GÁDOR Nuevo
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Publicado:
Mar Jul 21, 2009 4:18 pm Asunto:
UNA RELIGIOSA CISTERCIENSE HABLA SOBRE LA VOCACIÓN
Tema: UNA RELIGIOSA CISTERCIENSE HABLA SOBRE LA VOCACIÓN |
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Hermana, ¿cuántas religiosas son ustedes en el monasterio?
Actualmente somos 12 hermanas, una de las cuales es postulante. Tenemos otra hermana que por temas de salud se encuentra en una residencia.
¿Cómo es un día en el monasterio?
Pues nos levantamos temprano, tras el descanso nocturno. En el Cister el primer oficio tiene lugar antes de que salga el sol. Nuestro día a día es fiel a la Regla de San Benito, nos reunimos siete veces en el coro para alabar al Señor, realizamos el trabajo manual en jornada de mañana y tarde y, también tenemos nuestro rato de recreación al finalizar al día (antes de Completas), que une y fortalece los vínculos de familia.
Hermana, ¿qué cualidades son necesarias para ser monja en el Cister?
En primer lugar, que el Señor te llame a este carisma contemplativo. La joven debe tener actitudes y aptitudes hacia la vida contemplativa, que se va autentificando en la Dirección Espiritual personal si la tiene o con el contacto con alguna religiosa de nuestra Comunidad. La cuestión es que hay chicas que cumplen estos requisitos, pero a veces una serie de condicionantes hacen que a la hora de la verdad, asuste dar el paso de esa entrega al Señor.
¿Cómo descubrir que el Señor te llama?
Difícil pero a la vez, sencilla cuestión. En primer lugar, hemos de silenciar nuestro interior y escuchar la voz del Señor, cosa que en este mundo en que vivimos no es tan fácil como parece. Él nos pide servirle a través de los distintos estados de la vida: matrimonio, vida religiosa, laico comprometido… El primer requisito es escuchar al Señor, cosa que no es fácil con tantas distracciones que encontramos en nuestras vidas. Si de esa escucha surge el conocimiento de lo que el Señor nos pide, ya hemos dado el primer paso.
En segundo lugar, hay que tener cuidado en verificar esa llamada si es a la vida contemplativa, pues a veces nuestra búsqueda se centra en "encontrarnos a nosotros mismos" al margen del Señor y confundimos esa búsqueda. De ahí, que en ocasiones las vocaciones se frustren, ya que la búsqueda no ha sido la correcta.
Hermana, ¿Por qué hay tanta crisis en las vocaciones?
Yo no hablaría de crisis. Me explico. El éxito de esta "empresa" del Señor no se cuantifica. No es cuestión de número, es cuestión de corazones que amen al Señor y del servicio a los hermanos, y en eso creo que la Iglesia es muy rica. Hoy que todo se cuantifica para valorar su éxito o no, no creo que se deba hablar de "crisis" vocacional en esos términos. Es cierto, que estadísticamente hay menos jóvenes que hacen una entrega al Señor en la vida religiosa. ¿Motivos? Todos en el mundo eclesial estamos convencidos que el Señor sigue llamando. Eso es indudable, pero quizás son tantas interferencias las que rodean nuestras vidas que tenemos dificultades para esa escucha.
¿Qué le diría a una joven que se cuestione una posible entrega al Señor en el Cister?
Pues que si realmente ese es el camino que ha descubierto que quiere después de haber escuchado la llamada del Señor…. ¡adelante! Que deje los miedos, las dudas, las incertidumbres… siempre estarán ahí, pero que arroje todo ello en el Señor, que lo ponga todo en sus manos, que se despoje de sí misma y que se lance a la hermosa aventura de amar al Señor en el Cister. Recordemos esas palabras de nuestro querido Juan Pablo II : " NO TENGÁIS MIEDO DE ENTREGAROS A CRISTO". No debe tener miedo si es el Señor quien llama. Yo la animaría a realizar una experiencia y discernir esa llamada.
Una joven que quiera ingresar en su monasterio, ¿qué pasos debe seguir?
En primer lugar, cómo te decía anteriormente, con una buena dirección espiritual y con un acompañamiento vocacional, descubrir la autenticidad de esa llamada. Una vez dado ese paso, disponemos de una hospedería cuyo fin (por lo limitada en número) es acoger a esa joven para que pase unos días con la Comunidad, asistiendo a los momentos litúrgicos. Esa estancia se puede repetir en varias ocasiones, hasta que la joven implicada y la abadesa acuerdan que realice una experiencia en el monasterio. En ese periodo (a establecer por la Comunidad), la aspirante participa en todas las actividades del monasterio. Una vez dado ese paso, la joven pasa a formar parte de la Comunidad iniciando su proceso de formación.
Hermana, ¿qué le diría a todas aquellas personas que piensan que la vida contemplativa es estéril, que no le encuentran el sentido a esa entrega al Señor en la vida de clausura? ¿Qué para qué sirve?
Realmente, hay muchas personas que piensan eso, incluso algunos católicos. El estar en un monasterio no es una forma de evadirse del mundo, ni mucho menos. Es responder a una llamada que nos hace el Señor, a un estado de vida determinado y respondiendo a un carisma en concreto. Esa llamada no es una huida de mundo, no es un huir de sí mismo, no es una búsqueda personal… sino que es una entrega radical al Señor en la oración, una oración que pone a todas las necesidades de nuestros hermanos como centro de nuestras plegarias. No es un orar para nosotras, sino una oración abierta y proyectada a las necesidades de la Iglesia y de los hermanos de este mundo (preferencialmente por los más necesitados). Es la forma de hacernos presentes en este mundo, probablemente no de una forma visible, pero si os contara cuántas personas nos piden sus oraciones y nos agradecen las mismas…. ¡Son muchísimas! ¿Qué sería del mundo sin oración? Cada uno que responda esta pregunta, quizás la respuesta les ayude a comprender nuestro estilo de vida.
¿De qué viven ustedes?
Fieles a la Regla de San Benito ("Ora et labora"), de nuestro trabajo. El trabajo es básico en nuestro día a día. En nuestro caso, nos dedicamos a la elaboración de repostería y a la decoración de porcelana.
Monasterio Cisterciense de la Asunción de Nuestra Señora (Málaga)
http://www.cisterasuncion.webgarden.es/
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