EduaRod Veterano
Registrado: 21 Ene 2006 Mensajes: 3275
|
Publicado:
Jue Abr 30, 2009 7:57 am Asunto:
Tema: ¿Qué pasa cuando alguien muere y no es la voluntad de Dios? |
|
|
Estimada en Cristo pia1910:
Tu pregunta se puede entender en dos sentidos, que creo percibes y de ahí tu inquietud:
1. Dios ha puesto a la persona para que cumpla un propósito bajo el supuesto de que su vida se desarrolle hasta su muerte natural. Luego, si la acción del hombre, en ese sentido "imprevista" por Dios destruye la vida de la persona "antes de tiempo", la persona no podría concluir esa misión dada por Dios y la obra quedaría inconclusa.
Así, ni la persona habría concretado su misión, ni Dios habría obtenido de ella lo que Él quería. Por tanto, podría parecer que Dios necesitara que la misión fuese terminada, lo que fácilmente podemos pensar que se soluciona si Dios encomienda la terminación de dicha misión a otro. Pero eso no resuelve el punto de que la persona vió injustamente coartada su posibilidad y responsabilidad de cumplir con la misión que Dios le dió.
De ahí deduces la posibilidad de que Dios "diese otra oportunidad de vida". Pero eso nos llevría a la reencarnación, que ya sabemos que es una doctrina contraria al pensamiento cristiano. Ya desde ahí vemos que esta no es la solución correcta, pero tiene más problemas que ese, como veremos en un momento.
2. Si Dios hubiera determinado el momento del asesinato como el momento de la muerte de la persona en el sentido de que en ese momento está definido que la persona ha terminado su misión, entonces eso querría decir que Dios ha DETERMINADO que la persona muera asesinada, haciendo de algún modo a Dios "cómplice" del asesinato mismo. O, por contraposición, al asesino "inocente" de su acción, pues en realidad no habría hecho sino cumplir con el decreto y la disposición Divina, siendo entonces como un simple instrumento de Dios y no un criminal injusto. Aquí no habría problema con la misión, la cual ya estaría cumplida, pero a costa de retorcer completamente el orden moral, ya sea haciendo a Dios "cómplice" de la injusticia, o al criminal "instrumento inocente" de Dios.
No, la solución no es ninguna de esas opciones, sino la verdadera solución resulta evidente cuando consideramos que el asesinato mismo, ciertamente NO querido ni ordenado por Dios, sin embargo no es ninguna sorpresa para Él, pues recordemos que Dios conoce completamente nuestro pasado, presente y futuro, siendo todo ello siempre "pesente" para Él. Y esto es porque en realidad no es como si Dios pudiera "desplazarse" en el tiempo y "ver" cualquier momento de la historia. Sino que el tiempo es una creatura de Dios, de modo que Dios NO está sujeto al mismo.
La comparación que suelo dar para entenderlo es como nosotros podemos ver los cuadros de una tira cómica: pese a que los cuadros sucesivos forman una "línea de tiempo" para los personajes de la historieta, nosotros los podemos ver todos a la vez, de modo que a un mismo tiempo nos puede ser "presente", lo que, "para los personajes", "pasa antes", "pasa ahora" y "pasa después". La analogía no es perfecta, pues nunca podremos entender realmente cómo vé Dios las cosas dado que Él nos supera infinitamente. Pero nos puede ayudar a formar una idea general.
Así, cuando Dios decide crear a la persona y darle una misión concreta, no es que Dios determine o quiera el asesinato, pero, sin embargo, Él sabe bien que, por la libre, equivocada y criminal acción del asesino, la persona será asesinada. En ello Dios no tiene ninguna "culpa" porque eso ocurre en el libre ejercicio de la libertad que Dios concedió al asesino.
Y, sin embargo, eso si permite que Dios asigne a la persona su misión considerando la longitud real que tendrá su vida, asesinato considerado y todo.
Por consiguiente, para cuando la persona es asesinada, esto de ningún modo "interrumpe" el tiempo dado por Dios para la consecución de la misión ni en ningún caso significa que la persona "no tuvo tiempo suficiente" para cumplira; sino que, completamente al revés, la misión concreta de la persona se ajustó de tal manera que el tiempo que la persona vivió fuese suficiente y adecuado para cumplirla.
Ahora bien, si la persona no la cumplió, pues entonces no se merece más tiempo para hacerlo, pues ha tenido tiempo más que suficiente.
Y en efecto, la parte de lo que Dios quiere que tal vez hubiera podido ser encomendada a la persona en caso de no ser asesinada, pues nunca en realidad es asignada a esa persona, sino desde la eternidad fué asignada a otra persona que la debe cumplir por su cuenta.
Saludos y bendiciones en la alegría de Cristo Resucitado |
|