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¿México siempre fiel? excelente articulo!

 
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llazcano13
Moderador
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Registrado: 03 Oct 2005
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MensajePublicado: Jue Abr 03, 2008 8:14 pm    Asunto: ¿México siempre fiel? excelente articulo!
Tema: ¿México siempre fiel? excelente articulo!
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¿México siempre fiel?
Luz del Carmen Abascal Olascoaga


Juan Pablo II, el “Papa mexicano”, el hombre que eligió a México para ser el primer país que visitara como Sumo Pontífice; el hombre al que los mexicanos amamos, al que acogimos como nuestro padre.

Hoy se cumplen tres años de su fallecimiento, pero como siempre, “¡se ve, se siente, el Papa está presente!”. Sigue presente en nuestra memoria –“Me voy pero no me voy, me voy pero no me ausento, porque aunque me voy, de corazón me quedo”–, y ahora, el siervo de Dios está en un eterno presente con Aquel a quien sirvió durante 85 años.

Entre las muchas, muchísimas cosas que dijo el siervo de Dios, Juan Pablo II, sobre México –además de la famosa frase: “Los mexicanos, saben rezar; los mexicanos, saben cantar; pero más que todo, los mexicanos, ¡saben gritar!”–, encontramos siete bendiciones que pronunció durante su cuarta visita a nuestro país, en 1999, en la ceremonia de despedida; siete bendiciones que, hoy, yo no sé si nos merecemos:

“¡Dios te bendiga, México!, por los ejemplos de humanidad y de fe de tus gentes, por los esfuerzos en defender la familia y la vida”.

Mexicanos, ¿qué estamos haciendo por la vida, por la familia? ¿Cuántos abortos “legales” se han practicado ya en el Distrito Federal? ¿Cuántas vidas destrozadas? ¿Cuántas familias desunidas por el individualismo y el egoísmo?

¿Dónde están esos “esfuerzos en defender la familia y la vida” que mencionó en aquella fecha memorable el hoy siervo de Dios, Juan Pablo II? ¿Dónde? Unas cuantas movilizaciones aisladas, con un poder de convocatoria –¡qué lamentable!– muy limitado, porque los grupos provida –católicos y no católicos– tienen su propio “plan”, su propia “agenda”, y son incapaces de actuar en conjunto… “La unión hace la fuerza”, dicen, pero a la hora de la verdad, cada uno quiere llevarse el mérito, la gloria, el reconocimiento.

Y luego está la gente. Sí, tú, mexicano, no importa de qué religión, raza, sexo o clase social seas, tú que no prestas tu voz para gritar contra las injusticias, tú que crees que “ya otros irán a protestar”, tú que piensas que no porque acudas a una pública manifestación lograrás cambiar las cosas, tú que por decidia dejas de hacer lo que sólo tú puedes hacer… Tú también eres responsable.

Juan Pablo II hizo especial hincapié en la defensa a la vida y la familia, a lo largo de todo su pontificado. Recalca el compromiso que tiene la familia en la formación de una comunidad de personas, en el servicio a la vida, en la participación en el desarrollo de la sociedad, y en la participación en la vida y misión de la Iglesia.

En efecto, la familia es la “célula más pequeña de la sociedad”, la “pequeña iglesia”, la “iglesia en casa”. Atentar contra ella, es atentar contra todo lo más sagrado que posee el hombre, es atentar contra ese espacio seguro, quizá el único, que tiene cada ser humano.

¿Merecemos esa bendición de Juan Pablo II? Yo creo que, hoy por hoy, poco estamos haciendo por ganarla… pero podemos hacerlo. Sólo necesitamos de un poco de voluntad, de diálogo, de desprendimiento de nuestros egoísmos.

“¡Dios te bendiga, México!, por la fidelidad y amor de tus hijos a la Iglesia. Los hombres y mujeres que componen el rico mosaico de tus diversas y fecundas culturas encuentran en Cristo la fuerza para superar antiguos o recientes antagonismos y sentirse hijos de un mismo Padre”.

Mexicanos, ¿realmente somos fieles y amantes de la Iglesia? ¿Nos esforzamos en encontrar “en Cristo la fuerza para superar antiguos o recientes antagonismos”? ¿O nos enzarzamos en disputas que no nos permiten crecer como nación?

Hoy, pareciera que la Iglesia es el blanco favorito de los ataques del mismo México que fuera bendecido por Juan Pablo II. Acusaciones de pederastia a diestra y siniestra, procesos contra cardenales. ¡Hay que resaltar todo lo malo, aunque sea poco, hay que hacerlo parecer mucho!

El mismo Juan Pablo II reconoció los errores de la Iglesia, y pidió perdón por ellos. Y es que claro, la Iglesia está formada por hombres, y, por tanto, no es perfecta. Pero de ahí, a satanizarla como nos hemos empeñado en hacer… ¿dónde estás, mexicano “fiel”?


“¡Dios te bendiga, México!, que cuentas con numerosos pueblos indígenas, cuyo progreso y respeto quieres promover. Ellos conservan ricos valores humanos y religiosos y quieren trabajar juntos para construir un futuro mejor”.

¿Cuánta realidad hay en esta afirmación? ¿Realmente incluimos a esos “numerosos pueblos indígenas”? ¿Es cierto que nos esforzamos en promover su “progreso y respeto”?, o, por el contrario, los discriminamos y los marginamos como si no pudieran aportar nada a esta cultura de la que ellos también son fundadores.

“¡Dios te bendiga, México!, que te esfuerzas en desterrar para siempre las luchas que dividieron a tus hijos mediante un diálogo fecundo y constructivo. Un diálogo en el que nadie quede excluido y acumune aún más a todos tus habitantes, a los creyentes fieles a su fe en Cristo y a los que están alejados de Él. Sólo el diálogo fraterno entre todos dará vigor a los proyectos de futuras reformas, auspiciadas por los ciudadanos de buena voluntad, pertenecientes a todos los credos religiosos y a los diversos sectores políticos y culturales”.

No necesito recordarte, estimado lector, el doloroso proceso por el que pasamos durante las elecciones del 2006, y la continua tensión que cierto personaje que se dice “mexicano” sigue generando en nuestra sociedad.

Hoy, la falta –y casi ausencia– de diálogo, es una realidad. Desde las elecciones antes mencionadas, la vida de este país ha estado marcada por la estrategia “golpista” de un sector de la sociedad, por el manejo de intereses políticos que llevan, más que a un diálogo, a la construcción de “alianzas” que tienen como fin, no llegar a un acuerdo con la oposición, sino destruirla.

Pero la forma de desterrar para siempre esas luchas que dividieron a los mexicanos, no es recordando pasadas afrentas, ni regodeándonos en nuestros errores, sino mirando hacia delante con ojos esperanzados y manos prontas para el trabajo.

Olvidemos ya esas rivalidades partidistas, olvidemos esas enemistades personales que cada uno tenemos. ¿Por qué no trabajar juntos en el mismo sentido? Juan Pablo II se esforzó toda su vida en hacer del diálogo una realidad.

Él nos dio buen ejemplo propiciando conversaciones con líderes de otras religiones, lo que hoy conocemos como “diálogo interreligioso”.

Debemos trabajar mucho, mucho, para merecer esta bendición que, generosamente, Juan Pablo II nos regaló.

“¡Dios te bendiga, México!, que sigues extrañando a tus hijos emigrantes en busca de pan y trabajo. Ellos han contribuido también a propagar la fe católica en sus nuevos ambientes y a construir una América que, como manifestaron los Obispos en el Sínodo, quiere ser solidaria y fraterna”.

Es cierto que hemos luchado mucho para que se respete a nuestros migrantes, principalmente en países como Estados Unidos, pero es un hecho que nos falta mucho. Tenemos que ser capaces de generar las suficientes condiciones como para no orillar a nuestra gente a buscar mejores oportunidades en una tierra extraña, sino en esta, que es la suya, la que los vio nacer; la tierra que pisó la “morenita” de Guadalupe, y que besó Juan Pablo II.


“¡Dios te bendiga, México!, por la libertad religiosa que vas reconociendo para quienes lo adoran dentro de tus fronteras. Esta libertad, garantía de estabilidad, da pleno sentido a las demás libertades y derechos fundamentales”.

¿Libertad religiosa? Sí, hoy quizá estemos un paso más adelante que durante la Cristiada, pero… Hoy se critica a un político si se le ve en misa; o se le enjareta la “retrógrada” postura de la defensa de la vida a los católicos y a los padrecitos, cuando en realidad, no se trata de una postura religiosa, sino humanista.

Hoy, se descalifica cualquier afirmación que suene a “moralista”, “religiosa”, o “mocha”. Hoy, lo que cuentan son las afirmaciones científicas; lo políticamente correcto es decir que hay libertad religiosa… y criticar a todo aquel que no sea “laicista” –que no es lo mismo que laico–.

¿Dios te bendiga, México? ¡Dios te ilumine, México, para que abras los ojos, y te des cuenta de todas tus deficiencias, de todo lo que te falta para llegar a ser “la luz de América”!

“¡Dios te bendiga, México!, por la Iglesia que está presente en tu suelo. Los Obispos, junto con los sacerdotes, consagrados, consagradas y laicos, comprometidos en la nueva evangelización, fieles a Cristo y a su Evangelio, anuncian en tu tierra, desde hace casi cinco siglos, el Reino de Dios”.

Dios te bendiga, México, por esta Iglesia que, llena de fallas, de errores, de debilidades, sigue en pie, haciendo el bien.

Y recordemos, la Iglesia no son sólo los obispos y los “padrecitos”, la Iglesia somos todos. También a ti, católico; a ti, católica, te toca fortalecer esa sagrada institución, motivo de bendición para el pueblo mexicano.

El siervo de Dios, concluyó su visita pastoral con una afirmación bellísima, y tremendamente significativa para los mexicanos: “quiero reafirmar mi plena confianza en el porvenir de este pueblo. Un futuro en el que México, cada vez más evangelizado y más cristiano, sea un país de referencia en América y en el mundo; un país donde la democracia, cada día más arraigada y firme, más transparente y efectiva, junto con la gozosa y pacífica convivencia entre sus gentes, sea siempre una realidad bajo la tierna mirada de su Reina y Madre, la Virgen de Guadalupe”.

Estas bendiciones, más que reconocer una realidad, me parece que reconocían una posibilidad. Juan Pablo II veía en México carisma, futuro, quizá liderazgo; sabía que los mexicanos seríamos capaces de muchas cosas.

Así, más que bendiciones, el “Papa mexicano” expresaba exhortaciones. Nos mostraba lo que debíamos ser y hacer para llegar a ser una gran nación. ¿Responderemos a la invitación de aquel hombre al que amamos?






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El día de la Asunción del año 1583, al recibir la sagrada comunión en la iglesia de los padres jesuitas, de Madrid, oyó una voz que le decía: «Luis, ingresa en la Compañía de Jesús»
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El Rockero
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MensajePublicado: Sab Abr 05, 2008 12:18 am    Asunto:
Tema: ¿México siempre fiel? excelente articulo!
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Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed










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