TonyF Asiduo
 
  Registrado: 21 Jun 2006 Mensajes: 435 Ubicación: Ontario, Canada
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           Publicado:
            Mar Dic 26, 2006 2:52 pm    Asunto:
            CARTA DE NAVIDAD A LOS NIÑOS 
            Tema: CARTA DE NAVIDAD A LOS NIÑOS  | 
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				CARTA DE NAVIDAD A LOS NIÑOS 
 
 
¡Queridos niños!
 
 
Dentro de pocos días celebraremos la Navidad, fiesta vivida 
 
intensamente por
 
todos los niños en cada familia. Deseo dirigirme a vosotros, niños del 
 
mundo
 
entero, para compartir juntos la alegría de esta entrañable 
 
conmemoración.
 
 
La Navidad es la fiesta de un Niño, de un recién nacido. ¡Por esto es 
 
vuestra
 
fiesta! Vosostros la esperáis con impaciencia y la preparáis con 
 
alegría,
 
contando los días y casi las horas que faltan para la Nochebuena de 
 
Belén.
 
Parece que os estoy viendo: preparando en casa, en la parroquia, en 
 
cada rincón
 
del mundo el nacimiento, reconstruyendo el clima y el ambiente en que 
 
nació el
 
Salvador. ¡Es cierto! En el período navideño el establo con el pesebre 
 
ocupa un
 
lugar central en la Iglesia. Y todos se apresuran a acercarse en 
 
peregrinación
 
espiritual, como los pastores la noche del nacimiento de Jesús. Más 
 
tarde los
 
Magos vendrán desde el lejano Oriente, siguiendo la estrella, hasta el 
 
lugar
 
donde estaba el Redentor del universo. 
 
También vosotros, en los días de Navidad, visitáis los nacimientos y os 
 
paráis
 
a mirar al Niño puesto entre pajas. Os fijáis en su Madre y en san 
 
José, el
 
custodio del Redentor. Contemplando la Sagrada Familia, pensáis en 
 
vuestra
 
familia, en la que habéis venido al mundo. Pensáis en vuestra madre, 
 
que os dio
 
a luz, y en vuestro padre. Ellos se preocupan de mantener la familia y 
 
de
 
vuestra educación. En efecto, la misión de los padres no consiste sólo 
 
en tener
 
hijos, sino también en educarlos desde su nacimiento.
 
 
Queridos niños, os escribo acordándome de cuando, hace muchos años, yo 
 
era un
 
niño como vosotros. Entonces yo vivía también la atmósfera serena de la
 
Navidad, y al ver brillar la estrella de Belén corría al nacimiento con 
 
mis
 
amigos para recordar lo que sucedió en Palestina hace 2000 años. Los 
 
niños
 
manifestábamos nuestra alegría ante todo con cantos. ¡Qué bellos y 
 
emotivos son
 
los villancicos, que en la tradición de cada pueblo se cantan en torno 
 
al
 
nacimiento! ¡Qué profundos sentimientos contienen y, sobre todo, cuánta 
 
alegría
 
y ternura expresan hacia el divino Niño venido al mundo en la 
 
Nochebuena!
 
También los días que siguen al nacimiento de Jesús son días de fiesta: 
 
así,
 
ocho días más tarde, se recuerda que, según la tradición del Antiguo
 
Testamento, se dio un nombre al Niño: llamándole Jesús.
 
 
Es justamente así: este Niño, ahora recién nacido, cuando sea grande, 
 
como
 
Maestro de la Verdad divina, mostrará un afecto extraordinario por los 
 
niños.
 
Dirá a los Apóstoles: « Dejad que los niños vengan a mí, no se lo 
 
impidáis », y
 
añadirá: « Porque de los que son como éstos es el Reino de Dios » 
 
(Mc10, 14). 
 
 
 
¡Alabad el nombre del Señor!
 
 
¡Alabad el nombre del Señor! Los niños de todos los continentes, en la 
 
noche de
 
Belén, miran con fe al Niño recién nacido y viven la gran alegría de la 
 
Navidad.
 
Cantando en sus lenguas, alaban el nombre del Señor. De este modo se 
 
difunde por
 
toda la tierra la sugestiva melodía de la Navidad. Son palabras tiernas 
 
y
 
conmovedoras que resuenan en todas las lenguas humanas; es como un 
 
canto
 
festivo que se eleva por toda la tierra y se une al de los Angeles, 
 
mensajeros
 
de la gloria de Dios, sobre el portal de Belén: « Gloria a Dios en las 
 
alturas
 
y en la tierra paz a los hombres en quienes El se complace » (Lc 2, 
 
14). El
 
Hijo predilecto de Dios se presenta entre nosotros como un recién 
 
nacido; en
 
torno a El los niños de todas las Naciones de la tierra sienten sobre 
 
sí mismos
 
la mirada amorosa del Padre celestial y se alegran porque Dios los ama. 
 
El
 
hombre no puede vivir sin amor. Está llamado a amar a Dios y al 
 
prójimo, pero
 
para amar verdaderamente debe tener la certeza de que Dios lo quiere.
 
 
¡Dios os ama, queridos muchachos! Quiero deciros esto al terminar el 
 
Año de la
 
Familia y con ocasión de estas fiestas navideñas que son 
 
particularmente
 
vuestras.
 
 
Os deseo unas fiestas gozosas y serenas; espero que en ellas viváis una
 
experiencia más intensa del amor de vuestros padres, de los hermanos y
 
hermanas, y de los demás miembros de vuestra familia. Que este amor se 
 
extienda
 
después a toda vuestra comunidad, mejor aún, a todo el mundo, gracias a
 
vosotros, queridos muchachos y niños. Así el amor llegará a quienes más 
 
lo
 
necesitan, en especial a los que sufren y a los abandonados. ¿Qué 
 
alegría es
 
mayor que el amor? ¿Qué alegría es más grande que la que tú, Jesús, 
 
pones en el
 
corazón de los hombres, y particularmente de los niños, en Navidad?
 
 
¡Levanta tu mano, divino Niño,
 
y bendice a estos pequeños amigos tuyos,
 
bendice a los niños de toda la tierra!
 
 
 
Juan Pablo II
 
Vaticano, 13 de diciembre de 1994. _________________ "Una vez le pregunté a Jesús: -¿Cuánto me amas? Y él me respondió: -así te amo. Y abrió sus brazos y murió por mí". elangeltuyo@yahoo.com.mx
 
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