Orpam Saretnoc Laverz Veterano
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Publicado:
Vie Jun 05, 2009 3:38 pm Asunto:
LECTURA ORANTE DE LA PALABRA DE DIOS
Tema: LECTURA ORANTE DE LA PALABRA DE DIOS |
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Amigos creo que al menos los de este foro conoceréis bien la Lectio divina, es decir, leer pausadamente la Sagrada Escritura, en lugar adecuado, ante una imagen o icono, por ejemplo, de la Virgen o del Señor, repetir pausadamente algunas frases, hacer silencio, y luego poder compartir, no discutir, sino presentar lo que uno, o una, ve en la Palabra de Dios que ha leído, si se hace la lectura en grupo.
Los Salesianos para la Venida del Espíritu Santo publicaron unas explicaciones a este respecto. Os lo envío sintetizando con lo que he dicho antes, espero que podamos leer, meditar, pensar y orar ante la lectura divina.
Dice así el texto que he elegido para comunicaros ahora:
"Todos necesitamos una buena palabra. Una palabra que nos sirva de ayuda y de orientación; una palabra que nos ayude a comprendernos mejor; en definitiva, una palabra de aliento, de amor y de esperanza.
Pues bien, Dios nos da cada día su Palabra por medio de las Sagradas Escrituras. A través de la Escritura la Palabra viva de Dios se dirige a nosotros con su fuerza y con su luz.
Por medio de su Palabra es Dios mismo el que dialoga con nosotros, nos revela los secretos de su corazón, nos muestra el sentido de nuestras vivencias más íntimas y nos ayuda a interpretar los avatares de nuestro mundo.
Por medio de ella es Cristo mismo el que sale a nuestro encuentro para estar con nosotros, sostenernos, interpelarnos, convertirnos y moldear nuestra existencia.
Por ello, necesitamos cada día acercarnos a la Sagrada Escritura, leerla y orar con ella.
La lectura orante de la Palabra de Dios (lectio divina) es la manera de escuchar a Dios escuchando su Palabra en la Escritura inspirada.
Es leer la Biblia orando, abriendo el corazón a las sorpresas de Dios que, por su Palabra, se dirige a nosotros como un amigo.
Es, en definitiva, entrar en la intimidad de un diálogo, de una amistad, de una relación personal con Dios vivo y con su Hijo Único, Jesucristo.
“Busca meditar cada día las palabras de tu Creador. Aprende a conocer el corazón de Dios en las palabras de Dios para que tú desees ardientemente los bienes eternos y con mayor deseo tu alma se llene de amor a Dios y al prójimo” (San Gregorio Magno).
“Cuando nos alcanza la Palabra, el destierro queda vencido... la tierra se convierte, de algún modo, en el jardín de las delicias”
(C. M. Martini, En el principio la Palabra).
• Pregúntate: ¿qué me quieres decir, Señor, por medio de tu Palabra viva, a mí, en este día, en este momento de mi vida? ¿qué me quieres revelar, Señor, de tu Misterio y del secreto de mi corazón? ¿a qué me
llamas? ¿de qué he de convertirme? ¿cómo iluminas hoy, con tu Palabra, mis inquietudes, mis preguntas, mi vida?
• Meditando tu Palabra, Señor, ¡muéstrame tu rostro!".
Que nos sirva, amigos del alma.
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