La prodigiosa discusión del Obispo con los filósofos paganos

[Luciana Belén]

La prodigiosa discusión del Obispo con los filósofos paganos

Cuando el Emperador Constantino Magno (+337) entró en la ciudad de Bizancio, emprendiéronle los filósofos de la ciudad para quejarse ante él de haber introducido una nueva religión, la cristiana, y le rogaron que convocase a discusión entre ellos y el Obispo Alejandro, de aquella ciudad, a fin de que apareciese cuál era la mejor religión. Consintió en ello el Emperador, y Alejandro hubo de prepararse para el debate, cosa no ciertamente fácil para él, más cuidadoso de vivir santamente que de discutir, y mucho menos tratándose de una turba de filósofos cuya única ocupación cotidiana era la discusión filosófica. Bajó, no obstante, al campo con gran ánimo. Frente a él estaba la turba de los filósofos paganos, que ora uno, ora otro, iban tomando la palabra, pero el Obispo, no consintiendo que todos y cada uno hablasen a sus anchas, les pidió que nombrasen a uno de entre ellos para sostener el debate en nombre de todos. Los filósofos eligieron, naturalmente, al más hábil de entre ellos, para así apabullar completamente al Obispo. Presentóse el campeón escogido, y no bien hubo empezado a hablar, irguióse solemnemente Alejandro y le dijo: «Yo te mando en nombre de Jesucristo que te calles.» No había aún terminado estas palabras, que el soberbio filósofo enmudeció como atacado por una terrible apoplejía y no acertó a articular palabra alguna. La discusión estaba, pues, terminada y la intervención de la omnipotencia divina había demostrado claramente que la religión cristiana era la verdadera. En los primeros tiempos del Cristianismo ocurrían más milagros, porque eran necesarios en aquel tiempo para la difusión de la fe. Nuestro Señor ha hecho en esto lo mismo que los jardineros, pues así como éstos riegan con frecuencia las plantas cuando son pequeñas, también Dios regó la Iglesia con milagros, mientras era aún pequeña.

(Spirago, Catecismo en ejemplos, t. I, Ed. Políglota, 5ª Ed., Barcelona, 1941, pp. 48-49
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"Aspira a lo celeste que siempre dura, fiel y rico en promesas Dios no se muda."

[Luis-Carlos]

Vaya, un milagro "politicamente incorrecto".
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-“Voy a destruir su Iglesia” “Je detruirai votre eglise!” (Napoleon).
- No, no podrá. ¡Ni siquiera nosotros hemos podido hacerlo!”- (respuesta del cardenal Consalvi).

[Luciana Belén]

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"Aspira a lo celeste que siempre dura, fiel y rico en promesas Dios no se muda."

[Dalmiant]

Qué genial el Obispo y qué confianza y fe en Dios ^^

[rafael.galvez.vizcaino]

Jo, menudo post jajaja. Pensé que sería algo interesante, una discusión guay o algo por el estilo
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Rafael Gálvez Vizcaíno -- http://rafagv.wordpress.com

[Luciana Belén]

Es un post para tener presente cómo Nuestro Señor regó los primeros años del Cristianismo con milagros.
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