María, culmen de toda belleza

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos, amigas foreros, la Madre de Jesús, la Madre de Dios, la Madre de la Iglesia (como la llamó Pablo VI), nuestra Madre "es el culmen de toda la creación, la cima de toda la perfección humana, la gema preciosa y esplendorosa del Universo. Es el ápice de toda la historia de la salvación; con Ella llega y en Ella se cumple laplenitud de los tiempos, de que habla San Pablo (Gal 4.4); entonces y sólo entonces Dios manda a su Hijo...
María será el ápice de todas las virtudes y de todos los valores de la historia, la verdadera figura de la nueva humanidad, del hombre nuevo según Dios.
María será el culmen de toda la belleza y el encanto femenino.
Las mujeres de la Historia Sagrada no eran sino una preparación, como bocetos de la figura perfecta de María: Sara, Rebeca, Débora, Rut, Esther, Judit...
Las virtudes, la honradez, el valor, la belleza de estas Mujeres de la Biblia, eran un preludio de la plenitud y el esplendor de María" .
Con estos hermosos párrafos de J.Mª Vernet, en Tierra Santa meditados, pienso que hoy, que es sábado dedicado a la Virgen, podemos espejarnos nosotros, sobre todo nosotras, chicas, mujeres, jóvenes de hoy.
¿Cómo hacemos nosotras, cómo somos, qué belleza buscamos? Nuestra ternura, nuestra bondad, nuestra entrega ¿son delicadas, humildes, llenas de gozo interior por ser como ángeles junto a las personas que tratamos y queremos?
Aquí podemos ensanchar nuestro corazón, que cada persona sea única para nosotras, hombres y mujeres, jóvenes y adultos.
Acabo de leer una carta de un joven de 36 años que se queja porque no le consideran ya como "joven" de verdad por haber cumplido más de 35 años, con lo que podía obtener un beneficio de la administración para tener un hogar donde poder vivir.
Nosotros, nosotras, somos hijos de Dios, tenemos a María por Madre, no lo olvidemos y con nuestra oración confiada que no hagamos como aquel joven que al pasar delante de una imagen de la Virgen le decía:
Madre, muéstrame que eres mi madre.
Un día al decírselo oyó una voz que procedía de la imagen que tenía delante suyo y le decía:
Muéstrame que eres mi hijo.
Os deseo a todos, como para mí que Ella os acompañe siempre, nos tenga cerquita, como verdaderos hijos.
Orpam Saretnoc Laverz