto importante respecto a tener y compartir experiencias en diversas Diócesis y seminarios respecto a la mejora continua y la formación permanente no solo por medio de congresos o retiros sino contando con planes Diocesanos de Formación permanente a cada miembro de la Iglesia pero con un sentido y propósito común, que se desarrolle en forma integral, flexible, participativa, gradual, sistemática, programada, continua, permanente, diversificada y evaluada, para cada rubro de la Iglesia, Presbiterado, seminarios de formación, religiosos (sacerdotes y hermanos de vida consagrada), movimientos eclesiales y laicos en general, promoviendo la creatividad, innovación y la acción del Espíritu Santo.

[Gabriel Santamaría M.]

¡V.T.R.!

Estimados en Cristo:

Reciban un codial saludo y mis mejores deseos.

Otros participantes.

a. Si la formación progresiva es una ley de la pedagogía en general, ¿cuál es la clave para aplicarla para aplicarla con éxito por parte del formador?
Debe existir un plan de vida, es decir, lo que buscamos de la persona que se formará a corto, mediano y largo plazo. Estoy completamente convencido que debe ser gradual, con metas muy concretas y específicas. Dentro de todo ese proceso debe tenerse una atención y seguimiento personalizado, sobre todo para los momentos de flaqueza.

b. ¿En qué aspecto crees que es más deseable la formación permanente (en dónde percibes más carencias)?
Es muy importante tenerlo en las cuatro áreas de formación, en la académica, la apostólica, la espiritual y la humana, no concibo que se le de más importancia a una que a otra, si bien la espiritual podría ser la excepción, a las restantes se les debe buscar un equilibrio. Los indicadores para cada una de ellas deberán estar bien definidos de acuerdo a la etapa de formación en la que se encuentre el formando.

Sin más por el momento, quedo de ustedes asegurándoles mis oraciones.
Gabriel Santamaría M.

[Gabriel Santamaría M.]

¡V.T.R.!

Estimada en Cristo:

Reciba un cordial saludo. Estoy de acuedo con usted en relación a la frase, las palabras convencen pero el ejemplo arrastra...

Estar bien preparados hoy en día, es parte dundamental en cualquier ámbito social o profesional. No olvidemos que el sacerdote es el testimonio de muchas personas. El sacerdote es el "líder de los líderes" de la sociedad. Celebra misa a personas con mucha influencia en la sociedad y puede a través de su testimonio y ejemplo transformar esas almas para el bie común. Estar preparados entonces es importantísimo de cara a la misión que Dios ha puesto en sus manos. No hacerlo sería omisión.

Sin más por el momento, quedo de usted asegurándole mis oraciones.
Gabriel Santamaría M.

[Oscar Piñango]

Otros sacerdotes.
a. ¿Qué medios te han ayudado a hacer realidad la formación permanente en tu vida sacerdotal? (por ejemplo, lectura, asistencia a cursos, dedicación de un tiempo semanal al estudio, etc.)

En mi opinión, el primer y principal medio que he utilizado es la oración, puesto que de ella he partido siempre para desarrollar mis proyectos y lecturas de vida de acuerdo a la Palabra de Dios, con el ánimo y fuerza de la oración a veces podemos cuestionar, observar, analizar e incluso formar el alma necesitada de tanto amor de Dios. Partiendo de ello es necesario preocuparse por la formación personal, académica, religiosa, comunitaria, entre otras que deben ser parte de nuestro proyecto de vida. Es por eso que siempre me preocupo por mantenerme al día a nivel académico leyendo, estudiando y discutiendo con otros compañeros sobre diversos temas de interés para todos. Participo en talleres y retiros espirituales, y un hecho que me ha ayudado mucho es dictar charlas o retiros cuando me invitan, porque eso me hace estudiar un poco más el tema a tratar, y las experiencias de grupos contribuyen a crear en uno otras preguntas que pudieran tener respuestas en otras actividades. El uso de los medios electrónicos, como el internet me ha ayudado a estar en contacto de forma más directa con información valiosa, como es el caso de estos foros y cursos on line. En fin cada día se nos presentan diferentes maneras de formarnos y mantener esa llama de la vida sacerdotal, y los invito a dejarse animar por Cristo en la oración para tener esa comunicación personal y dejar que su fuerza nos lleve a seguir adelante.

b. ¿En qué áreas crees que es más importante actuar dicha formación?

Creo que es difícil especificar en qué área es más importante, porque todas tienen necesidades particulares y propias, unas más profundas otras menos áridas, algunas más satisfactorias y otras un poco decepcionante. Ser mensajero de la Palabra de Dios implica predicarlo a tiempo y destiempo, no esperar que venga el momento, sino buscar y propiciar que esos momentos lleguen. Sin embargo, creo importante que el área pastoral debe ser la primera en actuarse, puesto que de allí podrán extenderse a áreas vocacionales, comunitarias, sociales, y otras, lo que nos llevará a sentir más la necesidad de formarnos para formar, con la ayuda de la gracias y fuerza del Espíritu Santo.

c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.

Me alegra mucho poder expresar que las respuestas de mis compañeros me han servido de mucho para entender otros puntos de vista, e incluso aspectos que no tomé en cuenta en un primer momento y que según nuestras realidades nos afectan en mayor o menor grado. Recordemos que nuestro proyecto de vida está encaminado hacia Cristo Sacerdote, y al camino de la santidad, todo lo que hagamos en común por mostrarlo y predicarlo será nuestra mayor tarea, pongamos nuestros planes en sus manos, y con nuestro esfuerzo y dedicación haremos realidad la obra de Dios.
_________________
Oscar
Jesús mi Camino, Verdad y Vida

[Monica L. Moreno y G.]

1.- Si la formación progresiva es una ley de la pedagogía en general, ¿cuál es la clave para aplicarla para aplicarla con éxito por parte del formador?

Una formacion debe ser continua, e ir creciendo poco a poco, aun cuando existan algunos retrocesos, viendo en estos no como obstaculos sino superaciones para ir llegando a la vida del sacerdocio, el progreso del individividuo depende mucho de su espiritualidad, de el mismo y del acompañamiento del formador o guía espiritual.

b. ¿En qué aspecto crees que es más deseable la formación permanente (en dónde percibes más carencias)?

La parte Esprititual primeramente, la etica y social. sin ellas no se puede formar un buen sacerdote.
_________________
¡En la Voluntad de Dios!

[73107943]

FORO CAPITULO 9

Con relación a la pregunta a) la clave para que el formador aplique con éxito la formación progresiva en los futuros sacerdotes es una contínua formación por parte de los dos, ya que el formando debe auto-formarse y el formador debe estar actualizado tanto en las estrategias pedagógicas para impartir formación como en los mismos conocimientos a impartir. Otra clave será la contínua motivación hacia el formando, animándolo a seguir adelante, a pesar de los obstáculos que se presenten, teniendo siempre la guía del Espíritu Santo, recordándole que después de la noche llega el día, después de la tormenta llega la calma.

Con relación a la pregunta b) sigo pensando, como lo he comentado en los anteriores Foros, que el aspecto donde se necesita más la formación permanente es en el aspecto humano, ya que una cosa es lo que se le enseña al joven en el seminario y otra cosa es la que vive cuando sale de allí. Es cierto que sale (debe salir, tiene que salir) con las herramientas adecuadas en el aspecto humano, pero el mundo en que vivimos es otra realidad. El sacerdote se rodea de personas, de ambientes, que en alguna forma pueden incidir en su personalidad. Sigo con el ejemplo de los sacerdotes pederastas: en el Seminario se les enseñó lo que es la castidad, cómo se debe tratar con ella, pero al salir de allí todo cambia y su personalidad se ve alterada, llegando al extremo que ya conocemos.

[René Héctor Martíinez Mez]

a. Si la formación progresiva es una ley de la pedagogía en general, ¿cuál es la clave para aplicarla para aplicarla con éxito por parte del formador?
1. La motivación: Es necesario despertar la motivación y la automotivación en los seminaristas, reconocer sus logros y que ellos valoricen y reconozcan sus logros.
2. La autoformación: Que el seminarista sienta el deseo de profundizar más en su formación, siempre enfocado al servicio de la comunidad, el crecimiento espiritual y su responsabilidad en la realización de su misión en el acercamiento al proyecto de Dios.
3. Autoconciencia: de saberse no alguien común, pero tampoco alguien que está por encima de los demás sino muy al contrario alguien que está al servicio de los demás y que su proximidad a Dios no es particular sino en el grado que logre hacer que su comunidad se acerque y realice el proyecto de Dios.

b. ¿En qué aspecto crees que es más deseable la formación permanente (en dónde percibes más carencias)?
En la capacidad que debemos de tener no solo de levantarnos, sino también el poder superar nuestras dificultades, tomando experiencia de los acontecimientos, en este sentido es sumamente importante el estar consientes de la realidad de nuestra comunidad, nuestro país y el planeta, para que todo ello abone nuestro actuar y poder realizar obras de vida, no obra muerta. Tal y como lo es la Palabra que debe guiarnos e iluminarnos en nuestro caminar, nuestra formación y nuestra praxis.

c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.
Considero que todas las aportaciones dada son sumamente válidas y muy buenas, fruto de la experiencia y vivir de cada quien.
Una tarea sumamente grande el poder conciliarlas todas y tal vez en su momento poder presentar al final o al inicio de cada tema aquellos puntos que abonen a lo expuesto.
Lo que si en lo personal considero un poco preocupante es la disminución de los participantes y sobre todo aportaciones a medida que se va desarrollando el curso.

[P. Tobias Murillo Gil]

Aportes Foro N° 9.
Formación Progresiva y Permanente.
sacerdotes.

a. ¿Qué medios te han ayudado a hacer realidad la formación permanente en tu vida sacerdotal? (por ejemplo, lectura, asistencia a cursos, dedicación de un tiempo semanal al estudio, etc.)
b. ¿En qué áreas crees que es más importante actuar dicha formación?
c. Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.
Aportes Foro N° 9.

Siempre he tenido presente la necesidad de crecer y me ha ayudado mucho la lectura de buenos libros, como también la asistencia continua curso de actualización en diferentes temas. Preparar y predicar Retiros y el mismo convivir con mis hermanos sacerdote. Siempre tengo a mano un libro de buena lectura donde Aprender algo nuevo.

En todas la áreas, de manera especial en las áreas de Espiritualidad, moral y Teológicas. Sin descuidar la Liturgia y el estudio continua de la palabra de Dios.

Estoy muy de acuerdo con mi hermanos Sacerdote Hilario Cedeño Chávez, cuando dice que el proyecto de vida es importante porque con ello se vive en permanente preparación; además la misma vida de Pastor hace que este en continua preparación para poder responder bien ala misión encomendada por el Señor.

Que el Niño de Belén los bendiga con abundancia a todos mis queridos compañeros de estrudio y mis buenos amigos pues así los considero.
_________________
Jesus:"Me amo y se entego por mi"

P. Tobias

[Juan José Rodríguez Mesa]

1. Formadores.
a. Describe algún modo de aplicar la gradualidad de la formación de los seminaristas ante situaciones concretas que te haya ayudado y pueda ser útil a los demás.

En mi recorrido como acompañante en la formación he venido descubriendo que el modo más apropiado para aplicar la gradualidad de la formación en los seminaristas es por medio de las entrevistas personales en las que se dialoga sobre el proceso de crecimiento en cada una de las dimensiones de la formación.

Se debe tener en cuenta que cada uno de los seminaristas maneja sus propios ritmos y circunstancias. No todos son iguales sino que cada uno es universo distinto y por lo tanto la formación personalizada a través de las entrevistas es uno de los medios más propicios para fomentar la gradualidad de a formación en los seminaristas.

Esto requiere un ambiente de confianza, ya que, en cuanto mayores sean los lazos de confianza que se establezcan entre formador y formando, mayores serán los frutos de sinceridad, transparencia, disponibilidad y convicción; de lo contrario se corre el riesgo de que el seminarista le diga a su formador sólo lo que este quiere escuchar. No obstante, se debe tener cuidado de caer en la permisividad o en preferencias. He conocido algunos formadores a quienes las preferencias les han causado dificultades a ellos mismos y al ambiente de sus seminarios.

Estoy de acuerdo con el padre Víctor Salomón quien se refiere a tres palabras muy importantes: “AMOR, TRANSPARENCIA Y CONFIANZA. El seminarista debe sentirse amado por el formador, este amor creará un clima en el cual la transparencia y la confianza ayudarán a que los temas se aborden encarnados en las situaciones particulares que rodean el encuentro formativo entre el formando y el formador: cultura, psicología, espiritualidad,...etc que enmarcan dicho encuentro.”

Algunos de los elementos que he aprendido en la realización de las entrevistas personales son los siguientes:

1) Se deben realizar con cierta programación o regularidad, por ejemplo una cada mes; y dejar las puertas abiertas para que el formando se acerque cuando lo considere necesario. Al comenzar cada entrevista es importantísimo crear un ambiente propicio para ella en todo sentido.

2) Tener claridad en cuanto al contenido o temática de las mismas entrevistas. En el caso particular, se evalúa cada una de las dimensiones y se va construyendo el proyecto personal de vida.

3) Al finalizar cada entrevista debe quedar un compromiso concreto para trabajar o seguir trabajando hasta la siguiente entrevista.

4) A veces invito al formando a preparar la entrevista diligenciando un formato por escrito de algún aspecto en particular y luego durante el encuentro se dialoga sobre lo que está escrito y esto se conserva como parte del proceso.

5) Es conveniente motivar a los jóvenes para la dirección espiritual. Les invito para que si hay alguna situación delicada que no quieren comentar o tienen dudas de dialogarlo con el formador lo hagan con el director espiritual y le pregunten si se debe tratar con el formador o no.

6) Cuando un formando se acerca al formador para comentarle algún problema que se la ha presentado conviene preguntarle, antes de dar alguna pauta o indicación, ¿Qué ha hecho usted para tratar de solucionar dicho problema? A veces conviene preguntar ¿Por qué o para qué me comenta esto?

7) También enriquece la gradualidad en la formación las revisiones de vida comunitarias por grupos bajo la dirección del formador, advirtiendo previamente su verdadero sentido y exhortando a saber decir las cosas con caridad y saberlas recibir con humildad. Si uno como formador quiere evaluarse a sí mismo puede incluirse en dicha revisión y a la vez también da ejemplo a los seminaristas.

[rodrigofcleon]

¡VTR!

Estimados en Cristo:

Yo creo que un medio muy eficaz es el plan de vida, que puede hacer el seminarista junto a su Director Espiritual, cada determinado tiempo (por ejemplo un año), en el que realice un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) de su persona y a partir de ese establezca metas y objetivos en cada una de las áreas de su formación (las mismas que vimos en capítulos anteriores).

Es muy importante que se le dé seguimiento al plan de vida, mediante la Dirección Espiritual, el examen de conciencia al final del día, los ejercicios espirituales, etc. Habrá que corregir cuando se requiera, plantear nuevos caminos cuando sean necesarios, estrategias diferentes, etc, todo esto orientado a la mejora personal del seminarista.

Pero que no se nos olvide que todo esto es con el único fin de que el seminarista y luego el sacerdote, siga esforzándose por parecerse cada vez más y más a Cristo, Sacerdote Eterno.

Por otro lado, creo que el aspecto en el que es más necesario la formación permanente es el espiritual, pues como lo comenté en una de las sesiones anteriores, es "la base del edificio" del Sacerdote.

Finalmente, señalar que para que el plan de vida funcione, es necesario que la persona se esfuerce por ser constante en sus determinaciones.

¡Feliz Navidad y próspero año nuevo!
_________________
Afectísimo en Cristo,
Rodrigo Fernández de Castro De León
REGNUM CHRISTI
MÉXICO

[rodrigofcleon]

¡VTR!

Estimado en Cristo, Oscar:

Coincido con usted en que el primer y principal medio debe ser la oración. En la oración todos los cristianos encontramos las fuerzas y las gracias sobrenaturales para perseverar en nuestra misión. Y tratándose de los sacerdotes, creo que con mucha más razón deben partir de la oración.

Para complementar esto, podemos recordar varias escenas del Evangelio, en las que Jesús, antes de realizar alguna obra, se retiraba a hacer oración. Él nos ha puesto el camino.

No me gustaría finalizar mi aportación sin invitarlos a que, como fruto del capítulo y de la aportación de Oscar, reflexionemos en una cosa: ¿cuánto tiempo le dedicamos diariamente a la oración?

Quizás pueda ser un buen regalo al Niño Jesús en esta Navidad, el esforzarnos por mejorar en la oración, tanto en la cantidad de tiempo que le dedicamos al día, como en la calidad del mismo.

[Pbro. Francisco Rodríguez]

En la inmediatés de la Navidad de Nuestro Salvador, envío mi saludo a todos.
Paz y bienestar en el Señor.

Respecto a los medios que me han ayudado en mi formación permanente comparto lo siguiente: No soy muy dedicado pero si afecto a la lectura frecuente, tratese de un libro, algún artículo o revista formativa (todo esto no en una sóla línea sino con temas variados). Me ayuda mucho el hecho de ser profesor en el Seminario Mayor diocesano en el área de Teología y eso me exige lectura constante y actualización, así como la preparación de las clases. Como presbiterio, en la diocesis tenemos dos cursos de actualización al año, con una duración de cinco días (aproximadamente 20 horas). Este mismo curso en línea me ayuda en mi formación. La preparación de la homilía es otro momento importante de lectura y reflexión. Cuando presté mi servicio como formador pude asistir a dos cursos de formación a nivel internacional: uno por parte de la Organización de Seminarios Latinoamericanos y otro promovido por los Legionarios de Cristo en Italia. Estoy convencido de que la formación parte más de una convicción que de una obligación. El primer intereado debe ser uno mismo y buscarle de manera ordenada y disciplinada y no estar esperando a ver que nos ofrcen.
Recomiendo que en medio de las multiples actividades nos demos un tiempo para el estudio formal, con horas concretas y reales a la semana, con tiempos bien definidos; todo esto redundará no sólo en nuestro beneficio sino en bien de los fieles y de toda la Iglesia. Los fieles se dan cuenta del sacerdote que se prepara constantemente y del que se conforma con lo que vió en el seminario o leé muy poco.

Nuestra formación sacerdotal permanente no sólo debe ser gradual y continua, sino integral. Debemos ser capaces de abarcar lo espirital, lo humano y sobre todo lo pastoral. No se prepara uno intelectualmente para brillar, para ser reconocido, si algunos lo logran, qué bueno; se prepara uno para el bien de la Iglesia.

Al hecer la lectura de las respuestas hasta ahora publicadas, encuentro una gran riqueza de opiniones y experiencias. Es muy valioso el "proyecto personal de vida", el texto compartido en relación a la oración y desde luego la opinión de los laicos, que hoy en día muchos de ellos tienen una preparación intelectual suficiente y bastante experiencia de vida cristriana en el mundo.

Cuidemos de no caer en el "activismo" ya que este no es pretexto ni debe ser obstáculo para descuidar nuestra formación permanente. Toda actividad pastoral debe tener un sustrato intelectual y toda preparación intelectual es para un mejor desempeño pastoral.

Gloria a Dios Padre por su Hijo que nos ha nacido. Él es el Salvador.
P. Paco R.

[Ramón Díaz-Guardamino LC]

Muy enriquecedoras las aportaciones, sobre todo la del P Juan José Rodríguez Mesa, que cito a continuación porque creo que merece una atenta lectura. De hecho el diálogo personal de formación del rector con cada uno de los seminaristas ha sido algo presente en mi formación, y que tenemos como un medio de formación muy importante en mi Congregación; pienso que la formación puede ser gradual con éxito en la medida en que sea personalizada. Esto invita a una mayor confianza del seminarista en el superior, que no es una mera autoridad administrativa, sino más un padre y pastor; lo que no quita que el seminarista tenga la libertad para tratar determinados temas sólo con el director espiritual -o aun con el confesor- si lo prefiere (sin que esto sea una invitación a tener una doble contabilidad).

Si tuviera que sugerir algo adicional -que aplicamos también con éxito en mi Instituto religioso- sería tener también un diálogo periódico con algún otro de los formadores (como el vicerrector o un asistente del rector), en el que se trate de modo específico la formación humana: desde la formación de la voluntad o de la conciencia, hasta los aspectos más externos (normas de urbanidad y cortesía, aseo, etc.) También puede ayudar un programa personal de formación en este campo, y un calendario de temas a tratar en cada entrevista. Y por otra parte, tener entrevistas periódicas con el prefecto de estudios para seguir y potenciar la formación académico-intelectual, con el mismo sistema, mutatis mutandis.

También creo que puede ser de gran ayuda para los seminaristas el poder ver también con alguien de modo personalizado, con un sistema análogo de entrevistas periódicas, la formación pastoral o apostólica. En este caso, creo que el formador de referencia sería el director o coordinador de las actividades de la pastoral del que hablan las directrices sobre la formación de formadores que publicó en 1993 la Congregación para la Educación Católica, n. 63 (ver bibliografía 2). Creo importante tener alguien a cargo de la capacitación en este aspecto, de modo que no quede descuidado; por tanto no se trataría de ver simplemente los asuntos del apostolado que el seminarista esté llevando a cabo (por ejemplo, la catequesis en una parroquia), sino también cómo se desarrolla su formación en este campo.

Por último, pienso que es de gran utilidad la comunicación entre formadores, siempre en el respeto de la conciencia del alumno, pues puede dar al rector una visión más completa y permitirle ayudar mejor al alumno. Evidentemente no incluyo aquí al director espiritual, que no puede informar al rector de lo tratado con sus dirigidos; en este campo es el mismo seminarista quien puede comentar con el rector los aspectos de su vida espiritual que desee, en la medida en que exista un clima de confianza.

[verónica ana]

I).-Si la formación progresiva es una ley de la pedagogía general ¿cuál es la clave para aplicarla con éxito por parte del formador?
Como dice muy bien el capítulo 9º la formación progresiva entraña el concepto de gradualidad. La formación es un fruto que madura poco a poco, se alcanza paso a paso y es el fruto del esfuerzo diario.
Pero no sólo debe entrañar gradualidad sino también continuidad entre las diversas etapas ya que una deber apoyarse sobre la base de la anterior y ser la base de la siguiente. Por otro lado a todo esto debemos añadir algo más: la perseverancia
Los avances o el progreso que cada persona realiza no es lineal. Cada persona tiene sus características propias, con sus avances y retrocesos ya que somos únicos e irrepetibles.
A veces se quiere avanzar demasiado rápido y resulta difícil y uno nota que en lugar de avanzar retrocede. Pero cuando la voluntad es grande siempre se avanza, aunque es necesario recordar que cada uno tiene un tiempo para su alma que es necesario respetar.
Todo esto exige una programación para la formación personal. Programa para la vida espiritual para poder avanzar en la vida del espíritu, para adquirir las virtudes que más se necesitan y eliminar los defectos. También se necesita programación para la formación intelectual, humana y pastoral.
Sería erróneo creer que el día de la ordenación se llega a la meta. Ahí comienza el camino y entra en juego lo que llamamos formación permanente, la última, la más prolongada de las etapas en la que es preciso seguir el camino de la perfección hasta lograr la plena identificación con Cristo. Esto implica ir en pos de la plena realización de la vocación sacerdotal para que Dios sea más Dios en él, dejar de ser para que Cristo sea, que “Cristo crezca y él desaparezca”. Esto implica transformarse en Cristo mismo. Esto requiere aprender a conjugar el verbo amar en todos sus tiempos y no sólo aprenderlo con la mente y repetirlo con los labios, sino hacerlo vida, carne, sangre, latido del corazón, para que todos puedan ver así a Cristo Jesús nuevamente entre los hombres.
Si esto es así, todo lo demás se dará por añadidura: el amor a la Iglesia, el celo pastoral, la inmolación del yo, la actitud de entrega a los demás y el seguir capacitándose intelectualmente.
Este llamado, si bien les alcanza a los sacerdotes en forma particular por la elección especial de que han sido objeto, en realidad nos está dirigida a todos los cristianos ya que todos tenemos la obligación de formarnos en todas la dimensiones, para conocer nuestra fe puesto que no podemos amar lo que no conocemos. Sólo conociendo y formándonos a fondo sobre las verdades de nuestra fe podremos amarla, defenderla, vivirla y testimoniarla.

II).- ¿En que aspecto crees que es más deseable la formación permanente,( en donde percibes más carencias?
Creo que la formación permanente deber abarcar todas las dimensiones y que todas ellas deben desarrollarse armónicamente ya que si alguna fallara se produciría un desequilibrio en la formación, aunque creo que la dimensión que nunca puede fallar es la espiritual es la espiritual y menos en un sacerdote.
Pienso que en estos momentos las principales carencias las encontramos en el aspecto espiritual y moral.
Sin ir más lejos si observamos la realidad vemos que en muchos casos hay comunidades, congregaciones u órdenes religiosas con muy pocos miembros que parecerían condenadas a la extinción. A mi entender esto se debe a la poca formación y a la falta de fe de aquellos que la integran. Inclusive se podría decir que son criptas anquilosadas en la falta de espiritualidad.
Creo que en esta dimensión y en la parte moral es donde encontramos más carencias.
La respuesta de otro paerticipante la comentaré más tarde
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El Señor los Bendiga a todos
Verónica Ana

[verónica ana]

III.-Comenta alguna de las respuestas de otros participantes.

Creo que como ellos dicen muy acertadamente, el aspecto en el que es más necesaria la formación permanente, es en el espiritual.
Es necesario “tener oído de discípulo para tener lengua de discípulo”(Isaías 50,4). Si no voy a escuchar lo que el Maestro quiere que diga y haga voy a terminar predicándome a mi mismo. Tengo que escuchar al Señor para conocer Su voluntad y luego seguirla con fidelidad.
Creo que el Padre hace un aporte muy bueno e interesante cuando invita a reflexionar sobre el tiempo que le dedicamos a la oración.
Si no recurrimos a la oración podemos caer en un activismo.
Tenemos que recurrir a la oración a tiempo y a destiempo, aprender a estar en contacto con el Señor, vivir más estrechamente unidos a El, es decir aprender a vivir la oración y a orar la vida.