Foros de discusión de Catholic.net :: Ver tema - Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Foros de discusión
El lugar de encuentro de los católicos en la red
Ir a Catholic.net


Importante: Estos foros fueron cerrados en julio de 2009, y se conservan únicamente como banco de datos de todas las participaciones, si usted quiere participar en los nuevos foros solo de click aquí.


Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Ir a página 1, 2, 3, 4  Siguiente
 
Publicar nuevo tema   Este tema está cerrado y no puede editar mensajes o responder    Foros de discusión -> Mística
Ver tema anterior :: Ver tema siguiente  
Autor Mensaje
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Mar Ene 13, 2009 11:46 pm    Asunto: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Imitación de Cristo

Fuente


Para recibir en tu casilla de email aviso de nuevos posts de este libro, haz click aquí


Versión del Original Latino por Luis Otero Linares

PRESENTACIÓN

Tomás Hemerken nació en Kempis, cerca de Colonia en Alemania, el año 1379. A los veinte años ingresó al convento holandés de Agnetenberg, recibió la ordenación sacerdotal y permaneció en el mismo lugar copiando códices, componiendo tratados históricos y ascéticos e instruyendo a los nuevos religiosos hasta 1471 en que murió a la edad de noventa y dos años. Fue un hombre bueno y piadoso que acostubrara [sic] meditar en la pasión de Cristo con gran afecto y tenía especial carisma para animar a los débiles y angustiados.

La época de Tomás de Kempis está marcada por las señales del desorden, la violencia y la inseguridad política, social y religiosa. Es el tiempo posterior a la guerra de los Cien años que conmovió Europa, tiempo del Cisma en Occidente que divide a la Iglesia entre Roma y Avignon, de las revoluciones campesinas, las manipulaciones de prestamistas y banqueros, los impuestos exorbitantes y las inútiles elucubraciones de teólogos y filósofos incapaces de mejorar las costumbres.

En medio de este ambiente, como una reacción natural, aparece la escuela de espiritualidad llamada entonces “Devoción Moderna” caracterizada por su interioridad, su adhesión a la Persona de Cristo, su piedad afectiva, la metodización de la oración y los demás ejercicios espirituales, cuyo fruto más difundido es el libro de la Imitación de Cristo.

El texto completo fue escrito sobre pergamino por Tomás de Kempis antes de 1441 y ha llegado hasta nosotros gracias al manuscrito original de su autor, actualmente en la Biblioteca Real de Bruselas.

El libro de la Imitación de Cristo ha sido editado innumerables veces y muchos santos como Ignacio de Loyola, Pío V, Felipe Neri, Vicente de Paul y Luisa de Marillac lo leyeron y recomendaron.

John Wesley, fundador del Metodismo leía la Imitación con frecuencia y la hizo publicar en su “Biblioteca Cristiana”. También entre los libros que consultó durante su último cautiverio el teólogo luterano Dietrich Bonhoefer, aparece un ejemplar de la Imitación de Cristo.

Aunque se escribió hace ya varios siglos, ha parecido ahora oportuno traducir y publicar la Imitación de Cristo, adaptada al lenguaje de las comunidades hispanoamericanas, por la utilidad que puede tener para su vitalidad interior, tan necesaria en medio de un Mundo que parece haber perdido el sentido de las realidades espirituales.



PARTE PRIMERA
CONSEJOS ÚTILES PARA LA VIDA ESPIRITUAL

Capítulo: I


IMITAR A CRISTO


1. “El que me sigue no camina a oscuras”, dice el Señor (Jn 8,12).

Con estas palabras Cristo nos encomienda

que imitemos su vida y sus costumbres

si queremos estar iluminados y libres de toda ceguera interior.

Por eso, nuestro mayor afán

debe consistir en reflexionar sobre la vida de Jesús.

La enseñanza de Jesús está por encima de la de cualquier santo

y el que penetra en ella con buena voluntad encontrará un alimento escondido.

A muchos les sucede

que aunque escuchan con frecuencia el evangelio no descubren su significado

porque les falta el espíritu de Cristo.

Es conveniente que procure adecuar toda su vida con Cristo

quien quiere experimentar plenamente el sabor de sus palabras.

2. ¿De qué te sirve discutir cosas sublimes

a propósito de la Trinidad de Dios

si no eres humilde y desagradas a la misma Trinidad?

Verdaderamente,

las palabras hermosas no hacen santos ni justos

en cambio la vida correcta hace al hombre amable a Dios.

Prefiero sentir el arrepentimiento que me lleve a la conversión

en vez de poderlo definir.

Si conocieras las Escrituras de memoria

y te supieras todas las frases célebres de los filósofos

¿de qué te aprovecharía todo eso si no amas y agradas a Dios?

Vanidad de vanidades, todo es vanidad (Ecl 1,2)

sino amar y servir sólo a Dios.

En esto consiste la mayor sabiduría

dirigir la vida hacia los valores trascendentes

despreciando los que el mundo considera importantes.

3. Por eso, es vanidad buscar riquezas que se acaban y confiarse en ellas.

Vanidad es ambicionar el prestigio

y colocarse por encima de los demás.

Vanidad es dejarse dominar por los deseos naturales

y desear lo que después pueda ser

causa de grave castigo.

Vanidad es querer vivir muchos años

y preocuparse poco de vivir honestamente.

Vanidad es mirar únicamente esta presente vida

y no prever la que vendrá después.

Vanidad es amar lo que tan pronto acaba

y no buscar con interés la felicidad perpetua.

4. Recuerda frecuentemente este proverbio:

“No se cansan los ojos de ver ni se hartan los oídos de oír” (Ecl 1,8).

Esfuérzate por desviar tu corazón de las tentaciones presentes

y dirigirlo a los valores perennes

porque los que siguen sus deseos desordenados manchan su

conciencia

y pierden la gracia de Dios.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
midka
Constante


Registrado: 29 Abr 2008
Mensajes: 748
Ubicación: México

MensajePublicado: Mie Ene 14, 2009 3:40 am    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Buen tema Clauabru
_________________


Miguel Angel Montaño
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email Visitar sitio web del autor MSN Messenger
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Mie Ene 14, 2009 3:39 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

midka escribió:
Buen tema Clauabru

Gracias Miguel Ángel, es de mucho provecho leer un capítulo por día, aunque ya lo hayamos leído, nos hará un gran bien volver a hacerlo, ahora sigo con el libro...

¡Saludos!


---------------------------------

Capítulo: II

SINCERO CONCEPTO DE SÍ MISMO


1. Todas las personas, por supuesto, buscan tener conocimientos

pero ¿de qué sirve la ciencia sin el respeto a Dios?

Con seguridad es mejor el campesino humilde

sirviendo a Dios

que el engreído intelectual que estudia el Cosmos

olvidando el propio conocimiento.

El que bien se conoce a sí mismo

acepta sus limitaciones

y no se complace con las alabanzas que le puedan dirigir.

Si conociera todo lo que existe en el mundo

pero no viviera en el amor

¿de qué me serviría ante Dios

que tendrá que juzgarme por mis actos?

2. Tranquiliza tus deseos de saber demasiado

porque a veces hay en ellos gran estorbo y engaño.

A los intelectuales les gusta hacerse notar

y aparecer como sabios.

El conocimiento de ciertas cosas

poco o nada aprovecha al espíritu

y es ignorante quien prefiere atender a ellas descuidando

las que sirven a susalvación.

La abundancia de palabras no sacia el alma

pero la vida honesta refresca la mente

y la conciencia pura nos da gran confianza en Dios.

3. Mientras más y mejor conozcas

serás más seriamente juzgado, si no vives santamente.

No te creas superior a otros

por la habilidad que tengas en cualquier arte o ciencia

sino más bien teme por los conocimientos que te dieron.

Si consideras que muchas cosas sabes

y que las entiendes suficientemente

considera igualmente

que son muchas más las que no conoces.

“Así que no seas soberbio y anda con cuidado” (Rm 11,20)

más bien confiesa tu gran ignorancia.

¿A quién te vas a preferir

habiendo tantos maestros y expertos en las normas mejores que tú?

Si quieres aprender y saber algo verdaderamente útil

esfuérzate porque no te conozcan ni te consideren.

4. Ésta es una profunda y utilísima lección:

el auténtico conocimiento y la justa valoración de sí mismo.

Gran sabiduría y perfección

es pensar bien reconociendo lo bueno de los demás

y ver las propias limitaciones.

Si vieras a alguien pecar públicamente

o perpetrar graves delitos

no deberías estimarte mejor que él

ya que tú mismo ignoras

por cuánto tiempo más podrás comportarte correctamente.

Todos somos frágiles

pero tú no consideres a nadie más frágil que a ti mismo.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Jue Ene 15, 2009 2:38 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: III

ENSEÑANZA VERDADERA



1. Feliz al que la Verdad le enseña directamente

no por medio de imágenes o voces pasajeras sino tal como es.

Nuestras percepciones y opiniones

fallan con frecuencia y nos orientan mal.

¿De qué aprovecha cavilar tanto sobre asuntos ocultos y oscuros

de cuyo conocimiento nadie nos acusará en el día del Juicio?

¡Qué ignorancia tan grande

desconocer lo que es útil y necesario

prestando atención a curiosidades y daños.

Realmente teniendo ojos no vemos.

¿Qué nos importan los análisis y las síntesis?

Cuando nos habla la Palabra Eterna

quedamos liberados de las opiniones cambiantes.

Todo proviene de la única Palabra

todo lo creado se refiere sin cesar a Ella

y es el principio, que nos habla.

Si falta, ninguno entiende nada o puede discernir justamente.

Para quien todas las cosas son Uno,

y son atraídas hacia el Único y a todos las ve en el Único,

los sentimientos se le estabilizan y permanece con Dios en paz.

Dios verdadero

haz que me una contigo en perpetuo amor;

con frecuencia siento hastío al leer o escuchar variedad de cosas;

en Ti encuentro todo lo que quiero y deseo.

Callen todos los sabios

aquiétese la creación entera en tu presencia

háblame Tú solamente.

2. Mientras mejor esté alguien unificado y sea simple interiormente

más abundantes y sublimes conocimientos obtendrá sin esfuerzo

porque su inteligencia será iluminada desde arriba.

El espíritu puro, simple y constante

no se distrae en la variedad de experiencias e informaciones

porque dirige toda su actuación a la alabanza de Dios

esforzándose por permanecer siempre dispuesto

y libre de averiguaciones individualistas.

¿Qué te dificulta y fastidia más que los incontrolados deseos de tu corazón?

El hombre bueno y siempre dispuesto para seguir la voluntad de Dios

prepara dentro de sí las actividades que luego debe realizar externamente

de tal manera que no lo lleven hacia el deseo de las inclinaciones viciosas

y siempre se oriente según el juicio recto de su corazón.

¿Quién tiene mayor combate

que el que se esfuerza por vencer sus malas inclinaciones?

Ésta debe ser nuestra principal empresa:

vencer efectivamente lo que se encuentre de malo en uno

hacerse día a día más fuerte y aprovechar en ser mejor.

3. En esta vida,

toda perfección lleva consigo ciertas imperfecciones

y todo nuestro discernimiento no carece de alguna oscuridad.

El humilde conocimiento de sí mismo es más cierto camino hacia Dios

que la profunda investigación científica.

No se trata de echarle la culpa a la ciencia o a cualquier información correcta

sobre las cosas

que en sí consideradas son buenas y ordenadas a Dios

pero siempre debe preferirse la conciencia tranquila y la vida virtuosa.

Muchos están más preocupados del saber que de vivir cristianamente,

por eso se desvían con frecuencia y casi nada o muy poco fructifican.

4. Si se pusiera tanto empeño en extirpar los vicios y sembrar virtudes

como el que se emplea en promover discusiones

habría menos delitos y escándalos entre el pueblo y menos

superficialidad en las comunidades.

Ciertamente,

cuando llegue el día del juicio no nos preguntarán qué leímos sino qué hicimos

ni si hablamos bien sino qué honestamente hemos vivido.

Dime ¿dónde están ahora todos esos señores y maestros a quienes conociste bien

cuando vivían

y se destacaban en los estudios?

Actualmente otros ocupan su lugar y nadie se acuerda de ellos.

Mientras vivían tenían prestigio; ahora nadie habla de ellos.

5. ¡Qué pronto pasan las glorias del mundo!

Ojalá la vida que llevaron haya concordado con sus ciencias,

entonces sí habrían estudiado y aprendido provechosamente.

¡Cuántos se consumen por la intranscendente ciencia de este mundo

y qué pocos se interesan por mirar a Dios!

Y porque muchos eligen ser más poderosos que humildes,

están vacíos por dentro como sus propios pensamientos.

De verdad es grande quien tiene grande amor.

De verdad es grande quien reconoce sus limitaciones y tiene en nada los honores.

De verdad es consciente quien considera cualquier cosa como pérdida con tal de ganar a Cristo.

Y de verdad es un sabio

quien sigue fielmente la voluntad de Dios y somete su propia voluntad.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Vie Ene 16, 2009 2:03 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: IV

ACTUAR CON PRUDENCIA


1. No debe aceptarse fácilmente cualquier palabra o incitación

sino cautelosamente pero con amplitud de ánimo debe ponderarse todo según Dios.

¡Qué pena! Con frecuencia creemos con mayor facilidad

los malos que los buenos comentarios

sobre las personas. ¡Tan enfermos estamos!

Pero las personas prudentes

no creen así nomás lo que vienen a chismearles

porque conocen las dificultades humanas

causa de maldades y de expresiones tan negativas.

2. Es señal de gran sabiduría

no decidir precipitadamente

ni ser porfiado en el propio punto de vista.

No hay que tomar en cuenta, pues,

cualquier cosa que se diga

ni repetir después a otros, con ligereza,

lo que antes oímos o creímos.

Déjate aconsejar

por personas sabias y conscientes

y desea más bien ser instruido por otro mejor en vez de seguir tus propias invenciones.

La vida honesta hace sabio al ser humano

según el espíritu de Dios

y lo transforma en experto en variedad de cosas.

Mientras más humilde y fiel a Dios sea alguien

será más sabio y constructor de la paz.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Sab Ene 17, 2009 3:37 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: V

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS



En las Sagradas Escrituras debe buscarse la verdad,

no el estilo literario.

Conviene que todas las Sagradas Escrituras se lean con el mismo espíritu con que fueron hechas.

En los libros Sagrados debe buscarse más la utilidad que la delicadeza de las frases.

Con el mismo gusto debemos leer los textos devotos y simples

que los difíciles y profundos.

No te fijes en el nivel de los autores,

ya sea que escriban sencillamente o con gran despliegue de recursos,

más bien que te impulse a leer el amor a la pura verdad.

No te preguntes quién lo dijo

sino más bien atiende a lo que ha dicho.

Los seres humanos pasan

pero la verdad del Señor permanece para siempre (Sal 117,2).

Sin hacer distinciones entre unas personas y otras

el Señor nos habla de diversas maneras.

Nuestra curiosidad nos dificulta con frecuencia

la lectura de las Escrituras

cuando queremos racionalizar y discutir

lo que deberíamos aceptar simplemente.

Si quieres de verdad calmar tu sed

lee con humildad, sencillez y confianza

sin pretender que te reconozcan como erudito.

Pregunta con agrado

y acepta en silencio las enseñanzas de los santos.

No te cansen las explicaciones de los mayores

porque no las dicen sin motivo.




Continuaré con los siguientes capítulos a partir del jueves 22/8

Saludos,
Claudia
+++ +

_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Jue Ene 22, 2009 1:58 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: VI

DESEOS DESORDENADOS



1. Cuando las personas sienten deseos desordenados de inmediato se inquietan.

Los poderosos y los avaros nunca descansan;

los sencillos y humildes de espíritu se sienten en paz

aunque estén rodeados de una multitud.

Quien no tiene control sobre sí mismo

pronto es tentado y vencido

por cosas pequeñas y despreciables

Como enfermo del espíritu,

quien se deja dominar por sus instintos

y vive sólo para satisfacer sus caprichos,

con dificultad puede abstenerse de los deseos,

cuando se abstiene se pone triste

y se indigna si alguien lo contradice.

2. Pero si consigue lo que desea

el sentimiento de culpa le hiere

y esa amargura no le sirve de mucho

para encontrar la tranquilidad que buscaba.

Resistiendo a las malas inclinaciones

se adquiere la auténtica paz,

no sometiéndose a ellas.

No existe paz

en el corazón de las personas que no tienen dominio de sí mismas

ni en las dedicadas exclusivamente a las actividades externas

sino en las entusiastas y espirituales.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Vie Ene 23, 2009 2:12 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: VII

HUIR DE LA ESPERANZA INFUNDADA Y LA SOBERBIA



1. Está vacío el que pone su confianza

en las personas o las cosas creadas.

No te avergüences de servir a los demás

por amor a Jesús

y aparecer ante ellos como pobre.

No te sostengas en ti mismo

sino pon en Dios tu esperanza.

Haz lo que esté de tu parte

y une tu buena voluntad a la de Dios.

No confíes tanto en tu ciencia

o en la astucia de algún otro

sino más bien en la gracia de Dios

que ayuda a los humildes

y desecha a los presumidos.

2. No te engrías por tus posesiones

o amistades poderosas

confía sólo en Dios que todo lo otorga

y desea darse Él mismo a nosotros.

No te coloques sobre los demás

por tu prestancia o belleza física

que una pequeña enfermedad

puede destruir y sepultar.

No te contentes tanto

de tu propia habilidad e ingenio

no vaya a ser que descontentes a Dios

verdadero dueño de todo lo que posees.

3. No pienses que eres mejor que otros

no vayas a aparecer peor ante Dios

que conoce muy bien cómo es cada uno.

No te ensoberbezcas por tus buenas acciones

ya que el criterio de Dios es distinto del nuestro

y a veces lo que está bien a los demás

no le parece suficiente a Él.

Si tienes algo bueno cree que es mejor lo ajeno

conservándote así humilde.

No te hace ningún daño colocarte al último

en cambio puede ser muy dañino

ponerse por delante de uno solo.

Con el humilde está la paz

en el autosuficiente

hay celos e indignación con frecuencia.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Sab Ene 24, 2009 1:56 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: VIII

CUIDAR LA INTIMIDAD



1. “No le abras tu corazón a cualquiera” (Eclo 8,22)

sino comunícate con los sabios y respetuosos de Dios.

Con los inexpertos y extraños procura estar poco,

con los ricos no seas adulón

ni goces presentándote con los magnates;

con los piadosos y equilibrados procura conversar y trata con ellos de lo que contribuya a tu edificación.

No tengas intimidad con mujeres desconocidas

pero ruega a Dios que las haga buenas.

Vive íntimamente con Dios y sus amigos

y evita las novedades.

2. A todos hay que querer

pero no es conveniente intimar con todos.

A veces admiramos a quienes no conocemos

pero el contacto con ellos hace que brillen menos.

Pensamos agradar a las personas con nuestra conversación

y empezamos enseguida a molestarlas

cuando descubren en nosotros tantos defectos.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Dom Ene 25, 2009 1:50 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: IX

OBEDECER Y DEPENDER



1. Es muy valioso saber obedecer,

depender de otra persona

y no ser uno su propio juez.

Más seguro es depender que dirigir.

Muchos están sometidos a la obediencia, más por necesidad

que por amor:

ellos tienen sufrimiento

y con ligereza murmuran;

nunca adquirirán libertad de criterio

si no se someten sólo a Dios de todo corazón.

Aunque corras de un lado para el otro

jamás encontrarás quietud

si no es en la humilde sujeción a un orden superior.

Imaginar distintos lugares y cambios de vida

a muchos engañó.

2. Es cierto que cada uno, con gusto, lleva adelante sus convicciones

y se inclina más a quienes siguen su sentir.

Ya que Dios está entre nosotros

es preciso que abandonemos

nuestros particulares puntos de vista, por bien de la paz.

¿Quién sabe tanto

que pueda conocer absolutamente todas las cosas?

Por lo tanto, no confíes exageradamente en tu criterio

y esfuérzate por escuchar con agrado el parecer de los demás.

Si es aceptable tu sentir

y lo abandonas por causa de Dios, siguiendo lo que te ordenen,

eso te hará a la larga mucho bien.

3. He escuchado frecuentemente

que es más seguro atender y seguir un consejo que darlo.

Puedes juzgar como bueno el sentir de alguno

pero es señal de excesiva suficiencia y terquedad

estar en desacuerdo con los demás cuando tienen la razón
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Lun Ene 26, 2009 5:42 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: X


CUIDADO CON LAS CONVERSACIONES INTRANSCENDENTES



1. Cuídate cuanto puedas de alborotos y bullicio.

Mucho estorba ocuparse de diversas gestiones incluso si se realizan con sana intención.

Rápidamente nos mancha la vanidad y nos aprisiona.

Preferiría muchas veces haber callado

y no encontrarme entre la gente.

Pero ¿Por qué motivo con tanto placer hablamos

y entre nosotros la pasamos charlando

si rara vez, sin herir nuestra conciencia,

volvemos al silencio?

Será que hablamos con tantas ganas

porque buscamos consuelo en los demás

y a nuestro corazón, fatigado por tantas preocupaciones

queremos aliviar.

Y muy gustosamente buscamos hablar y compartir

de lo que amamos o deseamos

o de lo que nos contradice;

Pero ¡qué lástima! Vacía e inútilmente.

Estos consuelos externos

afectan no poco

a los interiores y divinos.

2. Por eso debemos estar vigilantes y orando

no se nos pase el tiempo sin fruto.

Si es justo y conviene hablar

debe decirse lo que edifique.

La mala costumbre y el descuido del propio progreso contribuyen al descontrol de nuestra lengua.

Ayuda muchísimo al desarrollo interior

la devota conversación sobre asuntos espirituales

principalmente cuando varias personas

que tienen similares intereses y ánimo

se juntan en Dios.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Mar Ene 27, 2009 8:06 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XI

ADQUIRIR LA PAZ Y ESFORZARSE POR MEJORAR



1. Podremos tener mucha paz

si no nos andamos metiendo

con los dichos o hechos ajenos

que no nos pertenecen.

¿Cómo es posible que permanezca en paz

el que se inmiscuye en asuntos de otros,

se interesa por exterioridades

y poco o rara vez se recoge en sí mismo?

Felices los sencillos porque tendrán mucha paz.

2. ¿Por qué razón muchos santos

fueron tan perfectos y dados a la contemplación?

Porque continuamente se preocuparon

de mortificar en ellos mismos

los deseos deshonestos

por tanto, pudieron adherirse a Dios de todo corazón

ocupándose entonces libremente del propio aprovechamiento.

Nosotros somos poseídos por las propias pasiones

y solicitados excesivamente por cosas pasajeras.

Rara vez vencemos un vicio por completo

ni nos alentamos para perfeccionarnos cada día

por lo que permanecemos tibios y hasta fríos.

3. Si estamos nosotros mismos perfectamente mortificados

y por dentro poco comprometidos

podemos saborear las realidades divinas

y experimentar en cierta forma

la contemplación del cielo.

Nuestro total y máximo impedimento

es que no somos libres de pasiones y deseos deshonestos

y no nos esforzamos por ingresar

en el perfecto camino de los santos.

Cuando nos ocurre una pequeña adversidad

muy pronto nos desanimamos

y regresamos a los consuelos humanos.

4. Si nos esforzáramos por mantenernos de pie en la batalla

como seres enérgicos

veríamos pronto llegar sobre nosotros

desde el cielo,

el auxilio de Dios.

Él está preparado para venir a ayudar

a los que están seguros y confían en su gracia.

Si solamente en el cumplimiento exterior

ponemos nuestro progreso religioso

pronto llegará el fin de nuestra devoción.

Apliquemos el hacha a la raíz

y purificados de nuestras pasiones

seamos dueños, en paz, de nuestra propia mente.

5. Si cada año extirpamos uno solo de los defectos

pronto nos convertiremos en seres perfeccionados.

Pero reconocemos con frecuencia que sucede al contrario

porque vemos que fuimos mejores y más puros

al comienzo de nuestra conversación [sic]

que después de muchos años de compromiso con Dios.

El entusiasmo y aprovechamiento

diariamente debería aumentar

pero ahora parece gran cosa

si alguien conserva un poco del primer fervor.

Si al principio ponemos un poco de energía

después todo lo podremos llevar a cabo

con facilidad y alegría.

6. Cosa seria es dejar lo acostumbrado

y más serio es ir contra la propia voluntad.

Pero si no vences lo pequeño y débil

¿cuándo superarás lo más difícil?

Resiste desde el inicio tus malas inclinaciones

y abandona tus perversas costumbres

no sea que poco a poco

te conduzcan a mayores problemas.

Si te dieras cuenta de cuánta paz adquirirías

y qué alegría proporcionarías a los demás

conduciéndote adecuadamente,

pienso que serías mucho más cuidadoso

con tu aprovechamiento espiritual.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Mie Ene 28, 2009 4:32 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XII

UTILIDAD DE LAS ADVERSIDADES




1. Es conveniente para nosotros que de vez en cuando

soportemos algunas molestias y contrariedades,

porque frecuentemente retraen al ser humano a su propio corazón

para que reconozca que vive como exiliado

y no sustente su esperanza en alguna realidad creada.

Es bueno que a veces padezcamos contradicciones

y que se opine mal e imperfectamente de nosotros incluso cuando actuamos bien y esforzadamente,

todo esto ayuda a la propia humildad

y nos defiende de la vanagloria.

Entonces invocamos a Dios mejor como testigo íntimo

cuando somos denigrados externamente por los otros

y no se toma en cuenta nuestro testimonio.

2. Por eso debería cada uno

afirmarse de tal manera en Dios

que no fuera más necesario para él

buscar consuelos humanos.

Cuando la persona de buena voluntad

sufre tribulaciones y tentaciones

o se aflige por los malos pensamientos

entonces reconoce que necesita más que nunca a Dios

y experimenta que sin El, nada bueno posee.

Entonces se entristece, gime y ora

por las miserias que padece.

Entonces se hastía del diario vivir

y prefiere que venga la muerte

para liberarse y estar con Cristo (Flp 1,23).

Entonces, pues, se viene a dar cuenta

que la perfecta seguridad y plena paz

no pueden sustentarse en el mundo.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Jue Ene 29, 2009 3:26 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XIII

RESISTIR A LAS TENTACIONES




1. Mientras vivimos en éste mundo

no podemos estar sin aflicciones y tentaciones.

Por eso en el libro de Job está escrito:

“Tentación es la vida del hombre sobre la tierra” (Job 7,1).

Cada uno debe ser cuidadoso acerca de las tentaciones

y mantenerse atento en oración

para que el demonio, que jamás descansa sino que da vueltas alrededor buscando a quien devorar (1P 5,8),

no encuentre modo de engañarle.

Ninguno es tan perfecto y santo

que no tenga a veces tentaciones.

2. No obstante, con frecuencia las tentaciones son muy útiles

aunque sean molestas y graves

porque en ellas

el hombre se humilla, se purifica y aprende.

Por muchas angustias y tentaciones

todos los santos pasaron y aprovecharon

y los que no fueron capaces de soportarlas

fueron reprobados y desfallecieron.

No existe comunidad tan santa ni lugar tan secreto

donde no haya tentaciones y adversidades.

3. Nunca está el ser humano

protegido totalmente de la tentación

mientras viva

porque de nosotros mismos brota la tentación debido a que nacimos inclinados al mal.

Cuando una tribulación o tentación nos abandona

otra sobreviene

y siempre tenemos algo por qué padecer

ya que perdimos el gran bien

de nuestra original felicidad.

Muchos procuran huir de las tentaciones

y vienen a caer más gravemente en ellas.

No podemos vencerlas con solo huir

sino con paciencia y verdadera humildad

llegaremos finalmente a ser más fuertes que nuestros enemigos.

4. Quien sólo externamente deshecha el mal

pero no lo arranca de raíz

poco progresará.

Porque pronto volverá a él la tentación

y peor se sentirá.

Poco a poco, con paciencia y entusiasmo,

con la ayuda de Dios, podrás superarte

y no con tu propia impaciencia y suficiencia.

Acostúmbrate a aceptar buenos consejos

cuando te sientas tentado

y no trates con dureza al que tiene tentaciones

sino más bien consuélalo

como quisieras que lo hagan contigo.

5. El inicio de todas las malas tentaciones

está en la inconstancia del ánimo

y la poca confianza en Dios

porque es igual a un barco sin timón

empujado de aquí para allá por el oleaje,

la persona apocada e inconstante en sus propósitos

tentada por eso de diversas maneras.

El fuego pone a prueba el hierro

y la tentación al hombre honesto.

Desconocemos de qué somos capaces

pero la tentación lo da a conocer.

Debe estarse muy atento

sobre todo al comienzo de la tentación

porque entonces es más fácil vencer al enemigo.

Si cerramos las puertas de la mente

y le resistimos en la entrada apenas toca

se acabará el problema.

Por eso alguien dijo:

“Opónte al comienzo; después, la medicina es inútil” (Ovidio Rem 2,91).

Porque primero sobreviene a la mente un simple pensamiento

después, una llamativa imaginación

finalmente el deleite y el impulso depravado,

y la aceptación.

Así poco a poco,

va ingresando el maligno enemigo hasta el fondo por no haber sido rechazado al principio.

Mientras más descuidado sea uno en resistir

tanto más débil se irá haciendo

y el enemigo contra él, más poderoso.

6. Alguno padece más graves tentaciones

al inicio de su conversación [sic] a Dios

algún otro, al final.

Alguno la pasa mal durante toda su vida.

Algunos son tentados muy suavemente

según la sabiduría y equidad

de las disposiciones de Dios

que decide de acuerdo con la condición y méritos de las personas

y todas las cosas

las orienta a la salvación de sus elegidos.

7. Por lo tanto,

no debemos desesperarnos cuando sufrimos tentaciones

sino más bien rogar a Dios con fervor

de manera que en toda tentación se digne ayudarnos

ya que, de hecho, según dijo Pablo

las tentaciones serán de tal manera (1Co 10,13)

que podamos soportarlas.

Humillemos nuestras almas bajo la mano de Dios

en toda tentación y tribulación

porque salvará a los humildes de espíritu (Sal 34,19)

y los elevará.

8. En las tentaciones y tribulaciones

se prueba cuánto ha progresado cada uno,

en eso hay mucho mérito

y se hace más patente la virtud.

No es gran cosa

que la persona sea devota y entusiasta

cuando no le pasa nada grave

pero si se sostiene con paciencia en tiempos adversos

habrá esperanza de gran progreso.

Algunos se defienden de grandes tentaciones

y cotidianamente

son vencidos por las pequeñas;

esto es para que humillados,

nunca se atrevan a confiar demasiado de sí mismos

ya que en tan modestas tentaciones fallan.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile


Ultima edición por clauabru el Dom May 03, 2009 12:38 am, editado 2 veces
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Vie Ene 30, 2009 2:24 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XIV


EVITAR LOS JUICIOS TEMERARIOS




1. Fija tus ojos en ti mismo

y no te atrevas a juzgar a otros.

Al juzgar a los demás, uno trabaja inútilmente

se equivoca muchas veces y fácilmente peca;

juzgándose, en cambio, a sí mismo y amonestándose

se labora con provecho.

Como recibimos las cosas según nuestros sentimientos,

de acuerdo con eso frecuentemente las juzgamos;

por causa del amor propio

fácilmente perdemos su verdadero sentido.

Si siempre con recta intención van dirigidos a Dios nuestros deseos

no nos turbaremos tan fácilmente

por la resistencia de nuestros sentimientos.

2. Pero a veces tenemos algo escondido dentro de nosotros

o sucede algo por fuera

que conjuntamente nos atrae.

Muchos buscan su propio interés en lo que hacen

y en eso actúan equivocadamente.

Creen vivir en perfecta paz

cuando se realizan las cosas según su querer y entender;

pero si algo sucede de modo distinto a sus deseos

de inmediato se inquietan y entristecen.

Porque las personas suelen tener diversidad de sentimientos y puntos de vista,

con demasiada frecuencia ocurren distanciamientos

entre amigos y ciudadanos, entre religiosos o personas piadosas.

3. Las antiguas costumbres difícilmente se abandonan

y nadie se deja conducir con gusto a donde no quiere.

Si le das más crédito a tus razonamientos o habilidades

que a la fuerza de someterse a Jesucristo

casi nunca o tardíamente serás una persona iluminada

porque Dios nos quiere totalmente dependientes de Él

y que por ardiente amor superemos toda razón.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Sab Ene 31, 2009 8:28 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XV

OBRAS HECHAS POR AMOR



1. Por ninguna cosa del mundo ni por deferencia a alguna persona

debe hacerse algo malo,

pero por utilidad de un necesitado

debe interrumpirse la buena obra, o cambiarla por otra mejor.

Esto no significa

que la buena obra quede destruida

sino que se ha convertido en más buena.

Sin amor, las actividades exteriores de nada sirven;

pero lo que se hace por amor

así sea muy pequeño y despreciable

llega a ser muy fructífero.

Más considera Dios a la persona que realiza la acción

que a la acción realizada.

2. Mucho hace el que mucho ama.

Mucho hace quien hace las cosas bien.

Hace bien quien sigue el parecer de su Comunidad

en vez de su propia voluntad.

A veces parece ser amor y es más bien sensualidad

porque las tendencias de la naturaleza,

la propia voluntariedad, la esperanza de la retribución

y la atracción de las comodidades

muy rara vez nos abandonan.

3. El que tiene verdadero y perfecto amor

en nada busca su propia gratificación

sino desea únicamente que Dios sea reconocido y recibido por todos.

A nadie otorga la propiedad del [sic] ningún bien

sino que los atribuye íntegramente a Dios

ya que de Él todos brotan como de una fuente

y finalmente todos los santos gozarán

descansando en Él.

Si alguien tuviera una pequeña chispa de verdadero amor, de inmediato sentiría que las cosas materiales están todas vacías.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Dom Feb 01, 2009 1:43 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XVI


SOPORTAR LOS DEFECTOS AJENOS




1. Lo que no somos capaces de corregir en nosotros mismos o en los demás,

debemos soportarlo pacientemente

hasta que Dios disponga de otro modo.

Considera que es mejor así para tu calificación y tu paciencia

sin la que no tienen mayor valor nuestros esfuerzos.

Debes, sin embargo, suplicar a Dios

para que se digne ayudarte en esas dificultades

y puedas sobrellevarlas con buen ánimo.

2. Si alguno no se controla

después de dos o tres amonestaciones

no te pongas a pelear con él

sino encomiéndaselo a Dios

para que se cumpla su voluntad y todos sus servidores le honren,

ya que sabe muy bien convertir los males a bienes.

Aprende a ser paciente en tolerar los defectos ajenos y cualquier debilidad

porque tú mismo tienes defectos

que los otros deben soportar.

Si no eres capaz de hacerte a ti mismo como quieres

¿cómo lograrás que los otros se conduzcan según tus deseos?

Con gusto queremos perfectos a los demás

y sin embargo no corregimos los propios defectos.

3. Queremos que a otros se corrija estrictamente

y no deseamos que nos corrijan a nosotros.

Nos disgusta que se otorgue a los demás ciertas facilidades

y no aceptamos se nos niegue lo que pedimos.

Queremos que otros cumplan las disposiciones más exigentes

y no soportamos que a nosotros nos limiten algo.

En todo esto se hace patente qué raro es que

consideremos al prójimo como a nosotros mismos.

4. De esta manera, pues, Dios ha dispuesto que aprendamos

ayudarnos [sic] unos a otros a llevar las cargas (Ga 6,2) porque no hay nadie sin defecto, nadie sin carga, nadie para sí es suficiente, nadie, lo bastante sabio

sino que es necesario llevarnos unos a otros, consolarnos, ayudarnos igualmente,instruirnos y aconsejarnos.

En los sucesos adversos se nota mejor

cuánta virtud posee cada uno.

Las ocasiones no hacen frágil al hombre sino

más bien ponen de manifiesto lo que es.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 1:50 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XVII


LA VIDA DE LOS RELIGIOSOS



1. Conviene que aprendas a reprimirte tú mismo en muchas cosas si quieres gozar de paz y concordia con los otros.

No es poco vivir en la comunidad de los monasterios o congregaciones y allí compartir todo sin discordia

perseverando fielmente hasta la muerte.

Feliz el que allí vive santamente y se realiza

con éxito.

Si quieres permanecer debidamente y progresar

considérate como un extraño y peregrino

en la tierra.

Conviene que te hagas como insensato por Cristo

si quieres llevar de verdad la vida religiosa.

2. Los hábitos y señales exteriores significan poco

pero la conversión de vida y el total control sobre las pasiones, de verdad hacen al religioso.

Quien busca algo distinto a sólo Dios y

la salvación de su alma, encontrará únicamente angustias y dolores.

Nadie puede estar en paz continuamente

si no se esfuerza por ser el más pequeño y sumiso a todos.

Has venido a servir, no a dirigir;

se te ha llamado para soportar y trabajar no para que estés ocioso y fantaseando.

Aquí de verdad se pone a prueba a las personas

como el oro en el crisol.

Aquí nadie persevera si no quiere humillarse ante Dios de todo corazón.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Mar Feb 03, 2009 2:01 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XVIII


EJEMPLO DE LOS PRIMEROS RELIGIOSOS




1. Mira bien los vivos ejemplos de los santos fundadores

en los que resplandece la verdadera perfección y religión,

y verás qué poco o casi nada es lo que hacemos.

¡Qué viene a ser nuestra vida si la comparamos

con la de ellos...!

Los santos y amigos de Cristo

sirvieron al Señor con hambre y sed, con frío

e indigencia, con trabajo y cansancio,

en vigilias y ayunos, en medio de persecuciones y muchas ofensas.

¡Qué abundantes y graves tribulaciones padecieron los apóstoles, los mártires, los confesores, las vírgenes

y todos los demás que quisieron seguir los pasosde Cristo!

2. En este mundo se dieron menos importancia a sí mismos

para poseer sus vidas plenamente en la eternidad (Jn 12,25).

¡Qué vida tan exigente y desprendida llevaron los Padres del desierto,

qué prolongadas y graves tentaciones soportaron!

¡Con qué frecuencia fueron maltratados por el enemigo,

qué continuas abstinencias cumplieron!

¡Qué gran entusiasmo y fervor tuvieron para el progreso espiritual,

qué fuerte guerra combatieron para dominar los vicios,

qué pura y recta intención tuvieron hacia Dios!

3. Durante el día trabajaban y se pasaban las noches orando

y mientras trabajaban, no cesaban de orar mentalmente.

Empleaban útilmente todo su tiempo y les parecía

poco todo el tiempo que podían estar a solas con Dios

y por gran dulzura que encontraban en la contemplación

hasta llegaban a olvidarse de satisfacer las necesidades básicas de su naturaleza.

Renunciaban a las riquezas, a los títulos y a los honores,

a los amigos y familiares, no deseaban tener nada del mundo, apenas consumían lo necesario

y hasta les molestaba atender sus necesidades vitales.

Eran pobres, pues, en bienes materiales, pero muy ricos en gracia y virtudes.

Externamente eran indigentes pero por dentro

rebosaban de la predilección y

el afecto sensible de Dios.

Para el mundo eran ajenos pero eran muy cercanos

y amigos íntimos de Dios.

A sí mismos se consideraban como sin ningún valor y despreciados del mundo entero pero a los ojos de Dios eran preciosos y queridos.

Eran ciertamente humildes y vivían obedeciendo con sencillez.

En caridad y paciencia caminaban y por eso

cada día progresaba su espíritu y obtenían grandes dones de Dios.

Fueron propuestos como ejemplo para todos los religiosos

y más nos deben animar a obrar bien que la multitud

de los tibios a descuidarnos.

4. ¡Qué entusiasmo tuvieron todos los religiosos al comienzo

de sus santas Instituciones!

Cuánta devoción en la oración, cuánta emulación en la virtud

qué gran cumplimiento de las normas, qué respeto y obediencia

bajo las constituciones de los maestros, en todos florecía.

Todavía quedan vestigios, para testificar que verdaderamente fueron santos y perfectos que supieron

luchar con denuedo para lograr la victoria.

Ahora parece gran cosa si uno no es transgresor

y puede tolerar con paciencia lo que primero aceptó.

¡Qué tibieza y negligencia de nuestra condición

que tan pronto declina nuestro entusiasmo inicial

y nos da tedio vivir por la dejadez y tibieza!

Ojalá no se duerma en ti el interés por la virtud

ya que tienes delante tantos ejemplos de santos.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Mie Feb 04, 2009 1:53 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XIX


LA ACTIVIDAD DEL BUEN RELIGIOSO



1. La vida del buen religioso

debe relucir con toda clase de virtudes para que sea interiormente como aparece por fuera;

y debe ser mejor por dentro

que como se aprecia de fuera

porque nuestro inspector es Dios

a quien debemos el máximo respeto donde sea que estemos

y debemos andar tan puros como ángeles en su presencia.

Cada día tenemos que renovar nuestros propósitos

y animarnos al fervor

como si hoy fuese el primer día de nuestra conversión, y decir: “Ayúdame Señor Dios

en el buen propósito de tu santo servicio

y haz que hoy día empiece perfectamente

porque nada he hecho hasta ahora”.

2. Según nuestro propósito será el camino de nuestro aprovechamiento y debe poner mucho empeño

el que quiere aprovechar bien.

Si el que propone firmemente, con frecuencia decae

¿qué será del que rara vez o con menos firmeza propone?

Sucede que de diversas maneras desertamos de nuestros propósitos

y una pequeña omisión de los ejercicios no pasa sin detrimento.

Los propósitos de los santos penden más de la gracia de Dios que del propio saber y en Dios siempre confían

cuando algo acometen.

Porque el hombre propone pero Dios dispone y no

está en poder del hombre su camino (Jr 10,23).

3. Si por causa de la compasión o por utilidad del prójimo

se suspende de vez en cuando el cumplimiento de los ejercicios acostumbrados,

con posterioridad puede fácilmente recuperarse.

Sin embargo, abandonarlos simplemente por fastidio o negligencia es una actividad muy culpable y se sentirá que hace daño.

Esforcémonos cuanto podamos

porque así y todo fallaremos con facilidad en muchas cosas.

No obstante, siempre debe proponerse algo muy concreto

principalmente contra aquello que más se opone a nuestro progreso.

Debemos escrutar por igual nuestras actividades exteriores

e interiores porque todas tienen que ver con nuestro aprovechamiento.

4. Si no eres capaz de recogerte en ti mismo continuamente

quizás puedas algunas veces en el día, o al menos una vez cada día

ya sea temprano o al atardecer.

Propón por la mañana y al final del día examina tus obras

porque es posible que hayas ofendido muchas veces

a Dios y al prójimo.

Ármate con todas tus fuerzas contra las maldades diabólicas

frena la gula

y podrás frenar con mayor facilidad tus bajas inclinaciones.

Nunca estés del todo ocioso

sino lee, escribe, reza, medita o desarrolla alguna labor útil para la comunidad.

Sin embargo las actividades físicas deben realizarse

con discreción, porque no convienen por igual para todos.

5. Las actividades no comunes, no deben ostentarse públicamente sino ejercerse en privado protegidas por el secreto.

Ten cuidado, no obstante:

No seas mezquino con los intereses comunes

y dispuesto con los tuyos exclusivamente sino que después de cumplir íntegra y fielmente lo que debesy te han encomendado,

si todavía te queda tiempo, vuelve sobre ti mismo

como deseas según tu buena disposición.

No todos podemos llevar a cabo las mismas cosas

unas convienen más a unos y otras a otros.

En concordancia con los distintos tiempos

conviene diversas actividades

porque unas son más propias de los domingos y festividades religiosas

y otras de los días ordinarios.

Unas son necesarias en tiempo de tentación y

otras distintas en tiempo de paz y tranquilidad.

Está bien que pensemos en ciertas cosas

cuando estamos entristecidos

y en otras cuando nos encontremos alegres en el Señor.

6. En las festividades principales debemos renovar

nuestros buenos ejercicios

e implorar con más ahínco

la intercesión de los Santos.

De celebración en celebración debemos hacer propósitos

como si entonces tuviéramos que emigrar de este mundo

y llegar por fin a la eterna fiesta.

De ésta manera, debemos prepararnos con gran solicitud en los tiempos de piedad cristiana y más piadosamente comportarnos

y cumplir más estrictamente nuestros compromisos religiosos

como si fuéramos a recibir de Dios dentro de corto tiempo

el premio de nuestros trabajos.

7. Y si esto se dilata

creamos que no estamos muy bien preparados

y que todavía no somos merecedores de tanta gloria

como se revelará en nosotros al final de nuestras vidas

y esforcémonos por prepararnos mejor para ese suceso.

Feliz el servidor que cuando regrese su Señor le encuentre vigilante;

de verdad les digo que lo pondrá como administrador de todos sus bienes (Lc 12,37)
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Jue Feb 05, 2009 3:10 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XX


AMOR A LA SOLEDAD Y AL SILENCIO




1. Busca tiempo apropiado para dedicarte a ti mismo

y piensa frecuentemente

en los beneficios que te concede Dios.

Abandona las curiosidades.

De preferencia,

lee sobre asuntos que te estimulen más a la conversión

que al entretenimiento.

Si te sustraes de conversaciones superfluas,

rodeos inútiles y de prestarle atención a novedades y murmuraciones,

encontrarás tiempo suficiente

y apto para entregarte a provechosas meditaciones.

Algunos santos, siempre que podían

evitaban la compañía de otras personas y preferían en secreto dedicarse a Dios.

2. Una persona llegó a decir:

“las veces que estuve acompañado de otros hombres

menos humano regresé” (Séneca Epst. 7). Esto lo experimentamos con frecuencia cuando hablamos demasiado.

Es más fácil permanecer en casa

que cuidarse suficientemente fuera de ella.

Por eso, el que intenta acceder

a los valores interiores y espirituales

debe, con Jesús, apartarse de la turba.

Ninguno se presenta con seguridad en público

si no aprendió a pasar desapercibido voluntariamente.

Ninguno habla con seguridad

si no sabe callar cuando conviene.

Ninguno se aventaja con seguridad

si no se somete de buena gana.

Ninguno da órdenes con seguridad

si antes no aprendió bien a obedecer.

3. Ninguno se alegra con seguridad

si no tiene dentro de sí el testimonio de buena conciencia.

Porque siempre la seguridad de los santos

se mantuvo llena del respeto a Dios

y no por eso fueron menos cuidadosos y humildes aunque resplandecían por sus grandes virtudes y el afecto que Dios les mostraba.

La seguridad de los malvados

brota de su soberbia y presunción

y al final se convierte en decepción hacia ellos mismos.

Jamás te sientas del todo seguro en esta vida

así parezcas un piadoso religioso o ermitaño.

4. Muchos que en opinión general

eran considerados como los mejores

han caído gravemente por su exagerada confianza en sí mismos.

Por eso es tan útil que a las personas

no les falten del todo las tentaciones

y que con frecuencia se sientan acosadas

para que no estén tan seguras de sí

no vaya a ser que se crean superiores a los demás y desvergonzadamente resbalen hacia consuelos exteriores.

Conservará la conciencia tranquila

el que no ande detrás de satisfacciones inconsistentes

y le dé a cada asunto la importancia que se merece.

¡Qué gran paz y tranquilidad poseerá

quien sepa liberarse de preocupaciones poco serias,

solamente piense en lo que es saludable y divino

y establezca en Dios toda su esperanza!

5. Nadie merece experimentar la alegría de la comunicación

con Dios

si no se ejercita amorosamente hasta lograr el arrepentimiento que lo lleve a la conversión.

Si quieres de verdad conmover tu corazón

entra en tu habitación y excluye toda distracción, según está escrito: “Tiemblen, no pequen; reflexionen en su lecho” (Sal 4,5).

En tu propia habitación encontrarás

lo que pierdes muchas veces al salir.

El retiro frecuentado se hace agradable

y el poco usado causa fastidio.

Si al comienzo de tu conversión a Dios

lo cultivas y defiendes

con el tiempo será para ti querido amigo

y gratísima experiencia.

6. En el silencio y la calma

progresa el espíritu

y se aprende los secretos de la Palabra de Dios

ahí uno encuentra suficiente motivos de arrepentimiento

por haberse comportado mal

purificándose así todas las noches

para que su Creador sea más cercano a él

mientras más apartado viva de todo lo que le ofende.

A quien se retira de conocidos y amigos

se le acerca Dios con sus santos Mensajeros.

Es mejor permanecer retirado y tener cuidado de sí mismo

que, descuidándose de sí,

realizar obras impresionantes pero exteriores.

Es una gran cosa que los religiosos

salgan raras veces,

traten de pasar desapercibidos

y eviten fijarse demasiado en los demás.

7. ¿Para qué quieres ver lo que no debes ambicionar?

“El mundo pasa y también sus ambiciones” (1Jn 2,17).

Los deseos deshonestos nos arrastran a pasatiempos

pero pasado el momento

sólo nos queda la conciencia angustiada y el corazón disperso.

La salida entusiasta ocasiona a veces un triste regreso,

y el feliz anochecer

trae como consecuencia una mañana penosa.

Así, todo gozo inmoral penetra suavemente

pero a la larga muerde y mata.

¿Qué puedes ver en otra parte que no veas aquí?

Aquí ves cielo, tierra y los demás elementos de la naturaleza de los que están compuestas todas las cosas.

8. ¿Qué puedes ver en otra parte

que permanezca siempre igual, tal como es,

sin modificarse nunca?

Crees que te saciarás íntegramente

pero jamás lo lograrás.

Si pudieras contemplar de una vez

todas las cosas del mundo ¿no sería acaso una mirada inútil que de nada te serviría?

Dirige más bien tu mirada a Dios

y ruega que te perdone tus pecados y negligencias.

Olvida lo que no tiene importancia

y en cambio preocúpate de lo que manda Dios.

Cierra tu puerta

y llama a ti a Jesús que amas.

Permanece con Él en tu retiro

porque no encontrarás en otra parte tanta paz.

Si no sales ni eres curioso de rumores extraños

mejor te mantendrás en buena paz.

Pero ya que te complace escuchar novelerías

es inevitable que tengas que soportar tu corazón alborotado.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Vie Feb 06, 2009 3:20 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XXI


CAMINO A LA CONVERSIÓN




1. Si quieres adelantar algo

consérvate en el respeto a Dios y no pretendas ser demasiado libre sino mantén bajo control todos tus sentidos y no te entregues a alegrías ineptas.

Dedícate a transformar tu corazón

y sentirás la presencia de Dios.

La compunción nos obtiene muchos bienes

que la distracción acostumbra perder rápidamente.

Es increíble que en esta vida alguien pueda alegrarse

alguna vez perfectamente

si piensa y reflexiona que está como desterrado y rodeado de tantos peligros.

2. Por causa de nuestra superficialidad

y la dejadez en corregir nuestros defectos

no sentimos el llamado angustioso de nuestra conciencia

sino que tomamos todo a risa

cuando más bien deberíamos llorar.

No existe verdadera libertad ni justo regocijo

sino en el respeto a Dios con buena conciencia.

Feliz quien puede arrojar lejos todo impedimento

de distracción y recogerse a la unidad

gracias al saludable arrepentimiento

que nos lleva a la conversión.

Feliz quien se abstiene

de todo lo que puede manchar u ofender su conciencia.

Lucha valerosamente:

una costumbre se vence con otra.

Si aprendes a no dejarte llevar por los demás

entonces te dejarán hacer lo que te toca.

3. No pretendas manejar asuntos ajenos

ni te impliques en las causas de los mayores

y amonéstate más especialmente a ti mismo

que a todos los que estimas.

Si no te favorecen los demás

no vayas a sentirte triste por eso

pero que sí te sea causa de preocupación

el no comportarte bien y consideradamente

como corresponde a un servidor de Dios y

persona de fe.

Con frecuencia es muy conveniente y seguro

que la persona no tenga muchas satisfacciones en esta vida

principalmente si se trata de consuelos materiales.

Pero si no percibimos o

rara vez experimentamos la presencia de Dios

es por nuestra culpa

porque no buscamos convertirnos a Él

abandonando vanidades y exterioridades.

4. Reconoce que no eres merecedor

de experimentar el afecto de Dios sinomás bien digno de muchas aflicciones.

Cuando alguien está más perfectamente urgido a la santidad entonces más pesado y amargo le parece todo el mundo.

La persona buena descubre dentro de sí

suficiente motivo de dolor y pena.

Porque ya se considere a sí o se preocupe del prójimo

sabe que nadie vive en éste mundo sin tribulación

y cuando más estrictamente se examina

más grande es su dolor.

Constituyen materia de justo dolor e intenso arrepentimiento

nuestros pecados y vicios

que nos tienen envueltos

por lo que rara vez somos capaces

de contemplar las realidades trascendentes.

5. Si reflexionaras con más frecuencia sobre tu propia

muerte en vez de como prolongar la vida no dudo

que con más entusiasmo te enmendarías.

Si examinas de corazón las penas futuras del infierno

o del proceso de purificación después de muerto

creo que con gusto soportarías los esfuerzos

y dolores

y no tendrías temor de ninguna exigencia.

Pero porque estas cosas no penetran en nuestro corazón

y todavía amamos la comodidad

por eso permanecemos desanimados y muy holgazanes.

Frecuentemente hay carencia espiritual

donde tanto se lamenta la miserable naturaleza.

Ruega pues humildemente al Señor porque como dijo

un profeta: “Les alimentaste con aflicciones

y les hiciste beber lágrimas” (Sal 80,6).
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Sab Feb 07, 2009 2:20 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XXII


CONSIDERACIÓN DE LAS LIMITACIONES HUMANAS




1. Eres miserable donde sea que vayas y a quien quiera

que te dirijas

si no te conviertes a Dios.

¿Qué [sic] te desconciertas

cuando no te sucede conforme quieres y deseas?

¿Quién posee todas las cosas

según su voluntad?

Ni yo ni tú

ni ninguna otra persona sobre la tierra.

Ninguno permanece en este mundo

sin alguna tribulación o angustia

aunque sea Estadista o Prelado.

¿Quién es el que está mejor?

Por supuesto, el que está dispuesto a sufrir un poco por Dios.

2. Dicen muchos ignorantes y endebles:

mira, qué buena vida se pasa esa persona,

qué rico, qué poderoso y de elevada posición;

pero presta atención a los regalos divinos

y verás que todos esos bienes intranscendentes

nada valen sino que son muy inestables, causan

graves agobios y nunca se poseen

sin preocupación y temor.

No consiste la felicidad del ser humano

en tener sobreabundancia de bienes materiales

sino que es suficiente una vida moderada.

Ya es bastante dificultoso vivir sobre la tierra.

Mientras uno más desee espiritualizarse

más amarga será para él la presente vida

porque siente mejor y más claramente

las faltas producidas por la corrupción de muchas personas.

Porque comer, beber, estar despierto, dormir, descansar,

trabajar y estar sometido a tantos condicionamientos

por las necesidades de la naturaleza humana

de verdad constituye gran limitación y

pesadumbre para quien sirve a Dios

y quisiera sentirse desligado y libre de toda

acción culpable.

3. Muy sobrecargado se encuentra el hombre interior

por las necesidades naturales en este mundo.

De ahí que el Profeta suplica con devoción

que pueda verse libre de ellas, diciendo:

“Arráncame, Señor,

de mis angustias” (Sal 25,17).

Infelices los que no reconocen su miseria

y más infelices los que prefieren esta vida

miserable y pervertida.

Porque existen tantos tan abrazados a ella

que con tal de poseer lo apenas indispensable,

ya sea

esforzándose o mendigando,

si les fuera posible, la pasarían sin atender para nada

al Reino de Dios.

4. ¡Qué insanos y de infiel corazón

los que tan profundamente se hallan sumergidos

en las preocupaciones inmediatas

que sólo son capaces de saborear los placeres

sensuales!

Pero finalmente estos infelices terminarán por reconocer

qué rastrero e inconsistente era lo que amaron.

Los santos de Dios y todos los auténticos amigos de Cristo

no atendieron a las satisfacciones de sus sentidos

ni a lo que florecía en esta vida

sino que con todo su esfuerzo e intención

anhelaban los bienes eternos;

orientaban todo su deseo

elevándolo a lo duradero e invisible

no fuera que el amor a las cosas visibles

viniera a traerlos abajo.

No pierdas, hermano, la confianza

de progresar en la vida espiritual:

todavía tienes tiempo y oportunidad.

5. ¿Por qué quieres postergar para mañana tu propósito?

levántate, empieza de inmediato y di:

Ahora es tiempo de actuar

Ahora es tiempo de luchar

Ahora es tiempo apto para reformarme

Cuando no te sientes bien y estás atribulado

entonces es tiempo de adquirir mérito.

Es necesario que pases a través de fuego y agua

antes que logres el descanso (Sal 66,12).

Si no empleas en ti tu propia fuerza

jamás dominarás los defectos.

Mientras conducimos nuestro frágil cuerpo

no podemos estar sin faltas ni vivir sin fastidio y dolor.

Con gusto quisiéramos descansar de toda deficiencia

pero debido a que hemos perdido la inocencia inicial

con ella se nos fue también la verdadera felicidad.

Por eso conviene tenernos paciencia

y vivir en la espera de la misericordia de Dios

hasta que acabe la malicia

y la mortalidad sea absorbida por la vida.

6. ¡Qué grande es la fragilidad humana

que siempre se inclina hacia lo malo!

Hoy día confiesas tus pecados y mañana los vuelves a cometer.

Ahora propones tener cuidado de ti mismo

y una hora después

actúas como si nada hubieras propuesto.

Con razón, pues, nosotros mismos podemos

avergonzarnos,

y jamás sentirnos grandes ya que somos tan

quebradizos e inestables.

Rápidamente puedes perder por descuido

lo que has adquirido con tan gran esfuerzo

por el favor de Dios.

7. ¿Qué irá a ser de nosotros al final

que nos hemos entibiado tan pronto?

Pobres de nosotros si queremos declinar hacia el descanso

cuando ni siquiera aparece en nuestro trato

alguna señal de verdadera santidad.

¡Qué bien nos haría ser de nuevo instruidos en óptimas

costumbres, como sencillos principiantes, si hubiera

alguna positiva esperanza de mayor provecho espiritual!
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Dom Feb 08, 2009 3:02 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XXIII


REFLEXIÓN SOBRE LA MUERTE




1. Muy pronto se referirá a ti esta realidad:

mira bien en qué situación tan distinta te encontrarás.

Hoy día está una persona

y mañana no se presenta.

Cuando se aparta algo de la vista

muy pronto desaparece de la mente.

Por la rutina e insensibilidad de nuestras facultades

sólo tomamos en cuenta lo presente

y no prevemos más lo que vendrá después.

Así deberías conducirte en todas tus actividades y pensamientos

como si hoy mismo te fueras a morir.

Si hubiera tranquilidad en tu conciencia

no tendrías mucho temor a la muerte.

Mejor sería evitar los pecados que pretender

huir de la muerte.

Si hoy no te encuentras preparado ¿de qué modo lo estarás mañana?

Mañana es día incierto ¿y qué sabes si tendrás mañana?

2. ¿Qué te aprovecha seguir viviendo cuando tan poco te enmiendas?

Una larga vida no siempre nos corrige

sino con frecuencia aumenta más las culpas.

¡Ojalá durante un solo día

nos hubiéramos comportado bien en este mundo!

Muchos cuentan los años que pasaron desde su propósito de conversión

y con frecuencia es muy pequeño

el fruto de su corrección.

Si nos aterroriza morir

puede ser más peligroso vivir.

Feliz quien tiene siempre ante sus ojos la hora de

su muerte

y diariamente se prepara a morir bien.

Si alguna vez viste a un hombre morir

piensa que por el mismo camino tendrás que partir.

3. Por la mañana, piensa que no alcanzarás la tarde

y cuando llegue la tarde, no te atrevas a prometerte la mañana.

Por eso mismo, manténte siempre listo

de tal manera que nunca te sorprenda la muerte sin preparación.

Muchos mueren súbita e imprevistamente

porque “a la hora que no se piensa vendrá el Hijo del hombre”

(Lc 12,40).

Cuando llegue esta última hora

empezarás a apreciar de forma muy distinta toda tu vida pasada

y sentirás gran dolor por haber sido tan negligente y pusilánime.

¡Qué feliz y juicioso

el que se esfuerza ahora en su vida

como ha elegido encontrarse al morir!

La valoración justa del mundo, el deseo entusiasta de progresar en las virtudes, el amor a la austeridad, esfuerzo de la autocorrección, la prontitud en obedecer,

la abnegación de sí mismos y el soportar cualquier contradicción

por amor de Cristo darán gran confianza a la hora de la muerte.

Pocos se perfeccionan con la enfermedad,

como los que hacen largas peregrinaciones y poco se santifican.

5. No confíes ciegamente en amigos y conocidos

ni difieras tu salvación para el futuro

porque más pronto te olvidarán las personas que estimas.

Mejor es ahora prever lo que sobrevendrá

y tener preparadas algunas buenas obras para ello

que estar esperanzado en el auxilio ajeno.

¿Si no eres solícito por ti mismo en el presente

quién se preocupará por ti en el futuro?

Ahora es el tiempo más valioso.

Ahora son los días de salvación.

Ahora es el tiempo aceptable.

Pero ¡qué lamentable! porque no lo gastas útilmente

pudiendo ganar en él para que vivas eternamente.

Llegará el momento cuando desearás un solo día o una sola hora

para enmendarte, y no sé si lo obtendrás.

6. Atiende, queridísimo amigo, de qué peligro te puedes librar

y de cuán gran temor te puedes sustraer

si ahora eres cuidadoso y estás como pendiente

de la muerte.

Estudia ahora vivir de tal manera

que en la hora de la muerte puedes más bien alegrarte

que temer.

Aprende ahora a morir para este mundo

de manera que empieces a vivir con Cristo.

Aprende ahora a despreciar las cosas

para que logres libremente alcanzar a Cristo.

Domina ahora tu cuerpo con la austeridad

para que puedas tener confianza cierta.

7. ¡Necio! Piensas vivir largo tiempo

y no tienes asegurado un solo día.

¡Cuántos quedaron frustrados

porque se les arrancó de aquí inesperadamente!

Cuántas veces habrás escuchado decir

que uno murió por arma blanca, otro se ahogó, éste

se cayó desde lo alto y se rompió el cuello, otro comiendo se quedó tieso, aquél otro jugando encontró su fin, otro por causa del juego, otro por el hierro, otro por epidemia, otro a manos de delincuentes.

Así, el fin de todos es morirse,

y la vida de las personas pasa de pronto como una sombra.

8. ¿Quién te recordará después de la muerte

y quién orará por ti?

Realiza, realiza ahora, queridísimo hermano,

lo que puedas realizar,

porque no sabes cuando morirás

ni qué pasará en tu casa después que mueras.

Mientras tengas tiempo;

reúne riquezas inmortales;

fuera de tu salvación, nada pienses

y cuida solamente de lo que corresponde a Dios.

Hazte ahora de amigos venerando a los santos de Dios

e imitando sus acciones para que cuando debas abandonar

ésta vida, te reciban ellos en las eternas mansiones.

9. Manténte como peregrino y visitante sobre la tierra

a quien nada le importa los manejos del mundo.

Mantén liberado tu corazón

y siempre levantado hacia Dios

porque no posee aquí ciudad permanente.

Dirige a Él tus oraciones con llamados angustiosos y lágrimas cotidianas, para que merezcas pasar con felicidad

hacia Dios, a través de tu muerte. Amén.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Lun Feb 09, 2009 3:05 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XXIV


JUICIO Y CASTIGOS DE LOS PECADORES




1. Dirige tu mirada al fin en todas las cosas

y de qué manera comparecerás ante el juez justísimo

para quien nada está oculto

ni se deja aplacar con sobornos, ni acepta excusas

sino que, como justo juez, juzgará.

Tú, pecador miserable y tonto,

¿qué responderás a Dios que conoce todas tus maldades

tú que a veces tienes miedo del rostro airado de un simple hombre?

¿Por qué no te previenes para el día del juicio

cuando ninguno podrá disculparse o alegar por otro

sino que cada uno tendrá bastante con llevar su propio peso?

Ahora es fructífera tu labor, tu llanto es aceptable,

atendibles tus gemidos, tu dolor

compensatorio y purificador.

2. Tiene un lugar grande y saludable de purificación la persona

paciente que al recibir injurias sin motivo

le apena más la malicia del otro que su propia ofensa,

que ruega a Dios voluntariamente por quienes lo contrarían,

de corazón perdona los agravios

que no se demora en pedir perdón a otros,

más fácilmente se compadece que monta en cólera,

con frecuencia dirige su misma violencia hacia sí

y se empeña en dominar bajo el yugo de su espíritu

las tendencias deshonestas de su naturaleza.

Mejor es ahora limpiarse de pecados y cortar las

costumbres depravadas que reservar para el

futuro su expiación.

Verdaderamente nosotros mismos nos engañamos

por el desarreglado afecto que tenemos a nuestros malos impulsos.

3. ¿Qué cosa distinta a tus pecados devorará ese fuego?

Mientras más ampliamente te disculpas ahora a ti mismo

y sigues tus inclinaciones deshonestas,

con mayor intransigencia se te exigirá que pagues

y más material reservas para que arda.

En lo que peque la persona,

en eso será más gravemente castigada.

Allí los perezosos serán estimulados con punzonesardientes

y atormentados los glotones con inmensa

sed y hambre.

Allí los lujuriosos y amantes deshonestos de placeres serán zambullidos en asfalto ardiente y pestífero azufre;

los envidiosos aullarán de dolor como perros rabiosos.

4. No habrá maldad que no reciba su castigo específico.

Allí todos los altaneros quedarán repletos de vergüenza

y restringidos los avaros por miserable indigencia.

Allí será más grave pasar una hora de sufrimiento

que aquí cien años de penitencia amarguísima.

Allí no hay ningún descanso, si [sic] el menor consuelo

para los condenados.

aquí sin embargo cesan los sufrimientos de vez en cuando

y se puede gozar la satisfacción de la amistad.

Ten ahora cuidado y arrepiéntete de tus faltas

para que el día del juicio estés seguro con los santos.

Porque entonces estarán los justos de pie y sin temor

ante quienes los angustiaron y hundieron (Sb 5,1).

5. Entonces se sentará a juzgar

quien ahora se somete con humildad a los juicios de los hombres.

Entonces tendrá gran confianza el pobre y humilde

pero el arrogante estará aterrado por todas partes.

Entonces se hará patente que el auténtico sabio en este mundo

fue el que aprendió a aparecer como tonto y despreciado por Cristo.

Entonces se alegrarán todas las personas devotas

y se entristecerán todos los irreligiosos.

Entonces se animará más el cuerpo que sufrió privaciones

que si siempre se hubiera nutrido con delicias.

Entonces resplandecerá la ropa modesta

y se oscurecerán los finos vestidos.

Entonces se valorizará más la vivienda pobre

que el palacio recubierto de oro.

Entonces más ayudará la constante paciencia

que todo el poderío del mundo.

Entonces será más encomiada la simple obediencia

que los profundos conocimientos.

Entonces se ponderará más el desprecio de las riquezas

que todos los tesoros de la tierra.

Entonces te aliviará más haber orado con dedicación

que haber comido exquisitamente.

Entonces te gozarás más de haber respetado el silencio

que de largas habladurías.

Entonces valdrán más las actividades santas

que muchas bellas palabras.

Entonces satisfará más la vida austera y la ardua penitencia

que todos los deleites de la tierra.

6. Aprende ahora a sufrir moderadamente

para que puedas liberarte de sufrimientos mayores.

Prueba aquí primero de lo que serás capaz después.

Si ahora puedes soportar tan poco

¿Cómo podrás aguantar las torturas eternas?

Si al presente sobrellevas tan impacientemente un breve padecimiento

¿qué hará entonces el infierno?

La verdad es que no puedes tener dos gozos completos:

deleitarte aquí en el mundo y después reinar con Cristo.

Si hasta el día de hoy hubieras vivido en medio dehonores y libertinaje

y te llegara el momento de morir

¿de que te habría servido?

Todo, por tanto, es vaciedad

fuera de amar y servir a Dios.

Quien ama a Dios con todo su corazón

no teme a la muerte, ni a los suplicios, ni al juicio [sic]

ni al infierno

porque el perfecto amor nos da seguro acceso a Dios.

No extrañe que quien insiste en deleitarse y

en pecar esté asustado por la muerte y el juicio.

Bueno es, con todo, que si el amor no nos aparta del mal,

por lo menos el miedo al infierno nos cohiba.

Porque el que pospone el temor a Dios, no puede

durar mucho tiempo obrando bien

sino que caerá pronto en las trampas del demonio.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Mar Feb 10, 2009 3:04 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: XXV


PERMANENTE REFORMA DE TODA NUESTRA VIDA





1. Sé atento y cuidadoso en servir a Dios

y medita con frecuencia: ¿A qué has venido?

¿Por qué te has retirado del mundo?

¿Acaso no fue por vivir para Dios y transformarte en

persona del Espíritu?

Anímate, pues, a progresar

porque pronto vas a recibir el premio de tus esfuerzos,

y no habrá para ti más temor ni dolor al final.

Ahora trabajarás poco

y encontrarás magnífico descanso y perpetua alegría.

Si te mantienes fiel y entusiasta en tus acciones

Dios, sin duda, será más fiel y generoso en retribuirte.

2. Cierta persona sufría gran angustia

fluctuando frecuentemente entre el miedo y la confianza;

un buen día, cargado de tristeza,

se arrojó delante de un altar en la Iglesia para orar

y revolviendo dentro de sí los pensamientos, decía [sic]

“Si supiera por cuánto tiempo más

iré a perseverar en el servicio de Dios...”

Al instante escuchó interiormentela respuesta divina:

“Sabiendo esto ¿cómo te comportarías?

Haz ahora lo que harías entonces y estarás bien seguro”.

A partir de ahí, consolado y reconfortado

se ofreció a la voluntad divina

y cesó la angustia y confusión.

No quiso investigar con curiosidad para saber

qué pasaría con él en el futuro

sino más bien se preocupó de inquirir cuál sea la

perfecta y satisfactoria voluntad de Dios (Rm 12,2)

para empezar y completar toda buena obra.

3. “Confía en el Señor y haz el bien, dice el salmista,

habita tu tierra y serás alimentado con sus riquezas” (Sal 37,3).

La causa principal por la que muchos se retraen

de su progresiva y animosa reforma

es el horror a las dificultades y al esfuerzo del combate.

Por eso, progresarán más que otros en las virtudes cristianas

quienes empleen todas sus energías en vencer valerosamente

lo que más les dificulta y contraría.

Porque allí cada uno aprovecha más, y merece gracias más amplias

donde se vence más a sí mismo y se mortifica por el Espíritu.

4. Pero no todos tienen que vencer y mortificar lo mismo.

Sin embargo, el aplicado y con espíritu de competencia

será más valeroso en su aprovechamiento,

aunque tenga fuertes pasiones

que otro de temperamento tranquilo

menos fervoroso para las virtudes.

Dos cosas ayudan especialmente para una profunda reforma

sustraerse con violencia de todo aquello a que

nos inclina nuestra naturaleza desviada

y perseguir con ardor el bien que más nos hace falta.

Procura también precaver y vencer

lo que más frecuentemente te desagrada en los demás.

5. En todas partes procura tu perfeccionamiento

de manera que si ves o escuchas buenos ejemplos

puedas llegar a imitarlos.

Si encuentras algo reprensible cuídate de no hacerlo igual.

O si alguna vez lo hiciste

inmediatamente dedícate a corregirlo.

Así como tus ojos miran a los demás

igualmente los otros se fijan en ti, [sic]

¡Qué feliz y grato es contemplar a los hermanos

entusiastas y devotos

condescendientes y disciplinados!

¡Qué triste y pesado es ver que van de aquí para allá,

sin objetivo

los que no realizan aquello para lo que fueron llamados!

¡Qué dañino es despreciar el propósito de su vocación

y dirigir sus facultades a lo que no se les encomendó!

6. Acuérdate de la decisión que asumiste

y propónte como modelo al Crucificado.

Bien puedes avergonzarte,

contemplando la vida de Jesucristo

que hasta ahora no te preocupaste

de imitarlo más a Él

aunque hace largo tiempo que estás en el camino de Dios.

La persona religiosa que con dedicación y devoción

trate de ejercitarse en la vida y pasión del Señor,

encontrará que le son útiles y necesarias mayormente

y que no le es posible encontrar nada mejor fuera de Jesús.

¡Si Jesús crucificado viniera a nuestro corazón

qué pronto y suficientemente seríamos enseñados!

7. El ferviente religioso

sabe recibir bien y aceptar

todo lo que le mandan.

El negligente y tibio

tiene una aflicción sobre otra

y de todas partes padece angustias

porque carece de las alegrías interiores

y le está prohibido buscar las exteriores.

El religioso que vive fuera de la disciplina

está cerca de caer gravemente.

Quien busca la relajación y las dispensas

siempre estará entre angustias

porque lo uno o lo otro le descontentará.

8. ¿Cómo hacen tantos otros religiosos

que se encuentran muy satisfechos bajo la disciplina conventual?

Salen rara vez, viven abstraídos, comen pobremente,

se visten con sencillez, trabajan mucho, hablan poco [sic]

pasan la noche en vela, madrugan, tienen largas horas de oración,

estudian frecuentemente y se mantienen en perfecto orden.

Fíjate en los cartujos, los cisterciences y en los monjes o monjas

de las diversas órdenes religiosas

cómo cada noche se levantan para recitar salmos al Señor.

Y por eso sería una torpeza de tu parte,

que holgazanearas en tiempo tan santo

mientras tan gran multitud de religiosos

inicia su jubilosa alabanza a Dios.

¡Ojalá ninguna otra cosa nos correspondiese

sino alabar a Dios Nuestro Señor

con todo el corazón y los labios!

¡Ojalá nunca tuvieras necesidad

de comer, ni beber, ni dormir

sino que siempre te fuera posible alabar a Dios

y estar libre para dedicarte solamente a las realidades espirituales!

Entonces serías mucho más feliz que ahora

que te ves obligado a atender a tu naturaleza humana

por cualquier necesidad.

¡Ojalá no tuvieras estas necesidades

sino únicamente alimentos para el espíritu

que desgraciadamente rara vez saboreamos lo suficiente!

9. Cuando alguien llega a este punto,

de no buscar su satisfacción en ninguna criatura

entonces empieza recién a sentir a Dios perfectamente,

y a estar contento de cualquier cosa que suceda.

Entonces no se entusiasma por lo grandioso

ni se deprime por lo pequeño

sino que íntegra y confiadamente se pone en manos de Dios

quien es todo para él en todas las cosas

para el que nada se pierde, ni muere

sino que todo vive en Él

y le sirve al instante según su Voluntad.

10. Acuérdate siempre del Fin

porque el tiempo perdido no vuelve.

Sin atención y diligencia

nunca adquirirás las virtudes.

Si empiezas a entibiarte,

empiezas tu mal proceder.

En cambio, si te entregas con calor al servicio de Dios

encontrarás gran paz y sentirás menos el esfuerzo

por el favor de Dios y el amor a la virtud.

La persona ardorosa y diligente

está preparada para todo.

Mayor esfuerzo hace falta

para resistir los vicios y pasiones adversas

que para desarrollar el trabajo físico.

Quien no evita los defectos pequeños,

poco a poco caerá en los grandes.

Te alegrarás siempre al anochecer

si has empleado el día provechosamente.

Vigílate tú mismo, anímate tú mismo, corrígete tú mismo

y hagan lo que hagan los demás

no te descuides de ti mismo.

Tanto progresarás

cuanto contigo mismo ejercites tu energía. Así es.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Mie Feb 11, 2009 3:21 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

PARTE SEGUNDA

CONSEJOS PARA LA VIDA DE DIOS EN NOSOTROS


Capítulo: I

LA COMUNICACIÓN INTERIOR



1. “El Reino de Dios está entre ustedes” (Jn 17,21), dice el Señor.

Conviértete de todo corazón al Señor

abandona las maldades de éste mundo

y tu vida encontrará reposo.

Aprende a menospreciar los intereses exteriores,

entrégate a los interiores y verás que el Reino de Dios llega a ti.

Porque el Reino de Dios es paz y alegría con el

Espíritu Santo (Rm 14,17)

que no se da a los faltos de piedad.

Cuando Cristo venga a ti, te mostrará su amor

siempre que encuentre allí dentro un hogar preparado.

Todo esplendor y belleza se encuentra dentro

y ahí le gusta entrar.

Frecuentemente visita a la persona de vida interior

le conversa suavemente, le manifiesta su afecto,

mucha paz y maravillosa intimidad.

2. Anímate, buen amigo, prepara tu corazón al Señor

para que condescienda en venir a ti y habitar en ti.

Por eso dice: “Si alguno me ama, seguirá mis enseñanzas;

mi Padre y yo vendremos a él y viviremos con él” (Jn 14,23).

Dale sitio a Jesús

y niégales el ingreso a todos los demás.

Cuando tengas a Cristo

serás rico y con él tendrás suficiente.

Él se encargará de ti y será tu fiel proveedor en todo

para que nada tengas que esperar de los demás.

Las personas cambian mucho y fallan rápidamente

pero Cristo permanece para siempre y se mantiene firme hasta el fin.

3. No debe ponerse mucha confianza en seres frágiles y mortales,

aunque nos sean útiles o muy queridos

ni nos debe entristecer demasiado

si algunas veces se nos enfrentan o contradicen.

Quien hoy está contigo,

mañana puede serte contrario, y viceversa;

con frecuencia cambian como el viento.

Pon toda tu confianza en Dios

y que Él sea siempre tu temor y tu amor.

El mismo responderá por Ti

y te hará bien, de la mejor manera.

No tienes aquí residencia permanente

y por donde vayas serás extranjero y peregrino

ni tendrás el menor reposo

a menos que estés unido íntimamente a Cristo.

4. ¿Qué miras a tu alrededor

si no es éste el lugar de tu descanso?

En el cielo debe estar tu habitación

y observar como de paso las realidades creadas.

Pasan todas las cosas

y tú juntamente con ellas.

Atiende a no adherirte a ellas

no suceda que te apresen y perezcas.

Junto al Altísimo debe estar tu pensamiento

y dirigirse sin cesar tu invocación a Cristo.

Si no sabes especular sobre las altas realidades del Cielo

descansa pensando en la pasión de Cristo

y habita gustoso en sus sagradas llagas.

Si te refugias con devoción

en las heridas y preciosos estigmas de Jesús

te sentirás muy reconfortado en las aflicciones,

no te preocuparás tanto de los desplantes que te hagan

y podrás soportar fácilmente las palabras hirientes.

5. Cristo fue despreciado por muchos mientras vivió en la tierra

y, en medio de ofensas, fue abandonado por sus

conocidos y amigos

cuando tenía de ellos mayor necesidad.

Cristo aceptó sufrir y ser despreciado

¿y tú te atreves a quejarte de alguna cosa?

Cristo tuvo adversarios y contradictores

¿y tú pretendes que todos te sean amigos y benefactores?

¿Cómo va a premiarse tu paciencia

si nada adverso te ocurre?

Si no quieres sufrir nada que te moleste

¿cómo llegarás a ser amigo de Cristo?

Sopórtate con Cristo y por Cristo

si quieres reinar con Cristo.

6. Si alguna vez, al menos,

penetrases perfectamente en el interior de Jesús

y saboreases un poquito de su encendido amor

entonces dejarías de prestar atención

a tus propias comodidades o incomodidades

alegrándote más bien de soportar ofensas

porque el amor de Jesús hace que las personas

se den menos importancia a sí mismas.

El que ama a Jesús y a la Verdad,

y sinceramente aprecia su vida interior

manteniéndose libre de condicionamientos alienantes

puede también libremente comprometerse con Dios,

elevarse espiritualmente por encima de sí mismo

y descansar con gran alegría.

7. Quien aprecia las cosas como son,

no como se dice o se considera,

es, de verdad, un sabio

y más instruido por Dios que por cualquier persona.

Quien sabe conducirse dentro de sí,

y darle su justo valor a las cosas exteriores

no requiere lugar o tiempo determinado

para dedicarse a los ejercicios que lo llevan a Dios.

La persona de vida interior pronto se recoge dentro de sí

porque nunca se desparrama totalmente al exterior.

No le causa problema el trabajo ordinario

o las ocupaciones correspondientes al tiempo indicado

sino que sabe acomodarse a ellas tal como vienen.

Quien está bien dispuesto y organizado interiormente

no le da importancia a los hechos famosos o perversos

de los otros.

Porque cualquiera puede sufrir impedimentos y distracciones

en la medida que se deja atraer por las cosas.

8. Si te comportases rectamente y de verdad fueses puro

todo se convertiría para ti en beneficio y provecho.

Por eso muchas cosas te desagradan y con frecuencia te confunden [sic]

porque aún no te has mortificado perfectamente

ni te has liberado de tantos intereses rastreros.

Nada mancha ni compromete así nuestro corazón

como el amor inconveniente a lo creado.

Si desatiendes las satisfacciones exteriores,

podrás contemplar las realidades divinas

y alegrarte interiormente con frecuencia.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Jue Feb 12, 2009 2:42 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: II


HUMILDE SUJECIÓN




1. No estés demasiado pendiente

de lo que te suceda a favor o en contra

sino busca y procura

que Dios esté contigo en todo lo que haces.

Ten la conciencia en paz y Dios te defenderá bien.

Porque a quien El quiere ayudar

ninguna maldad le puede dañar.

Si tú sabes callar y sufrir

sin duda verás venir el auxilio de Dios.

El sabe bien cuándo y cómo liberarte

y por eso te debes someter.

A veces es muy conveniente, para defensa de tu propia humildad,

que otros conozcan y discutan nuestros defectos.

2. Cuando alguno reconoce sus defectos

aplaca con facilidad a los otros

y suavemente satisface a los airados contra él.

Al humilde, Dios protege y libera

al humilde ama y consuela.

Al humilde, Dios se inclina

al humilde concede su mayores favores

y después de su depresión, eleva hasta la Gloria.

Al humilde le revela sus secretos

y lo atrae e invita dulcemente hacia sí.

El humilde, luego de reconocida su falta,

se encuentra felizmente en paz

porque se mantiene firme en Dios y no en el mundo.

No creas que algo aprovechaste

mientras no te sientas el último de todos.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Vie Feb 13, 2009 3:56 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: III

BONDAD Y PAZ




1. Ponte primero a ti mismo en paz

y podrás después pacificar a otros.

La persona pacífica se perfecciona más

que la que mucho sabe.

La persona alterada convierte el bien en mal

y con más facilidad cree lo malo.

La persona buena y pacífica todo lo convierte en bien.

Quien vive bien en paz

de nadie sospecha.

En cambio, quien está lleno de maldad y trastornado

es agitado por variadas suspicacias.

Ni él se está tranquilo

ni permite que otros lo estén.

Dice con frecuencia lo que no debería decir

y omite hacer lo que más le convendría.

Piensa en las obligaciones de los demás

y se descuida de las propias.

Interésate primero por ti mismo

y luego podrás, con justicia, interesarte por lo demás.

2. Tú sí que sabes bien disculpar y colorear tus acciones

y no quieres recibir las disculpas de los otros.

Sería más justo que tú mismo te acusaras

y excusaras a tu hermano.

Si quieres que te soporten,

soporta tú a los demás.

Fíjate qué lejos estás todavía

de la auténtica caridad y humildad

que con nadie sabe encolerizarse ni indignarse

sino contra sí mismo.

No es gran cosa relacionarse con personas buenas y tranquilas;

esto, naturalmente, le agrada a cualquiera

y cada uno de buena gana vive en paz

con quienes piensan como él, y lo estiman.

Pero poder permanecer pacíficamente

con los toscos, perversos, descontrolados,

o con quienes nos contrarían

es una gracia muy especial

y una actitud de verdad valiente y digna de alabanza.

3. Hay quienes viven en paz consigo mismos

y procuran vivir en paz con los demás.

Y hay quienes ni tienen paz consigo mismos

ni permiten que los demás la tengan.

Son pesados para los demás

pero son más pesados para sí.

Y hay quienes saben conservarse en paz

y procuran pacificar a los otros.

Sin embargo, toda nuestra paz,

en ésta difícil existencia

debe establecerse más en la sencilla tolerancia

que evitando sentir las contrariedades.

El que mejor sabe padecer

mayor paz adquirirá.

Éste es el vencedor de sí mismo y dominador del mundo,

el amigo de Cristo y heredero de los bienes eternos.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
clauabru
Moderador
Moderador


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 6144
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

MensajePublicado: Sab Feb 14, 2009 3:49 pm    Asunto:
Tema: Imitación de Cristo - Tomás de Kempis
Responder citando

Capítulo: IV


PUREZA EN LA MENTE Y SINCERIDAD EN LA INTENCIÓN




1. Mediante dos alas las personas se elevan

sobre las limitaciones humanas:

ellas son la sinceridad y la pureza.

Sinceridad debe haber en la intención,

pureza en los afectos.

La sinceridad orienta hacia Dios

la pureza lo abraza y aprecia.

Ninguna buena acción te obstaculizará

si estás libre interiormente de afectos desordenados.

Si nada intentas ni deseas fuera de la voluntad de Dios

y la utilidad de tu prójimo

podrás gozar enteramente de la libertad interior.

Si tu corazón fuese recto

entonces toda la naturaleza

sería para ti espejo de vida y libro de santa enseñanza.

No existe ninguna criatura tan pequeña o tan vulgar

que no represente de alguna manera la bondad de Dios.

2. Si tú fueses interiormente bueno y puro

entonces verías y comprenderías bien, sin impedimento todas las cosas.

El corazón puro atraviesa el Cielo y el Infierno.

Según cada uno es interiormente,

de la misma manera juzga el exterior.

Si existe alegría en este mundo

es porque hay personas de corazón puro.

Si existe en alguna parte pena y angustia

es donde habita la mala conciencia.

Como el hierro enrojece cuando lo meten en el fuego

y se pone todo candente

así la persona que íntegramente se convierte a Dios

se desentorpece y transforma renovándose.

3. Cuando alguno comienza a desanimarse

entonces le tiene miedo al esfuerzo

y con gusto recibe las compensaciones exteriores.

Pero cuando empieza a dominarse perfectamente a sí mismo

y caminar con ánimo por el camino de Dios

entonces se le hacen livianas las cosas que creía pesadas.
_________________

¿Rezás el rosario todos los días, querés hacerlo? Smile
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
Mostrar mensajes de anteriores:   
Publicar nuevo tema   Este tema está cerrado y no puede editar mensajes o responder    Foros de discusión -> Mística Todas las horas son GMT
Ir a página 1, 2, 3, 4  Siguiente
Página 1 de 4

 
Cambiar a:  
Puede publicar nuevos temas en este foro
No puede responder a temas en este foro
No puede editar sus mensajes en este foro
No puede borrar sus mensajes en este foro
No puede votar en encuestas en este foro


Powered by phpBB © 2001, 2007 phpBB Group
© 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados