El fuego de la oración

[Manuel 78]

Acabo de leer en un aporte del foro acerca de un calorcillo que alguien sintio orando. Quisiera pedir opinión sobre esto ya que a mi me pasó una vez rezando la Coronilla de la Misericordia. Sentí como una llamita en mi corazón pero despues esto no se ha repetido, no se que es ni tampoco si el hecho de que no lo sienta ahora significa que algo falta en mi oración.

Bueno, opinen por favor y gracias por todo.
_________________
Examinad vuestra conciencia al anochecer, dirigid los pensamientos a Dios. Ofreced vuestro descanso y no olvidéis al ángel custodio, que está con vosotros.

[pepe82]

Son regalos de Dios, hermano... Cuando los sentimos, debemos sentirnos agradecidos por ellos.

Pero debemos saber también que los gustos sensibles no son lo que determina si una oración está bien hecha o no. Presentes o no, Dios nos escucha y nos ama.

Y también saber que estos regalos son inmerecidos. El que alguna vez sintamos algo no quiere decir que seamos mejores que alguien que nunca ha sentido nada mientras ora...

Animo, hermano

Que Dios te bendiga
_________________

"Altísimo, Omnipotente, Buen Señor..."

[Leandro del Santo Rosario]

Hola Manuel

Este don místico es uno de los más comunes.

Tiene fundamento bíblico: les sucedió a los discípulos de Emaús.

Lucas 24, 13-35:

[Leandro del Santo Rosario]

Del Padre San Pío de Pietrelcina:

Apenas me pongo a orar, enseguida siento mi corazón como invadido por una llama de amor vivo. Esta llama no tiene nada que ver con cualquier llama delicada y tan dulce que destruye y no causa pena alguna.

A veces, me pregunto si habrá almas que no sientan arder el pecho con el fuego divino, especialmente cuando se encuentran ante el Señor, en el Santísimo Sacramento. Me parece imposible, y más si se trata de un sacerdote, de un religioso.
_________________

+ Si rezas el rosario diario o tienes el firme propósito de comenzar esta práctica de vida de santidad, únete al grupo en el Facebook: http://www.facebook.com/group.php?gid=65358051689 +++ A.M.D.G.

[Manuel 78]

Gracias Leandro, las enseñanzas del Padre Pío son un gran ejemplo a seguir y es un santo al que le tengo especial cariño, gracias por recordarmelo.


Un saludo.
_________________
Examinad vuestra conciencia al anochecer, dirigid los pensamientos a Dios. Ofreced vuestro descanso y no olvidéis al ángel custodio, que está con vosotros.

[Leandro del Santo Rosario]

[Pablo V.]

Manuel, yo conozco a un sacerdote, buen amigo mío, que siendo ateo entró a visitar una capilla en Francia (pero como turista, ¿eh?). Se sentó en un banco, miró el Sagrario y, mentalmente, presentó una protesta al Señor por las muchas dificultades que atravesaba en aquellos días (lo de la protesta es curioso, habida cuenta de su ateísmo, sí).

Y, entonces, pidió una prueba y Dios le hizo la gracia de dársela. Sintió una alegría inmensa y dice que experimentó la sensación de que su pecho ardía. Se convirtió y ahora, entregado al servicio de Cristo con el celo del converso, dice que entiende bien la iconografía católica que representa los corazones inflamados. Seguro que, a partir de ahora, esas imágenes cobran un especial significado para ti.

Eres muy afortunado por haber recibido ese don de Dios en tu oración, bien es cierto que la aridez no deja de ser otro don (así que, si no vuelves a vivir ese fuego que inflama tu pecho, no te preocupes! ). Lo importante es que, a pesar de eso, "ardas" en deseos de orar a diario.
_________________
Christus Vincit!

[NIGUNIM]

Es una de las expreiencias que en la vida mística corresponde a las consolaciones.
Como bien te han dicho, querido hermano, da gracias a Dios por ello.
Cuando uno inicia la vida espiritual, cuando uno comienza a orar buscando en sí al Señor, invocándole con amor, entonces el Espíritu Santo nos regala este tipo de experiencias, que justamente vienen a reconfortarnos. Esto nos fortalece interiormente y nos llena de gozo espiritual. Pero debes saber igualmente que el camino espiritual no es solo eso sino también etapas de sequedad, momentos en que oras y no sientes nada. Entonces tu oración se convierte en un verdadero acto de fe y de amor. Dios nos conduce hacia allá para hacernos crecer y no quiere decir que cesará, de cuando en cuando el Señor se dignara hacernos algún guiño por allí.
Saber esto es bueno, porque así te preparas y dispones bien a hablar con Dios más alla de las gracias sencibles.
Bendiciones
_________________
"A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición".
San Juan de la Cruz