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Hace 90 años

 
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Christifer
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Registrado: 13 Oct 2006
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Ubicación: Regnum Granatense

MensajePublicado: Sab May 30, 2009 9:59 pm    Asunto: Hace 90 años
Tema: Hace 90 años
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Hace 90 años exactamente, en el Cerro de los Ángeles, en Getafe, Madrid, España, delante de Su Divina Majestad, el rey Alfonso XIII leyó el acto de consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús:


"Corazón de Jesús Sacramentado, Corazón del Dios Hombre, Redentor del Mundo, Rey de Reyes y Señor de los que dominan:

España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante este trono de tus bondades que para Tí se alza en el centro de la península. Todas las razas que la habitan, todas las regiones que la integran, han constituido en la sucesión de los siglos y a través de comunes azares y mutuas lealtades esta gran patria española, fuerte y constante en el amor a la Religión y en su adhesión a la Monarquía.

Sintiendo la tradición católica de la realeza española y continuando gozosos la historia de su fe y de su devoción a Vuestra Divina Persona, confesamos que Vos vinisteis a la tierra a establecer el reino de Dios en la paz de las almas, redimidas por Vuestra Sangre y en la dicha de los pueblos que se rijan por vuestra santa Ley; reconocemos que tenéis por blasón de Vuestra Divinidad conceder participación de Vuestro Poder a los Príncipes de la tierra y que de Vos reciben eficacia y sanción todas las leyes justas, en cuyo cumplimiento estriba el imperio del orden y de la paz.

Vos sois el camino seguro que conduce a la posesión de la vida eterna: luz inextinguible que alumbra los entendimientos para que conozcan la verdad y principio propulsor de toda vida y de todo legítimo progreso social, afianzándose en Vos y en el poderío y suavidad de vuestra gracia, todas las virtudes y heroísmos que elevan y hermosean el alma.

Venga, pues, a nosotros tu Santísimo Reino, que es Reino de justicia y de amor. Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de la Ciencia y de las Letras, y en nuestras leyes e instituciones patrias.

Gracias, Señor, por habernos librado misericordiosamente de la común desgracia de la guerra, que tantos pueblos ha desangrado; continuad con nosotros la obra de vuestra amorosa providencia.

Desde estas alturas que para Vos hemos escogido, como símbolo del deseo que nos anima de que presidáis todas nuestras empresas, bendecid a los pobres, a los obreros, a los proletarios todos para que en la pacifica armonía de todas las clases sociales, encuentren justicia y caridad que haga más suave su vida, mas llevadero su trabajo.

Bendecid al Ejército y a la Marina, brazos armados de la Patria, para que en la lealtad de su disciplina y en el valor de sus armas sean siempre salvaguardia de la Nación y defensa del Derecho. Bendecidnos a todos los que aquí reunidos en la cordialidad de unos mismos santos amores de la Religión y de la Patria, queremos consagraros nuestra vida, pidiéndoos como premio de ella el morir en la seguridad de Vuestro Amor y en el regalado seno de Vuestro Corazón Adorable. Así sea."

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Tralalá
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MensajePublicado: Dom May 31, 2009 1:43 am    Asunto:
Tema: Hace 90 años
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¡QUÉ MARAVILLA! Seguro que Jesús los tendrá muy dentro de su Sacratísimo Corazón.
Pienso que también habrá que actualizar esa gracia, cada español o grupos de españoles tendrán que hacer suya esa Consagración y reavivarla.
Es lo que verdaderamente les deseo.
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Julian_Consolad
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MensajePublicado: Dom May 31, 2009 6:03 am    Asunto:
Tema: Hace 90 años
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Precisamente el domingo 21 de junio (el más cercano al día 19, que es el Corazón de Jesús) se renovará la consagración en el Cerro de los Ángeles, debido a los 90 años (y a que lo necesitamos mucho).
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Tralalá
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Registrado: 29 Ago 2008
Mensajes: 6529
Ubicación: Ciudad de Buenos Aires

MensajePublicado: Dom May 31, 2009 9:43 pm    Asunto:
Tema: Hace 90 años
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Vuelvo a decir ¡QUÉ MARAVILLA!
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Julian_Consolad
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MensajePublicado: Sab Jun 20, 2009 7:39 pm    Asunto:
Tema: Hace 90 años
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Fotos de aquella primera consagración:




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Julian_Consolad
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MensajePublicado: Sab Jun 20, 2009 7:40 pm    Asunto:
Tema: Hace 90 años
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Consagración al Sagrado Corazón de Jesús
Monseñor Demetrio Fernández, obispo de Tarazona

TARAZONA, sábado, 20 de junio de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos la carta que ha escrito monseñor Demetrio Fernández, obispo de Tarazona, con motivo de la renovación de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús que tendrá lugar este domingo en el Cerro de los Ángeles, centro geográfico de la Península.

* * *

Hay algunos que dicen que esto ya está pasado de moda. La respuesta es fácil: el amor no pasa de moda nunca. El amor en su doble dirección, de ida y vuelta, de dar y recibir. El culto al sagrado Corazón de Jesús ha servido para esto, y sigue siendo actual hoy como ayer. En el culto al Corazón de Jesús, contemplamos el amor que Dios nos tiene, que le ha llevado a enviarnos a su Hijo único, hecho hombre por amor y entregado a la muerte por amor, y vive glorioso y resucitado con un corazón humano palpitante de amor al Padre y a nosotros. En el culto al Corazón de Jesús, rendimos a Dios un culto de reparación por nuestros pecados, que han sido saldados por un amor más grande. El Corazón de Cristo es como un laboratorio de gran reciclaje, donde depositamos el peso de nuestros pecados y donde la fuerza de su amor nos acarrea el perdón para todos.

Nuestro corazón humano está hecho para ser amado y para amar. Todos y cada uno de nosotros necesita ser amado sin medida. Esto sólo lo encontramos en el Corazón de Jesús, que nos ha amado primero, que nos ama sin medida y que nos ama hasta el extremo. El Corazón de Jesús sana nuestro corazón, nuestras carencias de amor, los desamores que padecemos, nuestra necesidad de ser amados. Y, gracias a este amor sanador que nos capacita más y más, podemos entrenarnos en el amor a Dios y al prójimo continuamente. Toda nuestra vida es un ensayo continuo en el amor verdadero, en el que se nos mezclan tantos egoísmos, y en el que hemos de empezar de nuevo cada día. Aprender a amar es la tarea de nuestra vida. En el Corazón de Cristo tenemos una escuela insuperable.

Se cumplen en estos días 90 años de la solemne consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles, centro geográfico de España (30 mayo 1919). Con la asistencia de cardenales, obispos, religiosos/as y una multitud de fieles laicos, el rey Alfonso XIII, en nombre de toda la Nación española, consagró España al Corazón de Cristo. ¡Cuántos bienes nos han venido de este feliz acontecimiento! Hacia el Corazón de Cristo, simbolizado en ese monumento del Cerro de los Ángeles, han confluido las miradas y los corazones de millones de españoles, que fascinados por su amor quieren amar como Él nos ha amado. Santa Maravillas de Jesús ha vivido su ofrenda de amor desde este lugar santo. La biografía de esta santa de nuestros días tiene como epicentro el Corazón de Jesús del Cerro de los Ángeles.

No estamos a estas alturas en un Estado confesional ni se pretende con este acto recuperar aquel status que hoy no se considera conveniente, en línea con el Vaticano II. Pero ningún católico debe avergonzarse de esta manifestación pública de fe, que pretende atraer la atención de católicos y no católicos, incluso de los no creyentes, hacia Cristo "clave, centro y fin de toda la historia humana" (GS 10). En este acto del 21 de junio se espera la participación de miles y miles de jóvenes (con toda la noche previa de vigilia), de familias enteras -padres, hijos y abuelos-, de personas consagradas, presididos por sus pastores, en el marco de una comunidad cristiana, que no mira hacia el pasado con añoranza ni lamentos, sino que recuerda su propia historia para encontrar en ella nuevos impulsos y energías para el tiempo presente y para el futuro. Han cambiado los tiempos, pero no ha cambiado el amor de Cristo que sigue siendo un amor loco de Dios a los hombres. Un amor en el que poder apoyarnos, en la seguridad de que nunca falla.

Os invito a todos a participar en este acto. Acudid con los medios que se han puesto a vuestro alcance. Seguidlo por televisión o radio, si no podéis acudir personalmente. Y en todas las parroquias y comunidades renovemos nuestra consagración al Corazón de Cristo, al Amor de los amores. Muchos bienes vendrán para todos de este acontecimiento.
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Julian_Consolad
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MensajePublicado: Sab Jun 20, 2009 7:45 pm    Asunto:
Tema: Hace 90 años
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Ofrecemos a continuación la fórmula, compuesta por Juan XXIII, que será utilizada en la ceremonia de renovación de la Consagración de España al Corazón de Jesús, el día 21 de junio de 2009, en el Cerro de los Ángeles:
Jesús bueno, Redentor del mundo, míranos humildemente postrados delante de tu altar: tuyos somos y tuyos queremos ser, y a fin de vivir más estrechamente unidos contigo, todos y cada uno nos consagramos en este día a tu Sagrado Corazón. Muchos, por desgracia, jamás te han conocido: muchos, despreciando tus mandamientos, te han desechado. Jesús misericordioso, compadécete de los unos y de los otros, y atráelos a todos a tu Corazón. Señor, sé rey, no sólo de los hijos fieles, que jamás se han alejado de ti, sino también de los pródigos que te han abandonado; haz que vuelvan pronto a la casa paterna, para que no perezcan de hambre y de miseria. Sé rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia, viven separados de ti: devuélvelos al puerto de la verdad y de la unidad de la fe, para que en breve se forme un solo rebaño bajo un solo pastor. Concede, Señor, libertad a tu Iglesia; otorga a todos los pueblos la paz en el orden; haz que del uno al otro extremo de la tierra no resuene sino esta voz: Bendito sea el Corazón que es causa de nuestra Salvación; a Él se entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos. Amén. (Juan XXIII).
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Julian_Consolad
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MensajePublicado: Lun Jun 22, 2009 7:58 am    Asunto:
Tema: Hace 90 años
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Homilía en la renovación de la consagración de España al Corazón de Jesús
Pronunciada por el cardenal Antonio María Rouco Varela

MADRID, domingo, 21 de junio de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos la homilía que pronunció este domingo el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, presidente de la Conferencia Episcopal Española, en la celebración eucarística que renovó el acto de consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, acaecido hace 90 años.




* * *



Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:

Aquí, en el Cerro de los Ángeles, centro geográfico de la Península Ibérica, se consagraba España hace noventa años al Sagrado Corazón de Jesús ante la estatua que había sido levantada por la piedad cristiana del pueblo español en este lugar elegido sabiamente para expresar, esculpida en piedra, una plegaria ardiente e incesante: que el Sagrado Corazón de Jesús reinase en España por la gracia de su amor infinitamente misericordioso, la elección del lugar, fruto de una luminosa toma de conciencia histórica y llena de un profundo significado espiritual para el presente y el futuro de España.

Eran "tiempos recios" aquellos, como solía decir Santa Teresa de Jesús de los suyos. Había transcurrido poco tiempo después del final de la I Guerra Mundial. Europa y una buena parte del mundo yacían en ruinas. Ruinas materiales que ponían al desnudo el fracaso de una visión del hombre y del mundo que había pretendido construirse a través de una concepción puramente terrena -empírica y positivista- de la realidad. En los proyectos económicos, socio-políticos y culturales del primer siglo de la Ilustración moderna se había querido prescindir de Dios por parte de amplios e influyentes sectores de la sociedad. El resultado estaba a la vista. ¡Detrás de la desolación física se escondía el vacío moral y espiritual! Ni la llamada "cuestión social" con la hiriente y dramática explotación de los trabajadores y sus familias, ni la problemática de la deseada unidad y concordia de las naciones europeas habían encontrado nuevos horizontes que indicasen la recta dirección para una solución justa y duradera. En plena guerra había estallado la Revolución Bolchevique. La Postguerra aparecía ensombrecida por profundas convulsiones revolucionarias... España no estaba ajena, a pesar de su neutralidad durante la contienda, a toda la tragedia que asolaba a los pueblos hermanos de Europa.

La Iglesia venía ofreciendo, especialmente desde el siglo XVII, a ese mundo que quería progresar y modernizarse económica, social y políticamente el eterno anuncio del Evangelio a través de una propuesta formulada en términos profundamente renovadores: la propuesta del Misterio del Amor de Dios revelado y donado en Jesucristo para la salvación del hombre y, con la salvación del hombre, para la salvación del mundo. A través de intervenciones singularísimas del propio Señor Jesucristo en almas privilegiadas -hoy recordamos especialmente a Santa Margarita María de Alacoque-, ese Amor infinitamente misericordioso, benigno, sanador, transformador de lo más hondo del ser humano, se nos presentaba bajo el bellísimo simbolismo de su Sagrado Corazón herido físicamente por la lanza del soldado romano y traspasado espiritualmente por nuestros pecados. De esa herida, humano-divina, sale el torrente de gracia y de vida nueva, fruto y don del Espíritu Santo, la Persona-Amor en el Misterio de la Santísima Trinidad. Es esa gracia la que perdona y sana al hombre, elevándolo a la dignidad de los hijos de Dios y haciéndole partícipe de la vida divina. La invitación de entrar por esa espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús podía parecer ilusa a los ojos pragmáticos de muchos; pero era en verdad la única propuesta que podía superar los egoísmos y los odios encendidos de aquella historia, orgullosa de su modernidad, que cifraba en el progreso no de todo el hombre y de todos los hombres, sino del hombre material -"carnal"- y del hombre fuerte, el capaz de triunfar en la lucha por la existencia en este mundo. El "super-hombre" era su ideal.

Los tiempos han cambiado noventa años después de aquél acto en el Cerro de los Ángeles 30 de mayo de 1919 que emocionó entonces a toda España, la más oficial y la netamente popular. También hoy necesita nuestra patria los bienes de la reconciliación, de la solidaridad, de la justicia, de la concordia y de la paz. El terrible atentado de ETA que le costó anteayer la vida a un servidor de la seguridad y de la paz de todos los españoles lo pone dramáticamente una vez más de manifiesto. Esos bienes los necesitan especialmente nuestros jóvenes generaciones y sus familias; y la pregunta vuelve a plantearse no con menor urgencia que en 1919: ¿será posible conseguirlos a espaldas de la fe en Jesucristo, ignorando el don de su Amor? El interrogante adquiere incluso -en comparación con otros pueblos de Europa-, un acento de gravedad singular al dirigirlo a una nación marcada en lo más profundo de su alma y de su ser históricos por la profesión de la fe católica de su Pueblo, vivida con admirable fidelidad en el seno de la Iglesia, Una, Santa, Católica y Apostólica, presidida por el Papa, el Sucesor de Pedro en la sede de Roma, como Pastor universal y Vicario de Cristo en la tierra. ¿Puede España encontrar hoy los caminos de un futuro pleno de los bienes que constituyen y aseguran la dignidad de la persona y el bien común de todos sus hijos e hijas abandonando la fe de sus mayores? Porque tenemos la certeza de que el camino de la descristianización no conduce a ningún futuro de salvación y de verdadera felicidad para el hombre, renovamos hoy, en el Cerro de los Ángeles, aquella solemnísima consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús que hicieran nuestros antepasados en la Iglesia y en la sociedad en el año 1919 para que alumbrara la luz de la verdadera esperanza en aquellos momentos tan cargados de graves incertidumbres no sólo para ella, sino también para Europa y para el mundo. Lo hacemos pidiéndole para todas las familias de nuestra patria y para todos los españoles lo que San Pablo, "de rodillas", pedía "al Padre de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra": que nos conceda por medio de su Espíritu robustecernos en lo profundo de nuestro ser, que Cristo habite por la fe en nuestros corazones, que el amor sea nuestra raíz y nuestro cimiento; y, así, con todos los santos, logremos "abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano" (Ef 3, 14-19). Sí ¡que comprendamos y bebamos el amor en su fuente purísima, en el Sagrado Corazón de Jesús! Sólo así podemos ser testigos de la esperanza gozosa y eterna.

¡Quiera Nuestro Señor Jesucristo reinar hoy y siempre en España, en el corazón de sus hijos y de sus hijas, como lo había prometido al Siervo de Dios, Bernardo de Hoyos! Y que el Corazón Inmaculado de su Madre santísima, Madre suya y Madre nuestra, Reina de los Ángeles, nos ayude para acoger de nuevo la gracia del Reinado espiritual de su Divino Hijo en nuestras almas y en nuestras vidas con total disponibilidad y entrega.

El Santo Cura de Ars solía repetir que "el sacerdocio es el amor del Corazón de Jesús". Efectivamente, los sacerdotes son los instrumentos imprescindibles de la gracia y del amor salvador de Cristo. El año sacerdotal que acabamos de inaugurar, unidos al Santo Padre, nos lo quiere recordar con nueva viveza. La renovada consagración de España al santísimo Corazón no cuajará en frutos abundantes de vida y testimonio del amor cristiano sin sacerdotes santos ¡España, la España de hoy, necesita muchos y santos sacerdotes según el corazón de Cristo!

Amén
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Angelita22
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Registrado: 14 Feb 2008
Mensajes: 3504

MensajePublicado: Lun Jun 22, 2009 5:54 pm    Asunto:
Tema: Hace 90 años
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orale qe bonita homilia... gracias por copartir.
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