"Dios y mi Alma, mi Alma y Dios" Jueves 30.

[roberto viera gonzalez]

Jueves 30 de Marzo de 2006. San Juan 7,1-2.10.25-30: Yo no le escribo por mi cuenta.

‘Dios y mi Alma, mi Alma a Dios’

¡Buenos Días, Sr. Ministro de Educación! ‘Sólo un 7% de docentes alcanza nivel destacado’ informan los diarios. ¿Qué conclusiones sacará el gobierno? ¿Habrá que mandar a perfeccionarse a profesoras con 30 o 35 años de ejercicio? ¿Habrá que evaluarlos o evaluarlas de nuevo?

Mis colegas recibieron su sobre. Todas, - una de ellas el año pasado con 47 alumnos en sala de 2º. Básico - fueron evaluadas en el nivel básico. Y con recomendaciones. Sin embargo, para ellas de Dios, la Gloria. La Gloria en plenitud. El paraíso recibe, sin preámbulos purgatoriales, a todas las profesoras básicas del país. Definitivamente la justicia divina se ha instalado aquí en mi amado chilito. Usted sabe que la justicia divina es lo contrario a la justicia humana en tiempos de agnoscitismo. La verdad prevalece siempre.

Usted es católico, don Martín Zilic. Lamento que haya fracasado en su matrimonio. El mío anda como la mona. Pero que más se puede esperar en un país que no cultiva la vida familiar. Aquí sólo cultivamos lo económico, lo material, estamos consumiéndonos a 200 por hora.
Mientras subo por Larraín, aquí en La Reina, en mi bicicleta, enfrento cada día autos más hermosos, mujeres más lindas y ‘cuicos’ más enojados por el lentísimo avance. Somos la nada misma como sociedad.

Bueno. No me he presentado. Soy escritor epistolar. No creo que en Chile alguien haya enviado más cartas que yo al Ministerio. Mariana y José Pablo, e incluso don Ricardo, - pillo el hombre, había que obedecer a don Eduardo – me contestaron, no así don Sergio. Es que es un asunto de almas e infierno.

¿Usted cree en el infierno? Es bueno tener miedo de algo. De algo importante claro. Aquí le tienen miedo a los delincuentes, ¿serán, chiflados? Con una confusión absoluta de ‘cultura’ con ‘farándula’ el Alma chilena ha desaparecido absolutamente. Ya ni los curas pían. El pío, o piadoso es hombre muerto. Los profesores básicos eran los que estaban quedando. Como se repite todo. ¡Ay si le contara como vamos a vivir el año del Bicentenario! ¿se confiesa usted periódicamente?

Yo me quedo con Jesús, aquí siempre a mi lado. Si prefiere a la Srta. Bachelet amárrese bien los pantalones. Arriba los remezones son serios por lo que me ha contado Epulón. No diga después, eso sí, que no le advirtieron. A veces los secretarios leen mis epístolas y las tiran a la basura. ¡Allá ellos! Pero después cuando miran el cielo o van a la iglesia que no se quejen.
Chao, Sr. Ministro. Ya luego a las 7.00 comienza la fiesta chilena. ¡Qué le parece! Vienen cuatro años más de fiesta. Ahora ya son las 5.15 Am y debo hacer los almuerzos de las hijas. Ellas y mi señora duermen placidamente. Creo que haré puré con escalopas. ¿A qué hora se levanta usted? Capaz que a esta hora esté roncando. Aproveche de dormir. Debe ser bonito ser Ministro. Buen auto, lo conozco, buen chofer, no lo conozco.
Con el Afecto del Alma. Atte. en Xto. Roberto Viera González.

(lea usted mis comentarios diarios del Evangelio en foros de www.catholic.net o www.bibliotecasvirtuales.com o www.churchforum.com)
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me interesan los temas sobre santidad