soytuamigo Esporádico
Registrado: 05 Dic 2007 Mensajes: 85
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Publicado:
Lun Dic 31, 2007 1:42 pm Asunto:
Tema: INOCENTES |
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Hay un gran error en tu respuesta, estamos hablando de los niños inocentes muertos en Belén y de que su narración comienza con la, llegada de los Reyes Magos a Jerusalén, donde gobernaba Herodes. Tu comentario además de no ser Bíblico esta hablando de Nerón, gobernador del Imperio Romano, evidentemente no estas usando literatura apropiada ni valido y menos católica, lo que hace que estés violando las reglas del foro y además, no aportas al esclarecimiento de tu propia pregunta.
La Biblia dice, que los Reyes magos pasaron por Jerusalén y se reunieron con Herodes, donde este los interrogo sobre que buscaban y hacia donde iban, ellos le manifestaron que seguían la estrella que señalaba el, nacimientos del Mesías. Herodes los comprometió a que cuando lo encontraran volvieran a decirle donde estaba, para que el pudiera también rendirle culto, ellos sospechando las intenciones de Herodes, después de seguir la estrella y encontrar al niño y rendirle culto y dejarle grandes regalos, cambiaron su ruta para no pasar por Jerusalén. Herodes enfurecido por la traición de los magos envió a matar a los niños menores de dos años en Belén, pero José y Maria ya habían partido con Jesús al destierro.
Yo te recomendaría que para debatir temas Católico lo hagas con las Sagradas Escrituras y no con obras de literatura que no puedes citar, este es un foro Católico y por lo tanto no esta permitido hacer aportes contrarios a la Iglesia y menos citar hechos contrarios a lo que la iglesia enseña, parece aquí que los moderadores están de vacaciones y no han advertido tu participación. _________________
"Hágase en mi según tu voluntad “ |
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Maellus haereticorum Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 1775
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Publicado:
Lun Dic 31, 2007 9:14 pm Asunto:
Tema: INOCENTES |
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Los Santos Inocentes son verdaderos mártires.
Desde el siglo VI la Iglesia ha honrado en los días inmediatos a la Navidad del Señor a los Santos niños Inocentes.
Recoge el hecho el evangelista San Mateo:
Mat 2, 16-18 "Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen."
El Lamento de Raquel
Se los considera como las primicias de los redimidos, en el sentido exacto de esta palabra, pues confiesan a Cristo, no con sus palabras, pero sí con su sangre.
La oración colecta (del Misal Tridentino) dice que los mártires inocentes proclaman la gloria del Señor en este día no con sus palabras sino con su sangre, y pide a Dios que nos conceda por su intercesión testimoniar con nuestra vida la fe que confesamos.
Las lecturas del día se refieren al carácter martirial de estos Niños:
- 1 Juan 1,5–2,2. No tiene esta perícopa una relación especial con la fiesta de hoy, salvo ciertas alusiones a la sangre de Jesús, que «es la víctima ofrecida por los pecados». De este modo ilumina el misterio de la muerte de los Niños Inocentes, que siendo inmolados a causa de Jesús, fueron hechos así miembros de su Cuerpo.
–Salmo 123: «Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa del cazador. Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos, tanto ardía su ira contra nosotros. Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes. La trampa se rompió y escapamos»…Estas palabras se aplican a los Niños Inocentes, que por su muerte salieron a una vida mejor, vertiendo su sangre a causa de Cristo.
–Mateo 2,13-18: Herodes mandó matar a todos los niños en Belén. Se cumplió así el oráculo: «Un grito se oye en Ramá: llanto y lamentos grandes. Es Raquel, que llora a su hijos y rehusa el consuelo, porque ya no viven». Comenta San Quodvultdeus:
«Nace un niño pequeño, que es un gran Rey. Los magos son atraídos desde lejos; vienen a adorar al que todavía yace en el pesebre, pero que reina al mismo tiempo en el cielo y en la tierra. Cuando los magos le anuncian a Herodes que ha nacido un Rey, él se turba, y para no perder su reinado, lo quiere matar. Si hubiera creído en Él, estaría seguro en la tierra y reinaría sin fin en la otra vida.
«“¿Qué temes, Herodes, al oír que ha nacido un Rey? Él no ha venido a expulsarte a ti, sino para vencer al Maligno. Pero tú no entiendes estas cosas, y por ello te turbas y te enfureces, y, para que no escape el que buscas, te muestras cruel, dando muerte a tantos niños. Ni el dolor de las madres que gimen, ni el lamento de los padres por la muerte de sus hijos, ni los quejidos y los gemidos de los niños te hacen desistir de tu propósito. Matas el cuerpo de los niños, porque el temor te ha matado a ti el corazón”…
«Los niños sin saberlo, mueren por Cristo; los padres hacen duelo por los mártires. Cristo ha hecho dignos testigos suyos a los que todavía no podían hablar. He aquí de qué manera reina el que ha venido para reinar. He aquí que el libertador concede libertad y el salvador da la salvación… ¡Oh gran don de la gracia! ¿De quién son los merecimientos para que triunfen así los niños? Todavía no hablan, y ya confiesan a Cristo. Todavía no pueden entablar batalla, valiéndose de sus propios miembros, y ya consiguen la palma de la victoria» (Sermón 2, sobre el Símbolo).
Santos Inocentes y la Iglesia
Himno litúrgico el Oficio de Lecturas del 28 de diciembre: "Oye, ansioso y turbador, el rey tirano, que ha nacido en Belén el rey de reyes, el que viene a cambiar todas las leyes, y a remover el corazón humano." Con la nueva, exclamó loco de saña: "Si este pequeño vive soy depuesto. Ministro, empuña el sable, vete presto." Las cunas con la sangre riega y baña. ¿Qué aprovecha delito tan extraño? ¿De qué sirven a Herodes sus maldades? Ejemplo son de tantas crueldades, en que el hombre se ciega haciendo daño. Jesús, tú que escapaste de su espada, ayuda a quienes hoy huir no pueden, no dejes que los hombres hoy se queden, hundidos en violencia despiadada. Sabes, Señor, que Herodes todavía, reina de los hombres en el corazón; convierte, Cristo, esta violencia mía, en pacífica siembra de tu amor".
Los Magos van a Herodes a pedirle información sobre el recién nacido Rey de los judíos. San Mateo nos cuenta, con riqueza de detalles, este acontecimiento. Los Santos Padres han cantado en sus Homilías preciosas este grito que, como el que dio Raquel en Roma, "fue un llanto y lamento grande, llorando las madres a sus hijos, sin querer ser consoladas porque ya no existen". Así lo cantó Jeremías siete siglos antes de que esto sucediera. Ellos son "inocentes" y mueren por el Gran Inocente, por el que viene a "quitar los pecados del mundo".
San Agustín de Hipona: "La inocencia alcanza la dicha de morir por la justicia. Estos Niños inocentes son las flores de los Mártires y las primeras coronas de la Iglesia católica, que el ardor de la más violenta pasión hizo brotar en el invierno de la infidelidad y que arrastró el huracán de la persecución".
San Pedro Crisólogo se dirige a ellos felicitándolos: "Habéis sido bautizados con vuestra sangre, como vuestras madres lo fueron con sus lágrimas que derramaron por vuestro martirio. ¡Vosotros sois los verdaderos mártires de la gracia, que habéis confesado la fe sin hablar y que habéis muerto y triunfado sin conocer el premio ni el mérito de vuestra victoria! ¡Sólo la inocencia, sólo los corazones puros, han podido merecer esta distinción!"
Prudencio cantó en la antigüedad: "¡Felices sois, primicias de los mártires, a quienes el perseguidor de Cristo os arrebató en el umbral mismo de la vida, como el torbellino arrebata los tiernos capullos de los rosales! Vosotros sois las primeras víctimas de Cristo, rebaño tierno de los Inocentes; delante de la misma ara del Cordero, jugáis ingenuos con vuestras palmas y coronas...".
El obispo San Quodvultdeus comenta: "Herodes, matas el cuerpo de los niños, porque el temor te ha matado a ti el corazón. Crees, que si consigues tu propósito, podrás vivir mucho tiempo, cuando precisamente quieres matar a la misma Vida. Pero aquél, fuente de gracia, pequeño y grande, que nace en el pesebre, aterroriza tu trono; actúa por medio de ti, que ignoras sus designios y libera las almas de la cautividad del demonio... Los niños sin saberlo mueren por Cristo... ¡Oh gran don de la gracia! ¿De quién son los merecimientos para que así triunfen los niños? Todavía no hablan, y ya confiesan a Cristo. Todavía no pueden entablar batalla valiéndose de sus propios miembros, y ya consiguen la palma de la victoria".
Duccio: La matanza de los Santos Inocentes _________________
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