!Bendito sea el dolor!

[midka]

Bendito sea el dolor. – Amado sea el dolor. – Santificado sea el dolor… ¡Glorificado sea el dolor!

San Josemaría Escrivá de Balaguer.

¿Acaso se trata de una declaración masoquista? ¡Claro que no! El cristiano no se congratula ante el dolor por lo que siente, sino por el significado que adquiere este en su vida. Y este significado toma esa relevancia cuando el dolor es acompañado por el amor. Entonces el dolor se vuelve un medio que nos lleva a través del amor hasta la Presencia Divina.

Después del pecado original, decía el padre Pío, el sufrimiento se convirtió en el ayudante de la creación; es una poderosa palanca que puede enderezar el mundo; es el brazo derecho del Amor que quiere conseguir nuestra regeneración. Y es que no se puede hablar de amor sin sacrificio, y todo sacrificio implica, en mayor o menor grado, que pasemos a través del dolor. A veces dolor corporal y otras espiritual.

¡Qué satisfacción sentimos cuando pasamos esos tragos amargos que nos da la vida! Nos sentimos orgullosos de nosotros mismos; sentimos que maduramos, que crecemos, que estamos un paso más cerca de Dios. Por eso: ¡bendito sea Dios que nos envía el dolor que nos hace crecer como hijos suyos!
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Miguel Angel Montaño

[Luz_Adriana]

Y sin embargo resulta tan difícil hacerle entender a la gente que el dolor es parte de la Alegría... pues si no hubiera el negro no distinguiríamos el blanco....
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Cambia mi pan en tu carne y mi vino en tu sangre y a mí Señor... renuévame, límpiame y sálvame.

[AQUITANO]

Hace unos días recibí una caricia del Señor en forma de una confesión que hace un diácono a otro.

Sabiendo que uno estaba muy enfermo de cáncer, el otro le pregunta por el dolor ...... el primero dice: ¿sabés, hermano? ........ Dios me dió todo en la vida ......¡es la primera vez que le entrego algo realmente mío!

Reflexionando sobre esto, muchos temas se clarificaron ...... uno de ellos fue el reconocer que "todo me había sido dado". Otro fue el camino del sufrir compartiendo de alguna manera el sufrimiento del Señor en la Pasión.

Dios utilizó a este diácono para que personalmente reflexionara sobre todo esto ...... hoy cumplo con mi obligación de católico, de compartirlo con ustedes.

En Cristo
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El Espíritu Santo nos otorgue discernimiento

[midka]

Yo creo, Luz Adriana, que el problema que tenemos es debido al miedo que llega a causarnos el dolor. Miedo que vuelve al dolor un monstruo de siete cabezas imposible de vencer. Sin embargo, ese miedo se va desvaneciendo conforme lo enfrentamos en la fortaleza que nos da la Iglesia. Viene a mi mente esos primeros cristianos que al son de himnos, eran sacrificados en la arena del coliseo romano; unos a otros se alentaban, se animaban, y a pesar de que iban a ser sacrificados tenían la certeza de que iban al encuentro, no de la muerte, sino de Jesús, de la vida eterna.

Y es que es dentro de la Iglesia donde podemos tomar el valor para afrontarlo todo. Y hablo de Iglesia en cualquiera de sus variantes: familia, amigos; y por supuesto la misma Iglesia, que es nuestra familia espiritual y con la que nos reunimos cada domingo para hacer ese memorial de la muerte y resurrección del Señor.

Cuando en la familia, los amigos, y la Iglesia, compartimos nuestro dolor este se ira haciendo menos, y la fe y esperanza de que las cosas serán mejores inundarán nuestros corazones para hacer frente a aquello que ha de venir, sabiendo ante todo que nunca estaremos solos frente a ese dolor. Tendremos la compañía y el apoyo de nuestros hermanos, y principalmente la de Nuestro Señor Jesucristo. De aquí la importancia que tiene el que nos debamos apoyar siempre en los demás.

Para poder comprender ese matiz del que hablas, Luz Adriana, es necesaria la presencia de nuestros hermanos, que nos hagan ver la riqueza de colores y tonalidades que tenemos a diario en nuestra vida.

Mil gracias por tu reflexión.
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Miguel Angel Montaño

[midka]

Aquitano que profunda reflexión nos has regalado: entregarle a Dios algo que realmente es mío, como lo es el dolor. ¿Pero hasta que punto recibirá Nuestro Señor este sacrificio?

Pienso que este sacrificio es de olor agradable ante Nuestro Señor, cuando optamos a realizarlo con amor hacia los demás. Ese amor es el que realmente le da sentido a nuestro dolor, y más cuando aquello que nos provoca ese dolor es ajeno a nuestra voluntad, como sería el caso de una enfermedad.

Por que allí, ante una circunstancia que no podemos controlar, solamente queda la libertad de decidir como actuar ante ella. Entonces la enfermedad pasa de ser una circunstancia a convertirse en un medio por medio del cual llevamos consuelo y esperanza a aquellos que amamos. Esto puede resultar complejo en su aceptación, ya que el verme sufriendo un dolor como puede implicar que lleve ese consuelo. Esto es fácil de comprender cuando vemos a aquellas personas que nos rodean sufriendo igual o peor que nosotros. Entonces nuestro amor por ellos y por Dios es tan grande que a pesar del dolor tan fuerte que tenemos podemos convertirnos en el apoyo de los demás.

Para mi es impactante el testimonio de Cindy Bolaqui, que aún a pasar del gran dolor por el que pasa es capaz, en base al amor que siente por los suyos y por Dios, de dar una luz de esperanza para todos aquellos que sufren:

http://foros.catholic.net/viewtopic.php?t=58412&highlight=

Que dolor tan más grande puede ser el de una madre que pierde a un hijo. Ningún otro dolor puede compararse a este, pues una madre con dolor tiene a su hijo, con dolor lo va viendo crecer… y con dolor, muchas veces lo devuelve al Señor, el dolor en una madre es sinónimo de sacrificio basado en el amor. María paso también por ese gran dolor y su testimonio de caridad y esperanza hace que veamos en el dolor el vínculo que nos lleve hacia el Señor, en esa entrega desinteresada que se hace por amor. Nuestra Santísima Madre después de entregar a su único hijo a Dios, se vuelve la columna de una incipiente Iglesia que vive en el dolor del abandono; y gracias a Ella, es que la fe, la esperanza y la caridad, se vuelven luz para recibir a Jesús Resucitado y posteriormente al Paráclito prometido.

Así nosotros, en ese abandono que implica creer ciegamente en Dios, damos un testimonio del amor que sentimos por los demás, para hacer de nuestro dolor el apoyo que sostenga a todos los que amamos.

Hermosa y profunda tu reflexión Aquitano.
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Miguel Angel Montaño

[AQUITANO]

Muy importante para la comprensión del tema es lo que posteaste, Midka:

[midka]

Esa libertad de decisión que nosotros hacemos en base a una elección es lo que realmente podemos ofrecerle a Dios, pues es la misma elección que hizo Jesucristo al comprarnos con la moneda más valiosa que tenía: su sangre.

El Papa Benedicto XVI en su encíclica Spe Salvi (Salvados por la esperanza) escribe: «Lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito». Cuando encaramos las situaciones con la fuerza que Jesús nos da en el amor, sabremos que tendremos la fortaleza necesaria para llevar el aliento y la esperanza a todos aquellos que nos rodean, por muy difícil que se torne nuestra situación. Entonces, como María seremos capaces de decir “Si” a todo lo que venga, confiados en que si nosotros somos débiles, tenemos a nuestro lado a alguien que es omnipotente, capaz de con solo desearlo levantarnos, como a la suegra de Pedro, para servir a los demás en el amor.
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Miguel Angel Montaño