Foros de discusión de Catholic.net :: Ver tema - SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Foros de discusión
El lugar de encuentro de los católicos en la red
Ir a Catholic.net


Importante: Estos foros fueron cerrados en julio de 2009, y se conservan únicamente como banco de datos de todas las participaciones, si usted quiere participar en los nuevos foros solo de click aquí.


SACRAMENTO DE LA PENITENCIA

 
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Temas Controvertidos de la fe y la moral
Ver tema anterior :: Ver tema siguiente  
Autor Mensaje
Tomás Bertrán Mercader
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 1503
Ubicación: España

MensajePublicado: Sab Feb 25, 2006 10:24 am    Asunto: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Sacado de un retiro el año 1981, en abril, dados por el P. Ginés Fernández del Aguila MSC, y que versaban sobre "La alegría en el cristiano":

"La Penitencia como Sacramento y como actitud"

La Penitencia no es un remordimiento. La Penitencia no es una exclamación dolorosa, triste, compungida. Ni una vuelta atrás. No es darle una nueva oportunidad. No es una liquidación de cuentas, haberse librado de una factura. No es un repliegue sobre sí mismo, como los gatos. No es que Dios nos esté queriendo hacer hurgar en nuestra porquería. Ni una especie de 'aspirina' espiritual: para tranquilizarme. La Penitencia es conversión y renovación.

Conversión:

Verterse hacia una nueva forma de

ver
pensar
sentir
entender
vivir como Cristo y a lo Cristo.

Renovación:

Hombre nuevo, vida nueva.(II Cor 5,17-21)
Renovar nuestras vidas
nuestras ilusiones
nuestras reacciones
nuestras reacciones espontáneas
nuestra mente
nuestra voluntad
nuestros proyectos
nuestras esperanzas.
Dios quiere que esto sea así, porque Dios quiere hacernos como Él.

No nos quiere hacer solamente buenos: ¡Venga, a ser buenos chicos como Abraham!

La Penitencia es fruto de un encuentro que obliga a cambiar. Hay que estar constantemente buscando ese camino, que lleva a esa tierra desconocida y sumamente conocida. ¿Para qué tantas horas de recogimiento y búsqueda del Señor? Para poder tener el encuentro con el Señor. Todo eso son búsquedas. La Penitencia es un ansia de amar lo nunca verdaderamente amado, y que es infinitamente amable. La Penitencia es un reconocimiento de sí mismo, pero en la paz y en la esperanza. Cristo saca de nuestros pecados las flores de la virtud y de la Gracia. Del estiércol, saca hijos de Dios. La Penitencia no es para estar yo contento de mí mismo, sino para estar contento de Dios.

Así, ojo con nuestras penitencias y palancas, que pueden ser orgullo espiritual. La Penitencia es alegría, porque nace al rescoldo del conocimiento real y firme de que Dios me perdona, necesita perdonarme y es infinita misericordia. La Penitencia es alegría porque es perdón, posibilidad de volver a empezar. Es una explosión de alegría, porque es perdón sin recodos. Cuando me perdona, me perdona infinitamente.

Es un perdón sin recodos

sin papel carbón (sin duplicado)
sin informe archivado
sin "monumentum iniquitatis" (archivos de la curia)

La Penitencia es alegría, porque es retorno a la blancura, a la inocencia.

En Is 1,18

Y si vuestros pecados son como la grana,
blanquearán como la nieve;
si rojos cual la púrpura,
se volverán como la lana.



Es retorno a la amistad entrañable. A la amistad entrañable de los niños. Es alegría porque es esperanza. Los confesionarios están vacíos, porque no hay fe, no hay amor, no hay ansia de sentirse perdonado. Las cosas las vamos trivializando, quitándole el espíritu y el sentido. Hemos de ir con cuidado de no manchar los sacramentos con nuestra pringue.

Jesús nos dice en la confesión:

¿Pero tú no crees de verdad que yo te puedo hacer feliz?

Mientras los confesionarios estén vacíos, no puede haber alegría. Por eso en los seminarios y conventos, es norma confesarse cada semana. No hay alegría cuando uno no se confiesa. Dios descubre nuestras llagas para curarlas, no para lacerarlas. No evidencia a la samaritana, a Dimas. Así hacemos nosotros con nuestros enemigos, con nuestros familiares: les frotamos por las narices el pecado que han hecho.

El es médico que cura y reanima. "He venido a buscar a los enfermos y no a los sanos."

Por eso podemos gritar:

¡Perdidos y podridos del mundo: confiad!
_________________
NO SOY VETERANO

TODO POR JESUS Y MARIA.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Tomás Bertrán Mercader
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 1503
Ubicación: España

MensajePublicado: Sab Feb 25, 2006 12:36 pm    Asunto:
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Maru, fíjate que el tema es sobre la Confesión, Penitencia o Reconciliación. Cuando ya nos sentimos culpables y por ello pedimos perdón, Dios no nos restriega nuestras faltas. Nosotros, muchas veces, a pesar de que se nos pide perdón, a la mínima le recordamos que tal día o tal fecha me hiciste esto o lo otro.
Antes de sentirnos culpables, Dios, gracias a El, nos recuerda (nos restriega por las narices, si es necesario) nuestra culpa, a lo que llamamos conciencia, y nos hace sentir mal, entonces viene el arrepentimiento y el pedir perdón (Sacramento de la Penitencia).
Lo mismo que un padre para educar a su hijo. Cuando el hijo se porta mal, el padre le llama la atención para corregirlo y para que se dé cuenta, y si no hace caso, insiste e insiste y lo castiga para que se dé cuenta, y lo hace por amor. Creemos que el amor es hacer "la pelota" al otro, y no es así. Es decirle al otro las cositas claras para que se arrepienta y vaya a confesarse. En eso se basan los Ejercicios Espirituales de S. Ignacio de Loyola, los Cursillos de Cristiandad, y otras comunidades de la Iglesia que se dedican a evangelizar. A llevar al pecador al abrazo amoroso con Dios. Este es el tema. SACRAMENTO DE LA PENITENCIA.
_________________
NO SOY VETERANO

TODO POR JESUS Y MARIA.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Jose Fernando Ortiz
Constante


Registrado: 16 Ene 2006
Mensajes: 696
Ubicación: Bogotá, Colombia

MensajePublicado: Sab Feb 25, 2006 3:16 pm    Asunto: Re: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Tomás Bertrán Mercader escribió:
Sacado de un retiro el año 1981, en abril, dados por el P. Ginés Fernández del Aguila MSC, y que versaban sobre "La alegría en el cristiano":

"La Penitencia como Sacramento y como actitud"

La Penitencia no es un remordimiento. La Penitencia no es una exclamación dolorosa, triste, compungida. Ni una vuelta atrás. No es darle una nueva oportunidad. No es una liquidación de cuentas, haberse librado de una factura. No es un repliegue sobre sí mismo, como los gatos. No es que Dios nos esté queriendo hacer hurgar en nuestra porquería. Ni una especie de 'aspirina' espiritual: para tranquilizarme. La Penitencia es conversión y renovación.

Conversión:

Verterse hacia una nueva forma de

ver
pensar
sentir
entender
vivir como Cristo y a lo Cristo.

Renovación:

Hombre nuevo, vida nueva.(II Cor 5,17-21)
Renovar nuestras vidas
nuestras ilusiones
nuestras reacciones
nuestras reacciones espontáneas
nuestra mente
nuestra voluntad
nuestros proyectos
nuestras esperanzas.
Dios quiere que esto sea así, porque Dios quiere hacernos como Él.

No nos quiere hacer solamente buenos: ¡Venga, a ser buenos chicos como Abraham!

La Penitencia es fruto de un encuentro que obliga a cambiar. Hay que estar constantemente buscando ese camino, que lleva a esa tierra desconocida y sumamente conocida. ¿Para qué tantas horas de recogimiento y búsqueda del Señor? Para poder tener el encuentro con el Señor. Todo eso son búsquedas. La Penitencia es un ansia de amar lo nunca verdaderamente amado, y que es infinitamente amable. La Penitencia es un reconocimiento de sí mismo, pero en la paz y en la esperanza. Cristo saca de nuestros pecados las flores de la virtud y de la Gracia. Del estiércol, saca hijos de Dios. La Penitencia no es para estar yo contento de mí mismo, sino para estar contento de Dios.

Así, ojo con nuestras penitencias y palancas, que pueden ser orgullo espiritual. La Penitencia es alegría, porque nace al rescoldo del conocimiento real y firme de que Dios me perdona, necesita perdonarme y es infinita misericordia. La Penitencia es alegría porque es perdón, posibilidad de volver a empezar. Es una explosión de alegría, porque es perdón sin recodos. Cuando me perdona, me perdona infinitamente.

Es un perdón sin recodos

sin papel carbón (sin duplicado)
sin informe archivado
sin "monumentum iniquitatis" (archivos de la curia)

La Penitencia es alegría, porque es retorno a la blancura, a la inocencia.

En Is 1,18

Y si vuestros pecados son como la grana,
blanquearán como la nieve;
si rojos cual la púrpura,
se volverán como la lana.



Es retorno a la amistad entrañable. A la amistad entrañable de los niños. Es alegría porque es esperanza. Los confesionarios están vacíos, porque no hay fe, no hay amor, no hay ansia de sentirse perdonado. Las cosas las vamos trivializando, quitándole el espíritu y el sentido. Hemos de ir con cuidado de no manchar los sacramentos con nuestra pringue.

Jesús nos dice en la confesión:

¿Pero tú no crees de verdad que yo te puedo hacer feliz?

Mientras los confesionarios estén vacíos, no puede haber alegría. Por eso en los seminarios y conventos, es norma confesarse cada semana. No hay alegría cuando uno no se confiesa. Dios descubre nuestras llagas para curarlas, no para lacerarlas. No evidencia a la samaritana, a Dimas. Así hacemos nosotros con nuestros enemigos, con nuestros familiares: les frotamos por las narices el pecado que han hecho.

El es médico que cura y reanima. "He venido a buscar a los enfermos y no a los sanos."

Por eso podemos gritar:

¡Perdidos y podridos del mundo: confiad!


HOLA, APRECIADO TOMÁS:
Esta instrucción sobre el acto de la "contrición y de la penitencia" es excelente.
Pero me preguntaría esto ante un pobre pecador:
Restregarle en las "narices su pecado"? O procurar entenderlo......?

Yo, personalemente, me aferro a las últimas palabras el gran Maestro,Jesús, cansado y dolorido, casi abatido en la ensangrentada Cruz....
¡Padre.....perdónales, porque no saben lo que hacen!

Creo, y con todo el derecho a equivocarme......que la mayoría de las veces caemos en el mal del pecado, por ignoracia y debilidad.

Con esto, no autojustifico mis propios pecados, tan sólo comprender el por qué de mis caídas....

Un pequeño aporte....
Smile Smile Smile
_________________
I de Juan 1,1-4
Nosotros, Señor, te vemos y escuchamos.....


IGLESIA_MADRE UNIVERSAL.....
MUJER revestida de sol....
Dios....en/con.... nosotros.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
Tomás Bertrán Mercader
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 1503
Ubicación: España

MensajePublicado: Sab Feb 25, 2006 3:26 pm    Asunto:
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Estimado José Fernando, fíjate en la parte que dice
Cita:
Es retorno a la amistad entrañable. A la amistad entrañable de los niños. Es alegría porque es esperanza. Los confesionarios están vacíos, porque no hay fe, no hay amor, no hay ansia de sentirse perdonado. Las cosas las vamos trivializando, quitándole el espíritu y el sentido. Hemos de ir con cuidado de no manchar los sacramentos con nuestra pringue.

_________________
NO SOY VETERANO

TODO POR JESUS Y MARIA.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Tomás Bertrán Mercader
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 1503
Ubicación: España

MensajePublicado: Dom Feb 26, 2006 4:24 am    Asunto:
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Y sigo. Ahora que se acerca la cuaresma pienso que es tiempo para hacer un buen examen de conciencia para prepararnos a una buena Confesión, ya que uno de los Preceptos de la Iglesia es comulgar por Pascua.
Retiros del año 2000 por Mns. José Angel Saiz sobre la Conversión. Copio la parte de lo "que no es conversión":

Conversión: qué no es, síntomas, comprobaciones

Qué no es la conversión

Visiones incompletas de la conversión:

Retoques en la fachada
Ascesis para moderar un poco el temperamento
Aumentar un poco la oración
Incrementar los donativos

Cuando llega la Cuaresma y uno se propone hacer mejoras, o incrementar la ascesis en su vida, fumar menos, ver menos tele, es como hacer una campaña en una ciudad para mejorar las fachadas de las casas (Barcelona posa't guapa=Barcelona, ponte guapa, eslogan que se hizo famoso en las Olimpiadas de Barcelona), son retoques. Eso no significa una mejora del edificio. A lo mejor tiene aluminosis. Los retoques no transforman.

La conversión no es hacer unas pequeñas mejoras en nuestra vida, en la fachada de nuestra vida. Es acometer la renovación total del edificio. Moderar el temperamento, por ejemplo, está muy bien, pero es insuficiente. Aumentar la caridad, estudiar más, todo eso es bueno, pero insuficiente.

La conversión profunda va más a las actitudes que a los actos. Las actitudes se concretan luego en actos, naturalmente.

Conversión es cambiar el centro de la vida, el eje que vertebra toda la existencia. La escala de valores.

A la hora de considerar el eje de nuestra vida podemos tener:

Causas innobles
vida centrada en el pecado, dinero, en el poder, el placer, la fama…
Causas nobles
la política, el deporte, la música, la investigación, mi profesión….
Cristo
como san Pablo: pues para mí la vida es Cristo, y el morir, una ganancia. (Flp 1, 21)
Por eso es importante encontrar el sentido de las cosas.

Síntomas de la no—conversión

¿Cómo veo que no estoy convertido del todo?

1. Envejecimiento interior

Un corazón joven, es un corazón insatisfecho e inconformista. Los jóvenes de Mallorca que iniciaron el Movimiento de Cursillos eran molt macos=muy bonitos, pero insatisfechos e inconformistas. Es joven el que busca descubrir nuevas cosas, el que está inquieto por progresar.

¿Estoy yo satisfecho conmigo mismo? ¿Soy crítico conmigo mismo?

2. La rutina como forma de vivir

Botijos (cántaros), 'quemados', vegetales y parásitos.

El botijo es el que no se mueve para nada. Donde lo colocas se queda quieto. Sin inquietudes.

'Quemados': desanimados. En vía muerta. Hemos de ser incombustibles, no perder nunca la ilusión, la esperanza.

Vegetales: sin sal, sin intensidad, sin pasión por nada: no valen ni para Dios ni para el mundo.

Parásitos: solo tienen iniciativa para el propio interés.

3. Convertirse en el centro de la vida y del universo vital y mental

Para detectarlo hay que revisar las películas que nos hacemos despiertos. ¿Somos siempre el héroe, el 'bueno' de la película? ¿Cuál es la materia habitual de nuestros sueños (despiertos)?

¿Cuáles son nuestros deseos, nuestras inquietudes?

¿Qué me agobia? ¿Qué me impacienta? ¿Cuáles son mis aficiones? ¿Cuáles mis repugnancias? ¿Qué me es más fácil? ¿Qué me es más difícil? ¿Qué me pone el dedo en la llaga?

Si mi vivir ha de ser Cristo, Cristo ha de ser el tronco de mi vida alrededor del cual se articule todo lo demás: familia, trabajo, formación, diversión, etcétera.

Seguramente tenemos ejes de nuestra vida que son como la raíz de otros (en defectos y pecados)

Engreimiento: concepto inmejorable de mí mismo: autoexaltación. Una buena cura es aceptarse a sí mismo y quererse uno como es.

Vanidad: buscar siempre ser el centro, el aplauso, la alabanza de los demás, preocupado excesivamente por lo que opinan los demás sobre mí. Sufrir por una humillación.

Ambición: deseos de dominar, de prevalecer, figurar, rebajar al prójimo, envidiar a los demás. Decía uno que si se pudiera convertir en millones la diferencia entre lo que opino yo de mí y lo que opinan los demás de mí, me haría millonario. Buscar los cargos por supuesto "a gloria de Dios y servicio de los demás".

Pereza, indolencia. Resulta difícil vivir la ascética con tanta comodidad como tenemos hoy. No hemos de renunciar a las comodidades de hoy, pero no podemos perder la dimensión ascética de nuestra vida. Si no, no casaría con la cruz de Cristo.

Hay que poner intensidad en nuestra vida. Capacidad de sacrificio. Hemos de valer para Dios y para el mundo.

Comprobación de nuestra conversión

Hay en las Moradas8 de santa Teresa una clasificación del avance en la vida cristiana que nos puede ayudar a ir descubriendo nuestro momento actual.9

­ Primeras moradas: «entrar en el castillo»: convertirse, iniciar el trato con Dios (oración), conocerse a sí mismo y recuperar la sensibilidad espiritual. [Almas creyentes]

­ Segundas moradas: «luchar»; acecha todavía el pecado; persisten los dinamismos desordenados; necesidad de afianzarse en una opción radical; progresiva sensibilidad en la escucha de la palabra de Dios (oración meditativa). [Almas buenas]

­ Terceras moradas: la prueba del amor. Logro de un programa de vida espiritual y de oración; estabilidad en él; brotes de celo apostólico; pero sobrevienen la aridez y la impotencia como estados de prueba. «Pruébanos tú, Señor, que sabes las verdades». [Almas piadosas = macos]

­ Cuartas moradas: brota la fuente interior, paso a la experiencia mística; pero a sorbos, intermitentemente: momentos de lucidez infusa (recogimiento de la mente), y de amor místico­pasivo (quietud de la voluntad).

­ Quintas moradas: muere el gusano de seda; el alma renace en Cristo: «llevóme el Rey a la bodega del vino» (V, 1,12); «nuestra vida es Cristo» (V, 2,4). Estado de unión, bien sea «mística» desde lo hondo de la esencia, bien sea «no regalada», por conformidad de voluntades, y manifestada especialmente en el amor del prójimo (c. 3).

­ Sextas moradas: el crisol del amor. Periodo extático y tensión escatológica. Nuevo modo de «sentir los pecados». Cristo presente «por una manera admirable, adonde divino y humano junto es siempre su compañía (del alma)» (VI, 7,9). Desposorio místico. El alma queda sellada.

­ Séptimas moradas: Matrimonio místico. Dos gracias de ingreso en el estado final: una cristológica, otra trinitaria. «Aquí se le comunican (al alma) todas tres personas (divinas)... Nunca más se fueron de con ella, sino que notoriamente ve... que están en lo interior de su alma, en lo muy interior, en una cosa muy honda, que no sabe decir cómo es...» (VI, 1, 6­7). Plena inserción en la acción: «que nazcan siempre obras, obras» (VII, 4,6). Como Elías, «hambre... de la honra de Dios»; «hambre... de allegar almas» como santo Domingo y san Francisco (VII, 4,11). Plena configuración a Cristo crucificado (VII, 4, 4­5).

Pues bien, los macos, los bonitos, los buenos, son los que están en las terceras moradas del Castillo de santa Teresa. No podemos pasarnos la vida en las terceras moradas (si es que ya hemos llegado ahí). Hay que dar el salto y madurar incesantemente en la vida espiritual: No nos conformemos con ser buenos, no seamos mediocres. Seamos santos.
_________________
NO SOY VETERANO

TODO POR JESUS Y MARIA.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Tomás Bertrán Mercader
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 1503
Ubicación: España

MensajePublicado: Dom Feb 26, 2006 5:11 am    Asunto:
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Y sigo, pero antes una aclaración. Si buscáis la palabra "maco" en la RAE su signoficado es ser malo, estúpido.... En catalán, idioma que se habla en mi región, maco significa bonito (en Valencia es bonic), majo, bueno. Pues continúo sobre la Conversión:

Una vez encontrado ese tesoro, un salto en el vacío: de 'maco' a santo.

Ejemplos de 'macos':

El joven rico:

17 Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y, arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» 18 Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. 19 Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.» 20 Él, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.» 21 Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.» 22 Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. (Mc 10, 17-27)

El joven rico, es un hombre majo, una buena persona. Parece que este joven, más que preguntar a Jesús por un ideal de altura, le está pidiendo al maestro una confirmación de lo buena persona que es y posiblemente espera que le diga que es suficiente con lo que hace. En el fondo no quiere más. Si no, no se explica que cuando Jesús le ofrece la plenitud, el se marche triste.

Jesús le dice: Yo seré tu tesoro. Jesús se propone para ser su centro, su riqueza. El joven pensaba que era libre, pero está atado a la riqueza.

Y una señal de estar esclavizado por algo, es la tristeza. Si el desprenderse de cualquier riqueza produce tristeza, quiere decir que esa riqueza nos esclaviza. Si cuando Jesús nos ofrece algo, nos ponemos tristes, es que estamos esclavizados. ¿Lo tenemos todo y estamos tristes? Quiere decir que somos esclavos.

Otro ejemplo de 'maca' es Santa Teresa de Jesús.

En su Vida C 8 1-4

1. No sin causa he ponderado tanto este tiempo de mi vida, que bien veo no dará a nadie gusto ver cosa tan ruin; que, cierto, querría me aborreciesen los que esto leyesen, de ver un alma tan pertinaz e ingrata con quien1 tantas mercedes le ha hecho. Y quisiera tener licencia2 para decir las muchas veces que en este tiempo falté a Dios.

2. Por estar arrimada a esta fuerte columna de la oración, pasé este mar tempestuoso casi veinte años3, con estas caídas y con levantarme y mal —pues tornaba a caer— y en vida tan baja de perfección, que ningún caso casi hacía de pecados veniales, y los mortales, aunque los temía, no como había de ser, pues no me apartaba de los peligros. Sé decir que es una de las vidas penosas que me parece se puede imaginar; porque ni yo gozaba de Dios ni traía contento en el mundo. Cuando estaba en los contentos del mundo, en acordarme lo que debía a Dios era con pena; cuando estaba con Dios, las aficiones del mundo me desasosegaban. Ello es una guerra tan penosa, que no sé cómo un mes la pude sufrir, cuánto más tantos años.

Con todo, veo claro la gran misericordia que el Señor hizo conmigo: ya que había de tratar en el mundo, que tuviese ánimo para tener oración. Digo ánimo, porque no sé yo para qué cosa de cuantas hay en él es menester mayor, que tratar traición al rey y saber que lo sabe y nunca se le quitar de delante. Porque, puesto que4siempre estamos delante de Dios, paréceme a mí es de otra manera los que tratan de oración, porque están viendo que los mira; que los demás podrá ser estén algunos días que aun no se acuerden que los ve Dios.

3. Verdad es que en estos años hubo muchos meses, y creo alguna vez año, que me guardaba de ofender al Señor y me daba mucho a la oración y hacía algunas y hartas diligencias para no le venir a ofender. Porque va todo lo que escribo dicho con toda verdad, trato ahora esto. Mas acuérdaseme poco de estos días buenos, y así debían ser pocos, y mucho de los ruines. Ratos grandes de oración pocos días se pasaban sin tenerlos, si no era estar muy mala o muy ocupada. Cuando estaba mala, estaba mejor con Dios; procuraba que las personas que trataban conmigo lo estuviesen, y suplicábalo al Señor; hablaba muchas veces en El.

Así que, si no fue el año que tengo dicho, en veinte y ocho que ha que comencé oración, más de los dieciocho pasé esta batalla y contienda de tratar con Dios y con el mundo5. Los demás que ahora me quedan por decir, mudóse la causa de la guerra, aunque no ha sido pequeña; mas con estar, a lo que pienso, en servicio de Dios y con conocimiento de la vanidad que es el mundo, todo ha sido suave, como diré después.

4. Pues para lo que he tanto contado esto es, como he ya dicho6, para que se vea la misericordia de Dios y mi ingratitud; lo otro7, para que se entienda el gran bien que hace Dios a un alma que la dispone para tener oración con voluntad, aunque no esté tan dispuesta como es menester, y cómo si en ella persevera, por pecados y tentaciones y caídas de mil manera que ponga el demonio, en fin tengo por cierto la saca el Señor a puerto de salvación, como —a lo que ahora parece— me ha sacado a mí. Plega a Su Majestad no me torne yo a perder.


Es Una religiosa buena, cumplidora, brillante y simpática. Es 'molt maca', pero eso no la llena, no es suficiente. Molt maca en el fondo es equivalente a mediocre.

Otro caso es San Juan evangelista. Un joven piadoso, con ideales, que buscaba (discípulo del Bautista con Andrés). Pero que pone a su madre por delante para pedir al Maestro los dos primeros cargos del Reino para él y su hermano.

20 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. 21 Él le dijo: «¿Qué quieres?» Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino.» 22 Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí, podemos.» 23 Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre.» (Mt 20, 20-23)

Así que a pesar del trato personal con el Señor, y de escuchar su palabra en público y en privado, era un poco ambiciosillo. Y cuando pasan por Samaría

54 Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?» 55 Pero, volviéndose, les reprendió; 56 y se fueron a otro pueblo. (Lc 9, 54-56)

Pretende hacer quemar un pueblo porque no los recibe. Más tarde, será convertido en santo.

Otros ejemplos de 'macos' convertidos son Pablo de Tarso, Teresa de Calcuta...
_________________
NO SOY VETERANO

TODO POR JESUS Y MARIA.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Tomás Bertrán Mercader
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 1503
Ubicación: España

MensajePublicado: Dom Feb 26, 2006 5:38 am    Asunto:
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Y acabo con el tema Conversión, para que de una vez por todas ya me convierta, que ya es hora a mi edad.

Preliminares
Nos encontramos inmersos en el tiempo litúrgico de Cuaresma; también en la celebración de un año Jubilar, año especial de gracia, y coincidiendo con la peregrinación de Juan Pablo II a Tierra Santa. Unas coincidencias ciertamente significativas. Así como decimos que los niños y adolescentes no suelen crecer de un modo perfectamente regular, sino más bien a tirones, a veces en nuestra vida espiritual también se producen una especie de tirones. Hay momentos privilegiados, momentos de Tabor. Son momentos que se dan cuando se dan. Y hemos de estar prontos para aprovecharlos.

De jóvenes 'macos', tesoros y buenas noticias.

Distintas percepciones de la vida cristiana

Para muchos la vida cristiana es como un código ético que en el fondo está hecho de prohibiciones. O bastante lleno de prohibiciones.

O es renunciar a la alegría, a la libertad, a la creatividad.

O es algo externo, extraño, impuesto desde fuera.

O es un camino duro, pero... que nos lleva hasta el cielo.

....

Una vida cristiana que se plantea como cumplimiento de normas que Dios nos impone, a la larga se reducirá a eso, al cumplimiento. El peligro está entonces en buscar el regateo. Buscar la frontera entre el mortal y el venial. No cruzar la frontera pero quizá rondarla. Y en el fondo envidiar a los ateos, que pueden disfrutar de la vida. Es la actitud del hermano mayor del hijo pródigo:

'Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya,'

Pero... 'Evangelio' significa buena noticia...

La gran revelación de Jesús es que Dios es Padre, nos ama, nos cuida, y que nuestra vida sólo tiene sentido vivida desde el amor, amando y siendo amados. Nos dice que Dios es padre y es amor, y que podemos dirigirnos a Él como padre. El Evangelio es noticia (novedad) y es buena. Jesús nos plantea la grandeza de la dignidad de ser hijo de Dios. Y ahí precisamente radica la dignidad humana, en nuestra condición de hijos de Dios. Dios ama infinitamente a todos sus hijos, independientemente de las capacidades naturales, y si hay alguna preferencia, será por los que más lo necesiten.

Evangelio significa también Jesucristo: Dios-con-nosotros. Hijos del Padre, hermanos de Cristo y en Cristo, templos del Espíritu Santo.

Comenzamos a madurar en la fe y a vivir la vida cristiana como adultos cuando tenemos conciencia profunda de ser amados por Dios con un amor gratuito e incondicional. Un amor que será necesariamente transformante.

Jesús no ha venido a exigir unos cumplimientos. No se trata de ser unos "buenos trabajadores" de la salvación. Jesús ha venido a hacernos vivir, experimentar y conocer el amor de Dios. Esa es la clave.

...una noticia alegre que se complementa con la sed profunda del ser humano

Relato de la Samaritana (Jn 4, 5-42)

El Evangelio es buena noticia que se complementa con nuestra sed profunda. Vemos que la samaritana es una mujer inquieta. Buscaba la felicidad. Es el prototipo del corazón humano. Todos buscamos la felicidad. Si preguntáramos por ahí a los demás qué es lo que buscan en la vida, la respuesta más común sería el ser feliz. Es una característica propia del ser humano. Si conocieras el don de Dios...

El agua es un don preciado (lo era y lo es en Palestina, donde escasea). Pero además del sentido material, en la vida tenemos sed de cariño, de dignidad, de justicia, de paz, de sosiego...

El corazón humano está sediento. Y más hoy en día. El ritmo desenfrenado de vida de muchas personas hoy, es en el fondo denota una búsqueda, una persecución de la felicidad. La gente tiene un vacío existencial y busca emociones, diversiones y felicidad en cosas 'fuertes' como los deportes de riesgo, o la carrera del poder. Nuestro corazón sólo se puede saciar plenamente en Dios.

El encuentro de la samaritana con Jesús pasa de algo casual (la solicitud del agua), a una diálogo profundo y personal, que al final le cambia la vida a aquella mujer y la hace apóstol de Jesús. Es que Jesús ha venido a cambiar nuestra vida.

El que encuentra a Jesús, encuentra el tesoro.

Y eso produce alegría, plenitud y llena de sentido la vida. Leemos en Mt 13, 44-46

44«El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.

45«También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, 46 y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.


Vende todo lo que tiene. Pero la alegría de encontrar aquel tesoro, o aquella perla, le hace vencer cualquier dificultad. El valor de lo hallado, supera la fortuna de ambos hombres. Les embarga la felicidad y la alegría. De tal forma que les hace superar con facilidad la natural resistencia que el ser humano suele tener a desprenderse de lo propio.

Es un descubrimiento que cambia toda su vida. Jesús nos dice que eso mismo sucede con el Reino de Dios. Y el Reino de Dios es, en definitiva, la persona de Jesucristo. El encuentro con Cristo es algo de tal magnitud, de tal grandeza, que todo lo demás pasa a segundo plano. El encuentro con Cristo se traduce en una opción totalitaria por Él. No venden —en la parábola— el 50%, ni el 90% de lo que tienen. Sino todo. Lo encontrado supera con creces el valor de lo propio. Nos obliga a una opción radical, rápida y total. Y nos llena de alegría y plenitud. La renuncia se hace con alegría: hacen un negocio redondo.

La experiencia maravillosa de ese encuentro ha de producir en nosotros un cambio radical, una conversión.

Muchas veces, Dios es como una especie de idea, como un valor aceptado y asumido más o menos, pero no vivido en profundidad. Cuando uno se enamora locamente de otra persona, renuncia a hobbies, caprichos, bienes… sin dificultad, porque son un pálido reflejo frente a la luz del nuevo amor. La renuncia es algo natural y no costoso cuando hay amor.

¿He tenido yo experiencias profundas de encuentro con Cristo?
¿Dónde tengo yo el tesoro de mi vida?
¿A qué dedico mis esfuerzos, deseos, acciones?
¿Cristo es el centro de mi vida? ... o es un centro más.
_________________
NO SOY VETERANO

TODO POR JESUS Y MARIA.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Sergio Ceceña
Veterano


Registrado: 02 Oct 2005
Mensajes: 2016
Ubicación: México

MensajePublicado: Dom Feb 26, 2006 7:27 am    Asunto:
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Yo este 1ero de marzo, comienzo con mi ascesis, pero no es una ascesis, para mejorar conmigo mismo, sino para mejorar con Cristo (Al mejorar con Dios, mejoras contigo), cada una de las cosas que haré (ayuno, oración, meditación, penitencia y mortificación) serán por Cristo, por Él y para Él. Es tiempo de enmienda, penitencia y conversión, aceptar a Cristo como columna de nuestra existencia, de nuestra sociedad y de nuestra familia, es buscar reconciliación con Dios, porque Él se entristece cuando nos alejamos ¿Y cuál mejor momento para intenterlo que en esta cuaresma? No en la del próximo año, ni dentro de dos, es en esta, y después, seguir el Camino, vivir en Él, con Él y para Él.

Tomás, gracias por abrir este tema, será muy útil sobre todo en estas fechas, ya que el tiempo en el que vivimos, ha recortado espacios de dedicación a Dios, siendo el nuestro hacedor de bienes y nuestro mejor amigo, espero y los aportes continúen.

Dios les bendiga en Cristo.

PD. Del Miércoles de ceniza al Domingo de Ramos, no participaré en estos foros, ya que estaré meditando durante este tiempo, así, que trataré de aprovechar el tiempo en este tema de tanto interés para mi.

Un beso y un abrazo a todos.
_________________


Non nobis Domine, non nobis, sed Nomine tuo da Gloriam
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Yahoo Messenger MSN Messenger
Jose Fernando Ortiz
Constante


Registrado: 16 Ene 2006
Mensajes: 696
Ubicación: Bogotá, Colombia

MensajePublicado: Dom Feb 26, 2006 3:29 pm    Asunto: EL CORAZÓN DE NIÑO.....
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Tomás Bertrán Mercader escribió:
Estimado José Fernando, fíjate en la parte que dice
Cita:
Es retorno a la amistad entrañable. A la amistad entrañable de los niños. Es alegría porque es esperanza. Los confesionarios están vacíos, porque no hay fe, no hay amor, no hay ansia de sentirse perdonado. Las cosas las vamos trivializando, quitándole el espíritu y el sentido. Hemos de ir con cuidado de no manchar los sacramentos con nuestra pringue.


POR SUPUESTO!
El amor y la amistad entrañable de los niños.....
_________________
I de Juan 1,1-4
Nosotros, Señor, te vemos y escuchamos.....


IGLESIA_MADRE UNIVERSAL.....
MUJER revestida de sol....
Dios....en/con.... nosotros.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
Juan
Asiduo


Registrado: 24 Oct 2005
Mensajes: 207

MensajePublicado: Dom Feb 26, 2006 3:32 pm    Asunto:
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

La reconciliación y la belleza de Dios
Viernes 24 de febrero de 2006 por Guillermo Juan Morado
¿Por qué ir a un sacerdote a decir los propios pecados y no se puede hacer directamente con Dios? La reconciliación y la belleza de Dios Carta para el año pastoral 2005-2006.

Tratemos de comprender juntos qué es la confesión: si lo comprendes verdaderamente, con la mente y con el corazón, sentirás la necesidad y la alegría de hacer experiencia de este encuentro, en el que Dios, dándote su perdón mediante el ministro de la Iglesia, crea en tí un corazón nuevo, pone en ti un Espíritu nuevo, para que puedas vivir una existencia reconciliada con Él, contigo mismo y con los demás, llegando a ser tú también capaz de perdonar y amar, más allá de cualquier tentación de desconfianza y cansancio.


http://www.vigometropolitano.com/rubrique.php3?id_rubrique=85
_________________
http://blogs.periodistadigital.com/predicareneldesierto.php
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Jose Fernando Ortiz
Constante


Registrado: 16 Ene 2006
Mensajes: 696
Ubicación: Bogotá, Colombia

MensajePublicado: Dom Feb 26, 2006 3:35 pm    Asunto: EL ARREPENTIMIENTO.....
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Maru Courtney escribió:
Pésame, Dios mío,
y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.

Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí;
pero mucho más me pesa,
porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.

Antes querría haber muerto que haberos ofendido,
y propongo firmemente no pecar más,
y evitar todas las ocasiones próximas de pecado.

Amén.


HOLA!
Siiiiii......

Dolor de corazón.....
Confesión de boca.....
---------
Satisfacción de obra

Que el Cordero de Dios perdone nuestros malos pensamientos
Que el Cordero de Dios perdones nuestras faltas al hablar
---------
Que se apiade por nuestras malas obras, o por las buenas que dejamos de hacer....
Smile Smile Smile
_________________
I de Juan 1,1-4
Nosotros, Señor, te vemos y escuchamos.....


IGLESIA_MADRE UNIVERSAL.....
MUJER revestida de sol....
Dios....en/con.... nosotros.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
Tomás Bertrán Mercader
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 1503
Ubicación: España

MensajePublicado: Dom Feb 26, 2006 5:21 pm    Asunto:
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Del Retiro del P. Ginés sobre La Alegría. Es una de las varias meditaciones que dio en dicho Retiro en abril de 1981:

EL MAESTRO ESTA AQUI Y TE LLAMA

Necesitamos constatar la presencia de Cristo entre nosotros. Sólo así será posible la alegría. El desarrollo y madurez de la vida interior depende de este descubrimiento.

Cardenal Newman: "Durante cuarenta días que siguieron a la resurrección, mantuvo con su Iglesia las mismas relaciones que iba a mantener luego, en nuestro tiempo, y sin duda que lo que hizo, lo hizo para que luego pudiéra­mos entenderlo mejor."


Nos amenaza un peligro: la reducción antropomórfica de Dios, de su destino, de su mensaje. Corremos el peligro de querer entenderlo según los hombres. De tal forma, no llegaríamos a clarificar esa presen­cia. Necesitamos la óptica de Dios. Si analizáramos con la óptica de hombres, se produciría en nuestra vida una caída en vertical; se hundiría todo: la idea de Cristo, de la Redención, de la Ascensión, de la Iglesia.

Decepción de la Redención:

Nos hubiera gustado una Redención que nos librase del pecado, del dolor y de la muerte. Cristo no quiso que fuera así. Nos libra de la muerte eterna. Cristo puede llegar a decepcionarnos con la óptica humana.

En Jn 20,10:
"Los discípulos regresaron a casa..."


Volver a casa era volver a las barcas, a las redes. Regresaron frustrados, desencantados.

Decepción de la Resurrección:

Ha resucitado, pero se ha ido. Ya no podremos verlo, hablar con Él, tener trato humano y natural.

Decepción de sus apariciones:

Aparecía e inmediatamente desaparecía. La estancia de Cristo entre ellos era brevísima. Cuando desapa­recía, se densificaba su soledad.

Decepción de la ascensión:

Quizá creían que iba a restituir el Reino de Israel. Los deja allí clavados.

Decepción de la Iglesia: donde se reproduce la Pasión de Cristo.

A veces demasiado humana, a veces demasiado divinal. A veces la Iglesia crucificada, avasallada, de­sangrada. Una Iglesia misteriosa, fascinante a veces. Esto puede crear la decepción.

Por un lado de pecadores, de zancadillas, de injusticias y malas jugadas. Por otro de santos, mártires, penitentes. ¡Qué contrastes!

Repitamos una y otra vez: "Señor, no como yo quiero, sino como tú quieres."
"Me han quitado a mi Señor, y no sé dónde me lo han puesto." La Magdalena necesitaba ver a Jesús, poder constatar el perdón y la misericordia en los ojos de Cristo. Es como un náufrago que necesita co­gerse al madero. Pero Cristo le dice: "Mujer, ¿por qué lloras...?" Cristo no quiere darle la presencia que buscaba la Magdalena. Habrá que coger el camino de la renuncia: renunciar a ese conocimiento, a esa consolación.

La carne no sirve para nada. La visión según la carne no sirve para nada. El espíritu es el que penetra es­tas realidades espirituales.

Hay que abandonar el estadio de vida de los sentidos, pues nos condiciona y desfigura el conocimiento y nos retiene en un conocimiento material.

Hay que conocer a Cristo en su mundo, en su gloria, en su luz, en su vida, no en la nuestra.

"Ve y díselo a tus hermanos"; hay que aprenderlo todo, que hay que encontrar otra luz. Y a Cristo hay que saber detectarlo en todas las circunstancias y lugares. Hay que transcender a la vida de los sentidos, y entrar en el mundo de Dios.

En Mc 16,12:
Después de esto se apareció con otra apariencia a dos de ellos en el cami­no, cuando iban al campo.

Con otra apariencia, bajo otra forma.

Etapas de purificación a las que somete a apóstoles y discípulos.

Primera etapa: Desde las orillas del Jordán hasta la promesa de la Eucaristía.

Al principio hallaron a Jesús; aquél día fue inolvidable: fueron, vieron, y se quedaron. Desde aquel en­cuentro irán progresando a tientas hacia un conocimiento desconcertante del misterio del origen divino de Cristo. No fue fácil ir con Jesús, recoger sus palabras, entenderlas y aceptarlas. Fue un camino de de­cepciones. Decepciones venidas de Jesús, del pueblo, de los significados entre el pueblo.

Un camino de oscuridades: muchas veces no le entienden.

Todo eso va a desembocar en el Viernes Santo. Los pequeños alientos fueron los milagros. Daban ánimo, y recomponían el espíritu.

Llegan a Cafarnaúm y tiene lugar el discurso del Pan de Vida. Es un discurso decepcionante: "¿Quién podrá resistir tales palabras?" Se escandalizan muchos discípulos también (Jn 6,67).

Pedro, inspirado por el Espíritu Santo, hace un acto de fe: "¿A dónde iremos Señor, si sólo tú tienes pa­labras de vida eterna?".

Así salva al colegio apostólico y se introduce en un nuevo conocimiento: un conocimiento más según el espíritu.

Segunda etapa: Son los días de la Pasión y Muerte.

Que marcan para los apóstoles una crisis definitiva para el conocimiento de Cristo. Lo primero que vie­ron, fue el fracaso de la misión de Cristo. Así, los discípulos de Emaús decían:

Lc 24,21
21Nosotros esperábamos que sería El quien libertara a Israel, pero a todo esto ya es el tercer día desde que acaecieron estas cosas.


Es la ruina de las ideas y proyectos de los apóstoles. Además se ha producido el hundimiento total de la idea del reino. La Pasión de Cristo vendrá a dar un soberano plumazo a toda esa concepción del Salva­dor según los apóstoles. En Mc 14,27:

Todos tendréis en mí ocasión de caída, porque está escrito: 'Heriré al pas­tor, y las ovejas se dispersarán.'


En nuestra vida interior, estamos más materializados de lo que creemos. Tenemos concepciones antro­pomórficas que deben purificarse. Hay que decantar todo el lastre de materialismo y de concepción car­nal de Dios, de la Redención, del Cielo.

En resumen:

Los apóstoles están en el plano sobrenatural al precio de un desprendimiento dolorosísimo.

Los designios de Dios desconciertan y deslumbran.

Los apóstoles no comprenden nada, y están en la noche. Se trata de dejar algo más que las barcas y las redes: criterios, proyectos de vida, personalismos. La exigencia se va intensificando.

Tercera etapa: Cristo resucitado.

Empieza una nueva intimidad entre los apóstoles y Jesús. En Jn 4,24

24Dios es espíritu, y sus adoradores han de adorarlo en espíritu y en verdad


Todas las apariciones de Cristo después de resucitar, tienen algo de misterioso. Cristo aparece pero no es reconocido en seguida. Se esconde: En Emaús, en el lago. Los ojos de la carne no bastan para recono­cerlo. Cristo está forzando un conocimiento nuevo. Le quita importancia al conocimiento según los sen­tidos. Hay que ir espiritualizando el trato con Dios. Hay que ver a Dios como Él se ve.

'¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?'


Ha muerto la presencia del Cristo sensible. "Mujer, ¿a quién buscas?" Buscaba al Jesús según sus senti­dos. Le dice Jesús: ¡María! y ella le reconoce. Hay un nuevo conocimiento del Señor. Pues físicamente sequía apareciendo igual; pero en el momento en que Cristo le dice ¡María!, ella le reconoce, que en realidad es conocerlo de otra forma, menos como antes, más espiritual, más como es Cristo.

Lo que fue oscuridad se convierte ahora en luminosidad. La crucifixión se ve como algo necesario y po­sitivo. Se ha entrado en un mundo nuevo, en la Resurrección. Es necesario superar esa presencia sensi­ble de Cristo. Es necesario creer en el Cristo que no alcanzan los ojos, porque Cristo está dentro de noso­tros.

La vía purgativa equivale a la fe sensitiva, conocimiento sensible de Dios.

La vía iluminativa a la fe intelectual, con profundidad teológica.

La vía unitiva a la fe intuitiva, conocimiento intuitivo, en el que Dios da el conocimiento al alma.

Presencia en espíritu.

Cristo quiere obligarnos a interiorizarnos: de ahí las apariciones furtivas y transitorias.

Aparece para crear necesidad de estar con El, anhelo de El. Desaparece para que le busquemos, para ir introduciéndonos en la vida de la fe.

En II Cor 5,16
16Así que en adelante a nadie conoceremos a lo humano; y si un tiempo co­nocimos a Cristo al modo humano, ahora ya no lo conocemos así.

Cristo vivo en su Iglesia.
Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos.



Presencia real y activa. Presencia misteriosa, viva y vivificante. De la que han dado sobrado testimonio los mártires y los santos. No es posible conocer a Cristo sin entrar en su misterio, por eso hay que volver a nacer. Volver a nacer en la manera de pensar, volver a nacer en nuestros criterios (Nicodemus). La crisis de Pascua, fue para los apóstoles el derrumbamiento del mundo judío. Muere el judaísmo, nace la Iglesia.

Cuando San Pablo habla de morir por Cristo, no se trata solamente de algunas pequeñas mortificaciones, morir por Cristo quiere decir dejar afectiva y efectivamente este mundo, antes de morir. Hay que desprenderse antes de morir lo que nos lleva a la muerte mística.

Hay que estar muertos a los ojos del mundo. No deben importarnos las caras que nos ponen los demás por vernos muertos. No nos extrañemos de que en el ambiente en que trabajamos nos ridiculicen, nos arrinconen, nos desprecien. Ni exhibicionismos, ni esconderse. No hay que tener miedo. No seamos como los mundanos: muy apañadicos. Debemos morir a nuestros planes de ambiciones terrenales, de progresos y de satisfacción carnal. Debemos procurar un progreso que no ate, sin ambiciones terrenales vinculantes.

El Cristo Eucarístico.

Pregunta María Magdalena al personaje que ha encontrado: ¿Dónde lo habéis puesto?

Está en la Eucaristía, que es la manifestación de Cristo resucitado en su Iglesia. Es la presencia de Cristo llenando la Tierra. La Tierra es como un sagrario flotante en el Universo. Sin fe, esa presencia es irreco­nocible. Por tanto, la fe es una fuente de sabiduría misteriosa.

La pedagogía del Sacramento de la Eucaristía nos llama a volver nuestros ojos hacia nuestro interior. Cristo habita por la fe en nuestros corazones. Cristo está en su Iglesia haciéndose Eucaristía.

6A medianoche se oyó un grito: 'Ya está ahí el esposo, salid a su encuentro'. Mt 25,6


Vayamos al sagrario. La medianoche es la noche que estamos viviendo ahora, y el Señor quiere esa pre­sencia (la Eucaristía) para esta noche que vivimos.

El Maestro está aquí y te llama.

Está en el sagrario, en la Iglesia, en tu corazón.
_________________
NO SOY VETERANO

TODO POR JESUS Y MARIA.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Tomás Bertrán Mercader
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 1503
Ubicación: España

MensajePublicado: Lun Feb 27, 2006 10:18 pm    Asunto:
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Con vuestro permiso, seguimos con La Alegría:

"SOLO TU TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA"
Y
"DICHOSOS LOS QUE ESCUCHAN LA PALABRA DE DIOS"


La Palabra y la Eucaristía, fuentes de alegría.

P. Faber: "Algunas vistas de lejos se asemejan a esos picos gigantescos que se elevan a grandes alturas, son convulsiones y cataclismos los que los han aupado tan alto."

La verdadera alegría, nace de algunas convulsiones para llegar tan alto. Hay que pasar por una serie de noches.

La verdadera alegría, no es optimismo, no es reacción sicológica de la persona, no es bienestar y suerte, fruto de tener buena salud, buen sueldo, etc. Chesterton decía que un optimista es un bobo feliz.

"El que a Mí me encuentra, encuentra la Vida."

La verdadera alegría, nace de la fe. De creer en el amor. "Mi vivir es Cristo y el morir es mi ganancia."

Es creer en la Redención. Dios quiere hacerme un hombre nuevo. Esta alegría y gozo es alegría en la fe, y tiene la fuerza de nuestra fe. La medida de nuestra fe es la medida de nuestra posibilidad de alegría. Es tan así, que es compatible con las vicisitudes y contrariedades de la vida.

Decía Bernanos: "Cuando la juventud se enfría, el mundo entero se pone a tiritar."

y nosotros: "Cuando la alegría cristiana se enfría, el mundo enloquece."

¿No será que el mundo está enfermo porque nosotros nos hemos enfermado?

Cuando la luz mengua, se intensifican las tinieblas. La verdadera alegría y gozo tarda en surgir. Es virtud, y no nace por generación espontánea. Tiene el grado de consistencia que le dan los hábitos virtuosos. No hay alegría fuera de la virtud. Las virtudes no pueden crecer aisladamente, y la alegría está entre ellas.

Las dos columnas de la alegría.

Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios.

La Palabra es columna de la alegría por lo que manifiesta y por lo que afirma.

¿Qué es para nosotros la Palabra de Dios? ¿Es para nosotros fuente de alegría?

Leemos en el Evangelio:

"¡Nadie ha hablado jamás como este hombre!"

"¡Bendito el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron!"

Los discípulos de Emaús, al hablar de Jesús, en Lc 24,13 y ss

13Aquel mismo día, dos de ellos se dirigían a una aldea distante de Jerusalén sesenta estadios, llamada Emaús. 14Conversaban de todos estos sucesos, 15mientras ellos hablaban y discurrían, Jesús mismo se les acercó y caminaba con ellos. 16Pero sus ojos estaban impedidos para reconocerlo........................................31Y sus ojos se abrieron y lo reconocieron, y desapareció de su lado. 32Y se dijeron uno a otro: "¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?"

Sin embargo, quizá la Sagrada Escritura es el libro que menos conocemos, o que no conocemos suficientemente.

¿Hemos pensado y meditado suficientemente la Palabra de Dios?

¿Hemos descubierto el tesoro de la Palabra de Dios?

¿Somos hombres de la Palabra?

Sin embargo, toda la Palabra de Dios está en casa, en un librito. La Palabra de Dios es el testamento de Dios para mí.

¡Cuánto años llevo, y qué poco he meditado en la Palabra de Dios!

Indica la dura cerviz, que estamos chalaos. No somos capaces ni de ser egoístas. No somos sedientos de la Palabra de Dios, para poder chafardear bien los misterios de Dios y poder ver la encarnación de ellos en mi vida. (Ejemplo del hermano Zacarías de la Trapa de la Oliva, a quien su padre les contagió la necesidad de rezar cada día el Rosario)

El fundamento de la vida debe ser orar, leer la Palabra de Dios, y recibir los Sacramentos.

¡Qué gravísima equivocación estamos teniendo! No leemos suficientemente la Palabra de Dios.

"¡Di una sola palabra, y mi alma quedará sana!"

Así en nuestras misas, que nadie se entera: los que no están, los que están llegando, y los que están por los que están llegando. En cambio, "María conservaba todas estas cosas en su corazón, todas las palabras". Desde la primera palabra del Niño Jesús. "Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica."

En la parábola del sembrador y la semilla, el diablo es el cuervo, la pezuña, la zarza, el terreno pedregoso. Está siempre alrededor de la Palabra. Le tiene miedo a la Palabra, porque la Palabra obra ex opere operato. Y, sin embargo, la Palabra de Dios es la que nos ha creado y nos ha redimido.

La Palabra es la que ha hecho nuestra existencia, nuestro destino. Es la que crea el Pueblo de Dios. Nos reúne, nos convoca y nos vivifica. Crea los Sacramentos. (En los Sacramentos, la forma es Palabra).

La Palabra es la que perdona nuestros pecados.

Así, hemos de tener un gran recogimiento religioso en la lectura de la Palabra de Dios.

Es tan importante, que es Dios, es la que juzgará a las naciones, a la comunidad y a cada uno de nosotros.

Leemos en Jn 12,47-48

47Yo no juzgo al que oye mis palabras y no las guarda; pues no he venido a juzgar al mundo, sino a salvarlo. 48El que me rechaza y no acepta mi doctrina, ya tiene quien lo juzgue; la doctrina que yo enseñé lo juzgará en el último día.


Es la Palabra la que nos juzgará también.

¿Por qué no tenemos hambre de la Palabra?

Porque no la hemos leído suficientemente, o suficientemente bien. Antes de leer la Palabra, hemos de ambientar el alma, haciendo un poco de oración. Tal vez leerla después de un buen rato de recogimiento, por ejemplo después de una visita al Santísimo.

El sistema es:

Leer Þ callar Þ pensar Þ admirar Þ amar Þ caminar.

Caminar es poner en obra la Palabra. Debe leerse con el mismo espíritu con que se pronunció y con que se escribió. Se trata de escuchar, que es oír con amor. Se trata de que la Palabra pueda entrar en nuestra vida. Hay que escucharla con ganas.

'El que es de Dios, oye mi voz'

'Penetra hasta la médula...
'

Los ortodoxos, tienen la Sagrada Escritura en el altar mayor de las iglesias. ¿Por qué no tener la Sagrada Escritura entronizada en casa? Hay que tratarla como a la Eucaristía. No pasemos de cualquier manera ante la Palabra y ante la Eucaristía. Hemos de tener la actitud de la hemorroísa en medio de la muchedumbre. No basta cualquier forma de orar, de escuchar. Es necesaria una lectura creyente, expectante, contemplativa. La Sagrada Escritura es mucho más que una historia: es una profecía. Es ver, prever, preconocer. Es una revelación clamorosa de los misterios de Dios. Está manifestado Dios en su esencia: su amor.

Es la historia de la Salvación. Son los caminos de la Salvación. Son los secretos de la Salvación.

Nos dice lo que pasó, lo que pasa y lo que pasará. Es la historia de la vida, el destino de la vida, el camino de la vida. Posee el secreto de la vida.

"Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia."

"Sólo tú tienes palabras de vida eterna." (Jn 6,68)

En Jn 1,4 :

4Cuanto ha sido hecho,
en El es vida,
y la vida es la luz de los hombres;




y en II Tim 3, 15-16

15pues desde la infancia conoces las Sagradas Letras, las cuales pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por la fe en Jesucristo. 16Pues toda la Escritura divinamente inspirada es útil para enseñar, para argüir, para corregir, para formar en la justicia.



La Palabra de Dios habla, señala y manifiesta. La Palabra de Dios ilumina y transforma.

"El que viene en pos de mí, no anda en tinieblas."

Sin la Palabra y sin la Eucaristía, no puede haber verdadera vida en Dios.

¿Soy un hombre a quien Dios ha hablado poco? Necesito estar transido de la Palabra. Necesitamos hombres a quienes Cristo les haya hablado y a quienes Cristo les está hablando.

Dichosos los que le han reconocido en la fracción del Pan.


La Eucaristía es columna por lo que es y por lo que da.

Hay que reconocerlo en la Eucaristía.

La Eucaristía es el paroxismo que sólo el amor de Dios podía crear e inventar. No hay en toda la historia de la humanidad cosa parecida.

La única aproximación bastarda es el panteísmo hindú. La Eucaristía es el amor infinito, y el anonadamiento infinito. Sólo la explica el amor infinito. Parece un disparate. Anonadamiento infinito. La majestad de Dios,

Ap 19,6

6Luego oí como una voz de una gran multitud y como una voz de muchas aguas, y como una voz de potentes truenos, que decía: "¡Aleluya! porque el Señor, nuestro Dios, omnipotente, ha establecido su reino.



Ex 19,20

20Yavé, pues, descendió sobre la montaña del Sinaí, invitó a Moisés a subir a la cima, y Moisés subió. 21Yavé dijo a Moisés: "Desciende e intima al pueblo que no irrumpa hacia Yavé para observar, no vayan a perecer muchos. 22Que también los sacerdotes, que se acercan a Yavé, se santifiquen, para que Yavé no irrumpa contra ellos."



Y se hace anonadamiento infinito.

No esperemos de Dios otra cosa que el que El nos ame y nos enseñe a amar. En Cristo hemos descubierto el amor de Dios, la debilidad y el sufrimiento de Dios por nosotros. El mundo debería ser una Eucaristía. Amor, oblación, acción de gracias y Comunión.

Cristo es amor que se da.

Oblación: entrega absoluta de todo el ser.

Se hace acción de gracias.

El día que todos los hombres estemos en actitud eucarística, se terminará el mundo.

La Eucaristía es el banquete de la vida, del amor, del gozo.

"Tu Palabra me da vida..."

"El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene la vida eterna."

_________________
NO SOY VETERANO

TODO POR JESUS Y MARIA.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Tomás Bertrán Mercader
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 1503
Ubicación: España

MensajePublicado: Mar Feb 28, 2006 5:16 pm    Asunto:
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Mañana empieza la Cuaresma, Miércoles de Ceniza, ayuno y abstinencia, por lo que quiero terminar las meditaciones sobre La Alegría. Copio la última meditación:

LA ALEGRÍA DE JESÚS, LA ALEGRÍA DE MARÍA, DE LOS MÁRTIRES, DE LOS SANTOS.


Decía Orígenes que la flor de la Sagrada Escritura es el Nuevo Testamento, y la flor del Nuevo Testamento es el evangelio de San Juan. Nosotros decimos que la flor del Evangelio de San Juan es el discurso de la Santa Cena. Y así, en los capítulos 14, 15 y 16 nos entrega el Evangelio de la alegría. Se intenta explicar el gozo infinito de Dios, y el destino del hombre al gozo infinito. Nos va a faltar eternidad para poder gozar tanto gozo.

La paz os dejo, mi paz os doy. (Jn 14,27)

Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté dentro de vosotros, y vuestra alegría sea completa. (Jn 15,11)

...pero vuestra tristeza se cambiará en alegría. (Jn 16,20)

Así también vosotros estáis ahora tristes, pero yo os veré otra vez y vuestro corazón se alegrará, y nadie os quitará ya vuestra alegría. (Jn 16,22)



Aquella despedida fue una síntesis del mensaje de Jesús. Jesús, exalta la alegría del segador cuando vuelve a casa. Exalta la alegría del hombre que encuentra un tesoro. Hasta tal grado es gozo, que vende cuanto tiene. La alegría del pastor que encuentra la oveja perdida. No dice lo que tuvo que padecer para encontrarla. Exalta la alegría de la mujer que acaba de dar a luz, que se olvida de los sufrimientos del parto. Exalta la alegría de las bodas de Caná. Cuando ya estaban "colocados", les convierte el agua en vino. Exalta la alegría del padre del hijo pródigo. De tal manera reina la alegría en aquel encuentro, que el hijo pródigo, no se lo puede creer. La alegría que hay en los cielos por un pecador que se convierte. La alegría de los niños que se acercan a Él. Y el cielo es para los niños. La alegría del joven rico: "y le miró sonriendo..."

Ya las notas mesiánicas (las profecías) vienen exaltando esa alegría:

"Anunciará la salvación a los pobres, a los afligidos el consuelo, la liberación de los posesos."

La alegría de poder vivir en la paz de Dios, en el gozo de Dios. Su alegría es ver la acogida de la Palabra. Por eso se queja de que hay pocos labradores para la mucha mies. Su alegría es la alegría de la conversión, y contemplar la generosidad de aquella viuda. Alegría porque los pequeños tienen acceso a los misterios de Dios.

La alegría de Jesús es una alegría misteriosa, inefable.

Su vida está acosada de persecución, angustia y calumnia, pero Él vive una alegría que nadie podrá arrebatarle: "El Padre me conoce, y yo conozco al Padre." Esa es la fuente de su gozo.

En la medida que uno es conquistado por Jesús, es conquistado por la alegría. Cuando los discípulos de Emaús comentaban su encuentro con Jesús, decían:

"¿No ardían nuestros corazones dentro de nosotros mientras en el camino nos hablaba y nos declaraba las Escrituras?" (Lc 24,32)

No sólo les ardían los corazones por lo que Cristo les contaba, sino por el gozo de estar descubriendo la historia del Mesías.

41Y como ellos no creían aún, de pura alegría y admiración les dijo: "¿Tenéis algo de comer?" (Lc 24,41)

En la aparición a los once, el encuentro con Cristo resucitado fue una explosión de alegría. Era demasiado grande aquella visión.

También Pedro en el lago, después de la Resurrección cuando Juan dijo "es el Maestro", saltó en paños menores por la alegría. Jesús es la alegría. La alegría sustancial, eterna, infinita.

La alegría de María y de los santos, es manifestación de la alegría de Jesús.

"Gaudete in Domino" nos decía Pablo desde la Prisión. Y desde hace veinte siglos, esta fuente de alegría no ha dejado de manar en la Iglesia. Es la que explica la alegría de María: ¡Fiat!. Es el himno a la obediencia y el himno de la alegría. Es la palabra del verdaderamente enamorado. Fue un canto de gozo que era decir: Sí, lo que Él quiera, como Él quiera. Es una abertura total. Sólo quiero transformarme en el amor. Ya se lo que Dios quiere de mí. ¡Qué gozo hacer todo y solo lo que Dios quiere! Me ha mirado. He descubierto el abismo del amor infinito. Me ha hablado, me ha dicho que está enamorado de mí. He encontrado lo que Dios quiere de mí. Ya todo me da igual: lo único importante, hacer en todo únicamente todo lo que Él quiera y sólo lo que Él quiera.

Cuando uno ama a María, se contagia de María. Por eso ella es Causa de nuestra alegría. Ella vivió como nadie la presencia del Reino de Dios. El Reino de Dios es reino de Verdad, de la Vida, de Santidad y Gracia, de Justicia y Amor, de Paz.

Nadie más santa que ella. La criatura perfecta: "El Señor está contigo." Llena de justicia, de fidelidad. Por eso estalla en el Magníficat:

"Mi alma proclama la grandeza de Dios..."

El cristiano es el hombre que ha descubierto que Dios le ama. Y con eso basta. Todo lo demás sobra, y aún estorba. Dios me ha dado su amistad, su benevolencia, su vida. Esto es magnífico, impresionante.

María es un exponente de lo que Dios quiere hacer con nosotros:
"Desde ahora me felicitarán todas las generaciones." Los cielos están esperando a que nos abramos a Él para obrar maravillas en nosotros. Dios me ha llenado de dones. El Todopoderoso ha hecho obras grandes en mí:

Me ha salvado de la muerte eterna.

Me ha salvado de la desesperación ante la muerte.

Me ha introducido en la Vida. En su Vida. Voy a ser vida de Dios.

Me ha redimido, y me ha redimido Él mismo. No quiere sustituciones. El buen pastor no mandó al zagal a buscarme a mí, oveja perdida.

Ha venido a vivir mi vida para que yo pueda vivir su vida.

Dios, todo Él, es mío.

Soy coheredero con Cristo, puesto a nivel del Verbo encarnado. Todo lo que es de Él, es mío. Todo lo suyo es mío. Soy su coheredero.

Él es mi gloria, mi consuelo, es mi todo. Él se ha hecho Padre mío: verdadero Padre. El Espíritu Santo es mi consolador, mi abogado, mi vida de gracia.

Él obra en mí siempre, de día y de noche, en la calma y en la tempestad. Y yo puedo amarle sin medida ya ahora.

54Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia

55-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.


Cada uno de nosotros es Israel. El amor lleva a la fidelidad. Dios es la fidelidad, la misericordia. Fiel aunque nosotros seamos traidores: lo ha prometido. Dios me ha amado y ya siempre me amará. Eso es lo terrible del infierno: que Dios nos seguirá amando, y no se podrá producir ese encuentro de amor.
"La fidelidad del Señor es eterna."

13Si nosotros no le fuésemos fieles, Él permanecerá fiel, pues no puede negarse a sí mismo. (II Tim 2,13)

No puede dejar de amarnos, es la debilidad de Dios. Cuando empieza a amar, ama para toda la eternidad.

16Señor, por ti vive mi corazón,
vive mi espíritu;
dame la salud, devuélveme la vida.

17Oh, sí, en salud se cambia mi amargura:
Tú has salvado mi alma
de la fosa del vacío;
te has echado a las espaldas
todos mis pecados.
(Is 38,16-17)

Dios nos dice: "no quiero saber nada de tus pecados, sólo me importas tú". Realmente,... mi Dios y mi todo.

Él no huye cuando yo caigo y yo me hundo. Una madre no se va de verbena cuando el hijo está enfermo.

"Cuando tus hijos te pregunten cómo has entrado en la tierra de Canán, les dirás: Nos sacó el que es Dios de Abraham..."

Lo peor del pecado, no es la transgresión de la ley, sino la traición al amor de Dios. Eso no tiene perdón, y sin embargo, Él nos perdona.

Decía Pablo VI:

"Después de María, la expresión de la alegría más pura y ardiente la encontramos allá donde la cruz de Jesús es abrazada con el más fiel amor: en los mártires."

"Dichosos vosotros cuando sufráis todo esto por mi causa."

Bienaventurados.

Hay una alegría escondida en:

Podar la viña: la mortificación, la penitencia.

Estar ante los tribunales por Cristo, por Dios.

Ser condenado, calumniado, perseguido.

Repetir sus huellas, da un gozo especial. Es algo para vivir, no para explicar. La alegría es de un manantial que brota de la cepa de la Cruz.

Decía San Ignacio de Antioquía, yendo hacia el martirio:

"Con gran alegría os escribo, deseando morir. Mi amor, mis pasiones terrenas, están crucificadas; ya no hay en mí fuego que haga arder la materia; lo que hay es un murmullo de agua viva que me dice interiormente: ¡Arriba, ven al Padre!"

Esta alegría nace de una experiencia apasionada de amor: es gustar apasionadamente de Dios, con amor.

La alegría de los santos.

Decía también San Ignacio de Antioquía:

"A todos, muchísima, perfecta e irreprochable alegría."

Y en I Pe 1,8

8al cual amáis sin haber visto, en el cual ahora, sin verlo, creéis y os alegráis con gozo inefable y glorioso.

Y dice el ritual del Bautismo:

"Que siempre te sirva alegre en tu Iglesia."

Y San Francisco de Asís:

"Llora en tu celda, y cuando vuelvas con tus hermanos deja tu tristeza."

Para San Francisco, la alegría brota de la pobreza, de la sencillez y del desprecio vivido y aceptado.

En un himno adicional de Laudes y Vísperas, leemos

"Ya no temo Señor la tristeza,
Cristo está conmigo,
ya no temo la tristeza."


FIN
_________________
NO SOY VETERANO

TODO POR JESUS Y MARIA.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Tomás Bertrán Mercader
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 1503
Ubicación: España

MensajePublicado: Mar Mar 14, 2006 4:39 pm    Asunto:
Tema: SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Responder citando

Ayer me confesé,y a mis 62 años me doy cuenta de que todavía tengo rincones, o salas, en donde me las reservo para mí en vez de dárselas a Dios. Todavía tengo mundo en mi interior. Pienso que tengo ganas de jubilarme y que me toque un pequeño premio en la Lotería (cada viernes juego un número a los ciegos, que bajo la excusa de que de esta forma ayudo a los invidentes, pero juego un número), y lo hago para viajar con mi esposa. Me encante viajar, y con la edad más. Ver paisajes, Catedrales, castillos, museos.....En mi juventud pasaba por el mundo sin asombrarme de las cosas, y ahora empiezo a asombrarme de la belleza, del arte, de la naturaleza....y aunque es bueno el no perder el asombro por las cosas hermosas que el Creador ha hecho, creo que en cierto modo es que sigo apegado al mundo. No sé, a lo mejor hago reir a Dios con mis tonterías, pero por si acaso me confesé de ello. En sus manos dejo mi alma y mi cuerpo y El, segurísimo, sabrá moldearme.
_________________
NO SOY VETERANO

TODO POR JESUS Y MARIA.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Mostrar mensajes de anteriores:   
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Temas Controvertidos de la fe y la moral Todas las horas son GMT
Página 1 de 1

 
Cambiar a:  
Puede publicar nuevos temas en este foro
No puede responder a temas en este foro
No puede editar sus mensajes en este foro
No puede borrar sus mensajes en este foro
No puede votar en encuestas en este foro


Powered by phpBB © 2001, 2007 phpBB Group
© 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados