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Dudas: ¿Pecado?

 
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Autor Mensaje
Pablo AV
Esporádico


Registrado: 27 Abr 2008
Mensajes: 39

MensajePublicado: Sab Ene 31, 2009 3:55 pm    Asunto: Dudas: ¿Pecado?
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Hermanos/as:

Una persona me ha dado a oír una música que se burla y blasfema de las cosas santas. Veréis, mientras la oía me enteré de que decía este tipo de cosas ¿he hecho mal en oírla o debería Mad decirle que se fuera?

Otra cosa: antes de una Eucaristía y en las condiciones que he dicho, tuve que comer algo por no hacerle un feo a alguien pero claro, mi intención no era la de romper el ayuno y en la Misa, tuve que comulgar y no abstenerme por miedo a que la gente pensara que estaba en pecado mortal...

¿Estaré en pecado por todo ello?
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Albert
+ Moderador
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Registrado: 03 Oct 2005
Mensajes: 27940
Ubicación: Puerto Rico

MensajePublicado: Sab Ene 31, 2009 4:08 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Hermano Pablo:

¡Paz y bien!

De la primera pregunta no creo que tengas pecado por escuchar blasfemías, lo estarías si las repites y concuerdas con ellas.

Por la sengunda creo necesario decirte que por respeto humano no debemos limitar nuestra sacramentalidad, muy especialmente si se trata de la Eucaristía. Hay algunas excepciones que se pueden tomar en cuenta y asumiendo éstas como sacrificio. Pero tal vez sería mejor que lo consultes con un Sacerdote. Dios te bendiga.
_________________

Transfíge, dulcíssime Dómine Jesu
Albert González Villanueva, OFS
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Simón Alemán
Veterano


Registrado: 15 Jun 2006
Mensajes: 1742
Ubicación: Panama

MensajePublicado: Sab Ene 31, 2009 4:33 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

El hecho de escuchar algo malo por casualidad, no implica aceptar la maldad. Si se hace con la intención del caso, seria un pecado no grave que debe ser confesado, pero no impide la comunion inmediata.

Recuerda que el concepto del pecado esta amarrado al amor, y si tu consideras que el pecado afecto tu amor hacia Dios confiesate lo más pronto posible, y perdonate. No olvides que Dios es Misericordioso.

Saludos en Cristo,
_________________
La medida del amor es amar sin medida.(San Agustín)


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siempreMaria
Moderador
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Registrado: 06 Jun 2006
Mensajes: 2175

MensajePublicado: Sab Ene 31, 2009 4:56 pm    Asunto: Re: Dudas: ¿Pecado?
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Pablo AV escribió:
Otra cosa: antes de una Eucaristía y en las condiciones que he dicho, tuve que comer algo por no hacerle un feo a alguien pero claro, mi intención no era la de romper el ayuno y en la Misa, tuve que comulgar y no abstenerme por miedo a que la gente pensara que estaba en pecado mortal...


Recuerda hermano:

Cita:
32 Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo los reconoceré ante mi Padre que está en el cielo.

33 Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres.


Lo que hiciste, en ambas ocasiones (al comer por no hacerle un feo, sabiendo que no podrías comulgar y comulgar precisamente por miedo a que la gente pensara que estabas en pecado mortal) me recuerda a esto que nos dijo el Señor.

Debes, antes de nada, acudir a la confesión.
Ahora bien, ¿lo volverías a hacer? Es necesario que digas que no para poder tener una buena confesión.

Te dejo un enlace en el que habla sobre el ayuno eucarístico, para que lo leas y te aproveche para tu alma.
http://algunasrespuestas.blogspot.com/2006/03/ayuno-antes-de-comulgar.html

Piensa hermano. ¿Quién está antes? ¿Dios o los demás?
Como bien dijo nuestro hermano Albert, hay que tener mucho cuidado con los respetos humanos.

Pero, ¿a qué nos referimos con los respetos humanos?

Respeto humano
-Jordi Rivero


Forma de proceder (acción u omisión) en la que, en vez de buscar la verdad según el dictamen de la conciencia, la persona se deja llevar por la preocupación de como otros reaccionarán. Es una actitud reprensible.

Antes de actuar es justo tomar en cuenta la opinión de otros, pero solo para ayudarnos a formar un juicio de conciencia en el que se busca la verdad y la justicia y no aplacar los injustos intereses de los hombres.

Por respeto humanos se llega a la negación de Cristo o al abandono de los compromisos cristianos. Esta actitud es contraria al amor y obediencia que le debemos a Dios por encima de todos.


Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos. Mateo 10, 32-33

Tomado de:
http://www.corazones.org/diccionario/respeto_humano.htm


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Aquí te dejo algunos textos que esperon te sirva:

Superar los respetos humanos

El Cura de Ars dice a una chica: “comulga con frecuencia, diariamente“, ella responde “en mi pueblo no se acostumbra”, a lo que el santo añade: “si no hay costumbre, la introduces”.

Al cabo de unas semanas regresa la chica y comenta: “me señalan con el dedo”. En esto el sacerdote dice: “llévate algunas amigas y ya no estarás tú sola”… en seis meses formaban una docena

Tomado de:
http://citasyfrases.wordpress.com/2007/08/09/superar-los-respetos-humanos/.



Textos de la Iglesia

4592 ¡Oh, maldito respeto humano, qué de almas arrastra al infierno! (SANTO CURA DE ARS, Sobre el respeto humano).

4593 ¿Sabéis cuál es la primera tentación que el demonio presenta a una persona que ha comenzado a servir mejor a Dios? Es el respeto humano. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

4594 Convéncete de que el ridículo no existe para quien hace lo mejor. (J.ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 392).

4595 Ríete del ridículo.—Desprecia el qué dirán. Ve y siente a Dios en ti mismo y en lo que te rodea.—Asi acabarás por conseguir la santa desvergüenza que precisas, ¡oh paradoja! para vivir con delicadeza de caballero cristiano. (J.ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 390).

4596 No eres más santo cuando te alaban, ni más vil si te desprecian. Lo que eres, eso eres: ni se puede decir más de ti de lo que Dios sabe que eres. Si miras lo que eres dentro de ti, no tendrás cuidado de lo que de fuera hablan de ti. El hombre ve lo de fuera; Dios el corazón (I Sam 16, 7). El hombre considera las obras, y Dios pesa las intenciones. (Imitación de Cristo, II 6.3).

4597 Tenéis el sacramento de la Confirmación, por el cual quedáis convertidos en otros tantos soldados de Jesucristo, que valerosamente sientan plaza bajo el estandarte de lá cruz, que jamás deben ruborizarse de las humillaciones y oprobios de su Maestro, que en toda ocasión deben dar testimonio de la verdad del Evangelio. Y no obstante, ¿quién lo dijera?, se hallan entre vosotros yo no sé cuántos cristianos que por respeto humano no son capaces de hacer públicamente sus actos de piedad; que quizás no se atreverían a tener un crucifijo en su cuarto o una pila de agua bendita a la cabecera de su cama; que se avergonzarían de hacer la señal de la cruz antes y después de la comida, o se esconden para hacerla. ¿Veis, por consiguiente, cuán lejos estáis de vivir conforme vuestra religión os exige? (SANTO CURA DE ARS, Sobre el misterio).

4598 ¡Oh, Señor mio, que si de veras lo conociésemos no se nos daria nada de nada, porque dais mucho a los que se quieren fiar de Vos! (SANTA TERESA, Camino de perfección, 29, 3).

4599 Aquel que después de ser menospreciado deja de hacer el bien que hacia, da a entender que actúa por el aplauso de los hombres; pero si en cualquier circunstancia hacemos el bien a los demás, tendremos una grandisima recompensa. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, val. Il, p. 43).

4600 Piensa lo que te plazca de Agustín, con tal de que la conciencia no me acuse delante de Dios. (S. AGUSTIN, Contra Secundino, 1).

Tomado de:
http://www.encuentra.com/articulos.php?id_sec=48&id_art=2857&id_ejemplar=0



Del libro Surco, de San Jose María Escribá de la Balaguer

34. Cuando está en juego la defensa de la verdad, ¿cómo se puede desear no desagradar a Dios y, al mismo tiempo, no chocar con el ambiente? Son cosas antagónicas: o lo uno o lo otro! Es preciso que el sacrificio sea holocausto: hay que quemarlo todo..., hasta el "qué dirán", hasta eso que llaman reputación.

35. Qué claramente veo ahora que la "santa desvergüenza" tiene su raíz, muy honda, en el Evangelio! Cumple la Voluntad de Dios..., acordándote de Jesús difamado, de Jesús escupido y abofeteado, de Jesús llevado ante los tribunales de hombrecillos..., y de Jesús callado!! —Propósito: abajar la frente a los ultrajes y —contando también con las humillaciones que, sin duda, vendrán—proseguir la tarea divina, que el Amor Misericordioso de Nuestro Señor ha querido encomendarnos.

36. Asusta el daño que podemos producir, si nos dejamos arrastrar por el miedo o la vergüenza de mostrarnos como cristianos en la vida ordinaria.

37. Hay algunos que, cuando hablan de Dios, o del apostolado, parece como si sintieran la necesidad de defenderse. Quizá porque no han descubierto el valor de las virtudes humanas y, en cambio, les sobra deformación espiritual y cobardía.

38. Es inútil pretender agradar a todos. Descontentos, gente que proteste, siempre habrá . Mira cómo lo resume la sabiduría popular: "cuando va bien a los corderos, va mal a los lobos".

39. No te conduzcas como ésos que se asustan ante un enemigo que sólo tiene la fuerza de su "voz agresiva".

40. Comprendes la labor que se hace..., te parece bien (!). Pero pones mucho cuidado en no colaborar, y más aún en conseguir que los demás no vean o no piensen que colaboras.

—Tienes miedo de que te crean mejor de lo que eres!, me has dicho. —¿No será que tienes miedo de que Dios y los hombres te exijan más coherencia?

41. Parecía plenamente determinado...; pero, al tomar la pluma para romper con su novia, pudo más la indecisión y le faltó valentía: muy humano y comprensible, comentaban otros. Por lo visto, según algunos, los amores terrenos no están entre lo que se ha de dejar para seguir plenamente a Jesucristo, cuando El lo pide.

42. Hay quienes yerran por flaqueza —por la fragilidad del barro con que estamos hechos—, pero se mantienen íntegros en la doctrina.

Son los mismos que, con la gracia de Dios, demuestran la valentía y la humildad heroicas de confesar su yerro, y de defender —con ahínco—la verdad.

43. Algunos llaman imprudencia y atrevimiento a la fe y a la confianza en Dios.

44. Es una locura confiar en Dios...!, dicen. —¿Y no es más locura confiar en sí mismo, o en los demás hombres?

45. Me escribes que te has llegado, por fin, al confesonario, y que has probado la humillación de tener que abrir la cloaca —así dices—de tu vida ante "un hombre".

—¿Cuándo arrancarás esa vana estimación que sientes de ti mismo? Entonces, irás a la confesión gozoso de mostrarte como eres, ante "ese hombre" ungido —otro Cristo, el mismo Cristo!—, que te da la absolución, el perdón de Dios.

46. Tengamos la valentía de vivir pública y constantemente conforme a nuestra santa fe.

47. No podemos ser sectarios, me decían con aire de ecuanimidad, ante la firmeza de la doctrina de la Iglesia.

Después, cuando les hice ver que quien tiene la Verdad no es sectario, comprendieron su equivocación.

48. Para convencerse de que resulta ridículo tomar la moda como principio de conducta, basta mirar algunos retratos antiguos.

49. Me gusta que ames las procesiones, todas las manifestaciones externas de nuestra Madre la Iglesia Santa, para dar a Dios el culto debido..., y que las vivas!

50. "Ego palam locutus sum mundo": Yo he predicado públicamente delante de todo el mundo, responde Jesús a Caifás, cuando se acerca el momento de dar su Vida por nosotros.

—Y, sin embargo, hay cristianos que se avergüenzan de manifestar "palam" —patentemente—veneración al Señor.

51. Cuando se ha producido la desbandada apostólica y el pueblo embravecido rompe sus gargantas en odio hacia Jesucristo, Santa María sigue de cerca a su Hijo por las calles de Jerusalén. No le arredra el clamor de la muchedumbre, ni deja de acompañar al Redentor mientras todos los del cortejo, en el anonimato, se hacen cobardemente valientes para maltratar a Cristo.

Invócala con fuerza: "Virgo fidelis!" —Virgen fiel!, y ruégale que los que nos decimos amigos de Dios, lo seamos de veras y a todas las horas.

Tomado de:
http://www.conoze.com/doc.php?doc=3235



Y por último un artículo:

Cita:
Los respetos humanos

D. Pablo María Ozcoidi García-Falces
26-12-2008


CAMINEO.INFO.- Carta a Simón, Pedro, príncipe de los Apóstoles
Muy querido y venerado Pedro:

Grande es la debilidad humana y tanto mayor cuánto menos confiamos en Dios y más en nuestras fuerzas. A pesar de tantos detalles de amistad y confianza con que te había bendecido el Señor también fuiste víctimade la debilidad. Nos lo cuenta San Mateo con estas palabras:

Entonces Jesús les dice: Todos vosotros os escandalizaréis esta noche por mi causa, pues escrito está: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño. Pero, después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. Pedro le respondió: Aunque todos se escandalicen por tu causa, yo nunca me escandalizaré. Jesús le replicó: En verdad te digo que esta misma noche, antes de que cante el gallo, me negarás tres veces. Pedro insistió: Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré. Todos los discípulos dijeron lo mismo (Mt 26,31-35).

En la Última Cena Jesús os anuncia a todos los Apóstoles que esa misma noche le habíais de abandonar, pero tú, Pedro, que debías haber dudado de ti, creíste que eso lo podían hacer los demás, pero no tú. Confiaste en tus fuerzas y dijiste: “Aunque todos se escandalicen por tu causa, yo nunca me escandalizaré”. ¡Qué lejos estabas todavía de conocerte! Entonces el Señor te corrigió al vaticinarte que esa misma noche le ibas a negar: «En verdad te digo que esta misma noche, antes de que cante el gallo, me negarás tres veces». En lugar de haber asumido con humildad las palabras del Señor todavía te atreviste a insistir: Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré».

Luego vendrían los acontecimientos, la triple negación, en una situación simplemente comprometida. Y le negaste porque ya te habías olvidado de lo que te había dicho el Señor. Fue primero una sierva la que te puso contra las cuerdas y te dejó fuera de combate, después vendrán las otras negaciones. Leemos en San Mateo:

Entretanto Pedro estaba sentado fuera, en el atrio; se le acercó una sirvienta y le dijo: Tú también estabas con Jesús el Galileo. Pero él lo negó delante de todos diciendo: No sé de que hablas. Al salir al portal le vio otra y dijo a los que había allí: Este estaba con Jesús el Nazareno. De nuevo lo negó con juramento: No conozco a ese hombre. Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: Desde luego tú también eres de ellos, pues tu habla lo manifiesta. Entonces comenzó a imprecar y a jurar: No conozco a ese hombre. Y al momento cantó un gallo. Y Pedro se acordó de las palabras que Jesús había dicho. Antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces. Y, saliendo afuera, lloró amargamente (Mt 26, 69-75).

Como te vaticinó el Señor le negaste tres veces, incluso con juramento. Pero el pasaje termina bien porque dice que lloraste amargamente. Nosotros también deberíamos llorar con amargura tantas veces que hemos ofendido al Señor. Yo veo como atenuante de tu derrota la valentía con que sacaste la espada y el desconcierto que te produjo la reacción del Señor rechazando ese argumento. Aquella noche viste a Jesús, la esperanza de Israel, tan débil, maniatado, juzgado, sometido a toda clase de vejaciones y sin hacer nada en su defensa. No estabas preparado para una situación tan humillante y triste y por eso caíste. Buena lección la que recibimos al leer esta escena porque nos hace ver que hemos de ser prudentes y estar alerta porque es grande nuestra debilidad.

Aquel suceso te cambió radicalmente, a partir de ese momento ya no te consideraste alguien aparte con más capacidad de fidelidad y también te hizo más comprensivo con aquellos que caen en pecado a causa de los respetos humanos. Sucede en muchas ocasiones que los hombres no actúan según los dictados de la conciencia, sino por el temor a «quedar mal», al «qué dirán», al juicio de los hombres.

¡Es terrible los estragos que hace este mal! que no sucede solamente cuando hay peligro para la vida sino también por pura vergüenza ante el juicio del prójimo. Este modo de proceder es muy frecuente, sin embargo es algo tan vergonzoso que nadie reconoce quiere reconocer esta miseria. Un ejemplo muy habitual es el de aquellas personas que no van a Misa porque tienen miedo a que les vean sus vecinos. Así se podrían exponer mil ejemplos. Este modo de proceder aparentemente poco dañino sin embargo produce grandes estragos en primer lugar en el que lo comete que o bien se abstiene de hacer el bien o es arrastrado a hacer el mal, en segundo lugar porque se pierde una ocasión óptima de dar buen ejemplo. Duro será el castigo. San Marcos recoge palabras breves, pero muy fuertes del Señor:

«Porque si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre también se avergonzará de él, cuando venga en la gloria de su Padre acompañado de sus santos ángeles» (Mc 8,38 ).

Tú te avergonzaste de Cristo una vez, los demás lo hacemos muchas veces. Arrepintámonos de este pecado y procuremos ser pregoneros de Dios.

El discípulo de Cristo no lo es solamente en la Iglesia, es preciso también dar testimonio en todos los lugares aunque en ello nos vaya la vida. Alguna vez es posible que tengamos que dejar de ver una película porque vemos que nos hace daño y eso guste o no a los que nos rodean, otras veces tendremos que manifestar lo que pensamos en conciencia sobre un tema aunque no esté de moda lo que digamos, también en ocasiones habrá que abandonar a los amigos si nos son ocasión de ofender a Dios, etc. Hay situaciones que no se deben tolerar, otras tal vez sí, por ejemplo para evitar males mayores.

Los enemigos de Dios unan palabras cuya finalidad es paralizar a los buenos. El temor a ser calificado de retrógrado frente a un pretendido progresismo puede paralizar a una persona.He conocidos a muchos que van a Misa si no son vistos por conocidos, amigos o familiares. Y como en este pecado podemos caer todos es bueno grabar las palabras del Señor que nos ha dicho que se avergonzará en la última hora de aquellos que se han avergonzado de Él.

Hay un refrán castellano que dice «A donde va Vicente, a donde va la gente», que arroja mucha luz sobre el tema de los respetos humanos. Pues, en definitiva los respetos humanos influyen en personas cobardes y carentes de personalidad, de borregos que se dejan arrastrar por el ambiente. Si se tratan con gente buena actúan bien, pero si, por el contrario, lo hacen con gente mala también se dejan influir. Aquella noche, Pedro, te dejaste arrastrar, nosotros también lo hacemos dejando de esta manera sólo al Señor ante la cruz. Es muy importante tener principios y ser consecuentes con ellos, en definitiva ser «uno mismo».

Un día oí contar un suceso acaecido en un pueblo cuyo nombre no diremos. El alcalde no se caracterizaba por ser muy fervoroso, pero supo enfrentarse a toda la corporación municipal cuando les dijo: «vosotros veréis lo que hacéis, pero si quitáis el crucifijo quepreside esta sala, mientras yo sea alcalde, en las reuniones lo llevaré colgado del cuello», dejando así de lado aquella discusión. Hay que arriesgarse por Cristo a ser víctimas de persecuciones cruentas e, incluso, morales como puede ser el temor al vacío, a quedarse sólo, esto en definitiva no es tan grave, ya que como dice el refrán es mejor estar solo que mal acompañado. Si los demás quieren irse al infierno no hay ninguna necesidad de acompañarlos.

EstimadoPedro quisiera cambiar el tono de la carta y pasar a recordar ejemplos de valentía. Junto al ejemplo de fortaleza de Cristo está el de la Santísima Virgen María, nuestra Madre, que al pié junto a la cruz padece con su Hijo. Le acompañan unas santas mujeres. El Vía Crucis se evoca otra mujer, Verónica, que con un paño limpió el ensangrentado rostro del Señor, que la premió dejando grabado su rostro en las tres dobleces de aquel paño. Un ejemplo particularmente que se narra en el II libro de los Macabeos es el de Eleazar, un anciano que prefirió morir mártir a dejar un mal ejemplo a los jóvenes de su pueblo:

«A Eleazar, uno de los principales escribas, varón de ya avanzada edad y de muy noble aspecto, le forzaban a abrirla boca y a comer carne de puerco. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida infame, marchaba voluntariamente al suplicio del apaleamiento, después de escupir todo, que es como deben proceder los que tienen valentía rechazar los alimentos que no es lícito probar ni por amor a la vida. Los que estaban encargados del banquete sacrificial contrario a la Ley, tomándole aparte en razón del conocimientoque de antiguo tenían con este hombre, le invitaban a traer carne preparada por él mismo, y que le fuera lícita; a simular como si comiera la mandada por el rey, tomada del sacrificio, para que, obrando así, se librara de la muerte, y por su antigua amistad hacia ellos alcanzara benevolencia. Pero él, tomando una noble resolución digna de su edad, de la prestancia de su ancianidad, de sus experimentadas y ejemplares canas, de su inmejorable proceder desde niño y, sobre todo, de la legislación santa dada por Dios, se mostró consecuente consigo diciendo que se le mandara pronto al Hades. «Porque a nuestra edad no es digno fingir, no sea que muchos jóvenes creyendo que Eleazar, a sus noventa años, se ha pasado a las costumbres paganas, también ellos por mi simulación y por mi apego a este breve resto de vida, se desvíen por mi culpa y yo atraiga mancha y deshonra a mi vejez. Pues aunque me libre al presente del castigo de los hombres, sin embargo ni vivo ni muerto podré escapar de lasmanos del Todopoderoso. Por eso, al abandonar ahora valientemente la vida, me mostraré digno de mi ancianidad, dejando a los jóvenes un ejemplo noble al morir generosamente con ánimo y nobleza por las leyes venerables y santas.» Habiendo dicho esto, se fue enseguida al suplicio del apaleamiento. Los que le llevaban cambiaron su suavidad de poco antes en dureza, después de oír las referidas palabras que ellosconsideraban una locura; él, por su parte, a punto ya de morir por los golpes, dijo entre suspiros: «El Señor, que posee la ciencia santa, sabe bien que, pudiendo librarme de la muerte, soporto flagelado en mi cuerpo recios dolores, pero en mialma los sufro con gusto por temor de él». De este modo llegó a su tránsito. (No sólo a los jóvenes, sino también a la gran mayoría de la nación, Eleazar dejó su muerte como ejemplo de nobleza y recuerdo de virtud)(II Mac 6, 18-31).

Este texto en que se narra la fidelidad de Eleazar al Dios vivo contiene dos detalles que no deben pasarse por alto. El primero de ellos es la delicadeza de su conciencia, pues le ofrecieron carne que se podía comer, pero él no la quiso porque era un engaño para los enemigos de Dios, pero también un escándalo para sus conciudadanos. No quiso recurrir a la simulación, como debe ser. El otro es señalar la rabia de sus amigos, pues los mismos que le trataban con afabilidad pasaron a ser sus más violentos enemigos. Esto sucede muchas veces cuando la conducta es un reproche a los demás. Han pasado muchos siglos y Eleazar sigue presente entre nosotros.

Cuántos ejemplos se podrían poner y de los que tú eres testigo privilegiado, pero terminaré la carta recordando unas palabras que escuchaste del Maestro y que son un buen colofón para todo lo que venimos diciendo.

«Sin embargo, incluso muchos de los judíos principales creyeron en él, pero a causa de los fariseos no le confesaban para no ser expulsados de la sinagoga, pues amaron más la gloria de los hombres que la gloria de Dios» (Jn 12, 42-43).



Siento si es demasiado largo el post, pero creo que es necesario.

Un abrazo en Cristo y María.
_________________
Con Dios y Mamita.

"Callad mientras duerme y descansa el Señor y Dios mío porque muy pronto lo despertarán los pecados de los hombres"

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EduaRod
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Registrado: 21 Ene 2006
Mensajes: 3275

MensajePublicado: Sab Ene 31, 2009 8:32 pm    Asunto: Re: Dudas: ¿Pecado?
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Pablo AV escribió:
Hermanos/as:

Una persona me ha dado a oír una música que se burla y blasfema de las cosas santas. Veréis, mientras la oía me enteré de que decía este tipo de cosas ¿he hecho mal en oírla o debería Mad decirle que se fuera?

Otra cosa: antes de una Eucaristía y en las condiciones que he dicho, tuve que comer algo por no hacerle un feo a alguien pero claro, mi intención no era la de romper el ayuno y en la Misa, tuve que comulgar y no abstenerme por miedo a que la gente pensara que estaba en pecado mortal...

¿Estaré en pecado por todo ello?

Estimado en Cristo Pablo AV:

En lo primero, como han dicho varios hermanos, recuerda que lo que mancha al hombre no es lo externo, sino lo que sale del corazón.

En lo segundo, aceptar o no la comida depende de qué tan fuerte sería la ofensa. Por ejemplo, si simplemente es un amigo que te ofrece por amabilidad un dulce, pues no tiene nada de malo ni tiene porqué ofenderse porque no lo quieras. No tendría la menor trascendencia y podrías rechazarlo y comulgar sin problemas.
Si, en cambio se trata, por ejemplo, de un amigo de un nivel socio/económico inferior al tuyo, que pudiera malinterpretar tu rechazo (incluso si expresamente le dijeras las razones pensando que son mero pretexto), pensando que no quieres lo que te ofrece porque es poca cosa, o "no está a tu altura", de tal suerte que pudiera sentirse menospreciado y humillado a causa de su condición. Entonces si, puede ser un deber de caridad no rechazar lo que te ofrece para no hacerle sentir menospreciado y humillado.
Pero ¡OJO! Entonces NO PUEDES comulgar si no pasa la hora del ayuno eucarístico que la Iglesia te pide, ya que esa obra de caridad, necesaria y buena como es; NO está incluida en las situaciones específicas por las que la Iglesia dispensa el ayuno eucarístico (edad avanzada, enfermedad o cuidado de enfermos, básicamente; se puede tomar agua y medicinas y el sacerdote no está obligado a guardarlo al celebrar a partir de la segunda de dos o más misas que tenga en el día).
En esos casos puedes:
1. Ir a una misa más tarde.
2. Si ya no hay misas más tarde; puedes explicarle al sacerdote la situación completa y pedirle que él mismo, o un ministro autorizado por él, te dé la comunión una vez pasado el tiempo del ayuno eucarístico.
3. Hacer una comunión espiritual uniendote a Cristo Eucaristía tanto en la misa como en la obra de caridad que realizaste.

Por último, el comulgar contra lo que manda la Iglesia por "miedo" al "qué dirán" de los demás SI ESTUVO MAL. Es, en efecto, un respeto humano que los hermanos ya te han detallado en qué consiste.
Porque ahí no tienes ninguna obligación de caridad para con nadie, simplemente estás procurando cuidar tu imagen personal ante el potencial juicio vano e injusto de otras personas. En una palabra, cometiste una falta de respeto a la Eucaristía para preservar tu vanidad ante la superficialidad del prójimo.
En lo personal, aparte del respeto que en sí mismo representa a la Sagrada Eucaristía; yo creo que el ayuno ecuarístico cumple esa función adicional de evitar que los chismosos puedan afirmar que estás en pecado por no haber comulgado, porque precisamente nunca sabrán si no te acercaste por estar en pecado, o porque por algún motivo (incluso un simple olvido) no pudiste guardar el ayuno eucarístico.
Así que no te preocupes en lo sucesivo de esos juicios vanos que hace a veces la gente, distínguelos de las verdaderas ocasiones en las que la caridad para con el prójimo SI te demanda una acción específica, aunque implique algún sacrificio, y cumple con lo que te manda la Santa Iglesia.

Ese es mi consejo, estimado hermano. Wink

Que Dios te bendiga.
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Pablo AV
Esporádico


Registrado: 27 Abr 2008
Mensajes: 39

MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 2:17 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Gracias hermanos.

Os cito un texto de "La Enciclopedia del católico" del P. Jorge Loring, S.I.:

<<52,2. Además del ayuno, para comulgar hay que estar en gracia de Dios.
Cuando tenemos la desgracia de cometer un pecado grave, ya no estamos en gracia de Dios; por lo tanto, así no podemos comulgar; y si comulgamos sabiendo que estamos en pecado grave, cometemos un pecado tremendo que se llama sacrilegio . Dice San Pablo que quien comulga indignamente «se traga su propia condenación»(...). Aunque con un acto de contrición perfecta (...) se perdonan los pecados, con todo, quien tiene conciencia de estar en pecado grave no puede comulgar sin antes confesarse, a no ser por causa grave . Así lo manda la Santa Iglesia, en el Código de Derecho Canónico .
Causa grave es aquella necesidad moral que, si no se atiende, nos produce un grave perjuicio; como sería el que los demás adviertan que estamos en pecado mortal. Por eso, si después de acercarte a comulgar te das cuenta que estás en pecado grave, no es necesario que retrocedas: puedes comulgar haciendo antes un acto de contrición, con propósito de confesarte después [...]>>

¿Qué opinais al respecto?

Un saludo afectuoso Smile
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Miles_Dei
Veterano


Registrado: 17 Sep 2007
Mensajes: 11717

MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 2:40 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Atención el siguiente post no se escribe como moderador sino como inmoderado forista:

Cita:
Causa grave es aquella necesidad moral que, si no se atiende, nos produce un grave perjuicio; como sería el que los demás adviertan que estamos en pecado mortal. Por eso, si después de acercarte a comulgar te das cuenta que estás en pecado grave, no es necesario que retrocedas: puedes comulgar haciendo antes un acto de contrición, con propósito de confesarte después


Esto es absurdo, con todos los respetos para el Padre Loring y la intención que le guía de dar reglas sencillas a las almas, pues precisamente para eso está también el tema del ayuno: para salvaguardar la honra del fiel.

Uno siempre puede alegar que ha comido algo inadvertidamente y por tanto no puede comulgar. Los demás en aplicación de la caridad cristiana o no pensaran nada o pensarán en aquello que salve al prójimo, como que ha debido romper el ayuno. Por otro lado, como se suele decir, la vergüenza sólo para pecar y no para reconocer que se ha pecado.

De todos modos la condición que pone el Padre Loring es muy extrema:

Cita:
Por eso, si después de acercarte a comulgar te das cuenta que estás en pecado grave, no es necesario que retrocedas


O sea el que está en la fila y se da cuenta de que no puede... Ese caso no ocurre mucho y si ocurre no pasa nada por volverse de la fila o de la misma comunión. Nadie pensará nada malo y el que piense es que es malo.

CUIDADO CON PROMOVER LAS COMUNIONES SACRILEGAS PUES SON OBRAS DE SATANAS

Un saludo en la Paz de Cristo.

Clamat ad vos mea monstruosa vita, mea aerumnosa conscientia. Ego enim quaedam chimaera mei saeculi... Nolo scribere de me quod vos per alios audisse existimo, quid actitem, quid studeam, per quae discrimina verser in mundo, imo per quae jacter praecipitia. Si quominus audistis, precor ut inquiratis, et secundum quod audieritis, et consilium impendatis, et orationum suffragia. (Sanctus Bernardus Claraevallensis)
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MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 7:29 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Encontré este artículo, de un sacerdote que me parece bastante bueno y tiene diversos artículos muy interesantes.

Comulgar sin confesarse
http://algunasrespuestas.blogspot.com/2006/10/comulgar-sin-confesarse.html

Recomendable leerse el tema entero para entenderlo bien.

Tan sólo dejo dos trozos:

Cita:
¿Tiene excepciones?

Sí, porque los preceptos eclesiásticos no obligan cuando hay una dificultad grave.
El precepto divino no tiene excepción: no se puede comulgar en estado de pecado.
El precepto eclesiástico puede tenerla: se podría comulgar en el estado de gracia obtenido mediante un acto de contrición perfecta aún antes de confesarse, si hubiera alguna dificultad grave. En este caso, una grave necesidad de Comulgar.
Es decir, que si una persona tiene obligación de comulgar y no puede confesarse, puede hacer un acto de perfecta contrición y comulgar.
Un ejemplo: el sacerdote debe celebrar los sacramentos en estado de gracia. Si no lo estuviera cometería un sacrilegio. Además, cuando celebra Misa no puede no comulgar (la comunión del sacerdote forma parte de la ceremonia). Si, en un pueblo, el sacerdote estuviera en estado de pecado mortal, no tuviera con quien confesarse, y debiera celebrar la Misa para el pueblo, ¿qué tendría que hacer? Ese sacerdote debe hacer un acto de contrición perfecta y celebrar la Santa Misa.
Otro ejemplo: si omitir la comunión procurara un grave escándalo o infamia. Es el caso de una persona está en la cola para comulgar y de repente recuerda estar en pecado mortal (no lo sabía antes). Si no puede alejarse sin llamar gravemente la atención de los demás, puede comulgar haciendo un acto de perfecta contrición. Obviamente no es el caso de quien no quiere confesarse, sino de quien, de buena fe, se encuentra en esa situación.

Obviamente sin una necesidad real, y una dificultad grave también real, sería un grave abuso el incumplimiento de este precepto de la Iglesia, cuyo fin no es impedir a la gente la comunión, sino conseguir que lo haga dignamente, evitando todo peligro de sacrilegio. Sería absurdo exponerse a cometer un sacrilegio, para satisfacer las ganas de comulgar, o para evitar la vergüenza de dejar de hacerlo, o por la “necesidad” de recibir al Señor, etc., sin una necesidad grave de recibir la Eucaristía. De hecho, casi nunca hay obligación de comulgar (es el caso del sacerdote que celebra y algún otro caso excepcional).


Cita:
Instrucción Redemptionis Sacramentum
De la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Sobre algunas cosas que se deben observar o evitar acerca de la Santísima Eucaristía (25.3.2004)

n. 81. La costumbre de la Iglesia manifiesta que es necesario que cada uno se examine a sí mismo en profundidad, para que quien sea consciente de estar en pecado grave no celebre la Misa ni comulgue el Cuerpo del Señor sin acudir antes a la confesión sacramental, a no ser que concurra un motivo grave y no haya oportunidad de confesarse; en este caso, recuerde que está obligado a hacer un acto de contrición perfecta, que incluye el propósito de confesarse cuanto antes.


Hay que darse cuenta del ejemplo que dan sobre el grave escándalo o infamia. Y de todas formas, hay que tener en cuenta que se debe hacer un acto de contricción perfecta. Pero, ¿sabes lo que es eso? ¿Es fácil hacerlo? ¿Estás seguro que lo harás bien?

Leemos otra parte del documento que viene antes:

Cita:
¿Qué es un acto de contrición perfecta?

Es un acto de arrepentimiento del pecado cometido, movido por amor de Dios. Dolor de haber ofendido a Dios, tan santo, digno de amor, grande, bueno, etc.¿Qué es un acto de contrición imperfecta?
Es el mismo acto, realizado por motivos sobrenaturales, muy buenos todos, pero que no son el amor de Dios: miedo al infierno, fealdad del pecado, deseos de comulgar, peso de la conciencia, etc.

El dolor de la contrición imperfecta es suficiente para recibir el perdón de los pecados en la confesión. Si al dolor de la contrición perfecta se le une el propósito de confesar, se obtiene la gracia -podríamos decir- por adelantado, antes de la confesión.

Entonces, ¿puedo comulgar después de cometer un pecado mortal, antes de confesarme, si hago un acto de contrición perfecto?
- No
- ¿Y por qué no?
Los sacramentos dignamente recibidos dan la certeza de acceder a la gracia de Dios. Actúan “ex opere operato” según explica la Teología: en virtud -por eficacia- de lo actuado que no falla. Si no pongo un obstáculo a su acción, la realiza eficazmente.
En cambio cuando hago un acto de contrición perfecta, estoy en un ámbito no sacramental, en el cual dependo de -por decirlo de alguna manera- la “calidad” de mi acción. No tengo certeza de haber hecho realmente un acto de contrición perfecta. No tengo cómo medir la perfección/imperfección de mi acto de contrición.
Si comulgara así me podría exponer a recibir al Señor indignamente, y cometer así un sacrilegio. El problema no es sólo mi pecado, es problema sobretodo es el respeto que Dios merece: no puedo exponer la Eucaristía a semejante afrenta. Sin necesidad no sería lógico correr ambos riesgos.

Por esto la Iglesia, para cuidar la dignidad del Sacramento y el alma de los fieles, impuso un precepto en el Concilio de Trento: que nadie con conciencia de haber cometido un pecado mortal se acercara a comulgar, por muy contrito que se sienta, sin haberse confesado antes.
Es decir, que hay una ley de la Iglesia que lo manda.


Aunque a lo mejor no queda claro qué es el acto de contricción perfecta.

Ahora sigo.
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MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 7:45 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

A mi me parece que el P. Lorig no detalló mucho sobre la causa grave, pero eso no supne que sea ambsurda su opinión al respecto. Pues esta advertencia de pecado grave por los demás podría suponer un escándalo y no debemos propiciar el escándalo. Necesario le es a esta persona un acto de contricción perfecta y una Confesión lo antes posible, pero no retirarse de la fila cuando se reconoce a sí mismo en pecado grave pues el acto de contricción perfecta le permitirá comulgar y no estaría cometiendo sacrilegio. De hecho el mismo acto de contricción de por sí es un deseo inminente de recibir el Sacramento y por tanto de desagravio. No excluye el acto de contricción a la Confesión o Reconsiliación y su debida penitencia, pero permite a la persona comulgar sin que se den ni el escándalo (causa grave) ni el sacrilegio. Dios les bendiga.
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MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 7:49 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Lo que quiero ahora es explicar "¿qué es un acto de contricción perfecta?", de manera que lo entienda bien nuestro hermano.

Pone claro el hecho de hacer una contricción perfecta. Pero hay que saber qué es, y si de verdad la voy a hacer.
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MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 7:58 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Atención el siguiente post no se escribe como moderador sino como inmoderado forista:

Yo lo siento mucho, pero teologalmente la contricción perfecta lleva al deseo del sacramento de la penitencia y al horror ante el posible sacrilegio y por tanto el que ha hecho contricción perfecta no comulgará y esperará y tal influjo de gracia será el mismo que le mueva a vencer cualquier respeto humano, como el ¿qué van a decir de mí?.

Luego pueden venir teólogos y moralistas a decir lo que quieran, pero eso es lo que hay en la vida del espíritu. Lo demás son fórmulas. Fórmulas para hacer esto o lo otro, pero que no suponen la caridad en acto y operando en el alma de una persona haciendo sus actos perfectibles y perfectos. Gnosis teológica que da lugar a la casuística.

Un saludo en la Paz de Cristo.

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MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 8:06 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Hermano Miles:

¡Paz y bien!

Cita:
Yo lo siento mucho, pero teologalmente la contricción perfecta lleva al deseo del sacramento de la penitencia y al horror ante el posible sacrilegio y por tanto el que ha hecho contricción perfecta no comulgará y esperará y tal influjo de gracia será el mismo que le mueva a vencer cualquier respeto humano, como el ¿qué van a decir de mí?.


Pues yo lo siento más hermano, pero muy a tu pesar ese deseo del sacramento de la Reconsiliación no minimiza ni hace sacrílega una Comunión agraviada con una contricción perfecta. Ese mismo deseo (lo podemos ver en Trento si te parce) le permite al penitente acercarse a la fuente de la gracia mediante la Comunión, para en la inmediatez de lo posible confesar y hacer penitencia. Dios te bendiga.
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MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 8:14 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Atención el siguiente post no se escribe como moderador sino como inmoderado forista:

¿Qué dice Trento? Oigámosle en las sesiones sobre la Confesión y la Eucaristía

Enseña además de esto, que aunque suceda alguna vez que esta Contrición sea perfecta por la caridad, y reconcilie al hombre con Dios, antes que efectivamente se reciba el sacramento de la Penitencia; sin embargo no debe atribuirse la reconciliación a la misma Contrición, sin el propósito que se incluye en ella de recibir el Sacramento (de la Penitencia).


Por esta causa se ha de traer a la memoria del que quiera comulgar el precepto del mismo Apóstol: Reconózcase el hombre a sí mismo. La costumbre de la Iglesia declara que es necesario este examen, para que ninguno sabedor de que está en pecado mortal, se pueda acercar, por muy contrito que le parezca hallarse, a recibir la sagrada Eucaristía, sin disponerse antes con la confesión sacramental; y esto mismo ha decretado este santo Concilio observen perpetuamente todos los cristianos, y también los sacerdotes, a quienes correspondiere celebrar por obligación, a no ser que les falte confesor. Y si el sacerdote por alguna urgente necesidad celebrare sin haberse confesado, confiese sin dilación luego que pueda.


Ahora me lo cuentas de nuevo en alguna especie de gnosis teologal de moralista que yo no conozca.

Un saludo en la Paz de Cristo.

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MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 8:14 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Miles_Dei escribió:
Atención el siguiente post no se escribe como moderador sino como inmoderado forista:

Yo lo siento mucho, pero teologalmente la contricción perfecta lleva al deseo del sacramento de la penitencia y al horror ante el posible sacrilegio y por tanto el que ha hecho contricción perfecta no comulgará y esperará y tal influjo de gracia será el mismo que le mueva a vencer cualquier respeto humano, como el ¿qué van a decir de mí?.


Pues sí. Eso hay que decirlo. Para que haya una contricción perfecta es necesario el deseo del sacramento de la penitencia.

Por mi parte, la verdad, no entiendo el punto de la vergüenza, del "qué dirán", como causas para no echarse para atrás aun estando en la mismísima fila de la comunión. Pero son dos casos que ya he visto como dentro de los posibles "casos graves".
Lei que este tema de los "casos graves" toca sobre todo a los sacerdotes, y señalaba el ejemplo del sacerdote que da la Misa. Debe comulgar pues forma parte de la celebración, así que en ese momento sí que debe hacer un acto de contricción perfecta.

Pero para eso me gustaría explicar qué es el acto de contricción perfecta.

Como decía el texto:
Es un acto de arrepentimiento del pecado cometido, movido por amor de Dios. Dolor de haber ofendido a Dios, tan santo, digno de amor, grande, bueno, etc

Es decir. El arrepentimiento es por Amor a Dios. No porque me pueda ir al infierno. No porque me arrepienta de las causas en terceros o en mi, que haya podido causar mi pecado. No. Es por "haber ofendido a Dios, tan santo, digno de amor, grande, bueno, etc".
También, tengo entendido, que hay que rechazar todo pecado venial. Si tenemos algún pecado venial, debemos rechazarla de corazón para hacer un acto de contricción perfecta. Y aquí si hay bastantes.

Por ello. Como hay que estar bien claro de hacer un acto de contricción prefecta, sería muy difícil el caso de comulgar.

Le cedo el testigo a Miles.
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MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 8:16 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Atención el siguiente post no se escribe como moderador sino como inmoderado forista:

Y aviso lo que decreta Trento para el que mantiene lo contrario:

CAN. XI. Si alguno dijere, que sola la fe es preparación suficiente para recibir el sacramento de la santísima Eucaristía; sea excomulgado. Y para que no se reciba indignamente tan grande Sacramento, y por consecuencia cause muerte y condenación; establece y declara el mismo santo Concilio, que los que se sienten gravados con conciencia de pecado mortal, por contritos que se crean, deben para recibirlo, anticipar necesariamente la confesión sacramental, habiendo confesor. Y si alguno presumiere enseñar, predicar o afirmar con pertinacia lo contrario, o también defenderlo en disputas públicas, quede por el mismo caso excomulgado.

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MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 8:21 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

En el mismo artículo de antes hay dos partes que me confunden Confused

La primera:

Cita:
Juan Pablo II, Encíclica Ecclesiae de Eucaristía (17.4.2003)

...

Precisamente en este sentido, el Catecismo de la Iglesia Católica establece: «Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar». Deseo, por tanto, reiterar que está vigente, y lo estará siempre en la Iglesia, la norma con la cual el Concilio de Trento ha concretado la severa exhortación del apóstol Pablo, al afirmar que, para recibir dignamente la Eucaristía, «debe preceder la confesión de los pecados, cuando uno es consciente de pecado mortal».

...


Y el otro:

Cita:
Instrucción Redemptionis Sacramentum
De la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Sobre algunas cosas que se deben observar o evitar acerca de la Santísima Eucaristía (25.3.2004)

n. 81. La costumbre de la Iglesia manifiesta que es necesario que cada uno se examine a sí mismo en profundidad, para que quien sea consciente de estar en pecado grave no celebre la Misa ni comulgue el Cuerpo del Señor sin acudir antes a la confesión sacramental, a no ser que concurra un motivo grave y no haya oportunidad de confesarse; en este caso, recuerde que está obligado a hacer un acto de contrición perfecta, que incluye el propósito de confesarse cuanto antes.


Supongo que no están contradiciendo. ¿Cómo explicarlo entonces?
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MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 8:24 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Hermano Miles:

¡Paz y bien!

Ya entraremos en detalles mañana, voy de salida. Pero de Trento por ahora te diré que se debe resaltar "habiendo confesor" y por otro lado las implicasiones mismas del acto de contricción, una de ellas es precisamente que no haya confesor. Por lo que a mi respecta, aclarar esto ni me aleja de lo que dice Trento ni menos me anatemisa, y lo aclaro para evitarte desviasiones y enegrecidos innecesarios. Mañana seguimos. Dios te bendiga.
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MensajePublicado: Lun Feb 02, 2009 8:38 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Atención el siguiente post no se escribe como moderador sino como inmoderado forista:

Habiendo confesor...

Lo hay siempre que sea un sacerdote el que dice la Misa, pues basta esperar a que termine la misma y pedirle confesión. Con eso todo dilema se ha acabado para los que dudan de las condiciones extremas, que difícilmente pueden salirse de eso para el común de los católicos.

Sólo entiendo el tema de la comunión como obligada en cuanto se trata de un párroco que ha de celebrar la misa preceptiva a su grey y no tiene confesor a mano para confesarse antes de la misma. A eso se refiere la causa grave y no a otra cosa. Pues salvo el sacerdote que celebra, NADIE ESTA OBLIGADO A COMULGAR EN UNA MISA DETERMINADA.

En cuanto a la duda que se tiene de las palabras de la instrucción, es que no se está citando entera, pues al final del número 81 la misma incluye la siguiente cita y referencia:

Cita:

Cf. Código de Derecho Canónico, c. 916; CONC. ECUMÉNICO TRIDENTINO, Sesión XIII, día 11 de octubre de 1551, Decr. de Ss. Eucharistia, cap. 7: DS 1646-1647; JUAN PABLO II, Carta Encíclica, Ecclesia de Eucharistia, n. 36: AAS 95 (2003) pp. 457-458; S CONGR. RITOS, Instr., Eucharisticum mysterium, n. 35: AAS 59 (1967) p. 561.


Consultando esos documentos se aclara lo que ha querido decir la instrucción, que no es ni más ni menos que lo que dice Trento y el Papa.

Un saludo en la Paz de Cristo.

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MensajePublicado: Mar Feb 03, 2009 6:46 am    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Estimado Miles y demás hermanos en Cristo:

Considero que no es la única causa grave posible para poder recibir la comunión sin confesión sacramental previa, esta del sacerdote que no puede dejar a la grey sin misa al no tener un confesor disponible.
El texto de la Redemptionis Sacramentum, que ya fué citado, y que sigue muy cercanamente el texto del Canon 916, dice:
Cita:
[81.] La costumbre de la Iglesia manifiesta que es necesario que cada uno se examine a sí mismo en profundidad,[163] para que quien sea consciente de estar en pecado grave no celebre la Misa ni comulgue el Cuerpo del Señor sin acudir antes a la confesión sacramental, a no ser que concurra un motivo grave y no haya oportunidad de confesarse; en este caso, recuerde que está obligado a hacer un acto de contrición perfecta, que incluye el propósito de confesarse cuanto antes.[164]

Aquí es evidente que se trata por separado el celebrar la Misa del solamente comulgar el Cuerpo del Señor. Y un caso grave diferente no no poder celebrar la Santa Misa, donde es evidente que tal cosa aplica, es en quien con un acto de contricción perfecta recibe el Sagrado Viático en grave peligro de muerte, lo que evidentemente también implica el deseo y disposición de recibir el sacramento de la Reconciliación. Pero si tal cosa no es posible, está claro que no está impedido el moribundo de recibir al Señor en hora tan crítica, salvo, claro está, que no exista arrepentimiento en él, en cuyo caso la comunión, lejos de beneficiarle, sumaría el sacrilegio a sus pecados.

Esto en nada se opone al texto del Concilio de Trento que nos compartió el hermano Miles, el que claramente admite la posibilidad de que el perdón ocurra en el tiempo ANTES de la recepción del Sacramento de la Reconciliación, pero NO de manera INDEPENDIENTE al mismo. Copio nuevamente este párrafo también:
Cita:
Enseña además de esto, que aunque suceda alguna vez que esta Contrición sea perfecta por la caridad, y reconcilie al hombre con Dios, antes que efectivamente se reciba el sacramento de la Penitencia; sin embargo no debe atribuirse la reconciliación a la misma Contrición, sin el propósito que se incluye en ella de recibir el Sacramento (de la Penitencia).

Supongo entonces que quedará claro para todos que estos casos son legítimos y no hay sacrilegio en ellos si media esa legítima contricción perfecta que en sí misma incluye el deseo de recibir en cuanto sea posible el Sacramento de la Reconciliación. Pues es preciso recordar también que la intención del Concilio de Trento es primariamente condenar los errores de la Reforma por los que se decía que se podía obtener perdón sin la confesión Sacramental. Lo que NO se opone a obtener perdón POR la Confesión Sacramental ANTES de poder recibirla.

La cuestión vendría entonces en si esto aplica o no concretamente al caso del no comulgar por el "qué dirán".
Al respecto creo que es importante discutir dos casos:
1. El que suelen tratar los moralistas de quien, ya estando en la fila, no se puede retirar de ella sin un grave escándalo que dañe seriamente su fama.
2. El que movió al hermano Pablo AV, en el que, sin mediar otra consideración, simplemene porque alguien pudiese eventualmente pensar mal, se acercó a comulgar.

El caso 2 se puede fácilmente descartar, porque ya hemos dicho que motivos para no comulgar hay varios. Es más, una causa podría ser que ya se haya comulgado dos veces en un día (la segunda debe ser sólamente en circunstancias excepcionales y necesariamente dentro del Sacrificio de la Misa), puesto que no se permite comulgar a los fieles laicos más de dos veces en un día.

Por otro lado, el caso 1 es más delicado; y si bien nunca recuerdo haberlo visto en un documento formal de la Iglesia, si en cambio lo he visto "avalado" por numerosos autores.
En primer lugar debe establecerse que la fama de una persona NO es una trivialidad. Por tanto, algo que REALMENTE y de manera razonable pueda dañar la fama de una persona hay que tomarlo con seriedad. Eso obviamente no quiere decir que preservar la fama sea un valor supremo ante el que todo criterio que se opusiera tuviese que ceder. Pero si que el asunto debe evaluarse con cuidado. En particular hay que entender la diferencia entre poner en riesgo la fama de una persona, y el simple respeto humano que solamente busca "quedar bien" con los demás.
En particular el octavo mandamiento tiene como parte importante de sus fines el preservar esa fama o reputación del prójimo. Lo cual desde luego incluye el no ponerse a juzgar lo que a uno no le incumbe con respecto a los motivos que pudo tener un hermano para salirse de la fila.
Pero, por otra parte, la sola existencia del octavo mandamiento por sí misma NO puede garantizar que todos los demás lo cumplirán. Por tanto, la propia salvaguarda a la reputación de la persona que el propio mandamiento busca preservar, puede legítimamente requerir que la persona lleve a cabo o evite ciertas acciones que potencialmente pueden salvaguardar o dañar su reputación.

Evidentemente que ninguna de esas acciones será la de cometer un sacrilegio, por lo que fácilmente puede descartarse también la posibilidad de comulgar al recordar un pecado grave, sin haberse arrepentido y sin haber realizado un acto de contricción perfecta con el deseo de la Reconciliación que implica.

Sin embargo, eso NO excluye la posibilidad de que exista una circunstancia realmente seria (grave) que pudiera realmente permitir a la persona comulgar previo acto de contricción perfecta (que ya vimos en el Concilio de Trento que por ella el perdón REALMENTE puede anteceder al Sacramento de la Reconciliación, pero no de manera independiente al mismo, sino en virtud del deseo sincero y real de recibirlo tan pronto como sea posible).
¿Cuál pudiera ser esa condición?
Pues a mi mente viene, por ejemplo, este caso:
Supongamos que una persona (Séneca, digamos) es sospechosa de haber asesinado a otra en un pueblo relativamente pequeño. Séneca sabe en conciencia que NO cometió el asesinato, por lo que se levanta a comulgar. Los demás le conocen y saben que no siempre su comportamiento es ejemplar, pero que es una persona temerosa de Dios y las cosas sagradas que jamás cometería un sacrilegio. Su comunión, a los ojos del pueblo, parece ser signo de que dice la verdad al reclamar su inocencia.
Pero de pronto recuerda que incurrió en un robo al intencionalmente no decirle al tendero del pueblo que había olvidado cobrarle algunos bienes.
Séneca bien podría detenerse, abandonar la fila, y esperar al Sacramento de la Reconciliación para obtener el perdón de su robo, efectuar la restitución al tendero, y, ahora sí, acercarse limpio a recibir al Señor.
Pero resulta que Séneca se da cuenta de que, si se sale de la fila, más de uno puede interpretar, sin tener demasiada imaginación, que la razón fué que quería engañar a todos con su comunión, pero que, al final, no quiso añadir el sacrilegio a la culpa que ya tenía por el asesinato; incrementando injustamente las ya de por sí injustas sospechas que pesan sobre él con respecto a un crimen que no cometió. Con la potencial gravedad de que eso pudiera pesar y resultar en una acusación formal y posible condenación injusta en su contra.
¿Puede el temeroso de Dios Séneca entonces hacer un acto de contrición perfecta, que implique pedirle la confesión al sacerdote tan pronto como sea posible (tal vez incluso al terminar esa misa), pero por el cual sea perdonado por sus pecados ANTES de la Confesión y en virtud de ella, de tal modo que pueda comulgar entonces sin cometer sacrilegio alguno a causa del robo aún no confesado; y sin incrementar las ya de por si injustas sospechas que pesan en su contra por un asesinato que no hizo?
Mi respuesta personal, que entiendo que en NADA se opone, sino antes bien es completamente compatible con la enseñanza de la Iglesia que aquí se ha expuesto y que un servidor conoce, es que Séneca puede realmente quedarse en la fila, comulgar y confesarse a la brevedad; sin que ello implique respeto humano o sacrilegio alguno, sino tan sólo la preservación de su propia reputación en una circunstancia grave.

Esto, insisto, es una OPINIÓN que creo sólidamente sustentada en la Doctrina de la Iglesia, más no directamente avalada por ella. Pero también aclaro que si bien respeto la opinión contraria, creo que no existe tampoco fundamento suficiente para sostenerla como una verdad indiscutible.

Saludos y bendiciones
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Albert
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MensajePublicado: Mar Feb 03, 2009 1:57 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

Hermano Miles:

¡Paz y bien!

Miles_Dei escribió:
Habiendo confesor...

Lo hay siempre que sea un sacerdote el que dice la Misa, pues basta esperar a que termine la misma y pedirle confesión. Con eso todo dilema se ha acabado para los que dudan de las condiciones extremas, que difícilmente pueden salirse de eso para el común de los católicos.


Exacto hermano, más exacto no se puede..."siempre que sea un sacerdote..." Se dan en Latinoamerica, más veces de lo que se quiciera situaciones en las que las celebraciones litúrgicas las oficia un diácono, en las cuales se ofrece la Comunión con Hostías consagradas previamente por el Obispo o un Sacerdote de turno. ¿Que hace el feligrés que esta en pecado mortal y con deseos de comulgar ante esta situación? Pues teniendo la oportunidad mediante la Contricción Perfecta de acercarse a la fuente de Gracia, comulgar y diligentemente hacer propósito de Confesar tan pronto se le sea posible. Para nada viola el canon de Trento ni comete Sacrilegio conforme a lo que el Mismo Trento define como Contricción. ¿No crees que P. Loring sabía esto antes de emitir la opinión a la que tu llamas absurda?

Miles_Dei escribió:
Sólo entiendo el tema de la comunión como obligada en cuanto se trata de un párroco que ha de celebrar la misa preceptiva a su grey y no tiene confesor a mano para confesarse antes de la misma. A eso se refiere la causa grave y no a otra cosa. Pues salvo el sacerdote que celebra, NADIE ESTA OBLIGADO A COMULGAR EN UNA MISA DETERMINADA.


Pero tampoco está excento en cuanto a su deseo y por causa grave (que pueden ser muchas) y por la definición misma que Trento da a la Contricción:

Concilio de Trento escribió:
La Contrición, que tiene el primer lugar entre los actos del penitente ya mencionado, es un intenso dolor y detestación del pecado cometido, con propósito de no pecar en adelante. En todos tiempos ha sido necesario este movimiento de Contrición, para alcanzar el perdón de los pecados; y en el hombre que ha delinquido después del Bautismo, lo va últimamente preparando hasta lograr la remisión de sus culpas, si se agrega a la Contrición la confianza en la divina misericordia, y el propósito de hacer cuantas cosas se requieren para recibir bien este Sacramento.


¿Qué entiendes tu que es esa confianza en la divina misericordia respecto al sacrilegio de comulgar en pecado mortal? ¿Sigues pensando que el P. Loring no sabía esto?

Miles_Dei escribió:
En cuanto a la duda que se tiene de las palabras de la instrucción, es que no se está citando entera, pues al final del número 81 la misma incluye la siguiente cita y referencia:

Cita:

Cf. Código de Derecho Canónico, c. 916; CONC. ECUMÉNICO TRIDENTINO, Sesión XIII, día 11 de octubre de 1551, Decr. de Ss. Eucharistia, cap. 7: DS 1646-1647; JUAN PABLO II, Carta Encíclica, Ecclesia de Eucharistia, n. 36: AAS 95 (2003) pp. 457-458; S CONGR. RITOS, Instr., Eucharisticum mysterium, n. 35: AAS 59 (1967) p. 561.


Consultando esos documentos se aclara lo que ha querido decir la instrucción, que no es ni más ni menos que lo que dice Trento y el Papa.


Si, y ¿según tu apreciación el P. Loring no sabía esto cuando emitió su opinión?

Miles_Dei escribió:
Un saludo en la Paz de Cristo.


Dios te bendiga.
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MensajePublicado: Vie Feb 06, 2009 6:53 pm    Asunto:
Tema: Dudas: ¿Pecado?
Responder citando

La Enciclopedia Católica dice respecto a las disposiciones que se deben tener al recibir la Comunión:

Cita:
C. Disposiciones

Esa sagrada comunión puede ser recibida no sólo validamente, sino también provechosamente, pero ciertas disposiciones tanto del cuerpo como del alma son necesarias. Por lo anterior, es necesario que una persona esté en ayuno desde la medianoche anterior de cualquier naturaleza de alimento o bebida. La excepción general a esta regla es el Viaticum, y, con ciertos límites, la comunión de los enfermos. Además del ayuno se recomienda con vistas a un merecimiento mayor, observar la continencia corporal y una modestia exterior en la vestimenta y apariencia. La principal disposición necesaria del alma es libertad del mínimo pecado mortal y censura eclesiástica. Para aquellos en un estado de grave pecado es necesaria la confesión. Esto es el ponerse a prueba uno mismo indicado por San Pablo (I Cor., xi, 28 ). El único caso en el cual alguien en pecado mortal puede dispensarse de confesión y paz en satisfacción con una perfecta contricción, o perfecta caridad, es cuando por un lado la confesión aquí y ahora es imposible moralmente hablando, y donde, por otro lado existe una real necesidad de comunicación.

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