El Papa recupera definitivamente la comunión de Rodillas

[Servillum]

Yo vivo en la Argentina (rito romano) y cada uno lo hace como quiere, pero nunca presencié un acto sacrílego.

Sólo una vez vi que cayó una hostia sobre la bandeja que lleva el monaguillo.
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Que esté, Señor, mi casa sosegada.

[shaggy]

Yo también soy de Argentina, y el feligrés dispone si quiere recibirlo en la mano o en la boca.

Para mi es un horror recibirlo en la mano, es que no tomamos conciencia de lo que verdaderamente significa la Eucaristía. A veces pareciera que es un caramelo. ¿Para qué se purifica las manos el sacerdote, y los mismos ministros? Aquellos que comulguen con la mano, deberían pasarse la lengua sobre ellas, para cerciorarse que no quede ninguna partícula.

La Madre Teresa decía... "Donde sea que vaya en el mundo entero, lo que más tristeza me causa es ver a las personas recibir la Comunión en la mano". Hagámosle caso a estas personas que adquirieron más sabiduría que nosotros en esta vida, que se abrieron de par en par al Espíritu Santo...
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"Prometo que el alma que venere este cuadro no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte."

[Anastasia]

Jaime:

En Argentina, como han dicho los hermanos, desde que se permite la comunion en la mano, (hace mas de 10 años), cada uno hace como quiere. No se en el resto de Latinoamerica.

Aqui en EEUU, (y hablando del Rito Latino) depende de la parroquia, en el sentido que una parroquia cuyos feligreses son mas tradicionales (no me refiero a lefevristas, sino simplemente a los que rechazan los abusos liturgicos) la mayoria decide recibir a nuestro Señor en la boca, y muchos incluso de rodillas.

Pero en un 90% de las parroquias, un 99% de la gente recibe en la mano, y en algunos lugares, me ha tocado algun que otro ministro de la Eucaristia que hasta duda en darme la comunion, y se pone nervioso porque no la recibo en la mano.

Como yo se que es mi derecho, pues ahi me quedo pacientemente hasta que la persona (usualmente un laico) se decide a poner la sagrada Hostia en mi boca.

En Europa me paso algo similar en varios paises, aunque no tan marcado como aqui.
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Anastasia

[Anastasia]

[AQUITANO]

Jaime: En Argentina quien comulga anticipa el gesto al sacerdote si desea hacerlo en la mano y de acuerdo con la costumbre local, se lo considera correcto. Entiendo el celo y la preocupación de todos, pero cuando la autoridad eclesiástica lo autoriza, se debe aceptar, pues sino deberíamos rechazar otros ritos que pertenecen a nuestra Iglesia.
Personalmente me preocupa, y sé que es tambien preocupación de nuestros obispos, la dessacralización del acto, hecho del cual se han ocupado muchos foristas de ponerlo en el tapete. Muchos reconocen hacerlo como una costumbre y se nota. Por otro lado, siempre emociona ver comulgar a quienes lo hacen con recogimiento, alegria y paz.
Pocos encuentro en los sagrarios y conmueve la soledad del Santísimo en las Iglesias. Hay mucho que hacer en este tema y agradezco a todos los que participan del foro por su permanente atención a todo esto. Nos hace bien a todos leerlos
Un abrazo en Cristo y María

[Rober 120]

[rocatorres]

Hola a todos:

muy probablemente eso fue un acto aislado de parte del Papa y no quiere decir que se convertita en una norma, mientras los evangeliocs facilitan el encuentro con Cristo, los catolicos en nuestro afan de agradar a Dios complicamos mas la fe...o mejor dicho nuestras expresiones de fe.

Bendiciones

Roberto

[Danilo82]

Para la mayoría de los evangélicos, la santa cena no es un "encuentro con cristo", ese es el asunto.

[AQUITANO]

Dices:
muy probablemente eso fue un acto aislado de parte del Papa y no quiere decir que se convertita en una norma, mientras los evangeliocs facilitan el encuentro con Cristo, los catolicos en nuestro afan de agradar a Dios complicamos mas la fe...o mejor dicho nuestras expresiones de fe.

Hay muchos indicios de cambios en la liturgia, y muchos medios católicos lo anticipan como una realidad a corto plazo.
Personalmente me intereso mucho en las actividades del Papa y me llega mucha información dificil de verificar. Sin embargo, el Papa seguramente desea aumentar el sentido "sagrado" de la celebración. Respecto a esto todos creo coincidiremos que por muchas causas, se ha desacralizado la misa. Ya no se nota la aceptación de los gestos que nos unen como Iglesia y lo que es grave, muchos no participan plenamente.
Respecto a nuestros hermanos separados, hay que reconocer que son ejmplo para nosotros en muchas cosas, y que es mucho lo que nuestra iglesia pudiera hacer si misionara como lo hacen ellos.
Aparecida es hoy una señal que el problema se conoce y se quiere dar soluciones. Recomiendo seriamente la lectura del Documento conclusivo, pues es una verdadera revolución dentro de la iglesia
Un abrazo en Cristo

[rocatorres]

No estoy hablando de la Santa Cena, y de si los evangelicos creen o no, tampoco estoy haciendo un juicio de la acion del Papa, porque el no puede aumentar lo sagrado de lo que ya es "Sagrado" por naturtaleza, no a bona en nada si es de rodillas o de pie o en las manos o con mantilla en la cabeza...." los verdaderos adoradores lo haran en espiritu y verdad" dice Jesus a Nicodemo

[RALBLA]

No sé como será en otros países, pero en Argentina, donde vivo, actualmente la comunión en la mano es casi la regla, aunque en teoría debería ser la excepción. Sólo en la Diocesis de San Luis, Argentina, se da la comunión exclusivamente en la boca.
Respecto a las formas de recibir la comunión: De pien en la boca, de pie en la mano, o de rodillas en la boca; las normativas de la Iglesia dejan libertad al comulgante y manda al ministro ordinario o extraordinario de la comunión a que respete al comulgante.
Por lo tanto en este y otros casos, en vez de discutir debemos aplicar esta regla de oro atribuida a san Agustin:
En lo escencial, unidad.
En lo opinable, libertad.
En todo, caridad.
Teniendo en cuenta las normas eclesiásticas vigentes, la forma de recibir la comunión es materia opinable y por lo tanto los fieles debemos tener libertad en ello sin hacer problemas porque unos lo reciben de manera distinta de la que particularmente me gusta a mí o me parece la más apropiada.

[luxose]

Con respecto a la comunión, según mi parecer,ya que he sido ministro extraordinario de la Eucarstía, ya que en algunos post en este foro he visto como argumento que dar la comunión en la mano es menos digno que en la boca, que la mano también tiene gérmenes contaminantes y diaparates semejantes. Puedo decir que el dar la comunión en la boca tiene mucho más riesgo de traspasar enfermedades de uno a otro comulgante que en la mano, debido a que muchas veces la saliva de algunos impregna el dedo del ministro y luego este toca los labios de otros con él sin querer. Peor con esos que sacan media lengua afuera para comulgar.

Ahora, la variedad de formas de recibir la comunión son una riqueza de la Iglesia, el comulgar de rodillas, de pie, en la boca, en la mano es algo que enriquece y no empobrece la acción litúrgica, siempre que se haga con el debido respeto y devoción.

¿Porque cuantos de los que comulgan en la boca o de rodillas pueden estar en pecado mortal en el momento de comulgar, y cuantos de los que reciben en la mano pueden vivir en santidad? No lo sabemos, pero se profana el Cuerpo de Cristo de igual modo recibiéndolo indignamente aunque sea de rodillas y en la boca. Es igual profanación aunque no se le toque con la mano.
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¡Ven Espíritu Santo y renueva la faz de la tierra!

[SECRETMAN]

[luxose]

Perdón SECRETMAN por no usar un lenguaje tan preciso y ortodoxo como el tuyo. Si lo quieres entender así, así fue.
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¡Ven Espíritu Santo y renueva la faz de la tierra!

[MARCVS S.S.D.]

No es un lenguaje ortodoxo y perfeccionista. Es decir las cosas como se deben. Ministros de la Eucaristía son solo los Sacerdotes (Presbítero y Obispo).
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Sacram Liturgiam
Apuntes y reflexiones sobre la actualidad litúrgica de la Santa Iglesia.

[luxose]

Gracias MARCVS por la corrección, desde ahora cuidaré especialmente mi léxico para no caer en excomunión.
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¡Ven Espíritu Santo y renueva la faz de la tierra!

[MARCVS S.S.D.]

Lexose:

Estimado: Te rogaría no ser irónico. Con las cosas del Señor no se juega!.

Gutte Nacht
MARCVM
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Sacram Liturgiam
Apuntes y reflexiones sobre la actualidad litúrgica de la Santa Iglesia.

[NANDO]

Tomado de Radio Cristiandad

El arzobispo Schneider pide de nuevo volver a la práctica de recibir la Comunión en la boca y de rodillas


Athanasius Schneider, titular de la diócesis de Celerina (Suiza), es uno de los arzobispos que más se ha destacado por su defensa de la Tradición y ha pedido, en numerosas ocasiones, que la Iglesia vuelva a distribuir a sus fieles la Sagrada Comunión en la boca y de rodillas. Esta vez lo ha hecho con la publicación de su último libro, Dominus est, en el que analiza esta práctica tradicional, en vigor desde el siglo V o VI, cuando la Iglesia abandonó la costumbre de distribuirla en la mano. No fue, sin embargo, hasta después del Vaticano II cuando se abandonó lo conseguido hasta entonces.
La renovación conciliar dejó la posibilidad a las conferencias episcopales la capacidad de aprobar esta práctica de recibir a Jesús sacramentado en la mano, sólo en aquellos lugares en los que ya existira esa costumbre. Sin embargo, se abusó de esta potestad para introducir esta nueva forma en la liturgia moderna. Así, lo extraño ahora es hacerlo de esta manera. Incluso se han dado casos en que los fieles que se han acercado así a recibir tan augusto sacramento, se han visto abochornados públicamente por sacardotes y obispos que parecen no enterarse de nada.
De hecho, numerosos medios apuntan la posibilidad de que el buen Papa Benedicto XVI restablezca la obligación (algo que ya ha hecho en la liturgia vaticana) y desautorice esta práxis que, sin duda, ha contribuido a la desacralización de la liturgia y a que numerosos fieles hayan perdido la Fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Esto, unido a la falsa teología del memorial, habría cambiado la concepción de la Santa Misa como sacrificio, dando al traste con la teología dogmática, y contribuyendo a la secularización de gran parte de la sociedad.
Así, una corriente de prostentatización se habría hecho hueco en el seno de la Iglesia, y esta sería una de las causas “incausadas” por las que proliferan movimientos llamados “de base” que luchan por una reforma de la Iglesia, para que ésta abandone planteamientos que denominan “anticuados”, ya que no se entienden a la luz de esta nueva teología que se ha instalado ya, desde hace muchos años, en seminarios e instituciones religiosas de corte modernista. Es como si el catolicismo hubierra sido superado o reinventado así mismo con este tipo de planteamientos que, en realidad, no se fundamentan en nada. O mejor dicho, que se apoyan sólo “en la experiencia interior del Dios trascendente” que ya te ha liberado del pecado y de tus miedos, y sería el momento de “dejarse llevar por el Espíritu”. Un planteamiento de corte protestante influido por unos toques sincréticos de la New Age.
Ya se ve que no estamos ante una cuestión “de formas” sino “de fondo”, pues es mucho lo que nos jugamos. Se trata de, vivir en primer lugar el depósito de la Fe que hemos recibido y de ponerlo en práctica, y, en segundo lugar, conservarlo íntegro para su transmisión posterior a las generaciones que vendrán. O somos fieles o el camino hacia la perdición está más ancho que nunca.
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Dominus Providebit

[Pablo Berrios]

Pienso que debiera importar más el fondo, que la forma. Lo importante es comulgar.
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Hijos de la Luz

[MARCVS S.S.D.]

Estimado:
Lamentablemente, no da lo mismo como recibir al Señor. La actitud exterior debe necesariamente reflejar la actitud interior al recibir a nuestro Dios en la Hostia Consagrada. Por tanto, no da lo mismo el exterior.
Por otro lado, es necesario siempre adoptar la postura correcta, con motivo de ejercitar no solo la propia piedad, sino que también la de quienes se acercan a recibir al Señor.

Por otro lado, te animo a leer las reflexiones de Mons. Scheider y del Cardenal Cañizares, que te adjunto a continuación:

[luxose]

Se puede comulgar de rodillas y en la boca y sin embargo se comulga indignamente. Repito, todas las formas son válidas, siempre y cuando la actitud y la inteción sea recta. El pretender que una es mejor que la otra por motivos de reverencia y dignidad es odioso, puesto que si está prescrito que se puede hacer en la mano o en la boca no hay para que desacreditar una u otra opción.
_________________
¡Ven Espíritu Santo y renueva la faz de la tierra!

[MARCVS S.S.D.]

Lo siento luxose, pero el comulgar en la mano es solo un indulto a la Forma canónica, dado para las conferencias episcopales que así lo soliciten. Sin embargo, a toda persona le es lícito, y así esta siempre recomendado, comulgar en la boca, y más aún, de rodillas, salvaguardando la piedad y la dignidad de quien se va a recibir.

Además, si tu dices que pretender que una es mejor que la otra, estarías diciendo que los Padres de la Iglesia, entre ellos, quienes cierran el período del siglo VI, estarían en un error, puesto que ellos solo aceptaban comunión en la boca y de rodillas. Por otro lado, estarías diciendo que todo el magisterio posterior, y las declaraciones, tanto de Mons. Marini, como del Cardenal Cañizares, y de Mons. Ranjith son totalmente inadecuadas y no válidas.

Te vuelvo a repetir: La instrucción Memoriale Domini (si no me equivoco), deja claro que es un Indulto el comulgar en la mano y de pie, siendo la forma actual y siempre válida el comulgar de rodillas y en la boca. De ahi que se entiende que todo lo que suceda a posteriori son abusos.

[luxose]

MARCVS estoy de acuerdo contigo de que se trata de un indulto, a lo que me refiero simplemente es que no se puede negar la dignidad de comulgar en la mnao así como así, apelando a que es, por ejemplo, vacía de sentido, y más aún de menos dignidad que en la boca, puesto que tiene tanta tradición en l Iglesia como en la boca, que recién se generalizó en el siglo XI.

RECIBIR LA COMUNIÓN EN LA MANO

Una mano abierta que pide, que espera, que recibe. Mientras los ojos
miran al Pan eucarístico que el ministro ofrece y los labios dicen "amén".
¿No es una actitud expresiva para recibir el Cuerpo de Cristo?

Hay varios gestos simbólicos en torno a la comunión: la fracción del
pan, la procesión hacia el altar cantando, el participar tanto del Pan como
del Vino, el que el Pan sea consagrado en la misma celebración etc.

El modo de realizar este rito debe ser expresivo de cómo entendemos
el Misterio de la autodonación de Cristo, precisamente en el momento
culminante del sacramento.

Esta vez vamos a reflexionar sobre el "nuevo" -pero no tanto— modo
de recibir la comunión: en la mano.

La mano como un trono

Durante varios siglos la comunidad cristiana mantuvo con naturalidad la
costumbre de recibir el Pan eucarístico en la mano.

Hay testimonios numerosos de diversas zonas de la Iglesia: Africa,
Oriente, España, Roma, Milán... Como el de Tertuliano, en su tratado
sobre la idolatría, en que se queja de que algunos puedan con la misma
mano recibir al Señor y luego acercarse a los ídolos; él comenta que
estas manos "son dignas de ser cortadas".

El más famoso de estos testimonios es el documento de san Cirilo de
Jerusalén, en el siglo IV, que en sus Catequesis sobre la Eucaristía nos
describe cómo se acercaban los cristianos a la comunión:

"cuando te acerques a recibir el Cuerpo del Señor, no te acerques con
las palmas de las manos extendidas ni con los dedos separados, sino
haciendo de tu mano izquierda como un trono para tu derecha, donde se
sentará el Rey. Con la cavidad de la mano recibe el Cuerpo de Cristo y
responde Amén... "

Naturalmente las pinturas y relieves de la época reflejan esta
costumbre de recibir la comunión en la mano extendida.

Y además durante un tiempo y en varias regiones se daba con igual
espontaneidad la costumbre de que los.cristianos pudieran llevar el pan
consagrado a sus casas, el domingo, para poder comulgar ellos mismos a
lo largo de la semana.

El cambio a la boca

Poco a poco, y por diversas razones, cambió la sensibilidad del pueblo
cristiano respecto al modo de comulgar.

El paso a recibir el Cuerpo del Señor en la boca no se hizo por decreto
ni uniformemente. En algunos lugares a lo largo de los siglos VII-VIII ya se empezó a pensar que las mujeres era mejor que no recibieran la
comunión en la mano directamente, sino que usaran un paño limpio sobre
la misma. Otros lo extendieron pronto también a los hombres. Y por fin (y
no precisamente empezando de Roma) se fue generalizando la
costumbre de depositar la partícula consagrada del Pan directamente en
la boca.

Los motivos de tal cambio no son fáciles de concretar, porque tampoco
fueron uniformes en las diversas regiones:

* puede ser que en algunas influyera el miedo de profanaciones de la
Eucaristía por parte de los herejes, o de prácticas supersticiosas, que
disminuirían si la comunión se recibía en la boca (aunque estos hechos
sacrílegos siguieron existiendo también siglos más tarde, con el nuevo
modo),

* otros pensaron que la nueva forma de comulgar ponía más de
manifiesto el respeto y la veneración a la Eucaristía, en un periodo en
que se fue acentuando progresivamente este aspecto de adoración y de
misterio,

* pero sobre todo parece que la razón de la evolución fue la nueva
sensibilidad en torno al papel de los ministros ordenados, en contraste
con los simples fieles; se fue acentuando la valoración de los sacerdotes
y paralelamente el alejamiento de los laicos: estos ya en el siglo IX—que
es cuando más decididamente se cambió el rito de la comunión—no
entendian el latín, el altar ya estaba de espaldas, el pan se convirtió en
pan ácimo, ya no participaban en el Cáliz... De abi a considerar que las
únicas manos que podían tocar la Eucaristía eran las sacerdotales no
hubo más que un paso.

Varios concilios regionales del siglo IX ya establecían como normativo
que los laicos no podían tocar con sus manos el Cuerpo del Señor: así el
de Paris (829), Córdoba (839), Rouen (878), etc.

En Roma la nueva modalidad de la comunión en la boca entró hacia el
siglo X (Ordo Romanus X, del año 915).

Las pinturas y demás representaciones de la época ya empezaron a
reflejar la nueva costumbre, proyectándola también al pasado: Jesús
aparece con frecuencia dando la comunión a sus apóstoles en la boca...

En conjunto, el nuevo rito de depositar la comunión en la boca fue una
costumbre—y luego una norma—que respondía adecuadamente a la
comprensión global del misterio eucarístico, y hay que considerar que
sigue siendo un modo digno de celebrar el rito de la comunión, aunque
no el único.

Recuperación de la práctica antigua

Con ocasión de la reforma litúrgica conciliar fue creciendo el deseo de
que los fieles pudieran recibir la comunión en la mano, restaurando así la
vieja costumbre.

Desde Roma se hizo a fines de 1968 una consulta al Episcopado de
todo el mundo, que dió como resultado que más del tercio del mismo veía
la posibilidad con buenos ojos. Ante la falta de unanimidad—los otros dos
tercios preferían seguir con la comunión en la boca—apareció en 1969 la
Instrucción "Memoriale Domini", donde, manteniendo la vigencia de la
comunión en la boca, se establecía el camino a seguir: en aquellas
regiones en que el Episcopado lo juzgue conveniente por más de dos
tercios de sus votos, se podrá dejar a los fieles la libertad de recibir la
comunión en la mano, salvando siempre la dignidad del sacramento y la
oportuna catequesis del cambio.

Así muchos Episcopados—ahora ya en mayor proporción favorable—
fueron pidiendo y obteniendo esta facultad. El de España, por ejemplo, la
pidió oficialmente a fines de 1975, y recibió la respuesta afirmativa en
febrero de 1976. Ello sucedió, por cierto, después de un
período—demasiado largo—en que la indecisión propia y la delantera
que nos tomaron otros países vecinos engendrara no poca tensión en
nuestras comunidades.

El decreto de concesión dejaba en libertad a cada Obispo para
introducir o no en sus respectivas diócesis el nuevo modo de comulgar.

Va también relacionado este hecho con la otra "novedad" que se
estableció en 1973: que también los laicos pueden ser llamados en
determinadas circunstancias al ministerio de la distribución de la
Eucaristía dentro y fuera de la celebración.

Motivos de una preferencia

Los dos modos de recibir el Cuerpo del Señor tienen sentido, y los dos
pueden expresar igualmente nuestra comprensión y nuestro respeto al
misterio eucarístico.

Son varios, sin embargo, los motivos que han llevado a muchos a
preferir la comunión recibida en la mano:

* parece un modo más natural de realizar el rito; es más normal
depositar lo que se ofrece en la mano que en la boca;

* es más delicado y más respetuoso con la persona que va a comulgar,
que así tiene también una intervención más activa en la comunión: la
recibe del ministro eclesial, pero a la vez es él que "se comulga" a sí
mismo; recibirla en la boca expresa bien que "recibimos" la Eucaristía por
mediación de la Iglesia, pero hace menos transparente nuestra
intervención activa en el rito;

* es más fácil el diálogo que acompaña al gesto: "Cuerpo de Cristo",
"Amén": no se dice mientras se tiene que abrir la boca, sino mientras se
recibe en la mano;

* expresa más claramente la dignidad del cristiano laico: por el
Bautismo todos formamos parte del pueblo sacerdotal, todos somos hijos
y hermanos en la familia de la Iglesia; esta modalidad "debe aumentar en
él el sentido de su dignidad de miembro del Cuerpo Místico de Cristo, en
el cual está insertado por el Bautismo y por la gracia de la Eucaristía, y
acrecentar también su fe en la gran realidad del Cuerpo y de la Sangre
del Señor, que él toca con sus manos" (carta anexa a la instrucción
"Memoriale Domini").

El sentido de una mano extendida que recibe

Nuestras manos tienen evidentemente una gran fuerza expresiva. En
muchas ocasiones se convierten en nuestro lenguaje más elocuente,
junto con la mirada. Manos como signo de actividad, de trabajo, de
fraternidad. Manos consagradas de sacerdote. Manos que se lavan antes
de la Eucaristia como signo de purificación interior. Manos que se elevan,
vacías hacia el cielo en gesto de oración. Manos que ofrecen o que
reciben. Todo ello nos habla de unas manos que se convierten en un
retrato simbólico de las actitudes interiores. Alguien ha dicho que la mano
es la inteligencia hecha carne.

Acudir a la comunión con la mano abierta quiere representar
plásticamente una actitud de humildad, de espera, de pobreza, de
disponibilidad, de acogida, de confianza. Ante Dios, nuestra postura es la
del que pide y recibe confiadamente. Y la comunión del Cuerpo de Cristo
es el mejor Don gratuito que recibimos a través del ministerio de la Iglesia.

Esa mano tendida habla claramente de nuestra fe y de nuestra postura
interior de comunión.

Las dos manos abiertas y activas: la izquierda, recibiendo, y la derecha
apoyando primero a la izquierda, y luego tomando personalmente el
Cuerpo del Señor: dos manos que pueden ser signos elocuentes de un
respeto, de una acogida, de un "altar personal" que formamos
agradecidos al Señor que se nos da como alimento salvador.

No "coger", sino "recibir"

El decidirse por la mano o por la boca a la hora de comulgar no tiene
excesiva transcendencia. Ambas maneras pueden ser respetuosas y
expresivas.

Pero hay un aspecto que sí vale la pena subrayar: no es lo mismo
"coger" la comunión con la mano que "recibirla" del ministro. El recibir los
dones de la Eucaristía, el Cuerpo y Sangre de Cristo, de manos del
ministro (el presidente o sus ayudantes) expresa mucho mejor la
mediación de la Iglesia. Los sacramentos no los cogemos nosotros, sino
los recibimos de y por y en la Iglesia. La comunión no debe convertirse en
un "self-service", sino una celebración expresiva no sólo del sentido
personal del don sino también de su dimensión comunitaria.

Parece que durante siglos, tanto en Oriente como en Occidente, la
norma no fue que ni los mismos ministros concelebrantes "cogieran" la
comunión con sus manos, sino que la recibieran del celebrante principal.

Algunos ritos orientales, como el armenio o el nestoriano, todavía
conservan la costumbre de que los presbíteros concelebrantes "reciben",
y no "cogen" personalmente de la mesa del altar el Cuerpo del Señor.

Incluso para los sacerdotes tiene más sentido que "reciban" la Eucaristía
del ministro principal, como del mismo Cristo, expresando así más
claramente que la Eucaristía, también para ellos, es un Don. Al igual que
han escuchado la Palabra proclamada por otro ministro, sin proclamarla
personalmente ellos. Entre nosotros la norma actual para la
concelebración es que pueden o bien acercarse al altar y coger con
reverencia el Cuerpo de Cristo, o bien permanecer en su sitio y tomar el
Cuerpo de Cristo de la patena que el celebrante principal—u otro de los
concelebrantes—sostienen (IGMR 197).

No es, por tanto, un modo expresivo de realizar el rito de la comunión el
que el sacerdote deje sobre el altar la cesta o la patena con el Pan
eucarístico y se vaya a sentar, dejando que los fieles lo tomen ellos
mismos. Es mucho más transparente de lo que es la Eucaristía el que él
mismo—y si hace falta con la ayuda de otros ministros—distribuya la
comunión. Es Cristo el que nos da su Cuerpo y Sangre. Y el presidente
es en la celebración su signo visible, el que hace sus veces.

Lo mismo se tiene que decir de la costumbre de pasar de uno a otro la
cesta del pan: puede parecer que así queda bien expresada la
participación personal y a la vez la servicialidad fraterna hacia los demás.
Pero en el momento actual, y siguiendo la norma del Misal, es mejor
subrayar la mediación eclesial de esta distribución por parte del ministro.

La Eucaristia no es un hecho meramente personal (cogerla cada uno) ni
tampoco sólo un gesto de fraternidad (pasarla uno a otro): sino un
sacramento de comunión eclesial que también incluye la mediación
vertical por medio de sus ministros.

Sea cual sea la forma exterior del rito, lo que de veras importa es su
finalidad última: que el cristiano que comulga entre en sintonía
agradecida con el Don de Cristo, que responda interiormente, con fe y
amor, a la donación del Cuerpo y Sangre de Cristo. Y que exprese que
esto sucede en el ámbito de la acción eclesial, no sólo en clave de
devoción personal.

Otras observaciones prácticas

El gesto es libre. Una vez que el Episcopado ha decidido, es el fiel el
que opta por un modo u otro de comulgar, no el ministro el que lo impone
ni en un sentido ni en otro según su gusto o preferencia

Una oportuna catequesis puede preparar a los fieles a entender la
razón de ser del nuevo gesto, sobre todo las primeras veces que se
realiza, y a partir ya de la preparación de los niños a la primera comunión.

El cambio no se elige porque hace bonito o es moda, sino que se debe
convertir en ocasión de manifestar más expresivamente la fe y la
reverencia hacia la Eucaristía. Y eso depende en gran medida de la
catequesis.

El modo más expresivo es el de extender la mano izquierda, bien
abierta, haciéndole con la derecha, también extendida, "como un trono",
como decía san Cirilo, para luego con la derecha tomar el Pan y comulgar
allí mismo, antes de volver a su lugar. No se "coge" el Pan ofrecido con
los dedos—a modo de pinzas—sino que el ministro lo deposita
dignamente en la palma abierta de la mano. No se coge: se acoge.

Naturalmente que cuando se va a recibir el Vino por "intinción",
mojando en él el Pan, no cabe dar en la mano el Pan ya mojado: o se da
en la boca, o es el mismo fiel el que moja en el cáliz el Pan que ha
recibido.

Hay que dar su importancia al diálogo: el ministro que distribuye la
Eucaristía muestra el Pan o el Vino al fiel, dice "Cuerpo de Cristo", o
"Sangre de Cristo", y espera la respuesta del "Amén" para entregar
pausadamente la comunión.

JOSÉ ALDAZABAL
GESTOS Y SÍMBOLOS (I)
Dossiers CPL 24
Barcelona 198.Págs. 45-50
_________________
¡Ven Espíritu Santo y renueva la faz de la tierra!

[NANDO]

Luxose: Se puede comulgar de rodillas y en la boca y sin embargo se comulga indignamente. Repito, todas las formas son válidas, siempre y cuando la actitud y la inteción sea recta. El pretender que una es mejor que la otra por motivos de reverencia y dignidad es odioso, puesto que si está prescrito que se puede hacer en la mano o en la boca no hay para que desacreditar una u otra opción.


Lo mismo digo luxose, para que le vamos hacer caso al papa, que sabe el de estas cosas cierto?
Hágamele caso cuando nos convenga.-
_________________
Dominus Providebit

[Christifer]

Sobre la Comunión

San Sixto I ( a.115) "Las Sagradas Especies no son para ser manipuladas por otros que no estén consagrados al Señor".

Papa San Eutychian (275-283) "Prohiban a los creyentes tomar la Sagrada Hostia en la mano".

San Basilio el Grande, Doctor de la Iglesia (330-379) "El derecho de recibir la Santa Comunión en la mano es permitida solamente en tiempos de persecución". San Basilio el Grande consideraba la Comunión en la mano tan irregular que no vaciló en considerarlo una grave falta.

El Concilio de Zaragoza: (a.380) "Excomúlguese a cualquiera que ose recibir la Sagrada Comunión en la mano." El Sínodo de Toledo: Confirma esta sentencia.

El Papa San León el Grande (440-461): "Enérgicamente defendemos y requerimos a los creyentes obediencia en cuanto a la practica de administrar la Sagrada Comunión en la lengua del creyente."

Sínodo de Rouén: (a.650) "Condenamos la comunión en la mano para poner un limite a los abusos que ocurren a causa de esta práctica, y como salvaguarda contra sacrilegios."

El sexto Concilio Ecuménico en Constantinopla: (680-681) "Prohíbase a los creyentes tomar la Sagrada Hostia en sus manos, excomulgando a los transgresores".

Santo Tomas de Aquino:(1225-1274) "Para reverenciar este Santo Sacramento (La sagrada Eucaristía), nada lo toque, salvo lo que está consagrado; así como la Hostia y el Cáliz están consagrados, así lo están las manos consagradas de los sacerdotes, para tocar este Sacramento". Summa Theológica, Parte III; Q.82, art3, Rep Obj .

Concilio de Trento: (1545-1565): "El hecho de que sólo el sacerdote da la sagrada Comunión con sus manos consagradas es una Tradición Apostólica".

Papa Pablo VI (1963-1978): "Este método (en la lengua) debe ser continuado". (Memoriale Domini).

Papa Juan Pablo II: "Tocar las Sagradas Especies y distribuirlas con sus propias manos es un privilegio de los ordenados" (Dominicae Cenae, 11).

"No está permitido que los creyentes puedan tomar por si mismos el Pan Consagrado y el Sagrado Cáliz, ni mucho menos que se los dé a otro". (Inaestimabile Donum, 17 de abril de 1980, sec9)


Y para acabar, una frase lapidaria de san León Magno:
"uno recibe en la boca lo que cree por Fe" (Extraido de su comentario al capítulo sexto de San Juan)
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Todo lo que quiso saber sobre la Tumba Apostólica de Santiago el Mayor AQUÍ

[Pablo Berrios]

La manera o postura de recibir el cuerpo de Cristo no es lo importante. Lo importante es, recibirlo y por supuesto estar preparado para ello.

No le demos más importancia a lo externo, en desmedro de lo interno. Sobre todo en tiempos que nuestra iglesia es tan atacada por diversos hechos que todos conocemos. Es tiempo que El Cristo que vive en nosotros se manifieste, cosa de que al mirarnos nos digan "miren como se aman".

Un abrazo y aprovecho de desearles un muy feliz año nuevo, que Dios les colme de bendiciones y que la virgen María les acompañe en este duro caminar.
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Hijos de la Luz

[MARCVS S.S.D.]

Estimados Luxose y Pablo Berrios:
Al respecto de que no importa la forma, sino el fondo (que es un clásico argumento insuficiente para la liturgia), les dejo, nuevamente, las declaraciones del Cardenal Prefecto de la Sagrada Congregación de Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, Cardenal Cañizares. Claramente expone el pensamiento universal de la Iglesia, desde los tiempos inmemoriales, que se ve apoyado evidentemente por el magisterio y por las citas que se dieron anteriormente:

[luxose]

De acuerdo MARCVS, pero una cosa no quita la otra, como dije antes puede haber más respeto y devoción en alguien que comulga recibiendo al Señor en la mano, que otro que está de rodillas y en la boca. No se puede juzgar una actitud interior por la exterior.

Por otro lado el fondo de lo que el papa pide es que sea una comunión con una actitud profunda de adoración, lo que se puede hacer de las dos formas.

Otro cantar es que no se sepa comulgar en la mano y para solucionarlo sólo hace falta una buena catequesis.

El que quiera comulgar en la mano que lo haga, el que de rodillas y en la boca, también. Para ser libres nos liberó Cristo. Es por eso que en la liturgia se contemplan ambas formas, aunque una de ellas sea un indulto.
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¡Ven Espíritu Santo y renueva la faz de la tierra!

[MARCVS S.S.D.]

Efectivamente luxose, se necesita que exista la disposición interior a comulgar reverentemente, a sabiendas de lo que se recibe en la Hostia consagrada. Ya con esto previsto, la forma correcta de comulgar es seguir la práctica usual de la Iglesia, definida por derecho, que es la comunión en la boca, y ojalá, de rodillas. Sin embargo, existe indulto para recibirla en la mano. Particularmente soy partidario de eliminar este indulto, en vista a que ha estado "Ad experimentum" por MUUUCHOS años, y vemos que es bastante propenso al tema del robo de las formas consagradas y su utilización en posibles actos sacrílegos.

Por otro lado, lo que se debe tener en cuenta es que se permita universalmente recibirla en la boca y de rodillas, acto que muchos obispos rechazan (al igual que los sacerdotes), tildándola de antiquada y superada por el concilio, no fijándose que es la forma común y totalmente instituida por derecho de recibir la comunión.

Saludos
MARCVM
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Sacram Liturgiam
Apuntes y reflexiones sobre la actualidad litúrgica de la Santa Iglesia.

[Pablo Berrios]

Mientras la iglesia no saque algún documento de que no se puede comulgar de pie, ambas formas seguirán siendo válidas y por ende, adecuadas. Ahora, el comulgar de rodillas es solo es una opinión, del todo válida, pero, no más santa que la otra.
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Hijos de la Luz