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wille Asiduo
Registrado: 28 Feb 2008 Mensajes: 481
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Publicado:
Jue Jun 26, 2008 10:18 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Bueno beatriz.
En realidad eso que mencionas ya existe, en Mexico el Partido Accion Nacional tiene mucha vinculacion con la Iglesia , incluso lo han catalogado como el partido de la iglesia. Es el que gobierna ahora.
Al igual la Iglesia Catolica en Mexico es considerada la Oficial, en los medios televisivos (aire) transmiten las mañananitas a Nuestra Señora de Guadalupe, noticias sobre el Papa, sobre algun Obispo o sacerdote, no hacen ningun acto amarillista o chisme sobre la Iglesia. Otras sectas o religiones no son mencionadas a menos que hayan hecho algo malo sus integrantes.
La cultura principal de MExico esta junto con el catolicismo, sus costumbres todo. En los pueblos los gobierno municipales y estales, apoyan a fiestas hechas al patron de sus iglesias. El dia de muertos asi como semana santa son dias festivos que no se trabaja.
Si el Gobierno de Mexico no fuera Catolico, creo que no dejaria hacer todo esto y cambiarian muchas cosas. Sin embargo que pasa?
Existe Corrupcion al Maximo, trafico de influencias, delicuencia organizada, produccion de droga y venta, traficante de blancas, asesinatos, robos, secuestros, en fin todo los vicios que te puedas imaginar.
entoces donde esta el cambio, o lo que idealizas? y asi es toda america latina, brasil que es un lugar donde hay mas catolicos y su gobierno tambien.
Lo estamos viviendo en carne viva eso que tu sugieres. |
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wille Asiduo
Registrado: 28 Feb 2008 Mensajes: 481
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Publicado:
Jue Jun 26, 2008 10:41 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Dentro de Mexico, La Iglesia ha tenido mucha participacion en la politica, Algunos clericos se codean con ellos, van a jugar golf, a comidas y cuando cumplen años invitan a mucho politico.
Ahora sobre lo que tu dices de gobernar con libertad, con honestidad y los valores que da la Iglesia es algo que ya se escucha muchas veces, y cada candidato lo dice en su campaña, dice puras cosas buenas que si que la gente casi lo hace santo. Pero a la hora de la hora, alli esta el problema.
Te digo estuve trabajando en el gobierno, no como politico sino como servidor publico, pero me di cuenta de muchas cosas.
Y te lo voy a poner por etapas.
- Eljgen a un candidato sacado del pueblo , con excelente valores, religiosos , educacion , gente humilde, con una bonita familia. Para captar la atension del pueblo y que se indentifique con el.
- Esta no tiene apoyo $$ suficiente para su camapaña , ya que el partido le da poco, entoces la iniciativa privada o alguno que otro lo apoya.
- Este gana por que aplica sus valores, religion , educacion en sus PROMESAS y por que se ve el mas honesto pero sobre todo , por que recibio mucho apoyo $ y ayudo mucho.
- Inicia, su gobierno elige un grupo de trabajo honesto sincero como el. PERO! vienen las personas que lo apoyaron, las empresas. Ahora nosotros necesitamos de TI. Mete a fulanito a sotanito, aunque no trabaje.
- Las empresas que lo apoyaron le piden ahora su paga, ahora el tiene que comprar alli todo aunque no lo vendan, inflan costos etc. le dan su diezmo, se da cuenta el tesorero y tambien quiere su mochada, se da cuenta el obras y tambien.
- Se aleja de su familia, se sus problemas por estar metido dia y noche, de cuadrar las cuentas, de ver como sobornar a los del cabildo para que adquieran equipo o obras en las empresas que lo apoyaron.
- La esposa cumple un aspecto social al acompañarlo pero se siente desplazada, surgen problemas, discuisiones, etc. El otro aprovecha invitaciones que le hacen de reuniones, lo van comprando con mujeres alcohol.
- Va sacando poco a poco al equipo que eligio al principio como honesto y va metiendo a otros que le ayuden en sus transas.
- Al final las cuentas ya no da, no hay para pagar se endeuda(cuantos paises , estados o municipios tienen deudas internas)
- Este despues de no hacer nada de lo que prometio o casi nada, sale de su gobierno pero a la vez protegido por su partido para que no le hagan ningua averiguacion o investigacion de su anterior administracion.
el presupuesto asignado anual se utiliza desde entonces 70% para nomina y gastos personales y el resto para obras y ayuda a la comunidad.
Esto es un caso real, yo lo vivi y bueno hay otros que son mas duros porque se ve asesinatos secuestros , amenazas, etc.
saludos. |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Vie Jun 27, 2008 5:01 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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wille escribió: |
- Eljgen a un candidato sacado del pueblo , con excelente valores, religiosos , educacion , gente humilde, con una bonita familia. Para captar la atension del pueblo y que se indentifique con el.
- Esta no tiene apoyo $$ suficiente para su camapaña , ya que el partido le da poco, entoces la iniciativa privada o alguno que otro lo apoya.
- Este gana por que aplica sus valores, religion , educacion en sus PROMESAS y por que se ve el mas honesto pero sobre todo , por que recibio mucho apoyo $ y ayudo mucho.
- Inicia, su gobierno elige un grupo de trabajo honesto sincero como el. PERO! vienen las personas que lo apoyaron, las empresas. Ahora nosotros necesitamos de TI. Mete a fulanito a sotanito, aunque no trabaje.
- Las empresas que lo apoyaron le piden ahora su paga, ahora el tiene que comprar alli todo aunque no lo vendan, inflan costos etc. le dan su diezmo, se da cuenta el tesorero y tambien quiere su mochada, se da cuenta el obras y tambien. |
Un cristiano valiente les dice: HASTA AQUI HERMANITOS! Yo soy el que manda y ustedes hacen lo que yo digo.
Cita: | el presupuesto asignado anual se utiliza desde entonces 70% para nomina y gastos personales y el resto para obras y ayuda a la comunidad. |
Y que se repite en la mayoría de nuestros países. Algo que debería cambiar. Lo que sucede es que los honestos no le entran a la política porque es "sucia", no se quieren ensuciar, y la historia sigue igual.
A un amigo que es una persona muy honrada y de reputación intachable le vienen a tocar la puerta víspera de elecciones municipales para que se postule. Le dicen ¿qué quieres? ¿Alcalde o Regidor? No exagero si digo que una vez vinieron de 3 partidos politicos tradicionales y 2 independientes. Les dijo "no" a todos. Y yo que le digo que el Papa ha dicho que los católicos deben participar en política, que por eso estamos como estamos porque las personas honradas no se postulan y cuánto bien podría hacer. No quiere ensuciar su nombre ni su reputación por la política, no quiere meterse en problemas porque sabe que es un verdadero dolor de cabeza. No piensa en el bien que puede hacer.
Se necesitan verdaderos mártires.
Saludos _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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wille Asiduo
Registrado: 28 Feb 2008 Mensajes: 481
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Publicado:
Sab Jun 28, 2008 8:03 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Beatriz diculpa hermana, pero aca te contradices, no que todos vamos a tener libertad? Esto que pones se llama imposicion, anarquismo, dictadura.
"Un cristiano valiente les dice: HASTA AQUI HERMANITOS! Yo soy el que manda y ustedes hacen lo que yo digo".
Te he demostrado como es manejado un gobierno catolico, sin embargo bueno, cada quien con su insistencia.
Cuando dices nadie se quiere manchar las manos. Estas invitando a que las personas honradas rectas, etc, se manches las manos cuando la cuestion es tenerla limpias?
Es como si le dijeras alguien, por que no retas a satanas? tienes miedo?
Yo pregunto Jesus aspiraba a ser gobernador de roma o de Jerusalem, el no necesitaba el nos enseño otra cosa, mismo que el SATANAS lo tento , al ofrecerle ser GOBERNANTE de aquellas tierras.
Tu crees que Jesus acepto? pues tu sabes que no. Entoces?
saludos |
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wille Asiduo
Registrado: 28 Feb 2008 Mensajes: 481
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Publicado:
Sab Jun 28, 2008 8:25 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Hubiera sido muy facil para Jesus escoger el gobierno y gobernar y mejorar la situacion de la poblacion que no se cometiera injusticias , que hubiera derechos hacia todos, cambiaria todo. Hubierasido el mejor gobernante del mundo y de la historia, pero alli hubiera quedado.
Sin embargo su mision fue mucho mas grande, y era enseñar el Gobierno de nuestro Padre, aquel que gobierna a todos y que nunca a caba.
Eso es lo que debe hablar un cristiano, eso es lo que debe tratar de hacer, y es de llegar a Dios e invitar a otros que lo hagan. esa es la mision de cada Cristiano, no gobernar y hacerse de poder.
saludos. |
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semper_crucifero Veterano
Registrado: 22 Ago 2007 Mensajes: 3908
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Publicado:
Dom Jun 29, 2008 3:05 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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De nada sirve un gobierno o un gobernante cristiano, se este en el régimen que se esté sin una sociedad cristiana.
Sin una sociedad cristiana............. pues eso, no se tiene una sociedad cristiana, es decir, una sociedad que no contradiga la Ley de Dios.
Ese es el verdadero problema, no si sale o no un partido cristiano o lo que sea. Los mártires tenemos que ser nosotros mismos día a día, en nuestra casa, en nuestro barrio, en nuestra ciudad.
Si no existe una sociedad cristiana es por cosas que o no funcionan o son contraproducentes. Vamos, digo yo.
Por ejemplo, la labor que desarrollan los que trabajan y colaboran con portales como este de Catholic.net me parece INFINITAMENTE más útil y productiva que todo lo que pudiesen hacer un gobierno "cristiano". La realidad social es la que manda en la realidad.
Lo importante es construir una sociedad cristiana, y eso no lo va a hacer ningún gobierno. Lo hacemos nosotros, la Iglesia, con la ayuda del Espíritu Santo, la guía del Magisterio y tantos buenos sacerdotes y laicos.
Y una sociedad cristiana es algo maravilloso pero que necesita de esfuerzo, evangelización y formación o se derrumba como un castillo de naipes. Como una planta necesita de agua, luz y tierra para florecer y ser testigo en la Tierra de la Gracia de Dios. Bendiciones. _________________ "Denme un ejército que rece el Rosario y vencerá al mundo" San Pío X
LA FIESTA DEMOCRÁTICA DE LOS WICHIS EN ARGENTINA: http://www.youtube.com/watch?v=ApRThLYavcQ |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Dom Jun 29, 2008 3:35 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Cita: | [quote="wille"]Beatriz diculpa hermana, pero aca te contradices, no que todos vamos a tener libertad? Esto que pones se llama imposicion, anarquismo, dictadura.
"Un cristiano valiente les dice: HASTA AQUI HERMANITOS! Yo soy el que manda y ustedes hacen lo que yo digo". |
No hermano, no es dictadura no dejarse manipular por unos cuantos que solo piensan en sus cuentas bancarias en desmedro de la salud del pueblo. Al contrario, es liberación de la dictadura como siempre se han gobernado nuestros pueblos.
Esto que cuentas es verdaderamente escandaloso:
Cita: | - Inicia, su gobierno elige un grupo de trabajo honesto sincero como el. PERO! vienen las personas que lo apoyaron, las empresas. Ahora nosotros necesitamos de TI. Mete a fulanito a sotanito, aunque no trabaje.
- Las empresas que lo apoyaron le piden ahora su paga, ahora el tiene que comprar alli todo aunque no lo vendan, inflan costos etc. le dan su diezmo, se da cuenta el tesorero y tambien quiere su mochada, se da cuenta el obras y tambien. |
y ocurre en todos nuestros países.
¿Es bueno dejar que esto siga igual por siempre?
Cita: | Cuando dices nadie se quiere manchar las manos. Estas invitando a que las personas honradas rectas, etc, se manches las manos cuando la cuestion es tenerla limpias?
Es como si le dijeras alguien, por que no retas a satanas? tienes miedo? |
Cuando digo que nadie se quiere manchar las manos es porque las personas honradas no quieren entrar en la política porque ésta es "sucia" y cuando digo sucia me refiero a la corrupción, al robo, al tráfico de influencias, etc. La persona honrada no quiere verse envuelta en estas cosas. Además que cuando el deshonesto se topa con una persona honesta que busca un cambio positivo le inventa calumnias para desprestigiarla. Creo que sabes a qué me refiero.
Cita: | Yo pregunto Jesus aspiraba a ser gobernador de roma o de Jerusalem, el no necesitaba el nos enseño otra cosa, mismo que el SATANAS lo tento , al ofrecerle ser GOBERNANTE de aquellas tierras.
Tu crees que Jesus acepto? pues tu sabes que no. Entoces? |
La tentación del Señor no tiene nada que ver con esto. Si formamos un grupo humano bastante numeroso alguna cabeza tiene que haber ¿no te parece?, alguien que gobierne. Si es cristiano, mejor. _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Daniel oscar Asiduo
Registrado: 10 Abr 2008 Mensajes: 473
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Publicado:
Lun Jun 30, 2008 4:59 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Queridos hermanos:
Este tema de la política me lleva a algunas reflexiones.
Siempre se nos enseñó que la democracia era el sistema más coherente de gobierno, el problema radica en que tal sistema presenta un grave defecto, que a mi humilde entender es causa de muchos de los malos gobiernos que se ven la mayoría de los países.
El gran maestro Sócrates ya planteaba una gran lección respecto a este grave defecto de las democracias.
Él preguntaba a sus alumnos: Si Ustedes tienen que designar un capitan para su barco, para que los guíe en la travesía y en las posibles tormentas.
A quien elegirían y pondrían?
La respuesta de sus alumnos , era por supuesto la más lógica:
"Al mejor capitan de barco que conociesen"
Era precisamente en este punto dónde Sócrates hacia notar el punto débil y peligroso de la democracia, pues él consideraba que no todos los ciudadanos estaban capacitados y en condiciones “ de manejar ese barco” .
Sócrates , afirmaba que la Pólitica , puede llegar a ser "la más difícil de las ciencias", por lo tanto no basta y no es suficiente el voto mayorítario para que un ciudadano pueda ocupar un cargo político y manejar los destinos de un país.
Socrátes planteaba que antes de poder ser votado , un ciudadano tenía que tener como requisito básico, el estar formado en esa ciencia de la politica y sobre todo tenía que estar formado en el conocimiento de las virtudes.
Sócrates fue bien claro en este aspecto y el decia que nadie elige a su médico, de entre personas que no lo son , aunque la mayoría voté para que esa persona sea nuestro médico.
Para ocupar un cargo político , se requiere una capacitación y sobretodo una formación que incluya la comprensión y la práctica de las virtudes.
Muchos dirán: si de acuerdo , pero las personas humildes en muchos casos no tienen acceso a esa formación y por lo tanto no están en igualdades de condición para presentarse a esos cargos?
Si , es verdad , pero aquí es dónde el estado debe intervenir y ofrecer a todas aquellas personas que quieren ocupar esos cargos políticos, el acceso a esa formación en política que , una vez aprobada y superada , coloque a todos los individuos en igualdad de condiciones de ser votados para acceder a esos cargos públicos.
Po supuesto que esa formación en política no debe dejar de inculcar las virtudes necesarias para la responsabilidad que implica manejar un estado.
El día en que todos los politicos que se presentan a ocupar cargos publicos, se les exija esa formación mínima, las democracias dejarán de tener tantas falencias y generar tantos gobiernos corruptos e inmorales.
Quizás nuestro principal deber como ciudadanos y como cristianos a la hora de legir un gobierno , sea:
Primero exigir esa formación y esas virtudes en nuestros políticos y
Segundo garantizar que todos los que quieran ocupar esos cargos públicos, puedan acceder en forma igualitaria a esa formación.
Mientras no exigamos como mínimo esto , estamos destinados a padecer gobiernos con grandes dosis de corrupción e inmoralidad.
Dios los bendiga
Daniel |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Mar Jul 08, 2008 2:52 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Creo que es bueno leer los comentarios del padre Fortea.
OBISPOS & POLÍTICA (1 parte): qué verde era mi valle
02.07.08 | 22:09. Archivado en Con clave
Babel, la Torre, la imagen del Poder.
En este análisis me veré obligado a ser telegráfico. Si esto fuera una conferencia me extendería en cada punto, pero para gente inteligente que ya conoce los hechos y sólo busca el análisis, se puede escribir lacónicamente.
Como hay muchos lectores de diferentes países, debo dejar claro que voy a hablar de la situación española. Aunque bien harían los obispos de latinoamérica en analizar muy bien lo que ha pasado aquí, pues probablemente será lo que pasé ahí dentro de unos años.
Primera etapa
Pienso que durante la Transición la relación de la Conferencia Episcopal Española con los partidos políticos fue modélica. No sólo modélica, sino además inteligente y evangélica. No se pudo pedir más a los obispos. Hablo en términos generales, pues después sí que podríamos entrar en algunas cuestiones particulares, pero esos puntos concretos no niegan la afirmación general anterior.
Segunda etapa
Es evidente que la Conferencia Episcopal se vio forzada a emprender una postura de defensa de sus derechos, frente a partidos (digamos mejor un partido) que comenzó a expulsar la religión de todos los ámbitos de la vida pública. No sólo eso, el Poder con los medios de comunicación a su alcance comenzó a atacar a la Iglesia. Los obispos se vieron obligados a emprender una nueva política: la de la defensa. Finalmente se dieron cuenta de que no hay mejor defensa que responder con un buen ataque. Los obispos entendieron, con toda razón, que el adversario sólo te respeta si se da cuenta de que su acción provoca una reacción.
Tercera Etapa
Desde este año 2008 podemos afirmar ya con seguridad que hemos agotado un ciclo. Es evidente que ni el respeto a los partidos, ni la defensa propia, están produciendo los resultados esperados. La sociedad no sólo se está secularizando, sino que se está volviendo cada vez más anticlerical. Se observa que hay que hacer algo, ¿pero el qué?
Al principio de la primera etapa la Iglesia consideró, acertadísimamente, que ningún partido debía ostentar el título de cristiano. Ninguno debía hablar en nombre de la Iglesia. Fue una sabia decisión. Los cristianos debían ser levadura en todas las formaciones políticas.
A lo largo de la segunda etapa, de la prolongada segunda etapa, la Iglesia (tanto pastores como fieles) pusieron su esperanza en un partido, en un solo partido. Los cristianos debían hacerse con el control de ese partido y ese partido ser la defensa de esos valores, de esos derechos eclesiales.
En la tercera etapa observamos que el PSOE ha emprendido una política de ataque abierta, descarada. Y que el PP cada vez va a hacer más por desvincularse de la Iglesia, se trata de una mera cuestión de imagen.
No voy a concluir diciendo con ingenuidad que la Conferencia Episcopal ha quemado sus naves a favor de un solo partido, y ahora ese partido le abandona. Como frase queda muy bien, pero no es así. La Iglesia siempre ha tenido su mano tendida a todos, no ha quemado ninguna nave, se ha defendido de quien la ha atacado, y sólo ha usado una mínima parte del inmenso poder social que le queda; inmenso capital, aunque cada día retrocediendo.
(Mañana la continuación) _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Mar Jul 08, 2008 2:53 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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OBISPOS & POLÍTICA (2 parte):
03.07.08 | 22:29. Archivado en Con clave
¿Qué hacer en una situación así? Mi opinión es que no hay que ser profeta para darse cuenta de dos cosas. Primero, los ataques van a ir arreciando. Segundo, si no nos defendemos nosotros, nadie nos va a defender.
Algunos cristianos, creen que la Iglesia tiene problemas con el Poder porque es muy tradicional, si se abriera todo estaría solucionado. Ésta es otra idea cándida, tan cándida como falsa. No voy a hacer una enumeración de los países donde hay una iglesia modélica, pobre, sin poder, que ayuda a los pobres, y contra la cual, un buen día, al gobernante de turno le da por arremeter contra ella. La idea de que no nos entendemos porque somos malos y no somos modernos y no hemos entendido las reglas de la democracia, no sé por qué, pero nunca me ha convencido.
La Conferencia Episcopal lo único que hace es defender a la institución eclesial en todos sus ámbitos. Sin esa defensa global, retrocederíamos en cada campo que ocupamos fuera de las parroquias. Es decir, se acabaría la presencia de la Iglesia en el ámbito público. Todo quedaría relegado al interior de los templos, las procesiones, y el apostolado de cada cual y cosas similares. No tendríamos una voz, no tendríamos capellanes en millares de lugares donde hacen una magnífica labor, las iglesias que no se usasen serían expropiadas, el Estado ni se molestaría en consultar a la hora de decidir qué es constitucional y qué no en materia religiosa, si decidieran no darnos canales de radio por sistema porque así lo quieren, tendríamos que aguantarnos, etc, etc. Soy párroco, sé muy bien que cada diócesis tiene muchas organizaciones diocesanas y que hay órdenes religiosas extendidas a nivel nacional, y apostolados que están muy extendidos con gran infraestructura. Pero también sé muy bien hasta qué punto esas organizaciones no pueden funcionar si unos alcaldes, o unos consejeros de una comunidad, se empeñan en que abandonemos un determinado campo. Podría poner ejemplos concretos de cómo determinadas actividades caritativas tuvieron que ser dejadas de lado, porque desde el ayuntamiento se dijo que no sólo no nos iban a ayudar, sino que iban a poner todos los obstáculos posibles.
Estos análisis los escribo no desde la teoría, sino desde la observación de que en cuestiones Iglesia-Estado hay siempre una interrelación, nos guste o no. La Iglesia, además de amor, es una institución. Y como tal puede y debe ser defendida.
(Continuará mañana) _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Mar Jul 08, 2008 2:54 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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OBISPOS & POLÍTICA (3 parte): Jerusalén celeste y terrestre
04.07.08 | 21:42. Archivado en Con clave
¿Qué hacer entonces claman los lectores de este blog?
Mi opinión es que llegados a este punto, después de una larga reflexión, espiritual pero no cándida, creo que la Iglesia debe desligarse de todo partido. Debe dejar bien claro que ya no está con nadie, ni con nadie, ni contra nadie. Y al mismo tiempo, debe crear un partido político minúsculo que sea su voz en el ámbito político, público y mediático. Un partido muy pequeño que desde el principio sabrá que no va a gobernar, que puede tener uno, dos, cuatro escaños. Pero cuya misión será la defender de una forma clara, dialogante, abierta, sin complejos, el Evangelio y la Iglesia que depende de ese Evangelio.
Es decir, se trataría de reconocer que hemos fracasado en la idea de que hacer fermentar con nuestra levadura un partido, y que ese partido a su vez transmita esos valores a la sociedad entera. Ahora de lo que se trata es de ser pragmáticos y crear un instrumento, un partido cristiano, de personas de absoluta confianza, sin ambiciones, insobornables y cuya calidad personal, intelectual y moral sea impresionante. No se trata de formar un partidito de gente que siempre aparezca en las entrevistas quejándose y que nos diga lo mal que está todo, no. Se trata de crear un grupo modélico, algo que roce lo ideal. Un grupo que enseñara a toda una nación lo que es la Política con mayúsculas, que nos enseñara con obras lo que desde el principio debería haber sido la política.
Un grupo pequeño, como un comando de élite, que sea nuestra voz en los medios, en la cámara alta y baja, y que defienda el Evangelio con la cara muy alta. Los valores evangélicos en economía, en política, en la legislación, en todo. Por supuesto, este partido de vez en cuando (sería una lotería) podría ser un partido bisagra.
Podemos conseguir mil veces más con dos o tres diputados de esta pequeña formación, que con millones de votantes católicos diluidos en un partido que, al final, sólo habla de lo políticamente correcto. _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Mar Jul 08, 2008 3:00 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Una pequeña crítica: lo dificil sería encontrar personas de absoluta confianza, sin ambiciones, insobornables, con calidad personal, moral e intelectual impresionante...pero no imposible. _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Mar Jul 08, 2008 3:02 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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OBISPOS & POLÍTICA (4 parte): predicando pero con el mazo dando
05.07.08 | 21:54. Archivado en Con clave
Cuando en anteriores posts hablaba de cuál creo que debe ser la estrategia a largo plazo en esta relación entre Poder Político e Iglesia Católica, parto de mi particular visión de lo que será la Europa laicista de dentro de treinta o cuarenta años.
El problema no es que quiten a todos los capellanes castrenses, de los hospitales y otros ámbitos.
El problema no es que quiten los crucifijos cuando un ministro jure el cargo.
El problema no es que quiten la clase de religión y la misa de la televisión pública.
No, eso no me preocupa demasiado. Lo doy por perdido. Lo que me preocupa es cuando digan vamos a llevar al Tribunal Supremo si tal o cual aspecto de la Iglesia es constitucional.
El Estado antes de veinte años nos puede obligar a aceptar por decreto el sacerdocio de la mujer, a cerrar monasterios o reformarlos según los criterios que nos den desde un Ministerio de la Igualdad, a aceptar una ley por la que los templos antiguos tengan un cierto uso público, o a emitir una ley por la que las asociaciones religiosas tengan que admitir en su cúpula una cierta forma de democracia, etc.
Tal como está entendida la Justicia en la Comunidad Europea, los tribunales dictaminarán según la Ley, diga lo que diga ésta. Ningún Tribunal Constitucional de ningún país europeo enmendará la plana a un parlamento avalado por el 80% de la población.
O empezamos a construir un alcázar político irreductible en los próximos años, o si no nuestras trincheras jurídicas retrocederán hasta nuestros propios conventos o el interior de las decisiones de la Conferencia Episcopal. Si queremos que la Ley nos defienda, debemos entender que es imprescindible que tengamos una cabeza de puente en el mismo centro de las decisiones del Poder.
Hablo muy a largo plazo, sí. Pero debemos empezar a entender que le futuro nos va a hacer lidiar con adversarios mucho más poderosos y hostiles que todo lo que conocemos ahora. Y justamente ahora la Iglesia todavía tiene un peso en la sociedad suficiente para no ser un mero espectador de lo que pasa, sino para intentar influir en lo que sucede. _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Mar Jul 08, 2008 3:07 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Se se lllegaran a cumplir las palabras del padre Fortea: que en un futuro se obligue por medio de la ley de los hombres a la Iglesia a aceptar la ordenación de mujeres, además de un atentado contra nuestra libertad religiosa, los obispos fieles al Papa terminarían presos por no cumplir con la ley impuesta.
Esperemos que no. _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Vie Jul 11, 2008 6:42 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Muy interesante comentario del padre Fortea en su blog:
Cita: | una Iglesia en la que unos 10 millones de españoles van a misa todos los domingos, tenga menos peso en las decisiones del Gobierno que cualquier asociación cultural o casi que un sindicato de electricistas. Eso para mí es inaceptable. |
Yo mas bien diría: que 10 millones de católicos tengan menos peso en las decisiones del Gobierno que cualquier asociación cultural o casi que un sindicato de electricistas es inaceptable.
Se necesitan verdaderos cristianos mártires de la política, en todos lados. _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Josè Luis Jimènez Moreno Veterano
Registrado: 22 Feb 2007 Mensajes: 1048
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Publicado:
Vie Jul 11, 2008 8:23 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Beatriz escribió: | Una pequeña crítica: lo dificil sería encontrar personas de absoluta confianza, sin ambiciones, insobornables, con calidad personal, moral e intelectual impresionante...pero no imposible. |
Porque no nuestros Obispos o Cardenales?
En verdad hermanos, lo pregunto con humildad, todavia no me cabe en la cabeza que nuestros ministros no puedan ser politicos activos.
El hermano Willy (por caridad hermano, no es confrontacion) tiene una vision historica de la Iglesia totalmente distorcionada por los liberales, existen argumentos y documentos, solidos y contundentes para demostrarlo; pero no es el caso.
La verdad es que la mejor epoca para nuestra amada Iglesia en sus 2000 anios de existencia, ha sido sin duda, la Edad Media, los gobiernos monarquicos o feudales eran ratificados por un Magisterio inspirado por el Espiritu Santo. Contrario a lo que dicen las leyendas negras del caso, se vivia un Cristianismo sobrehumano, mistico, siglos de oro de la espiritualidad, de la cutura y de las artes, ni que decir de las ciencias, sobre todo la Geografia con sus grandes descubrimientos.
Todos estos gobiernos contaban con uno o varios "Sponsors", que eran Obispos o Cardenales, incluso el mismo Papa se involucraba muchas veces directamente en estas politicas de estado.
Nuestros Ministros fueros separados de las cortes, incluso algunas ordenes fueron expulsadas o acotadas al extremo (como los Jesuitas) y todo el tejido social empeso a corromperse para dar paso a la ilustracion atea y jacobina y despues al Reino de Mammon y su Nuevo Orden Mundial.
Es de dominio publico el conflicto que ha vivido nuestra Iglesia Catolica en Mexico con los gobiernos liberales (masones) desde la Separacion de Espania, Mexico a tenido practicamente tres guerras religiosas La Reforma, La intervencion francesa y Los Cristeros. Todavia es un misterio el porque al estar a punto de que el movimiento Cristero inclinara la balanza a su favor, nuestros Ministros negociaron la paz con el regimen liberal-socialista, perdon hermanos pero si esto no es politica, entonces que es?
Nuevamente, simplemente pienso que nuestra Iglesia lleva mas de 2000 anios haciendo politica, hay un texto que cita un hermano forista, al calce de la imagen de un leon dice un dialogo entre Napoleon y un Cardenal:
"Destruire tu Iglesia", dice Napoleon,
"No lo creo, ni nosotros hemos podido", contesta el Ministro.
Si no tengo miedo a morir por mi Senior (todo lo contrario, imaginense que privilegio, seria pase directo al cielo en palco de primera fila), menos le temo al que diran.
En mi pais fueron Sacerdotes los que encabezaron la lucha para separarnos de Espania, nuestra primera bandera fue un estandarte de la Santisima Virgen.
Mi pais a demostrado que es fiel a su Magisterio, no en balde su Santidad Juan Pablo II decia: "Mexico, Siempre Fiel".
?Por que mi amada Iglesia (el Magisterio) no asume el protagonismo que le corresponde antes de que sea tarde?
Saludos y bendiciones |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Sab Jul 12, 2008 3:12 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Imposible, nuestros Obispos y Cardenales estan CONSAGRADOS a Dios.
El obispo Lugo ha sido suspendido, si no me equivoco ese es el término, y se está analizando su situación porque es la primera vez que sucede algo asi en la Iglesia. _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Josè Luis Jimènez Moreno Veterano
Registrado: 22 Feb 2007 Mensajes: 1048
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Publicado:
Sab Jul 12, 2008 3:16 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Beatriz escribió: | Imposible, nuestros Obispos y Cardenales estan CONSAGRADOS a Dios.
El obispo Lugo ha sido suspendido, si no me equivoco ese es el término, y se está analizando su situación porque es la primera vez que sucede algo asi en la Iglesia. |
.....y antes no lo estaban? |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Sab Jul 12, 2008 3:20 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Necesitamos laicos como Tomás Moro, dispuestos al martirio: a sufrir lo que sea con tal de hacer prevalecer la Verdad.
Santo Tomás Moro (More)
Mártir, canciller del rey inglés Enrique VIII.
Patrono de los gobernantes y los políticos.
Nace: 1478, muere 1535.
Fiesta: 22 de junio, junto con san Juan Fisher
"El hombre no puede ser separado de Dios, ni la política de la moral"
"El Buen servidor del rey,
pero primero Dios"
ORACION DE
SANTO TOMÁS MORO
Dios Glorioso, dame gracia para enmendar mi vida y tener presente mi fin sin eludir la muerte, pues para quienes mueren en Ti, buen Señor, la muerte es la puerta a una vida de riqueza.
Y dame, buen Señor, una mente humilde, modesta, calma, pacífica, paciente, caritativa, amable, tierna y compasiva en todas mis obras, en todas mis palabras y en todos mis pensamientos, para tener el sabor de tu santo y bendito espíritu.
Dame buen Señor, una fe plena, una esperanza firme y una caridad ferviente, un amor a Ti, muy por encima de mi amor por mí.
Dame, buen Señor, el deseo de estar contigo, de no evitar las calamidades de este mundo, no tanto por alcanzar las alegrías del cielo como simplemente por amor a Ti.
Y dame, buen Señor, Tu amor y Tu favor; que mi amor a TI, por grande que pueda ser, no podría merecerlo si no fuera por tu gran bondad. Buen Señor, dame Tu gracia para trabajar por estas cosas que te pido.
**************
La despedida
de Tomás Moro a su hija Margarita,
escrita en la cárcel poco antes de su martirio
"Ten, pues, buen ánimo, hija mía, y no te preocupes por mi, sea lo que sea que me pase en este mundo. Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que él quiere, por muy malo que nos parezca, es en realidad lo mejor".
"Aunque estoy convencido, mi querida Margarita, de que la maldad de mi vida pasada es tal que merecería que Dios me
abandonase del todo, ni por un momento dejaré de confiar en su inmensa bondad. Hasta ahora, su gracia santísima me
ha dado fuerzas para postergarlo todo: las riquezas, las ganancias y la misma vida, antes de prestar juramento en
contra de mi conciencia".
BIOGRAFÍA
Santo Tomás Moro nació en Londres en 1477. Recibió una excelente educación clásica, graduándose de la Universidad de Oxford en abogacía. Su carrera en leyes lo llevó al parlamento. En 1505 se casó con su querida Jane Colt con quien tuvo un hijo y tres hijas. Jane muere joven y Tomás contrae nuevamente nupcias con una viuda, Alice Middleton.
Hombre de gran sabiduría, reformador, amigo de varios obispos.
En 1516 escribió su famoso libro "Utopía". Atrajo la atención del rey Enrique VIII quién lo nombró a varios importantes puestos y finalmente "Lord Chancellor", canciller, en 1529. En el culmen de su carrera Tomás renunció, en 1532, cuando el rey Enrique persistía en repudiar a su esposa para casarse, para lo cual el rey se disponía a romper la unidad de la Iglesia y formar la iglesia anglicana bajo su autoridad.
Santo Tomás pasó el resto de su vida escribiendo sobre todo en defensa de la Iglesia. En 1534, con su buen amigo el obispo y santo Juan Fisher, rehusó rendir obediencia al rey como cabeza de la iglesia. Estaba dispuesto a obedecer al rey dentro de su campo de autoridad que es lo civil pero no aceptaba su usurpación de la autoridad sobre la Iglesia. Tomás y el obispo Fisher se ayudaron mutuamente a mantenerse fieles a Cristo en un momento en que la gran mayoría cedía ante la presión del rey por miedo a perder sus vidas. Ellos demostraron lo que es ser de verdad discípulos de Cristo y el significado de la verdadera amistad. Ambos pagaron el máximo precio ya que fueron encerrados en La Torre de Londres. Catorce meses mas tarde, nueve días después de la ejecución de San Juan Fisher, Sto. Tomás fue juzgado y condenado como traidor. El dijo a la corte que no podía ir en contra de su conciencia y decía a los jueces que "podamos después en el cielo felizmente todos reunirnos para la salvación eterna"
Ya en el andamio para la ejecución, Santo Tomás le dijo a la gente allí congregada que el moría como "El buen servidor del rey, pero primero Dios" ("the King's good servant-but God's first"). Nos recuerda las palabras de Jesús: "Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios." Fue decapitado el 6 de julio de 1535. Su fiesta es el 22 de junio.
Qué gran modelo es Santo Tomás Moro para todos, en especial para los políticos, gobernantes y abogados. Pidámosle que su valentía les inspire para mantenerse firmes e íntegros en la verdad sin guardar odios ni venganzas. _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Josè Luis Jimènez Moreno Veterano
Registrado: 22 Feb 2007 Mensajes: 1048
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Publicado:
Sab Jul 12, 2008 3:20 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Todos esos Obispos, Cardenales y hasta Papas, que por siglos estubieron intimamente ligados a las cupulas de los poderes politicos dominantes, ?no esaban consagrados entonces, o antes si era posible; pero ahora no?
Saludos y bendiciones |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Dom Jul 13, 2008 3:45 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Autor: Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata | Fuente: NOTIVIDA, Año VII, nº 476, 20 de octubre de 2007
Las Bienaventuranzas del político
Reflexión de Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata que nos recuerdan la enseñanza del Card. Francisco Javier Van Thuan.
Las Bienaventuranzas del político
La Plata, Argentina
En su reflexión semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor,” Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, recordó las Bienaventuranzas del Político escritas por el Cardenal Francisco Javier Van Thuan.
A continuación el texto completo de la alocución televisiva del prelado platense:
“Hoy quiero leerles un texto que escribió el Siervo de Dios Cardenal Francisco Javier Van Thuan que fue un obispo vietnamita que pasó trece años en una prisión, en las condiciones más infrahumanas, durante el régimen comunista de Vietnam”.
“Luego, liberado, el Papa Juan Pablo II lo llevó a Roma y lo designó Presidente del Pontificio Consejo de Justicia y Paz. Este obispo, en esa tarea tratando con los poderosos del mundo, llevando la pastoral de la Iglesia respecto del mundo que hay que llevar hacia la justicia y la paz, elaboró unas Bienaventuranzas del Político fundándose en las Bienaventuranzas del Evangelio”.
“Podríamos recordar que las Bienaventuranzas son los caminos de la felicidad. Podríamos decir que estas son las reglas de la felicidad del político que es aquello que para el político constituye su bien propio. O sea aquello que si lo practica o si lo vive lo hará feliz pero con la felicidad de Dios, con la felicidad del Cielo”.
“Toda bienaventuranza tiene un mérito, algo que hay que vivir o cumplir y tiene un premio que es precisamente alcanzar la corona que Dios tiene destinada a los buenos servidores”.
“Les voy a leer este texto, casi sin comentarios o, quizás, alguna acotación marginal. Dice así:
· “Bienaventurado el dirigente político que entiende su papel en el mundo”. Parece una definición general pero señala el para qué está y cual es su función. Es decir que es un servidor de sus hermanos, de su país, de su pueblo.
· “Bienaventurado el dirigente político que ejemplifica personalmente la credibilidad”. No la reclama sino que con su ejemplo se hace ejemplar.
· “Bienaventurado el dirigente político que trabaja por el bien común y no por intereses personales”.
· “Bienaventurado el dirigente político que es sincero consigo mismo, con su fe y con sus promesas electorales”.
· “Bienaventurado el dirigente político que trabaja por la unidad y hace de Jesús el apoyo de su defensa”. Aquí hay una nota típicamente cristiana, típicamente evangélica. El Cardenal Van Thuan se estaba refiriendo sobretodo a los políticos que se consideran cristianos o a los cristianos que se introducen en la arena política.
· “Bienaventurado el dirigente político que trabaja por el cambio profundo, desde las raíces, se niega llamar bueno lo que es malo y utiliza el Evangelio como guía”. Aquí hay una referencia a la moral natural: el bien es bien, el mal es mal. No se mezclan estas cosas y luego a lo propiamente cristiano: que un político tome el Evangelio como guía ¿Ustedes se imaginan lo que sería eso? ¿Qué mundo diferente sería el nuestro?
· “Bienaventurado el dirigente político que escucha al pueblo antes, durante y después de la elecciones y que siempre escucha a Dios en la oración”. Sobretodo resaltaría lo de escuchar al pueblo después de las elecciones.
Antes ciertamente para interpretarlo pero después para recibir sin irritación las observaciones, las críticas, los aportes de aquellos que son los votantes y que son también los representados. Y que bello ser el que escucha a Dios en la oración. Un político, un hombre de gobierno que ora, que tiene su corazón abierto a Dios. Que distinto le resultarían todas las cosas. De qué manera diversa enfocaría su tarea cotidiana.
· Y finalmente “Bienaventurado el dirigente político que no tiene miedo de la verdad ni de los medios de comunicación, porque en el momento del juicio responderá sólo ante Dios, no ante los medios de comunicación”. Tampoco en el momento del juicio valdrán los aplausos recibidos en la Tierra. Sólo si nos aplaude Dios seremos bienaventurados.
“¿Qué les parece todo esto? Creo que esta lista de bienaventuranzas es una actualización magnífica de la doctrina del Evangelio para el cristiano que se dedica a la política o para el político que se considera a sí mismo o que se llama a sí mismo cristiano”. _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Dom Jul 13, 2008 4:32 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Autor: Zenit.org | Fuente: Zenit.org
Políticos católicos, especie en vías de extinción
Al principio de su pontificado, Juan Pablo II hizo frente al inflexible enemigo del comunismo. Ahora, en la víspera de su 25 aniversario como Papa, la Iglesia está todavía haciendo frente a la hostilidad de los poderes seculares...
Políticos católicos, especie en vías de extinción
ROMA, 11 octubre 2003 ( ZENIT.org ).-Al principio de su pontificado, Juan Pablo II hizo frente al inflexible enemigo del comunismo. Ahora, en la víspera de su 25 aniversario como Papa, la Iglesia está todavía haciendo frente a la hostilidad de los poderes seculares que esta vez está en Occidente.
En Venezuela, las tensas relaciones entre los obispos católicos y el presidente Hugo Chávez han ido a peor, con el rebelde populista reconvertido en líder atacando públicamente a la Iglesia. En Cuba, los católicos todavía hacen frente a la persecución, como se ha visto recientemente con la decisión de prohibir las biblias a los presos. En la Unión Europea, el Papa mismo ha hecho numerosas súplicas, hasta ahora rechazadas, para que se reconozca constitucionalmente el papel del cristianismo en la historia del continente.
En los Estados Unidos, la campaña electoral en California ha proporcionado material para el conflicto. El gobernador saliente, Gray Davis, firmó una andanada de decretos, entre ellos la aprobación de la investigación de células madre usando embriones humanos. En la ceremonia de la firma, informaba Reuters el 24 de septiembre, Davis lanzó un desafío declarando: «No voy a considerar ninguna oposición religiosa o política que quebrante el poder mejorar las vidas de las personas».
Dos de los candidatos que se han presentado para gobernador --el actor Arnold Schwarzenegger, vencedor de las elecciones, y el teniente de Gobernador Cruz Bustamante-- son católicos aunque se presentan a sí mismos como partidarios del aborto. Este es también el caso del general retirado Wesley Clark, candidato a las próximas elecciones presidenciales por el Partido Demócrata. Considerando la posición de Schwarzenegger y Clark, United Press International observaba el 30 de septiembre: «Ambos caballeros favorecen lo que su Iglesia llama un ‘abominable crimen’ cuyos autores incurren automáticamente en excomunión». Davis también es católico, aunque es uno de los funcionarios más pro abortistas de la nación.
La situación es parecida en Canadá. Shawn McCarthy, jefe de la oficina de Ottawa del Globe and Mail, escribía un comentario el pasado 3 de mayo sobre los políticos canadienses y el debate sobre matrimonios del mismo sexo. Observaba que Paul Martin, que en aquel momento recorría Canadá en su exitosa campaña para ganar el voto del partido para suceder al actual primer ministro, Jean Chrétien, tuvo cuidado de no perderse la misa del domingo. «Pero a pesar de esta estricta observancia del catolicismo, el señor Martin no da virtualmente ninguna prueba pública de su fe a la hora de hacer campaña para convertirse en el 22º primer ministro canadiense, observaba McCarthy.
En una entrevista, Martin explicaba que él cree que un político debe ser capaz de separar sus convicciones religiosas de la política pública. Martin afirmaba que aunque a él no le gusta el aborto, defiende «un derecho de la mujer a elegir».
El primer ministro Chrétien, también católico declarado, está firmemente por la elección en el aborto. También está apoyando con firmeza la legislación que permita el matrimonio del mismo sexo y la investigación con células madre de embriones humanos.
No ser juzgados
En Escocia, la Iglesia católica se muestra crítica sobre cómo los políticos tratan algunos temas. En el desarrollo de las elecciones locales a inicios de año, siete miembros de la conferencia episcopal firmaron una carta diciendo que los católicos debían considerar de qué manera cada partido trata temas tales como los colegios confesionales, el aborto y la anticoncepción.
En el documento, publicado el 16 de abril por la oficina de medios católica escocesa, los obispos declaran que votar «debería hacerse de acuerdo a la propia conciencia formada por las enseñanzas de la Iglesia».
Explicaban que no es tarea de la Iglesia católica proponer una ideología o manifiesto político particular. Pero añadían: «La Iglesia presenta sin embargo los valores y principios transcendentales, que proporcionan los criterios para evaluar las opciones políticas particulares».
El obispo de Mortherwell en Escocia, Mons. Joseph Devine, volvió a plantear el debate con un artículo publicado el 28 de septiembre en el Sunday Times. Las autoridades públicas exhortan continuamente a los ciudadanos a que eviten el racismo, conduzcan con seguridad, y se preocupen de su salud. «Si el estado es feliz moralizando sobre algunos temas, ¿por qué no los demás?», preguntaba.
El estado pone en funcionamiento campañas contra el tabaco y el conducir en estado de ebriedad dado el alto coste social de estos comportamientos. «¿Por qué, entonces, los nuestros cuando hacen política tienen miedo de traspasar mensajes similares en campañas sobre drogas y salud sexual?, escribía el obispo. «¿Por qué, por el contrario, hacen todo lo posible para no emitir un juicio?».
Advertía: «El no poner estos temas en un contexto moral puede conducir a un comportamiento libre para todo, creando un vacío moral en el que muchos, especialmente la gente joven impresionable, anhelen la dirección y las verdades absolutas únicamente para recibir tópicos y un parecido arsenal sin fin de opciones».
El porqué de la libertad
Juan Pablo II ha siempre puesto gran atención al papel de la religión en la esfera pública, alentado por su experiencia al tratar con las autoridades comunistas en Polonia. En su primera encíclica, «Redemptor Hominis», preguntaba si «el hombre, en cuanto hombre, en el contexto de este progreso, se hace de veras mejor, es decir, más maduro espiritualmente, más consciente de la dignidad de su humanidad, más responsable, más abierto a los demás, particularmente a los más necesitados y a los más débiles, más disponible a dar y prestar ayuda a todos». (No. 15).
El poder político, explicaba, debería ejercitarse para el bien común de la sociedad y dentro del contexto del «orden objetivo ético» (No.17). Es un error, observaba el Papa, pensar que «la libertad es fin en sí misma, que todo hombre es libre cuando usa de ella como quiere, que a esto hay que tender en la vida de los individuos y de las sociedades. La libertad en cambio es un don grande sólo cuando sabemos usarla responsablemente para todo lo que es el verdadero bien» (No. 21).
Juan Pablo II ha vuelto en repetidas ocasiones sobre estos temas sociales y políticos, en tres encíclicas sociales, numerosas intervenciones sobre cuestiones bioéticas, y frecuentes comentarios sobre las Naciones Unidas y la guerra y la paz. En años recientes, ha reflexionado cada vez más sobre el papel de los políticos cristianos.
En una carta apostólica del 31 de octubre del 2000, nombró a Santo Tomás Moro patrono de los políticos. «Su vida nos enseña que el gobierno es sobre todo un servicio de virtud», escribía el Papa. «Lo que iluminaba su conciencia era el sentido de que el hombre no puede desconectarse de Dios, ni la política de la moralidad».
Algunos días más tarde, en su alocución a los líderes políticos reunidos en Roma como parte de las celebraciones del año jubilar, Juan Pablo II decía: «Los cristianos que se dedican a la política – y quienes desean hacerlo como cristianos- deben actuar desinteresadamente, sin buscar su propia ventaja, o la de su grupo o partido, sino el bien de cada uno y de todos».
Al tratar el tema del desarrollo de las leyes, el Papa les exhortaba a «respetar y promover siempre a las personas humanas – en toda la variedad de sus necesidades espirituales, materiales, personales, familiares y sociales». Mencionaba específicamente la importancia de proteger la vida y la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer.
«Ciertamente en la sociedad pluralista de hoy los legisladores cristianos se enfrentan a ideas de vida y a leyes y peticiones de legalización que van contra su propia conciencia», observaba el Papa. Les exhortaba entonces a que testimoniaran su propia fe.
El pasado 14 de noviembre, Juan Pablo II visitaba el parlamento italiano. Recordaba a los políticos sus palabras en «Centessimus Annus» (No. 46) de que «una democracia sin valores se convierte fácilmente en un totalitarismo abierto o finamente disfrazado». También les urgía a defender la vida humana y la familia.
Desde entonces, con la aprobación del Papa, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha publicado dos documentos orientando a los políticos sobre cómo compaginar sus deberes públicos con los principios cristianos. El primero, en enero, trataba de orientaciones generales. El segundo, en julio, dirigido al tema del reconocimiento de las uniones del mismo sexo. Entre los muchos legados de este pontificado está una Iglesia que no tiene miedo de recordar a los políticos sus deberes como cristianos. _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Beatriz Veterano
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Publicado:
Dom Jul 13, 2008 4:36 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Autor: Haz Política | Fuente: Signo de los Tiempos
Política, Políticos y Partidos Políticos
Quienes son y ejercen ese arte tan difícil y tan noble que es la política, prepárense para ella y procuren ejercitarla con olvido del propio interés y de toda ganancia venal
Política, Políticos y Partidos Políticos
La política es el arte de lo posible, la búsqueda de una vida mejor para todos, la coordinación de esfuerzos en la construcción del bien común. Muchos ciudadanos no se interesan en ella e incluso les provoca rechazo porque en el último período ha mostrado sólo uno de sus aspectos: escándalos, corrupción, enfrentamientos, descalificaciones mutuas… y sin embargo la política es un medio indispensable para construir el bien común.
El Concilio dice que «hay que prestar gran atención a la educación cívica y política… Quienes son o pueden llegar a ser capaces de ejercer ese arte tan difícil y tan noble que es la política, prepárense para ella y procuren ejercitarla con olvido del propio interés y de toda ganancia venal» (Gaudium et Spes 75). Sin embargo, muchos cristianos y hombres de buena voluntad no quieren asumir estas responsabilidades y dejan la política en manos de los «profesionales». Konrad Adenauer dijo que «la política es demasiado importante como para dejársela a los políticos».
Los partidos políticos y su trabajo deben servir para escuchar las demandas de los ciudadanos, para recoger y organizar los proyectos y propuestas que se elaboran en la sociedad civil y sintetizarlas en un programa político para colocarlas en relación con las diversas instituciones que conforman el Estado. Los partidos deben tener en su interior una estructura democrática, ser lugar de elaboración política y de construcción de proyectos, lugar de debates y de confrontación de ideas y de programas, tener contacto con las personas y las diversas instancias de la sociedad civil para no encerrarse en sí mismos. De esta manera, además de formar ciudadanos en y para la participación política y en las virtudes cívicas, serán medios capaces de formar...
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Beatriz Veterano
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Publicado:
Dom Jul 13, 2008 4:42 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE
NOTA DOCTRINAL
sobre algunas cuestiones relativas al
compromiso y la conducta de los católicos en la vida política
La Congregación para la Doctrina de la Fe, oído el parecer del Pontificio Consejo para los Laicos, ha estimado oportuno publicar la presente Nota doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política. La Nota se dirige a los Obispos de la Iglesia Católica y, de especial modo, a los políticos católicos y a todos los fieles laicos llamados a la participación en la vida pública y política en las sociedades democráticas.
I. Una enseñanza constante
1. El compromiso del cristiano en el mundo, en dos mil años de historia, se ha expresado en diferentes modos. Uno de ellos ha sido el de la participación en la acción política: Los cristianos, afirmaba un escritor eclesiástico de los primeros siglos, «cumplen todos sus deberes de ciudadanos».[1] La Iglesia venera entre sus Santos a numerosos hombres y mujeres que han servido a Dios a través de su generoso compromiso en las actividades políticas y de gobierno. Entre ellos, Santo Tomás Moro, proclamado Patrón de los Gobernantes y Políticos, que supo testimoniar hasta el martirio la «inalienable dignidad de la conciencia»[2]. Aunque sometido a diversas formas de presión psicológica, rechazó toda componenda, y sin abandonar «la constante fidelidad a la autoridad y a las instituciones»que lo distinguía, afirmó con su vida y su muerte que«el hombre no se puede separar de Dios, ni la política de la moral»[3].
Las actuales sociedades democráticas, en las que loablemente[4] todos son hechos partícipes de la gestión de la cosa pública en un clima de verdadera libertad, exigen nuevas y más amplias formas de participación en la vida pública por parte de los ciudadanos, cristianos y no cristianos. En efecto, todos pueden contribuir por medio del voto a la elección de los legisladores y gobernantes y, a través de varios modos, a la formación de las orientaciones políticas y las opciones legislativas que, según ellos, favorecen mayormente el bien común.[5] La vida en un sistema político democrático no podría desarrollarse provechosamente sin la activa, responsable y generosa participación de todos, «si bien con diversidad y complementariedad de formas, niveles, tareas yresponsabilidades»[6].
Mediante el cumplimiento de los deberes civiles comunes, «de acuerdo con su conciencia cristiana»,[7] en conformidad con los valores que son congruentes con ella, los fieles laicos desarrollan también sus tareas propias de animar cristianamente el orden temporal, respetando su naturaleza y legítima autonomía,[8] y cooperando con los demás, ciudadanos según la competencia específica y bajo la propia responsabilidad.[9] Consecuencia de esta fundamental enseñanza del Concilio Vaticano II es que «los fieles laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la “política”; es decir, en la multiforme y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e institucionalmente el bien común»,[10] que comprende la promoción y defensa de bienes tales como el orden público y la paz, la libertad y la igualdad, el respeto de la vida humana y el ambiente, la justicia, la solidaridad, etc.
La presente Nota no pretende reproponer la entera enseñanza de la Iglesia en esta materia, resumida por otra parte, en sus líneas esenciales, en el Catecismo de la Iglesia Católica, sino solamente recordar algunos principios propios de la conciencia cristiana, que inspiran el compromiso social y político de los católicos en las sociedades democráticas.[11] Y ello porque, en estos últimos tiempos, a menudo por la urgencia de los acontecimientos, han aparecido orientaciones ambiguas y posiciones discutibles, que hacen oportuna la clarificación de aspectos y dimensiones importantes de la cuestión.
II. Algunos puntos críticos en el actual debate cultural y político
2. La sociedad civil se encuentra hoy dentro de un complejo proceso cultural que marca el fin de una época y la incertidumbre por la nueva que emerge al horizonte. Las grandes conquistas de las que somos espectadores nos impulsan a comprobar el camino positivo que la humanidad ha realizado en el progreso y la adquisición de condiciones de vida más humanas. La mayor responsabilidad hacia Países en vías de desarrollo es ciertamente una señal de gran relieve, que muestra la creciente sensibilidad por el bien común. Junto a ello, no es posible callar, por otra parte, sobre los graves peligros hacia los que algunas tendencias culturales tratan de orientar las legislaciones y, por consiguiente, los comportamientos de las futuras generaciones.
Se puede verificar hoy un cierto relativismo cultural, que se hace evidente en la teorización y defensa del pluralismo ético, que determina la decadencia y disolución de la razón y los principios de la ley moral natural. Desafortunadamente, como consecuencia de esta tendencia, no es extraño hallar en declaraciones públicas afirmaciones según las cuales tal pluralismo ético es la condición de posibilidad de la democracia[12]. Ocurre así que, por una parte, los ciudadanos reivindican la más completa autonomía para sus propias preferencias morales, mientras que, por otra parte, los legisladores creen que respetan esa libertad formulando leyes que prescinden de los principios de la ética natural, limitándose a la condescendencia con ciertas orientaciones culturales o morales transitorias,[13] como si todas las posibles concepciones de la vida tuvieran igual valor. Al mismo tiempo, invocando engañosamente la tolerancia, se pide a una buena parte de los ciudadanos – incluidos los católicos – que renuncien a contribuir a la vida social y política de sus propios Países, según la concepción de la persona y del bien común que consideran humanamente verdadera y justa, a través de los medios lícitos que el orden jurídico democrático pone a disposición de todos los miembros de la comunidad política. La historia del siglo XX es prueba suficiente de que la razón está de la parte de aquellos ciudadanos que consideran falsa la tesis relativista, según la cual no existe una norma moral, arraigada en la naturaleza misma del ser humano, a cuyo juicio se tiene que someter toda concepción del hombre, del bien común y del Estado.
3. Esta concepción relativista del pluralismo no tiene nada que ver con la legítima libertad de los ciudadanos católicos de elegir, entre las opiniones políticas compatibles con la fe y la ley moral natural, aquella que, según el propio criterio, se conforma mejor a las exigencias del bien común. La libertad política no está ni puede estar basada en la idea relativista según la cual todas las concepciones sobre el bien del hombre son igualmente verdaderas y tienen el mismo valor, sino sobre el hecho de que las actividades políticas apuntan caso por caso hacia la realización extremadamente concreta del verdadero bien humano y social en un contexto histórico, geográfico, económico, tecnológico y cultural bien determinado. La pluralidad de las orientaciones y soluciones, que deben ser en todo caso moralmente aceptables, surge precisamente de la concreción de los hechos particulares y de la diversidad de las circunstancias. No es tarea de la Iglesia formular soluciones concretas – y menos todavía soluciones únicas – para cuestiones temporales, que Dios ha dejado al juicio libre y responsable de cada uno. Sin embargo, la Iglesia tiene el derecho y el deber de pronunciar juicios morales sobre realidades temporales cuando lo exija la fe o la ley moral.[14] Si el cristiano debe «reconocer la legítima pluralidad de opiniones temporales»,[15] también está llamado a disentir de una concepción del pluralismo en clave de relativismo moral, nociva para la misma vida democrática, pues ésta tiene necesidad de fundamentos verdaderos y sólidos, esto es, de principios éticos que, por su naturaleza y papel fundacional de la vida social, no son “negociables”.
En el plano de la militancia política concreta, es importante hacer notar que el carácter contingente de algunas opciones en materia social, el hecho de que a menudo sean moralmente posibles diversas estrategias para realizar o garantizar un mismo valor sustancial de fondo, la posibilidad de interpretar de manera diferente algunos principios básicos de la teoría política, y la complejidad técnica de buena parte de los problemas políticos, explican el hecho de que generalmente pueda darse una pluralidad de partidos en los cuales puedan militar los católicos para ejercitar – particularmente por la representación parlamentaria – su derecho-deber de participar en la construcción de la vida civil de su País.[16] Esta obvia constatación no puede ser confundida, sin embargo, con un indistinto pluralismo en la elección de los principios morales y los valores sustanciales a los cuales se hace referencia. La legítima pluralidad de opciones temporales mantiene íntegra la matriz de la que proviene el compromiso de los católicos en la política, que hace referencia directa a la doctrina moral y social cristiana. Sobre esta enseñanza los laicos católicos están obligados a confrontarse siempre para tener la certeza de que la propia participación en la vida política esté caracterizada por una coherente responsabilidad hacia las realidades temporales.
La Iglesia es consciente de que la vía de la democracia, aunque sin duda expresa mejor la participación directa de los ciudadanos en las opciones políticas, sólo se hace posible en la medida en que se funda sobre una recta concepción de la persona.[17] Se trata de un principio sobre el que los católicos no pueden admitir componendas, pues de lo contrario se menoscabaría el testimonio de la fe cristiana en el mundo y la unidad y coherencia interior de los mismos fieles. La estructura democrática sobre la cual un Estado moderno pretende construirse sería sumamente frágil si no pusiera como fundamento propio la centralidad de la persona. El respeto de la persona es, por lo demás, lo que hace posible la participación democrática. Como enseña el Concilio Vaticano II, la tutela «de los derechos de la persona es condición necesaria para que los ciudadanos, como individuos o como miembros de asociaciones, puedan participar activamente en la vida y en el gobierno de la cosa pública»[18].
4. A partir de aquí se extiende la compleja red de problemáticas actuales, que no pueden compararse con las temáticas tratadas en siglos pasados. La conquista científica, en efecto, ha permitido alcanzar objetivos que sacuden la conciencia e imponen la necesidad de encontrar soluciones capaces de respetar, de manera coherente y sólida, los principios éticos. Se asiste, en cambio, a tentativos legislativos que, sin preocuparse de las consecuencias que se derivan para la existencia y el futuro de los pueblos en la formación de la cultura y los comportamientos sociales, se proponen destruir el principio de la intangibilidad de la vida humana. Los católicos, en esta grave circunstancia, tienen el derecho y el deber de intervenir para recordar el sentido más profundo de la vida y la responsabilidad que todos tienen ante ella. Juan Pablo II, en línea con la enseñanza constante de la Iglesia, ha reiterado muchas veces que quienes se comprometen directamente en la acción legislativa tienen la «precisa obligación de oponerse» a toda ley que atente contra la vida humana. Para ellos, como para todo católico, vale la imposibilidad de participar en campañas de opinión a favor de semejantes leyes, y a ninguno de ellos les está permitido apoyarlas con el propio voto.[19] Esto no impide, como enseña Juan Pablo II en la Encíclica Evangelium vitae a propósito del caso en que no fuera posible evitar o abrogar completamente una ley abortista en vigor o que está por ser sometida a votación, que «un parlamentario, cuya absoluta oposición personal al aborto sea clara y notoria a todos, pueda lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad pública».[20]
En tal contexto, hay que añadir que la conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio voto la realización de un programa político o la aprobación de una ley particular que contengan propuestas alternativas o contrarias a los contenidos fundamentales de la fe y la moral. Ya que las verdades de fe constituyen una unidad inseparable, no es lógico el aislamiento de uno solo de sus contenidos en detrimento de la totalidad de la doctrina católica. El compromiso político a favor de un aspecto aislado de la doctrina social de la Iglesia no basta para satisfacer la responsabilidad de la búsqueda del bien común en su totalidad. Ni tampoco el católico puede delegar en otros el compromiso cristiano que proviene del evangelio de Jesucristo, para que la verdad sobre el hombre y el mundo pueda ser anunciada y realizada.
Cuando la acción política tiene que ver con principios morales que no admiten derogaciones, excepciones o compromiso alguno, es cuando el empeño de los católicos se hace más evidente y cargado de responsabilidad. Ante estas exigencias éticas fundamentales e irrenunciables, en efecto, los creyentes deben saber que está en juego la esencia del orden moral, que concierne al bien integral de la persona. Este es el caso de las leyes civiles en materia de aborto y eutanasia (que no hay que confundir con la renuncia al ensañamiento terapéutico, que es moralmente legítima), que deben tutelar el derecho primario a la vida desde de su concepción hasta su término natural. Del mismo modo, hay que insistir en el deber de respetar y proteger los derechos del embrión humano. Análogamente, debe ser salvaguardada la tutela y la promoción de la familia, fundada en el matrimonio monogámico entre personas de sexo opuesto y protegida en su unidad y estabilidad, frente a las leyes modernas sobre el divorcio. A la familia no pueden ser jurídicamente equiparadas otras formas de convivencia, ni éstas pueden recibir, en cuánto tales, reconocimiento legal. Así también, la libertad de los padres en la educación de sus hijos es un derecho inalienable, reconocido además en las Declaraciones internacionales de los derechos humanos. Del mismo modo, se debe pensar en la tutela social de los menores y en la liberación de las víctimas de las modernas formas de esclavitud (piénsese, por ejemplo, en la droga y la explotación de la prostitución). No puede quedar fuera de este elenco el derecho a la libertad religiosa y el desarrollo de una economía que esté al servicio de la persona y del bien común, en el respeto de la justicia social, del principio de solidaridad humana y de subsidiariedad, según el cual deben ser reconocidos, respetados y promovidos «los derechos de las personas, de las familias y de las asociaciones, así como su ejercicio».[21] Finalmente, cómo no contemplar entre los citados ejemplos el gran tema de la paz. Una visión irenista e ideológica tiende a veces a secularizar el valor de la paz mientras, en otros casos, se cede a un juicio ético sumario, olvidando la complejidad de las razones en cuestión. La paz es siempre «obra de la justicia y efecto de la caridad»;[22] exige el rechazo radical y absoluto de la violencia y el terrorismo, y requiere un compromiso constante y vigilante por parte de los que tienen la responsabilidad política.
III. Principios de la doctrina católica acerca del laicismo y el pluralismo
5. Ante estas problemáticas, si bien es lícito pensar en la utilización de una pluralidad de metodologías que reflejen sensibilidades y culturas diferentes, ningún fiel puede, sin embargo, apelar al principio del pluralismo y autonomía de los laicos en política, para favorecer soluciones que comprometan o menoscaben la salvaguardia de las exigencias éticas fundamentales para el bien común de la sociedad. No se trata en sí de “valores confesionales”, pues tales exigencias éticas están radicadas en el ser humano y pertenecen a la ley moral natural. Éstas no exigen de suyo en quien las defiende una profesión de fe cristiana, si bien la doctrina de la Iglesia las confirma y tutela siempre y en todas partes, como servicio desinteresado a la verdad sobre el hombre y el bien común de la sociedad civil. Por lo demás, no se puede negar que la política debe hacer también referencia a principios dotados de valor absoluto, precisamente porque están al servicio de la dignidad de la persona y del verdadero progreso humano.
6. La frecuentemente referencia a la “laicidad”, que debería guiar el compromiso de los católicos, requiere una clarificación no solamente terminológica. La promoción en conciencia del bien común de la sociedad política no tiene nada qué ver con la “confesionalidad” o la intolerancia religiosa. Para la doctrina moral católica, la laicidad, entendida como autonomía de la esfera civil y política de la esfera religiosa y eclesiástica – nunca de la esfera moral –, es un valor adquirido y reconocido por la Iglesia, y pertenece al patrimonio de civilización alcanzado.[23] Juan Pablo II ha puesto varias veces en guardia contra los peligros derivados de cualquier tipo de confusión entre la esfera religiosa y la esfera política. «Son particularmente delicadas las situaciones en las que una norma específicamente religiosa se convierte o tiende a convertirse en ley del Estado, sin que se tenga en debida cuenta la distinción entre las competencias de la religión y las de la sociedad política. Identificar la ley religiosa con la civil puede, de hecho, sofocar la libertad religiosa e incluso limitar o negar otros derechos humanos inalienables».[24] Todos los fieles son bien conscientes de que los actos específicamente religiosos (profesión de fe, cumplimiento de actos de culto y sacramentos, doctrinas teológicas, comunicación recíproca entre las autoridades religiosas y los fieles, etc.) quedan fuera de la competencia del Estado, el cual no debe entrometerse ni para exigirlos o para impedirlos, salvo por razones de orden público. El reconocimiento de los derechos civiles y políticos, y la administración de servicios públicos no pueden ser condicionados por convicciones o prestaciones de naturaleza religiosa por parte de los ciudadanos.
Una cuestión completamente diferente es el derecho-deber que tienen los ciudadanos católicos, como todos los demás, de buscar sinceramente la verdad y promover y defender, con medios lícitos, las verdades morales sobre la vida social, la justicia, la libertad, el respeto a la vida y todos los demás derechos de la persona. El hecho de que algunas de estas verdades también sean enseñadas por la Iglesia, no disminuye la legitimidad civil y la “laicidad” del compromiso de quienes se identifican con ellas, independientemente del papel que la búsqueda racional y la confirmación procedente de la fe hayan desarrollado en la adquisición de tales convicciones. En efecto, la “laicidad” indica en primer lugar la actitud de quien respeta las verdades que emanan del conocimiento natural sobre el hombre que vive en sociedad, aunque tales verdades sean enseñadas al mismo tiempo por una religión específica, pues la verdad es una. Sería un error confundir la justa autonomía que los católicos deben asumir en política, con la reivindicación de un principio que prescinda de la enseñanza moral y social de la Iglesia.
Con su intervención en este ámbito, el Magisterio de la Iglesia no quiere ejercer un poder político ni eliminar la libertad de opinión de los católicos sobre cuestiones contingentes. Busca, en cambio –en cumplimiento de su deber– instruir e iluminar la conciencia de los fieles, sobre todo de los que están comprometidos en la vida política, para que su acción esté siempre al servicio de la promoción integral de la persona y del bien común. La enseñanza social de la Iglesia no es una intromisión en el gobierno de los diferentes Países. Plantea ciertamente, en la conciencia única y unitaria de los fieles laicos, un deber moral de coherencia. «En su existencia no puede haber dos vidas paralelas: por una parte, la denominada vida “espiritual”, con sus valores y exigencias; y por otra, la denominada vida “secular”, esto es, la vida de familia, del trabajo, de las relaciones sociales, del compromiso político y de la cultura. El sarmiento, arraigado en la vid que es Cristo, da fruto en cada sector de la acción y de la existencia. En efecto, todos los campos de la vida laical entran en el designio de Dios, que los quiere como el “lugar histórico” de la manifestación y realización de la caridad de Jesucristo para gloria del Padre y servicio a los hermanos. Toda actividad, situación, esfuerzo concreto –como por ejemplo la competencia profesional y la solidaridad en el trabajo, el amor y la entrega a la familia y a la educación de los hijos, el servicio social y político, la propuesta de la verdad en el ámbito de la cultura– constituye una ocasión providencial para un “continuo ejercicio de la fe, de la esperanza y de la caridad”».[25] Vivir y actuar políticamente en conformidad con la propia conciencia no es un acomodarse en posiciones extrañas al compromiso político o en una forma de confesionalidad, sino expresión de la aportación de los cristianos para que, a través de la política, se instaure un ordenamiento social más justo y coherente con la dignidad de la persona humana.
En las sociedades democráticas todas las propuestas son discutidas y examinadas libremente. Aquellos que, en nombre del respeto de la conciencia individual, pretendieran ver en el deber moral de los cristianos de ser coherentes con la propia conciencia un motivo para descalificarlos políticamente, negándoles la legitimidad de actuar en política de acuerdo con las propias convicciones acerca del bien común, incurrirían en una forma de laicismo intolerante. En esta perspectiva, en efecto, se quiere negar no sólo la relevancia política y cultural de la fe cristiana, sino hasta la misma posibilidad de una ética natural. Si así fuera, se abriría el camino a una anarquía moral, que no podría identificarse nunca con forma alguna de legítimo pluralismo. El abuso del más fuerte sobre el débil sería la consecuencia obvia de esta actitud. La marginalización del Cristianismo, por otra parte, no favorecería ciertamente el futuro de proyecto alguno de sociedad ni la concordia entre los pueblos, sino que pondría más bien en peligro los mismos fundamentos espirituales y culturales de la civilización.[26]
IV. Consideraciones sobre aspectos particulares
7. En circunstancias recientes ha ocurrido que, incluso en el seno de algunas asociaciones u organizaciones de inspiración católica, han surgido orientaciones de apoyo a fuerzas y movimientos políticos que han expresado posiciones contrarias a la enseñanza moral y social de la Iglesia en cuestiones éticas fundamentales. Tales opciones y posiciones, siendo contradictorios con los principios básicos de la conciencia cristiana, son incompatibles con la pertenencia a asociaciones u organizaciones que se definen católicas. Análogamente, hay que hacer notar que en ciertos países algunas revistas y periódicos católicos, en ocasión de toma de decisiones políticas, han orientado a los lectores de manera ambigua e incoherente, induciendo a error acerca del sentido de la autonomía de los católicos en política y sin tener en consideración los principios a los que se ha hecho referencia.
La fe en Jesucristo, que se ha definido a sí mismo «camino, verdad y vida» (Jn 14,6), exige a los cristianos el esfuerzo de entregarse con mayor diligencia en la construcción de una cultura que, inspirada en el Evangelio, reproponga el patrimonio de valores y contenidos de la Tradición católica. La necesidad de presentar en términos culturales modernos el fruto de la herencia espiritual, intelectual y moral del catolicismo se presenta hoy con urgencia impostergable, para evitar además, entre otras cosas, una diáspora cultural de los católicos. Por otra parte, el espesor cultural alcanzado y la madura experiencia de compromiso político que los católicos han sabido desarrollar en distintos países, especialmente en los decenios posteriores a la Segunda Guerra Mundial, no deben provocar complejo alguno de inferioridad frente a otras propuestas que la historia reciente ha demostrado débiles o radicalmente fallidas. Es insuficiente y reductivo pensar que el compromiso social de los católicos se deba limitar a una simple transformación de las estructuras, pues si en la base no hay una cultura capaz de acoger, justificar y proyectar las instancias que derivan de la fe y la moral, las transformaciones se apoyarán siempre sobre fundamentos frágiles.
La fe nunca ha pretendido encerrar los contenidos socio-políticos en un esquema rígido, conciente de que la dimensión histórica en la que el hombre vive impone verificar la presencia de situaciones imperfectas y a menudo rápidamente mutables. Bajo este aspecto deben ser rechazadas las posiciones políticas y los comportamientos que se inspiran en una visión utópica, la cual, cambiando la tradición de la fe bíblica en una especie de profetismo sin Dios, instrumentaliza el mensaje religioso, dirigiendo la conciencia hacia una esperanza solamente terrena, que anula o redimensiona la tensión cristiana hacia la vida eterna.
Al mismo tiempo, la Iglesia enseña que la auténtica libertad no existe sin la verdad. «Verdad y libertad, o bien van juntas o juntas perecen miserablemente», ha escrito Juan Pablo II.[27] En una sociedad donde no se llama la atención sobre la verdad ni se la trata de alcanzar, se debilita toda forma de ejercicio auténtico de la libertad, abriendo el camino al libertinaje y al individualismo, perjudiciales para la tutela del bien de la persona y de la entera sociedad.
8. En tal sentido, es bueno recordar una verdad que hoy la opinión pública corriente no siempre percibe o formula con exactitud: El derecho a la libertad de conciencia, y en especial a la libertad religiosa, proclamada por la Declaración Dignitatis humanæ del Concilio Vaticano II, se basa en la dignidad ontológica de la persona humana, y de ningún modo en una inexistente igualdad entre las religiones y los sistemas culturales.[28] En esta línea, el Papa Pablo VI ha afirmado que «el Concilio de ningún modo funda este derecho a la libertad religiosa sobre el supuesto hecho de que todas las religiones y todas las doctrinas, incluso erróneas, tendrían un valor más o menos igual; lo funda en cambio sobre la dignidad de la persona humana, la cual exige no ser sometida a contradicciones externas, que tienden a oprimir la conciencia en la búsqueda de la verdadera religión y en la adhesión a ella».[29] La afirmación de la libertad de conciencia y de la libertad religiosa, por lo tanto, no contradice en nada la condena del indiferentísimo y del relativismo religioso por parte de la doctrina católica,[30] sino que le es plenamente coherente.
V. Conclusión
9. Las orientaciones contenidas en la presente Nota quieren iluminar uno de los aspectos más importantes de la unidad de vida que caracteriza al cristiano: La coherencia entre fe y vida, entre evangelio y cultura, recordada por el Concilio Vaticano II. Éste exhorta a los fieles a «cumplir con fidelidad sus deberes temporales, guiados siempre por el espíritu evangélico. Se equivocan los cristianos que, pretextando que no tenemos aquí ciudad permanente, pues buscamos la futura, consideran que pueden descuidar las tareas temporales, sin darse cuenta de que la propia fe es un motivo que les obliga al más perfecto cumplimiento de todas ellas, según la vocación personal de cada uno». Alégrense los fieles cristianos«de poder ejercer todas sus actividades temporales haciendo una síntesis vital del esfuerzo humano, familiar, profesional, científico o técnico, con los valores religiosos, bajo cuya altísima jerarquía todo coopera a la gloria de Dios».[31]
El Sumo Pontífice Juan Pablo II, en la audiencia del 21 de noviembre de 2002, ha aprobado la presente Nota, decidida en la Sesión Ordinaria de esta Congregación, y ha ordenado que sea publicada.
Dado en Roma, en la sede de la Congregación por la Doctrina de la Fe, el 24 de noviembre de 2002, Solemnidad de N. S Jesús Cristo, Rey del universo.
XJOSEPH CARD. RATZINGER
Prefecto
XTARCISIO BERTONE, S.D.B.
Arzobispo emérito de Vercelli
Secretario
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Notas
[1]CARTA A DIOGNETO, 5, 5, Cfr. Ver también Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2240.
[2]JUAN PABLO II, Carta Encíclica Motu Proprio dada para la proclamación de Santo Tomás Moro Patrón de los Gobernantes y Políticos, n. 1, AAS 93 (2001) 76-80.
[3]JUAN PABLO II, Carta Encíclica Motu Proprio dada para la proclamación de Santo Tomás Moro Patrón de los Gobernantes y Políticos, n. 4.
[4]Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et spes, n 31; Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1915.
[5]Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et spes, n 75.
[6]JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Christifideles laici, n. 42, AAS 81 (1989) 393-521. Esta nota doctrinal se refiere obviamente al compromiso político de los fieles laicos. Los Pastores tienen el derecho y el deber de proponer los principios morales también en el orden social; «sin embargo, la participación activa en los partidos políticos está reservada a los laicos» (JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Christifideles laici, n. 69). Cfr. Ver también CONGREGACIÓN PARA EL CLERO, Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros, 31-I-1994, n. 33.
[7]CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et spes, n 76.
[8]Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et spes, n 36.
[9]Cfr. CONCILIO VATICANO II, Decreto Apostolicam actuositatem, 7; Constitución Dogmática Lumen gentium, n. 36 y Constitución Pastoral Gaudium et spes, nn. 31 y 43.
[10]JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Christifideles laici, n. 42.
[11]En los últimos dos siglos, muchas veces el Magisterio Pontificio se ha ocupado de las cuestiones principales acerca del orden social y político. Cfr. LEÓN XIII, Carta Encíclica Diuturnum illud, ASS 20 (1881/82) 4ss; Carta Encíclica Immortale Dei, ASS 18 (1885/86) 162ss, Carta Encíclica Libertas præstantissimum, ASS 20 (1887/8 593ss; Carta Encíclica Rerum novarum, ASS 23 (1890/91) 643ss; BENEDICTO XV, Carta Encíclica Pacem Dei munus pulcherrimum, AAS 12 (1920) 209ss; PÍO XI, Carta Encíclica Quadragesimo anno, AAS 23 (1931) 190ss; Carta Encíclica Mit brennender Sorge, AAS 29 (1937) 145-167; Carta Encíclica Divini Redemptoris, AAS 29 (1937) 78ss; PÍO XII, Carta Encíclica Summi Pontificatus, AAS 31 (1939) 423ss; Radiomessaggi natalizi 1941-1944; JUAN XXIII, Carta Encíclica Mater et magistra, AAS 53 (1961) 401-464; Carta Encíclica Pacem in terris AAS 55 (1963) 257-304; PABLO VI, Carta Encíclica Populorum progressio, AAS 59 (1967) 257-299; Carta Apostólica Octogesima adveniens, AAS 63 (1971) 401-441.
[12]Cfr. JUAN PABLO II, Carta Encíclica Centesimus annus, n. 46, AAS 83 (1991) 793-867; Carta Encíclica Veritatis splendor, n. 101, AAS 85 (1993) 1133-1228; Discurso al Parlamento Italiano en sesión pública conjunta, en L’Osservatore Romano, n. 5, 14-XI-2002.
[13]Cfr. JUAN PABLO II, Carta Encíclica Evangelium vitæ, n. 22, AAS 87 (1995) 401-522.
[14]Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et spes, n 76.
[15]CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et spes, n 75.
[16]Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et spes, nn. 43 y 75.
[17]Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et spes, n 25.
[18]CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et spes, n 73.
[19]Cfr. JUAN PABLO II, Carta Encíclica Evangelium vitæ, n. 73.
[20]JUAN PABLO II, Carta Encíclica Evangelium vitæ, n. 73.
[21]CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et spes, n 75.
[22]Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2304
[23]Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et spes, n 76.
[24]JUAN PABLO II, Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz 1991: “Si quieres la paz, respeta la conciencia de cada hombre”, IV, AAS 83 (1991) 410-421.
[25]JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Christifideles laici, n. 59. La citación interna proviene del Concilio Vaticano II, Decreto Apostolicam actuositatem, n. 4
[26]Cfr. JUAN PABLO II, Discurso al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, en L’Osservatore Romano, 11 de enero de 2002.
[27]JUAN PABLO II, Carta Encíclica Fides et ratio, n. 90, AAS 91 (1999) 5-88.
[28]Cfr. CONCILIO VATICANO II, Declaración Dignitatis humanae, n. 1: «En primer lugar, profesa el sagrado Concilio que Dios manifestó al género humano el camino por el que, sirviéndole, pueden los hombres salvarse y ser felices en Cristo. Creemos que esta única y verdadera religión subsiste en la Iglesia Católica». Eso no quita que la Iglesia considere con sincero respeto las varias tradiciones religiosas, más bien reconoce «todo lo bueno y verdadero» presentes en ellas. Cfr. CONCILIO VATICANO II,Constitución Dogmática Lumen gentium, n. 16; Decreto Ad gentes, n. 11; Declaración Nostra ætate, n. 2; JUAN PABLOII, Carta Encíclica Redemptoris missio, n. 55, AAS 83 (1991) 249-340; CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, DeclaraciónDominus Iesus, nn. 2; 8; 21, AAS 92 (2000) 742-765.
[29]PABLO VI, Discurso al Sacro Colegio y a la Prelatura Romana, en «Insegnamenti di Paolo VI» 14 (1976), 1088-1089).
[30]Cfr. PÍO IX, Carta Encíclica Quanta cura, ASS 3 (1867) 162; LEÓN XIII, Carta Encíclica Immortale Dei, ASS 18 (1885) 170-171; PÍO XI, Carta Encíclica Quas primas, AAS 17 (1925) 604-605; Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2108; CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Declaración Dominus Iesus, n. 22.
[31]CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et spes, n 43. Cfr. también JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Christifideles laici, n. 59. _________________ "Quien no ama, no conoce"
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Beatriz Veterano
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Dom Jul 13, 2008 4:46 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Autor: P. Llucià Pou Sabaté
Sir Tomás Moro, un político santo
El 26 de octubre de 2000 el Papa nombró a Sir Tomás Moro como el patrón de los políticos...
Sir Tomás Moro, un político santo
Me contaba un amigo cómo muchos cambian de ideas con gran facilidad según lo que está de moda, parece que bailan “al son de los que tocan”. Es difícil pensar por libre, no dejarse influir por lo que es “políticamente correcto” en cada momento.
El 26 de octubre de 2000 el Papa nombró a Sir Tomás Moro como el patrón de los políticos. Les hacía falta, visto por dónde va la política, tener un guía (no es que no haya políticos honrados, pero en las circunstancias actuales quizá tienen difícil hacer de modo honrado su trabajo, sin renunciar a lo que les dice la conciencia). Ante tanto arribismo, y subir a costa de perder los ideales, viene bien un guía que sea modelo de coherencia, en expresión de D. Contreras, Sir Tomás Moro es un elogio de la conciencia.
He podido ver hace poco la película "Un hombre para la eternidad" (A man for all seasons, 1966), reconocido film que no pasa de moda, cuyo autor es el prestigioso Fred Zinnemann. Es una película dedicada a Tomás Moro. Fue la triunfadora en los Oscars de ese año al conseguir seis estatuillas, entre ellas las más prestigiosas: a la película, al director y al mejor actor, el británico Paul Scofield que interpreta al autor de Utopía.
Al acabar de verla, tuvimos un forum muy interesante sobre estos aspectos de la coherencia con la conciencia; pensé que no ha pasado de moda y que efectivamente es hombre “para todas las estaciones” (como reza el título en inglés), para todos los tiempos... En la película se refleja el talante del gran humanista y santo, en su postura de integridad moral y religiosa. Frente a la pretensión del monarca de que, como canciller suyo, liderara la Iglesia Anglicana tras separarse de Roma, Moro, debido a su profunda convicción católica, se niega a reconocer la validez del divorcio de Enrique VIII y Catalina de Aragón, lo que le supone la enemistad del rey y esto queda reflejado en unos preciosos diálogos. También son magníficos los minutos dedicados al proceso consiguiente, a la altura del mejor "cine judicial".
Todo ello es un marco bien definido para entender por qué se deja recluir en el presidio y más tarde ajusticiar, sin renegar de la verdad. La película –señalan los críticos- es un inmejorable ejemplo del tema recurrente en la Historia del Pensamiento de como la integridad moral de insignes personajes, incapaces de doblegarse a los intereses bastardos de los poderosos y los conspiradores de todo tipo, desprecian su propia seguridad, dando ejemplo de una heroicidad sin límites, lo que les hace ganarse a pulso la inmortalidad en la memoria histórica. Es clarividente aún hoy, después de tantos años, su actitud de no renegar de la conciencia ante el juramento que se le pedía con motivo de la boda de Enrique VIII con Ana Bolena. Mantuvo su rechazo al divorcio del Rey y defendió la independencia de la Iglesia sobre el poder político, sabedor de que perdía así la carga más importante que podía tener un inglés de los Tudor: Speaker en los Comunes, y pasó de Lord Canciller nombrado por el Rey (por tanto, guardián de la conciencia del Rey y presidente de la Chancillería, supremo Tribunal) a morir mártir por defender la fe. Como señala en “Expansión” (2.11.2000) Íñigo Coello de Portugal, fue Moro un hombre genial.
Al leer su “Utopía” hace poco, gocé con el ingenio del gran humanista Moro. Ahí se muestra buen conocedor de los clásicos, de impresionante imaginación, con un talante magnánimo de quien goza con el altruismo, con unos proyectos de la vida pública sin mezcla de ambición, poniendo su gran inteligencia en la concepción de un estado ideal... ¡qué buen modelo para los políticos!
Recuerda Francesco Cossiga (ex-presidente italiano) cómo en 1985, un grupo de amigos de Tomás Moro pensó en que en un ambiente político lleno de mediocridad, cuando parece que para mantenerse a flote hay que renegar de la conciencia, podían proponer este santo como su patrón pues esta figura representa un modelo de persona cristiana en la vida pública. Recordó Cossiga cómo “refleja de modo nítido el ideal de laico cristiano”, es como si se hubiera avanzado en esa llamada de la santidad en medio del mundo. Juan Pablo II recordaba este “testimonio, ofrecido hasta el derramamiento de su sangre, de la primacía de la verdad sobre el poder”, por esto “es venerado como ejemplo imperecedero de coherencia moral. Y también fuera de la Iglesia, especialmente entre los que están llamados a dirigir los destinos de los pueblos, su figura es reconocida como fuente de inspiración para una política que tenga como fin supremo el servicio a la persona humana”.
Decía Sir David Alton, otro de esos promotores: “cuando entro en la sala donde fue procesado, me pregunto cómo Moro, que se dejó decapitar con tal de no renegar de sus principios, viviría hoy nuestras batallas como parlamentarios ingleses que debaten sobre la clonación humana, la eutanasia, el aborto, la destrucción de embriones humanos...” (él mismo amenazó con dejar el partido Liberal Democrático por causa de la votación sobre el aborto). En la citada petición se habla de que “Santo Tomás Moro aparece como el modelo ejemplar de esa unidad de vida en la que Su Santidad ha cifrado la expresión específica de la santidad para los laicos... En Santo Tomás Moro no hubo señal alguna de esa fractura entre fe y cultura, entre principios y vida cotidiana, que el Concilio Vaticano II lamenta ‘como uno de los más graves errores de nuestra época’”.
Dentro de los límites culturales de su época (no tenían como hoy el concepto de libertad religiosa), es Tomás un campeón de los derechos humanos: todos ellos tiene su origen en esta luz que Dios ha puesto en nuestra conciencia y no se puede renegar de ella. Fue la coherencia lo que le llevó a ser “un mártir de la libertad en el sentido más moderno del término, porque se opuso a la pretensión del poder de dominar sobre las conciencias, tentación perenne –trágicamente atestiguada por la historia del siglo XX- de sistemas políticos que no reconocen nada por encima de ellos”. El Papa lo puso como ejemplo en un momento histórico que hay “necesidad que siente el mundo político y administrativo de modelos creíbles, que muestren el camino de la verdad en un momento histórico en el que se multiplican arduos desafíos y graves responsabilidades” sobre las conquistas científicas y la bioética, la vida humana y las “opciones políticas claras a favor de la familia, de los jóvenes, de los ancianos y de los marginados”, y una huida del éxito fácil cuando está en entredicho la verdad y por tanto el consenso no es posible. Este hombre del siglo XV, amigo de Erasmo de Rotterdam, gran humanista, modelo de hombre de cultura e integridad, es también desde el 31 de octubre de 2000 Patrono de los Gobernantes y de los Políticos. _________________ "Quien no ama, no conoce"
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Eso es lo que necesitamos en todos lados: mártires en la política, cristianos y cristianas que no les importe sufrir lo indecible con tal de hacer prevalecer la Verdad, el derecho, y la justicia. _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Josè Luis Jimènez Moreno Veterano
Registrado: 22 Feb 2007 Mensajes: 1048
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Publicado:
Dom Jul 13, 2008 3:35 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Queridos hermanos:
Lo que me mueve a insistir en mi pregunta de ?Porque los altos Ministros de nuestra amada Iglesia no se involucran mas abiertamente en la politica (ojo) de mi pais, es porque veo que en otros como Espania existen organizaciones religiosas de laicos, comandadas por religiosos, que cuestionan abierta y publicamente al gobierno, tal vez piensen algunos que poco se ha logrado, pero en verdad que no. Cuando comparas a Espania (nuestra Madre Patria) con lo que ha pasado o esta pasando en Mexico (pudiera ser cualquier pais Hispanoamericano), sigue siendo la forma a seguir ?Que quiero decir con esto?
Que aunque a muchos se les retuerza el higado, somos un reflejo de Espania, nuestra cutura es hispana, nuestra religion, nuestra lengua, etc., es herencia hispana, por lo tanto, ya es tiempo de que nuestro Clero se ponga las pilas y salgan del "Closet".
En verdad hermanos no es necedad de mi parte, simplemente es horror, un terrible horror de ver a mi patria, sobre todo a mi Iglesia, vertir su sangre en aras de poco o casi nada.
A continuacion les pongo un paste de un parrafo de la excelente presentacion de la hermana A. Ma. Betania en el foro de Apologetica, tema "El Catolicismo Mexicano (Para NACIDO DE NUEVO):
b. Desarrollo
1. Año 1926
El pueblo mexicano siempre que sabía que el ejército intervendría y tomarían las iglesias para destruirlas, se preparaba, se armaban y se iba a vivir ahí. Unos custodiando desde adentro y otros desde afuera. El ejercito al llegar al lugar y al encontrar alguna resistencia y como poseía mejores y más armas, simplemente abría fuego directo contra las personas. El 3 de Agosto de 1926, en el Santuario de la Virgen de Guadalupe, en Guadalajara, corrió un rumor como en Oaxaca; ante la noticia, la gente se preparó, vigilando todo el pueblo y viviendo en las iglesias. Al llegar un grupo de federales rápidamente se amotinaron contra ellos; más tarde volvieron a la carga con 250 soldados federales fuertemente armados; por su parte la población se defendía con lo que podía, pero el ejército tomó todo el pueblo. Al otro día los detenidos fueron llevados al cuartel (Hoy llamado Cuartel Colorado), aunque con una derrota, pero con el grito de: ¡Viva Cristo Rey!. A principios de agosto, se realizaron seis levantamientos armados en Acatzingo Puebla, y el del estado de Oaxaca cerca de Sayula, con grandes movimientos, pero no muy exitosos, como fueron los sangrientos eventos de Acámbaro y Tlaxiaco, el levantamiento del 2, en Cocula y el del 4 en Sahuayo en Michoacán. El 14 de agosto, con el pretexto se sofocar una conjuración, una docena de soldados al mando del Tte. Maldonado Ontiveros, subordinado del Gral. Eulogio Ortiz –llamado Eulogio el Cruel o el Tigre de Durango-, rodean la casa del Párroco de Chalchihuites, de la Arquidiócesis de Durango, Estado de Zacatecas; son detenidos el R.P. Luis Batis Sainz y de tres feligreses de la Acción Católica, Manuel Morales, casado, Salvador Lara Puente, y su primo David Roldán Lara. En la madrugada del 15 de agosto, fueron fusilados; como consecuencia de ello se alza en Zacatecas el primer foco de movimiento más importante, cuando por la noche apareció el ranchero Pedro Quintanar , personaje de gran importancia en toda la lucha Cristera, que en un principio era el encargado de liberar al párroco detenido. Así, se sumó a la lucha y ayudó a sus amigos que eran numerosos, pues había sido jefe de las defensas contra Villa. Se preparó el levantamiento que Aurelio Acevedo Robles y sus amigos tenían previsto desde el primero de agosto, ya que el gobierno al saber de la presencia de Quintanar se movilizó más rápido. Se realizó la movilización en Peñitas y Peñas Blancas. Quintanar entraba a combate el 29 de agosto a Huejuquilla el Alto (Jalisco), comenzó así, la primera lucha cristera en forma, quedando como vencedores, llamados inicialmente los “libertadores”, con el grito ahora triunfante de: ¡Viva Cristo Rey!. Entre agosto y diciembre de 1926 se produjeron 64 levantamientos armados, espontáneos, aislados, la mayor parte en Jalisco, Guanajuato, Guerrero, Michoacán y Zacatecas. Además de Cocula, el movimiento en el estado de Jalisco, comenzó a ganar terreno con ocho pueblos más: Tlajomulco, Etzatlán, Belén, Refugio, Tepatitlan, Zapotlanejo, Ciudad Guzmán, Chapala, Atengo, Ayutla y Tecolotlán, que respondieron a la lucha con gran valor y entrega. El 16 de agosto, el Episcopado mexicano se dirigió al Presidente pidiéndole interpusiera su influencia para que fueran reformados los artículos antirreligiosos de la Constitución. Mientras los Estados mexicanos comenzaron a aplicar la “Ley Calles”, los obispos y la Liga Nacional de la Defensa de la Libertad Religiosa, trataron de bloquearla promoviendo la vía del “Referéndum”; siempre habían hablado de una campaña pacífica y legal para la reforma de las leyes antirreligiosas, y que un gobernante normal y sincero tenía que respetar conforme a los principios democráticos de la Constitución mexicana. Calles había dicho a los Prelados Mexicanos que el recurso que quedaba a los católicos eran las Cámaras. Así pues, el memorial de los obispos mexicanos se dirigió a las Cámaras el 6 de septiembre, pretendiendo con gran ponderación e irrebatibles razones la reforma de las leyes contrarias a la Iglesia; pero fue rechazado el 23, porque los obispos mexicanos no eran ciudadanos ni tenían el derecho de petición. Varios Obispos: los Arzobispos de México, Michoacán y Puebla; los Obispos de Tabasco, Aguascalientes, Saltillo, Cuernavaca, Chiapas, Huejutla, Papantla y Zacatecas, en diversas fechas fueron sacados de sus domicilios violentamente y escoltados por agentes del gobierno, se los obligó a trasponer la frontera. El memorial de los ciudadanos católicos, escrupulosamente acreditados, fue abrumador por el número de firmas, pues sumaron casi dos millones en un país de quince millones de habitantes. Nunca se habían reunido en México tantos testimonios, los cuales superaban con creces el número de votos con que los gobernantes solían ganar las elecciones para Presidente de la República. El Oficial Mayos de la Cámara de Diputados firmó acusando de recibo el voluminoso expediente, pero después dijo, al ser interpelado, que ese memorial no se había recibido. Igual suerte corrió el memorial de los profesionistas. El 21 de agosto, los obispos de Tabasco, Mons. Pascual Díaz, y de Michoacán, Mons. Leopoldo Ruiz, en representación del Episcopado mexicano, solicitaron dialogar con el Gral. Calles. El empeño fue frustrante, debido a la cerrazón del gobernante; él les señaló: “Ustedes no tienen más que dos caminos: sujetarse a la ley, pero si ésta no está de acuerdo con sus principios, lanzarse entonces a la lucha armada...”. El 15 de octubre, arriba a Roma una Comisión de Obispos a fin de informar directamente a SS Pío XI lo referente al conflicto. Estaba integrada por el Arzobispo de Durango, Mons. José María González y Valencia, como Presidente; el Obispo de León, Mons. Emeterio Valverde y Téllez, como Secretario, y el Obispo de Tehuantepec, Mons. Gerardo Méndez del Río, como Vocal. El 18 de octubre, SS Pío XI recibe a la Comisión de Obispos mexicanos, que le informa de la situación de persecución y de resistencia armada. Pocos días después, habiéndose planteado al Cardenal Gasparri la cuestión de si los prelados podían disponer de los bienes de la Iglesia para la defensa armada, contesta “que él, el secretario de Estado de Su Santidad, si fuera Obispo mexicano, vendería sus alhajas para el caso”. El 18 de noviembre, SS Pío XI publica su Encíclica “Iniquis afflictisque”, en la condena dos leyes: la constitución política mejicana de 1917 y la ley complementaria de julio de 1926 que empeoró la situación creada por la anterior. Estas leyes, declaró el Papa, son indignas de un pueblo civilizado, en su mayor parte católico, y carecen por completo de todas las características esenciales de la ley; denuncia los atropellos sufridos por la Iglesia en México: “Ya casi no queda libertad ninguna a la Iglesia [en México], y el ejercicio del ministerio sagrado se ve de tal manera impedido que se castiga, como si fuera un delito capital, con penas severísimas”. El Papa alaba con entusiasmo la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa, extendida “por toda la República, donde sus socios trabajan concorde y asiduamente, con el fin de ordenar e instruir a todos los católicos, para oponer a los adversarios un frente único y solidísimo”. Y se conmueve ante el heroísmo de los católicos mexicanos: “Algunos de estos adolescentes, de estos jóvenes -cómo contener las lágrimas al pensarlo- se han lanzado a la muerte, con el rosario en la mano, al grito de ¡Viva Cristo Rey! Inenarrable espectáculo que se ofrece al mundo, a los ángeles y a los hombres”. Sin embargo, la postura del episcopado y la actitud de la Santa Sede se mantuvieron dentro de una línea de calma serenante, porque se esperaba un cambio en la postura hostil del Gobierno mejicano, esperanza que bien pronto quedó defraudada. Por esto SS Pío XI advertía en la referida encíclica que el remedio de la situación sólo podía provenir de Dios y del esfuerzo unitario de todos los fieles mejicanos para promover la acción católica. El 30 de noviembre, los dirigentes de la Liga Nacional, antes de asumir a fondo la dirección del movimiento cristero, quisieron asegurarse del apoyo del Episcopado, y para ello dirigieron a los Obispos un Memorial en el que solicitaban: Una acción negativa, que consista en no condenar el movimiento; una acción positiva que consista en: a.-Sostener la unidad de acción, por la conformidad de un mismo plan y un mismo caudillo. b.-Formar la conciencia colectiva, en el sentido de que se trata de una acción lícita, laudable, meritoria, de legítima defensa armada. c.-Habilitar canónicamente vicarios castrenses. d.-Urgir y patrocinar una cuestación desarrollada enérgicamente cerca de los ricos católicos, para que suministren fondos que se destinen a la lucha, y que, siquiera una vez en la vida, comprendan la obligación en que están de contribuir. El mismo día los dirigentes son recibidos por Mons. Ruiz y Flores y por Mons. Díaz y Barreto. El primero les comunica jovialmente que, “... como de costumbre, se salieron con la suya”; que estudiadas las propuestas por los Obispos reunidos en la Comisión, “los diversos puntos del Memorial habían sido aprobados por unanimidad”, menos los dos últimos, el de los vicarios castrenses y el de los ricos, no convenientes o irrealizables. Los meses de noviembre y diciembre, se caracterizaron por movimientos tranquilos y el continuo desconocimiento por parte del gobierno, que señalaba: "Ningún problema militar afecta a la república hoy... Hay gavillas formadas por fanáticos que se han lanzado en aventuras rebeldes". Las medidas del gobierno no servían de nada y sólo provocaba más levantamientos. Y cuando en 20 municipios del estado de Jalisco (20 de 118) había habido levantamientos, entre agosto y diciembre, el general en jefe de la región militar declaraba a la prensa: "no existe problema militar en Jalisco". Era cierto que en ese estado no ocurrían levantamientos que inquietaran al gobierno salvo en Zacatecas, Durango y Guanajuato. El 4 de diciembre, la Liga Nacional de la Defensa de la Libertad Religiosa organizó un boicot económico, el cual consistía en comprar sólo lo estrictamente necesario para que las arcas del gobierno lo resintieran. Se podían leer las siguientes inscripciones: “Adelante con el boicot”, “El boicot nos dará el triunfo”. El Comité Central de la LNDLR fue puesto en prisión; a las pocas horas se daba a conocer al público el nuevo Comité. Este segundo Comité fue encarcelado y un tercer Comité se puso a la cabeza. Los efectos del boicot fueron dañinos para el país. El 75% de los inversionistas retiró sus capitales y la situación económica se agravó notablemente pues además bajó el precio de la plata, se perdieron las cosechas y las divisas por venta de petróleo se redujeron considerablemente. El gobierno al ver como iba creciendo el movimiento cristero, aumento más las aprehensiones a sacerdotes y fieles y aumento más los asesinatos, muertes y atentados contra los fieles y las iglesias, pero esto, sólo hacia que aumentaran más los grupos cristeros, y estos surgían con el tiempo mucho más organizados y un poco más armados, pero siempre con la convicción primordial de defender su Fe, su amor a Dios, su amor a la Virgen de Guadalupe y siempre con el grito: ¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!
No entiendo hermanos porque por un lado dicen tajantemente que no al clero en la politica y por otro publican un paste de "Santo Tomas Moro, Politico Santo"; o hasta no ver la sangre correr se justifica la intervencion.
Saludos y bendiciones |
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wille Asiduo
Registrado: 28 Feb 2008 Mensajes: 481
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Publicado:
Dom Jul 13, 2008 11:49 pm Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Yo te entiendo hermana beatriz y a los hermanos que dicen sobre la politica y la iglesia , la verdad tienen toda la razon.
Llevar un pais con los valores de la iglesia, y las eseñanzas cristianas vamos a tener un excente gobierno, seria casi el cielo en la tierra.
Pero desgracidatamente tendria cabida solo en un mundo ficticio. Es como que no haya armas , ni violencia, ni guerras, muertes, que no exista lo negro solo el blanco es como erradicar a satanas o al mal en la tierra por completo.
Es como si no exitiera la misma naturaleza del ser humano , la falta de perfeccion por que todos esos grandes problemas son a consecuencia de esos pequeños sentimientos que el hombre no ha podidio erradicar, como es la codicia, la envidia, la necesidad de violencia.
La Iglesia no es para atacar ni guerras, ni las armas , ni los malos gobiernos, poniendo un gobierno cristiano en paralelo, nuestra Iglesia esta para qe esos sentimientos negativos del hombre sean controlados por medio de la FE y hacer crecer los sentimientos bellos.
Sin un panadero que hace el mejor pan, lo invitan a tambien se dedique a contruir casa por que de seguro vas ser el mejor constructor de casas ya que el que se dedica a esto las hace muy mal.
Que va pasar? que este mal constructor de casas no va permitir que le roben su trabajo por nada de mundo por lo que va hacer todo lo posible para que este buen panadero no solo no construya casas sino tambien que haga mal su pan.
En conclusion dentro de esta comunidad, no solamente vamos a tener malas casas sino tambien mal pan.
Por que no se dan cuenta que el mismo gobierno utiliza la religion para mover masas? Aprovecha nuestra fe para someternos a sus requerimientos, por eso mismo un obispo o clerigo que tratar de guiarnos en aspectos politicos y no espirituales o mezcla los dos no es de confiar. No puede servir a dos Reyes. |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Lun Jul 14, 2008 2:05 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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wille escribió: | Yo te entiendo hermana beatriz y a los hermanos que dicen sobre la politica y la iglesia , la verdad tienen toda la razon.
Llevar un pais con los valores de la iglesia, y las eseñanzas cristianas vamos a tener un excente gobierno, seria casi el cielo en la tierra. |
Uf! no lo creo Wille. El político católico tendrá que sufrir mucho, será casi un martirio, pero el testimonio queda y rinde fruto.
Cita: | Pero desgracidatamente tendria cabida solo en un mundo ficticio. Es como que no haya armas , ni violencia, ni guerras, muertes, que no exista lo negro solo el blanco es como erradicar a satanas o al mal en la tierra por completo. |
Bueno, eso solo ocurriría si todos los políticos fuesen católicos, y esto si que es soñar. Que el político católico se santifique al interior de la política y que sea nuestra voz en los parlamentos, eso es lo que se busca. Nadie está hablando de paraísos terrenales...
Cita: | La Iglesia no es para atacar ni guerras, ni las armas , ni los malos gobiernos, poniendo un gobierno cristiano en paralelo |
Estoy totalmente de acuerdo contigo, por eso es la hora de los laicos, son ellos los que pueden apuntar a la política. Que no se entienda esto como un partido político de la Iglesia, no, al contrario, yo creo que cuanto mási ndependiente sea, mejor, pero si personas con el evangelio en su corazón, el problema es ¿abundan? no lo creo...la gran mayoría sucumbe ante el bichito del poder y se olvidan qué fue lo que los impulsó.
Cita: | Por que no se dan cuenta que el mismo gobierno utiliza la religion para mover masas? Aprovecha nuestra fe para someternos a sus requerimientos, por eso mismo un obispo o clerigo que tratar de guiarnos en aspectos politicos y no espirituales o mezcla los dos no es de confiar. No puede servir a dos Reyes. |
Estoy de acuerdo. No se pueden mezclar ambas cosas. El que está consagrado debe dedicarse exclusivamente a Dios. Pero si pueden aconsejar.
Que Dios te bendiga _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Lun Jul 14, 2008 2:15 am Asunto:
Tema: Las Bienaventuranzas de los políticos |
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Cita: | Sin embargo, muchos cristianos y hombres de buena voluntad no quieren asumir estas responsabilidades y dejan la política en manos de los «profesionales». |
Yo he visto esto muy de cerca. Buenos católicos de honradez intachable que les vienen a tocar la puerta de su casa para ofrecerles todo para que entren en la política, y le han dicho "no" y más de una vez No quieren arriesgarse, estan muy cómodos y tranquilos y no quieren incomodarse, no quieren verse envueltos en problemas, ni en calumnias, ni en líos políticos. Es una persona muy cercana a mi y a veces me parece que es Dios quien le envía esto, que es Dios que lo quiere metido en la política, y esta persona dice "no". Y yo le digo: "cuánto bien podrías hacer". Qué impotencia se siente a veces... _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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