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Dios cambia su manera de pensar?
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EduaRod
Veterano


Registrado: 21 Ene 2006
Mensajes: 3275

MensajePublicado: Sab Oct 20, 2007 8:57 pm    Asunto: Re: Amor
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Amluz escribió:

...
Aunque en Dios no hay cambio... ¿Cómo se explicaría entonces la diferencia entre el amor de Dios hacia un condenado del infierno y hacia esa misma persona cuando estaba en gracia de Dios?
Gracias.


Estimada en Cristo Amluz:

Es lo que ya hemos dicho: Dios en sí mismo ES. Con respecto a nosotros es ayer, hoy y siempre.
Es decir, para nosotros Dios siempre es el mismo Dios, pero se manifiesta de manera diferente, según su propia Voluntad, dependiendo de nuestras circunstancias específicas.
Esto se debe a que nosotros no podemos aprehender o abarcar a Dios en su totalidad. Tal hazaña es intínsecamente imposible para cualquier creatura. Por tanto, nuestra relación con Dios nunca será abarcando nosotros la totalidad de Dios, sino relacionándonos con Él a través de una manifestación suya elegida por Él mismo para nosotros en lo personal.

Y es obvio que no es tampoco que Dios cambie eligiendo en el tiempo una manifestación suya como respuesta a nuestras circunstancias particulares. Tampoco es que "desde la eternidad" pero también en un esquema temporal hubiese previsto todas nuestras acciones y hubiese elegido las manifestaciones que tendría hacia nosotros de tal suerte que las fuese aplicando llegado el debido momento. Pues nuevamente esto útlimo sería circunscribir a Dios en el tiempo.

No, lo que ocurre es que Dios, el el único y simplísimo Acto de su Existencia se manifiesta a nosotros de una manera apropiada para nuestra comprensión. Y nuestra comprensión necesariamente ocurre en nuestro tiempo.

Mira para comprender mejor esto de la atemporalidad de Dios, a veces tomo una analogía que es por necesidad imperfecta, pero que ayuda un poco a entender mejor el misterio.
La analogía es que Dios puede ver la totalidad de nuestras vidas y de nuestro tiempo de manera un tanto parecida a como nosotros podemos ver en un sólo acto los diferentes cuadros de la cinta de una película desenrrollada que pusieramos enfrente de nosotros. Para "los personajes de la película", cada cuadro es un cambio en el tiempo. Pero cuando nosotros vemos la cinta desenrrollada, vemos a un tiempo todos los cuadros. No se trata de recorrer cuadro por cuadro con la mirada, porque eso ya es circunsciribirse al tiempo de la película, sino ver toda la cinta de una sola vez. En esa sola mirada, podríamos ver a un mismo tiempo cómo el personaje está a punto de caer y cómo ya está en el piso. Cómo otro personaje le trata de advertir, y cómo ya le está ayudando a levantarse.
Verla así, de un solo golpe, en lugar de las emociones variadas, similares a las de los personajes, que se producen al seguir cuadro por cuadro la película; a lo que nos llevaría sería a una sola emoción única que abarcaría ya el total de la película. No nos preocuparía ni por un instante, por ejemplo, el temor de la caída, porque al mismo tiempo veríamos el cuadro más avanzado en el que ya el personaje está levantado y bien.

Ok, esa es la analogía. Ahora bien, pasemos a ver con ella, cómo Dios se manifiesta con respecto a nosotros extendiendo un poco esa misma analogía.

Supongamos que los personajes de la película están vivos, pero eso no quiere decir que se puedan mover dentro del mismo cuadro, sino que se mueven de un cuadro a otro, como ocurre en cualquier película. Simplemente que estos personajes pueden percibir y reaccionar a lo que "aparezca" dentro de su cuadro. Claro que tal reacción aparecerá hasta el cuadro siguiente.

La precepción de estos personajes está limitada a lo que aparezca en su cuadro. Es decir, no nos pueden percibir a nosotros que los estamos viendo desde lejos precisamente porque no estamos en sus cuadros.

Pero entonces nosotros decidimos intervenir para ayudarles en sus problemas. ¿Cómo lo haríamos? Pues con una tira de dibujos (o de fotorgrafías, u otra película, o como lo quieras ver) que podríamos pegar sobre la tira de la película original; correspondiendo cada cuadro de nuestra tira a la manifestación nuestra que queremos que los "habitantes" de la película "vean" en el "momento" de sus vidas que ocurre en el cuadro de la película junto al que queda.
Así pues, según los cuadros que pusimos en nuestra propia tira, los habitantes de la película original podrían ver aparentes cambios en nuestras manifestaciones. Podría ser que el dibujo de uno de esos cuadros fuese una amenaza, que ante el cambio de comportamiento de los habitantes de la película, en otro cuadro nosotros retiráramos.

Pero lo importante aquí es entender que tales cambios de "nuestra voluntad" serían sólo una apariencia a la que habríamos recurrido tan sólo por necesidad dadas las limitaciones del medio de comunicación con los habitantes de la película. Pues "nuestra verdadera voluntad completa" no podría juzgarse en función de un sólo cuadro. Sino estaría constituida por la totalidad de la tira que nosotros ponemos sobre la película original.

De este modo nuestra voluntad y acción REAL hacia los habitantes de la película sería una sola, expresada en la totalidad de nuestra tira y el único acto de pegarla encima de la otra.

Pero la apariencia sería muy distinta desde el punto de vista de los habitantes de la película original, que verían toda una variedad de acciones de nuestra parte cambiando en su propio tiempo, según los dibujos que les pusimos en cada cuadro de nuestra tira.

Como dije al principio, la analogía es por necesidad imperfecta, pero entendiéndola apropiadamente, puede uno en verdad comprender un poco más sobre estos misterios.

Que Dios te bendiga.
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Amluz
Esporádico


Registrado: 21 May 2007
Mensajes: 90

MensajePublicado: Lun Oct 22, 2007 6:28 pm    Asunto: Amor de Dios
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Y qué pasaría con el amor de Dios Que se manifiesta, al principio como de amigo, cuando se está en gracia; pero cuando alguien ya se va a al infierno, se manifieesta con ira y no con un amor de amistad. Hay diferencia en el amor visto por nosotros, se puede decir que Dios ama menos a un condenado del infierno, que cuando éste condenado era su amigo y estaba en gracia...
Dentro de tu ejemplo EduarRod, sería como diferentes la manifestaciones del mismo amor, pero nosotros las vemos como si cambiara el amor... Aunque en realidad el amor seguiría siendo el mismo? Estoy con un poco de confusión... Gracias por el ejemplo! Me sirvió!
Gracias.
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David Quiroa
Veterano


Registrado: 26 Oct 2006
Mensajes: 2901

MensajePublicado: Mar Oct 23, 2007 3:03 am    Asunto: Re: Amor de Dios
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Amluz escribió:
pero cuando alguien ya se va a al infierno, se manifieesta con ira


yo diría que ira es una palabra inapropiada refiriéndose a Dios
(que si mis fuentes no andan mal, la ira es un pecado capital).

tristeza, seguramente. justicia, sin duda.

ira... lo dudo muchísimo.
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Cagliostro
Asiduo


Registrado: 06 Jun 2007
Mensajes: 410

MensajePublicado: Mar Oct 23, 2007 4:18 am    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Sólo con la finalidad de aclarar :

Palabra de boca del mismísimo Elohim :

Por cuanto me han dejado, y han sacrificado á dioses ajenos, provocándome á ira en todas las obras de sus manos; por tanto mi furor destilará sobre este lugar, y no se apagará.(2CRÓN 34:25)

Palabra de puño de El Discípulo Más Amado del Señor :

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que se niega a creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36)

Si alguno adora a la bestia, beberá del furor de Dios, que ha sido derramado sin mezcla en la copa de su ira, y será atormentado(Apocalipsis 14:20)

Al igual que en las Epístolas de Pablo : (Efe. 2:3; 5:6; Col. 3:6; I Tes. 1:10; 5:9) en las que se hace referencia clara a la ira de Dios.
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Mario Enrique Bruzzone
Asiduo


Registrado: 03 Oct 2005
Mensajes: 246
Ubicación: Argentina - Sierra de La Ventana

MensajePublicado: Mar Oct 23, 2007 8:05 am    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Estimados hermanos en el Señor:

Ante la duda que se ha planteado sobre la "ira", les recordaré algo que me parece interesante.

«Entró de nuevo en la sinagoga y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. Estaban al acecho para ver si lo curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: "Levántate ahí en medio". Y les dice: "¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?" Pero ellos callaban. Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: "Extiende la mano" El la extendió y quedó restablecida su mano. En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra él para ver como eliminarle.» (Mc.3,1-6).

Aclaro que el texto lo he tomado de la Biblia de Jerusalén, y que obviamente la utilización del color no consta en el original, pero la he usado para remarcar que TAMBIÉN JESÚS sentía ira, si bien no hay duda alguna de que Él no la sentía en contra de "los pecadores", sino contra todos aquellos que se pasaban la vida insistiendo mucho en los aspectos doctrinarios, pero que no vivían la esencia de lo que es el verdadero mensaje de Dios, el AMOR.
Reciban mis cordiales saludos
MARANA-THA
Mario
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Beatriz
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 6434

MensajePublicado: Mar Oct 23, 2007 3:18 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

EduaRod escribió:
Beatriz escribió:
El progresismo dice: El dogma no cambia, la interpretaciòn si. Y se valen de ejemplos como el limbo y la interpretaciòn literal del gènesis. Toda interpretaciòn del Dogma debe ser hecha "en el mismo sentido, en la misma sentencia, en que fue declarado el Dogma". Toda "nueva" interpretaciòn que se sale de estos lìmites es errada.


Estimada en Cristo Beatriz:

Una precisión al respecto, que me parece que tal vez está contenida en lo que quisiste decir, pero que creo que es bueno hacer explícita para evitar confusiones:

NO es posible interpretar un dogma formalmente definido como Verdad de Fé en un sentido contrario a aquel en el que fué originalmente presentado por la Iglesia pasando a formar parte de la Sagrada Tradición.

Pero SI es posible perfeccionar la interpretación del dogma en un sentido consistente con esa presentación original. A eso a veces se le da el nombre de "desarrollo del dogma" y es ello mismo doctrina de la Iglesia:
Cita:
Esta Tradición, que deriva de los Apóstoles, progresa en la Iglesia con la asistencia del Espíritu Santo: puesto que va creciendo en la comprensión de las cosas y de las palabras transmitidas, ya por la contemplación y el estudio de los creyentes, que las meditan en su corazón y, ya por la percepción íntima que experimentan de las cosas espirituales, ya por el anuncio de aquellos que con la sucesión del episcopado recibieron el carisma cierto de la verdad. Es decir, la Iglesia, en el decurso de los siglos, tiende constantemente a la plenitud de la verdad divina, hasta que en ella se cumplan las palabras de Dios.
CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA DEI VERBUM
SOBRE LA DIVINA REVELACIÓN
Concilio Vaticano II


Que Dios te bendiga.


Asi es hermanito Eduardo. Y me gustaria abrir un tema para desarrollarlo màs porque aqui creo que està off-topic.

Lo que has dicho es una gran verdad. Hay un verdadero progreso en la fe, es verdadero cuando la "nueva" interpretaciòn del dogma se mantiene en la sentencia en que fue dado el dogma. El primero en señalarlo fue un Padre de la Iglesia: San Vincent de Lerins.

Cita:
De ahí que enseñando nuestro predecesor, de inmortal memoria, Pío IX, que el oficio nobilísimo de la teología es manifestar cómo la doctrina definida por la Iglesia está contenida en las fuentes de la revelación, no sin grave causa añadió estas palabras: “en el mismo sentido en que ha sido definida” (DS 3886)


Hay un verdadero progreso en la fe pero en el mismo sentido en que ha sido definida.

Pero tambièn hay un equivocado progreso en la fe:

Por ejemplo, si el dogma de la Asunciòn de la Virgen dice que fue asumida "en cuerpo y alma", y si un teòlogo hace una "nueva" interpretaciòn en donde tan siquera insinua que solo fue asumida en alma y no en cuerpo, tal como lo enseña el dogma, èste NO es un verdadero progreso en la fe, todo lo contrario.

Por supuesto que la Iglesia avanza en una mayor inteligencia y comprensiòn de los dogmas, y què bueno que avanze, como dice Vincent de Lerins:

"¿Quién habrá tan mezquino para con los hombres y tan aborrecible a Dios que trate de impedirlo? Pero es verdadero progreso y no un cambio de fe"


pero hay que tener cuidado con las "nuevas" interpretaciones de algunos teòlogos que se alejan de la sentencia en que fueron dadas los dogmas, como por ejemplo la "Resurrecciòn Espiritual" (no corporal) de Cristo que el progresismo o magisterio paralelo enseña sin temor alguno.

Hay que saber diferenciar cuàl es verdadero progreso y cuàl no.

Un abrazo en Cristo y Maria
_________________
"Quien no ama, no conoce"
San Agustín


Ultima edición por Beatriz el Mar Oct 23, 2007 3:47 pm, editado 2 veces
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Beatriz
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 6434

MensajePublicado: Mar Oct 23, 2007 3:36 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Mario Enrique Bruzzone escribió:
Estimados hermanos en el Señor:

Ante la duda que se ha planteado sobre la "ira", les recordaré algo que me parece interesante.

«Entró de nuevo en la sinagoga y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. Estaban al acecho para ver si lo curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: "Levántate ahí en medio". Y les dice: "¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?" Pero ellos callaban. Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: "Extiende la mano" El la extendió y quedó restablecida su mano. En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra él para ver como eliminarle.» (Mc.3,1-6).

Aclaro que el texto lo he tomado de la Biblia de Jerusalén, y que obviamente la utilización del color no consta en el original, pero la he usado para remarcar que TAMBIÉN JESÚS sentía ira, si bien no hay duda alguna de que Él no la sentía en contra de "los pecadores", sino contra todos aquellos que se pasaban la vida insistiendo mucho en los aspectos doctrinarios, pero que no vivían la esencia de lo que es el verdadero mensaje de Dios, el AMOR.
Reciban mis cordiales saludos
MARANA-THA
Mario


Eso depende de la traducciòn.

La Nàcar Colunga que yo tengo dice:

"Y ellos callaban. Y dirigièndoles una mirada airada, entristecido por la dureza de su corazòn, dice al hombre: Extiende tu mano"

Con la mirada airada pero con el corazòn ENTRISTECIDO no con ira.

Cita:
pero la he usado para remarcar que TAMBIÉN JESÚS sentía ira, si bien no hay duda alguna de que Él no la sentía en contra de "los pecadores", sino contra todos aquellos que se pasaban la vida insistiendo mucho en los aspectos doctrinarios, pero que no vivían la esencia de lo que es el verdadero mensaje de Dios, el AMOR.


Bueno Sr. Bruzzone ustede deberia leer todo el evangelio.

Lo que Jesùs condenaba de los Doctores de la Ley era su hipocresia no su enseñanza de la doctrina. Lea bien.

"En la càtedra de Moisès se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y guardad lo que os digan, pero no los imitèis en las obras, porque ellos dicen y no hacen"
(Mt. 23, 1-2)

La doctrina de los escribas y fariseos estaba bien, Jesùs no la condena, al contrario, le pide a la gente que hagan y guarden lo que los escribas y fariseos les enseñaban, pero tambièn les pide que no imiten sus obras, es decir, que no sean hipòcritas como ellos que no ponian en pràctica la càtedra de Moisès que enseñaban al pueblo. Creo que està facil de entender.

Jesùs condena a la persona cuyo ejemplo no va parejo con su prèdica.

De eso se trata.

Haced, pues, y guardad lo que os digan

Jesùs nos pide hacer lo que los doctores de la ley enseñan.
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San Agustín
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Beatriz
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Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 6434

MensajePublicado: Mar Oct 23, 2007 3:53 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Cita:
Haced, pues, y guardad lo que os digan

Jesùs nos pide hacer lo que los doctores de la ley enseñan.


Jesùs nunca les dijo a los doctores de la ley: "Dèjense de estar enseñando la doctrina". Al contrario, avalò su doctrina y le pidiò al pueblo que la guardara y la pusiera en pràctica.

En la hipocresìa està el error, no en la doctrina, ni en el enseñarla. Mucho se malinterpreta las palabras de Cristo en relaciòn a la doctrina de los doctores de la ley.
_________________
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San Agustín
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Mario Enrique Bruzzone
Asiduo


Registrado: 03 Oct 2005
Mensajes: 246
Ubicación: Argentina - Sierra de La Ventana

MensajePublicado: Mar Oct 23, 2007 11:29 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Sin pretender dar una idea “acabada”, dado que hay muchísimas traducciones de la Biblia, me permito mencionar el pasaje de Marcos 3,5 de algunas de ellas.

Straubinger dice: «Más Él, mirándolos en derredor con ira, contristado por el endurecimiento de su corazón....»

El Libro del Pueblo de Dios en cambio afirma: «Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones....»

La Latinoamericana expresa: «Entonces Jesús, paseo sobre ellos su mirada, enojado y apenado por su ceguera...»

La Reina Valera señala: «Y mirándolos alrededor con enojo, condoleciéndose de la ceguedad de su corazón...»

La de Alonso Schokel y Juan Mateos expresa: «Echándoles en torno una mirada de ira, dolido de su obsecación...»

La Traducción del Nuevo Mundo dice: «Y después de darles una mirada en derredor con indignación, estando él cabalmente contristado por la insensibilidad de sus corazones....»

Y dado que es ampliamente conocido, aquello de que “los ojos son la ventana del alma”, me parece que muy pocas dudas podemos albergar con respecto a cuál era la posición del alma de Jesús con relación a los Fariseos.
Reciban mis cordiales saludos
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David Quiroa
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Registrado: 26 Oct 2006
Mensajes: 2901

MensajePublicado: Mie Oct 24, 2007 2:44 am    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

El Diccionario de la Real Academia escribió:
ira.

(Del lat. ira).

1. f. Pasión del alma, que causa indignación y enojo.
2. f. Apetito o deseo de venganza.
3. f. Furia o violencia de los elementos.
4. f. pl. Repetición de actos de saña, encono o venganza.

descargar la ~ en alguien.

1. loc. verb. Desfogarla contra él.

~ de Dios.

1. loc. interj. U. para manifestar la extrañeza que causa algo, o la demasía de ello, especialmente cuando se teme que produzca sus malos efectos contra nosotros.

llenarse alguien de ~.

1. loc. verb. Enfadarse o irritarse mucho.


Dejo a discresión del lector interpretar cuál de todas las acepciones
podría aplicarse a El Que No Cometió Pecado.
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AlexAndrade
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Ubicación: Cd. de México

MensajePublicado: Mie Oct 24, 2007 10:18 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Creo que es cuestión de perspectiva. Creo que a Dios, como padre amorosísimo, se le puede persuadir a través de la oración ("pedir y se os dará"). Por ejemplo, pedir por una persona muy enferma, para que no muera. Yo creo que Dios escucha nuestra oración (petición) y puede permitir, gracias a esa oración, que esa persona no muera de esa enfermedad. La oración es EFICAZ, es decir tiene la capacidad de lograr el efecto que se espera o se desea. Pregunta: ¿Sucedería lo mismo si hay oración (petición) a Dios para que algo suceda, que si no la hay?
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Cagliostro
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Registrado: 06 Jun 2007
Mensajes: 410

MensajePublicado: Jue Oct 25, 2007 5:41 am    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

AlexAndrade escribió:
Creo que a Dios, como padre amorosísimo, se le puede persuadir


Bueno, esto sí que es peligroso ¿ o no ?
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David Quiroa
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Registrado: 26 Oct 2006
Mensajes: 2901

MensajePublicado: Jue Oct 25, 2007 9:15 am    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Nuestro lenguaje es limitado frente a la grandeza de Dios y quizás
usar la palabra "persuadir" no sea preciso y exacto tratándose de Dios,
pero en efecto puede ser buena para describir lo que ocurre cuando oramos.

"¿Quien de ustedes a quien su hijo le pide pan le da una piedra?"
En nuestra oración Dios ve nuestra fe, nuestra esperanza y la rectitud
de nuestro corazón y nuestras intenciones y es entonces cuando le place
concedernos lo que le pedimos.
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AlexAndrade
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Registrado: 23 Feb 2007
Mensajes: 24
Ubicación: Cd. de México

MensajePublicado: Jue Oct 25, 2007 4:33 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Cagliostro escribió:
AlexAndrade escribió:
Creo que a Dios, como padre amorosísimo, se le puede persuadir


Bueno, esto sí que es peligroso ¿ o no ?


Quizá la literalidad de las palabras (persuadir) no ayuden mucho. Sin embargo, tratando de "humanizar" un poco la divinidad de Dios, efectivamente, sí creo que Dios pueda tener compasión de nosotros y hacer algo al respecto. Con la debida distancia, es como si mi hijo me pide algo (con la confianza de que si la petición es buena a mi juicio) se lo concederé.
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AlexAndrade
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Registrado: 23 Feb 2007
Mensajes: 24
Ubicación: Cd. de México

MensajePublicado: Jue Oct 25, 2007 4:34 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

David Quiroa escribió:
Nuestro lenguaje es limitado frente a la grandeza de Dios y quizás
usar la palabra "persuadir" no sea preciso y exacto tratándose de Dios,
pero en efecto puede ser buena para describir lo que ocurre cuando oramos.

"¿Quien de ustedes a quien su hijo le pide pan le da una piedra?"
En nuestra oración Dios ve nuestra fe, nuestra esperanza y la rectitud
de nuestro corazón y nuestras intenciones y es entonces cuando le place
concedernos lo que le pedimos.


Totalmente de acuerdo contigo David.
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EduaRod
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Registrado: 21 Ene 2006
Mensajes: 3275

MensajePublicado: Jue Oct 25, 2007 10:56 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Cagliostro escribió:
AlexAndrade escribió:
Creo que a Dios, como padre amorosísimo, se le puede persuadir


Bueno, esto sí que es peligroso ¿ o no ?


Estimados en Cristo AlexAndrade y Cagliostro:

Volviendo al punto de la diferencia entre ver las cosas "desde el punto de vista de Dios" (es decir, en términos absolutos), o desde el nuestro, la palabra "persuadir" podría ser adecuada para nuestro punto de vista, desde el cual parece que, si Dios actúa tomando en cuenta nuestra oración, esto es porque por medio de ella le persuadimos de cambiar una decisión previamente tomada.

Pero viendo las cosas "desde el punto de vista de Dios", Dios simplemente tiene prevista desde siempre nuestra oración por lo que desde su atemporalidad (es decir, desde toda la eternidad según nuestra comprensión temporal de las cosas) Él decretó un curso de los acontecimientos que tomaba en cuenta dicha oración.
En otras palabras, Dios siempre supo que ibamos a orar y su decisión siempre tomó en cuenta nuestra oración.
Por tanto, la oración NO puede producir un cambio en Él; y, sin embargo, esto no se opone al hecho de que la oración es en verdad eficaz, de tal suerte que de no haber habido oración, esto también habría sido previsto, y el decreto Divino sobre el curso que tendrían eventualmente los acontecimientos podría haber sido distinto. No desde luego únicamente en función de dicha oración, sino en función de todos los factores involucrados (incluyendo la oración), los que Dios conoce de manera completa, y en su Amor infinito toma en cuenta a nuestro favor.

Lo anterior a primera vista puede parecer contradictorio, pero si lo analizan con cuidado se darán cuenta de que no lo es.
La razón de que Dios pueda tomar en cuenta nuestra oración, sin que eso signifique un cambio de parecer de su parte; es que, para que pudiese haber un cambio de parecer, tendría que haber habido un tiempo o momento en el que Dios no supiera si ibamos a orar o no, de tal suerte que en ese momento no hubiese tomado una decisión o hubiese tomado la contraria. Pero es evidente que este momento "de ignorancia Divina" es absolutamente imposible. Dios jamás ignoró si ibamos a orar o no. Por eso su decisión al respecto es absoluta e inmutable y, sin embargo, si toma en cuenta nuestra oración.

En ese sentido, es claro que la palabra "persuadir" no es la más afortunada para describir la situación en términos absolutos (los de Dios). Puesto que la palabra "persuadir" conlleva en sí misma una connotación de cambio de parecer. Además de que es muy distinto que Dios tome en cuenta la bondad de nuestra oración como un elemento importante que afecta la situación; a que nuestra oración "le haga ver" cosas de las que "Él no se había dado cuenta" y que era preciso considerar, lo que el término "persuadir" también de algún modo implica.

Pero Dios se manifiesta a nosotros en una forma y lenguaje adecuados a nuestro nivel de comprensión de las cosas; por eso, si el curso de los acontecimientos puede ser afectado por nuestra oración, pues entonces para todos los efectos prácticos, y a reserva de las precisiones teológicas y términos absolutos que hemos discutido, a nosotros nos parece que hemos persuadido a Dios, justo como cuando Moisés "le hizo cambiar de parecer" con respecto a abandonar al pueblo de Israel que le había sido infiel y se había fabricado un becerro de oro como ídolo:

Cita:
Entonces habló Yavé a Moisés, y dijo: ¡Anda, baja! Porque tu pueblo, el que sacaste de la tierra de Egipto, ha pecado.
Bien pronto se han apartado el camino que yo les había prescrito. Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido sacrificios y han dicho: "Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto."
Y dijo Yavé a Moisés: Ya veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz.
Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los devore; de ti, en cambio, haré un gran pueblo.
Pero Moisés trató de aplacar a Yavé su Dios, diciendo: "¿Por qué, oh Yavé, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, el que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y mano fuerte?
¿Van a poder decir los egipcios: Por malicia los ha sacado, para matarlos en las montañas y exterminarlos de la faz de la tierra? Abandona el ardor de tu cólera y renuncia a lanzar el mal contra tu pueblo.
Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, siervos tuyos, a los cuales juraste por ti mismo: Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; toda esta tierra que os tengo prometida, la daré a vuestros descendientes, y ellos la posee
Y Yavé renunció a lanzar el mal con que había amenazado a su pueblo.
Exodo 32, 7-14

Vemos entonces que Dios no sólo "no se enoja" porque no entendamos o tomemos en cuenta las precisiones teológicas relativas a su atemporalidad. Sino al contrario, incluso en el lenguaje con el que Él se nos manifiesta a través de la Escritura en un cierto sentido fomenta que nosotros hagamos súplicas y oraciones desde el punto de vista de nuestra temporalidad, como si de verdad le estuvieramos persuadiendo. Puesto que esa es la manera en la que más fácilmente nosotros podemos entender que Él si toma en cuenta nuestra oración. Y para Él lo más importante no es que seamos todos teólogos expertos, sino que lo sintamos cercano a nosotros para que así podamos convertirnos hacia Él.

Por tanto, no creo que haya nada de malo en pensar en términos humanos que podemos "persuadir" a Dios; siempre y cuando, desde luego, no caigamos en la soberbia de pensar que Dios debería ver y juzgar las cosas como nosotros y hacer necesariamente lo que le pedimos.

Que Dios te bendiga.
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Mario Enrique Bruzzone
Asiduo


Registrado: 03 Oct 2005
Mensajes: 246
Ubicación: Argentina - Sierra de La Ventana

MensajePublicado: Vie Oct 26, 2007 11:15 am    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Pablo Torres escribió:
El pecado generacional, aunque no personal, es el pecado original. El profeta Jeremías, uno de los CUATRO profetas mayores, se refiere al pecado personal. No son iguales. Bendiciones.


Estimado hermano Pablo:

Lo que manifiestas con respecto a lo que podemos llamar "el pecado generacional", que figura en el Decálogo, no tiene ninguna relación con lo que denominamos el "pecado original".
Para que lo comprendas mejor, te recuerdo aquí un pasaje del Evangelio, donde se dice «Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos "Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?" Respondió Jesús: " ni él pecó ni sus padres....» (Jn.9,1 y sigtes.) con lo cual es fácil advertir que incluso en la época de Jesús, de una u otro forma persistía aún, al menos hasta cierto punto, la idea de que la culpa del pecado de los padres se trasladaba a los hijos.
Y eso ocurria PESE a lo que expresó Ezequiel y otro de los profetas mayores (que como no recuerdo exactamente quien fue no lo menciono, para evitar discusiones inútiles).
Y dicho sea de paso en ese sentido, creo que los profetas mayores son sólo TRES (Isaías, Jeremías y Ezequiel) pero, en fin, tal vez me equivoque y sean CUATRO como has mencionado.
Un cordial saludo
MARANA-THA
Mario
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Mario Enrique Bruzzone
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MensajePublicado: Vie Oct 26, 2007 11:33 am    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
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Estimados hermanos en el Señor Jesús

Veo que se vienen consignando diversos textos que hacen referencia más a cuestiones de terminologías, que a lo que fue planteado al iniciar este epígrafe que, les recuerdo, es ¿Dios cambia su manera de pensar?
Y como creo haber mencionado algunos puntos que tienen (al menos desde mi punto de vista) bastante interés con respecto a ese aspecto, los cuales parecen haber pasado desapercibidos ya que no fueron respondidos casi por ninguno de los participantes, se los recuerdo especialmente, agradeciéndoles desde ya que, en lugar de “perdernos” en cuestiones periféricas los analicen, dado que estimo hacen más al punto central de esa cuestión.
El primer comentario al cual me refiero se encuentra en la página 1, y es de fecha 14 de octubre, mientras que el segundo (que es bastante más importante por cierto) es de fecha 20 de octubre y está en esta página 2.
Desde ya muchas gracias.
Cordiales saludos
MARANA-THA
Mario
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Beatriz
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MensajePublicado: Vie Oct 26, 2007 2:08 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

¿Dios cambia su manera de pensar?

La respuesta es no.

"Yo Soy El Senor; Y Yo No Cambio" Mal. 3, 6

Como bien dice Eduarod, Dios no està limitado por el tiempo como nosotros, el pasado lo mira como si fuera el presente, el futuro lo mira tambièn como si fuera el presente, Dios vive en un "eterno presente". Hay que comprender esto para darnos cuenta que una oraciòn no le hace cambiar su manera de pensar porque El ve "de toda eternidad" esa oraciòn. Mas bien, El excita tu voluntad para que hagas esa oraciòn de intercesiòn para luego dar lo que pides. Peru tù eres libre de rechazar su influjo, por lo tanto no oras, luego, no recibes. Todo esto Dios lo ve en un "eterno presente".
_________________
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San Agustín
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EduaRod
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MensajePublicado: Vie Oct 26, 2007 4:55 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
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Estimado en Cristo Mario:

Mario Enrique Bruzzone escribió:
....
Yo suelo mencionar este tema y, hasta el día de hoy, no he encontrado a nadie que me suministre una explicación satisfactoria al asunto ya que, desde mi modesto punto de vista, en todo esta cuestión del "castigo" existe una clarísima CONTRADICCIÓN en la Biblia cosa que, evidentemente NO PODEMOS achacársela al ETERNO.
Sinceramente creo que éstas, como muchas otras cosas de los textos bíblicos, son simples expresiones que ponen de manifiesto actitudes que los hombres de aquellas épocas adoptaron y luego, con el correr de los siglos, se las "enchufaron" al bueno de Dios como si él hubiese sido realmente, en forma personal, quien hubiese dicho semejantes cosas.
Posteriormente, en otro momento histórico en que se adoptaron otras conductas, por supuesto, y para justificar la modificación de lo anterior, también se la adjudicaron a Dios (¡pobre Dios, las cosas que te "encajamos" los hombres!)
Aún corriendo el riesgo de ser reiterativo, quiero aclarar una vez más que NO AFIRMO que los Diez Mandamientos no sean de Dios.
Por el contrario. Sostengo que, ESENCIALMENTE lo son, pero también que el texto con el cual contamos PUEDE TENER "FALLAS" (más de una) para transmitir lo que realmente significan y, por consiguiente, estimo que posiblemente no vale la pena discutir tanto por una cuestión de ese tipo sino que debemos procurar obtener una explicación integradora, cosa que lograremos sólo a través del conjunto de los textos bíblicos.


Me parece entender de esto que, más allá de la conciliación de los textos que discutes y su posible significado; lo que estás postulando como tu postura con respecto al tema en cuestión es que "los cambios de Dios" son en verdad añadidos de los hombres de los que hay que purficiar al texto bíblico para comprenderlo apropiadamente.

Me imagino que sabes perfectamente que esta hipótesis se desvía de la ortodoxia católica que no se limita a decir que la Escritura es "esencialmente" la Palabra de Dios; sino que ES en verdad la Palabra de Dios. Por lo cual, en una visión ortodoxa, y más allá de los estilos literarios, simplemente no caben en la Escritura "añadidos humanos" contrarios al querer de Dios.
Pero como me imagino que lo sabes, y si aún así sostienes la hipótesis no es precisamente porque defiendas la ortodoxia, lo anoto tan sólo para el interés de otros lectores y no me detendré a discutir el punto de la ortodoxia o no de la hipótesis, sino me limitaré a darte mi opinión al respecto.

Sinceramente creo que la hipótesis está mal planteada. Pues te basas en textos muy separados en el tiempo para concluir que la única explicación posible es que el texto fué modificado. Pero semejante explicación no atiende a la situación de aparente cambio de parecer por parte de Dios que se presenta de manera mucho más evidente y directa en un solo pasaje compacto, tal y como la que ocurre en el diálogo entre Dios y Moisés que presenté en mi aporte anterior.
Desde tu explicación no habría otra posibilidad sino la de:
1. Aceptar que el texto es auténtico y que, por tanto, Dios puede tener intenciones malvadas y puede en verdad cambiar al ser persuadido por un hombre de ser bueno como Él debería ser. Lo que entonces evidentemente implicaría que en su súplica el hombre habría sido más bueno que Dios mismo y su bondad sería la causa de la bondad de Dios.
2. Pero como lo anterior es claramente inaceptable, entonces no nos queda sin recurrir a la fácil: todo ese pasaje es uno más de esos "añadidos humanos" que nada nos aportan, y que habría que filtrar si relamente se quisiera comprender la Escritura.

El gran problema del punto 2 que se desprende de tu hipótesis es que entonces la Escritura se vuelve esencialmente incapaz de enseñarnos nada. Pues será el criterio humano el que, con su juicio, por muy informado que se le quiera suponer, decidirá qué es auténtico y qué es añadido. De donde se sigue que uno puede establecer a priori la hipótesis que quiera y entonces simplemente desechar lo que no concuerde con ella y resaltar como auténtico y esencial lo que parezca respaldarla.

Tanto es así que, quien quiera condenar al pueblo judío actual como culpables hijos de los asesinos de Cristo, no tiene sino que proceder con la misma hipótesis que planteas, pero en sentido inverso: eliminar los textos que parecen decir que Dios no culpa a los hijos por los pecados de los padres y dejar tan sólo como "esenciales" aquellos que parecen decir que la culpa de los padres si que se hereda a los hijos.
¿Lo ves? ¿Bajo qué criterio rechazarías ahora este abuso? ¿Bajo el criterio de que Dios es Amor? ¿No te podrían contestar entonces que si Dios es Amor y en la "esencia" de la Escritura encontramos que Dios castiga al hijo del culpable, entonces el Amor debe entenderse como castigador del hijo del culpable?
El único obstáculo real que semejante propuesta podría encontrar son los pasajes de la Revelación que se oponen a semejante noción. Pero si el método establecido permite eliminar los pasajes que no no coincidan con nuestra interpretación de la "esencia" de la Escritura, entonces no queda ya obstáculo alguno que le impida a esa persona hacer esa perversa interpretación.
Por tanto, si queremos sostener que no debemos relegar la Biblia al estante de los libros de bonitos pensamientos; sino que la Escritura REALMENTE nos puede enseñar algo sobre Dios; eliminar pasajes a discreción debe quedar entonces completamente descartado independientemente del criterio que se pretendiera usar para hacerlo.
Si Dios mismo se nos ha manifestado a través de la Escritura no es sino consistente con ello entender que esa manifestación ha sido debidamente cuidada por Él mismo y que, por tanto, debemos tomar la Escritura tal cual es. Sin fundamentalismos ni parcializaciones, claro está; pero tampoco eliminando pasajes "incómodos".
Pues así como esos pasajes "incómodos" pueden ser el único obstáculo que detenga al defensor de la condena al pueblo judío que discutíamos antes; así también nuestros propios pasajes "incómodos" son el único obstáculo entre hacernos un Dios a nuestro gusto y medida, es decir, nuestro propio ídolo; como opuesto al Dios Auténtico y Verdadero que se nos ha manifestado a través de esa Escritura.

Así pues, si somos incapces de conciliar cualquier cosa de lo que se dice en el Antiguo Testamento con aquello que claramente nos ha sido enseñado en el Nuevo; la explicación de que el Antiguo está "manipulado" es completamente improcedente. La verdadera explicación al asunto es simplemente que no hemos entendido algo del Nuevo que es lo que nos permitiría hacer tal conciliación y que, por tanto, tenemos aún un concepto de Dios que es, al menos parcialmente, de nuestro gusto y manufactura; de tal suerte que no hemos logrado conocer del todo al Verdadero Dios.

Mucho más adecuado, como lo he indicado en los aportes previos, me parece la explicación de esas aparentes contradicciones de la Escritura bajo el concepto de la Pedagogía Divina.

Dios no le ha hablado al hombre en abstracto, como si el hombre hubiese tenido la iniciativa de acercarse a Dios y Dios "se le estuviera escondiendo" para que el hombre no le encontrara a través de formulaciones incomprensibles para su tiempo y lugar.
No, Dios ha hablado en cada tiempo y lugar en forma comprensible a la capacidad de los hombres a los que en ese sitio y momento se encontraban. Ayudándolos a madurar gradualmente las cuestiones de la Fé hasta lograr desarrollar en un pueblo concreto la madurez espiritual suficiente para recibir su Manifestación y Revelación definitiva directamente de su Hijo Encarnado, Cristo el Señor.

Entonces, una persona madura en la Fé, que puede ya digerir con fácilidad el alimento espiritual del Nuevo Testamento, debería entender con claridad los porqués de las "papillas" para bebés espirituales del Antiguo Testamento.
Debería entender que las consideraciones filosóficas y teológicas del Acto Puro atemporal estaban aún bastante por encima de la capacidad de comprensión y el desarrollo cultural de un pueblo que recién salía de la esclavitud de los trabajos manuales.
Y que, por tanto, si bien era pertinente darle algunas indicaciones sobre las que pudiera comenzar ese proceso de madurez espiritual, y que a la vez le dieran a ese pueblo aunque fuese una leve noción de con Quién estaban tratando: YO SOY; también era importante no dejar las cosas en un nivel de trascendencia tal que resultara del todo incomprensible y lejano para ese pueblo. Pues no era alejarse, sino acercarse a ese pueblo el propósito de Dios.
Y entonces, en ese sentido y con esos fines, Dios se presenta al hombre como un Ser grandioso, pero cercano. Un Ser con el que se puede dialogar y que no vive recluido en su inalcanzable trascendencia, sino se interesa por los asusntos de los hombres y los toma en cuenta.
Por tanto, esas contradicciones aparentes no son tales, y no lo son en sentido riguroso, porque, pese las apariencias, no se refieren en realidad al mismo aspecto de las cosas, sino se refieren a Manifestaciones concretas de Dios ante diferentes inquietudes y pensamientos de los hombres.

Ok, podría preguntarse ¿pero entonces porqué mantenemos en el Canon lo parcial e imperfecto cuando tenemos ya lo Absoluto y Perfecto?
Bueno, evidentemente porque hay un aspecto que es bastante más que histórico y/o sentimental: ¡porque es Palabra de Dios!
Lo principal de esa noción es entender que ella misma implica que no se trata de un mero recuerdo histórico, importante en su momento, pero "muerto" hoy.
No, la Palabra de Dios está Viva, y Viva como está pudo actuar entonces como puede actuar ahora. ¿Cómo?
Pues principalmente en la educación de aquellos infantes en la Fé que, cómo en su momento el pueblo de Israel, se acercan apenas dando tumbos y primeros pasitos a la comprensión de la Revelación Definitiva de Jesucristo.
Justamente es por eso que nos dice San Pedro:
Cita:
Y así se nos hace más firme la palabra de los profetas, a la cual hacéis bien en prestar atención, como a lámpara que luce en lugar oscuro, hasta que despunte el día y se levante en vuestros corazones el lucero de la mañana.
II Pedro 1, 19
Vemos que la palabra profética es hoy tan eficaz, como en su tiempo lo fué para el pueblo de Israel, para guiar a aquellos en cuyo corazón no ha logrado aún despuntar el día, levantándose el lucero de la mañana que no es otro sino Cristo Jesús.
Así pues, cada persona que haya seguido este camino, cuando por fin relumbre Cristo en su corazón, podrá ya trascender y entender las limitaciones, pero también la utilidad que tuvo en su formación dicha palabra profética. Y en todo ello, lejos de caer en la trivialidad de contradicciones aparentes, no podrá sino admirar la grandeza de Dios que con su infinita Sabiduría le guió por los caminos correctos para el adecuado desarrollo de su Fé.


Por otra parte, estimado hermano, es curioso que pueda hacerle esta crítca a tu hipótesis cuando tú mismo es quien ha dicho:
Cita:

Es decir que, si bien es cierto que en la Biblia tenemos la revelación de la palabra de Dios, creo conveniente decir que NUNCA DEBEMOS TOMAR FRASES que, aisladamente, nos resulten más o menos "simpáticas" a nuestro punto de vista, sino que es necesario hacerlo en su conjunto y que, además, no podemos dejar de comprender que el Eterno "escribe" (nos transmite sus enseñanzas) de muchas formas como, por ejemplo, lo hace mediante la naturaleza según surge de diversos textos de la Biblia.»

Pero en verdad hermano, partir de la base de que la palabra de Dios tiene "añadidos humanos" que los hombres le han "encajado" a Dios, y que, por tanto, deben ser purificados al interpretar en el "contexto global esencial" de la Palabra; equivale exactamente a esto que ahora criticas, es decir, a tomar parcialmente la Palabra y no en su totalidad.

Por eso con afecto fraternal te invito a abandonar esa línea interpretativa que sinceramente creo que no conduce a ningún lado.

Que Dios te bendiga.
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Pablo Torres
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MensajePublicado: Vie Oct 26, 2007 5:45 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Mario Enrique Bruzzone escribió:

Estimado hermano Pablo:

Lo que manifiestas con respecto a lo que podemos llamar "el pecado generacional", que figura en el Decálogo, no tiene ninguna relación con lo que denominamos el "pecado original".
Para que lo comprendas mejor, te recuerdo aquí un pasaje del Evangelio, donde se dice «Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos "Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?" Respondió Jesús: " ni él pecó ni sus padres....» (Jn.9,1 y sigtes.) con lo cual es fácil advertir que incluso en la época de Jesús, de una u otro forma persistía aún, al menos hasta cierto punto, la idea de que la culpa del pecado de los padres se trasladaba a los hijos.
Y eso ocurria PESE a lo que expresó Ezequiel y otro de los profetas mayores (que como no recuerdo exactamente quien fue no lo menciono, para evitar discusiones inútiles).
Y dicho sea de paso en ese sentido, creo que los profetas mayores son sólo TRES (Isaías, Jeremías y Ezequiel) pero, en fin, tal vez me equivoque y sean CUATRO como has mencionado.
Un cordial saludo
MARANA-THA
Mario

Apreciado en Cristo Mario Enrique:

Reciba un saludo cordial, con la esperanza y deseo sincero de que su salud haya mejorado sustantivamente. La lilsta de los profetas mayores es: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel. Ciertamente, la idea de un pecado de los padres que resultaba "transferible" a los hijos, era común, pero precisamente, entre otros, el pasaje que usted cita, muestra la revelación que Jesús hace de ser las cosas diferentes a como las entendieron los judíos de esa época. El único pecado que heredé de mis padres, y ellos de los suyos, y así hasta Adán y Eva, fue el pecado original, y éste se borró en mi bautismo, aunque como consecuencia quedó mi concupiscencia. Bendiciones.
_________________
Dios nos bendiga a todos.
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Beatriz
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MensajePublicado: Sab Oct 27, 2007 4:08 am    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Miles_Dei escribió:
Cita:
Pero en verdad hermano, partir de la base de que la palabra de Dios tiene "añadidos humanos" que los hombres le han "encajado" a Dios, y que, por tanto, deben ser purificados al interpretar en el "contexto global esencial" de la Palabra; equivale exactamente a esto que ahora criticas, es decir, a tomar parcialmente la Palabra y no en su totalidad.

Por eso con afecto fraternal te invito a abandonar esa línea interpretativa que sinceramente creo que no conduce a ningún lado.


Creo recordar que lo que sostiene Mario es parecido a la teoría de los Obiter dicta del cardenal Newman y que ya fue recusada en su día como errónea.

La doctrina catòlica es que la inspiraciòn bìblica "real" es total: afecta a todas y cada una de las partes de la Escritura, sean de fe y costumbres, sean de temas profanos, sean puntos notables, mìnimos e incluso las cosas dichas "incidentalmente".




Quiero señalar que los progresistas son los que sostienen que la biblia tiene "errores". Con esto no estoy diciendo que Mario Enrique es progresista, quizàs no conoce lo que la doctrina catòlica enseña sobre la inerrancia bìblica.

[nota: para los que no saben inerrancia bìblica significa que en la biblia no hay error]

POSICIONES ERRONEAS SOBRE LA INERRANCIA BIBLICA.-



Enrique Holden (1596-1662), de origen inglès, vicario general de Parìs, doctor en la Sorbona, en su obra Divinae fidei analysis, restringe la inspiraciòn a las cosas puramente doctrinales y las que con ells tienen un nexo necesario.

"El auxilio especial divinamente concedido al autor de cualquier escrito que la Iglesia tiene por palabra de Dios, tan sòlo se extiende a las cosas que son puramente doctrinales o que tengan algùn nexo ("respectum" ) pròximo o necesario con las doctrinales. Por el contrario, en ls que no son del propòsito del escritor o que se refieren a otras cosas, tan sòlo creemos que Dios les auxiliò con ese auxilio que es comùn a los demàs autores piadosos"



Augusto Rohling (+ 1931), catòlico alemàn, restringe la inspiraciòn sòlo a las cosas de fe y costumbres y lo que tenga con ello nexo necesario. Pero se retractò despuès de la refutaciòn que le hizo J. B. Franzelin. Lo mismo ha defendido A. Scholz.



John Henry Newman
(+ 1890), cardenal, el cual expuso en sus obras On the Inspiration of Scripture".

Partiendo de los Concilios de Trento y Vaticano I, escribìa:

"Estos dos concilios definen que las Escrituras son inspiradas en todas sus partes, pero no inmediatamente, con un acto divino, sino por medio de hombres inspirados, ellas estàn inspiradas en todas las cosas de fe y costumbres. Estas palabras no comprenden sòlo la doctrina catòlica, sino tambièn los relatos històricos y profèticos de el Gènesis hasta los Hechos de los Apòstoles. Pero estos relatos inspirados, en cuanto escritos por hombres inspirados, contienen un elemento humano que se revela mediante la lengua, el estilo, el modo de pensar, las caracterìsticas intelectuales, aquellos defectos, en suma, que provienen de la naturaleza, y de los cuales, en las cosas de ninguna importancia, pueden derivar a aquello que, en las definiciones doctrinales, se llama obiter dictum"



Pero ¿en què consisten estas cosas "obiter dicta"? El mismo lo dice:

"Son frases, clàusulas, perìodos, acerca de cosas de hecho, las cuales, en cuanto no miran a la fe y a las costumbres, se pueden referir sin violencia al elemento humano que entra en su composiciòn" (de la Escritura)

En cuanto a còmo se puedan saber los lìmites que afectan de hecho a la no inspiraciòn de estas cosas "obiter dicta", dirà que esto no compete al catòlico en particular, sino a la autoridad de la Iglesia. Y pone, como posibles ejemplos de estas cosas "obiter dicta", el perro de Tobìas que al venir a su encuentro "movìa la cola" (Tob 11, 9), el añadirse al nombre de Nabucodonosor "que reinaba en Nìnive" (Jdt 1, 5), o el caso de San pablo que pide a Timoteo le traiga el capote que "dejè en Tròade, en casa de Carpio" (2 Tim 4, 13)



J. Semeria
, barnabita, expone su pensamiento en una crònica publicada en 1893 en Revue biblique.

"Es preciso distinguir siempre en la Escritura entre lo que Dios ha hecho hacer y lo que simplemente ha dejado hacer al hombre...Todo lo que era necesario para que el libro lograse su propòsito, es decir, para que èl fuese tal como Dios lo querìa (para que Dios fuese autor del libro), Dios lo ha hecho hacer; todo lo que era indiferente a este objeto, lo ha dejado hacer"

Protestantes ortodoxos.- Algunos protestantes "ortodoxos" sostenìan que el hagiògrafo, al escribir el libro, està poseìdo por el Espìritu Santo, pero que en la composiciòn del libro se mezclan necesariamente elementos humanos, y por tanto falibles. Y por eso la inspiraciòn no se extiende, de hecho, a todo el libro. Asì, v.gr., Gore, Sanday.



EN SINTESIS: las posiciones erròneas limitaban la inspiraciòn "real" a las

1. cosas puramente doctrinales o que tengan un nexo necesario con ellas (Holden);

2. cosas de fe y costumbres (A. Rohling);

3. cosas de fe y costumbres, que son las sobrenaturales (Lenormant);

4. cosas religiosas (Di Bàrtolo);

5. cosas incidentamente dichas: "obiter dicta" (Newman);

6. al propòsito de Dios, con lo que se salva su concepto de autor (Semeria, Savi).



LOS MOTIVOS DE ESTAS POSICIONES.- La mayor parte de estas teorìas nacieron por razones apologèticas, como un ensayo de superar los aparentes errores o divergencias que existìan entre las enseñanzas de la Escritura y los datos bien logrados de las ciencias. Lo que Dios afirma por el hagiògrafo es infaliblemente verdadero. Encontràndose en las Escrituras estas divergencias, que ellos tomaban como errores, no pudièndose atribuir esto a la causa inspiradora -Dios-, sòlo quedaba atribuìrselo al hagiògrafo. Mas para esto habìa que restar a èste la inspiraciòn bìblica, o cambiar la naturaleza de èsta para dejar al autor humano, en cuanto tal, la responsabilidad del error.

Para esto se basaban en dos razones fundamentales:

a) Siendo la finalidad de la Escritura, didàctica, enseñar la verdad religiosa para que los hombres vivan una vida sobrenatural, es indudable que este objetivo primario de la enseñanza bìblica ha de recibir la inspiraciòn bìblica, pues Dios es el autor de esta enseñanza religiosa. Pero en las cosas no religiosas, màxime en las cosas pequeñas, incidentales, no se ve que sea necesario hacer a Dios autor de ellas. Por tanto, se las puede dejar a la iniciativa y responsabilidad dela utor humano. En consecuencia, no hace falta que estè inspiradas. Sin inerrancia tienen la falibilidad de una obra humana.

b)La otra razòn en la que se apoyaban era lo que dicen los concilios de Trento y Vaticano I.

El concilio de Trento, en el "decreto sobre la ediciòn y uso de los Libros Sagrados", dado el 8 de abril de 1546, dice:

"Ademàs, con el fin de contener a los espìritus presumidos, manda (el concilio) que en los asuntos de fe y costumbres, que pertenecen a la edificaciòn de la doctrina cristiana, nadie, confiado en su propio juicio, pretenda interpretar la misma Sagrada Escritura violentando el Sagrado Texto, segùn su sentir particular, contra el sentido que le ha dado y da la Santa Madre Iglesia, a la que corresponde juzgar del verdadero sentido e interpretaciòn de las Santas Escrituras, o contra el consentimiento unànime de los Padres, aun cuando tales interpretaciones no hubiesen de publicarse jamàs".

Los defensores de estas teorìas basaban, como explìcitamente los hicieron Lenormant, Newman y monseñor D'Hulst, en esta decisiòn del concilio, y razonaban asi: Si la Iglesia juzga el sentido genuino de la Escritura en cuestiones de fe y costumbres, es que a eso se extiende la inspiraciòn bìblica, luego a las demàs cosas de la Escritura no se debe extender.

La conclusiòn era inexacta, porque una cosa es que la Iglesia tenga potestad directa en las cosas que son de competencia para enseñarlas e interpretarlas, y èstas son las cosas de fe y costumbres. Pero otra muy distinta es que la Escritura estè inspirada en todas las otras, aunque la Iglesia no tenga poder de interpretarlas directamente cuando recaen, v.gr., sobre ciencias naturales o cosas profanas. El magisterio de la Iglesia no es para que enseñe ciencias naturales o profanas. Pero indirectamente tiene poder, precisamente por razòn de la universalidad de la inspiraciòn, para juzgar y enseñar que una determinada teorìa no es compatible con la naturaleza de la inspiraciòn bìblica, aunque no pase a explicar directamente la naturaleza de un tema de ciencias naturales o historia profana al que afecte esa decisiòn de la Iglesia por razòn de la naturaleza de la inspiraciòn.

Los autores posteriores al concilio Vaticano I, defensores de estas teorìas, podiàn encontrar en el mismo una nueva aparente justificaciòn, como explìcitamente lo hace monseñor D'Hulst. El concilio Vaticano I, al definir la infalibilidad pontificia, en la sesiòn 4a., 18 de julio de 1870, dice:

"El Romano Pontìfice, cuando habla ex cathedra, esto es, cuando...define con su suprema apostòlica autoridad una doctrina de fe o costumbres..., goza de aquella infalibilidad de la cual quiso el divino Redentor que gozase su Iglesia al definir una doctrina de fe o costumbres"

Era una argumentaciòn anàloga a la anterior y, como tal, explìcitamente alegada para defender su teorìa de la no-inerrancia en las cosas quen o fuesen de fe y costumbres, aunque, por otra parte, admitìa la extensiòn de la inspiraciòn bìblica a toda la Escritura, pero destruyendo el concepto genuino sobre la naturaleza de la misma. El concilio Vaticano I, ademàs, renueva la prohibiciòn que hizo el concilio de Trento de interpretar la Escritura "en cuestiones de fe y costumbres" contra el sentir unànime de los Santos Padres."

LA DOCTRINA CATÒLICA

La doctrina catòlica es que la inspiraciòn bìblica "real" es total: afecta a todas y cada una de las partes de la Escritura, sean de fe y costumbres, sean de temas profanos, sean puntos notables, mìnimos e incluso las cosas dichas "incidentalmente".


La prueba de esta tesis es varia: la Escritura, los Padres, el Magisterio, la razòn teològica, y los graves inconvenientes que se seguirìan de no ser asì.
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Beatriz
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MensajePublicado: Sab Oct 27, 2007 4:12 am    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Tambièn es bueno leer la Dei Verbum, sobre todo el capìtulo III, IV, y V.

http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19651118_dei-verbum_sp.html

CAPÍTULO III

INSPIRACIÓN DIVINA DE LA SAGRADA ESCRITURA
Y SU INTERPRETACIÓN

Se establece el hecho de la inspiración
y de la verdad de la Sagrada Escritura

11. Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo. la santa Madre Iglesia, según la fe apostólica, tiene por santos y canónicos los libros enteros del Antiguo y Nuevo Testamento con todas sus partes, porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios como autor y como tales se le han entregado a la misma Iglesia. Pero en la redacción de los libros sagrados, Dios eligió a hombres, que utilizó usando de sus propias facultades y medios, de forma que obrando El en ellos y por ellos, escribieron, como verdaderos autores, todo y sólo lo que El quería.

Pues, como todo lo que los autores inspirados o hagiógrafos afirman, debe tenerse como afirmado por el Espíritu Santo, hay que confesar que los libros de la Escritura enseñan firmemente, con fidelidad y sin error, la verdad que Dios quiso consignar en las sagradas letras que nuestra salvación. Así, pues, "toda la Escritura es divinamente inspirada y útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y equipado para toda obra buena" (2 Tim., 3,16-17).

Cómo hay que interpretar la Sagrada Escritura

12. Habiendo, pues, hablando dios en la Sagrada Escritura por hombres y a la manera humana, para que el intérprete de la Sagrada Escritura comprenda lo que El quiso comunicarnos, debe investigar con atención lo que pretendieron expresar realmente los hagiógrafos y plugo a Dios manifestar con las palabras de ellos.

Para descubrir la intención de los hagiógrafos, entre otras cosas hay que atender a "los géneros literarios". Puesto que la verdad se propone y se expresa de maneras diversas en los textos de diverso género: histórico, profético, poético o en otros géneros literarios. Conviene, además, que el intérprete investigue el sentido que intentó expresar y expresó el hagiógrafo en cada circunstancia según la condición de su tiempo y de su cultura, según los géneros literarios usados en su época. Pues para entender rectamente lo que el autor sagrado quiso afirmar en sus escritos, hay que atender cuidadosamente tanto a las formas nativas usadas de pensar, de hablar o de narrar vigentes en los tiempos del hagiógrafo, como a las que en aquella época solían usarse en el trato mutuo de los hombres.

Y como la Sagrada Escritura hay que leerla e interpretarla con el mismo Espíritu con que se escribió para sacar el sentido exacto de los textos sagrados, hay que atender no menos diligentemente al contenido y a la unidad de toda la Sagrada Escritura, teniendo en cuanta la Tradición viva de toda la Iglesia y la analogía de la fe. Es deber de los exegetas trabajar según estas reglas para entender y exponer totalmente el sentido de la Sagrada Escritura, para que, como en un estudio previo, vaya madurando el juicio de la Iglesia. Por que todo lo que se refiere a la interpretación de la Sagrada Escritura, está sometido en última instancia a la Iglesia, que tiene el mandato y el ministerio divino de conservar y de interpretar la palabra de Dios.

Condescendencia de Dios

13. En la Sagrada Escritura, pues, se manifiesta, salva siempre la verdad y la santidad de Dios, la admirable "condescendencia" de la sabiduría eterna, "para que conozcamos la inefable benignidad de Dios, y de cuánta adaptación de palabra ha uso teniendo providencia y cuidado de nuestra naturaleza". Porque las palabras de Dios expresadas con lenguas humanas se han hecho semejantes al habla humana, como en otro tiempo el Verbo del Padre Eterno, tomada la carne de la debilidad humana, se hizo semejante a los hombres.


CAPÍTULO IV

EL ANTIGUO TESTAMENTO

La historia de la salvación consignada
en los libros del Antiguo Testamento

14. Dios amantísimo, buscando y preparando solícitamente la salvación de todo el género humano, con singular favor se eligió un pueblo, a quien confió sus promesas. Hecho, pues, el pacto con Abraham y con el pueblo de Israel por medio de Moisés, de tal forma se reveló con palabras y con obras a su pueblo elegido como el único Dios verdadero y vivo, que Israel experimentó cuáles eran los caminos de Dios con los hombres, y, hablando el mismo Dios por los Profetas, los entendió más hondamente y con más claridad de día en día, y los difundió ampliamente entre las gentes.

La economía, pues, de la salvación preanunciada, narrada y explicada por los autores sagrados, se conserva como verdadera palabra de Dios en los libros del Antiguo Testamento; por lo cual estos libros inspirados por Dios conservan un valor perenne: "Pues todo cuanto está escrito, para nuestra enseñanza, fue escrito, a fin de que por la paciencia y por la consolación de las Escrituras estemos firmes en la esperanza" (Rom. 15,4).

Importancia del Antiguo Testamento para los cristianos

15. La economía del Antiguo Testamento estaba ordenada, sobre todo, para preparar, anunciar proféticamente y significar con diversas figuras la venida de Cristo redentor universal y la del Reino Mesiánico. mas los libros del Antiguo Testamento manifiestan a todos el conocimiento de Dios y del hombre, y las formas de obrar de Dios justo y misericordioso con los hombres, según la condición del género humano en los tiempos que precedieron a la salvación establecida por Cristo. Estos libros, aunque contengan también algunas cosas imperfectas y adaptadas a sus tiempos, demuestran, sin embargo, la verdadera pedagogía divina. Por tanto, los cristianos han de recibir devotamente estos libros, que expresan el sentimiento vivo de Dios, y en los que se encierran sublimes doctrinas acerca de Dios y una sabiduría salvadora sobre la vida del hombre, y tesoros admirables de oración, y en los que, por fin, está latente el misterio de nuestra salvación.

Unidad de ambos Testamentos

16. Dios, pues, inspirador y autor de ambos Testamentos, dispuso las cosas tan sabiamente que el Nuevo Testamento está latente en el Antiguo y el Antiguo está patente en el Nuevo. Porque, aunque Cristo fundó el Nuevo Testamento en su sangre, no obstante los libros del Antiguo Testamento recibidos íntegramente en la proclamación evangélica, adquieren y manifiestan su plena significación en el Nuevo Testamento, ilustrándolo y explicándolo al mismo tiempo.



CAPÍTULO V

EL NUEVO TESTAMENTO


Excelencia del Nuevo Testamento

17. La palabra divina que es poder de Dios para la salvación de todo el que cree, se presenta y manifiesta su vigor de manera especial en los escritos del Nuevo Testamento. Pues al llegar la plenitud de los tiempos el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad. Cristo instauró el Reino de Dios en la tierra, manifestó a su Padre y a Sí mismo con obras y palabras y completó su obra con la muerte, resurrección y gloriosa ascensión, y con la misión del Espíritu Santo. Levantado de la tierra, atrae a todos a Sí mismo, El, el único que tiene palabras de vida eterna. pero este misterio no fue descubierto a otras generaciones, como es revelado ahora a sus santos Apóstoles y Profetas en el Espíritu Santo, para que predicaran el Evangelio, suscitaran la fe en Jesús, Cristo y Señor, y congregaran la Iglesia. De todo lo cual los escritos del Nuevo Testamento son un testimonio perenne y divino.

Origen apostólico de los Evangelios

18. Nadie ignora que entre todas las Escrituras, incluso del Nuevo Testamento, los Evangelios ocupan, con razón, el lugar preeminente, puesto que son el testimonio principal de la vida y doctrina del Verbo Encarnado, nuestro Salvador.

La Iglesia siempre ha defendido y defiende que los cuatro Evangelios tienen origen apostólico. Pues lo que los Apóstoles predicaron por mandato de Cristo, luego, bajo la inspiración del Espíritu Santo, ellos y los varones apostólicos nos lo transmitieron por escrito, fundamento de la fe, es decir, el Evangelio en cuatro redacciones, según Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

Carácter histórico de los Evangelios

19. La Santa Madre Iglesia firme y constantemente ha creído y cree que los cuatro referidos Evangelios, cuya historicidad afirma sin vacilar, comunican fielmente lo que Jesús Hijo de Dios, viviendo entre los hombres, hizo y enseñó realmente para la salvación de ellos, hasta el día que fue levantado al cielo. los Apóstoles,, ciertamente, después de la ascensión del Señor, predicaron a sus oyentes lo que El había dicho y obrado, con aquella crecida inteligencia de que ellos gozaban, amaestrados por los acontecimientos gloriosos de Cristo y por la luz del Espíritu de verdad. Los autores sagrados escribieron los cuatro Evangelios escogiendo algunas cosas de las muchas que ya se trasmitían de palabra o por escrito, sintetizando otras, o explicándolas atendiendo a la condición de las Iglesias, reteniendo por fin la forma de proclamación de manera que siempre nos comunicaban la verdad sincera acerca de Jesús. Escribieron, pues, sacándolo ya de su memoria o recuerdos, ya del testimonio de quienes "desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra" para que conozcamos "la verdad" de las palabras que nos enseñan (cf. Lc., 1,2-4).

Los restantes escritos del Nuevo Testamento

20. El Canon del Nuevo Testamento, además de los cuatro Evangelios, contiene también las cartas de San Pablo y otros libros apostólicos escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo, con los cuales, según la sabia disposición de Dios, se confirma todo lo que se refiere a Cristo Señor, se declara más y más su genuina doctrina, se manifiesta el poder salvador dela obra divina de Cristo, y se cuentan los principios de la Iglesia y su admirable difusión, y se anuncia su gloriosa consumación.

El Señor Jesús, pues, estuvo con los Apóstoles como había prometido y les envió el Espíritu Consolador, para que los introdujera en la verdad completa (cf. Jn., 16,13).
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Mario Enrique Bruzzone
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MensajePublicado: Sab Oct 27, 2007 1:59 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Estimado hermano en el Señor, Pablo Torres

Tres cosas:

1) Ante todo le agradezco su atención al preocuparse por mi salud, y en ese sentido le diré que, gracias a Dios me encuentro algo mejor. Obviamente dentro de lo que mis años y mis problemas de salud que cada tanto se complican (y alguno que se agrega) lo permiten.

2) La cuestión de la cantidad de “profetas mayores”.
Desde ya le aclaro que este tema lo analizaré sin ánimo de entrar en polémicas inútiles, dado que en rigor de verdad eso no es algo “demasiado” importante (diría mejor NO ES PARA NADA IMPORTANTE) y por eso lo mencionaré como una simple curiosidad, o con el único objeto de instruirnos todos un poco mejor al respecto (le agradezco que lo hubiese mencionado ya que me hizo investigar un poco al respecto). Pues bien, le diré que evidentemente la enumeración de cuántos fueron depende del autor que uno lee, o de la persona con la cual uno aprendió, ya que le diré que yo siempre he escuchado que los profetas mayores eran sólo TRES.
Y para que lo comprenda mejor le explico, por ejemplo, que en la traducción de la Biblia más utilizada aquí en la Argentina (y a la que se la denomina como “El libro de pueblo de Dios”) al Libro de Daniel ni siquiera se lo coloca dentro de los libros proféticos, sino en el segmento de “Los demás escritos”, tal cual como lo hacían originalmente los hebreos, ya que ese libro era considerado al principio más como un escrito dentro del género “apocalíptico” que del “profético”.
Sin embargo, es obvio que la mayoría de las traducciones bíblicas lo incluyen como un Libro Profético, si bien con diferentes enfoques.
En efecto; si observamos la “Biblia de Jerusalén” podremos advertir que se lo encuentra dentro de los libros proféticos, y que incluso podríamos asegurar que es considerado —tal cual como usted lo expresa— como uno de los profetas mayores, toda vez que luego de ese libro se consignan allí “Los doce profetas menores”. Sin embargo, si nos atuviésemos a raja tabla con la opinión de esa edición bíblica, deberíamos considerar también profeta mayor a Baruc, con lo cual éstos serían CINCO y no cuatro (como piensa usted) ni tres (como lo hago yo).
Un esquema muy similar utiliza la Biblia de Straubinger, aunque debo aclararle que no hace diferenciación entre los profetas.
En cambio, si analizamos la “Biblia Latinoamericana”, podremos observar que está colocado en el último lugar entre los libros proféticos, razón por la cual parece difícil que se lo pueda considerar como uno de los profetas mayores, y algo parecido ocurre en la Biblia de Schokel y Mateos (editada en conjunto por Cristiandad y Verbo Divino) ya que allí está en penúltimo lugar, ya que luego colocan a Baruc (muy diferente a la de Jerusalén por cierto) y a las Lamentaciones.
Por el contrario, en un lugar mucho más destacado está colocado en las Biblias que utilizan nuestros hermanos de las Iglesias reformadas, ya que la Reina—Valera (y por supuesto, todas las que han seguido esa traducción, como por ejemplo la “Traducción del Nuevo Mundo”) consigna al Libro de Daniel inmediatamente después del Libro de Ezequiel, con lo cual podemos interpretar que lo consideran, o bien el último de los Profetas Mayores, o en su defecto como el primero de los Profetas Menores.

3) Finalmente algo sobre lo que he llamado el “pecado generacional”
En ese sentido debo decirle que no coincido con su idea de que tenga relación con lo que llamamos el “pecado original”.
En efecto, ese “pecado generacional” consta expresamente enunciado dentro del Decálogo (tanto en la redacción del Génesis como la del Deuteronomio) mientras que la doctrina del pecado original es simplemente eso, una elaboración doctrinaria, y no está expresamente mencionada en la Biblia.
Y tan es así, que si usted consulta con cualquier hebreo, o con cristianos de muchas de las Iglesias Reformadas, podrá advertir que ni siquiera admiten su existencia.
Por otra parte, el “pecado original” no es algo que sea transmitido por herencia, sino que afecta a todo el género humano, independientemente de la transmisión padre—hijo.
Finalmente, creo que comprenderá mejor la diferencia si analiza el texto del Decálogo al cual me he referido, y que es donde se menciona ese famoso “pecado generacional” (y que es la idea que yo sostengo “se ha modificado”, analizándolo frente al texto de Ezequiel y de otros) ya que allí se indica «porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen; pero tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos.» y por ende, es obvio que sólo tendría “vigencia” o afectaría hasta la CUARTA GENERACIÓN, mientras que el “pecado original” abarca a TODOS LOS SERES HUMANOS POR IGUAL, independientemente del “grado” que ocupe en la generación del pecador.
Esperando haber podido explicarme un poco mejor, le saludo cordialmente.
MARANA-THA
Mario
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Pablo Torres
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MensajePublicado: Sab Oct 27, 2007 8:02 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Apreciado en Cristo Don Mario:
Mario Enrique Bruzzone escribió:
Estimado hermano en el Señor, Pablo Torres

Tres cosas:

1) Ante todo le agradezco su atención al preocuparse por mi salud, y en ese sentido le diré que, gracias a Dios me encuentro algo mejor. Obviamente dentro de lo que mis años y mis problemas de salud que cada tanto se complican (y alguno que se agrega) lo permiten.


Pues ánimo, Don Mario, ofrezca a Dios esas dolencias, que aunadas a los sufrimientos del Hijo muy amado, tienen valor de redención.

Mario Enrique Bruzzone escribió:
2) La cuestión de la cantidad de “profetas mayores”.
Desde ya le aclaro que este tema lo analizaré sin ánimo de entrar en polémicas inútiles, dado que en rigor de verdad eso no es algo “demasiado” importante (diría mejor NO ES PARA NADA IMPORTANTE) y por eso lo mencionaré como una simple curiosidad, o con el único objeto de instruirnos todos un poco mejor al respecto (le agradezco que lo hubiese mencionado ya que me hizo investigar un poco al respecto). Pues bien, le diré que evidentemente la enumeración de cuántos fueron depende del autor que uno lee, o de la persona con la cual uno aprendió, ya que le diré que yo siempre he escuchado que los profetas mayores eran sólo TRES.
Y para que lo comprenda mejor le explico, por ejemplo, que en la traducción de la Biblia más utilizada aquí en la Argentina (y a la que se la denomina como “El libro de pueblo de Dios”) al Libro de Daniel ni siquiera se lo coloca dentro de los libros proféticos, sino en el segmento de “Los demás escritos”, tal cual como lo hacían originalmente los hebreos, ya que ese libro era considerado al principio más como un escrito dentro del género “apocalíptico” que del “profético”.
Sin embargo, es obvio que la mayoría de las traducciones bíblicas lo incluyen como un Libro Profético, si bien con diferentes enfoques.
En efecto; si observamos la “Biblia de Jerusalén” podremos advertir que se lo encuentra dentro de los libros proféticos, y que incluso podríamos asegurar que es considerado —tal cual como usted lo expresa— como uno de los profetas mayores, toda vez que luego de ese libro se consignan allí “Los doce profetas menores”. Sin embargo, si nos atuviésemos a raja tabla con la opinión de esa edición bíblica, deberíamos considerar también profeta mayor a Baruc, con lo cual éstos serían CINCO y no cuatro (como piensa usted) ni tres (como lo hago yo).
Un esquema muy similar utiliza la Biblia de Straubinger, aunque debo aclararle que no hace diferenciación entre los profetas.
En cambio, si analizamos la “Biblia Latinoamericana”, podremos observar que está colocado en el último lugar entre los libros proféticos, razón por la cual parece difícil que se lo pueda considerar como uno de los profetas mayores, y algo parecido ocurre en la Biblia de Schokel y Mateos (editada en conjunto por Cristiandad y Verbo Divino) ya que allí está en penúltimo lugar, ya que luego colocan a Baruc (muy diferente a la de Jerusalén por cierto) y a las Lamentaciones.
Por el contrario, en un lugar mucho más destacado está colocado en las Biblias que utilizan nuestros hermanos de las Iglesias reformadas, ya que la Reina—Valera (y por supuesto, todas las que han seguido esa traducción, como por ejemplo la “Traducción del Nuevo Mundo”) consigna al Libro de Daniel inmediatamente después del Libro de Ezequiel, con lo cual podemos interpretar que lo consideran, o bien el último de los Profetas Mayores, o en su defecto como el primero de los Profetas Menores.


Don Mario, entonces no sería conveniente que se les diga PROFETAS MAYORES, pues esa clasificación es muy de la Iglesia católica. Los judíos les llaman PROFETAS POSTERIORES, sin distinguir la extensión de los escritos, y a Baruc lo colocan en "los otros escritos". Sugiero no hacer una mezcla de clasificaciones, y así no tenemos por qué tomar ese relativismo, pues nosotros somos católicos.

Mario Enrique Bruzzone escribió:
3) Finalmente algo sobre lo que he llamado el “pecado generacional”
En ese sentido debo decirle que no coincido con su idea de que tenga relación con lo que llamamos el “pecado original”.
En efecto, ese “pecado generacional” consta expresamente enunciado dentro del Decálogo (tanto en la redacción del Génesis como la del Deuteronomio) mientras que la doctrina del pecado original es simplemente eso, una elaboración doctrinaria, y no está expresamente mencionada en la Biblia.
Y tan es así, que si usted consulta con cualquier hebreo, o con cristianos de muchas de las Iglesias Reformadas, podrá advertir que ni siquiera admiten su existencia.
Por otra parte, el “pecado original” no es algo que sea transmitido por herencia, sino que afecta a todo el género humano, independientemente de la transmisión padre—hijo.
Finalmente, creo que comprenderá mejor la diferencia si analiza el texto del Decálogo al cual me he referido, y que es donde se menciona ese famoso “pecado generacional” (y que es la idea que yo sostengo “se ha modificado”, analizándolo frente al texto de Ezequiel y de otros) ya que allí se indica «porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen; pero tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos.» y por ende, es obvio que sólo tendría “vigencia” o afectaría hasta la CUARTA GENERACIÓN, mientras que el “pecado original” abarca a TODOS LOS SERES HUMANOS POR IGUAL, independientemente del “grado” que ocupe en la generación del pecador.
Esperando haber podido explicarme un poco mejor, le saludo cordialmente.
MARANA-THA
Mario


Yo no les pregunto sobre la verdad a los judíos y a los cristianos de otras denominaciones, carezco de paciencia y de preparación para el diálogo interreligioso y ecuménico, me basta lo que enseña la Iglesia Católica. Pues bendiciones, Don Mario, no sé si leyó las aportaciones sobre el tema que han hecho los demás.
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Dios nos bendiga a todos.
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Mario Enrique Bruzzone
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MensajePublicado: Sab Oct 27, 2007 9:52 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Miles_Dei escribió:
Cita:
Pero en verdad hermano, partir de la base de que la palabra de Dios tiene "añadidos humanos" que los hombres le han "encajado" a Dios, y que, por tanto, deben ser purificados al interpretar en el "contexto global esencial" de la Palabra; equivale exactamente a esto que ahora criticas, es decir, a tomar parcialmente la Palabra y no en su totalidad.

Por eso con afecto fraternal te invito a abandonar esa línea interpretativa que sinceramente creo que no conduce a ningún lado.


Creo recordar que lo que sostiene Mario es parecido a la teoría de los Obiter dicta del cardenal Newman y que ya fue recusada en su día como errónea.

La doctrina catòlica es que la inspiraciòn bìblica "real" es total: afecta a todas y cada una de las partes de la Escritura, sean de fe y costumbres, sean de temas profanos, sean puntos notables, mìnimos e incluso las cosas dichas "incidentalmente".


Por otra parte Beatriz, en su escrito que está en la página 2, luego de copiar ese mensaje de Miles_Dei que copié antes, habla sobre la INERRANCIA bíblica, texto que no voy a transcribir por su extensión.
Incluso aclara en forma muy diáfana allí, que la idea de que en la Biblia existen errores es una postura de los “progresistas”, y aunque menciona expresamente que no quiere decir por eso que yo lo sea, me parece bastante obvio que tampoco me puedo considerar un “santo de su devoción”.

EduRod, a su vez, en un largo texto que también obra en la página 2, menciona claramente que interpreta que mi posición está, no sólo equivocada, sino que directamente es contraria a la ortodoxia católica.

Pues bien; en primer lugar les diré, que me tiene sin cuidado el que se me tilde de “progresista” o de cualquier otra forma como quieran hacerlo.
Hace ya años (muchos en verdad) que he comprendido que los seres humanos tenemos la tendencia de tratar de “ubicar” a los demás (es “progresista” o “reaccionario”, de “izquierda” o de “derecha”, y así sucesivamente) cosa que hacemos a veces porque nos resulta una forma cómoda de enfocar su pensamiento, y otras veces —consciente o inconscientemente— para descalificarlo.
Incluso le aclaro a EduRod, que si fuese su deseo, o lo considera una obligación, no dude en forma alguna en efectuar ante quien quiera una “denuncia” sobre mi eventual “pensamiento heterodoxo”, y que como podrá observar tranquilamente en mi “perfil de usuario”, yo he consignado allí no sólo mi nombre y apellido completo (yo no me oculto tras un “nick”) sino que también he puesto mis datos personales. Incluso si lo considera necesario, le informo que con todo gusto le suministraré todos otro detalle identificatorio sobre mi persona que considere conveniente para ese fin.
Y le digo que lo haga con absoluta libertad, ya que le puedo asegurar que yo duermo muy tranquilo pues estoy plena y absolutamente convencido de que mis pensamientos son COMPLETAMENTE ORTODOXOS, y que no tendría inconveniente alguno en “defender” mis ideas ante quien fuese.
Pero ya que estamos en ese “camino” de una eventual heterodoxia, le diría que por las dudas vuelva a meditar con respecto a lo que menciona al referirse a la “atemporalidad” de Dios, y las conclusiones que saca de allí, ya que hay algunas cosas que me hacen acordar bastante a la doctrina de la predestinación, típica de algunas Iglesias Reformadas (en especial el Calvinismo) y que, según creo recordar, ha sido expresamente descalificada por la Doctrina de la Iglesia, ya que esa postura protestante sostiene que lo único que hace que nos salvemos es la fe, y que dentro de la perspectiva de Dios, cada uno de los seres humanos está salvo o condenado desde el propio nacimiento y que, por consiguiente, resultaría irrelevante cualquier cosa que haga, dado que no podemos de forma alguna modificar esa predestinación.
Y aclaro que ha puesto expresamente “descalificada”, y no “condenada”, dado que en la Doctrina de la Iglesia es un punto que no resulta tan claro (San Agustín, por ejemplo, sostuvo una postura parecida).

Pero dejando de lado todo eso volvamos al tema de los errores bíblicos, y de los eventuales “cambios de pensar de Dios”, cosa que yo TAMPOCO CREO QUE OCURRA, sino que lo que yo sostengo es que dentro de la Biblia hay algunas cuestiones (MÁS DE UNA, POR SUPUESTO) que jamás se le pueden adjudicar al buen Dios.
En efecto, lo único que he tratado de explicar es que DENTRO DE LA BIBLIA es posible advertir esos errores. Y la razón por la cual insisto en ese punto tiene por único objeto el que se comprenda, que así como se admite tranquilamente la existencia de “algunos errores”, interpreto que TAMBIEN ES FACTIBLE aceptar, AL MENOS COMO UNA POSIBILIDAD, la existencia de “otros errores” en otros puntos bíblicos (en especial, en aquellos pasajes que son utilizados por algunos para obtener una posición de poder o privilegio).
Y antes de decir otra cosa les agradeceré que analicen los siguientes pasajes:
«Yahveh hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo» (Ex.33.11)
«Respondió Yahveh a Moisés: “Haré también esto que me acabas de pedir, pues has hallado gracia a mis ojos, y yo te conozco por tu nombre “. Entonces dijo Moisés: “Déjame ver, por favor, tu gloria”. El le contestó: “Yo haré pasar ante tu vista toda mi bondad y pronunciaré delante de ti el nombre de Yahveh, pues hago gracia a quien hago gracia y tengo misericordia con quien tengo misericordia.” Y añadió: “Pero mi rostro no podrás verlo, porque no puede verme el hombre y seguir viviendo”» (Ex.33, 16-30)
«A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado (Jn.1,17-1Cool
Pues bien, al menos para mí, “TODOS” esos pasajes NO PUEDEN SER CORRECTOS, ya que, o bien Moisés veía el rostro de Dios, o no veía. Pero las dos cosas NO PUEDEN SER CIERTAS.

De la misma forma les pediré que lean también con atención el texto del Decálogo que transcribí antes, al referirme a lo que he llamado el “pecado generacional”, ya que podrán advertir que allí se dice: «No te harás ninguna escultura, y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas. No te postrarás ante ellas ni les rendirás culto, porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen; pero tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos.» (Dt. 5,6-10).
Pues bien, aclarando que obviamente el uso del color me pertenece, y que no consta en el original, debo decirles que si asumimos que no hay NINGÚN ERROR en al Biblia, debemos asumir también que Dios consideraba que las aguas estaban DEBAJO DE LA TIERRA, y no como ocurre en realidad ARRIBA DEL LECHO MARINO.
Y sin duda alguna asegurar que Dios creía que el agua estaba debajo de la tierra sería atribuirle al buen Dios del Cielo un error, pero no un error cualquiera, sino uno GRANDE COMO UNA CASA, cosa que, como decimos por esta zona, es «más ridículo que chancho con montura».
Lo que sucedió —ya que es obvio y evidente que el agua está ARRIBA de la tierra— es que cuando se redactó ese texto bíblico del DECÁLOGO, la mayoría de los seres humanos creía que la tierra “flotaba” sobre el agua, y por tal motivo interpretaban que los peces vivían en ese agua que había “debajo de la tierra”, cosa que evidentemente no es así.
¿No es para escandalizarse, no es cierto?


Finalmente, y aprovechando el aporte que efectuó Beatriz haciendo mención a la Dei Verbum, y que figura al inicio de esta página 3, podemos advertir que en el punto 15 se señala:

15. La economía del Antiguo Testamento estaba ordenada, sobre todo, para preparar, anunciar proféticamente y significar con diversas figuras la venida de Cristo redentor universal y la del Reino Mesiánico. mas los libros del Antiguo Testamento manifiestan a todos el conocimiento de Dios y del hombre, y las formas de obrar de Dios justo y misericordioso con los hombres, según la condición del género humano en los tiempos que precedieron a la salvación establecida por Cristo. Estos libros, aunque contengan también algunas cosas imperfectas y adaptadas a sus tiempos, demuestran, sin embargo, la verdadera pedagogía divina. Por tanto, los cristianos han de recibir devotamente estos libros, que expresan el sentimiento vivo de Dios, y en los que se encierran sublimes doctrinas acerca de Dios y una sabiduría salvadora sobre la vida del hombre, y tesoros admirables de oración, y en los que, por fin, está latente el misterio de nuestra salvación.

Obviamente el remarcado en color tampoco consta en el original, sino que lo he puesto para que se comprenda mejor mi pensamiento, ya que eso demuestra claramente que LA PROPIA DOCTRINA DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA reconoce que la Biblia CONTIENE «COSAS IMPERFECTAS», lo cual me exime de seguir efectuando mayores comentarios al respecto.
Y si es así, ¿cuál es la razón que lleva a que algunos participantes de este Foro se muestren tan horrorizados por mis expresiones, ya que simplemente hago referencia a “ese” tipo de cosas"imperfectas"?
Reciban mis cordiales saludos
MARANA-THA
Mario
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Mario Enrique Bruzzone
Asiduo


Registrado: 03 Oct 2005
Mensajes: 246
Ubicación: Argentina - Sierra de La Ventana

MensajePublicado: Sab Oct 27, 2007 10:03 pm    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Estimado hermano Pablo Torres

Le agradezco sus palabras y sus consejos, y le diré que lamento que no tenga esa "paciencia" necesaria para escuchar a personas de otras religiones.
Le puedo asegurar que yo he aprendido muchas cosas de ellos, algunas muy buenas por cierto.
Y creo que con el escrito anterior habrá comprendido que he leído lo que habían expresado otros foristas.
Un cordial saludo.
MARANA-THA
Mario
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EduaRod
Veterano


Registrado: 21 Ene 2006
Mensajes: 3275

MensajePublicado: Dom Oct 28, 2007 7:56 am    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Estimado en Cristo Mario:

Dice usted:
Mario Enrique Bruzzone escribió:

EduRod, a su vez, en un largo texto que también obra en la página 2, menciona claramente que interpreta que mi posición está, no sólo equivocada, sino que directamente es contraria a la ortodoxia católica.
...
Incluso le aclaro a EduRod, que si fuese su deseo, o lo considera una obligación, no dude en forma alguna en efectuar ante quien quiera una “denuncia” sobre mi eventual “pensamiento heterodoxo”, y que como podrá observar tranquilamente en mi “perfil de usuario”, yo he consignado allí no sólo mi nombre y apellido completo (yo no me oculto tras un “nick”) sino que también he puesto mis datos personales. Incluso si lo considera necesario, le informo que con todo gusto le suministraré todos otro detalle identificatorio sobre mi persona que considere conveniente para ese fin.
Y le digo que lo haga con absoluta libertad, ya que le puedo asegurar que yo duermo muy tranquilo pues estoy plena y absolutamente convencido de que mis pensamientos son COMPLETAMENTE ORTODOXOS, y que no tendría inconveniente alguno en “defender” mis ideas ante quien fuese.

Expresamente indiqué que no me interesaba entrar en la polémica sobre la ortodoxia de la postura, sino que entraría directamente a rebatirla por sus propios méritos; y que si hacia la anotación no era por ni para usted, sino para interés de terceros. Así que le invito a olvidarse de denuncias y defensas de ortodoxia o heterodoxia; y a centrarnos en el tema de su postura en concreto.

Cita:

Pero ya que estamos en ese “camino” de una eventual heterodoxia, le diría que por las dudas vuelva a meditar con respecto a lo que menciona al referirse a la “atemporalidad” de Dios, y las conclusiones que saca de allí, ya que hay algunas cosas que me hacen acordar bastante a la doctrina de la predestinación, típica de algunas Iglesias Reformadas (en especial el Calvinismo) y que, según creo recordar, ha sido expresamente descalificada por la Doctrina de la Iglesia, ya que esa postura protestante sostiene que lo único que hace que nos salvemos es la fe, y que dentro de la perspectiva de Dios, cada uno de los seres humanos está salvo o condenado desde el propio nacimiento y que, por consiguiente, resultaría irrelevante cualquier cosa que haga, dado que no podemos de forma alguna modificar esa predestinación.
Y aclaro que ha puesto expresamente “descalificada”, y no “condenada”, dado que en la Doctrina de la Iglesia es un punto que no resulta tan claro (San Agustín, por ejemplo, sostuvo una postura parecida).

Si le interesa conocer mi postura con respecto al tema de la predestinación, le invito a leerla en el tema en el que varios hermanos hemos estado discutiendo al respecto estos últimos días; donde comprobará que mi postura en la materia no tiene absolutamente nada que ver con el pensamiento calvinista, de modo que tampoco es procedente desviar la discusión por este camino.
Por cierto, en el texto anterior hace usted una mezcla de las posturas luterana y calvinista. Ambas fueron expresamente condenadas por el Concilio de Trento:
Contra la postura calvinista:
Cita:
CAN. XVII. Si alguno dijere, que no participan de la gracia de la justificación sino los predestinados a la vida eterna; y que todos los demás que son llamados, lo son en efecto, pero no reciben gracia, pues están predestinados al mal por el poder divino; sea excomulgado.

Y contra la luterana, que es la que realmente sostiene la salvación tan sólo por la fé que usted menciona:
Cita:
CAN. IX. Si alguno dijere, que el pecador se justifica con sola la fe, entendiendo que no se requiere otra cosa alguna que coopere a conseguir la gracia de la justificación; y que de ningún modo es necesario que se prepare y disponga con el movimiento de su voluntad; sea excomulgado.

Y, por supuesto, nada de lo que un servidor ha expuesto en este tiema tiene absolutamente nada que ver con esas posturas. Le invito a no confundir una enseñanza completamente católica, como lo es la atemporalidad de Dios, con los errores de las comunidades eclesiales Reformadas. Así que, nuevamente, por favor no descalifique gratuitamente mis argumentos como yo no descalifiqué gratuitamente los suyos, sino en todo caso entremos a analizarlos y discutirlos.


Por demás, si un servidor respondió a su planteamiento fué tan sólo porque usted llamó expresamente la atención del foro pidiendo una respuesta al mismo. Ahora bien, de acuerdo a lo que expresa usted a continuación:
Cita:

Pero dejando de lado todo eso volvamos al tema de los errores bíblicos, y de los eventuales “cambios de pensar de Dios”, cosa que yo TAMPOCO CREO QUE OCURRA, sino que lo que yo sostengo es que dentro de la Biblia hay algunas cuestiones (MÁS DE UNA, POR SUPUESTO) que jamás se le pueden adjudicar al buen Dios.
En efecto, lo único que he tratado de explicar es que DENTRO DE LA BIBLIA es posible advertir esos errores. Y la razón por la cual insisto en ese punto tiene por único objeto el que se comprenda, que así como se admite tranquilamente la existencia de “algunos errores”, interpreto que TAMBIEN ES FACTIBLE aceptar, AL MENOS COMO UNA POSIBILIDAD, la existencia de “otros errores” en otros puntos bíblicos (en especial, en aquellos pasajes que son utilizados por algunos para obtener una posición de poder o privilegio).
...

Me queda claro que entendí perfectamente cuál era su pretensión y justo contra esa pretensión de señalar errores bíblicos debidos a añadidos humanos que debían purificarse fué contra la que argumenté.

Así que, si lo único que usted buscaba al llamar la atención del foro sobre su postura era saber qué pensabamos los demás con respecto a esa pretensión de que existen añadidos humanos no inspirados por Dios en la Biblia, pues ya tiene en el aporte anterior mi pensamiento y no se hable más del asunto. Tan sólo le pido no interpretar mis palabras en un contexto que nada tiene que ver con ellas como es el pensamiento calvinista.
Pero si lo que quería era dialogar al respecto y encontrar la verdad, le invito entonces a rebatir mis argumentos o a aceptarlos.

Que Dios le bendiga.
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EduaRod
Veterano


Registrado: 21 Ene 2006
Mensajes: 3275

MensajePublicado: Dom Oct 28, 2007 8:06 am    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

PD Por cierto, estimado hermano Mario, ya que usted llamó la atención sobre el texto de la Constitución Dei Verbum que nos compartió la hermana Beatriz. Le quisiera hacer notar que precisamente este texto va en la línea de la argumentación con la que rebatí su punto de vista:
Mario Enrique Bruzzone escribió:


Finalmente, y aprovechando el aporte que efectuó Beatriz haciendo mención a la Dei Verbum, y que figura al inicio de esta página 3, podemos advertir que en el punto 15 se señala:

15. La economía del Antiguo Testamento estaba ordenada, sobre todo, para preparar, anunciar proféticamente y significar con diversas figuras la venida de Cristo redentor universal y la del Reino Mesiánico. mas los libros del Antiguo Testamento manifiestan a todos el conocimiento de Dios y del hombre, y las formas de obrar de Dios justo y misericordioso con los hombres, según la condición del género humano en los tiempos que precedieron a la salvación establecida por Cristo. Estos libros, aunque contengan también algunas cosas imperfectas y adaptadas a sus tiempos, demuestran, sin embargo, la verdadera pedagogía divina. Por tanto, los cristianos han de recibir devotamente estos libros, que expresan el sentimiento vivo de Dios, y en los que se encierran sublimes doctrinas acerca de Dios y una sabiduría salvadora sobre la vida del hombre, y tesoros admirables de oración, y en los que, por fin, está latente el misterio de nuestra salvación.

Si lee un poco más allá del texto que remarcó en azul, se dará cuenta de que, a renglón seguido, la Constitución Dei Verbum atribuye esas "cosas imperfectas" a la PEDAGOGIA DIVINA y no a "añadidos humanos que le hacen decir a Dios cosas que no dijo". Por lo cual no llama a "purificar la Escritura de esos añadidos" sino a "recibir devotamente esotos libros que expresan el sentimiento vivo de Dios". Y este fué justamente el sentido del argumento que le presenté, el cual, como puede usted ver, es absolutamente católico, y de ningún modo "calvinista".
Así que le invito a seguir no ya a mis razones que no son sino el parecer de un pecador, sino a la Fé de la Iglesia tan bellamente expresada en esta Constitución.

Que Dios le bendiga.
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Beatriz
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 6434

MensajePublicado: Lun Oct 29, 2007 4:08 am    Asunto:
Tema: Dios cambia su manera de pensar?
Responder citando

Sr. Bruzzone: En la biblia no hay error. Si usted sigue diciendo que en la Biblia hay "añadidos humanos" està contradiciendo al Magisterio y a la Tradiciòn que afirman que Dios es verdadero autor de las Escrituras y que el hagiògrafo tambièn es verdadero autor de las mismas.

Fuente: Introducciòn a la Biblia, por Manuel de Tuyà, O.P. profesor de la Facultad Teològica de San Esteban, de Salamanca y Jose Salguero, O.P., profesor de la Universidad Sto. Tomàs de Aquino, de Roma.




Asì Benedicto XV, en la encìclica Spiritus Paraclitus, dice:

"Por otra parte (San Jerònimo) no tiene la menor duda de que todos los autores de estos libros, cada uno conforme a su caràcter y a su genio, prestaron libremente su concurso a la inspiraciòn divina. De este modo no sòlo afirma sin reservas lo que es el elemento comùn de todos los escritores sagrados, a saber, que su pluma era guiada por el Espìritu de Dios, a tal punto que Dios debe ser considerado como la causa principal de cada uno de los pensamiento y expresiones de la Escritura, sino que tambièn distingue cuidadosamente lo que es particular a cada uno de ellos. Desde mùltiples puntos de vista -ordenaciòn de materiales, vocabulario, cualidades y forma de estilo- muestra que cada uno de ellos aportò a la obra sus facultades y fuerzas personales; y llega asì a fijar y describir el caràcter peculiar, y podrìa decirse las notas y fisonomìa propia de cada uno"

Y Pio XII, en la encìclica Divino afflante Spiritu, dice:

"Es digno de peculiar menciòn que los teòlogos catòlicos, siguiendo la doctrina de los Santos Padres y principalmente del Angèlico y Comùn Doctor, han explorado y propuesto la naturaleza y los efectos de la inspiraciòn bìblica mejor y màs perfectamente que como solia hacerse en los siglos pasados. Porque partiendo del principio de que el hagiògrafo al componer el libro, es òrgano o instrumento del Espìritu Santo, con la circunstancia de ser vivo y dotado de razòn, rectamente observan que èl, bajo el influjo de la divina mociòn, de tal manera usa de sus facultades y fuerzas, que fàcilmente todos puedan colegir del libro nacido de su acciòn la ìndole propia de cada uno y, por decirlo asì, sus singulares caracterìsticas y trazas".

El hagiògrafo, pues, en las manos de Dios, obra libre y conscientemente en la confecciòn del libro, y deja, por ello, estampada en èl su ìndole propia, su "huella" y sus caracterìsticas. No es un elemento meramente mecànico, actùa con sus propias fuerzas, y con sus propios elementos. Asì Isaias es distinto de Jeremìas, como el genio y estilo de San Juan es distinto del de San Pablo."



San Clemente Romano, en su epìstola ad Corinthios, dice: "Os habèis asomado a las Sagradas Escrituras, que son verdaderas, que fueron (inspiradas) por el Espìritu Santo. Sabèis muy bien que nada injusto ni falso se contiene en ellas".

San Ireneo dice que todas las Escrituras son "espirituales", aunque no entendamos todas las cosas.

San Hilario de Poitiers: "Todo lo que hay en estas (celestiales palabras) ha de estimarse como excelso, divino, racional y perfecto"

Orìgenes: "la divina sabidurìa llega a toda la Escritura divinamente inspirada hasta en cada letra"

San Gregorio Nacianceno: "Nosotros...somos atraidos a la diligencia del Espìritu Santo hasta el menos àpice y lìnea"

San Basilio de Cesarea: "Estas cosas fueron dichas por mì...para que constase que en las palabras divinamente inspiradas ni una sìlaba siquiera es superflua"

San Juan Crisòstomo: "No ha de pasarse por alto ni la màs breve dicciòn ni una sìlaba de las cosas que se dicen en la divina Escritura. Pues no son cualesquiera palabras, sino que son palabras del Espìritu Santo, y, por tanto, se puede encontrar un gran tesoro incluso en una sìlaba"

San Jerònimo: "Ni hasta tal punto yo soy de tan obcecada mente o escasa rusticidad...que haya pensado que en las palabras del Señor algo hubiese de ser corregido, o (algo) no fuese divinamente inspirado"





Leòn XIII en la encìclica Providentissimus Deus:

"Todos los Padres y Doctores han estado tan firmemente persuadidos de que las Letras divinas, tales como nos han sido entregadas por los escritores sagrados, estàn exentas enteramente de todo error, que se han aplicado con mucha ingeniosidad y religiosamente a concordar entre sì y a conciliar no pocos pasajes que parecen presentar alguna contradicciòn o aguna divergencia (y èstos son casi los mismos que en nombre de la ciencia nueva se nos oponen hoy); y los mismos Padres y Doctores prefesaban unànimes que estos libros, en su conjunto y en sus partes, son de igual inspiraciòn divina, y que Dios mismo, que ha hablado por los autores sagrados, no ha podido enunciar nada opuesto a la verdad. Se deben aplicar aquì de una manera general las palabras que el mismo San Agustìn escribiò a San Jerònimo: "Lo confieso a tu caridad: he aprendido a conceder a los libros de las Escrituras que se llaman ya canònicos tal reverencia y tal honor, que creo muy firmemente que ninguno de sus autores ha cometido un error al escribirlos. Y si yo encontrase en estas Letras algùn pasaje que me parezca contrario a la verdad, no vacilarìa en afirmar, o que el manuscrito es defectuoso, o que el intèrprete no ha expuesto lo que fue dicho, o que yo no lo comprendì bien".

El Magisterio de la Iglesia:

Concilios.-

El concilio Florentino XVII ecumènico, en la bula Cantate Domino, de 4 de febrero de 1441, del decreto Pro iacobitis, dice:

" La Sacrosanta Iglesia Romana profesa que es un solo y mismo Dios el autor del A.T. y N.T., esto es: de la Ley, de los Profetas y del Evangelio, ya que, inspiràndolos el Espìritu Santo, hablaron los santos de ambos Testamentos..."


Concilio Vaticano I, XX ecumènico.- En la constituciòn dogmàtica Dei Filius, de 24 de abril de 1870, dice que la Iglesia

"tiene por sagrados y canònicos (estos libros)..., porque, habiendo sido escritos por inspiraciòn del Espìritu Santo, tienen a Dios por autor"



Concilio Vaticano II, XXI ecumènico.- En la constituciòn dogmàtica Dei verbum, despuès de enseñar la inspiraciòn de la Sagrada Escritura, dice:

"Pues como todo lo que los autores inspirados o hagiògrafos afirman debe tenerse como afirmado por el Espìritu Santo, hay que confesar que los libros de la Escritura enseñan firmemente, con fidelidad y sin error, la verdad que Dios quiso consignar en las Sagradas Letras para nuestra salvaciòn. Asì, pues, "toda la Escritura es divinamente inspirada...(2 Tim 3, 16-17)


Papas.- Leòn XIII. A partir de Leòn XIII la enseñanza de la Iglesia sobre este tema es absolutamente precisa, sin dejar lugar a ningùn subterfugio. Dice asì en la Providentissimus Deus:

"Puede ocurrir tambièn que el verdadero sentido de un pasaje continùe dudoso; para determinarlo, las mejores reglas de la interpretaciòn serà de gran auxilio; pero serìa totalmente ilìcito el limitar la inspiraciòn en algunas partes de la Escritura, o conceder que el autor sagrado se haya engañado. Porque no se puede tolerar el mètodo de aquellos que se libran de estas dificultades no vacilando en conceder que la inspiraciòn divina se extiende a las verdades que conciernen a la fe y costumbres, y nada màs, pensando equivocadamente que, cuando se trata de la verdad de los pasajes, no es preciso buscar principalmente lo que ha dicho Dios, sino examinar màs bien el motivo por el cual lo ha dicho. De hecho, todos los libros ìntegros que la Iglesia reconoce como sagrados y canònicos, con todas sus partes, han sido escritos por inspiraciòn del Espìritu Santo".


San Pio X, en el decreto Lamentabili, de 3 de julio de 1907, condena la proposiciòn II, que dice asì:

"La inspiraciòn divina no se extiende a toda la Sagrada Escritura, de tal manera que a todas y cada una de sus partes las inmunice de error"

Benedicto XV, en el decreto que por su orden da la P. Comisiòn Bìblica, en 18 de junio de 1915, sobre la "parusìa" dice:

"Teniendo en cuenta...el dogma catòlico de la inspiraciòn e inerrancia de la Escritura, por el cual todo lo que el hagiògrafo afirma, enuncia, insinùa, ha de ser considerado, afirmado, enunciado, insinuado por el Espìritu Santo..."

No cabe una fòrmula màs precisa sobre la naturaleza y extensiòn de la inspiraciòn bìblica. Segùn ella, todo lo que el hagiògrafo dice o insinùa, todo eso es igualmente dicho o insinuado por el Espìritu Santo. Y como todo lo que està escrito en la Biblia està dicho por el hagiògrafo, que lo escribe, todo eso està igualmente dicho por el Espìritu Santo, que inspira al hagiògrafo para que lo diga. La inspiraciòn bìblica afecta a todas las partes de la Escritura (encìclica Spiritus Paraclitus)

Pio XII, en la encìclica Divino afflante Spiritu, despuès de exponer los diversos pasajes de Leòn XIII y Benedicto XV en que enseñan la absoluta inerrancia de la Sagrada Escritura, incluso en cosas cientìficas, lo mismo que el no poder restringirse la inspiraciòn bìblica a solas cosas de fe y costumbres, añade:

"Esta doctrina, que con tanta gravedad expuso nuestro predecesor Leòn XIII, tambièn Nos la proponemos con nuestra autoridad y la inculcamos, a fin de que todos la retengan religiosamente. Y decretamos que con no menor solicitud se obedezca tambièn el dìa de hoy a los consejos y estìmulos que èl sapientìsimamente añadiò conforme a su tiempo"

Y en la encìclica Humani generis, en que denuncia y condena tantas desviaciones religiosas modernas, escribe:

"Algunos proponen o sugieren a las inteligencias muchas opiniones que disminuyen la autoridad divina de la Sagrada Escritura, pues se atreven a adulterar el sentido de las palabras con que el concilio Vaticano define que Dios es el autor de la Sagrada Escritura, y renuevan una teorìa ya muchas veces condenada, segùn la cual, la inerrancia de la Sagrada Escritura se extiende sòlo a los textos que tratan de Dios mismo, o de la religiòn, o de la moral"
_________________
"Quien no ama, no conoce"
San Agustín
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