CarlosR26† Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 3941 Ubicación: MEXICO, Jal.
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Publicado:
Vie Nov 25, 2005 11:56 pm Asunto:
LA SANTA CASTIDAD
Tema: LA SANTA CASTIDAD |
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- VIII -
Capítulo de la santa castidad
Nuestra mísera y frágil carne humana es parecida al cerdo, que siempre se deleita yaciendo y enfangándose en el barrizal, reputando al fango como una gran delectación. Nuestra carne es el caballero del demonio, porque resiste y combate todo lo que es según Dios y según nuestra salud.
Un fraile preguntó a fray Egidio, diciendo:
-Padre: enséñame cómo podremos guardarnos del vicio carnal.
Fray Egidio contestó:
-Hermano mío: Quien quiere mover un gran peso o una gran piedra y mudarla de sitio, debe estudiar el modo de moverla más por ingenio que por la fuerza: Y de la misma manera, si queremos vencer los vicios carnales y conquistar la virtud de la castidad, mejor la conquistaremos con la humildad y por el régimen espiritual bueno y discreto, que por la presuntuosa austeridad y fuerza de penitencia. Todo vicio oscurece y perturba la santa y resplandeciente castidad; pero la castidad es como un espejo claro que se oscurece y perturba, no solamente por el tocamiento de las cosas sucias, sino aun por el aliento del hombre. Y es cosa imposible que el hombre llegue a alguna gracia espiritual mientras se encuentra inclinado a las concupiscencias carnales. Mas combate valientemente contra tu sensual y frágil carne, propiamente tu enemiga, que siempre te quiere contradecir, de día y de noche; cuya carne, nuestra mortal enemiga, quien la vencerá, tenga por cierto, que ha vencido y dispersado a sus enemigos, y llegará pronto a la gracia espiritual y al estado de virtud y de perfección.
Decía fray Egidio:
-Entre todas las virtudes, yo elegiría la virtud de la castidad, porque tiene en sí y por sí misma alguna perfección; y no existe virtud alguna que pueda ser sin la de la castidad.
Un fraile preguntó a fray Egidio, diciendo:
-Padre: ¿no es mayor la virtud de la caridad que la de la castidad?
-Dime, hermano -contestó fray Egidio-; ¿existe cosa más casta que la santa caridad?
Muchas veces fray Egidio cantaba este soneto:
¡Oh, santa Castidad!
¡Oh, cuán grande es tu bondad!
Verdaderamente eres preciosa
y tal y tan suave es tu olor
que quien no te ensaya
no sabe cuánto vales.
Por esto los necios
desconocen tu valor..., etc.
Un fraile preguntó a fray Egidio, diciendo:
-Padre: tú que tanto recomiendas la virtud de la castidad, ruégote que me declares qué es la castidad.
A lo cual contestó fray Egidio:
-Hermano mío: Yo te digo que es llamada propiamente castidad la solícita custodia y guarda de los sentidos corporales y espirituales, conservándolos para sólo Dios puros e inmaculados. _________________ Amar es decir al otro: "Tu no moriras"
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