EduaRod
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 Publicado:
Mie Jun 03, 2009 2:49 am Asunto:
Tema: ¿Quién es el Padre Celestial de Cristo?. ¿El Espíritu Santo? |
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Estimado en Cristo Marcelo:
No hermano, el Padre de Nuestro Señor Jesucristo es Dios Padre; que, por adopción, a nosotros también nos ha sido dado como nuestro Padre Celestial.
El punto es que debes recordar que Dios es Uno y Trino. En realidad, desde el punto de vista puramente filosófico y humano, las acciones de Dios Trino son INDISTINGUIBLES. Es decir, un hombre, por sí mismo, no puede distinguir que algo es hecho por el Padre, por el Hijo o por el Espíritu Santo; porque ontológicamente (en cuanto al ser) se trata de UN sólo Ser: Dios. Entonces NO puedes decir "esto lo hizo el Padre y NO lo hizo el Hijo", sino que TODO lo que hace el Padre, lo hace también el Hijo, y lo hace también el Espíritu Santo. Y lo mismo se puede decir de lo que hace el Hijo o de lo que hace el Espíritu Santo. TODO lo hace DIOS TRINO.
Porque el Padre y el Hijo son UNO en la Unidad del Espíritu Santo.
El sentido teológico en el que, no ya desde el puro razonamiento humano, sino desde el aventajado conocimiento que nos brinda la Revleación, distinguimos ciertas acciones como hechas por Dios Padre, por Dios Hijo o por Dios Espíritu Santo, NO ES una distinción, como hemos dicho, como si las otras Divinas Personas NO hubiesen estado involucradas en el Acto en cuestión. Sino es, más bien, una especie de ayuda que nos da Dios para tratar de entender un poco mejor el misterio en cuestión. En realidad esta distinción que hace la Revelación SI está hecha para que el hombre humilde lo interprete como "una acción del Padre"; pero precisamente esa sencillez NO busca entrar en elucubraciones teológicas como la que has presentado en tu pregunta. Sino es simplemente una manera que nos da Dios para que podamos fácilmente conocerle mejor.
Si quieres entrar en esos razonamientos teológicos, y no equivocarte ni perderte en meras ideas humanas que nada tendrán que ver con el Misterio Revelado; entonces NO lo puedes hacer desde una aproximación fundada únicamente en la sabiduría humana y la manera en que usualmente razonarías con ella.
Sino lo tienes que hacer mediante una comprensión teológica lo más profunda que puedas del Misterio en cuestión.
Esa comprensión, de entrada, debe aceptar que está tratando precisamente con un MISTERIO. Es decir, con algo que está esencialmente POR ENCIMA de la capacidad de comprensión de la razón humana. Por lo cual, la razón humana JAMÁS podrá entenderlo COMPLETAMENTE. Jamás lo tendrá "todo claro" al respecto. Si llega a este punto (en el que se cree haber entendido plenamente el misterio), es signo seguro de que lo que se entendió NO FUÉ el Misterio, sino una mala e incompleta imagen del mismo que la persona se había formado en su mente.
El asunto entonces rápidamente nos causa la misma perplejidad que nos causa el Misterio Trinitario precisamente porque es una manifestación de ESE mismo Misterio: ¿cómo pueden actuar las TRES personas si se nos dice que sólo UNA de ellas es la que hace algo? ¿no debería decírsenos entonces que las TRES están actuando? ¿qué es entonces lo que distingue la acción de una o de la otra como para que la Escritura nos lo diga así en vez de decirnos que las Tres Personas han actuado o, simplemente, que Dios actuó? Si te fijas bien, te darás cuenta fácilmente de que el asunto no es nada sencillo de entender. De hecho, ya lo dijimos, es REALMENTE IMPOSIBLE para la mente humana entenderlo del todo. Pero eso no significa que no pueda entender NADA. Algo podemos comprender, y precisamente para eso Dios nos da la Revelación.
Por cierto, no entenderemos más mientras más estudiemos, sino entenderemos más mientras MEJOR CONOZCAMOS PERSONALMENTE a las Tres Divinas Personas.
A este entendimiento parcial se le puede dar el nombre de "penetrar el Misterio", como si entraras a explorar una mundo infinito, lleno de riquezas y maravillas de todo tipo, el cual sabes que jamás lograrás explorar del todo, pero no por ello deja de valer la pena explorar lo más que puedas de él.
Establecido lo anterior, podemos decir que, en una necesariamente mala analogía antropomórfica (eso quiere decir que trata de entender a Dios como si fuera una persona humana, lo que obivamente llevará a resultados muy imperfectos, pero al menos lo podemos entender nosotros más fácilmente siempre y cuando no perdamos de vista que estamos hablando de una analogía tremendamente imperfecta y NO de Dios mismo), cuando la Escritura habla de una acción de alguna de las Tres Divinas Personas en particular, esto expresa más o menos esto:
1. El Padre es como si fuera el pensamiento de una persona.
2. El Hijo es como si fuera la acción de esa misma persona.
3. El Espíritu Santo es como si fuera el amor con el que la persona actúa.
Evidentemente esta mala analogía "reduce" a las Divinas Personas a meros aspectos de la acción de un ser humano, donde se ve muy claramente la imperfección de la analogía, como te lo decía antes. Pero ahora verás cómo nos ayuda a entender:
1. Decimos, por ejemplo, que el Padre es el Creador. En realidad LAS TRES Personas han Creado juntas, en una misma acción, pero decimos que es el Padre porque concebimos la Creación como un "Gran Plan" precisamente como "el Pensamiento" de Dios. El Padre también es El que hace nuestro "plan de Redención", nuevamente es como si habláramos del "Pensamiento" de Dios.
2. Decimos también que el Hijo es el Logos, es decir, la Palabra, el Verbo, puedes apreciar que estamos implicando entonces que es "la Acción" de Dios. Por eso, mientras es el Padre el que "planea" nuestra Redención, es el Hijo el que la EJECUTA.
3. Decimos que el Espíritu Santo es el Paráclito, el Consolador que nos acompaña. Y que es El Quien viene a nosotros, por ejemplo, en el Bautismo. Y esto nos da a entender que Dios Padre por el Amor que nos tuvo en Cristo, está siempre con nosotros. Pero no decimos que el Padre es el que nos acompaña, es decir, no damos a entender que es "el Pensamiento" de Dios el que está con nosotros, sino su Amor. En esto entendemos que Dios NO está con nosotros meramente como si fueramos piezas de ajedrez de su "Gran Plan", sino está con nosotros por el Amor que nos tiene, lo que nos expresa el cariño y cuidado con e que nos acompaña.
Aún esta mala analogía se complica un poco ¿verdad? Pero no debemos perder de vista eso: que encima se trata tan sólo de una mala analogía. Porque EN LA REALIDAD, NO estamos hablando meramente de diferentes aspectos de una sola persona, ni de tres dioses separados y distintos que actúen cada quien por su lado. Sino estamos hablando de UN sólo Dios que son Tres Personas distintas, las cuales actúan siempre JUNTAS y al unísono. Tanto así que si las pudieramos "ver" actuar, veríamos la acción de UN sólo Ser; pero, insisto, NO ES que entonces "veríamos" tan sólo a Una de las Tres Divinas Personas actuando, sino estaríamos "viendo" A LAS TRES, pero veríamos UN sólo Ser actuando. Mucho más complicado ¿no es así?
Pero bueno, sin perder de vista esto último, apliquemos ahora nuestra mala analogía a tu pregunta original:
1. Cuando Jesús (el Hijo, el Verbo, "la Acción" de Dios) habla de su Padre Celestial, en realidad se refiere a la Persona del Padre ("el Penamiento", "el Plan"). Por tanto, el Verbo sigue y ejecuta lo dispuesto en el Plan.
2. Cuando la Escritura nos dice que María concibió al Hijo por la Gracia del Espíritu Santo (y por eso llamamos a Nuestra Madre esposa del Espíritu Santo), debemos recordar que, en realidad, están actuando LAS TRES Divinas Personas, pero lo que se nos está diciendo es que estamos viendo una manifestación del Amor del Padre hacia el Hijo, y, por medio del Hijo, hacia todos nosotros. Pero recordemos que NO ES una manifestación "abstracta" del Amor como lo hace parecer la mala analogía, sino es la acción de una Persona Divina REAL que es el Espíritu Santo, recordando que Él no actúa "sólo", sino están realmente actuando al unísono con Él el Padre y el Hijo.
En fin, traté de, por un lado expresarme lo más claro que pude; y por el otro traté de ayudar a que en ningún momento se perdiera de vista la REALIDAD del Misterio que, como te habrás dado cuenta, por mucho (infinitamente, para ser precisos) SUPERA lo que nuestra mente es capaz de entender.
Aquí te lo dejo entonces para que lo medites y puedas realmente "penetrar el Misterio" tan profundamente como te sea posible.
Pero lo que quería lograr al menos es que te dieras cuenta de que tu pregunta, con lo sencilla y hasta cierto punto "lógica" que puede parecer desde un punto de vista y análisis meramente humano; en realidad es una pregunta que entra en aguas teológicas MUY, MUY PROFUNDAS.
Por eso, si no tiene uno el tiempo, el entrenamiento, la espiritualidad, etc. para navegar de manera segura en esas aguas; lo mejor es recurrir a la sencillez del Evangelio:
El Padre es Dios Padre que mandó al Hijo que es Jesús a redimirnos, y lo hizo amorosamente enviando al Espíritu Santo para que engendrara a su Hijo en María.
¿mucho más sencillo no? Aquí todo lo que el Evangelio me demanda aceptar, lo que puedo hacer con tan sólo una pizca de humildad y sencillez, es que Dios NO se rige ni a Él aplican los estándares humanos. Por lo que si Dios Padre envió al Espíritu Santo, eso no quiere decir que el Espíritu Santo sea el Padre de Jesús, sino Dios Padre puede seguir siendo el Padre de Jesús ya que Él NO está restringido por los parámetros y criterios humanos.
Entonces es muy claro que, renunciando a aplicar mi criterio humano, que entiendo que de base no aplica, ya logré de una manera muy rápida y sencilla una mejor (aunque desde luego no completa) comprensión del Misterio de la que muchos lograrán con sus elucubraciones racionales mal hechas.
Espero que esto te haya ayudado.
Que Dios te bendiga. |
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