Elogio de la fidelidad conyugal

[Maria Pilar Fernandez]

Lo más complicado con los maridos es, en efecto, aprender a ponerse en su lugar. A veces me parece algo imposible. Porque tienden al egoísmo y nosotras a la impaciencia. Y tantas y tantas veces los nervios nos pueden. Y no nos damos apenas cuenta cuando ¡zas!, ya hemos hecho algún comentario improcedente. De esos que hieren y que a ellos les enfada y los deja calladitos durante un buen tiempo.
Queridas amigas, yo la única solución que encuentro -dando por supuesto que les queremos como son, pese a todo- es que andemos más metidas en las cosas de Dios... y que hagamos ejercicios continuados de buen humor, sin tomarlo todo a la tremenda. Mi marido me dice que hago de cada problema una tragedia, y yo le digo que él parece que tiene la sangre de horchata.
Intentaré ponerme en su lugar, escucharle más.

[Ana Díaz]

Sí, los hombres suelen ser bastante egoístas, no lo podemos negar. Tienen muchas cosas buenas, y generalizar es siempre un error, pero tienden al egoísmo, a lo cómodo.
Estos días de tanto fútbol es una buena ocasión para apreciar ese egoísmo. aunque yo a veces me pregunto si no seré también egoísta tantas veces en las que quiero que se me haga caso.
En definitiva, creo que el matrimonio debe de ser una escuela de antiegoísmos, de comprensión mutua. Nadie tiene la razón siempre.
Aunque nosotras creo que somos más organizadas y tenemos más los pies en el suelo.

[Ana Díaz]

CUANDO TU MARIDO TE DICE DE REPENTE -TRAS UNA DISCUSIÓN CONYUGAL- QUE TAL VEZ LO MEJOR HUBIERA SIDO NO CASARNOS. (AUNQUE LUEGO LAS AGUAS VUELVAN A SU CAUCE). ¿QUÉ DECIR? CONFIESO QUE ME ENTRA UN MIEDO GRANDE. Y PIENSO: "PERO SI ERES TODA MI VIDA".

LA LUCHA POR MANTENER EL CARIÑO ES CONSTANTE, Y A VECES UNO SIENTE QUE NO PUEDE MÁS. ¿SERÁ FALTA DE FE EN DIOS? ES TANTO EL CANSANCIO...

[*Primavera]

Querida Ana:

Es falta de amor y exceso de miedo.

El miedo mata el amor. El amor tiene que vivir en la confianda de que Dios cuando permite algo, es lo mejor para nosotros, pero si por miedo a este algo, discutimos con nuestro cónyugue, se clava una espina en el corazón y lo raja. Hay que saber amar con el alma. El ALMA, no tiene miedo a nada, el ALMA, sabe que todo es providencial, que todo esta envuelto en prueebas, para demostrar a Dios que lo amamos de VERDAD: CON EL ALMA.

¡Dios es maravilloso!
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[Maria Pilar Fernandez]

Lo más increible, pese a todas las contrariedades, riñas, enfados, enfermedades y demás, es el poder salvífico del AMOR.

El amor es un milagro constante en el que debemos de creer. Olvidarnos de nosotros mismos, darnos del todo, es la terapia más beneficiosa e increible para la fidelidad conyugal, para la intimidad matrimonial.

[Ana Díaz]

[size=18]Como cristiana debo decir que lo mejor de todo es el perdón. Dentro del matrimonio es el puntal que asegura la fidelidad. ¿Pase lo que pase? Pues yo creo que sí: pase lo que pase.
Amigas mías, antes de escribir o decir nada, contemplad atentamente un crucifijo.
Yo me quedo muda. Soy hija de un Dios que nos perdona todo. ¿Y nosotros?[/size]

[Ana Díaz]

Ya está aquí el Papa. Y sus primeras palabras han sido para la familia, para los matrimonios. Palabras fuertes. "La familia fundada en el matrimonio". La familia como símbolo de la Trinidad. Estoy emocionada. Voy a reflexionar sobre la fidelidad conyugal como reflejo de la fidelidad a Dios.
Y voy a pedir por todas vosotras, amigas.

[*Primavera]

Jesús sigue vivo!!

¡¡Viva el Papa!!
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[Maria Pilar Fernandez]

María José, Ana y demás amigas:

Una confidencia personal. La preparación de la visita del Papa está ayudandome muchísimo en todo lo demás.

[*Primavera]

Querida María Pilar:

¡Bien, por el Papa!

Da fruto de Dios, a las almas de buena voluntad. ¡Olééé!

Querida Ana:

¡Eres lista! ¡vaya si se nota la gracia de Dios, en ti.

¡Viva!

¡Estoy contenta, amigas mías!

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[Un solo corazón]

Después de vivir intensamente el V encuentro mundial de las familias, en Valencia, con el Santo Padre BENEDICTO XVI y a propósito del tema que están tratando les hago llegar una de las "ideas fuerza" que el Santo Padre propone con ocasión del encuentro.



Quiero aprovechar para felicitar a la Ciudad de Mexico, por haber sido la elegida para celebrar el VI Encuentro Mundial de las Familias, en el año 2009.

Queden con Dios !

[Ana Díaz]

El Papa nos ha hecho ver de nuevo donde radica la verdadera fuerza del matrimonio, la unión de la familia. Su presencia y sus palabras nos han recordado que sólo desde una vida de amistad con Dios puede ser la fidelidad posible, el cariño palpable, la entrega completa.

Los problemas de infidelidad o de desamor son casi siempre problemas que se originan en y desde el pecado. Poco a poco vamos dando menos importancia a faltas veniales, o incluso mortales. Deejamos de confesarnos, de frecuentar los sacramentos, de escuchar a Dios en nuestras vidas. ¿Y nos sorprendemos que nuestro marido mire a otra, o que alguna de nosotras quiera encontrar consuelos donde solo encontrará una infinita desdicha?

El desamor humano es fruto del desamor divino. ¿Qué pensáis?

[Maria Pilar Fernandez]

Totalmente de acuerdo contigo Ana. Cuando estás más cerca de Dios resulta que estás más cerca de tu familia, que dominas más tus nervios, que aprendes a contar hasta diez antes de decir lo primero que te viene a la cabeza.
Dios une porque nos hace comprensivos a los unos con los otros.

OTRA COSA:
Tremenda la campaña, a todos los níveles, de animalización de hombre y mujer, pero sobre todo de la mujer. Quieren que el sexo sea el centro de nuestras vidas, en todas sus desviaciones. Lo depravado como habitual. "Hay que probar, hay que satisfacer a nuestro cuerpo en todos sus gustos...". Quieren borrar de nuestra conciencia la noción de pecado. Y que pensar mal de los demás sea lo habitual, en plan morboso. Dos amigas por la calle? Seguro que son lesbianas. Y así. En esa línea comprendo que los hombres que no tengan una vida interior decente estén más a la intemperie del ataque de Satanás.
Las mujeres debemos ser conscientes de ello. La presión es tremenda. En la moda, en la publicidad, en la literatura, en las revistas, en las conversaciones, etc.

Toda oración es poca.

[*Primavera]

Sí amigas mías, sí:

Teneis razón.

Esta frase que has escrito, querida Ana:

El desamor humano es fruto del desamor divino.

Realmente es una frase que lo dice todo.

Y sí, querida María Pilar, esta nefasta campaña de animalización de hombre y mujer, es muy perjudicial, es antinatural y hace poner miedo donde debería haber caridad.

Sigamos rezando, queridas amigas del alma. La oración lo puede todo.

¡Dios es maravilloso!
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[Maria Pilar Fernandez]

UNA CERTEZA:

DIOS DA LAS GRACIAS NECESARIAS EN CADA MOMENTO PARA SER FIEL, PARA SALIR ADELANTE. A PESAR DE QUE VEAMOS EL HORIZONTE MUY NEGRO. DIOS ESTÁ DETRÁS DE ESOS NUBARRONES, DE ESAS TORMENTAS QUE PARECEN QUE VAN A ACABAR CON TODO.

[Ana Díaz]

Comprendo a mi marido. Ir por la calle es hoy algo tremendo. La forma de vestir femenina es un escándalo, un contínua provocación. Me comenta él que aun yendo muy metido en Dios, o rezando el rosario, es complicado mantener el temple, guardar la vista... de tanto exhibicionismo... Me callo.
Digo todo esto porque mujer compuesta saca a su marido de otra puerta. Pienso que debemos ayudarles más. Que no busquen fuera lo que tienen dentro, en su casa. Pero para ello creo que debemos ser más cariñosas. Lo creo de verdad. Aun sin ganas. Ya me entendéis. Saludos a todas.

[Maria Pilar Fernandez]

Ana estoy más que de acuerdo contigo. Hoy, la moda femenina es en su mayoría puro escándalo, manipulación de la mujer. El exhibicionismo en el que se funda provoca no pocos pecados contra la santa pureza. No hace falta ser muy lista para darse cuenta de la degradación que provoca en la moral y en las mentes calenturientas de muchos. Y aquí, el varón -nuestros maridos y nuestros hijos- tienen una lucha muy fuerte. La virtud de la pureza está íntimamente relacionada con la fidelidad conyugal, con la delicadeza, con la normalidad sexual.
Sé que hay grupos de mujeres que luchan para que la moda sea elegante, para que resalte lo mejor de la mujer. Algunos piensan que lo mejor de la mujer es exclusivamente el cuerpo. Hay que apoyarlas, y no comprar todas esas revistas -¿femeninas?- para las que la mujer parece que sólo es exhibición y sexo.
Ah, y no hace falta beber agua bendita o ser una reprimida medieval para decir estas cosas. La moda es mucho más que el prostíbulo que se nos quiere vender. Y los matrimonios se resienten.

[Ana Díaz]

Vas por la calle y hay chicas que visten como si no tuvieran madre. Chicas que... en fin. Y confieso que yo siempre que las veo pienso en mis hijos, en los chicos. Es para ruborizarse. Como mínimo.
Y noto que las miradas de mi marido a veces se pierden... Ya me entendéis. Y me lo dice, y sé que lucha por mantener su corazón limpio.
Sabemos que Dios les da las gracias suficientes para aguantar, para luchar...

[Maria Pilar Fernandez]

LA FIDELIDAD CONYUGAL ESTÁ EN LOS PEQUEÑOS DETALLES, EN TENER LA CABEZA METIDA EN LAS COSAS DE LA OTRA PERSONA.

LA FIDELIDAD CONYUGAL ES DECLARAR MI AMOR CADA DÍA CON UNA SONRISA.

LA FIDELIDAD CONYUGAL ES PENSAR QUE MI MUJER O MI MARIDO SON EL DEVOCIONARIO QUE DIOS ME DA PARA ACERCARME AL CIELO.

[Maria Pilar Fernandez]

Esta misma mañana una amiga forofa de catholic me ha hecho llegar un artículo en verdad emocionante, y que quiero recomendar a todas las amigas de este foro. Pasadlo a vuestras amigas, merece la pena. Un hombre que trata así a su mujer... Hay que leerlo. Confieso que he llorado un poco. El amor es tan maravilloso que todas las situaciones las transforma en puro cielo.
El artículo es:
http://es.catholic.net/familiayvida/159/126/articulo.php?id=30471

[Ana Díaz]

María Pilar y demás, quiero llamaros la atención sobre este artículo que acabo de leer. Me parece importante.

http://es.catholic.net/familiayvida/159/106/articulo.php?id=30505

Hablaremos de él. Me ha impactado por su crudo realismo.

[Maria Pilar Fernandez]

Ana, acabo de leer el artículo que dices. Me hace reflexionar a fondo. Tal vez a los hombres les pase más. Me refiero a esa búsqueda de compensaciones sentimentales o sexuales. Pero las mujeres no estamos fuera de peligro. Los casos se dan. Creo que el autor acierta de pleno cuando habla de la tibieza espiritual como el inicio del desorden afectivo.
Te agradezco me hayas llamado la atención sobre el artículo de Guillermo Urbizu. Habrá que felicitarle. Es mucho lo que se aprende en Catholic ¿verdad? Yo estoy enganchada completamente. Me hace mucho bien al alma. Hasta pronto amiga.

[*Primavera]

Queridas amigas, Ana y María Pilar:

Ayer ya me leí el artículo, me gustó mucho. ¿Puede ser que ya lo hubiera leído antes? porque me daba a que sí.

Ciertamente, no sé que deciros, (es verdad, jajaja) en cuanto al tema de que el hombre mire a otra y piense cosas. Me gustaría vestir a algunas mujeres y chicas, más decentemente, pero, es lo que hay.

Sólo se me ocurre, LO DE SIEMPRE, vivir en gracia de Dios. Porque creo que incluso hablar de este tema con el esposo, puede hacer que esté más pendiente.

Creo que ellos, deben tener, por la gracia de Dios, algún "algo", que puede hacer que aunque vean, NO MIREN.

Y nosotras a rezar y a estar, "coladas" por el, jajaja.

Os quiero un "montonazo" ¡Olé, España y las españolas!

jajajaja

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[Maria Pilar Fernandez]

Estoy dando vueltas estos días a mi cabecita. Como siempre. Pensaba que siempre podemos enfocar el verano como fuente de conflictos conyugales. Hay más relajación, más "desnudez", más crispación por el calor (o por el no parar de los niños), más nervios en general, más vacaciones en la vida de piedad, más ocasiones en las que uno de los dos se queda sólo en la ciudad mientras el resto de la familia veranea...

Pero pensaba que el cristiano tiene que mirar todo desde un punto de vista positivo. El verano es una oportunidad excepcional para pasear a solas con nuestro marido, por ejemplo. Para tratar de comprender sus cosas (que tantas veces nos parecen egoístas). Para disfrutar de una intimidad mayor, para sincerarnos más, para coger impulso de cara al curso que llega.

Todo esto lo pienso y lo digo porque creo que a veces somos -sobre todo las mujeres- demasiado negativas. Busquemos lo mejor de nuestros maridos.

¡Qué calor hace! Saludos.

[Ana Díaz]

Cada día es más deshumanizado el trabajo en la empresas. Para nada les importa la situación familiar. Eres una pieza más en el engranaje de un capitalismo salvaje. Escribo por algunos amigos. No importa para nada los años que lleves de servicio en el banco o donde sea. Te destinan de aquí para allá o te prejubilan, o... Y las familias se rompen, o el marido se "acoge" a una amante en el nuevo destino. Y a los 50 años eres un viejo. Las mentes se desequilibran. Cada vez se pasa menos tiempo en el hogar, en familia. La situación es -no hay otra expresión- diabólica. Parece ya no importar nada.
HAY QUE AYUDAR A LAS ALMAS AMIGAS EN ESA SITUACIÓN.

[Maria Pilar Fernandez]

Ana, también compruebo a mi alrededor los efectos de esa deshumanización empresarial, capitalista, de la que escribes. También tengo matrimonios amigos que están en tratamiento psiquiátrico porque es imposible aguantar una exigencia laboral que prescinde de la persona. ¿Cómo es posible que una empresa no se plantee que una decisión suya puede dar al traste con años de matrimonio, ocasionando males mucho más importantes que todos sus miles de millones de dividendos? Ya sé que puedo resultar ingenua en mis apreciaciones, pero pienso que en el Juicio Final habrá muchas sorpresas.
Es horrible lo que vemos a nuestro alrededor, horrible. E injusto.

[*Primavera]

Queridas Ana y María Pilar:

No puedo más que daros la razón. Y...

Es duro, es muy duro.

Sigamos rezando para una sociedad mejor, para la santidad en todos nosotros y que Dios tenga compasión y ayude.

¡Qué Dios nos bendiga!

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[Ana Díaz]

Ayer me preguntaba una amiga porqué a veces es tan difícil ser fiel a tu marido o esposa. A ella le costaban ciertas cosas. Cómo hacer para que la sociedad material y hedonista no nos pervierta el alma. Así me lo dijo. Algo le respondí. Pero me quedé con el susto en el cuerpo. Ninguna estamos seguras de nada, de meter la pata cualquier día.
De entrada no pensé en la gracia de Dios, y me asusté muchísimo.
No somos nada. Pero creemos que sí. Y dejamos de rezar.

[Ana Díaz]

Sí, lo acabo de leer en Catholic. Tendre que empezar a leer un poco de poesía para que mi matrimonio no decaiga y mantenga siempre ese aliento romántico que tanto echo de menos. ¡Qué maravilla si fuera siempre así!
Leed:

Familia y Vida | comunidad
Biblioteca familia | categoría
Rincón poético | tema


Autor: Guillermo Urbizu | Fuente: Catholic.net
Una Carta de Amor
por Guillermo Urbizu


Una Carta de Amor
Te quiero con locura. Para mí, como decía el poeta, “vivir es seguirte viendo”. Cada palabra que escribo, cada libro que leo (y leo muchos), me hablan sólo de ti. Y de Dios por ti. Me haces el más dichoso de los hombres. Cada vez que te miro -tan mujer, tan femenina- admiro más todo lo que es tuyo y que, por amor, es también para siempre mío. Y admiro todavía más aquello que mirar no puedo, pero que sí “veo”: tu gran corazón. Suya es la melodía que conmueve por entero mi existencia. Amor: no tengo otra razón para vivir, no vivo por otra razón. Porque estamos hechos de amor, porque estoy hecho de ti y para ti.

Amar y ser amado. ¿Qué más desnuda verdad puede anhelar el alma? Cualquier otra sabiduría es vana. Ni la mismísima poesía acierta a expresar del todo un poco de su inefable don. Amar y ser amado, en esto se conoce que el hombre es inmortal. Cada gesto se prolonga en su virtud, atesora una luz que transforma en infinito su valor. Amar y ser amado es dar cumplida respuesta al anhelo de nuestras vidas. Nada es igual para el que ama. ¿No ves el resplandor que nos rodea y es, a la vez, interior? Quisiera ser -sólo para ti- poeta. Y poder así nombrarte hasta la saciedad. Mejor dicho: hasta la santidad. Porque nuestro amor es algo santo.

En ocasiones enmudezco porque Dios me devora por dentro. No hablo porque busco escuchar en lo secreto. Y a veces me enfado por nada y, soberbio, te hago rabiar con mi silencio. Te pido perdón. No tengo derecho a hacerte sufrir. Además no puedo verte sufrir. Se me descoyunta el alma, pierdo el norte, las cosas carecen de sentido. Te quiero mucho. Y seguiría escribiendo y escribiendo, en letanía de amor, hasta desnudar las palabras. Eres en mi vida consuelo y fortaleza, entraña, esencia, alegría y esperanza. Eres todo eso y más, porque para mí eres la más acabada imagen de Dios. Y Dios, que es Uno, nos hace también uno a los dos.

Te escribo todo esto porque necesito dejar constancia, reflexionar sobre el significado de tu amor. Te contemplo en silencio y pienso que el recuerdo de todos los días que llevo junto a ti suma infinito. Conocerte fue uno de los mayores dones que ha experimentado mi corazón. Y mi vida sigue dependiendo de aquella primera mirada. Todo cambió, todo adquirió un sentido nuevo, pleno, lúcido. Como dice otro poeta: “todo era igual y todo era distinto”. Ayer, hoy y siempre. Los días van pasando, pero ni el tiempo es el mismo tiempo. Contigo cada instante es una dimensión distinta. Quisiera que esta carta -coja expresión del sentimiento- tuviera la delicadeza de una caricia y la donación de un beso.

Pero lo único que sé es que te quiero, que el corazón me puede. Yo nací el día que te conocí. Eres para mí un continuo cumpleaños. Y veo la luz a través de tus ojos, abrazo la misericordia de Dios en tu cuerpo, y creo que nuestro matrimonio es el fundamento real del mundo. Reza por mí.

GUILLERMO URBIZU

Comentarios al autor: guillerurbizu@hotmail.com

[Ana Díaz]

En pocos días he recibido varias quejas muy similares de unas amigas. Su matrimonio parece ser un contínuo "aguantar", tirar del carro siempre ellas. Los maridos se limitan a trabajar fuera de casa y a "agobiarse" cuando se trata de estar con los niños. O a enfadarse.

Pero todas sabemos -todas y todos- que "aguantar" no es precisamente la forma más perfecta de estar enamorada. La gracia de Dios ayuda, desde luego. Pero yo me pregunto, ¿hasta cuando durará ese "aguantar", ese ceder siempre?

Los maridos deben concienzarse de que no siempre tienen la razón. Y que todos nos agobiamos. Es muy fácil poner la semillita y después... ahí te quedas, que yo estoy muy ocupado. Así cualquiera.